Capítulo 5.- Lo inesperado
Cuando Seiya subió en la tardecita de la florería encontró a Dita y a DM tomando sopita de verduras, ambos estaban con los cabellos mojados y vestían solo batas, el castaño no lo pudo evitar y se sonrojó al ver a su mejor amigo que le sonrió apenas entró
- Fogoso tu noviecito eh? – dijo Dita con un guiño de ojo
- Ay no sabes, me morí de la vergüenza, lo siento Dita de veras pero es que Shura llegó y… bueno pues yo… - Seiya estaba rojo cual tomate, nunca… pero nunca lo había descubierto haciendo el amor en público, no… eso no era del todo cierto, pero esa vez no fue el mejor amigo de su vida sino que fue un mesero que no lo conocía y al que nunca iba a volver a ver y fue hace mucho tiempo, con Ikky…
- Ya no expliques nada que nadie tiene que disculparse por un revuelque – dijo DM encogiéndose de hombros y tomando el plato de Dita que ya estaba vacío, Dita solo sonrió pero Seiya muy avergonzado bajó la cabeza y se dejó caer en la silla junto al dueño de casa
- Quieres sopa? – preguntó el peliceleste acariciando la cabeza de Seiya que prácticamente se acostó en la mesa
- No… solo quiero dormir un rato – dijo el castaño sin poder ocultar un bostezo
- Te dejó exhausto el nuevo novio? – preguntó DM trayendo algo de fruta picada en un posillo y un plato de spaguetti
- Ángelo!!! – dijo Dita haciéndole ojos a su novio, a veces DM no entendía el significado de la palabra tacto o prudencia
- Qué?, no que todos somos amigos y nos tenemos confianza y no se que mas? – dijo el italiano alcanzándole un tenedor a su novio y trayendo uno para si mismo
- Ok., la verdad si y como tu dices tienes razón, estoy exhausto así que me voy a dormir un ratito, Shura dijo que venía en cuanto saliera del juzgado y supuestamente vamos a salir en la noche – contestó el castaño tomando un pedacito de piña del plato de Dita y poniéndose de pie para ir a su cuarto
- Ok., descansa cariño que al paso que van igual vas a tener una noche movida – dijo Dita con una sonrisa pícara, Seiya solo meneó la cabeza y se fue para su habitación, Ángelo comió tranquilamente con su novio y luego de dejar arreglada la cocina se fue a su restaurante, Dita se vistió y bajó a la florería, Ángelo le había dicho que esa noche no podría venir porque tenía un evento en su local, por eso habían quedado de verse en el almuerzo, Dita mientras arreglaba las flores sonreía, a la final este había sido un muy buen día
Ángelo pasó ocupadísimo la noche entera en el evento que estaba haciendo, serían las dos de la mañana cuando cerró el local, se dirigió a su auto y al subirse y salir de lo cansado que estaba no se dio cuenta del rumbo que tomó y no fue hasta que se parqueó frente al edificio de Dita que se dio cuenta de dónde estaba, el peliazul sonrió y se bajó del auto, entró con sus llaves y fue directo a la habitación de su novio, lo vio profundamente dormido bajo las mantas
Ángelo se desnudó y se metió en la cama acurrucándose junto al cálido cuerpo de su amante que se volteó y lo abrazó
- No que no ibas a venir? – preguntó Dita medio dormido
- No quise despertarte, y en verdad que no iba a venir pero me subí al auto y manejé sin pensar en nada y hasta darme cuenta ya estaba aquí, me atraes como imán lo sabías?
- Me alegro, pero abrásame que me sentía solo – dijo el peliceleste haciendo un puchero que hizo reír a su muy serio novio
- Ya no tienes que sentirte solo porque ya llegué, y pronto ya no me voy a ir, hablaste con Seiya?
- No hubo oportunidad, Shura llegó y se lo llevó, no ha vuelto, o no se si volvería porque ya me quedé dormido
- Bueno… ya habrá oportunidad, ahhhhhh… estoy tan cansado – dijo DM cerrando los ojos y llevándose una mano a la cien
- Duerme mi amor – Dita acarició el rostro del mayor que le sonrió y besó su mano, luego meneó la cabeza para contestar
- No… no es eso, estoy cansado de todo empezando por mi trabajo, los de la Facultad me van a matar, mis alumnos están acabando con mi paciencia, los empleados de mi restaurante hacen otro tanto, mi hermano, la gente del restaurante, estoy hasta cansado de toda la gente que va a comer en mi local, quiero tomarte a ti y desaparecer por unos días, qué dices?, cerramos las florería y nos vamos a la playa? – DM se incorporó en la cama y se volteó un poco para hablar de frente con Dita en la oscuridad
- En serio?
- Si… tu dejas encargado todo a Seiya, yo dejo encargado todo a Rada y nos vamos, ya mismo es el fin de ciclo y tengo unos días libres, solo imagínate los dos solos, tu y yo, arena, sol, mar, sexo en la playa, eso es lo que quiero… - Dita sonrió ante el prospecto, unas vacaciones sonaba justo lo que recomendó el doctor, él no se había sentido bien y tal vez un descanso era lo que le hacía falta
- Ok., mañana lo planeamos pero ahora ya duerme porque yo también tengo sueño – DM se volvió a acomodar en la cama y Dita se apoyó en su pecho, ambos estuvieron en silencio algunos minutos y parecía que dormían hasta que DM dijo en un susurro:
- Te amo Dita – el peliceleste sonrió y respondió:
- Y yo a ti
Seiya llegó a la mañana siguiente usando ropa de Shura y con una sonrisa saludó a Dita que estaba tras el mostrador de la florería tomando un te de hiervas para su estómago
- Nos va bien con el novio eh?
- Si… pero tiene un gravísimo problema – dijo el castaño dejando un pequeño bolsito en el que estaba su ropa
- Cuál? – preguntó todo intrigado Dita, si Seiya se veía tan feliz que defecto podría tener el abogado???
- Es mas alto que yo, mucho mas alto que yo, mira nada mas donde me quedan las mangas, no no no… eso es gravísimo – dijo el castaño con una sonrisa y se afanó a ayudarle a Dita con los clientes que llegaban, mientras tanto Shura llegaba a su oficina con una sonrisa única en su rostro, últimamente el abogado estaba siempre de buen humor pero esa mañana su buen humor se fue al diablo cuando en el parqueadero del edificio presenció algo que hizo que se le suba la sangre a la cabeza, Shura pudo ver a lo lejos una discusión que estaba muy subida de tono, un hombre alto de cabellos negros estaba zarandeando a un muchacho rubio de cabello largo, Shura no se iba a entrometer hasta que se dio cuenta que era Shaka el pobre muchacho que aterrizó pesadamente al suelo, sus lentes salieron volando y se rompieron
- Hey!!!!!!... hey tu!!!!!!... pedazo de cobarde, si a ti te estoy hablando… suéltalo inmediatamente antes de que llame a seguridad – gritó Shura atravesando el parqueadero lo más rápido que pudo porque aquel extraño ya había tomado al joven rubio del brazo y lo había jalado con violencia haciendo que se pare
- No te metas en lo que no te importa, quien quiera que seas… – dijo aquel pelinegro de largos cabellos en tono amenazante
- Que lo sueltes te digo, ahora mismo
- Quién es este eh?, tu amante?, con este es uno de los tantos con los que me engañas?, con esta basura te revuelcas, ah?, HABLA!!!!! – el pelinegro volvió a zarandear al rubio que lloraba sin poder defenderse y no decía nada, Shaka estaba como petrificado y ahí fue cuando Shura no esperó nada mas, lanzó al suelo su maletín y a la fuerza hizo que aquel hombre soltara al rubio que solo se arrimó a uno de los autos y se abrazó a si mismo, aún estaba muy asustado y temblaba
- Vete de aquí… vete por las buenas o te pondré una demanda por asalto con agravantes, atropello y todo lo demás que se me ocurra – Shura hablaba con una seguridad única y eso era todo lo que podía hacer porque aquel hombre de cabellos negros se veía fuerte, en una pelea directa en verdad lo lastimaría, Shura era un hombre pacífico y no estaba acostumbrado a peleas de bar ni mucho menos, si las cosas se complicaban le esperaban negras las cosas al abogado
- Así que tu eres uno de los abogados con los que trabaja este regalado, muy bien… me voy porque no me quiero ensuciar las manos contigo, pero tu… cuídate las espaldas que tu caballero en blanca armadura no estará siempre ahí para defenderte – Shaka escuchó estas palabras y un gemido lastimero salió de su garganta
- Déjate de amenazas que igual vamos a sacar una boleta de auxilio, lárgate de una buena vez
- Que les aproveche… desgraciados… - el pelinegro sin decir nada mas se dio la media vuelta y se fue, Shura fue hasta donde estaba el joven rubio que en ese punto se dejó resbalar en el suelo hasta quedar en sentado en él y lloraba con desesperación y miedo, se le notaba en el rostro lo asustado que estaba
- Tranquilo Shaka… ven… vamos arriba y ahí tomamos agua y te tranquilizas un poco, ven… puedes caminar?
- Si… yo… Shura… lo siento… lo siento…
- No es tu culpa… ven, arriba yo tengo un botiquín, está sangrando tu labio, te encuentras bien? – Shura se acunclilló para poder mirar a Shaka a los ojos
- Lo siento… lo siento…
Shura ayudó al rubio a ponerse de pie y caminaron lentamente por el parqueadero pero Shaka no quiso subir por el elevador, le daba vergüenza de que todo el mundo lo vea así, por lo que Shura lo subió a su auto y lo llevó a su departamento, Shaka no quiso ni oír el ir a un hospital y la casa de Shura estaba cerca así que lo llevó y ahí el joven pudo asearse, lavar la herida que tenía en el labio y cambiarse camisa porque su camisa estaba manchada de sangre, Shura le prestó una de las suyas para que se pudiera cambiar y ya luego cuando estuvo listo el dueño de casa sentó a su invitado en el filo de la bañera y con sumo cuidado con alcohol limpió su herida
- Lo siento… - dijo Shaka por enésima vez
- Ya no te disculpes, me quieres contar lo que pasó?, quién es ese sujeto?
- Es mi novio… - Shaka lo admitió bajando la mirada, la verdad no era su novio, su relación con él era bastante complicada pero no quería llorarle sus problemas a Shura que tan amablemente lo había ayudado
- Tu novio y te trata así? – Shura arqueó una ceja, él repudiaba todo tipo de violencia doméstica y tenía el peor de los conceptos de los tipos que golpeaban o maltrataban a sus parejas
- Es que… él es… Hades… es celoso y pues yo… lo siento… él no es así usualmente, él me ama… yo lo se…
- Ok., ya no te voy a decir nada, es tu vida pero… deberías analizar las cosas, tu tal vez lo ames pero asegúrate de que él te ame a ti, es todo lo que digo
- Gracias Shura por esto
- No tienes que agradecerme, vamos a la oficina?
- Si claro… estamos mas que atrasados
Shura llegó a la oficina con Shaka que no alzó la cabeza por nada para que nadie vea el labio roto que tenía y la mejilla hinchada que se estaba poniendo verde, Camus no estaba complacido, su abogado estrella estaba desaparecido últimamente y por mas feliz que estuviera con su nuevo novio eso no le daba derecho de fugarse en horas de trabajo
- Dónde estabas?, son mas de las 9 y media y tu recién llegas? – entró Camus a la oficina de Shura y se lo reclamó directamente, el pelinegro solo meneó la cabeza y cerró la puerta de la oficina
- Sé que estoy atrasado pero… siéntate, juré que no lo iba a decir a nadie pero tu si lo debes saber – el tono de Shura era grave
- Qué paso? – Camus se sentó a escuchar la historia que le hizo el abogado y al igual que el otro se llenó de indignación, Shaka era un joven tranquilo y por demás pacífico, era muy triste descubrir que estaba en una relación abusiva
- … y por eso llegamos tarde, por favor no lo regañes, él se siente mal como están las cosas no se diga si encima de todo tu lo regañas – el pelinegro abogado acabó de contar la historia y su jefe solo asintió
- Tienes razón, vine a ponerte al tanto del contrato de los vinos, el cliente está complacido con lo que hemos hecho y le gusta mucho los diseños que ha hecho Shaka así que nos pidió que lo manejemos todo
- A qué te refieres?
- Bueno… hace tiempo he pensado en expandir el negocio y esta es la oportunidad perfecta, nuestro lado manejará la parte legal con lo de los permisos, patentes, marcas y demás contratos al exterior y Hyoga va a manejar lo de la publicidad y contactos de venta
- Hyoga?
- Algo le tengo que poner a hacer porque me va a volver loco, así que si, Hyoga lo va a hacer y nosotros lo vamos a ayudar, el cliente es muy importante y extremadamente adinerado, está complacido con lo que hemos logrado pero ahora quiere que lo manejemos todo, cuento contigo para el proyecto?, mira que si nos sale bien ganaremos un buen dinero – esto dijo el jefe con una soñadora sonrisa, Shura había escuchado de este proyecto de los vinos por algún tiempo pero se cristalizó hace poco mas de un mes
- Claro… cuenta conmigo para lo que tu quieras – le aseguró el abogado, Camus le había dicho que le tiene que ayudar en el proyecto pero nunca le había dicho en buenas cuentas que era lo que quería que haga
- Le podrás comprar cosas bonitas a ese noviecito tuyo, y por cierto cuando arreglamos lo de la cena?, en verdad quiero que Hyoga lo conozca, aún no lo hemos hecho
- Cuando digas estará bien – dijo Shura con una sonrisa, él ya se lo había dicho a Seiya y su castaño había estado de acuerdo
- Perfecto, esta semana será, bueno… avísame si sabes algo mas del asunto de Shaka, él es nuestro diseñador y yo se que te va a sonar frio lo que te voy a decir pero… lo necesito enfocado en el negocio, muchas cosas dependen de esto
- Lo se…
- Muy bien, por eso trabajará directamente contigo
- Conmigo?, en qué? – Shura frunció el ceño, en qué podía trabajar con Shaka si sus ramas eran tan diferentes
- Tu eres Abogado administrativo, te necesito al frente del proyecto, yo no puedo hacerlo todo, las reuniones con el dueño de los viñedos, bueno con sus abogados, la representación y esas cosas las vas a hacer tu, tu vas a llevar el negocio como administrador, lo que hago yo, entiendes?
- Pero… y mis casos? – el pelinegro estaba un poco preocupado, él tenía la mayor cantidad de casos judiciales, si se dedicaba a esto de lleno no le quedaría tiempo de hacerlo todo o por lo menos no lo podría hacer bien
- No te preocupes que ya veré quien te supla, a ti te quiero a cargo de lo mas importante, mira que cuento contigo Shura
- Si Camus… lo que quieras
- Bien…
La cena con Hyoga fue super bien y a Camus en verdad le agradó Seiya, sus temas de conversación eran muy entretenidos y todos pasaron una noche genial, pero a raíz de eso como Shura estaba a la cabeza del proyecto de vinos cada vez tenía menos tiempo para pasar con Seiya, casi no se veían en el día y había noches en la semana que tampoco podían verse, Seiya se sentía algo abandonado pero no podía hacer nada, el trabajo de Shura era muy importante para él y además de todo le había dicho la responsabilidad que su jefe había puesto en sus manos al encargarle el proyecto mas grande de la firma, Seiya lo entendía aunque no le gustara
Una de esas noches Seiya estaba acomodado en su cama con su computador portátil en sus piernas, estaba escribiendo y eran casi las once de la noche cuando su teléfono celular sonó, era Shura el que llamaba
- Trabajando tarde? – preguntó el castaño mirando la hora en el computador
- Si… y tú como estás?, va bien la novela?
- Va… que ya es bastante, estás de camino a casa?
- No, la verdad estoy parqueado debajo de la tuya, puedes salir un ratito?
- Estás abajo?
- Si… quiero verte aunque sea un ratito, baja…
- Ok., ahí voy… - Seiya se arropó un poco mejor y tomó sus llaves al salir, bajó y en efecto Shura estaba dentro de su auto deportivo, Seiya se subió y se sorprendió al recibir un muy apasionado beso de su novio – Se nota que me extrañaste – dijo el castaño acariciando el rostro del abogado que juntó sus frentes y suspiró
- No tienes una idea, no me podía ir a dormir sin un beso, perdóname que te haya hecho bajar
- No quieres pasar mejor, hace frío
- Y Dita?
- Ya está dormido, como Ángelo madruga a ver las hortalizas y el pescado principalmente para su restaurante ellos duermen temprano
- Ok., vamos entonces, ayer no pude dormir porque me hacen falta tus besos y tus caricias como ni te imaginas – Shura miró significativamente al castaño que se sonrojó un poco, a él también le había hecho falta Shura por lo que le preguntó mientras el mayor subía las ventanas del auto y apagaba las luces y todo eso
- Mas te vale, cenaste?, quieres comer algo?
- Comimos pizza – respondió automáticamente el pelinegro, lo que era cierto, habían pedido pizza a la oficina
- Comimos?
- Shaka y yo, no creo que lo conozcas pero él es el que está encargado del proyecto conmigo
- Eso no me lo habías dicho – Seiya miró a Shura pero el pelinegro solo se encogió de hombros, para él era una simple omisión sin importancia por lo que contestó:
- Se me pasó, de cualquier manera Shaka es diseñador gráfico y él está haciendo todo lo relativo al diseño de mercado del producto y eso, Hyoga no es de mucha ayuda, como es el novio de Camus pues… nos deja todo el trabajo a nosotros, por eso es que estamos tan presionados
- Ya no te estreses amor, mejor vamos arriba, te doy un masaje y te relajas un poco, que tal suena eso?
-Suena divino…
Seiya y Shura subieron al departamento y en verdad el castaño llevó a su novio a su cuarto, lo desnudó, lo acostó en su cama y le dio un masaje que arrancaron gemidos de dolor de su garganta, como Shura estaba tan estresado todo le dolía y sus músculos estaban tensos hasta la médula, Seiya trabajó en su espalda con fuerza hasta que algunos sonoros “crack” se escucharon
- Aurita te duele pero me lo vas a agradecer mañana – dijo el castaño besando la nuca del pelinegro que estaba quietecito en la cama, en verdad que se sentía mejor
- Me duele…
- Lo que te hace falta ahora es un relajante muscular y una buena noche de sueño
- No… tu me haces falta, bésame, ámame, hazme tuyo…
- No estás cansado?
- Nunca podría estar cansado para hacerte el amor, quítate la ropa… quítame la ropa… así… mmmm… eso es un masaje con servicio completo – Seiya ante la petición de su novio no pudo negarse y se sacó el buso que estaba usando, se bajó de la cama y se quitó los pantalones de pijama mientras Shura lo miraba con ojos de deseo, el abogado estaba usando solo la ropa interior que se la quitó e hizo un espacio en la cama para que su castaño se acueste a su lado, Seiya no se acostó a su lado sino que mas bien se sentó en sus caderas y se agachó para besarlo
- Tenemos que hacer silencio, no queremos despertar a Ángelo – dijo el castaño cuando tomó la despierta hombría del mayor y la empezó a frotar contra la suya propia
- Eso… va a… estar… difícil… - Shura cerró los ojos y se mordió los labios disfrutando las caricias de su castaño que obraban maravillas en su piel
- Shhhhh… mejor bésame – dijo Seiya y el pelinegro no esperó nada, tomó a su niño de la cintura y voltearon posiciones en la cama que rechinó solo un poco, Shura se acomodó entre las piernas del castaño y se las flexionó mientras lo besaba con pasión
- Delicioso… mmmm… - Shura que había estado quieto ahora movía sus caderas llenándolos a ambos de placer, Seiya gimió y se abrazó de su amante mientras este lo dilataba preparándolo para recibirlo y se arqueó en la cama cuando finalmente Shura lo penetró
- Shura… despacio… mmmmm…
- Así?... así te gusta?...
- Ajá… ohhhh Shura…
La pareja se movía con abandono en la cama mientras hacían el amor, poco a poco ellos fueron encontrando su ritmo y sus noches eran siempre cargadas de pasión y amor, el cuarto pronto se llenó de gemidos ahogados en besos, jadeos disimulados y palabras de amor, ya cuando todo había acabado ambos estaban recostados en la cama besándose suavemente y acariciándose con ternura
- Es verdad… no te lo conté, te tengo una sorpresa – dijo el pelinegro incorporándose un poco para alcanzar sus pantalones, el pelinegro estaba ocupado buscando algo
- Además de venir aquí a la media noche? – contestó Seiya muy divertido acomodando su almohada
- Sip… has ido a Estados Unidos alguna vez? – aparentemente Shura encontró lo que estaba buscando porque se recostó una vez mas, algo tenía en las manos pero lo estaba ocultando de Seiya
- Si, fui hace muchos años a Disney, por qué?
- Tienes visa?
- No, la tendría que renovar, por qué? – a Seiya le mataba la curiosidad y se incorporó un poco, quería ver lo que Shura estaba escondiendo en su espalda pero el pelinegro se movía y no lo dejaba, ambos reían en la cama hasta que Shura le mostró un sobre al castaño que lo tomó pero no entendió hasta que ocn una sonrisa el abogado se explicó al decir:
- Pues renueva tus papeles amor porque nos vamos a Las Vegas
- En serio?, cuándo? – ahí el castaño abrió el sobre y vio un folleto de uno de los casinos mas grandes y dos pasajes de avión
- En tres semanas, mi cliente estrella nos dijo que estaba complacido con nuestro trabajo hasta ahora y como cerramos un negocio con los americanos como bono le dieron a Camus estos pasajes pero él no los va a usar
- Por qué?
- La verdad no se ni me interesa, el asunto es que me los dio a mi y yo quiero llevarte a ti, que dices?, vamos?
- Vamos… esto es genial, nos vamos a Las Vegas… - Seiya saltó en la cama y Shura sonrió al ver la felicidad de su niño, lo besó en los labios y volvieron a recostarse en la cama
- Nos vamos a Las Vegas…