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R. T. L. por pettymint99

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Notas del capitulo:

Si hay algún error en el capítulo, lo siento (?)

Gracias a Sam.22, minnieelf shawol, ZombieHeart, ASHINeeS, Clasevi, Jess19, ggaabbyy22 y a SDA por dejar sus hermosos reviews ^^

Disfrútenlo~

“Hola, narcisista.”

—Espera, espera, espera… ¿Estás diciendo que te gusto pero no quieres salir conmigo porque sólo te gusto y ya? —inclusive sonaba loco cuando lo manifestaba en palabras.

—Eres un genio por entenderlo —decidí ignorar su sarcasmo.

—¿Entonces sólo debemos dejarlo pasar?

—Así es, guapo —contestó sonriendo juguetonamente. ¿Cómo se supone que interprete eso?—. No quiero salir contigo pero gracias por ofrecerte —regresó su atención hacia enfrente y cerró los ojos—. ¿Necesitas algo más?

Que la rama se rompa.

Pensé saliendo a grandes zancadas de ahí.

Entonces el niño no quiere salir conmigo porque simplemente le gusto. Qué raro es. Debería de simplemente dejarlo con sus locuras y seguir con mi vida pero mi instinto no me dejaba rendirme. Lograr algo con él significaba un reto y Choi Minho no le da la espalda a uno nunca.

Enfurecido caminé hasta donde había dejado a Key abandonado, cuando me vio, su sonrisa desapareció. Nos miramos. “Necesito tu ayuda.” Eso fue lo que le dije por medio de mis ojos, estaba enojado. Recurriría a los poderes de una diva y si esos no funcionaban iría directo a Siwon.

—¿Sabes? Si lo vieras ahora mismo como lo estás haciendo conmigo, estoy seguro que caería rendido a tus brazos —ni idea de a qué se refería con eso. Lo tomé de la mano bruscamente y fuimos directo hacia uno de los jardines traseros—. Bien, suelta la sopa.

Respiré profundamente para no parecer maniático. Tomaría el asunto con la madurez y tranquilidad que me caracteriza desde que tengo memoria.

—¡El niño está loco! —exacto, esa es mi “madurez” cada vez que me enojo—. No te rías —ordené al advertir su sonrisa burlona—. Todo fue tu culpa. Él realmente no quiere salir conmigo, me lo ha dejado bien en claro —decirlo en voz alta sólo logró que me enojara más—. Ese maldito raro… —mascullé desviando la mirada.

Cómo ansiaba un destello de adultez en estos momentos…

—Cómo sea. Ha conseguido sacarte de tus casillas y nadie más, aparte de mí, lo había hecho —continuó burlándose—. ¿En qué te puedo ayudar?

—No sé —ni yo sé qué es lo que quiero. No entiendo por qué me altero tanto por su culpa.

—Exactamente, ¿qué te dijo?

—Ya te lo he dicho, Kibum. No me hagas repetirlo —bien. Estoy desquitando con él mi enojo. Qué más da—. El niño me rechazó, adelante, búrlate.

—No, eso lo haré luego.

Respiré hondo. De nada me servía enojarme con la única persona que me soporta en este mundo, luego me vengaría pero no ahora. Ahora lo importante era Lee Taemin.

—Realmente te importa, ¿eh?

—Claro que no.

—Ah… ya veo… —dijo con toda calma. Me desesperé de que no dijera alguna otra cosa—. Oye, ¿de casualidad el niño estaba sentado en un árbol? —¿por qué lo pregunta?— Nota que he dicho “estaba” y no “está”.

— ¿Qué? —por acto reflejo volteé en búsqueda del árbol. Era uno de los que están cerca, de eso estoy seguro. Los latidos retumbaron en mi cabeza, ignoré todo lo demás y finalmente encontré el árbol que está cerca de la ventana de su salón—. Te vas a ir al infierno.

—Debiste de haber visto tu reacción — el niño estaba bien, aunque creo que la rama no aguantará mucho si él sigue moviéndose de esa forma pero está bien—. Sí te importa —afirmó con toda la satisfacción del mundo reflejada en sus ojos.

—Tanto como a ti te importa Jonghyun.

—No, cariño, eso es algo especial —guiñó un ojo y suspiré. Como dije antes: No tengo oportunidad alguna contra él.

—Entonces deja de andar tonteando.

—Cuando tú lo hagas —su sonrisa desapareció en ese momento, conozco esa expresión. La boca torcida, los ojos un poco achicados, el carmín de sus mejillas que mostraba que estaba aguantando lanzar un grito contra alguien… Kim Kibum está molesto.

Estuve a punto de burlarme. Luego creo que hice la misma expresión.

—No lo puedo creer —susurró. Quise contestarle con un “Yo tampoco” pero la voz no me hubiera salido bien—. Maldito perro sarnoso…

Vimos con total incredulidad cómo el “maldito perro sarnoso” hablaba placenteramente con el niño, cualquiera pensaría que lo acosaba pues Taemin hacía de todo para que él lo dejará en paz, creo que incluso se subió a otra rama del árbol, unas últimas palabras salieron del de ojos avellana y el perro le sonrió.

—Entonces te veré al rato —acordó. Dejó de fastidiar al chico y se acercó a nosotros con una estúpida sonrisa en el rostro. Imbécil—. Oh, hola. Sabía que eran ustedes, como siempre andan juntos… —me importa un bledo si su tono se escuchó con doble sentido. Ahora tenía a Kim Kibum y a Choi Minho enojados.

—¿Qué hacías ahí? —interrogó Kibum como si realmente no le interesara, desvié la mirada hacia el niño. Otra vez estaba relajado encima de la rama mientras mantenía los ojos cerrados.

¿No sentirá miedo?

—Fui a invitarlo a la fiesta —la simpleza con la que contestó me enojó más. Intenté apartar la mirada pero sólo esperaba a ver cómo se caería Taemin. Podría ser que si se cae y yo llego a salvarlo… No, demasiado peligroso.

—¿Va a ir contigo? —dijimos al unísono Key y yo, notablemente sorprendidos. Intercambiamos miradas rápidamente. Ambos teníamos los celos a flor de piel.

—Bueno-

—Imposible, a mí me rechazó.

—Imposible, a Minho lo rechazó —hablamos al mismo tiempo pero diciendo cosas diferentes e interrumpiéndolo. Estamos de acuerdo en algo: ¿Cómo podría preferir a Jonghyun en vez de a mí? Si tuviera el poder de estrangular con la mirada, el perro ya estaría retorciéndose de dolor al igual que el niño. Mi mente no podía concebir que ellos dos como pareja sucediera.

—Hey, no se preocupen —sonrió. ¿Qué significa esa sonrisa? ¿Acaso quiere algo con Taemin?—. No tendría nada de malo si fuera con él, ¿o sí? Mi hermana lo conoce; más bien: conoce a una de sus antiguas amigas. Dicen que es muy antipático pero divertido, me pidieron que lo llevara para que viera a sus viejos amigos.

—¿Desde cuándo te volviste el salvador de los niños nuevos? —por lo menos yo puedo mantener mi enojo y celos dentro de mí, a mi amigo le resulta demasiado difícil.

—Sólo estoy haciéndole un favor a mi hermana —si mañana encontraban su cadáver, ni piensen que fuimos Kibum y yo—. ¿Cuál es el problema?

—¿Por qué tú? —manifesté mi pregunta en voz alta. Era extraño pensarlo. Sin conmigo no quería nada… ¿por qué con él sí? Es decir, de acuerdo a mis antiguas experiencias, tengo más probabilidad de que me acepten para una cita que a él.

El maldito se encogió de hombros. Hizo un ademán con la mano, creo que se estaba despidiendo, y siguió su camino. Ojalá pudiéramos prenderle fuego a través de las miradas, haríamos perro rostizado.

La diva me miró. Cerré los ojos, aquí vamos de nuevo.

—No puedo creer que haga esto. Si es alguna táctica estúpida para darme celos, sólo conseguirá que quiera ahorcarlo. ¿Por qué lo invitó a él y no a mí? Soy Kim Kibum, la diva con la que cualquiera quisiera estar. ¿Y qué es él? Solamente el niño nuevo que llama la atención de todos por su extraña forma de ser y-

Le tapé la boca. Si seguíamos con su monólogo perderíamos clases. Indiqué con la mirada que el descanso ya había terminado, suspiró para, por lo menos así, sacar un poco de su enojo y se alejó de mí a grandes zancadas. Gracias a Dios que las siguientes horas no estábamos juntos en ninguna clase.

Regresé la mirada al árbol. Ya no había nadie ahí.

***

—Si han seguido el procedimiento correcto, debió de haberles dado como resultado… —no despegué la vista del pizarrón, si finjo que presto atención no me preguntará nada el maestro. Nadie le hacía caso, ni siquiera los inteligentes del salón.

Todos tenemos un solo tema en la mente desde ayer: La fiesta.

Aunque, claro, cada quien tiene sus motivos para pensar en ella. Taemin aceptó ir con Jonghyun… o eso es lo que todos dicen y yo pienso. También existe la versión de que el perro lo amenazó con algo pero no se sabe exactamente qué. Puede ser que le ofreció alguna cosa que le interese, debí de haber hecho eso…

—Psst —miré en dirección al que hacía ese sonido. Se trataba de una chica y, por lo visto, era a mí a quien hablaba—. Toma —susurró extendiendo temblorosamente la mano. Le sonreí sólo para ver si sigo teniendo el mismo efecto en las personas.

Bien, parece que sólo el chico es inmune a mis encantos.

“Recuerden llevar su disfraz para la fiesta, es obligatorio.

Avísenle a quien puedan.”

Qué original.

¿Una fiesta de disfraces? ¿Por qué no lo pensé antes? Después de todo, no es como si ésa idea haya sido sobre explotada a lo largo del tiempo y mucho menos cuando es algo relacionado con las escuelas.

Comenzaba a pensar que lo mejor sería quedarme a jugar videojuegos.

Lo único que podría usar para esto sería… la playera negra que utilicé el año pasado pero no creo que me quede. ¿No se conformarían con que diga que voy disfrazado de una versión antigua de mí?

Hice bolita el papelito y se lo di a la primera persona que vi, la chica lo aceptó con un gran sonrojo en la cara.

Me pregunto de qué irá disfrazado él…

***

—Ven acá —ya era la tercera vez que intentaba escapar, no sé de dónde Key saca tanta fuerza. Con un simple tirón podía sacarme de la comodidad de mi casa.

—No, tengo tarea que hacer.

—¿A quién le importa? Eres tú, seguro que los maestros te la perdonan —sí, ya sé que eso sucederá pero el chiste es que no quería estar en estos momentos con él—. Déjate de tonterías y sal, tenemos que apurarnos si queremos llegar puntuales a la fiesta.

—Ve tú. Tienes buenos gustos y sabes mi talla o, mejor aún, ninguno de los dos vayamos y quedémonos en nuestras casas —intenté convencerlo a sabiendas de que me diría que no—. Si quieres háblale a Jonghyun para que vaya contigo.

— No —me di cuenta de que perdí cuando uso su tono de “me importa un carajo lo que digas, se va a hacer lo que yo quiera”.

Dejé de poner resistencia y caminé con la cabeza gacha hasta la parada de autobuses. Una vez ahí le miré con reproche. Odio ir a las tiendas a comprar cosas y más si es con Kibum, él se tarda horas sólo para comprar cosas insignificantes. Maldigo al maldito al que se le ocurrió esta estúpida idea.

—Hey, ¿quieres que Taemin te haga caso sí o no? —quise golpearme porque sólo le encontré sentido al asunto cuando pronuncio su nombre. No sé por qué tanta obsesión con él, podría tener a cualquier otra persona pero a fuerzas quiero que sea él.

—Necesito que me revisen el cerebro.

Después de mi comentario ninguno de los dijo nada… Más bien: Él siguió parloteando pero yo lo ignoré demasiado tiempo. Encontré el hilo de la conversación al escuchar el nombre del perro, parece que no se cansaría de maldecirlo. Ahora que pienso lo que Jonghyun dijo, tal vez el chico sólo aceptó porque quería ver a sus amigos.

¿Los extrañaría demasiado? ¿Entre ellos estaría la persona que le tomó las fotos o, peor aún, su pareja? Medité mis preguntas un rato: ¿Y si no quería salir conmigo porque la persona de las fotos es su pareja? Eso tendría sentido… A mí no me hacía muy feliz pero sí era razonable.

—Llegamos —avisó casi saltando del asiento. Antes de que pudiera hacer o decir algo ya estábamos dentro de la tienda de disfraces—. Vamos a ser el centro de atención, Minho —dijo jalándome hacia uno de los vestidores. Ni cuente me di de cuándo fue que agarró tanta ropa.

Miré lo que quería que me pusiera.

Tiene que ser una broma…

***

—Absoluta y definitivamente no —habló con la apatía reflejada en su voz. Cinco horas. Cinco horas llevamos aquí metidos, no hemos escogido ningún disfraz y mi paciencia se agota a cada segundo. A Key no le gusta ninguno de los disfraces, contando el que traía puesto justo ahora: Ya me he puesto quince de ellos y él, por lo menos, veinte. Lo peor es que aún faltan.

—Admítelo. Ninguna de las cosas que están aquí te gustan. Mejor quedémonos en nuestras casas.

—Ya te dije que no haré eso. Jognhyun se arrepentirá por haber invitado al raro en vez de a mí —cuando se refirió de esa manera a Taemin me le quedé viendo de mala gana—. ¿Qué? No es mi culpa que tu querido enamorado sea así.

— Tampoco la mía que tu mascota sea un maldito infiel.

Corrí a esconderme en el vestidor. No saldría hasta que se relajara un poco. En lo que esperaba a que sucediera eso, encontré algo que podría servirme. No era demasiado llamativo ni tan simple, además de que yo ya estoy harto de estar aquí. Me serviría. Ahora el problema sería conseguirle uno a Key…

Un momento. Si combinamos dos de los que vimos hace rato podría gustarle. Claro, es su estilo y no tendría ningún motivo para negarse.

Quise matarme por haberle encontrado una solución tan fácil a nuestros problemas, la mayoría del tiempo, el verdadero inconveniente de las cosas es que no pensamos claramente y nos dejamos llevar por lo primero que se nos viene a la mente. Algo verdaderamente digno del ser humano, aunque, claro, yo no soy nadie para criticar.

Dibujé una y otra vez en mi mente el diseño de una playera colorida que metí hace rato al vestidor, creo que duré así más de diez minutos. Consideré que ya había sido tiempo suficiente y salí a pasos calmados. No esperaba recibir un golpe en la cara con… ¿un calcetín?

—Vaya, ya has dejado de ocultarte —sonreí de medio lado.

—¿Tanto me extrañaste?

—Claro, cariño. No hacía otra cosa más que anhelar que estuvieras a mi lado —ninguno de los dos aguantó  la risa. Luego de que las carcajadas pasaran le comenté mi idea—. ¿Por qué no pensé en eso antes? Digo, así podrías cumplirle sus fantasías sexuales a varias personas y yo tendría la excusa perfecta para usar mi pulsera plateada.

—Así es.

—Rana estúpida, pudiste habérmelo dicho antes.

—Pero-

—Deja de andar con tu cara de idiota y vámonos.

***

Mil ciento sesenta y tres segundos tardó Key en cambiarse, setecientos treinta en ponerse sus accesorios, novecientos ochenta en escoger unos zapatos, ochocientos diez en peinarse y otros cien en verse al espejo para asegurarse de que todo estaba en orden. Mientras que yo tardé menos de quince minutos en estar listo y lo más divertido que encontré fue contar los segundos en los que él iba de aquí para allá. Algunas veces pienso que él tiene grandes y poderosos instintos de chica, en ocasiones como esta lo confirmo. Sin embargo, debo de admitir que se ve muy bien. Supongo que si no fuera mi mejor amigo y el virus “Taemin” no estuviera dentro de mi sistema, intentaría quitárselo a Jonghyun.

Salimos de su casa con, dicho en sus propias palabras, un elegante retraso. Tuvo que pedirle a su madre que nos llevara, a ambos la idea nos resultó vergonzosa pero no nos quedaba de otra. Si íbamos en autobús quedaríamos como actores de alguna obra de teatro… o enfermos mentales, dependiendo de lo que pensara la gente.

Jugueteé con el adorno de mi manga durante el camino, ni idea de cómo se llame. De pronto razoné que la idea era absurda. Acepté venir con Key a la fiesta porque queríamos que Jonghyun y Taemin sintieran celos… pero, ¿de qué? No tengo ninguna relación con el niño y, lo más probable es que, le sería indiferente. Puede que lo otro sí funcione pero no me veo ninguna oportunidad.

Lástima que ya era demasiado tarde para escapar. Ya estábamos en el lugar donde se llevaría a cabo la fiesta.

—¿Kibum? — tengo que admitirlo: Disfruté bastante ver cómo casi se le salían los ojos al perro infiel cuando vio a la persona que venía conmigo—. Wow… —fue lo único que pudo susurrar. Creo que él estaba vestido de zombi. Recorrí con la mirada el lugar. Habían muchas miradas pero no la que yo busco.

—¿Dónde está Taemin? —no aguanté más sus miradas pervertidas. Lo mejor sería huir en busca de él.

—No lo sé. No vinimos juntos, sólo le di la dirección y le dije que me buscara si quería.

—Qué buen acompañante eres —miré en otra dirección preguntándome cómo encontrarlo. Puede que ni siquiera haya venido—. Entonces iré a buscarlo —avisé como si realmente alguno de los dos me estuviera prestando atención—. Cuida bien de Kibum.

Reí maliciosamente al notar el fuerte sonrojo de los dos. Realmente espero que hoy sea el día en el que se dejen de tonterías, de no ser así tomaría medidas drásticas.

Deambulé por toda la casa esperando encontrarme con él, todo el tiempo pensé en qué decirle cuando lo viera. Trataría que las cosas fueran casuales y de no sonar molesto porque a mí me haya rechazado por Jonghyun. Tomaría las cosas con calma, como la persona civilizada que soy.

Conforme caminaba descartaba a las personas que traían disfraces llamativos y que se me quedaban viendo con otras intenciones que no fueran amistosas. Cinco o seis personas están vestidas del mismo concepto que el mío, sabía que sería demasiado cliché. Por suerte así no era fácil de reconocer pues creo que, incluso, alguien más trae el mismo disfraz que yo.

Salí al patío. Nada por aquí y nada por allá, Taemin no aparecía. Llegué hasta uno de los árboles que estaban ahí y me recargué en él, si no encontraba señales de su paradero en cinco minutos me iría.

—Hola, narcisista.

Alcé la cabeza para contestar y mi corazón se detuvo por un segundo.

Notas finales:

Como podrán darse cuenta: Estoy en medio de un colapso mental (?)

¡Voten por SHINee y sigan reproduciendo "Everybody" y "Dream girl"!

Bye bye!!

Déjenme sus comentarios de amor/odio en los reviews por favor.

Nos leemos luego ^^


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