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Superficially famous por parku

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Superficially famous
Capítulo 20

 

 

Después de estar al menos diez minutos golpeando la puerta de la casa de Kris, finalmente abrió. Su rostro magullado e hinchado tenía las curaciones mal hechas: las curitas arrugadas y mal pegadas, una venda en la frente colgaba de uno de los extremos y su labio partido se veía abierto y falto de alguna crema sanadora. Claramente él no había sido tan precavido como para visitar algún médico.

Nada de eso me impidió estrellar mi puño en su única mejilla más o menos sana. Kris soltó una maldición y se agarró el muy golpeado rostro antes de mirarme. Sin pedir permiso, entré a su casa y me giré para hablarle.
- Arruinaste todo, ¡todo! Otra vez. No sé qué fue lo que te hice para que me odiaras tanto como para intentar arruinarme.
- Luhan…
- ¡Silencio!- ordené –Acá y ahora, hablo yo, Yifan. Me mentiste siete meses, me usaste para una apuesta, me cogiste como a un muñeco de trapo sin sentimientos, te metiste entre Jongin y yo, le pegaste a mi mejor amigo e intentaste hundir la carrera de Jongin y mi imagen como persona. Sos una mierda. Sos la peor persona que conozco y espero que te vayas de la empresa antes de que yo te hunda tanto que solamente McDonald’s te contrate. ¿Me escuchaste? Te quiero mañana fuera de la empresa y de mi vida- por suerte escuchó atenta y pasivamente cada palabra sin intentar interrumpirme. Dolor reflejado en su rostro. No pude evitar pensar que el que más hundido se veía no era ni Jongin ni yo. Era él. Para mi sorpresa y contra todo pronóstico, asintió.
- Está bien… yo me voy a ir de la empresa y… de tu vida. Solamente déjame explicarte por qué lo hice- puse los ojos en blanco, harto de lidiar con él.
- Está bien. Contame todo ahora y no te guardes nada, porque no te voy a dar otra oportunidad para hablar, ¿entendiste?
- En principio, lo más cercano y corto, sí. Quise hundir a Kai, pero no esperé que te afectara… No pensé que justo iba a salir otro rumor con vos que potenciara la exposición que quise darle a Kai y salieras perdiendo.- fruncí el ceño.
- ¿Vos sabés que a esta altura estamos en el punto en el que si pierde uno pierde el otro? Así de intensa es nuestra relación.- le dije, sintiéndome repentinamente seguro respecto a algo de lo que no tenía idea de donde estaba parado ya. Hizo un gesto de molestia con la cabeza y volvió a mirarme.
- En un momento de mi carrera, mi trabajo empezó a disminuir tanto que estaba al borde de una bancarrota y me estaban por desalojar. No tengo familia acá y eso sólo significaba tragarme mi orgullo y volver a China con mis padres… No podía dejar que eso pasara. Entonces aparecieron los chicos con esta fantástica idea de una apuesta. Una buena suma estaba en juego y pensaba aceptarla sea lo que sea. Y entonces lo dijeron. Tenía que acostarme con vos… Estaba desesperado y acepté… Una vez puse manos a la obra en conocernos, como por arte de magia empezó a aparecer mucho trabajo, tu tío de repente estaba encantado con mi desempeño y enseguida me recuperé de mi bancarrota. A su vez vos me alargabas el asunto cada vez más y la plata ya no la necesitaba, pero no supe frenar nada y la verdad es que te tenía cariño…  Me empezaste a gustar de verdad.
- No creo que te gustara de verdad después de todo lo que hiciste en el auto. Podrías haberme explicado todo sin haberme hecho sentir tan basura… tan… poco- levantó una mano con dificultad para frenarme. Su historia de dinero y orgullo no hacía más que darme ganas de pegarle de nuevo. ¿El dinero y el orgullo eran más importantes que una persona? ¿Una persona que supuestamente habías empezado a querer?
-  Ese día, cuando te vi con Kai… El tipo que odiaba y resultaba ser tu obsesión… me enojó. Lo vi besarte y la ira me inundó… me cegó. Estaba celoso y enojado y quería que te sintieras tan mal como yo me sentía. No me excuso pero no puedo evitar sentir lo que siento, por más que ese deseo “vengativo” fuera algo malo. Quise devolverte eso… Por eso fui tan brusco y desinteresado, y acepté la plata que previamente había decidido no aceptar y te lo refregué en la cara. Me arrepentí el segundo en el que te bajaste de mi auto pero luego de eso siempre que te veía estabas con Kai o él aparecía. De ahí mi odio creciendo y mis ganas de hundirlo. Creí que tal vez si filtraba eso algo saldría mal y finalmente lo tendría fuera de la empresa… error mío. Lo siento, Luhan. De verdad lo hago. Te quiero, a mi manera poco sana pero lo hago…
- ¿Terminaste?- asintió –Disculpame vos pero me es imposible perdonarte. Si hubiera sido solo conmigo tal vez lo hubiera hecho… pero te metiste con mi mejor amigo y el amor de mi vida. Y eso no puedo perdonártelo.- bajó la mirada, apenado –Espero no volver a verte nunca más, Yifan. De verdad me siento así… Sin rencores… pero por mí, no por vos. Y no te perdono- volvió a asentir sumisamente y me sorprendía la manera en que estaba manteniendo mi compostura.

Y me daba cuenta de que realmente no lo había perdonado. Para nada. De hecho estaba muy lejos de eso, él representaba todo lo que estaba mal en mi vida y el simple acto de mirarlo me repugnaba. Me revolvía las tripas con más fuerza que la peor de las indigestiones. Me di vuelta, ignorando su presencia y, abriendo yo mismo la puerta, caminé lejos de él. Lejos de mí. Lejos de ese Luhan que era estando con él.

Podía empezar perdonándome a mí mismo. Por haber sido así, por haberme dejado usar y, de algún modo, por haber usado yo. Ya no más. Me alejé de mi pasado y fui decidido a mi presente, si es que todavía estaba dispuesto a suceder. A colapsar conmigo y crear algo nuevo y aún más maravilloso.

 

***

 

Mientras caminaba, decidiendo cómo hacer las cosas de ahí en adelante, mi celular vibró con la llegada de un mensaje que, al mirar, descubrí que se trataba de Jongin.

“Te necesito… No me importa nada ni nadie, te necesito acá y ahora conmigo, a mi lado.”

Frené mi caminata, releyéndolo hasta cuatro veces antes de que los ojos se me llenaran de lágrimas. Otro mensaje llegó.

“De verdad. Haría lo que fuera necesario. Si para volver a mi lado necesitas que renuncie, lo hago. Prefiero trabajar de cualquier cosa toda mi vida y tenerte conmigo a ser el centro de atención, famoso y con mucho dinero y volver a esa vida solitaria y descolorida…”

Cubrí mis ojos cuando lágrimas cayeron de éstos. Otra persona me decía que podría renunciar a todo por mí en menos de dos días… Me preguntaba qué karma habría arrastrado de otra vida para ser tan apreciado. Y a pesar de eso, sabía que no podía permitir que nadie renunciara a nada que quisiera por mí.

Sin responder me dirigí a lo de Kai, quién me abrió la puerta con profundas ojeras y medio confundido.
- Recibí tu mensaje…- susurré después de que cerrara la puerta –Preferí venir.- asintió, notablemente nervioso. Lo miré fijamente, recordando sus mensajes. –Jongin… ¿a vos te importa tu fama?- frunció el ceño y negó.
- No… mi fama es la parte superficial de lo que soy…- comenzó hablando, juntando mucho las palabras -Si me preguntas si me importa mi trabajo, mi baile, mi música… la que hago yo, no la computadora… te diría que sí. Que es todo lo que soy.- no pude evitar sonreír ante el recuerdo de ese Jongin. El puro del comienzo de su carrera.
- Entonces no podés renunciar a eso. Ni por nada, ni por nadie… ni siquiera por mí… - declaré con dolor. Jongin se acercó rápidamente, trastabillando en el camino y me abrazó con fuerza. -Jamás te pediría algo así.
- Por vos lo hago, Luhan… Te juro que… lo hago- susurró pastosamente. Se estaba comportando raro. Tierno, pero raro. Acaricié su espalda.
- ¿Estás bien…?
- Ahora que estás acá… sí- frotó el costado de su cabeza con la mía, afianzando su abrazo todavía más.
- No me importa mi fama, yo quiero esto así, con vos… todos los días, donde queramos. Quiero llevarte a citas y pasear de la mano. Besarte en el cine y frente… fente a algún pasije lindo…- sonreí con una sensación cálida en el pecho.
- ¿Frente a algún paisaje lindo querrás decir?- deposité un beso en su cuello.
- Sí… Eso… Pasije… No me importa lo que diga o piense nadie más que nosotros y tal vez Kyung, Yixing, y sus respectivas parejas- volví a sonreír cuando incluyó a Lay y Sehun.
- Que tuvieras en cuenta a mi mejor amigo y su pareja es extremadamente dulce, Jongin- reconocí, separándome para mirarlo. Puso una sonrisa boba y sus ojos se achinaron un poco –Pero nadie puede vernos juntos. Al menos no por ahora- aclaré. Así había sido el pedido de mi tío, con quien no pensaba tener más problemas… Si seguía cagándola con el trabajo volver o no a China ya no iba a ser una opción. Mi tío me iba a devolver a patadas a mis padres.
- ¿Te da vergüenza que te vean conmigo?- se separó del todo y me miró repentinamente frío e intentando cruzarse de brazos, lográndolo a la segunda vez. -¿Ahora me venís con esto? Hace meses que nos vemos, tiene un tatuaje mío y un poster en su habitación y recién ahora me entero que al señorito le da vergüenza que lo vean al lado de su estrella favorita- dijo con una asquerosa ironía. Mi respiración se cortó y di un paso atrás con angustia. De nuevo el tema del fanatismo que en teoría habíamos dejado atrás hacía meses.
- ¿Qué…?- se frotó la cara como si fuera un nene con sueño… algo no iba bien. Algo no estaba siendo normal.
- ¿Me querés a mí o a mi fama? ¿Me querés a mí, Jongin, o a Kai?- preguntó. Y no pude responder pero no por no saber la obvia respuesta. Algo hizo click en mi cabeza, y miré bien el departamento que antes, distraído por la situación, no había observado. Y entonces la vi: Una botella de Whisky consumida hasta casi la mitad sobre la mesada se burlaba de mí y todo cobró sentido. La torpeza, las palabras pastosas, mezcladas y su comentario hiriente e incoherente en el contexto. Ni siquiera sabía cómo era posible que no hubiera notado el olor en su aliento cuando me abrazó. Con odio hacia la botella y enojado con Jongin como pocas veces lo había estado, fui a la mesada y le di un manotazo al objeto de vidrio, dejándolo caer en la bacha, vaciándose.
- ¡Ey, estaba tomando eso!- refunfuñó Jongin, intentando salvar lo poco que le quedaba a la botella.
- No me da vergüenza que me vean con vos, el tatuaje me lo hice a los dieciséis años, Jongin. No ahora. Fue mucho antes de conocernos, no quería que lo vieras para evitar justamente algún comentario como este.- caminé hacia la puerta decidido, sin dejar de responder todas sus preguntas con un nudo en el pecho y el estómago –Te quiero a vos, la fama me chupa un huevo. Quiero a Jongin y me atrevería a decir que Kai me cae mal. Pero como es parte de Jongin, no puedo evitar quererlo también… Después de tanto tiempo de habernos conocido parece que no me conocés en absoluto.- Jongin sólo me miraba, medio perdido, el alcohol que había consumido finalmente terminando de consumirlo a él –Tal vez no te acuerdes de esto mañana y, a riesgo de sonar débil, acabas de romper mi corazón.- y dicho esto, me marché de su departamento con un portazo.

 

***

 

Al entrar a mi departamento, Lay y Sehun cenaban juntos con algunas velas sobre la mesa. Me sentí un intruso cuando me miraron, siendo muy consciente del desastre que era en ese momento.

Me acerqué a saludar y cuando me ofrecieron comida la rechacé. Suficiente que los había interrumpido, no iba a ponerme en el medio de su cita.
- ¿Eso es… arcilla?- pregunté viendo el pelo de mi amigo pegoteado. Sonrió contento.
- Barro y un poco de acrílico. Nos hice una maceta para el balcón, y esta vez tiene la forma que se supone que tenga- sonaba tan orgulloso como un niño que logró pintar dentro de las líneas. Sonreí y lo felicité. Sus heridas se veían mejor curadas que las de Kris, sin contar que estaba mucho menos lastimado. Mi amigo cuando quería era bravo.
- Voy a bañarme y a dormir. No tengo hambre…- asintieron y supe que apenas se fuera Sehun, Lay iba a estar en mi habitación escuchando lo que había pasado con Kris y Jongin.

- ¿Está bien?- escuché preguntar a Sehun.
- Problemas con su cuchurrumín- explicó mi mejor amigo. A pesar de todo me dio gracia. Lay tenía un repertorio de palabras bastante interesante.

Y me recordé que no podía permitir que nadie renunciara a nada que quisiera por mí. No podía dejar que Yixing renunciara a Sehun por mí. Eran demasiado felices juntos.

 

***

 

Más tarde esa noche, después de bañarme y armado con una botellita de jugo para levantar un poco el azúcar, en un vano intento por distraerme de la presión en mi pecho y sin ganas de pensar más en el asunto por ese día, cometí el error de entrar a Facebook. Como primera opción en el inicio me aparecieron muchas publicaciones recientes en la página oficial de la empresa.

Entre los seguidores y los mismos internos del lugar, modelos, cantantes, actores, bailarines, músicos, editores, coreógrafos, otros fotógrafos, maquillistas, vestuaristas y apostaría que cada persona trabajaba ahí se había armado un debate. Un debate sobre Jongin y yo.

Pasando por arriba con el puntero del mouse pude captar algunos comentarios sueltos.

 

“Kai le hace caso sólo porque es el sobrino del dueño de todo esto”

 “Aquella vez que Kai desapareció logró traerlo de vuelta y es el sobrino del dueño, ya está, ahora seguro se gana un estudio para él sólo y se encarga de las tapas de Kai de acá a tres años… pura suerte y movimiento de contactos… cero talento”

“Kai siempre fue dulce con él porque trata de arreglar el fiasco de ser un fraude y no puede acercarse a su tío de otra forma”

“Luhan es un aprovechado… Cómo maltrató a esas pobres chicas es inaceptable”

 

También comentaban fanáticas despechadas:

 

“Como si no fuera suficiente sacarnos a nuestro idol, encima nos lo refriega en la cara e impide que nos saquemos fotos con él”

“La dieta y el dinero a la basura… a mi KaiKai le gustan los hombres :C”

 

Pero los de mis supuestos compañeros de trabajo eran los peores.

 

“Y, no era de esperar que tuvieran algo, si Luhan es un regalado desesperado por llamar su atención y a Kai le gusta cualquier agujero donde pueda saciarse”

 

Y seguían eternamente. Y algo recalcaba en casi todos los comentarios.

 

“El sobrino del dueño”

Todos me tenían como “El nene del tío” Acomodado, sin talento. Y que me aprovechaba de Kai por su fama, porque estaba bueno y era su fan. Y Kai se aprovechaba de mí por ser ”el sobrino”. Por el lugar que le podía conseguir. Describían una relación tóxica donde nos retroalimentábamos la toxicidad.

La mayoría de estas personas solían sonreírme en los pasillos. Tomar un café conmigo cada tanto o conversar en los ascensores. ¿Cómo podían ser tan falsos?

¿Habrá algo de verdad en todo esto? Sí es cierto que nuestra relación no hizo más que crecer desde que lo levanté de su depresión fuerte para que volviera  a trabajar…

Pero Jongin me quería. Borracho o no hoy me lo había dicho muy claramente… Y yo lo quería más que a nadie.

Pero Kris también “te quería”, me dijo al fondo una vocecita que espanté con un movimiento de cabeza.

Jongin no es Kris.

“Yo… no te voy a hacer doler. No te voy a hacer daño… nunca lo haría…” Jongin me lo había dicho. ¿Serían palabras honestas?

Estas personas parecían saber tanto sobre nosotros que yo ya no diferenciaba la realidad de la fantasía. Repentinamente estaba inseguro como nunca sobre absolutamente todo.

Hoy no fue la primera vez que te trató de fanático tan despectivamente.

Mi corazón dolía fuerte ante la tormenta de información e ideas que estaba sufriendo. ¿Realmente podía ser así? Yo lo quería, él me quería… Pero mi tío... Sólo soy eso, el sobrino del dueño. Un excelente contacto… ¿De verdad sólo soy eso?

¿Pensará eso cuando estamos en la cama, conectados como nunca en cuerpo y alma?

Pero…

Después de todo solo soy un fanático… un ex fanático…

Y, siendo honesto conmigo mismo…

Nunca tuvo verdadero sentido que Jongin se fijara en mí.

 

 


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