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FUEGO Y HIELO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Ohhh que débiles son los humanos... 

No puedo decir nada mas, espero que les guste el capítulo 

Capítulo 15.- Solo el hombre es el animal que tropieza dos veces con la misma piedra

 

La semana en la que Shaka estuvo en el hospital, Shura se dio modos y con su trabajo y todo lo iba a ver y pasaba mucho tiempo con él, el rubio estaba de mejor humor con el pasar de los días hasta que llegó la noche de año nuevo, Shura había ido temprano pero mas o menos a las cuatro de la tarde cerró el libro que había estado leyendo, se levantó de su asiento y fue hasta el perchero para tomar su abrigo, Shaka lo miró y le preguntó:

- Te vas temprano hoy?

- Si… lo siento es que Seiya llega a casa y quedamos en ir a una reunión que hace el hermano de su editor

- Ohhh… lo siento, no sabía que Seiya no estuviera en la ciudad – dijo Shaka y su tono de voz cambió drásticamente, el solo pensar en Seiya hacía que su alma se llene de amargura

- No… se fue a hacer su gira promocional del libro que lanzó, va a estar fuera de Londres por un mes pero dentro de su itinerario estaba volver para año nuevo – respondió algo incómodo el abogado, Seiya no había salido como tema de conversación

- Entiendo… feliz año nuevo Shura

- Feliz año nuevo Shaka, espero que el año que viene te traiga toda la felicidad del mundo

- Solo sé que no puede ser peor que este, eso es algo verdad?

- Si… es algo…

 

Shura besó la frente del rubio y salió de su habitación, tenía que recoger a Seiya del aeropuerto y el tráfico estaba terrible pero si pudo llegar a tiempo, el castaño sonrió a lo que vio a Shura esperándolo al final del pasillo y al llegar a él soltó sus maletas y se lanzó a los brazos de su novio besándolo con pasión, Kanon venía atrás y solo sonrió al ver la escena, el editor estaba podrido de oír hablar al castaño de su novio, se notaba que Seiya amaba al abogado que lo estrechaba entre sus brazos

- Los esperamos esta noche, si tienes la dirección verdad? – dijo el peliazul al llegar a ellos, la pareja se separó un poco y el castaño asintió

- No quieres que te lleve?, tengo el auto afuera – ofreció Shura, el tráfico estaba complicadísimo por los ríos de gente que llegaban y salían del aeropuerto pero Kanon solo meneó la cabeza y señaló a la puerta, allí un muchacho de blanca piel y cabello lila que era joven de la misma edad que Seiya mas o menos lo estaba esperando y le sonreía

- Ya llegaron por mi, nos vemos esta noche, no lleguen muy tarde – el editor abrazó a su escritor estrella y siguió su camino hasta el final del pasillo en donde aquel hermoso muchacho lo recibió con un apasionado beso

- Aquel es Sorrento, o por lo menos debe ser Sorrento que es el novio de Kanon, no sabía que tuviera novio porque es muy reservado  pero ahí donde lo vez le hizo una visita sorpresa el martes

- El martes?, pero el martes no estaban en…

- Oxford… si ahí estábamos pero Sorrento tomó el tren y lo fue a visitar, le dijo que lo extrañaba y que no podía dormir sin un beso, me pareció tan romántico – el castaño suspiró y tomó la manija de su maleta pero Shura se la quitó para él llevarla y lo tomó de la mano

- Pues si… cómo estuvo el vuelo? – Seiya solo sonrió y habló de todo su viaje hasta ahora mientras estuvieron en el aeropuerto y luego mientras iban por las atestadas calles de Londres en dirección a su departamento, al llegar Seiya dijo que necesitaba un baño con urgencia y se fue desnudando lentamente por el departamento, botaba al piso prenda por prenda y miraba a Shura con una sonrisa pícara, el pelinegro empezó a hacer lo mismo y cuando llegaron a la habitación ya estaban desnudos

 

Su baño fue por demás apasionado, el tiempo separados había sido mucho para ellos y se amaron con abandono en la bañera de su departamento hasta hacer retumbar las paredes, ya luego cuando todo acabó Seiya estaba sentado entre las piernas de Shura que le estaba lavando el cabello

- … y Kanon dice que mi  novela se está vendiendo muy bien, me dijo que si las cosas siguen así van a hacer una segunda edición del libro, nunca pensé que se diera así, en las librerías a las que fuimos habían muchas personas esperando para hablar conmigo, hasta algunas casas editoriales me dieron sus tarjetas y me dijeron que si quiero cambiar representantes piense en ellos

- Eso no lo puedes hacer

- Lo sé, Kanon ha sido genial y me ha dado mucho apoyo no  podría hacer una cosa así, ya me conoces… yo soy fiel hasta la muerte

- Me alegro pero no es por eso, el contrato que firmaste te ata a la Casa Editorial Gémini por un plazo de cinco años y les debes entregar por lo menos un libro anual

- Eso no es problema, ya tengo dos borradores terminados, Kanon ya los leyó y le encantaron, me dijo que debería hacer una serie de uno de ellos y lo estoy haciendo, supuestamente tenía que haber empezado estos días pero me ha dado pereza, tengo mucho sueño y duermo mucho

- Eso es por tu estado pero dime… si te has sentido bien, no te ha dado nada extraño?

- No… tengo mas hambre de la usual pero no puedo comer nada, todo me hace daño, he vivido esta última semana a base de leche y pan, tengo sueño y me siento un poco cansado pero nada mas, sigo antojado de cosas pero de nada extremo, el otro día me moría por unas uvas, uno de los asistentes de Kanon las tuve que ir a comprar para mi, todos ellos se han portado muy bien conmigo, por eso si quiero ir a la fiesta de esta noche, que dices?, vamos?

- Si… lo que tu quieras, yo solo quiero que me beses a las 12 en punto, quiero recibir el año contigo

- Eso es una promesa…

 

A las nueve de la noche Seiya y Shura llegaban a la dirección que Kanon le había dado y el castaño no lo podía creer, es que eso no era una casa… era una mansión, Seiya sonrió asombrado al entrar en aquella casa en la que pudo ver a todas las personas de la editorial, muchos meseros que iban y venían con charolas de bocaditos y copas de varios tamaños, el pelinegro abogado vio a muchas personas del circulo social legal de la ciudad, alrededor de 200 personas ya estaban reunidas en amplias tiendas que se habían colocado en el patio de la mansión y en medio de todo esto estaba los gemelos Takamura atendiendo a todos sus invitados

- Seiya… mi escritor estrella, me alegro que hayan podido venir, gusto en verte Shura – era Kanon en el que se había acercado y a manera de saludo abrazó al joven castaño y estrechó la mano de su serio novio

- Wow Kanon… no me dijiste que vivías en un palacio – dijo Seiya tomando una copa de champagne para después sonreír y pasársela a Shura, Kanon tomó una copa para dársela a Seiya que negó con la cabeza educadamente y llevó una mano a su vientre

- Es verdad… soy un tonto, por favor un vaso con jugo de naranja – el anfitrión pidió la bebida al mesero que asintió y se alejó

- Felicitaciones, tu casa y tu fiesta están espectaculares – dijo Shura dándole un sorbo a su bebida

- Uno hace lo que puede – respondió el editor en jefe con una sonrisa

- Uno hace lo que puede en qué hermano? – el otro gemelo se había unido a la conversación, el médico llegó y de la misma manera abrazó a Seiya a manera de saludo y estrechó la mano de Shura

- En la casa Saga, en la casa…

- Que bueno verte tan bien Seiya, tienes buen color – dijo el médico con una sonrisa al castaño que sonrió también

- Me he sentido bien, no he tenido problemas y eso que han sido unos días muy movidos, tengo un poco de problemas con la comida pero nada de cuidado – respondió el castaño a su médico y aceptando el jugo de naranja que el mesero le había traído

- Me alegro, yo se que eres joven y por eso no tienes achaques pero tienes que cuidarte, no dejes que mi hermano te tenga de pie mucho tiempo, tu sabes que este tipo de embarazos son siempre riesgosos y debes cuidarte por ti mismo y tu bebé – dijo Saga con una sonrisa, Shura arqueó una ceja, a él no me gustaba en lo mas mínimo la manera en la que el doctorcito aquel hablaba y le sonreía a Seiya, qué le pasa?, qué se cree?, Shura por si acaso se acercó un poco mas a su castaño y le pasó un brazo por la cintura y le besó el cuello

- Se lo he dicho yo también, nada es mas importante para mi que la salud y el bienestar tanto suyo como de mi hijo – Seiya sonrió a las palabras de Shura, Kanon también pero por alguna extraña razón esta afirmación pareció molestar a Saga que sonrió por cortesía y acto seguido se disculpó para ir a atender a otros de sus invitados

 

Esa noche fue algo sorpresiva para Shura porque Kanon estaba agenciosísimo con Seiya y de lo que el pelinegro abogado conocía al dueño de la editorial muy pocas veces lo había visto actuar así con alguien tan joven, Kanon lo presentaba a muchísimas personas del círculo social de la casa editorial, lo presentó con otros escritores que habían sido invitados también, el abogado estaba algo sorprendido, esa noche vio a su pareja con otros ojos, Seiya a sus ojos era un muchacho dulce y muy atractivo, divertido, fresco y algo osado, pero esta noche vio otra faceta suya, la manera como Seiya hablaba de cualquier tema que salía a colación era digno de asombro, si era cierto que el castaño leía mucho pero Shura no esperó ver tanta soltura y facilidad de palabra en su novio, pero claro… Seiya era escritor… era lógico que así sea si desde que lo conoció el castaño siempre tenía un libro a la mano

- Quieres salir un momento?, me muero de calor y necesito aire – dijo Shura a su novio y Seiya asintió pero sus planes tuvieron que cambiar porque Kanon llegó con un reportero y querían hablar con Seiya, el pelinegro al ver esto le hizo una seña a su novio y salió el solo al balcón, afuera pudo respirar con algo mas de soltura, estas fiestas si eran lo suyo pero ahora se sentía como pez fuera del agua porque no conocía casi a nadie, bueno… todo sea por el bien de Seiya

- Por qué afuera tan solo si la fiesta es allá adentro – Shura se volteó al darse cuenta que ya no estaba solo en el balcón pero no pudo evitar una mueca al ver que se trataba de Saga, el peliazul médico solo sonrió y fue hasta la baranda para apoyarse en ella y conversar con el abogado que se volteó para mirar al jardín

- Necesitaba algo de aire es todo – el tono de Shura era algo seco, cada vez le agradaba menos el médico de Seiya

- Ajá… bueno por si quieres saber acabo de hablar con el hospital y tu “amigo” está bien – Saga acentuó la palabra amigo lo que hizo que Shura se volteara y arqueara una ceja

- A qué se debe el tonito?

- A que se que aquel pobre muchacho que está hospitalizado debe ser tu amante porque el hijo que esperaba era tuyo, a eso se debe mi tonito – respondió Saga con enojo

- Te informaron mal – respondió Shura apretando los puños, esto no se lo vio venir

- No… me informaron muy bien, la verdad es una pena que Seiya esté tan enamorado de ti porque no lo mereces, él merece a alguien que si lo valore y lo respete

- Alguien como tu verdad?, qué crees que no me he dado cuenta de como lo miras?, aléjate de él, no intentes nada porque te juro que te arrepentirás

- Amenázame todo lo que quieras, al final la verdad pesa mas que la vida de mentiras en la que lo tienes sumido y cuando Seiya se de cuenta de la persona que realmente eres te dejará

- Tu no sabes de lo que estás hablando

- Si lo se, el amor no daña y tu lo único que estás haciendo al vivir esta doble vida es dañar a Seiya… y a Shaka – el ambiente estaba sumamente tenso entre los dos hombres que estaban en la terraza, Shura iba a responder pero la puerta se abrió nuevamente y esta vez era Seiya el que entraba, el castaño se dirigió a Shura que lo recibió en sus brazos y besó su frente

- Hace frío… ya tomaste suficiente aire?, quieres entrar? – en los pocos momentos en los que Seiya estuvo fuera se le heló la nariz, Shura sonrió y asintió, abrazó al castaño y entraron a la casa dejando a un pensativo Saga en el balcón

 

El resto de la noche pasó sin eventualidades, a las doce de la noche todos los presentes corearon la cuenta regresiva y se dieron el beso y el abrazo del nuevo año, Shura apretó con fuerza al castaño contra su cuerpo y puso su mano en su vientre, Seiya estaba simplemente feliz, el día siguiente Seiya se sentía un poco mal porque le había hecho daño la comida y la pasó en casa atendido por Shura que como todos tenía el día libre, el pelinegro cuidaba con gusto a Seiya pero sus pensamientos estaban también en el frágil rubio que aún seguía en el hospital y como Seiya estaba en casa no lo podía ir a visitar ese día

 

Al día siguiente Seiya salió otra vez de viaje como estaba planificado en el tour promocional de su libro, el castaño esta vez no se quería ir porque no iba a estar en casa el cumpleaños de Shura, el abogado había hecho planes de ir a Italia a la boda de Dita y Ángelo pero ese matrimonio era el día 15 y su cumpleaños era el 12, el pelinegro le había asegurado que no había problema y que aceptaría todos los regalos que le quiera comprar en Italia, que no era bueno que viaje mas de lo que ya estaba haciendo porque eso no era conveniente ni para él peor para el bebé, Seiya había aceptado porque sabía que era lo mejor pero le daba cargo de conciencia estar separado de su novio en su cumpleaños

 

El castaño se fue temprano esa mañana lo que aprovechó Shura para alistarse e ir al hospital, al llegar vio a Shaka que estaba casi sentado en su cama apoyado en las almohadas, tenía la charola del desayuno enfrente de él y con una mano intentaba comer los huevos revueltos que le habían traído

- Déjame ayudarte con eso – el pelinegro sonrió y se sacó el saco, Shaka lo vio y sonrió aliviado porque pensó que Shura tampoco vendría ese día

- Que gusto verte – dijo el rubio que se veía mucho mejor, la hinchazón en su rostro iba bajando y ahora ya podía abrir ambos ojos, ya podía mover el brazo aunque le dolía hasta el alma y ya había intentado caminar también, su médico estaba optimista

- A mi me da gusto verte tan bien, dijo el médico cuándo te va a dar de alta?

- Al fin de esta semana

- Genial… odio los hospitales yo supongo que a ti te pasa lo mismo

- Como a todo el mundo – contestó el rubio abriendo la boca para recibir la cucharada que Shura le daba, esto era bueno, por lo menos el rubio ya estaba intentando comer, los primeros días se había negado pero ahora estaba poniendo todo su empeño en recuperarse, no quería que Shura lo viera como una carga

- Pues si… ayer hablé con Camus y me encargó saludos para ti, me dijo que te dijera que si querías tu antiguo puesto no habría problema y si quieres saber la verdad por mi tampoco hay problema, a ti te gustaba tu trabajo verdad?

- Si pero…

- No hay peros que valgan, tanto Camus como yo queremos que te sientas cómodo y ahora tenemos la ayuda de Mu

- Mu?

- El diseñador gráfico que entró en tu lugar, es bastante bueno pero no se compara contigo, hablé con Camus y lo convencí de que si tu aceptabas volver nos quedaríamos con Mu también, avanzaríamos mas rápido y así se supliría la ausencia de Hyoga

- Hyoga nunca hizo nada – puntualizó el rubio y era muy cierto, con el cuento de que Hyoga era el novio del jefe nunca hizo lo que supuestamente debía haber hecho en relación al trabajo y los dejó a ellos dos a cargo de todo

- Por eso mismo, tres cabezas piensan mejor que dos no te parece?, te aliviana la carga de trabajo a ti y a mi, que dices?, vuelves?

- En serio me quieres de vuelta en el equipo?

- Si Shaka… no quedamos en que íbamos a ser amigos?

- Está bien… acepto

- Genial, llamaré a Camus… y dime, qué quieres que te lea hoy?

 

Shaka estuvo en el hospital hasta el final de esa semana y fue el mismo Shura el que lo fue a sacar y lo llevó a casa, al llegar Shaka se sorprendió de ver su casa completamente limpia y arreglada, lo último que recordaba eran las cosas que volaban por todas partes pero Shura le explicó que habló con su casera para que le preste la llave y él había ordenado la limpieza de la casa y le había contratado una enfermera

 

Como Shura ya volvió a trabajar solo podía ir a ver a Shaka en las noches, el rubio se esmeraba por tenerle algo de cenar al abogado que lo agradecía porque no le gustaba comer solo, y con Seiya de viaje pues… su departamento le parecía vacío sin su castaño y como una especie de refugio iba a casa de Shaka que lo recibía cálido como siempre

 

El día del cumpleaños de Shura, el pelinegro había hablado por teléfono con Seiya que le dijo que lamentaba en el alma no estar con él, que lo amaba y que soñaba con volver a verlo, Shura le había dicho que entendía pero que en dos días podrían verse para poder decirse todo lo que se amaban en vivo y en directo y no por teléfono, esa noche el abogado fue como todas las noches al departamento de Shaka a visitarlo y al entrar vio al rubio de pie en el salón, Shaka ya caminaba con ayuda de un andador y se lo veía muy bien, la rehabilitación le dolía hasta el alma pero los extenuantes ejercicios ya le permitían estar móvil por lo menos en su casa, el rubio sonrió al ver a su ex amante llegar porque le tenía un pastel de cumpleaños y un regalo, Shura sonrió y abrazó con cuidado al dueño de casa antes de sentarse a la mesa

- No tenías por qué hacerlo, muchas gracias Shaka

- No… gracias a ti, a ti que me has ayudado tanto, a ti que me has cuidado todo este tiempo, a ti que me has ayudado a superar en algo mi dolor, gracias a ti por estar aquí para mi, feliz cumpleaños Shura – el rubio le sonrió y tendió su mano por sobre la mesa la que el pelinegro tomó y apretó con suavidad, luego apagó la vela que estaba encendida en el pastel, esta había sido una sorpresa muy bonita y la verdad no se la esperó, Shura tendía a deprimirse en sus cumpleaños y ahora estaba mas sensible porque Seiya no estaba en la ciudad

- De que es el pastel? – preguntó el abogado pasándole un plato al dueño de casa que estaba cortando un pedazo con el cuchillo

- De chocolate, de que mas? – Shaka sonrió y Shura también, hasta esos detalles el rubio se acordaba, vaya…

 

La noche fue tranquila, Shura y Shaka comieron pastel luego el abogado abrió su regalo y era una corbata, charlaron por varias horas hasta que dieron las 11 de la noche y ahí fue que Shura se levantó para irse, Shaka lo hizo también con algo de dificultad y lo acompañó hasta la puerta

- Te quedó buenísimo el pastel, me guardas un pedazo mañana?

- Pero por supuesto que si, no lo comeré sin ti, que tengas una buena noche y que la hayas pasado bien en tu cumpleaños

- Tu hiciste que la noche valiera la pena, hasta mañana Shaka

- Hasta mañana – Shura se inclinó para besar al rubio en la mejilla pero Shaka giró un poco el rostro y lo besó en los labios, Shura se separó instantáneamente pero Shaka lo tomó de la solapa del saco y lo volvió a acercar a sus labios y esta vez se besaron con pasión en la puerta de la casa

- No… no Shaka no…

- Las cosas no tienes por qué cambiar, yo te sigo amando, si me separé de ti era por mi hijo pero ahora… ahora las cosas pueden volver a ser como eran antes, piénsalo… yo te sigo amando, esta vez tendremos mas cuidado para que no vuelva a pasar lo que pasó

- Pero Seiya…

- Seiya no tiene por qué enterarse, esto es algo entre tu y yo… piénsalo… solo piénsalo… - Shura podía ver el ansia en los ojos del joven rubio, ese día entero el pelinegro se había sentido solo y lo único bueno de su cumpleaños había sido el pastel de chocolate de Shaka, el tenerlo tan cerca y sentir su calor… era demasiado para él, por lo que antes de cometer otra estupidez decidió que lo mejor sería irse de allí lo antes posible

- Hasta mañana Shaka, debo irme…

- Lo se… pero también se que volverás, y tu lo sabes también…

 

Shura se soltó del agarre del rubio con suavidad y caminó al elevador, esto no podía estarle pasando otra vez, no… ya no iba a ser tan estúpido de caer nuevamente, tenía que pensar en Seiya y en su hijo, si… eso es lo que debía pensar, tenía que poner a Shaka fuera de su mente, eliminar al rubio de sus pensamientos, claro… eso es fácil en teoría, por qué no podía sacarse a Shaka de la cabeza, era solo sentido de culpa o qué mas estaba pasando ahí???, con ese cúmulo de pensamientos el pelinegro se subió a su auto y se fue

 

Al llegar a casa el pelinegro tropezó con algo que estaba junto a la puerta, al encender la luz del pasillo vio una pequeña maleta y su corazón se hundió, se sacó el saco y lo colgó en el perchero, aseguró la puerta y fue a la habitación para encontrar a Seiya profundamente dormido en la cama con su ropa puesta, su castaño había venido por su cumpleaños sin decírselo y él… perdiendo el tiempo en casa de quien no debe, el castaño estaba acostado de lado y junto a su mano estaba un pequeño ponquecito que seguramente debía haber comprado en el aeropuerto que tenía una velita que no había sido encendida, Shura sonrió y se arrodilló en el suelo, acarició suavemente el rostro de su pequeño el que despertó y sonrió al verlo, lo abrazó y le susurró al oído: “Feliz cumpleaños mi amor”

 

Notas finales:

Y ahora???, por cuanto tiempo podrá mantener la mentira estavez Shura???, que pasará cuando Seiya se entere???, ya mismo se acaban las mentiras y el teatro se le cae al pelinegro,no se pueden perder los capitulos que vienen que están veneno

Muchas gracias por leer y nos vemos en lunes en el capitulo nuevo 


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