CAPÍTULO 29: Frente a la verdad.
Jaejoong despertó con un agudo dolor de cabeza. Se incorporó lentamente, notando que Yunho estaba sentado en la cama en la que él había estado acostado.
–Has despertado –le sonrió.
El menor le sonrió de vuelta, recibiendo la aspirina y el agua que Yunho le ofrecía.
–Gracias –se llevó una mano a la cabeza –la verdad es que no recuerdo buena parte de lo que sucedió anoche...
–Es compresible, bebiste mucho.
Escuchó Jaejoong mientras ingería la aspirina para la resaca.
–Yunho… Tú y yo…
– ¿Qué?
–Nosotros dos… –Jaejoong no sabía cómo decirlo – ¿nosotros no…?
–¿Tuvimos sexo? –Adivinó los pensamientos del menor.
Jaejoong sintió cómo sus mejillas ardían, pero simplemente asintió con la cabeza.
–No –Yunho le sonrió de nuevo –anoche bebimos demasiado, es verdad. Mientras comenzaste a beber, pensé “Bueno” –Hizo un gesto con los labios – “Lo necesita”, así que te dejé beber todo lo que quisiste, pero yo tenía que manejar, así que tú bebiste mucho más que yo. No me pareció correcto llevarte a tu casa en esas condiciones, al parecer no le agrado mucho a tu esposo –le guiñó el ojo –así que te traje aquí.
Jaejoong asintió con la cabeza.
–Gracias… –rió.
–¿Qué pasa?
–No sé, esto me sonó a Deja Vu de alguna forma, lo siento, no quiero molestarte, sé que parece que ya se me está volviendo costumbre quedarme a dormir en tu casa después de que me embriago.
Ambos recordaron aquella vez de meses atrás, la primera vez de todas en las que Jaejoong se quedaría en la casa del mayor.
Yunho también rió.
¿Por qué esta calle que siempre caminé está tan solitaria?
Aunque te dejé ir porque era el fin para nosotros
Todavía no soy capaz de olvidarte
–No me incomoda en absoluto, puedes quedarte todo lo que quieras, podrías mudarte aquí si lo desearas...
Jaejoong se sonrojó hasta las orejas.
–Okey… –no quería poner nervioso a Jaejoong diciendo más cosas raras – ¿te parece si desayunamos ya?
–Ajá. Gracias de nuevo.
–Deja de agradecerme todo, me pones nervioso –le guiñó el ojo sin deshacerse de su linda sonrisa y sonrojando aún más al pobre Jaejoong.
Al quedarse solo revisó su celular y notó que aunque esta era la tercera vez que se quedaba a dormir en la casa de Yunho, las llamadas de Yoochun habían reducido un poco, ¿se estaría rindiendo? ¿Se sentiría culpable y simplemente lo dejaría ser? ¿O quizás se había ocupado tanto de Junsu que había perdido la noción del tiempo? Considerar aquella última hipótesis lo hacía enojar.
Pero cuando Yunho lo sacó de sus pensamientos y le sonrió dulcemente se olvidó de todo lo demás, aquello también parecía empezar a hacerse costumbre: ser feliz por causa del maestro Jung Yunho.
Te había borrado de mi mente
Pero ¿Por qué te extraño tanto?
Aunque trate de borrarte y quiera retener mis lágrimas otra vez
Pero al final no puedo olvidar a esa persona que vendrá de nuevo a mí
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Yoochun despertó solo en su cama y notó que Jaejoong no había llegado a dormir. Toda clase de pensamientos cruzaron por su cabeza, pero entonces pensó que no tenía derecho alguno a exigirle o reclamarle, pues él era peor; enamorado de su mejor amigo en silencio y causándole daño a dos personas a la vez.
Se dirigió a O Jung Ban Hap como si nada sucediera, e igual que siempre, su día se iluminó frente a la brillante sonrisa de Junsu.
El rubio también fue consciente de que su esposo no llegó a dormir, pero eso fue algo que no le contó a su amigo. En el fondo, se sentía tranquilo, se sentía feliz y tranquilo solo con estar cerca de Yoochun, como si pudiera protegerle siempre, como si toda su vida pudiera ser mejor con el mayor en ella.
–A ver, dime cómo está tu bebé hoy –le preguntó el pelinegro en su pequeño descanso.
Junsu rió entre divertido y sonrojado.
–Está muy bien, ¿sabes algo? –Habló con un tono de curiosidad –el bebé se mueve con energía cada vez que te escucha hablar.
Park Yoochun sintió cómo su pulso se aceleraba y ni siquiera él entendía por qué.
–¿Estás hablando en serio?
El menor asintió con la cabeza.
–Supongo que le agradas mucho, pero no se pone así con nadie más, ni siquiera con Changmin… –se detuvo de repente y desvió la mirada, como si aquello pudiera ser más que incómodo para ambos.
Yoochun entendió perfectamente el silencio de su amigo, así que fue ágil cambiando el tema:
–¿Y ya has pensado un nombre para el bebé?
Su le devolvió la mirada al escucharlo.
–En realidad he pensado en algunos pero aun no estoy seguro. Me gustan los nombres como Jonghyun o Wooyoung, pero los nombres americanos como Jason o Christopher no están mal.
–¿Y por qué no mejor lo llamas Yoochun?
El mayor comenzó a reír al ver la expresión de asombro de su amigo, quien al final también comenzó a reírse.
–No seas tonto –se burló de él, intentando buscar la manera de molestarlo –me parece que mejor lo llamaré como su abuelo…
–¡Por eso mismo! ¡Mi padre también se llama Yoochun!
–¡Cállate! –Le lanzó un bolígrafo mientras ambos reían divertidos –idiota… –decía entre risas a pesar de estar sonrojado hasta las orejas –estás loco.
Park siempre fue bromista y raro, y definitivamente no le importaba lo que dijeran de él; pero sus bromas sobre el bebé de Junsu parecían pasarse de la raya, quizás en el fondo él también deseaba que el hijo que el rubio esperara sí fuera suyo.
Todo debe haber sido una mentira cuando dijiste que me amabas
Sólo dejaste profundas cicatrices en mi corazón
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Obviamente no fue fácil para Jaejoong aceptar que su bebé ya no estaba, pero lo hizo aunque aún le dolía. Sin embargo, sabía que el primer paso era contarles abiertamente a sus colegas lo sucedido. Quiso hablar de ello primero con sus amigos:
–Estoy listo para que todos lo sepan –declaró con serenidad.
Los tres chicos lo miraron sorprendidos.
–¿Estás seguro? –Indagó Hyunjoong.
–No tienes que decirles nada si no quieres –contestó Yunho –yo me encargaré.
–No –negó con la cabeza –estoy bien –suspiró –no tengo intenciones de hablar abiertamente del tema pero ya no me importa que lo sepan. Quedé en embarazo y perdí a mi bebé, eso es todo. Ahora sé que mi caso no es el único y cosas así ocurren cada día.
–Todos te apoyamos, amigo –Heechul lo abrazó con ternura.
–Gracias, amigos, de verdad –sonrió.
Los tres estuvieron presentes cuando Jaejoong lo anunció todo, y sabían bien que fue un gran paso para él, todos lo apoyaron y comprendieron, al final el duelo y la superación no parecía tan difícil con el apoyo de quienes quería.
Al final de las clases quedaron solos Yunho y él, el mayor de los dos solo quería expresar cuánto lo admiraba y quería.
–Estás siendo muy fuerte y valiente, Jae, te admiro mucho.
El más bajo sonrió enternecido.
–Todo es por ti, Yunho.
–¿Huh?
Jaejoong sonreía brillantemente a pesar de que su corazón estuviera lastimado a causa de los recientes golpes que había recibido en su vida.
–Es por ti que me he vuelto fuerte, es por ti que puedo ver un mañana mejor. Gracias por estar ahí cada vez que te necesito, gracias por tanto.
El mayor no podía creer lo que escuchaba.
–Soy yo quien debe agradecerte, Jaejoong, gracias por hacerme sentir de esta manera…
–¿A qué te refieres? –Le miró confundido.
–Sé que quizás no deba hacer esto, ni sentir lo que siento, pero es que el alma no sabe elegir, y la mía te ha elegido a ti.
Kim Jaejoong se petrificó, ¿qué era exactamente lo que Yunho trataba de decirle?
Había borrado nuestros recuerdos felices, pero ¿Por qué todavía están en mi mente?
Trato lidiar con esto
Trato de olvidarte
Pero al final no puedo olvidar a esa persona que vendrá de nuevo a mí
Jung Yunho ya no sería más el tonto enamorado en silencio, tenía que decirle todo lo que sentía, tenía que confesarle de una buena vez que se había convertido en un loco, que estaba enfermo de Kim Jaejoong, que lo que al principio había sido solo una atracción se había convertido en un amor sin remedio.
–Aun no lo entiendes, Jaejoong…
–¿Qué es lo que quieres que entienda? –Seguía confundido y extrañado.
–Que yo… que yo… –frunció el ceño, suspiró largamente y al final fue capaz de decirlo: –que yo quiero ser la lluvia que cae sobre ti, quiero ser el sol que te ilumine, quiero ser una estrella en el cielo, para que nunca pierdas tu camino. ¡Te amo! –soltó al fin –Y no hay nada que pueda hacer para cambiar eso…
¿Has conocido a alguien más? ¿Hay otra persona que vive para ti?
Ya lo sé, pero aún así, por favor, no te alejes de mí
Park Yoochun llegó al Conservatorio a las 4:40 de la tarde, con la intención de reunirse con Jaejoong e intentar aunque fuera remotamente arreglar las cosas con él tan solo un poco; no le gustaba estar enojado con él. Después de todo, seguían casados.
Kim Jaejoong se quedó estático, solo mirando a Yunho, asimilando lo que acababa de escuchar de él.
–¿Desde cuándo? –Atinó a decir.
–Me gustaste desde que te conocí pero me resigné porque eres un hombre casado. Pero entonces… cada día… cada día te metiste más y más profundo en mi corazón hasta este punto, este punto en el que he perdido la razón por ti.
Una lágrima traicionera resbaló por la mejilla del castaño, quien aún no tenía idea de qué hacer.
–¿Por qué… por qué me dices esto hasta ahora?
–Porque tenía miedo, siempre lo he tenido. Tengo miedo de perderte, tengo miedo de que te alejes de mí, tengo miedo… sé que al fin y al cabo nadie nos puede separar porque esta conexión es diferente y sólo soy yo quien siente esto. Pero aunque haya un muro entre nosotros y tú estés con otro, para mí no estás prohibido.
El pulso de Jaejoong comenzó a acelerarse, casi sin explicación, ¿Qué demonios le estaba sucediendo? Se sintió raro… sintió que algo en su interior parecía corresponder aquellos sentimientos de los que Yunho le hablaba. ¿Y si en realidad Jaejoong también le quería? Pero entonces… ¿Qué había de Yoochun? ¿Aún le amaba después de tanto…?
Alguien como yo debe ser desagradable para ti
No hay nada que pueda hacer, ya que estoy obsesionado contigo
Ya sabes cuán estúpido soy, lo estúpido que puedo ser~
Eran las 4:50pm cuando Park Yoochun se encontró con Hyunjoong, a quien saludó como era debido a pesar de que no eran tan cercanos como Jaejoong y KHJ.
–Por cierto… ¿sabes dónde está Jaejoong?
–Me parece que lo vi dirigirse a la sala de maestros.
–Ya veo –Yoochun le sonrió de vuelta –gracias, Hyunjoong.
–No hay de qué, cuídalo bien, amigo.
–Lo haré, no te preocupes.
–Bien, adiós.
–Yo sé que nada conseguiré y que sólo soy yo el de esta locura –retomó Yunho al ver que el menor se había quedado en silencio y con la mirada en el suelo–. Pero sé que lo bueno se demora, por eso, ahora que conoces mis sentimientos, solo te voy a te voy a esperar y seguiré a tu lado siempre, amándote como hasta ahora.
El más bajo cerró los ojos, una nueva lágrima lo había abandonado. Sintió un nudo en la garganta y respiró profundo. Abrió los ojos de nuevo y entreabrió los labios, dispuesto a hablar.
–Yunho… –suspiró –yo…
Uno, dos, tres…
–¡Maestro Jaejoong! –Lee Hyukjae y Lee Donghae entraron precipitadamente a la sala de profesores tomados de la mano, parecían agitados – ¡qué bueno que lo encontramos! –Eunhyuk respiró profundo, intentando controlar su respiración –hay un asunto para el que lo necesitamos.
Kim secó rápidamente los rastros de lágrimas en su rostro.
–¿Un asunto?
Los chicos asintieron con la cabeza.
–¿De qué se trata?
–Usted mismo debe venir a ver.
Yunho se pasó una mano por la cara, ¿por qué siempre terminaban interrumpiéndolos cuando estaba tratando de confesarle a Kim lo que sentía por él?
–¿Es tan importante? –Intervino el castaño.
–¡Definitivamente! –Exclamó Donghae –venga, por favor –soltó la mano de Eunhyuk para tomar delicadamente la de Jaejoong.
Los chicos sacaron casi que a rastras al castaño, quien estaba cada vez más confundido y extrañado; ahora ni siquiera sólo por la repentina confesión de Yunho sino también por el extraño comportamiento de sus estudiantes.
–¿Adónde me llevan, chicos?
–Ya casi llegamos, no se impaciente, por favor.
Al fin se detuvieron frente a uno de los salones.
–Hemos llegado.
–¿De qué se trata esto? –Indagó Kim.
Eunhyuk hizo un ademan con la mano, invitándole a pasar. Jaejoong abrió la puerta, y casi muere del susto cuando sus estudiantes lo sorprendieron con un “¡Sorpresa!”. Todos le sonreían sinceramente, cada uno con su propio instrumento musical.
–¿Qué sucede, chicos? –Volvió a preguntar.
–Queremos animarlo con una canción, maestro Jaejoong –explicó EunJi, una de sus estudiantes más talentosas –todos sabemos que ha estado pasando por momentos difíciles y queremos expresarle nuestro apoyo.
Kim los miró sorprendidos.
–¡Vamos, muchachos! –Exclamó Kyuhyun –un, dos, tres, va…
Los chicos comenzaron a cantar e interpretar una dulce y divertida tonada que solo consiguió hacer que Jaejoong sonriera ampliamente, solo agradeciendo por tener gente así que lo quisiera tanto. Después de todo, su vida no estaba completamente sumida en la oscuridad gracias a personas como ellos. Además, por el momento no necesitaba hijos, tenía suficiente con sus queridos estudiantes.
Un subterráneo volador, una casa de playa privada en el mar,
el pastel de arroz que te gusta, chocolate rojo,
Medicina que te hace olvidar el dolor y una vida eterna, ¡Poppy!
Haré que todo esto suceda, (Haré que todo esto suceda)
te daré felicidad. (te daré felicidad)
Volaré, ¡Haré cualquier cosa por ti!
F.T.I.S.L.A.N.D LET’S GO!
FT ISLAND –Let’s go.
Jung Yunho se quedó solo en la sala de profesores, tenía tanto en qué pensar pero a la vez no pensaba en nada. Aun le preocupaban los sentimientos de Jaejoong, ¿después de su impulsiva declaración Jaejoong se alejaría de él? ¿Qué pasaría con ellos de ese instante en adelante?
Yoochun llegó a la sala de maestros esperando encontrar a su esposo, pero se llevó una desagradable sorpresa al descubrir que en su lugar, allí estaba Yunho. Al descubrir la presencia del otro, Jung enarcó una ceja, estaba en guardia.
–¿Qué haces aquí? ¿No sabes que este salón es especialmente para los maestros?
Yoochun agudizó la mirada, fulminando al castaño con ella.
–¿Y tú qué haces sonsacando a mi esposo? –Contraatacó – ¿No sabes que Kim Jaejoong está casado?
–¿Sonsacarlo? –Fingió no sabes – ¿Cuándo hice algo como eso?
–No quieras fingir, mejor explícame por qué contestaste su celular anoche, probablemente también pasó la noche contigo.
–No contestó porque él estaba ocupado, ya te lo dije.
–¿Ah, sí? ¿Qué estaba haciendo?
–Estaba en el baño del bar al que fuimos –sí, Yunho también podría ser descarado y frívolo cuando quería.
–¡¿Cómo te atreves a hablar tan deliberadamente?!
Yunho se encogió de hombros.
–Tú querías una respuesta y yo te la di. Respecto a si pasó la noche conmigo… tienes razón, así fue.
Yoochun frunció el ceño y le lanzó un puñetazo en el rostro.
–Aléjate de mi esposo, malnacido.
–Tu esposo merece alguien mejor –refutó, posando una mano en su labio inferior, donde había recibido parte del golpe.
–¿Y crees que ese eres tú? –Se mofó con desdén –por favor, eres nada…
–Pues tú no eres muy diferente a mí.
–Quizás tengas razón –reconoció de mala gana –pero él se casó conmigo –remató con un tono burlón, sonriendo de lado. Luego volvió a su semblante frío y enojado –así que déjanos en paz. No creas que no sé lo que intentas –lo miró fijamente, hasta casi congelarlo con la mirada –tú quieres acabar con nuestro matrimonio.
–Tú solo estás acabando con tu matrimonio, imbécil, ¿no te das cuenta?
–¿Cómo me llamaste? –Rápidamente se acercó al castaño y lo tomó del cuello de la camisa –cuida tus palabras, idiota.
–¿Y qué harás si no? –Lo retó – ¿Me golpearás de nuevo? –Enarcó una ceja. –Eso sólo confirma que sabes que lo que digo es cierto.
–Cállate –lo soltó de mala gana, haciendo que retrocediera –tú no sabes nada.
–Sí sé, y sé más de lo que crees.
–¿Ah sí? ¿Y qué es lo que tanto crees saber, imbécil?
Yunho le lanzó una mirada de desprecio, pero al final, simplemente se alejó.
–Deberías dejar de hacer sufrir a Jaejoong, poco hombre…
–Estamos felizmente casados. –Se le ocurrió decir a pesar de que sabía mejor que nadie que no era así.
–Ah, claro… tan felices… –sonrió con evidente sarcasmo –por eso es que he visto a Jaejoong llorar a solas tantas veces, ¿no es así? Por eso es que se ha embriagado cuando lo dejas solo por irte con tu mejor amigo, ¿no es verdad? –Lo encaró – ¡¿Crees que eso es felicidad?! Eres un cretino, Park Yoochun, y no mereces en absoluto tener por esposo a un hombre tan maravilloso como Jaejoong. Y claro, imagino que son tan felices que por eso también es que ahora intenta como nunca ser fuerte y afrontar la pérdida de su primer hijo, hijo que probablemente también perdió por tu culpa.
–¡CÁLLATE, MALDICIÓN! –Vociferó completamente fuera de sí, dándole un empujón que lo hizo retroceder.
Pero tú no puedes volver, este debe ser el final de todo ¿Verdad?
Ya lo sé, pero aún así, por favor entiéndeme
–¿Qué está pasando aquí? –La voz de Jaejoong retumbó en el lugar.
Yoochun y Yunho desviaron la mirada sin saber qué decir.
–¿Qué haces aquí, Yoochun?
El aludido le devolvió la mirada.
–Vine por ti.
El castaño apretó los labios y frunció el ceño.
–Bien, entonces vámonos ya.
Estaba tan enfadado que no se despidió de Yunho, sino que caminó con los brazos cruzados y la cara enrojecida, siendo seguido por un Yoochun entre avergonzado y molesto –pero con Yunho– que caminaba en silencio tras él.
–No puedo creer que vengas al Conservatorio a armar escándalos y pelear con mis colegas –reprochó una vez estuvieron en el parqueadero, donde ya nadie podría escucharlos –has sobrepasado los límites, Yoochun, estás yendo demasiado lejos.
El pelinegro le abrió la portezuela del auto en un gesto caballeroso pero Jaejoong solo lo hizo a un lado y cerró la puerta él mismo.
–Ese tipo tiene una boca grande, solo lo estaba poniendo en su lugar –contestó en cuanto se hubo subido también al vehículo.
–No seas ridículo, actúas como un adolescente –se abrochó el cinturón.
–No comiences a defenderlo –puso en marcha el auto, sacándolo del parqueadero cada vez más y pasando por una de las entradas del Conservatorio –es su culpa por provocarme.
–No se trata de si lo defiendo o no, el que está equivocado obviamente eres tú.
Park viró los ojos cuando tuvo que detenerse en el paso peatonal para que cruzaran gran parte de los estudiantes del Conservatorio que a esas horas habían terminado sus clases. Pero se quedó preocupantemente quieto cuando vio a uno de los estudiantes que llamó su atención: un joven y apuesto peli castaño de camiseta negra y jeans, quien era abrazado por un pelinegro que parecía muy divertido.
Sí, estaba viendo a Cho Kyuhyun, el amante de Shim Changmin estaba frente a sus ojos.
Todo debe ser una mentira, debe haber otra persona que vive para ti
Ya lo sé, pero aún así, por favor, no te alejes de mí
INFINITE –A person like me