Superficially famous
Epílogo
A pesar de todo pronóstico, no recibí un regaño monumental de mi tío. Si no una sincera disculpa y un bajo de cambios respecto a su explotación sobre mí y mi trabajo.
Había vuelto a trabajar una cantidad de horas razonables, alternando sesiones de fotos, con andar con mi cámara captando fotos del detrás de cámaras de algunos videos musicales y, cuando me sentía de humor, ayudar a Lay con alguna coreografía.
También algunas veces acompañaba a Jongin a alguna sesión de terapia. Él se veía realmente feliz de que fuera con él o cuando lo veía practicar en su departamento. Practicaba ahí para que los fans o paparazzis no pudieran empezar rumores de él volviendo de su hiatus antes de tiempo. Con su mánager habían arreglado así, armando un pequeño estudio en su sala de estar para cantar y poniendo un enorme espejo en una pared para usar al bailar. Por suerte su nuevo departamento tenía mucho espacio extra.
Y yo amaba quedarme ahí con él y verlo en acción, preparando su nuevo disco que, después de más de medio año, había empezado a escribir. Iba a ser el primer disco en años donde todas las canciones estaban escritas por él y tenían más instrumentos que computadoras. También en algunas canciones había arreglado con KyungSoo y ChanYeol para hacerlas juntos. Los tres cantando simplemente al son de la guitarra de ChanYeol, así de sencillo como sonaba se escuchaba fantástico. Sobre todo con el detalle del rap lento, emocional y casi sensual de ChanYeol y Jongin mezclado con las notas altísimas que lograba KyungSoo sin perder el hilo de voz.
Los paparazzis se habían calmado al poco tiempo de que el video de Jongin diciendo que yo era el amor de su vida salió a la luz, y habían dejado de lado la primicia de Jongin saliendo con un fotógrafo de la empresa donde trabajaba.
Sin embargo las fanáticas, fieles a él, nunca dejaron de apoyarlo durante su hiatus y yo, que sí mantenía mis redes abiertas, podía ver y leer lo que ellas comentaban. Con el pasar de los días comenzaron a quererme de algún modo al ver que yo hacía feliz a Jongin.
Le habían puesto nombre a nuestra pareja y a algunas les gustaba más el KaiHan y a otras el LuKai, siendo una eterna discusión entre ellas. Personalmente me gustaban ambas y apoyaba a las que les gustaban las dos opciones porque, aunque ellas nunca lo supieran, éramos ambas versiones en la vida real.
Empezaron a subir fotos que lograban capturar cuando salíamos a pasear o simplemente a comprar, hacían fanarts de ambos, e incluso fanfics. Unas historias que cuando quise adentrarme a ver qué eran, sentí la cabeza arder de vergüenza al pensar que nosotros hacíamos volar tan alto la imaginación y la líbido de las escritoras barra fanáticas.
Seguía viviendo con Yixing, pero él pasaba más tiempo en la casa de Sehun y yo en la casa de Jongin, así que estábamos empezando a considerar el devolver el departamento y cada uno vivir con su pareja. Lo comentamos sutilmente una vez en una cena que habíamos organizado en nuestro departamento para los cuatro y Jongin y Sehun se veían felices ante la idea, insistiendo en que no lo pensáramos más y directamente lo hiciéramos.
Con Yixing estábamos tardando un poco en contarles que de hecho ya lo habíamos decidido antes de sugerirlo, porque disfrutábamos haciéndolos esperar por el simple hecho de molestarlos.
***
Estaba sentado contra el ventanal de una cafetería de barrio, esperando que llegara Jongin. Era nuestro lugar preferido por el delicioso café que hacían y los dulces caseros que preparaban. Además estaba en una parte tranquila de la ciudad donde no solía rondar la prensa. Le sonreí al verlo entrar y le hice una seña con la mano.
- Ya pedí- le informé luego de recibir su casto beso a modo de saludo. Me sonrió, sentándose al otro lado de la mesa cuadrada.
- ¿Qué pediste?- quiso saber, estirando una mano hacia mí y tomando la mía.
- Un latte para mí, un caramel macchiato para vos, y una porción de pastel para compartir.
- ¿Les dijiste que…?- solté una suave risita y le interrumpí.
- Sí, le aclaré a la chica- levantó una ceja, curioso –Que sea con leche de soya y le agregaran un shot de chocolate blanco.
- Gracias- dijo luego de reír -¿Veías todas las entrevistas, no? Porque no tengo recuerdo de haber pedido eso estando con vos- alcé un hombro, quitándole importancia.
- Por supuesto que veía todo. De otra manera no podría saber que el caramel macchiato sólo te gusta así.- solté su mano para darle lugar a la camarera que ya traía nuestro pedido. -¿Pudiste averiguar?
- Sí- tomó un sorbo de su café -¡Va a ser la boda del año!- exclamó, sonriendo y tomando mi mano de nuevo.
- Baja la voz- susurré y miré a todos lados para asegurarme que nadie hubiera escuchado. –Nadie puede saberlo todavía.
- Es que estoy muy emocionado. Ya hice casi todas las averiguaciones, conseguí un salón hermoso, enorme y al lado de un río. Te va a encantar cuando lo veas- sonreí, enternecido y me estiré para limpiarle con una servilleta un resto de la espuma del café que le había quedado en el labio superior.
- Seguro que sí- aseguré -¿Ya cerraste fecha?
- Sip. La boda va a ser el catorce de febrero, ¡el día de los enamorados! ¿No es perfecto?- me reí de su comentario, y levanté su mano para darle un beso en esta.
- Cursi- le acusé –ChanYeol y KyungSoo van a vomitar arcoíris cuando vean que su organizador oficial está haciendo de su boda una película romántica.
- Al menos sería una película feliz- se encogió de hombros –Es importante y me pone muy feliz ver a KyungSoo entregándose a este paso. Son muchos años de amistad y estuve junto a él en todos sus fracasos amorosos previos. Pero está bien, porque todo eso lo llevó a ChanYeol, y quiero hacer del día de su unión, el más especial- explicó entre bocados que daba al pastel que yo ya había dejado olvidado. Sonreí con ternura.
- Entiendo. También estoy feliz por ellos- sonreí –Sólo espero que cuando organicemos el nuestro le pongas el mismo entusiasmo- le saqué la lengua burlonamente y estiré mi mano al mismo tiempo que él, entrelazando nuestros dedos donde estaban las sortijas de compromiso.
- Cuando organicemos nuestra boda voy a dar vuelta el país para tener todo lo mejor, y la mejor seguridad para que no hayan imprevistos desagradables- aseguró, y tomó un sorbo de su bebida.
Me sonrió sobre su taza de café y yo le devolví el gesto, el sol del atardecer se colaba por la ventana y acentuaba su morena piel, haciéndola brillar.
Unos meses más y vamos a estar en el registro civil con nuestros seres queridos más cercanos, vestidos con nuestros mejores trajes, firmando el acta de matrimonio y haciendo del papel el significado físico de la unión que siempre sentimos desde que nos conocimos.
Unos meses más y vamos a estar brindando y bailando en la fiesta de nuestro casamiento, besándonos dulcemente y susurrándonos palabras cursis al oído.
Unos meses más y vamos a seguir viviendo juntos, pero como un matrimonio.
Unos meses más y vas a romper el mundo de la música con tu comeback, y yo voy a ser finalmente tu único fotógrafo.
Unos meses más y, quién sabe, tal vez te sugiera de adoptar en un futuro. Pero como va a ser muy pronto tal vez te sorprenda con un gatito para que Wendy tenga compañía cuando tengamos mucho trabajo.
Unos meses más y vamos a invitar a nuestros mejores amigos a cenar los seis juntos en nuestro hogar.
Unos meses más y vamos a volver a esta cafetería, como siempre, y me vas a sonreír y yo te voy a devolver el gesto, vas a estirar tu mano hacia mí, sí....
Sí, Jongin, vas a ver que sí.