Capítulo 18.- Tick tick tick… booooom
Shura se quedó de pie en el pasillo por unos momentos y luego se acercó a su novio con una pequeña sonrisa para tratar se abrazarlo
- Seiya… - el castaño no dejó que el pelinegro lo tocara, Shura con tono calmado intentando tranquilizar a Seiya dijo: - Estás imaginando cosas, en serio lo que a ti te hace falta es descansar, vamos a la cama, yo te abrazo y luego de una noche de sueño reparador verás las cosas de diferente manera – Shura intentó tomar a Seiya de la mano pero el castaño una vez mas se hizo el quite y lo enfrentó:
- Aja… ahora veo cosas… como la camisa del otro día, el buso que estás puesto ahora mismo, tus llegadas tarde, el hecho de que salgas al pasillo a contestar las llamadas a tu celular, crees que soy estúpido o que???, deja por favor de insultar mi inteligencia tratando de negar lo que está frente a mis ojos, se hombre y acéptalo de una buena vez… tu tienes a alguien mas verdad? – Seiya estaba en verdad furioso pero la pena en su alma era mas, en verdad que había tratado de ignorar todas las señales pero ya no lo podía seguir haciendo, esto ya no era vida, Shura vio que ya no podía seguir engañando a Seiya así que se armó de valor y dijo bajando la cabeza:
- Si… - en esa afirmación en ese momento a Seiya le cayó un balde de agua fría, una cosa era sospecharlo y otra muy diferente que se lo confirmen
- Wow… te desconozco… tu… tu que parecías tan serio, tu que parecías tan honesto… tu… tu que me dijiste, que me juraste que me amabas, tu… ahora me sales con esto???, lárgate de aquí… fuera de mi vista!!!!! – Seiya hablaba con dolor, peleaba consigo mismo porque las lágrimas se le salían de los ojos pero no quería que Shura lo viera llorar, su corazón latía con violencia por lo que tuvo que apoyarse en la pared y sostener su barriga con una mano, la respiración le faltaba y sentía como si alguien le estuviera comprimiendo los pulmones desde adentro, esto era… horrible…
- Lo siento Seiya… en verdad lo siento, sé que no te mereces que te mienta y ya no lo voy a hacer, no sabes lo mal que me siento por hacerte pasar por esto, nunca quise hacerte daño, pero no puedes botarme de la casa, hemos planeado una vida juntos y vamos a tener un hijo, rayos!!!... Seiya… fueron las circunstancias las que… - Shura empezó a caminar por la estancia mientras hablaba, Seiya lo miraba con rabia y dolor, el pelinegro puso las manos en sus cienes al hablar pero no pudo acabar de decir lo que quería decir porque Seiya lo interrumpió al reclamar:
- Las circunstancias????, LAS CIRCUNSTANCIAS??????, yo te voy a dar una circunstancia – Seiya se arrancó del cuello con violencia la cadena que Shura le había regalado cuando se mudaron juntos y se la arrojó al abogado que no hizo el menor movimiento cuando el dije de la cadena le pasó rosando la mejilla
Seiya tomó fuerza y pasó hecho una furia junto a Shura por el pasillo en dirección a la habitación, Shura lo siguió y vio al castaño parado en puntillas haciendo esfuerzos por tomar una maleta de la parte alta del closet, Shura intentó impedirlo pero Seiya ya la había alcanzado y tiró de ella haciendo caer algunas mantas que estaban acomodadas sobre la maleta, el castaño lanzó la maleta a la cama y la abrió, caminó al closet una vez mas y tomó todos los armadores que tenían colgada su ropa y sin el menor cuidado los arrojó a la maleta abierta, Shura no se atrevía a moverse porque pensaba que eso iba a ser peor así que solo miraba a un fúrico Seiya empacar, el silencio era tenso y fue roto por la pregunta que el castaño tenía que hacer y Shura sabía que vendría:
- Quién es???, Shura… con quién me estás engañando??? – Seiya se quedó quieto en medio del cuarto lo que aprovechó el mayor para caminar hasta él y tratar de abrazarlo pero Seiya no se dejó y volvió al armario para ahora tomar unas camisetas y arrojarlas a la maleta pero Shura le quitó las prendas de las manos y lo tomó de los hombros para que se quede quieto y lo mire mientras intentaba hablar
- No hagas esto por favor… no te vayas… esto lo tenemos que hablar pero necesito que te tranquilices, así no lo podemos hacer
- Qué me tranquilice???, qué me tranquilice???, ándate a la mierda y dime con quién te estás acostando, es lo menos que me debes, dime!!!! – Seiya se soltó con violencia del agarre de Shura que bajó la cabeza y dijo:
- Es Shaka… de la oficina… - ante estas palabras Seiya abrió mucho los ojos lleno de indignación, ahora muchas cosas tenían sentido para él, la manera en que todos lo miraban con pena en la oficina de Shura, la desesperación cuando ese… tipo fue al hospital, el hecho de que Shura no hablara mucho de él, y Camus… Camus seguramente debía saberlo porque ese desgraciado siempre inventaba historias para cubrir las ausencias de ambos
- Ahora lo entiendo todo, quítate de mi camino Shura o no respondo – Shura estaba bloqueando su paso a la cama y por ende a la maleta, Seiya rodeó al pelinegro y acomodando la ropa sin el menor cuidado cerró la maleta y trató de alzarla pero no pudo por lo que cayó pesadamente al suelo
- Seiya por dios… no me hagas esto – Shura tomó la maleta y la volvió a poner en la cama, no podía permitir que Seiya se fuera así, lo tenía que detener a como de lugar
- Que no te haga que???, el que lo ha hecho todo aquí eres tu, tu que me engañaste y con ese???, claro… debe ser mejor en la cama que yo verdad?, como ahora yo estoy gordo ya no quieres nada conmigo y solo tenemos sexo porque te doy pena verdad?, dame esa maleta Shura, no empeores las cosas y déjame ir – Seiya respiraba todo agitado y se arrimó a la pared sosteniendo su pancita, el castaño sentía el latir de su corazón y la manera en la que sus piernas le empezaban a fallar, todo él estaba temblando de la furia que sentía
- Seiya por favor…
- Cómo pudiste hacerme esto a mi???, yo te lo di todo… yo te entregué todo… - dijo el castaño esta vez en un susurro, eso de ser posible fue peor para Shura, el abogado prefería escuchar mil veces los gritos de indignación del castaño y no la voz rota con la que Seiya habló ahora, eso le llegó al abogado hasta la médula y al ver a Seiya tan vulnerable como se veía ahora, apoyado a la pared, con la cabeza baja y sosteniendo su pancita, ahí Shura se dio real cuenta de lo que su engaño había hecho
- Seiya escúchame… lo sé, y no es solo eso, yo cometí un error pero te prometo, te juro que esto se acaba aquí, mírame por favor… no te vayas, no me dejes, yo te necesito, te amo Seiya, te amo… perdóname por favor… perdóname… - Shura no pudo evitarlo y lo abrazó, abrazó a Seiya con fuerza y en algo lo tranquilizó el hecho de que esta vez el castaño no lo esquivó pero todas sus esperanzas se fueron al suelo cuando Seiya le dijo con el tono mas frío que jamás había escuchado:
- Suéltame Shura… - el castaño estaba inmóvil arrimado a la pared, con el calor de la discusión y el hecho de que Seiya no se haya dejado tocar hasta ahora Shura no lo había notado pero Seiya estaba frío como un hielo y pálido como la muerte
- Seiya…
- Suéltame… no soporto que me toques, tu… al llegar te duchaste porque viniste de verlo a él verdad?, te revuelcas con él y vienes a meterte en mi cama?, eres un desgraciado infeliz… vienes de hacer el amor con él y me lloras pidiéndome que no me vaya???, quién crees que soy yo, y quién te crees que eres tu???, claro que me voy… dame esa maleta ahora mismo o sabes qué???, quédate con la maleta, ya no me importa solo no quiero volver a verte lo que me resta de vida – Seiya caminó por el pasillo pero no dio ni cinco pasos que se tuvo que apoyar otra vez a la pared y con ambas manos sujetó su pancita quejándose del dolor
Shura al verlo corrió a su lado pero Seiya no se dejó tocar y dio un par de pasos mas pero no pudo mantenerse en pie y cayó de rodillas al suelo con la respiración entre cortada
- Seiya… dioses… quieres que llame al hospital? – Shura estaba entrando en desesperación al ver a su castaño retorcerse del dolor en el suelo pero con todo y eso Seiya sacó fuerzas de donde no tenía y lo empujó
- No… no te atrevas… a volver a tocarme… yo puedo solo… - Seiya intentó volver a pararse pero no pudo y gimió del dolor haciéndose bolita en el suelo
- Seiya por dios no hagas esfuerzos… voy a llamar a una ambulancia – Shura sacó su teléfono y marcó desesperado tratando de levantar a Seiya y llevarlo a la cama o algo pero el castaño no quería que Shura lo toque
- No… te dije que no me toques… qué te importa lo que me pase? – Seiya haciendo caso omiso de los intentos de Shura de ayudarlo logró ponerse de pie por sus propios medios, el abogado lo seguía por el pasillo mientras le daba la dirección a la señorita que lo había atendido por teléfono
- Seiya por favor…
- Yo no te importo… si no te importé antes… cuando te revolcabas con ese… menos te voy... a importar ahora… - Seiya hacía esfuerzo hasta para hablar, Shura se sentía la peor rata del mundo porque la discusión que habían tenido le estaba provocando esto a Seiya que se notaba en su rostro que le dolía hasta el alma, el médico le había mandado reposo parcial desde esa tarde, el joven tenía apenas 24 semanas de gestación por lo que el cuadro no pintaba bien, Shura estaba desesperado al ver como las fuerzas se le iban a Seiya al tratar de caminar hasta la mesa de la salita en donde estaba el teléfono, el castaño no pudo mas y cayó al piso gimiendo de dolor
- Seiya!!!!
Shura gritó y en ese punto ya sin importarle nada lo cargó y lo llevó al mueble, le tocó la frente y el castaño sudaba frío, no estaba inconsciente pero si estaba medio ido y se quejaba del dolor, Shura corrió a la habitación y tomó la manta al pie de la cama, se puso sus zapatos, tomó las llaves del auto y sin mas cargó a Seiya para llevarlo él mismo al hospital, la ambulancia estaba tardando demasiado, Shura caminaba por el pasillo del edificio con dirección al elevador y un miedo irracional lo embargó, en sus brazos estaban los dos seres que mas amaba en el mundo y por su estupidez los estaba perdiendo, el pelinegro pensaba que en la vida podría perdonarse si algo le pasaba a Seiya o a su bebé y mientras el ascensor se movía él pedía a todos los dioses que permitieran llegar a Seiya con bien al hospital, que los salven, que los salven…
Al salir al parqueadero el abogado de un grito llamó al guardia el que al ver que uno de sus inquilinos llevaba en brazos a su pareja que estaba ya inconsciente en sus brazos se apresuró a ayudarle y le abrió la puerta de su deportivo y reclinó el asiento todo lo posible para poder acomodar al castaño en el asiento del copiloto, Shura acomodó a Seiya y cuando ya lo había hecho el guardia lo señaló y el corazón de Shura dio un vuelco, sus ropas estaban manchadas de sangre
- Aguanta Seiya… aguanta…
El abogado se subió al auto y salió como alma que lleva el diablo al hospital, Seiya como que despertó en el camino y se quejó nuevamente llevando sus manos a su vientre, el castaño estaba mareado y solo veía las luces de la ciudad que se movían a una velocidad vertiginosa a su paso, al llegar al hospital Shura dejó su auto mal parqueado en la entrada del hospital y él mismo cargó a Seiya y a gritos se abrió paso por los pasillos del hospital hasta que estuvo dentro de emergencias y los médicos de turno pusieron a Seiya en una camilla y le empezaron a chequear sus signos vitales, Shura estaba ahí de pie mirándolo todo con el alma en un hilo, veía como los doctores le conectaban electrodos a Seiya y como lo estaban preparando para un ultrasonido de emergencia mientras el castaño estaba inconsciente, eso fue una de las cosas mas impactantes que Shura había visto en su vida, a Seiya tendido en la camilla totalmente pálido e inmóvil
- Saga Takamura es su médico, llámenlo, él es de este hospital… llámenlo por favor – Shura rogó a las enfermeras, el médico de turno solo asintió con la cabeza y otro de los enfermeros salió disparado de la habitación, Shura seguía allí de pie mirándolo todo con ojos muy abiertos hasta que una de las muchachas lo tomó del brazos y le dijo:
- No puede estar aquí, venga por favor… - Shura la siguió a la sala de espera como un zombie y se quedó ahí, solo y desesperado sin saber que hacer o a quién llamar, por el pasillo escuchó a alguien correr, al voltearse vio a Saga que estaba vestido con el traje que se ponen los cirujanos para el quirófano, al verlo Shura le salió al paso
- Por favor… por favor sálvalos…
- Qué pasó?
- Seiya estaba muy agitado, discutimos pero eso no es importante… sálvalo a él y a mi hijo, por favor, ayúdalos…
- Haré todo lo que pueda, quédate aquí – el tono de Saga era por demás frío pero entró inmediatamente a la sala de emergencias
Una hora…
Dos horas…
Tres horas…
Cuatro horas… y el tiempo seguía su curso, los minutos parecían horas para el pobre abogado que estaba caminando de un lado a otro en la sala de espera, los médicos iban y venían, las puertas se abrían y se cerraban y nadie le daba razón de Seiya o su bebé
Pronto amanecería y no había noticias, nadie se había dignado avisarle nada, Shura había preguntado una y otra vez a la enfermera y nada, nadie le decía nada, y la angustia no le dejaba vivir, Shura se sentía pequeño, impotente y vil, en su cabeza se agolpaban las imágenes de su reciente discusión, la mirada llena de dolor de Seiya le perseguía cuando cerraba los ojos y se maldecía a si mismo, por su estupidez había puesto en riesgo lo mas importante de su vida, por qué le pasaban estas cosas a él?
***
Eran las dos de la mañana cuando Dita despertó con un fuerte dolor en el vientre, luego en la cadera y luego sus dolores empezaron a tener intervalos regulares de tiempo, Saga si se lo había dicho, podría dar a luz en cualquier día de estos así que el joven peliceleste despertó a Ángelo el que con toda la rapidez que fue capaz tomó el bolso que ya tenían listo, tomó las llaves de su auto y fueron al hospital
Dita hacía caras de rato en rato por el dolor que sentía pero sonreía, su hijito ya nacería, su bebé ya venía y eso le llenaba el alma, al llegar al hospital Ángelo fue por una silla de ruedas para llevar a su esposo y lo ingresó por emergencias, cuando iban por el pasillo vieron a Shura que caminaba de un lado a otro y tenía la ropa manchada de sangre, Dita se asustó
- Shura?, qué pasó con Seiya? – Dita preguntó con angustia
- No se… no me dicen nada aún, está ahí adentro y nadie me dice nada, Dita… - las lágrimas se le iban a Shura y se sentó en el sillón hundiendo el rostro en las manos
- Seiya está adentro?, se le adelantó el parto?, pero eso no puede ser o si? – Ángelo estaba confundido con las fechas, pero él sabía que Seiya no podía entrar en labor de parto aún
- No se… no me dicen nada – repitió Shura con cansancio y desesperación
- Seiya me llamó en la tarde y me dijo que iba a casa, que Saga le había mandado reposo, hizo alguna fuerza o algo?
- Reposo?, no… no me lo dijo… dioses Seiya…
En esos momentos le vino otra contracción a Dita y Ángelo ya no perdió mas tiempo y dejando a Shura allí solo otra vez, el peliazul se acercó a la enfermera y tomó la cartilla para llenar los datos del paciente
- Mi médico es Saga Takamura – dijo Dita regresando a ver a Shura que no se había movido de su asiento, el abogado parecía ido
- Lo siento, el Dr. Takamura está encargado de un caso algo complicado que llegó hace rato pero está en la sala de emergencias, ohhh mire allá va…
Las puertas de la sala de emergencias se abrieron y vieron a Saga que venía caminando todo apurado junto a una camilla, en la camilla estaba Seiya, el castaño tenía muchas cosas conectadas, electrodos, sueros, sondas y demás vainas, al verlo Shura casi se muere
- Doctor por favor, cómo está? – Shura caminó junto con la camilla tomando la mano de Seiya que la sintió helada
- Lo estamos tratando de estabilizar pero el caso es complicado, Seiya presenta la presión elevadísima pero no lo podemos medicar por su estado, lo tenemos que tener en observación, lo estamos llevando a terapia intensiva, ahí lo pueden tener monitoreado de mejor manera, tranquilo Shura, Seiya es joven, todo saldrá bien…
- Puedo ir con él?
- No… tienes que esperar aquí, lo siento…
Saga se perdió junto con la camilla de Seiya y pasaron por unas puertas dobles por las que Shura no pudo pasar, el pelinegro no pudo mas y se arrimó a la pared dejándose caer hasta quedar sentado en el piso, Seiya se veía tan mal… esto no podía estar pasando… dioses… que todo fuera un sueño… que todo fuera un sueño…
Dita fue admitido y el Doctor Kotara le iba a asistir en su cesárea, Saga estaba ocupado con Seiya lo cual era lógico, el peliazul doctor pasó junto a la cama del castaño hasta que su presión se pudo estabilizar, poco tiempo después Seiya despertó y se sentía fatal, todo le dolía y estaba mareado, el castaño tardó algunos minutos en enfocar su mirada y lo primero que vio fue a Saga de pie a su lado escribiendo algo en una cartilla
- Mis bebés… mis bebés… - Seiya llevó una mano a su vientre y respiró con algo de alivio al sentir su redonda pancita
- Tus bebés están bien, estás en el hospital y aurita tus signos vitales ya están un poco mas estables, bebe un poco de agua – Saga le acercó un vaso con agua y un sorbete al castaño que tomó un pequeño sorbito que le pareció la gloria porque tenía la garganta seca
- Gracias Saga…
- Shura está desesperado por afuera, lo llamo?
- No… él ya no es nada mío, sácalo de aquí, dile que me morí, no quiero verlo nunca mas – dijo Seiya y volteó el rostro para ocultar las lágrimas que rebeldes bajaron por su mejilla, el castaño abrazó su pancita y trató de hacerse bolita pero no podía moverse, a Saga verlo así le partió el corazón, Seiya le parecía un muchacho fuerte y alegre y el verlo ahora destrozado en una cama de hospital le llegó al alma
- Ohhhh ya veo, es por eso que se disparó tu presión?,
- No me quiero ni acordar – dijo Seiya tomando la mano de su médico que le limpió la mejilla suavemente
- Seiya… recuerda que todo tiene solución
- No, esto no lo tiene, Shura me engaña con otro y el muy cínico lo reconoció y me lo dijo en mi cara, él no me ama y yo no me puedo quedar en una relación así, es en serio lo de que no lo quiero ver, Saga… por favor no lo dejes entrar y no le des noticias mías o de mis bebés – Seiya hablaba con desesperación y Saga solo sonrió y asintió, si Seiya no quería ver a Shura pues lo complacería, si eso lo mantenía tranquilo lo haría, eso era lo importante
- Está bien… no le diré nada pero quiero que tu estés quieto y tranquilo, no mas lágrimas, no mas agitamientos, piensa en tus bebés, necesito que estés tranquilo por su bien, lo harás?
- Si… solo no dejes entrar a Shura y… Saga… me puedes prestar un teléfono?
- A quién vas a llamar?
- A mi papá, a mi hermana, Saga… puedo ir a Francia en tren?, no quiero estar aquí, no puedo estar aquí, necesito irme y alejarme de él, por favor Saga por favor… - Seiya tomó la mano de su médico y prácticamente le rogó el irse, Saga lo vio complicado pero sería peor la desesperación del castaño si se quedaba en la ciudad, si en Francia estaba su familia si era mejor que se vaya
- No… por tren no puedes ir, por ambulancia si, quieres que lo arregle todo?
- Si por favor… por favor, no quiero estar aquí, Saga ayúdame…
- Está bien, yo lo arreglo todo pero tu quédate quieto y no te muevas en lo posible, necesito que estés tranquilo, necesito que conserves baja la presión, no quiero que te exaltes por nada, ya te traigo un teléfono
- Gracias Saga… gracias… - Saga salió del ala de terapia intensiva y dejó a Seiya al cuidado de una de las enfermeras y fue a ver a Dita, su cesárea debía haber terminado hace tiempo pero a fin de cuentas él también era su paciente
Shura estuvo parado ahí en la sala de espera del hospital por horas, el pelinegro no había pegado un ojo toda la noche, su celular sonaba sin cesar y eran llamadas de la oficina pero en esos momentos a Shura le importaba un severendo rábano el maldito negocio de los vinos, que se vaya todo al diablo, no le importaba, solo Seiya era lo importante en esos momentos, el abogado había estado pensando la manera de entrarse a esa ala aunque sea a la fuerza y cuando vio un momento de descuido de los guardias aprovechó esta oportunidad y fue por el pasillo asomándose a todas las habitaciones hasta que vio a Seiya que estaba acostado de ladito en la cama de espaldas a la puerta
La enfermera de turno recordando las palabras del mismo castaño y de su médico trató de impedirle el paso al extraño a la habitación pero no pudo, Shura se dio modos y pasó por sobre ella que corrió a llamar a seguridad, el pelinegro rodeó la cama y se arrodilló junto a la cabecera, Seiya estaba usando una mascarilla de oxígeno pero estaba despierto porque tenía los ojos abiertos, su respiración era dificultosa pero estable
- Seiya… me estaba muriendo de la desesperación, cómo estás?, cómo te sientes? – el pelinegro bien pudo estarle hablando a la pared porque Seiya ni siquiera se dignó en mirarlo, tenía la mirada perdida en un punto de la pared tras de Shura, el abogado tomó las manos del castaño y trató de hacer que lo mire pero Seiya lo estaba ignorando olímpicamente y ni siquiera retiró sus manos las que estaban heladas, Shura pensó que algo estaba mal con él y le acarició el rostro al decirle: - Seiya por favor…mírame, dime algo… Seiya te amo, por favor… por favor no me ignores… - Seiya alzó la mirada y vio al que era su pareja con profundo dolor y retiró sus manos de las de Shura
- Vete Shura… no quiero verte – respondió Seiya quitándose la mascarilla de oxígeno y haciendo un esfuerzo para hablar
- No Seiya… no me pidas que me vaya porque no lo haré, yo estoy aquí para ti y te cuidaré, lo que sea necesario, lo que haya dicho el médico lo haré, Seiya por favor, dime… que pasó?, tengo miedo por ti y por nuestro bebé, por favor Seiya no me alejes de tu lado – Shura llevó la mano de Seiya que no había soltado y la besó, en ese momento el abogado quería morirse, Seiya estaba como… apagado, solo había visto una mirada así una vez antes y era cuando Shaka había perdido a su bebé pero este no era el caso, Seiya aún tenía pancita y el abogado puso una mano en ella, el castaño retiró la mano de Shura con violencia de su vientre y una lágrima escapó de sus ojos
- Ya nada importa Shura – dijo Seiya con voz apagada y una lágrima bajó por su mejilla, eso descolocó totalmente al abogado que preguntó con el alma en un hilo:
- Qué quieres decir?
- Que ya no tienes que temer por el bebé, Saga estuvo aquí todo este tiempo monitoreándolo, tratando de salvarlo pero…
- Pero qué?, por favor habla Seiya, qué dijo Saga? – Shura temió lo peor y las próximas palabras de su castaño se lo confirmaron cuando Seiya dijo con un tono bastante inexpresivo:
- Saga me acaba de decir que lo perdí, que pese a todos sus esfuerzos el bebé murió y que me van a operar para… para… sacarlo… vete Shura, lo que menos quiero ahora es verte… ya nada nos une… vete con ese y a mi déjame en paz
Seiya no podía voltearse en la cama pero de haber podido hacerlo lo hubiera hecho, pero si volteó el rostro para no ver mas a Shura, no podía verlo a los ojos luego de haberle dicho lo que le dijo, en estos momentos no podía tenerlo ahí arrodillado junto a su cama rogándole perdón, Seiya estaba destrozado por lo que había pasado y no soportaba tener a Shura cerca, Shura en cambio se quedó inmóvil, no podía creer lo que había pasado y estaba en Shock, cuando los guardias llegaron lo sacaron a rastras de la habitación del castaño y lo dejaron afuera en la sala de espera, la magnitud de lo que estaba pasando no comenzaba a golpearle y su maldito teléfono celular que no paraba de sonar, en un arranque de furia el pelinegro lo lanzó a la pared en donde el aparato se despedazó y el abogado cayó de rodillas al suelo hundiendo su rostro en sus manos, amargas lágrimas resbalaban por sus mejillas y no pudo hacer mas que gritar al cielo:
- Noooooo!!!, por qué????, mi hijo… no!!!!!!