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Starshipping: Retorcido de Dolor por Yami Red eyes

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Notas del capitulo:

 

Hola, hola jejeje y parece ser que esta historia no se quiere acabar.

Aquí viene otro capítulo recien salido del horno.

Una disculpa por la tardanza y otra disculpa por si en la narración hay algunas palabras que no estan completas. Es debido a que le cayó cocacola al teclado y bueno, todvía siguen pegajosas. T_T

 

Ahhh, estoy enamorada de esta pareja.

Próximamente comenzaré con una nueva historia de estos dos, algo fuertezona pero al final "siempre habra amorsh" :P....bueno, ni yo me entendí.

 

 

Penumbras.

 

El olvido es doloroso…

triste…

retorcido…

lleno de una interminable lucha pérfida de sufrimiento intrínseco y agonía.

Pero lo que realmente carcome mi alma, es el odio.

Por eso me he convertido en un ser sin sentido, sin remordimientos y sin sentimientos. Que a estas alturas de mi profunda oscuridad ruega porque una deidad tome mi alma y me haga el favor de acabar con mi pobre existencia, porque vivir así, es como si no lo estuviera.

Ahora ya no habrá más calvario.

Antes viajaré hasta el infierno para sellar un pacto que haré con Mefistófeles y juro que te buscaré, te cazaré sin misericordia, y , con este revuelto de sentimientos que carcomen mi ser, te arrastrare con todo el poder de aquel pacto inicuo para que tú estés junto a mi nuevamente.

Porque te doy mi palabra, que por todo lo feliz que fuiste, se multiplicara en sufrimiento.

                                                  

 

 

Capítulo 8.- Familia.

 

 

 

—¡¿Dónde?! ¡¿Dónde estás!

 

Yusei corría desesperadamente por las calles de Neo Ciudad Domino hacia ningún punto en específico. Su corazón estaba tan acelerado que su ritmo cardiaco podría provocarle una muerte espontánea de un momento a otro, sin embargo, no le importaba; su muerte sería el menor de sus problemas en ese momento puesto que había algo más importante como para pensar en sus “trivialidades”, en sus necesidades fisiológicas como el respirar.

Tragaba su saliva, sentía un inexplicable miedo atormentándolo de pies a cabeza, algo fuera de lo normal, algo retorcido, algo  descomunal aterrorizando sus sentidos. Lo único que entendía entonces era que debía tomar las cosas con alta seriedad pues estaba seguro que alguien había abierto la caja de pandora justo frente a sus ojos y él no le había prestado atención. Estaba seguro que eso involucraba la vida de su prometido.

Llevaba varios minutos corriendo en línea recta sin ninguna pausa; increíblemente las calles cambiaban de posición a su paso impidiendo que chocase con alguna pared o edificio y evitando así que perdiera velocidad. Aquello llevaba distorsionándose drásticamente desde que había comenzado, ahora que lo pensaba, no recordaba cómo había terminado en esa situación; ni siquiera se había percatado de que por las calles no había absolutamente nadie transitándolas; únicamente escuchaba el viento resoplar con algo de fuerza y sentía una sofocante luz roja iluminando su camino, proveniente de una extraña luna llena en el cielo, además, un susurro ininteligible.

—¡JADEN! —Gritó con la esperanza de que su amado  saliera de alguna parte. Realmente no sabía que estaba pasando o por qué lo había llamado tan repentinamente;  pero tenía el resentimiento que, por alguna razón, se le había agotado el tiempo. ¿Tiempo? ¿pero de qué?

Como una bofetada en la cara, una idea afligió su mente: Jaden había tomado la decisión de abandonarlo. Sí,  en ciudad Neo Domino, en su nueva vida en el tiempo, en su nueva vida juntos  haciendo pedazos su corazón, pero, ¿Qué había hecho él mal?, ¿Qué estaba sucediendo? ¿Qué lo había orillado a dejarlo solo?

El camino se deformaba cada vez más y más como alteraciones oftalmológicas. De un momento a otro el panorama le pareció que retrocedía en el tiempo; es decir, cada vez más cambiaba de época —de futurista hasta alguna época medieval—. Pero pese al cambio drástico de escenarios,  seguía aferrado a encontrarlo sin perder el ritmo. Repentinamente la calle comenzó a alargarse y alzarse como en una pendiente tipo caracol, y en la punta de dicha alteración se alzaba un típico castillo medieval.

Llegó agitado, estaba listo para el colapso, pero aún así sus sentidos no lo abandonaron. Se erguió, detuvo sus pasos esta vez para enfocar sus orbes en uno de los balcones del palacio, específicamente uno que lo estaba llamando desde su interior.

—¡Jaden!

Gritó al ver a un chico de cabello castaño con corte en hongo y vestimentas de la época feudal. Aquel chico contemplaba el fenómeno de la luna roja desde sus aposentos; y Yusei lo había reconocido de inmediato, ese era su novio.

—Yusei…—el científico se paralizo cuando el chico que amaba viró su rostro para mirarlo a los ojos y pronunciar muy bajito su nombre. Jaden lucía unas acuosas orbes doradas que parecían retener la tristeza del mundo.—Yusei, regresa conmigo…

El motociclista abrió gigantes sus ojos y sintió escalofríos. Un estruendoso crujido comenzó a partir la tierra justo en ese momento. Yusei lentamente sintió hundirse en un profundo abismo  literalmente hacia la oscuridad; sus ojos se sentían pesados, y su cuerpo se había quedado sin fuerzas, como si lo obligaran a dormir forzosamente en un estado de coma. Sin embargo, su mente luchaba por que todo su sistema reaccionara, e intentó estúpidamente de alcanzar la figura melancólica de su amado mientras caía.

—¡No! ¡No!... —trató de pronunciarlo, mas en su mente hacía eco en estruendosos gemidos.

La última visión de sus ojos fue la aparición de la figura de otro Jaden, más grande de edad y alto que el primero, esta vez con vestimentas oscuras y ojos totalmente negros; este abrazaba al joven de ojos dorados por la espalda. Aquel rostro reflejaba una diabólica sonrisa burlona mientras lo miraba caer tragado por el vacio.

Ese escalofriante ser recargó su barbilla sobre el hombro de Jaden, después rió y pronunció en  tono audible.   

—¡Te tengo!

 

Yusei despertó de un brinco respirando con dificultad, todo su cuerpo temblaba involuntariamente bañado en sudor.

Otra noche que vivía esa pesadilla.

A su lado el inquieto duelista graduado de Slifer rojo dormía apaciblemente como un ángel sin darse nuevamente cuenta del despertar agitado de su acompañante en el cuarto.

El científico se incorporó un poco en la cama. Otra vez ese sueño, otra vez esa incertidumbre, el terror, pero no estaba seguro de lo que significaba. Siempre lo analizaba; su extrovertido novio se encontraba a salvo justo a su lado, todo había salido muy bien, incluso la ciudad que tanto amaba seguía en pie como la había dejado, entonces ¿por qué su instinto trataba de advertirlo de algo malo nuevamente? Quizás el despertar de Haou indicaba un mal augurio después de todo, pues había vivido ese sueño cada noche desde que él apareció. Haou no se había manifestado ante él desde aquella  vez en el hospital, había pensado que no era ningún problema mientras Jaden no se alterara como en aquella ocasión, pero ya no estaba tan seguro.

Miró el pequeño cuarto de Hotel entre penumbras, se habían hospedado allí antes de presentarse con sus amigos puesto que ya era bastante tarde, se quedaron dormidos como ya se les estaba haciendo costumbre: abrazados, disfrutando de alguna charla o silencio hasta conciliar el sueño. Yusei estaba cansado tanto física como emocionalmente, pero sobre todo ansioso. Una vez había sido capaz de ir al pasado para salvar a Jaden, juró protegerlo y quererlo más que a su propia vida; solo los cielos sabían que él haría todo lo que fuera posible para evitar que alguna desgracia callera sobre su novio; pero esta vez dudaba de su propio poder. Sus sueños no le mentían, algo estaba a punto de suceder, quizás no debía tomar a la ligera al poderoso ser que habitaba en el interior de su amado.

Miro a su novio y acarició sus cabellos contemplando su sueño. Ante sus ojos Jaden Yuki era como siempre había deseado a su pareja para el resto de su vida, en verdad lo quería, en verdad deseaba estar con él hasta el final de su existencia, de eso no le quedaba duda. Estaba muy feliz, realmente él era muy afortunado.

Soltó un suspiro, en seguida depositó un tierno beso en la frente del duelista y se levanto para mirar por la ventana, de inmediato dejó de respirar por unos segundos al notar el estado del astro en el cielo.

¡Luna roja!

Un helado choque eléctrico recorrió toda su espina, sobre todo al recordar lo asfixiante de la luna roja de sus sueños. No lo pensó un segundo, instintivamente se viró para ver a su novio y verificar que efectivamente se encontraba ahí y no seguía soñando.

Todo estaba en calma.

Todo comenzaría justo ahora seguramente. Su semblante se endureció, de ser así lo afrontaría. Jaden Yuki estaría a salvo a cualquier costo.

Tomó una silla del lugar, la puso frente a la cama donde Jaden descansaba y se sentó a vigilar su sueño.

Así trascurrió la noche, Yusei comenzaba a tener paranoias por casi cualquier cosa; un ruido, una luz de la calle, un susurro del viento, todo le parecía peligroso para él, pero antes de perder la cordura controlaba su mente trayéndola a la realidad.

No se movió de su lugar, ni de la incómoda posición en la que se encontraba, estaba firme como fiel perro guardián, aunque agotado, — usar el poder del Dragón carmesí  era toda una hazaña que requería mucha energía en todos los sentidos— y naturalmente se quedó dormido.

 

Poco tiempo después Jaden despertó con los primeros sonidos del ajetreo citadino en las calles de Neo Domino y los molestos rayos de sol entrando por las rendijas de la cortina en la ventana. Había despertado con un fuerte bostezo y estiramiento de sus brazos. Sonrió al sentirse nuevamente libre de las sombrías agresiones y maltratos que Yubel había protagonizado. Miró al otro lado de la cama sin encontrar al duelista en motocicleta. Por un momento pensó que todo había sido solo un sueño, siempre temía que fuera así, pero justo entonces miró a Yusei frente a él en una posición muy familiar.

Esta vez su reacción fue primero de desconcierto, después algo de temor y en seguida con gélida seriedad.

No estaba para más; Yubel lo había acosado de esa manera desde el primer día que cayó en sus manos, esta había sido una desagradable casualidad.

Entristeció un poco por la amarga escena, mas no dejó que le afectara demasiado, los días de cautiverio habían terminado. Así que se acercó a su novio recuperando el optimismo.

—Yusei…

Susurró su nombre con ternura mientras sus largos dedos acariciaban los azulinos cabellos   delicadamente, no quería alterar el forzado sueño del científico.

Poco a poco los ojos azules de Yusei regresaron a la realidad. Yusei no se alteró, sonrió de lado  y, aunque las ojeras y el pesado cuerpo le rogaban por una hora más de sueño, se levanto lentamente para abrazar al duelista y besar su frente con un “Buenos días”.

Jaden sonrió, pero no dijo nada.

—Estamos listos.

 

Calles de Neo Domino, más tarde.

 

Mientras viajaban en la motocicleta hacia el departamento que Yusei compartía con sus amigos, Jaden se maravillaba por la modernidad y la vida que llevaban los residentes de Neo Domino en el futuro; a Yusei lo llenaba de ternura todas las reacciones del duelista.

Jaden miraba para todas partes como un chiquillo, todo parecía que brillaba artificialmente a pesar de ser de día. No había coches voladores o máquinas de tele transportación como lo había visto en muchas películas de su época; pero casi todo en la ciudad tenía un sistema de tecnología holográfica que con un toque o movimiento de manos realizaba cierta función. Increíblemente hasta los más jóvenes portaban una especie de varilla que mostraba información —de cualquier tipo— flotando en el aire y claro, los diseños de todo eran extravagantes.

De un momento a otro, cambiaron del panorama de la gran ciudad futurista, al del conocido  y tranquilo mar, al menos eso no había cambiado mucho.

Estaban cruzando un amplio puente. De un lado podía verse cómo se batían a duelo algunos motociclistas con ese modo de juego turbo tan sofisticado a alta velocidad; por el contrario, el carril dónde ellos viajaban transitaban el tráfico con normalidad. Le llamó mucho la atención un monumento en forma de anillo a mitad del trayecto; debido a la velocidad y el ruido, Yusei trató de explicarle a Jaden que ese monumento era un símbolo de unión entre dos ciudades: Satélite y Neo Dominó. La historia de que antes eran ciudades rivales, que Satélite eran de los marginados dónde él todavía vivía pero que ya funcionaba como una ciudad central, y todo lo que había pasado para que se unificaran; que él también se encargaba de la paz de ambas ciudades y era el motivo por lo que no se podía quedar en el pasado. Quizás algunas de las estructuras de Satélite le serían familiar puesto que la ciudad Domino, donde vivía Yugi, había sido el pasado de ese lugar.

Jaden comprendió el sacrificio de su novio, esbozó una alegre sonrisa llena de orgullo y se pegó más a su espalda abrazándolo. Yusei sonrió y siguieron su trayecto hasta que por fin llegaron a su destino

Era un pequeñísimo departamento en el quinto piso, los habitantes consideraban ese tipo de “dimensiones” como una gran residencia, una Suite. Es decir, consistía en una estrecha cocina, un  bañito y una modesta habitación junto al balcón. En realidad un departamento “chico”, en ciudad Satélite, era como un cuarto de hotel; con la cocina, el baño y lavadero en el mismo sitio que las camas y comedor, por lo que aquella “Suite”, donde tenían una separación los pequeños cuartos,  era una supuesta vivienda para gente con buenos recursos.

El índice de población se había disparado drásticamente en poco tiempo pese a las bajas por las guerras o pandemias de todo el mundo. Los gobiernos se vieron obligados a reducir el espacio de los departamentos del siglo XXIV para darles un techo a todas las masas. Ya era bastante común que las familias sólo se formarán con hijos únicos. Sin embargo, había gente afortunada que podía sostener una casa — si la suerte se los permitía— o adquirir un terreno. Yusei era un ciudadano con un buen salario y prestaciones gubernamentales, él era el  encargado de supervisar el correcto funcionamiento del nuevo Reactor en la planta de energía que alimentaba las ciudades; no obstante, el científico no tenía propiedades, ni mucho menos lujos, puesto que no era un hombre materialista. Yusei sólo necesitaba un techo, comida, vestido y por supuesto, su motocicleta.

Sin embargo, ahora que Jaden consumaba su mundo, tenía una nueva perspectiva de su forma de vivir. Deseaba darle una buena vida y eso significaba que debía mudarse de su departamento para adquirir bienes.

Yusei abrió la puerta. De inmediato fue recibido por las atentas miradas de sus camaradas que se encontraban en la sala. Crow miraba cómodamente la Tv en el sillón mientras que Jack lo acompañaba con una taza de café en el individual, ambos se habían alegrado al verlo.

Crow fue el primero en acercarse a recibirlo.

—Yusei, ¿Qué te pasó viejo? Ayer te levantaste raro sin decirnos nada y de repente te largas con el Dragón Carmesi a quien sabe dónde.

­—Lo siento, tenía que irme rápido.

—Bueno, pero debiste decirnos lo que…—Crow enmudeció justo al ver al chico tras su amigo.

—Es inaceptable Yusei. —se acercó Jack con tono autoritario—Yo, el gran Jack Atlas, debería haber sido la primera persona en saber que te sucedia.—había alzado la vista y también se sorprendió de la presencia del castaño.

—¿Ese chico?

Yusei hizo una seña a su invitado y este entro por completo cerrando la puerta tras de si.—El es Jaden Yuki. También es un duelista y, es mi novio. —concluyó firmemente.

Tardaron unos segundos en reaccionar sin alterarse, de inmediato ambos exhalaron un gemido de admiración anonadados al mismo tiempo que sus ojos se desorbitaban.

—¡Esto debe ser una broma! —gritó Jack.

—¡¿Es en serio Yusei?! —preguntó sin creerlo todavía Crow.

Jaden sonrió de lado e hizo una ligera reverencia como saludo pero no dijo nada, prefirió dejar  hablar a Yusei.

—Si lo es. —Contestó sin cambiar su tono de voz —El es mi novio y desde hoy vivirá conmigo. Mañana buscaré un lugar para mudarme con él para que tengan más espacio.

Realmente había dejado estupefactos a sus amigos, ninguno de los dos sabía que decir.

 —mmm….—Crow rodeo al duelista Slifer rojo analizándolo de pies a cabeza. Jaden comenzaba a ponerse nervioso—Pues vaya Yusei, a Akiza y a…. bueno, no les va a gustar nada esto, pero sabes, tienes buen gusto. ¡Felicidades amigo! —giñó un ojo y alzó su pulgar en aprobación. Después tomó al científico con el brazo tras su cuello para darle unos “concejos” de Casanova y dar la bienvenida al duelista.

Pero por el contrario, Jack barrió al recién llegado con repulsión, no le agradaba que alguien más fuera del agrado de Yusei, no le gustaba, ni permitiría que le arrebataran a su novio que era su derecho.  El era Jack Atlas, el siempre codiciado Jack, el siempre vencedor Rey de los juegos turbo y de todos los corazones de las mujeres y hombres en su camino. Yusei estaba olvidando a quién pertenecía.

—¡Quiero hablar contigo Yusei!

El científico lo miró con la misma seriedad con la que el más alto se dirigía. Ambos se retaron con la mirada a expensas de los testigos.

—Muy bien Jack, pero será después. Acabamos de llegar y vamos a instalarnos.

—Pfs, como quieras.—se dirigió a la salida, afiló su mirada penetrante hacia el invitado y salió dando un portazo. Crow hizo una mueca de zozobra.

—Tss, que intenso Yusei, ya sabía que reaccionaría así. Sabes que él…

—Sí, lo se….Por aquí Jaden. —ignoró el comentario y guió a su novio hasta el cuarto para que dejara sus cosas.

Jaden no estaba seguro de lo que había pasado, miró a Yusei esperando que él le aclarara el incidente pero pareciera que se le había olvidado por completo al motociclista. Comenzó a explicarle la historia de ese departamento, que él lo pagaba y que se había echo muy buen amigo de la dueña del edificio además de la magnífica vista que tenía de toda la ciudad.

Jaden lo escuchó atentamente y siguió en silencio. Le daría tiempo, no lo presionaría, esperaría a que tuviera la confianza de explicarle lo ocurrido.

—Sabes, en el Reactor necesito un asistente Jaden. Me gustaría que pudieses ser tú mi mano derecha.

—¿Yo? Pero no tengo idea de lo que me hablas. No creo ser de mucha ayuda, a menos claro que sea quién te traiga el café.

El científico  no pudo contener una risotada.—No te meteré a trabajar conmigo sin haberte preparado primero. Quiero que entres a la academia y aprendas la historia de la ciudad, los avances científicos del mundo y bueno te actualices desde tu época. También debes aprender el estilo del Duelo Turbo. Yo te enseñaré todo a cerca del Reactor.

—¡cielos!, ¿por qué me salí de Domino?

—Jaden…

—Es broma, hombre. Sabía que tendría que hacerlo pero no te garantizo buenas notas. No era buen estudiante en la Academia de duelos jeje.

—Lo harás bien. —lo abrazó por la cintura y beso deseosamente sus labios. —No sabes lo feliz que me haces.

—Vamos, no exageres.

—Es verdad. Te amo.

 

El día pasó con tranquilidad. Había sido un breve “tour” por su pequeña suite y un nuevo descubrimiento culinario para el castaño. Crow veía con buenos ojos a la nueva pareja de su amigo y todos comenzaban a llevarse bien. Charlaron hasta que los alcanzó el momento de dormir.

Esa noche Jack no regresó. Crow se había acomodado en su sillón como acostumbraba y la pareja descansaba en la habitación.

La tranquilidad no duró mucho tiempo. Yusei volvió a sufrir con la pesadilla que lo torturaba cada noche; pero esta vez, antes de caer al vacío, sintió una mano oprimiendo su pecho que lo despertó de golpe.

Respiraba agitadamente. Jaden no estaba a su lado, lo buscó con la mirada entre las penumbras hasta divisarlo recargado en el barandal del balcón mirando melancólicamente la ciudad.

Suspiró y fue hacia él. Extrañamente esa escena le parecía familiar.

—Jaden, ¿hay algo malo?

El aludido no lo volteó a ver pero sí hizo audible su voz.

—Yusei. No mires al vacío.

—¿Qué?

El corazón del científico comenzó a acelerarse, un fuerte escalofrío volvió a acongojarlo. Por reflejo se asomó al balcón para mirar la calle y fue entonces que una potente fuerza lo jaló haciéndolo caer del edificio.

—¡Ahhhh!

Volvió a despertar, esta vez más agitado que la vez anterior. Jaden suspiró entre sueños y se revolvió entre cobijas. Todo parecía normal.

¿Que fue eso?

Estaba completamente confundido. De repente el sonido de unas piedritas chocando con el cristal de las puertas corredizas del balcón había llamado su atención, seguramente habían estado chocando desde ya hace un rato y gracias a eso lo habían salvado de morir en el sueño.

Exhaló y trató de tranquilizarse. Entonces se levantó para atender ese extraño llamado, seguramente Jack no esperaría más tiempo y se había decidido a tener esa charla a esa hora de la madrugada. No le sorprendía, así era El Rey.

Se acercó con desconfianza al balcón y patidifuso se asomó.

—¡¿Qué?!

No era Jack, en cambio unos ojos dorados, los de Haou, lo miraron fijamente desde la calle mientras aquel rostro se reía de oreja a oreja por la reacción estupefacta de Yusei. Con la mano le pedía que fuera con él.

Yusei se congeló, miró a través de los cristales. Jaden seguía dormido, no podía ser. Se volvió sólo para encontrarse a unos cuantos centímetros del rostro diabólico del otro Jaden quien  había atravesado su pecho con la varilla de metal.

 —¡!!Yuseeei!!!

Abrió los ojos de golpe bañado en sudor, unas lágrimas y temblando todo el cuerpo. Jaden estaba a su lado preocupado por los gemidos y lamentos de su novio en su estado de reposo.

—¡J-Jaden!

—Cielos, no podía despertarte. Pensé que ya no respirabas.

El científico volvió a sentirse desorientado; tenía acuosas sus orbes, sus manos eran sostenidas firmemente por las de su novio que había tratado de despertarlo. Le dolía el pecho, pero todo parecía estar en calma, en una verdadera.

—Creo que tuviste una pesadilla Yusei, estas todo pálido. Me espantaste.

Quiso contestar, sin embargo parecía haber enmudecido, no podía por el pánico que paralizaba su cuerpo pero…estaba en la realidad ¿cierto? Sus sospechas fueron aclaradas cuando comenzó a toser bastante duro hasta que escupió un líquido rojo sobre sus manos. Jaden no se dio cuenta, seguía cuestionándolo preocupadamente sin percatase que Yusei estaba al borde de una crisis nerviosa. La sangre en sus manos no significaba nada bueno. ¿Qué estaba pasándole? Era muy raro que él enfermara de algo, debía haber otra explicación, seguramente Haou debía estar haciendo de las suyas mientras dormía, pero…¿Qué es lo que quería?

Ocultó la sangre, tragó su saliva y abrazó desesperadamente a su novio estrujándolo un poco y hundiendo todo su rostro en el cuello del castaño.

—¡Jaden, cásate conmigo!

 

Cafetería “Dragones azules” 8:00 am

 

Jack tomaba su acostumbrada taza de café aparentando despreocupación aunque por dentro estaba furioso. A su alrededor había muchas señoritas apreciándolo y lanzándole suspiros de amor colegial y fantasías entre las jóvenes.

 

¡Cómo puede rechazar al gran Jack Atlas por ese mocoso! — Pensaba indignado. —Esto es una ofensa. Yusei, ¿acaso ya olvidaste nuestro hermoso viaje de amor en el que nos juramos amarnos eternamente bajo la luz de luna llena, mientras comíamos espagueti italiano escuchando a los trovadores?¿No recuerdas que comimos un tallarín hasta darnos un beso?

 

Claro nada de eso había pasado pero Jack tenía una forma de ver las cosas muy….infantil.

—¿Hay algo más en lo que pueda ayudarle, Sr Atlas?— se acercó la siempre enamorada mesera (cuyo nombre olvidé por completo).

Jack dio un brinco desde su asiento—¡No puedes hacerme esto Yuseei! ¡Yo soy al único que debes llamar novio!!Esto no te lo voy a perdonar!!Acabaré con ese bellaco y volveremos a amarnos!!ya lo veras! —grió sus ideas al viento terminando con carcajadas maniáticas. Una gran gota resbaló por la cien de las damas.

—Otra vez estas planeando hacer de las tuyas Jack.

—¡Akiza!

La chica de tez pálida y cabello rojizo había llegado a saludar a su antiguo amigo que ya no había visto desde hace mucho tiempo. El destino los había cruzado por casualidad.

Akiza se veía más bella que la última vez que la había visto en el aeropuerto. Siempre supo que era una mujer inteligente y magnifica en todo sentido pero no entablaba mucha conversación con ella debido a que siempre fue su rival en el amor.

—Aki, pensé que ya no regresarías. ¿Cuándo llegaste?

La chica tomo asiento junto a él. — Ayer por la noche.

—Debite avisarnos. Te hubiéramos recibido en el aeropuerto.

—Quería darles una sorpresa, además, me urgía venir a verlos.

—¿Te urgía?

—Sí. Sentí una alteración del Dragón Carmesí  y de inmediato tuve una visión de Yusei perdiéndose en la oscuridad.

—¡¿Qué?!! ¡¿Yusei?!

En ese momento el celular de ambos sonó. Akiza recibía un mensaje de texto mientras que Jack respondía una llamada. Se miraron a la cara bastante alterados.

 

Templo Sagrado “Valkyrian de la Fe”­. Más tarde.

 

Yusei terminaba de arreglarse la corbata de su traje de novio. El juez llegaría en cualquier momento. Estaba nervioso, ansioso y sobre todo feliz. En un momento se uniría a su amada pareja hasta que la muerte los separe.

Crow entró al cuarto dónde se encontraba su amigo para los últimos arreglos.

—¿Está listo Jaden? —el científico preguntó sin voltearlo a ver.

—Yusei, ¿no crees que es muy precipitada esta decisión? Tienen un día de conocerse.

—Conozco a Jaden desde hace más de nueve meses. No hay problema Crow.

—mmm…pero Yusei. Estas tomando las cosas muy rápido, eso es muy raro en ti. Comienzo a pensar que ese chico te hizo un hechizo o algo así. No quiero perder al Yusei que conozco como un hermano.

Yusei sonrió levemente por el comentario—No va  a cambiar nada en mi Crow, seguiré siendo el mismo.

—Pues el Yusei que recuerdo no actuaría de esta manera. Este chico te está cambiando o dime, ¿hay algo malo que no me has dicho?

Sus amigos lo conocían muy bien como para adivinar el estado en el que se encontraba. Sabía que era muy apresurado su matrimonio pero era la única manera de demostrarle a Haou que él hablaba en serio con la relación que tenía con Jaden, quizás así dejaría de sobreprotegerlo y por fin los dejaría en paz.

—Sólo dile a Jaden que se apresure.

Crow salió decepcionado, su amigo no confiaría lo que le estaba pasando. Lo apoyaba pero no quería que las cosas cambiaran entre ellos.

—Espero que no te arrepientas después.

 

En otra parte, Jaden se encontraba en un cuarto contiguo al de su futuro esposo, también se preparaba, sin embargo, él estaba muy pensativo.

Luca y Lua, amigos de Yusei, lo acompañaban haciéndole algunas preguntas para conocerlo un poco. El duelista no mintió en casi ninguna, no había por qué hacerlo, pero cada respuesta había sido algo pausada.

Luca estaba encantada con él, sin embargo su hermano gemelo no aprobaba a ese extraño.

—Que romántico. Fue por ti hasta el pasado, ojalá me pasara lo mismo y viniera un encantador chico del futuro solo por mi. Me alegra saber que la alteración del Dragón Carmesi que sentí ayer fuera por eso.

—Eso no prueba que Yusei esté enamorado de él, Luca. Yo creo que este hombre le hizo algo.

—¡Lua, no seas descortés!

—¡Es verdad Luca!!Ni siquiera invitó a Jack, a Akiza o a Kiryu!

—¡Es por obvias razones!

Los adolescentes discutían como todos los hermanos. Jaden esbozó una ligera sonrisa pero de inmediato su mente recordó los hechos de esa madrugada y se puso serio.

 

—¡Jaden, cásate conmigo!

Las palabas de su novio habían sido tan repentinas que pensó que seguía soñando. Yusei lo tomó de ambas manos y lo miró a los ojos con ilusión.

—amm…

—Por favor Jaden.

—Yusei. No necesitas casarte conmigo para que estemos juntos. Yo no me voy a ir a ningún lado sin ti. También te quiero.

—Pero quiero hacer las cosas bien desde el principio. Quiero demostrarte que realmente estoy dispuesto a todo por ti.

—No tienes que demostrarme nada, lo sé. Además, acabo de llegar a esta época. Me gustaría conocerla con calma.

—Y lo haremos pero sería mejor siendo oficialmente maridos.

—Eso suena tan extraño.

—Jaden…

El graduado de Slifer rojo lo pensó abrumado. El no se veía marchando al altar con un “vestido de novia y un ramo”, simplemente no era uno de sus sueños contraer matrimonio. El creía innecesario esa parte de la vida. Si dos personas se amaban de verdad, seguirían juntos hasta el final de su existencia sin ningún complejo, así de fácil. No necesitaban tener un “permiso” de la sociedad o de los Dioses para demostrarse su amor. No obstante, a Yusei pareciera importarle demasiado ese hecho, era un lado conservacionista que no conocía de su novio.

 —Yusei, estamos bien así.

—¿No quieres casarte conmigo?

—Sí quiero pero…todo a su tiempo, man.

Yusei se había ensombrecido por dicha respuesta, lo soltó de las manos lentamente con un nudo en la garganta.

—Esta bien, perdóname. —su voz comenzaba a quebrantarse y agachó la mirada.

Eso era algo que nadie podía pasar desapercibido, Jaden no se lo perdonaría y menos si eso generaba algún mal entendido entre ellos. Lo que menos deseaba era ver a su amado sufrir, aunque fuera una insignificancia.

—De verdad me quieres.

—No Jaden, yo te amo.

—¿Pero por qué tan de repente me pides eso?

—Porque no soportaría que alguien más juzgue nuestra relación como si fuera una aventura. No quiero que se abra ninguna oportunidad de que alguien más quiera  arrebatarte de mi lado. Porque tengo miedo de caer a un vacío y ya no verte más.

Yusei estaba actuando realmente muy extraño, Jaden no había entendido lo que significaba nada de lo que estaba diciendo. Sabía que ese no era el verdadero motivo de su insistente declaración pues tenía la sensación de que había algo turbio en todo eso, algo que no le quería decir y quizás era relacionado a su reciente pesadilla. Lo pensó, de cualquier forma, no habría nada de malo en que formaran una familia legalmente.

Jaden suspiró. Rodeó el cuello de su amado con sus brazos y junto sus frentes.

— Recuerda que serás mío hasta que nos muramos.

—jeje que así sea.

 

 

Regresó a la realidad cuándo Lua se marchó azotando la puerta. No había dado una buena impresión por lo visto.

No le hagas caso a Lua.comentó la hermana Es solo que todos deseamos el bienestar de Yusei y nos preocupamos por que nadie le haga daño. Sabes, Yusei ha sido más que un hermano mayor para todos nosotros. Es como un ángel guardián que vela y siempre está ahí. Es una buena persona, por eso lo apreciamos tanto. Tal vez Lua tenga miedo de que al casarse, Yusei ya no lo va a visitar más.

Vaya, Yusei es muy querido. ¡Pero no se preocupen, yo me encargaré de que siempre tenga tiempo suficiente para ustedes, de eso no hay duda!hizo una seña amigable con dos dedos y guiñó un ojo.

Luca amó la energía con la que el duelista hablaba. Sabía que serían felices.

Entonces el juez (sacerdote) llegó hasta el altar y Crow entró para avisar al futuro novio.

Solo eran esos tres testigos. En el templo no había nadie más por lo que cualquier ruidito haría un escandaloso eco. Ambos se encontraban en el altar sin marcha nupcial y vestidos de traje. Jaden tenía un ligero tic en el ojo y sonrisa forzada al reaccionar por lo que estaba haciendo, se sentía algo ridículo pero complacería los ideales de su futuro esposo.

Yusei sonreía con tanta ternura que derritió el corazón de Luca al instante. La ceremonia comenzó con normalidad pero no duró más de diez minutos cuándo Akiza y Jack llegaron.

¡!!Yuseeeei!! ¡Te prohíbo que te cases con él! entró histérico el Rey.

Yusei quedó en shock, no los esperaba. Miró a Lua enfurecido.

¡Les dijiste!

—!!Son tus amigos también Yusei. No hay nada de malo con eso!!.

—¡Lua tú no sabes lo que….!

Akiza llegó directo al motociclista y lo abofeteó frente a su prometido. Todos habían dejado de respirar por unos segundos, el más alterado había sido, naturalmente, Jaden quien fulminó a la chica con la mirada.

—!!Estuve esperándote todo este tiempo Yusei!! !Todos los días pensaba en ti y creía que el pensamiento era reciproco!!Creí que terminaríamos juntos y formaríamos una familia!!Creí que te importaba un poco y también creí que me esperabas, pero ahora, ¿Cómo pudiste?!! !Yo te amaba!

La pelirroja comenzó a llorar, se recargó en su pecho y hundió la cara contra el cuerpo del científico.

—!No te cases con ese chico, por favor Yusei!

Los sollozos de la dama eran lo único audible en todo el lugar. Yusei apartó poco a poco el cuerpo de la muchacha del suyo. Le levantó su mentón delicadamente para que pudiesen verse a los ojos. El le tenía preparada una cariñosa sonrisa, e hizo que la pelirroja se sonrojara.

—Sé que formamos un cálido y fuerte lazo que nos encaminaba a una vida juntos, pero mi destino me guió hacia otro camino. No me sentí completo hasta que él llegó  a mi vida. Aki, yo te quiero mucho y deseo con todas mis fuerzas que seas feliz pero...realmente lo amo.

Akiza miró atreves de sus ojos el amor verdadero que Yusei encendía por aquel hombre. Comprendió así, la sinceridad con la que hablaba su antiguo prospecto y supo entonces que a veces el destino te lleva a dónde y con quién debes estar. Lo único importante es disfrutar y construir del tiempo que tienes junto a las personas que conoces pues te enseñaran algo que le dará una nueva perspectiva a tu vida, aunque las conozcas por poco tiempo. Yusei la había salvado de la oscuridad que ella misma se había formado, la había enseñado a vivir, a perdonar, a amar y sobre todo, a quererse ella misma. Jamás volvió a sentir miedo o dudas y gracias a él, ella había estudiado para ser doctora en el extranjero.

Yusei no merecía ataduras forzosas de ningún tipo, siempre estaba dispuesto a ayudar. Sí esa era su decisión, no tenía ningún derecho de arrebatarle lo que tenía bien merecido.

—También quiero que seas feliz Yusei.

El chico besó una de las delgadas manos. — Gracias, Aki.

Se sonrieron, después Akiza se dirigió a un más calmado Jaden. Lo miró a los ojos con el seño fruncido. Ella tenía un poder síquico especial que le permitía ver dentro del alma de las personas, podía materializar pensamientos o ver un poco en el tiempo. Quiso leer el corazón del chico pero sorprendentemente algo no la dejaba.

—¡Tú tienes un poder espiritual increíble!dijo incrédula.

—Tú también. Veo que eres una buena persona y muy guapa además.

Akiza quedó embelesada, ¿acaso ese chico había visto sin problemas lo que estaba en su corazón? Nadie nunca le había hecho un cumplido tan lindo, Yusei había elegido bien.

—Se que lo cuidarás.

—No lo dudes, amiga.

Habían echo las pases internamente. Lua al ver el veredicto de Akiza sintió más confianza con el nuevo integrante del grupo, incuso Crow había desechado toda duda sobre el castaño.

—Perdona por juzgarte tan duramente Jaden —Lua se excuso—por favor, trata muy bien a mi amigo Yusei.

Jaden le guiñó un ojo y regresó a la posición de novio que le correspondía. La ceremonia continuó sin problemas. Pero nadie se había percatado de la furia con que Jack Atlas había salido del recinto.

 

Departamento de Yusei, ciudad Neo Domino.

 

Pese que Satélite llenaba sus recuerdos de infancia, y había sido su hogar por muchos años, Yusei prefirió comprar un departamento recién desocupado en ciudad Neo Domino. Era en realidad el sótano de una gran casa, tenía un piso extra donde tendría su habitación con su esposo, un amplio baño, cuarto de lavado, bajando la escalera un sitio para un pequeño comedor, sala y una modesta cocina. No era la gran mansión pero sin duda gozarían de mucho espacio, mejor que la “suite” de Satélite. Incluso les sobraba un pequeño cuarto contiguo.

 —!Vaya Yusei, ya tenías muy bien planeado todo esto! ¿verdad? ! Este lugar es perfecto para ustedes dos! —Crow felicitó el nuevo hogar.

—La señora de la suite conocía a la dueña de este lugar y de inmediato me recomendó.

—!Pues muchas felicidades Yusei, Jaden!! Que envidia!

—Gracias Crow.

—!Después pueden mudarse a nuestra casa, es mucho más grande,  si quieren Yusei!

—!Siempre serán bienvenidos!

—Gracias Luca, Lua. Lo pensaremos.

—!Felicidades a los dos, forman una bonita pareja!

—Gracias Aki.

Era una pequeña reunión con sólo los miembros de la pandilla. Comieron algunos aperitivos, snacks, muchas anécdotas se contaron con confianza, hicieron un brindis y arrojaron arroz para la abundancia del matrimonio.

Había música y baile. Inesperadamente Jack estacionó su motocicleta y entró  a paso firme.

Para su suerte, Akiza bailaba con el marido de su Yusei —un poco a la fuerza pues Jaden no era un chico de ir a fiestas, mas accedió por simple cortesía—. Así que aprovechó esa distracción y fue con su chico poseedor del  Dragón polvo de estrellas.

—¡Jack! —dejó su bebida en la mesa y se levantó de su siento para atender al recién llegado, además de interrumpir su charla con Crow y Lua.

—Ven Yusei. Me debes una charla.

Accedió sin tapujos. Ambos se metieron a una de las habitaciones.

—¿Y bien?

—!Yusei, tú me perteneces!

—Jack…

—!Es verdad!! Cuando te fuiste con el Dragón Carmesí tú todavía eras mi novio! !Todo lo que estas haciendo es engañarte a ti mismo!! Pero el juego ha terminado, debes volver conmigo!

—Jack, sabes que eso no es cierto. Fuimos novios por dos semanas, y ni siquiera teníamos tiempo de vernos.

—!Pero hicimos el amor, al menos yo sí lo hice por amor!

—Jack, besarnos y acariciarnos por sobre la ropa no es hacer el amor.

—¡Lo es! Tu eres mi chico—Jack apresó las manos del científico con las suyas contra la pared.

—¡sabes que no!!suéltame!!Yo….— y el rubio lo besó a la fuerza.

Permanecieron así por varios minutos forcejeando. Para su  mala suerte, justo en ese momento Jaden abrió la puerta deteniendo todo el acto.

—¡Jaden!

—amm…

Yusei se soltó del agarre para acercarse a su esposo.

—!Estamos ocupados niñito!lo enfrentó Jack !¿No ves que Yusei realmente no te quiere y está jugando solamente contigo?! Siempre me va a amar a mí. Quizás te tiene lástima o sólo quiere un acostón.

—¡JACK!

—Es la verdad Yusei. Deja de fingir que te interesa este niño. Además, no es tu estilo, es demasiado lindo para ti jajaja. —el Rey salió airoso dejando a la pareja dentro para que se quebrantaran.

—¡Jaden, esto no es lo que parece! ¡Puedo explicarlo!—lo tomó por los hombros algo histérico. Todo podría irse directo al carajo.

 Jaden no había echo ningún gesto, posó su dedo índice sobre los alterados labios de Yusei para silenciarlo, después hablo con normalidad.

—Yusei…unas palabras de un gamberro no me harán cambiar de opinión. Sé que me amas. Tú me salvaste y fuiste capaz de regresar en el tiempo solo por mi. No soy un idiota como para creer lo ocurrido en unos minutos y dudar de ti.

—¡Jaden! —el científico no se lo creía. Lo besó con una ardiente pasión. Estaba al borde de un climax de exultación que no podía contener. Felizmente, no había dudas entre ellos dos.

En la sala, Jack estaba jubiloso de lo que había hecho con la relación de esos dos. Seguramente estarían discutiendo como cualquier pareja frente a un mal entendido. Grande fue su decepción cuando contemplo al matrimonio salir de la habitación con una sonrisa tan radiante como el mismo sol. Jack estrujó su reciente vaso con bebida hasta dejarlo inservible y regresó a las calles alimentando aun más su furia.

 

 Jaden Yuki tenía que morir.

 

Pasaron unas horas más, todos los invitados ya se habían marchado y la pareja recién casada se preparaba para pasar la noche (La cama, además del comedor, era uno de los pocos muebles que tenían).

Yusei se tumbó en la cama y exhaló un largo suspiro. Por fin estaba hecho, por fin Jaden le pertenecía, no lo dejaría nunca, lo protegería de cualquier amenaza. Sus sueños debían cambiar como lo hicieron las anteriores premoniciones.

¡Yuseeeeiiii!Jaden brincó hacia él como un luchador mexicano y le sacó el aire sin intención de lastimarlo pero de todas formas se echo a reír.

—!Pudiste ser más gentil!

Jaden no se quitó de arriba de él, su sonrisa demostraba lo feliz que se encontraba—Bueno, pero ahora que estamos casados….—introdujo su lengua lentamente en la cavidad de su esposo saboreando y acariciando cada rincón de ella. El científico se había descolocado con la iniciativa de su marido, empero, respondió el deseoso beso con la misma ternura.

Sopló un ligero gemido sobre los labios del castaño. Jaden hábilmente  se había desecho de los botones de la camisa de su esposo, en seguida acarició aquel torso con las yemas de sus dedos hasta atrapar los pezones y  estimulándolos delicadamente en círculos.

Yusei cerró los ojos para experimentar con más profundidad todas esas sensaciones. Después la lengua de su amado se entretenía lamiendo sensualmente su cuello; sintió como Jaden abrió su pantalón quitando todo obstáculo hasta sacar su semi-depierto miembro y comenzar a masturbarlo.

Yusei suspiraba en placer. Las sensaciones eran indescriptibles, solo se dejaba hacer. Nunca imaginó que una caricia de su Jaden le hiciera sentir que flotaba libremente entre un extasis inimaginable.

—¡Ah, Jaden! —la excitación de todo su cuerpo se agudizaba crecientemente, Jaden había tomado el miembro de su esposo tragándolo hasta la garganta, jugando con su glande, simulando una penetración, acariciando los testículos. Los espasmos en el motociclista lo hacían perderse en el placer. Literalmente su mente estaba perdiéndose en un nirvana; sus sentidos lo estaban abandonando poco a poco. Echó su cabeza hacia atrás y muy lentamente su entorno desaparecía. —Jaden…

El duelista estaba haciendo un magnífico trabajo, él deseaba que Yusei disfrutara al máximo su primera vez juntos por lo que se esforzaba con todo gusto. Estaba a punto de hacerlo eyacular, pero entonces, lastimosamente, Yusei lo jaló del cabello y lo tumbó en la cama con  brusquedad.

—¡Ahhh, Yusei…! —no le fue permitido terminar su queja, su marido estaba devorando su boca hambrientamente y lo mordía dolorosamente. Apresó sus manos por encima de su cabeza para dejarlo a su merced y poder lamer su cuello lascivamente, ahí fue que dejó varios chupetones, lentos y lacerantes.  

Los pensamientos del duelista del pasado pronto se convirtieron en desagradables recuerdos de sus incontables violaciones en cautiverio. Hubiera preferido no haber provocado el deseo sexual de su esposo, pero nunca imaginó que a Yusei le gustase el sexo duro.

—¡Agh, Yusei, no tan fuerte…!—los botones de su camisa volaron a todas direcciones. Jaden comenzó a temblar en el momento que el motociclista había mordido ferozmente uno de sus pezones dejándole unas marcas de dientes y sangre.

—¡Oh mi amado Jaden! ¡Mi Jaden! ¡Por fin podemos estar juntos y amarnos enteramente! ¡Por fin juntos, y esta vez hasta que la muerte nos separe, fufufu!

Las orbes castañas se contrajeron atónitas, conocía esa risa burlona, esa manera de injuriar, ese calificativo a su nombre.

—¡Y-u-b-e-l!

 

Continuara….  

Notas finales:

 

Ok, ok....para los que no vieron yugioh 5ds. Lua y Luca, en la versión latina se llaman Luna y Leo. Estos dos personajes, al finalizar la serie, son todos unos adolescentes. Ellos también fueron elegidos por el dragón carmesí por lo que cualquier alteración a esta entidad "divina" es percibida en cualquiera de los portadores.

Crow, al finalizar la serie es agente de policía, Akiza una excelente doctora (ella se marcha al extranjero para superarse y merecerse el amor de Yusei, pues este había llegado muy lejos por sí mismo) y Jack, bueno, él sigue siendo el rey.

Algún dato que se me haya pasado….estoy a sus servicios ;)

Y ahora sí…el siguiente es el final xD

 

Muchisimas gracias por leer, les dejo ls immágenes de los personajes faltantes:


Luca.

Lua

Aki.

Kyrui.

 

 

 


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