CAPÍTULO 5: Un muro se interpone entre nosotros.
Junsu y Yoochun estaban en la clínica, trabajando como de costumbre. Como Yoochun era especialista en cirugías faciales, Junsu tuvo que esperar afuera hasta que el mayor valorara al paciente, finalmente, después de esperar unos minutos, Park salió del quirófano e ingresó a la oficina de Junsu.
–¿Cómo viste al paciente? –Indagó Junsu.
–Bien. –Asintió con la cabeza –está en condiciones óptimas para realizar la cirugía facial que requiere.
–Muy bien, entonces –se puso de pie –hay que hacerlo.
Así, Yoochun y Junsu ingresaron al quirófano para practicar una importante cirugía facial a una mujer que había sobrevivido en un incendio y cuyo rostro estaba por completo desfigurado.
Más tarde ese día, Changmin aun seguía en el trabajo, pero llamó a Junsu porque de verdad tenía muchas ganas de reunirse con él.
–¿Min? –Se escuchó del otro lado de la línea.
–¡SuSu! –Sonrió aunque sabía que obviamente el rubio no lo podía ver –mi amor, nuestra Niiummy Sarang es una chica muy eficiente, me ha ayudado con todas las citas pendientes para esta tarde, y pensé en que podíamos salir a cenar. Así que hice dos reservaciones en “LOEL”, tu restaurante favorito.
–Oh… –Hubo una corta pausa –qué lindo de tu parte, Min –del otro lado de la línea, Junsu apretó los labios, ¿Cómo se lo diría…? –Pero no puedo, tengo una cirugía programada para esta tarde y creo que me demoraré.
Changmin suspiró con pesadez y se revolvió los cabellos, sintiendo cómo el enojo comenzaba a nacer dentro de él.
–¿Y no lo puede atender Yoochun?
–No, porque ese paciente desea que yo lo atienda personalmente. Lo siento, Min…
Changmin pasó una mano por su rostro y suspiró de nuevo.
–¿Min? ¡Min! ¿Sigues ahí?
–Sí, sí –contestó de mala gana –hablamos luego…
Sin más, Changmin colgó.
¿Por qué no podía tener ni siquiera una hora para estar con Junsu? ¿Por qué el mayor se concentraba tanto en el trabajo y no se daba cuenta de que lo estaba descuidando en el proceso?
Mucho tiempo ha pasado desde entonces ¿Ha cambiado algo?
¿Qué te mantiene lejos de mí?
Me alejé de ti para no herirte, pero, ¿No habrá sido para protegerme a mí misma?
Se subió a su auto después de despedirse de Niiummy Sarang, a quien le mostró la mejor de sus sonrisas forzadas para no preocuparla.
Y justo mientras conducía a casa, curioseó a través de la ventana de su camioneta en cuanto pasó frente a “Together”, y sonrió tontamente al ver a Kyuhyun atendiendo de nuevo. ¿Desde cuándo parecía ser una costumbre el detenerse en aquella floristería sólo para saludar al menor?
Ya no lo pensó demasiado, pues… de todas formas ya eran amigos, ¿no? Bueno, al menos eran cercanos.
Y ahí iban de nuevo… saludándose tímidamente como de costumbre y hablando de trivialidades.
–Y ¿Qué harás ahora, Changmin hyung?
–Es gracioso que lo menciones, Kyuhyun-ah –sonrió –sucede que hice dos reservaciones para un restaurante excelente. Pero… –Se encogió de hombros –no tengo con quién ir.
Kyuhyun enarcó una ceja.
–¿Qué hay de tu esposo?
–Ah… –Su sonrisa se desvaneció –está trabajando –frunció los hombros –así que… ¿Qué dices, Kyuhyun? ¿Me acompañarás a cenar esta noche?
–¿Hablas en serio?
–¡Claro! –Volvió a sonreír.
Kyuhyun lo pensó por unos segundos, pero finalmente negó con la cabeza.
–Lo siento… –Contestó tímidamente –no creo que sea buena idea.
–Oh, ¡por favor! Es muy difícil conseguir reservaciones en LOEL.
–Espera, ¿hablas de ese grandioso restaurante llamado LOEL?
–El mismo –contestó con simpleza.
–¡Ese restaurante es genial!
Changmin le sonrió traviesa y sensualmente.
–Entonces… ¿sí me acompañas?
Kyuhyun finalmente le sonrió de vuelta y asintió con la cabeza.
Al cabo de unos minutos ambos se encontraban nuevamente en el auto del mayor y así fue como compartieron una deliciosa cena en aquel fabuloso restaurante cinco estrellas, el favorito de un Kim Junsu que se rompía la cabeza en sala de cirugía, haciendo una rinoplastia.
Changmin y Kyuhyun salieron del restaurante, y abordaron el auto. Una extraña sensación invadió Changmin al pensar que regresaría a casa solo.
–La noche es joven aun –comentó el moreno – ¿Qué te parece si vamos a otro lugar? Digo –se encogió de hombros –si te parece bien…
–Me encantaría –Kyuhyun sonrió.
Y llegaron a un concurrido bar en el centro de Seúl, donde muchachos entre los 18 y los 27 años bailaban enérgicamente, la música sonaba alto y las luces titilantes le daban un toque místico al lugar.
Era gracioso, ¿Cómo es que habían terminado nuevamente en un bar? Bueno, esta vez no iban solo a beber, no, esta vez pensaban bailar hasta que las piernas les dolieran.
Changmin se divirtió como hacía mucho no lo hacía, y bailaron toda la noche, dejándose llevar por la maravillosa música que los estaba estimulando, sus cuerpos, aunque cansados por tanto movimiento, no querían parar, instintivamente buscaban contacto con el cuerpo del otro, le abrazaban y se juntaban alegremente al cuerpo del otro mientras el alcohol hacía de las suyas en sus organismos.
Y dos semanas después, llegó el día del aniversario de Changmin, quien se levantó temprano para prepararle un desayuno muy del estilo de Shim Changmin a su querido Junsu: unos waffles, fruta y jugo de naranja, era todo lo que podía hacer en vista de que no sabía cocinar, pero la intención en lo que cuenta, ¿no?
Aunque estemos separados, aún puedo oír tu voz llamándome
No importa dónde esté, yo te buscaré
Sin embargo, siendo su aniversario o no, ambos tenían obligaciones que cumplir en sus trabajos.
Changmin estaba trabajando normalmente, ya faltaba poco para que acabara, cuando Niiummy Sarang ingresó a su oficina.
–Oppa… –Dijo la chica ingresando al lugar –Yoochun oppa ha venido a buscarte –detrás de ella ingresó el mencionado, sonriendo brillantemente como de costumbre. –Bueno… –Miró a Yoochun y luego a Changmin –yo los dejo para que puedan hablar.
Niiummy salió de la oficina, dejando a los dos mayores a solas.
–¡Hyung! –Changmin se levantó de su lugar para abrazar a Yoochun – ¡Qué sorpresa! –Se separaron – ¿Por qué no me dijiste que vendrías?
–¿Qué te puedo decir? –El pelinegro se encogió de hombros. –Me gustan las sorpresas.
–Adelante –hizo un ademan con la mano –toma asiento.
–Gracias –Yoochun se sentó en uno de los sillones de cuero presentes en la oficina, y Changmin se sentó a su lado –por cierto, Min, felicidades por tu aniversario –sonrió.
–Oh –le devolvió el gesto –gracias.
–En realidad había llegado hacía un buen rato, pero me quedé hablando con Niiummy y ya sabes cómo es esa mocosa –rió levemente –si no hay un tema de conversación –movió una mano abierta –ella lo saca. –Ambos rieron –como sea –continuó: – ¿Ya has acabado aquí? –Preguntó súbitamente.
–Me falta poco.
–Pues te espero.
–¿Eh?
–Hay un lugar al que tú y yo debemos ir.
–¿Tú y yo? –Repitió confundido – ¿adónde?
–Confía en tu hyung y haz lo que te pido.
Más que confundido y extrañado, Changmin se limitó a terminar sus cosas con ayuda de Niiummy Sarang y sus secretarias, y finalmente se subió al auto de Yoochun, quien condujo hacia quién sabía dónde.
–En serio, hyung –habló Changmin en el camino, notando que estaban tomando una ruta que no conducía a ningún lugar conocido – ¿a dónde vamos?
–Junsu te pide disculpas, pero parece que no va a poder celebrar su aniversario hoy.
–¡¿Qué…?!
–Así que yo te entretendré un rato.
–No, espera… –Intentó calmarse – ¿Cómo es eso de que me entretendrás un rato? Más aún, ¿Cómo es posible que no pudiera celebrar este aniversario conmigo?
–Ah… es un hombre muy ocupado, ya sabes.
–Pero, ¿Cómo es que tú sí estás aquí? ¿Acaso no trabajan juntos ustedes dos?
–¿Cómo puedes ser tan tonto, Shim Changmin?
–¿Eh?
Era oficial, Changmin no podía estar más confundido, y su confusión aumentó cuando Yoochun se detuvo de repente.
–¿Cómo puedes creer algo como lo que te acabo de decir? –Indagó Yoochun –tonto, eres muy, muy tonto –sacudió la cabeza..
–¿Pero qué…?
Y antes de que Changmin pudiera proferir toda clase de maldiciones, Yoochun le hizo un ademan con la mano, señalándole lo que había frente a su ventana. Changmin giró la cabeza, y cuál no sería su sorpresa cuando vio a Junsu parado junto a Jaejoong, frente a una hermosa casa.
Yoochun se bajó del auto, y Changmin lo imitó. El mayor de los recién llegados abrazó a Junsu, y luego besó en los labios a Jaejoong, abrazándolo por los hombros.
Changmin aún no entendía un ápice de lo que ocurría.
–¡Felicidades! –Exclamó Jaejoong, sonriendo ampliamente y abriendo los brazos – ¿No es fabulosa la casa?
En medio de su confusión, Changmin se limitó a caminar hasta sus amigos y esposo, pero aquello parecía un sueño.
–¡Min! –La voz de Junsu lo trajo a la realidad al fin, más aun cuando lo abrazó – ¡mi amor, feliz aniversario!
–¿Qué significa eso? –Logró articular Changmin.
–¿No lo sabes? –Jaejoong lo miró confundido –Junsu compró esta casa para ambos.
–Pero Yoochun hyung dijo que…
–Este cabeza dura es un crédulo –Yoochun lo interrumpió. Miró a Junsu –le dije que tú estabas ocupado en la clínica y que no podrías celebrarlo con él –arrugó la nariz – ¡Y se lo creyó el muy ingenuo!
–¡Hey! –Poco a poco, Changmin comprendió la situación y volvió a ser el mismo de siempre – ¡No me trates así, hyung!
Todos rieron.
–Bueno –Jaejoong tomó la mano de su esposo –nosotros nos vamos.
–¡Que se diviertan! –Exclamó Yoochun, codeando de manera divertida a Changmin –pero no demasiado –fingió seriedad –porque mañana deber ir a trabajar, Junsu –el mencionado se sonrojó ante las palabras de su amigo – ¡Y recuerden usar condón o terminaremos con un jardín de niños!
–¡Chunnie! –Exclamó Jaejoong, igual de sonrojado que el pobre Junsu. –Vámonos –lo jaló, riendo bajito –estás loco…
Jaejoong y Yoochun abordaron el auto del último y regresaron a su hogar. Así, Junsu tomó la mano de Changmin y lo dirigió a la hermosa casa de ensueño que había comprado.
–¡Mira! –Exclamó, enseñándole la piscina que había en el patio trasero – ¿No es genial?
Changmin, al igual que un robot, sólo asintió con la cabeza.
–Dos horas más tarde–
Junsu y Changmin regresaban a su apartamento.
–Estaba pensando en mudarnos para el fin de semana –remató Junsu, mientras ingresaban – ¿Qué piensas tú?
Pero nadie le respondió, Changmin se había sumido en sus propios pensamientos.
–Min… –Repitió Junsu.
–¿Eh? –Regresó a la realidad –perdona –sacudió la cabeza – ¿Qué decías?
–Digo que podríamos mudarnos el fin de semana.
–Ah… claro, sí.
–¿Qué te pasa Min? –Increpó con un gesto de preocupación – ¿No te gustó la casa?
–No, no, no es eso. La casa está…
–Fantástica –completó Junsu –lo repetiste todo el camino. Pero… parece que no estás muy feliz.
Changmin suspiró con pesadez, tenía que sacarlo, tenía que decirle a Junsu cómo se sentía, si no se lo decía a su esposo, ¿a quién se lo diría?
“¡Quiero verte!” y “Te extraño”
¿Por qué no le las he dicho con más frecuencia?
Ni siquiera podía ver la diferencia entre la amabilidad y el egoísmo
–Es sólo que últimamente siento que no hemos podido estar mucho tiempo juntos, últimamente te la pasas trabajando.
Junsu también suspiró y ambos se sentaron en un sofá de la sala de estar.
–Lo sé, Min, y lo siento. Pero es que quiero que nuestra situación económica mejore, quiero que podamos tener la vida que tanto soñamos.
–La vida que he soñado está contigo –contestó Changmin con seriedad –Junsu –tomó sus manos –yo te amo –lo miró fijamente y aunque le costara trabajo, se sinceró: –Y no necesito un montón de cosas… yo te necesito a ti… ¿Qué objeto tiene trabajar tan arduamente si no puedes disfrutar el resultado de tanto trabajo junto a la persona que amas? –Se detuvo unos segundos, y su mirada se tornó dudosa – Porque me amas, ¿no?
El sueño que imaginamos juntos, el futuro que nos prometimos
Se han ido desvaneciendo
Desde ese día, ya no puedo verlos
Traté de alcanzarlo… pero ya no puedo.
¿Por qué…?
Los ojos de Kim Junsu se dilataron a más no poder.
–¿Qué has dicho? –Logró articular.
–Te pregunté si aun me amas –Changmin estaba realmente serio, y soltó las manos del mayor.
–¡Por supuesto que te amo, Changmin! ¡¿Cómo puedes si quiera dudarlo?!
–¡Pues demuéstralo! –Subió la voz.
Junsu estaba completamente desconcertado.
–¿Que te lo demuestre? –Repitió – ¡¿Cómo demonios quieres que te lo demuestre?! –También subió la voz –Creí que ya lo hacía, se supone que eso es lo que hago a diario.
–¡Pues no es así! Supones mal.
Junsu abrió los ojos como platos, y miró al moreno totalmente aterrado.
–¿Qué…?
Changmin respiró profundamente, intentando calmarse.
–Escúchame, Junsu –habló –sólo te pido un poco de tiempo, solo digo que te quiero conmigo…
Junsu también se calmó.
–Sé que he estado muy ocupado en la clínica últimamente, Min, y lo lamento, lo lamento por no cumplirte como esposo. Es mi culpa…
El mayor hizo un puchero, y una lágrima traicionera resbaló por su mejilla.
–Vamos, SuSu –lo abrazó, apretándolo contra su pecho –no llores, lamento enojarme contigo… –Se separaron, y secó las lágrimas en el rostro ajeno con sus pulgares –ya no llores, mi amor.
Sin embargo, un frío muro se estaba interponiendo entre ambos, y en este punto, ya nada podría detener el caos que se avecinaba, si tan sólo lo hubiesen sabido…
Traté muchas veces de decirte que “Te amo”
¿Cuánto más fuerte debí ser para que ahora estuviéramos bien?
Ayumi Hamasaki & Juno/Zuno –Why.