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FUEGO Y HIELO por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el primer final de esta historia y a petición suya es el final de Ikky, el que por cierto les manda todos sus saludos y su cariño, se alegra en el alma que lo hayan escogido a él, Shura también anda por aquí y está algo triste, su final quedará para el lunes

Espero que les guste el primer final

Capítulo 30.- Verdades escondidas (Primer final)

Seiya despertó en la penumbra de la noche con el llanto de uno de sus bebés, el castaño se empezó a mover para ir a verlo pero Ikky lo abrazó por la espalda y le besó en el hombro para decirle en un susurro:

- Tu duerme, yo voy…

- Ok. – Seiya volvió a cerrar los ojos y se durmió inmediatamente para despertar después cuando una manito le abrió el ojo, el castaño enfocó su mirada y vio el rostro sonriente de su niña que estaba sentada en la cama apoyada en Ikky que estaba acostado pero la había traído porque la pequeña Hanna se había vuelto a despertar y había amenazado con llorar, ya había amanecido cuando Seiya la tomó en sus brazos y la llenó de besos, Ikky a su lado sonrió y acarició la cabecita de la pequeña que ahora reía ante las atenciones de su padre

- Que hora es? – preguntó Seiya a Ikky, el castaño se volteó en la cama y acarició el rostro del peliazul con una sonrisa, Ikky no era lo que se podría llamar madrugador pero en contra de todo pronóstico nunca se había puesto mal genio ni nada por el estilo por los madrugadores bebés, mas bien les hacía todas las atenciones y jugaba con ellos, Ikky no era lo que se llamaría apegado a los niños pero a los pequeñitos de Seiya los amaba y los niños eran muy pegados a él

- No se… temprano – Ikky se estiró en la cama y recibió en sus brazos a la pequeña que se le lanzó a él y lo abrazó, Seiya sonrió feliz, su gira con los libros había terminado hacía mas de un mes y había tenido unos días tranquilos ahora que Shura ya no era una constante en su vida, el pelinegro había cumplido sus promesas y ya no lo había llamado, todos los sábados en las tardes iba a visitar a sus niños pero las cosas ahora habían cambiado, ya no exigía hablar con él por lo que no se habían visto para nada y por ese lado las cosas se habían tranquilizado, Seiya se sentía aliviado al no tener que tratar mas con Shura, en este tiempo en que en verdad el abogado lo no había buscado Seiya respiraba con mayor facilidad por lo que estaba mas relajado en términos generales y eso tenía mucho que ver con Ikky

- Qué vas a hacer hoy? – preguntó Seiya, era martes pero los días de Ikky no eran todos iguales, su trabajo era algo impredecible, ciertamente el peliazul tenía un horario flexible aunque si había semanas que trabajaba largas horas, lo único bueno en esos días estresantes era que Seiya siempre lo recibía con la cena, con un baño caliente en tina y con el ocasional masaje, Ikky se sentía en el cielo porque últimamente Seiya se mostraba mucho mas abierto y receptivo, estaban recuperando en gran medida la intimidad que antes compartían, había amor nuevamente en ellos…

- Tengo una reunión a las once pero no creo que sea muy demorada, hoy tenemos que ultimar los detalles del lanzamiento del disco la semana que viene, si te lo conté verdad?

- Si, si me lo contaste, y en la tarde?

- Yo creo que ya hemos trabajado mucho en este asunto y pensé darles a todos los míos la tarde libre, estamos cerrando este proyecto y lo que nos falta decidir son a los que nos vamos a enfocar ahora, pero en temas mas alegres… nos vemos en el parque a la hora del almuerzo? – preguntó Ikky acomodándose en la cama, sentando a Hanna sobre su estómago y besando en los labios a Seiya

- Genial, podemos ir a ese lugar donde venden esas costillas que estaban buenísimas, te acuerdas que fuimos hace tiempo? – a Seiya le brillaron los ojos ante el prospecto de almorzar con Ikky, al peliazul le encantaba el hecho de que Seiya se alegrara de verlo o de pasar mas tiempo con él o de verlo entre el día, eran las pequeñas cosas en las que Ikky se podía dar cuenta que su Seiya no solo lo amaba, se había enamorado de él otra vez

- Claro… aunque yo quiero comerme tu costilla – Ikky con Hanna sentada en su estómago se dio modos y abrazó a Seiya de la cintura y lo atrajo a su cuerpo para besarle el cuello, Seiya se retorcía mientras se reía porque el roce de la naciente barba de Ikky en su cuello le hacía cosquillas

- No no no… mi costilla no – Seiya reía tratando de soltarse pero no podía, en eso todos se quedaron quietos porque escucharon un grito por el intercomunicador del cuarto de los bebés, Paul se había despertado, Seiya besó a Ikky el que lo dejó ir para que pueda traer al bebé que estaba todo retobado cuando llegó a la cama y se abrazó a Seiya con fuerza, Paul no quería saber es nada y se quejaba mientras el castaño le acariciaba la espaldita

- Amaneció mal genio eh?, Paul es muy parecido a ti cosa linda, la princesa se parece a mi porque siempre se despierta risueña, verdad tu? – la pequeña niña se sacó el chupón de la boca y se lo dio a Ikky que lo tomó y besó su mejilla, Seiya sonrió a este comentario, a veces si deseaba que sus hijos fueran de Ikky, eso hubiera facilitado todo aunque Seiya estaba convencido de que Ikky los consideraba suyos, a la final los pequeños eran muy parecidos a Seiya pero tenían los ojos y los cabellos negros

- Pues si, pero Paul es mas mimosito – Seiya beso la cabecita de su hijo que se quejó una vez mas y volteó su rostro escondiéndolo en el cuello de su padre

- Solo contigo es mimosito, bueno… de cualquier manera son hermosos y están sanos que es lo que importa, entonces nos vemos en el parque a eso de la una?

- Es una cita – dijo el castaño con un guiño de ojo, Ikky sonrió y lo besó en los labios a pesar de las quejas de Paul y sus quejidos de molestia, cuando Paul se ponía así no toleraba que nadie toque siquiera a Seiya, ni su hermana ni Ikky, Paul era sumamente pegado a Seiya, solo el castaño lo podía calmar cuando estaba mal genio aunque lo mismo le pasaba a Ikky con Hanna

- Sabes a donde deberíamos ir?, hay una piscina cerca de aquí que tiene unos juegos de agua para niños, mi asistente me dijo que lleva siempre allá a sus hijos y que la pasan bomba, podríamos ir este fin de semana, que te parece?

- Ohhhh eso sería genial – respondió Seiya con una sonrisa, en eso no habían pensado y era precisamente Ikky al que se le ocurrían todos los planes y lugares a los que podían ir y llevar a los niños

 

Ikky se duchó y se fue a su trabajo, Seiya bañó a los niños, los vistió y fue al supermercado, habían algunas cosas que le hacía falta, luego pasó por donde su amigo Alde, el bebé de Mu ya había nacido y lo fueron a conocer, el pequeño Kiki era muy hermoso y lo mas importante es que estaba sano, sus padres estaban muy muy felices con su llegada, a Seiya le daba ternura ver a alguien tan grande como su amigo Alde cargando a un bultito pequeñito con tanto cuidado, Mu había tenido algunas complicaciones con su cesárea y estaba aún algo adolorido, o eso es lo que le había hecho creer a Alde porque le confesó a Seiya que su Alde lo había atendido con tanto esmero que valía la pena enfermarse si eso significaba que el mayor lo atendiera

 

Seiya cargó al pequeño Kiki que bostezó en sus brazos, Alde estaba tratando de contener a los mellizos de su castaño amigo que ya estaban aprendiendo a caminar y cual remolino andaban por la habitación de Alde y Mu tomando todo lo que a sus manos llegaba para llevárselo a la boca, estaban en esa fase, Alde los estaba correteando haciendo reír a su esposo al imaginárselo en las mismas situaciones con Kiki que se estaba quedando dormido en los brazos de Seiya

 

Cuando el pequeño bebé se durmió, Seiya tomó a sus terremotos antes de que acaben de enloquecer a Alde y los puso en su cochecito para llevarlos de visita donde su amigo Dita, ahí se quedó Seiya de dos horas conversando de todo un poco con su mejor amigo el que le dio la noticia que estaba de encargo otra vez, así que luego de las felicitaciones respectivas y cuando Ángelo llegó con el almuerzo, Seiya se fue al parque, Alde le había mandado a Seiya una caja de donas de chocolate que eran las favoritas de Ikky y con sus demás compras fue al lugar indicado a esperar que su peliazul se desocupe y los fuera a buscar, en el parque el castaño tendió una manta en el césped y puso a sus bebés con muchos de sus muñequitos para entretenerlos un rato y allí estaban disfrutando de la tenue luz del sol, ese día estaba templado, ni muy frío ni muy caliente, de cualquier manera los niños estaban con gorritos y chompas

 

Seiya estaba leyendo un libro, o por lo menos lo estaba intentando porque no despegaba la mirada de sus niños, Hanna estaba mordiendo la oreja a su elefante de caucho mientras que Paul estaba jugando con unos bloques suaves, los mordía y los lanzaba, los volvía a tomar para volverlos a lanzar y en eso estaban cuando una visita inesperada llegó a la pequeña burbuja de felicidad de Seiya a romperla con su sola presencia

- Vaya… de todos los lugares donde pensé volver a verte, un parque no estaba en mi lista, aunque debí haberlo supuesto, tus engendros necesitan aire libre – la voz venenosa que habló llena de resentimiento le heló la sangre al castaño que al levantar la mirada vio a aquel que había intentado destruir su vida, Shaka Mahan estaba de pie unos metros mas allá y lo veía a él y sus niños con odio

- Qué haces aquí?, qué quieres? – Seiya tomó a Paul que era el que estaba mas lejos de él y lo sentó en sus piernas, Hanna estaba sentada en la manta mordiendo su elefante pero estaba sentada justo delante del castaño, Seiya deseó no estar solo en el parque con los pequeños, se sentía… desprotegido, Shaka no se atrevería a hacerles nada, o si?

- Estaba caminando para relajarme un poco pero no pude resistirme el venir a saludarte apenas te vi, vaya… lo que dicen es cierto, no se puede negar que esos niños son hijos de Shura, mismo color de cabellos, mismos ojos, misma nariz aunque… se parecen mas a ti, pobres la verdad – dijo Shaka y llevó una mano a sus sedosos cabellos rubios acomodándolos, Shaka obviamente se creía mucho mas bello que el castaño y lo despreciaba por eso

- Si solo viniste a burlarte lárgate por donde viniste – respondió Seiya con furia

- Mi hijo hubiera sido mucho mas bonito que los tuyos, en especial si hubiera sacado mis ojos, mi mentón y mi nariz, es una pena la verdad… - Shaka suspiró y llevó una mano a su plano vientre

- Tu hijo? – Seiya frunció el ceño cuando preguntó esto, de que diablos estaba hablando Shaka?

- No lo sabes?, bueno… no puedo decir que me sorprenda, yo estaba esperando un hijo de Shura, si hubiera nacido sería un poco mayor a tus mellizos, tuve una especie de accidente y… lo perdí, Shura pasó junto a mi en el hospital, tu estabas de gira en no se donde y él me acompañó y me ayudó con todo, en serio no lo sabías? – Shaka sonrió con malicia al ver como Seiya palidecía, claro que se acordaba, se acordaba perfectamente de cuando Shaka había estado en el hospital, Navidad… el cumpleaños de Shura, la boda de Dita, claro… en ese tiempo Shura lo estaba engañando y él ya estaba esperando a sus pequeños

- No… no lo sabía…

- Tu y tus engendros impidieron mi felicidad, sabías que Shura ya había decidido dejarte porque yo le iba a dar un hijo?

- No…

- Pues así fue, todo estaba perfecto pero ahí vienes tu y arruinas por completo mis planes al decirle al sentimental de Shura que también estabas de encargo, no sabes como te odié, a ti y a tu engendro que resultaron ser dos, Shura debió haber sido mío, tu y esos monstruos debieron haberse ido y nunca debieron haber vuelto, la verdad nunca entendí como pudiste ser tan ciego, en verdad no sabías o simplemente no querías darte cuenta que tu “novio” se acostaba conmigo? – preguntó el rubio con rabia, mucho tiempo había pasado pero aparentemente aún no había olvidado lo que había pasado y disfrutaba sacarle en cara a Seiya todo lo que había pasado y cómo lo habían engañado

- Qué quieres que te diga Shaka?, que eres un actor excelente?, pues si… lo eres, con tu carita de niño bueno y con tu actitud modosita que hacía creer que no rompías ni un plato si me fue difícil comprender que eras capaz de romper la vajilla entera, pero… ya no importa, si quieres a Shura es todo tuyo, yo ya no tengo nada con él así que ahora es cuando puedes aprovechar la oportunidad y volver a engatusarlo, embarázate otra vez, llórale, ruégale, lánzate desnudo a sus brazos o métete en su cama que es lo único que sabes hacer para que los hombres rompan sus matrimonios o sus relaciones por ti, te lo digo porque alguien de tu calaña debe estar acostumbrado a recoger las sobras de otros no?  – dijo Seiya en un tono mitad rabia mitad burla, no solo Shaka podía jugar este juego, qué le pasa al idiota este de venir a tratar de hacer de menos a sus pequeños???, una cosa era que se metan con Seiya y otra muy diferente con sus hijos

- Si eso es lo que te gusta creer pues allá tu, Shura no te amaba porque de haberte amado no se habría metido conmigo, además no… yo ya no lo quiero, lo quise en su tiempo y él osó ignorarme por ti, pero como todo en esta vida se paga, el desprecio de mi amor le costó su trabajo – dijo Shaka con una sonrisa maliciosa

- El diablo paga mal a sus devotos, sé que le costaste el empleo a Shura – Seiya dijo en tono impersonal, Ikky se lo había contado, Shun se lo contó a él y pues como quien no quiere la cosa Ikky se lo había comentado para ver su reacción, Seiya lamentó el hecho porque Shura era muy amigo de Camus pero no le sorprendió, Camus no era una persona leal en términos generales, por qué le iba a mostrar lealtad a Shura???

- Si… ahora estoy con Camus, él si me da todo lo que necesito y merezco, me mantiene como a Rey, me acaba de comprar un auto, si lo ves?, es el que está parqueado allá – Shaka señaló un auto nuevo que aún tenía los plásticos puestos en los asientos, Seiya lo vio y sonrió al decir:

- Siempre dije que Camus y tu eran el uno para el otro

- Y en cambio tu?, todavía a pie?, el amante que tienes no te ha resultado bueno?, ya tienes siquiera en donde vivir o ahora vives de arrimado en su casa? – preguntó Shaka venenosamente

- No, no vivo de arrimado en ninguna parte, a diferencia tuya yo tengo una carrera y dinero suficiente para mis hijos y para mi, yo no soy un parásito de nadie ni busco que me mantengan, yo me puedo mantener solo, tu por otro lado… no podría decir lo mismo, la ropa que estás puesto también te la compró Camus?, vaya… no te pareces en nada al pequeño ratón que conocí en la oficina de Shura, eso es lo que eres, un pequeño ratón que ni siquiera abría bien la boca para hablar claro, aunque seguramente abrías muy bien las piernas y así es como lo enredaste, aparentemente lo sigues haciendo si ahora te has conseguido un nuevo estúpido que se trague tu cuento, si quieres saber la verdad compadezco a Camus aunque se merece lo que sea que le vayas a hacer a él si es tan ciego y no puede verte como tal eres – Seiya habló con desprecio una vez mas, Shaka se iba sonrojando del coraje

- Tu no tienes calidad moral de decir nada si igual tienes un nuevo amante – reclamó el rubio todo indignado

- Yo no tengo un amante, tengo un novio que no es lo mismo, él llegó a mi vida cuando toda relación con Shura estaba acabada, que crees?, que soy como tu?, estás muy equivocado Shaka, a diferencia tuya yo si tengo decencia, por eso Ikky me ama y me respeta y yo lo amo a él, tenemos una relación normal y saludable, no como tu que solo buscas sacar provecho de las personas, no se por qué intentas hacerte el digno conmigo o qué crees?, que no se de tus andanzas?, yo se lo que pasó con Hades Heinstein – dijo Seiya y vio con complacencia como Shaka fue palideciendo esta vez, a raíz de que Shun se reconcilio con su esposo tras el último intento de Shaka de romper ese matrimonio enviando esas maliciosas fotografías, Hades y Shun en una cena que hicieron en su casa y cuando el tema salió en la conversación, le contaron toda la historia con detalle a Seiya y ahí le confirmaron que Shura había perdido el empleo y que trabajaba independientemente como consultor legal para las empresas de Hades

- Cómo sabes eso? – preguntó Shaka apretando los puños

- Porque él mismo me lo contó, el mundo es un pañuelo Shaka y uno se llega a enterar de muchas cosas, sé que también lo envolviste y lo sedujiste al punto de romper su matrimonio, pero las cosas tampoco resultaron con él porque ahora ha vuelto con su esposo y te ha dejado a ti a un lado como lo que eres, un trapo sucio y desechable

- No sabes lo que estás diciendo

- Si lo se, así que deja tus poses dignas que no te quedan – Seiya sonrió con suficiencia al ver la incomodidad en el rostro del rubio que se contorsionaba de la furia

- Espero que seas profundamente infeliz, tu y esos mocosos no se merecen nada – Shaka se dio la vuelta para irse del parque pero literalmente se chocó con un hombre alto de cabellos cortos azules que venía llegando, Shaka perdió el equilibrio y casi se cae pero conservó la compostura y miró al intruso con coraje al reclamarle: - No mira por dónde va?

- Yo si, pero no se si tu lo haces o es que quieres llegar al hospital? – el tono de aquel extraño era por demás amenazante

- Hospital?

- Papa… - dijo la pequeña Hanna extendiendo sus brazos hacia Ikky que se adelantó hasta la manta y tomó a la bebé que gritó contenta de verlo

- Si… al hospital, entiendes??? – la mirada amenazante de Ikky fue suficiente para que el rubio continuara su camino sin mirar atrás, Seiya sonrió al ver a Ikky tan posesivo y protector, el peliazul miró al rubio hasta que se subió a su auto y arrancó

- Papa… - la pequeña en los brazos de Ikky señaló a la manta en donde había quedado su elefante y el peliazul se arrodilló en la manta para ponerla de nuevo allí y de paso besar a Seiya que sostenía a Paul que estaba bostezando

- Que quería ese idiota? – pregunto Ikky

- Molestar, solo molestar – dijo Seiya y acarició con su pulgar la frente de Ikky porque el peliazul la tenía fruncida

- Tienes hambre o ese te arruinó el apetito?

- No, él ya no puede arruinar nada, yo creo que deberíamos ir ahora al restaurante, ojalá se duerman en el auto porque ya les di de comer y así papi Seiya en teoría podría comer también sin tener que hacer malabares – dijo Seiya besando a Paul en la mejilla

- Papi… - dijo Paul mientras frotaba su ojito

- Ajá… vamos bebé – Seiya se puso de pie y puso a Paul en el cochecito, Ikky ya había acomodado a Hanna en él y los dos recogieron todas las cosas y fueron al restaurante

 

Seiya pensaba en lo que Shaka le había dicho y estuvo algo callado en el camino, una cosa mas que aumentaba su decepción en Shura, él sabía que Shaka estuvo en el hospital y debió haber supuesto que algo así habría pasado, fue un tonto en amarlo como lo amó, el castaño suspiró y cerró los ojos, ya no quería pensar en ello, quería en verdad olvidarlo por completo

- Hey… no que no era nada? – Ikky estiró su mano y acarició la pierna de Seiya que se movió en el asiento y tomó su mano para besarla

- No es nada, no me hagas caso

- No puedo no hacerte caso, no quiero verte triste cosa linda

- No estoy triste, estoy… decepcionado, pero ya no debería decepcionarme, no debería importarme y sabes qué?, ya no voy a dejar que estas cosas me afecten, eso ya se acabó y no importa lo que haya pasado, eso ya quedó atrás, mejor cuéntame como estuvo la reunión

- Estuvo bien, Seiya… hay algo de lo que quiero hablarte

- Pasa algo?

- No… solo que tengo que irme a España por mas o menos tres meses, hay un proyecto que mi firma está desarrollando y me necesitan allá – Ikky se parqueó en la cuadra del restaurante, los bebés se habían dormido en sus respectivas sillitas por lo que podían hablar sin interrupciones, Ikky se zafó el cinturón de seguridad y giró en el asiento para poder hablar con Seiya y mirarlo a los ojos

- Te vas? – preguntó el castaño sintiendo como si le cayera un baldazo de agua fría, no podía creer que Ikky se iba a ir de su vida otra vez, no ahora cuando las cosas estaban tan bien

- De eso es de lo que quería hablarte, yo me tengo que ir porque es mucho dinero en juego del que estamos hablando y estoy a cargo de ese proyecto pero, Seiya… yo quisiera que vengan conmigo, la idea de viajar por el mundo si es atractiva y en verdad que ganaría mucho dinero pero… no quiero hacerlo solo, tu mismo me dijiste hace tiempo que solo necesitas un computador portátil y nada mas para ir a donde sea conmigo, yo se que ahora es mas complicado por los niños pero estaba pensando que puedo dedicarme a este tipo de proyectos cuando aún los podamos llevar a todas partes ya cuando vayan a la escuela ahí pensaremos en un plan de contingencia que me permita radicarme en la ciudad sin muchos viajes pero, yo en verdad quiero que vengan conmigo – Ikky dijo esto muy rápido, era obvio que lo había venido pensando por algún tiempo, los ojos azules del moreno denotaban ansia, amor y temor, Ikky estaba proponiendo cambios en su vida y Seiya estaba muy muy sorprendido, esto no se lo vio venir…

- Escuelas?, Ikky los niños aún no cumplen ni un año – dijo Seiya, no podía creer todo lo que escuchaba

- Yo se que aún no cumplen años, se que me estoy saltando al futuro pero es que… cuando miro mi futuro lo único que veo en él son ustedes, mis niños y tu, una vez fui lo suficientemente tonto de dejarte ir y no lo pienso hacer otra vez, solo… piénsalo, es todo lo que pido, si no quieres viajar veré la forma de regresar a verlos frecuentemente porque no soporto la idea de que no estén en mi vida, no me gusta la idea de estar separados, te extraño mucho cuando no estás, a ti y a los niños, quiero ser una familia de a de veras y… lo pensarás?

- Ikky… - Seiya zafó su cinturón de seguridad y abrazó a Ikky con fuerza al decir: - Te amo…

- Entonces vendrás conmigo?, vendrán conmigo?

- Claro que iremos contigo, será divertido – dijo el castaño con una sonrisa llena de esperanza, Ikky no lo decepcionaría, lo amaba y él le correspondía, ya arreglarían la logística de los viajes, eso solo eras cuestiones de forma, lo de fondo era lo importante y eso era lo que estaba bien entre ellos, todo estará bien…

 

***

La mañana era soleada en la campiña francesa, Seiya estaba caminando lentamente junto a su padre que tenía las riendas de un pony y sobre el pony un hermoso niño de tres años iba sonriendo mientras veía los viñedos y disfrutaba del sol

- Deberían mudarse aquí hijo, el clima es mejor y no me lo puedes negar – decía Aioros por enésima vez, Seiya solo sonreía porque su padre jamás iba a dejarle de insistir en ello, Seiya vivía años en Londres pero su padre le había dicho que nunca perdería la esperanza de volverlo a tener en casa

- No papá, yo se que el clima es mejor pero nuestras vidas están allá

- Tu eres escritor y puedes escribir donde quieras – dijo Aioros con orgullo, la carrera de Seiya había despegado los últimos años por lo que era un autor reconocido y su mercado se iba expandiendo

- Si papá pero el trabajo de Ikky está en Londres – respondió Seiya sosteniendo a su pequeño Nick que se volteó para ver a una mariposa que voló a su lado

- Mariposa… - dijo el pequeño señalando con su pequeño dedito a la mariposa que voló

- Ajá, mariposa, quieres volver donde está papá o quieres seguir paseando en el caballito? – preguntó Seiya a su pequeño que dijo:

- Vamos donde papá Ikky, yo quiero jugar fútbol – dijo el pequeño con una sonrisa

- Ok., vamos donde papá Ikky – Aioros guió al Pony por el camino de vuelta a la casa principal en donde pudieron ver a Ikky que estaba jugando futbol con Siegfried (el esposo de Seika), los mellizos Paul y Hanna que tenían ahora cinco años y el pequeño William que era el hijo de Siegfred y Seika que tenía cuatro años, Seika también estaba jugando pero básicamente ella evadía la pelota cuando se la pasaban a ella y todos reían mientras jugaban, Seiya bajó a Nick del pony y el pequeñito corrió directo a su papá que al verlo venir abrió los brazos y lo recibió con  un abrazo, luego lo lanzó al aire y lo atrapó haciéndolo reír, lo puso en el césped y lo alentó a correr tras la pelota, Seiya sonrió al verlos

- Eres feliz hijo? – preguntó Aioros al ver la sonrisa en el rostro de su hijo

- Si papá, Ikky es genial, es un excelente padre, ama a los niños y a mi, tenemos nuestros problemas como todas las parejas pero en términos generales estamos bien, lo amo papá

- Se te nota, y cómo van las cosas con Shura?

- Bien… dentro de lo que cabe, él ve a los niños los domingos y a veces los va a buscar en la escuela para llevarlos a comer, no tenemos problemas por ese lado, él es muy racional y pues nosotros también, los niños lo quieren mucho, su firma legal va bien y está viajando últimamente, tiene una nueva relación ahora, no me ha contado mucho de eso pero lo veo tranquilo – dijo Seiya encogiéndose de hombros y eso era cierto, su relación con Shura era por demás civilizada y hasta podría decirse que amistosa ahora que ya habían dejado de lado los líos legales por la custodia de los niños, con el paso del tiempo el resentimiento se había diluido y las cosas estaban calmadas ahora

- Yo se que me dijiste que no me metiera en tus cosas hijo pero ayer recibí una llamada muy interesante, no te lo comenté en la cena porque no se hasta que punto te sigue importando esto o no – dijo Aioros con tono serio

- Qué pasó? – preguntó Seiya todo interesado

- Bueno… el ex jefe de Shura está preso

- Camus?, en serio?, y cómo es que tu lo sabes? – a Seiya le sorprendió que su padre supiera este tipo de noticias, si vivía en Francia y Camus vivía en Inglaterra, o será que ya no vivía ahí???

- Me lo contó Shion entre otras cosas, como estuvimos a punto de hacer el negocio de los vinos con él pues, me lo comentó, resulta que su empresa dio en quiebra hace un par de meses

- En serio? – Seiya arqueó una ceja cuando preguntó esto, como él ya no tenía mayor relación con el círculo legal de Londres no tenía idea

- Si… al parecer este tal Camus había puesto su empresa, sus bienes y todo su dinero a nombre de su amante, aquel que era el amante de Shura, el tal Shaka Mahan

- Vaya… no me sorprende la verdad – dijo Seiya encogiéndose de hombros

- Ese no es el punto, el punto es que este tal Shaka cuando ya tuvo todos los bienes a su nombre pues lo vendió todo y se fue del país, según Shion, él vino a Francia y se estaba dando la gran vida, Camus lo buscó por cielo y tierra hasta que dio con él y le dio una golpiza de esas de a de veras y lo mandó al hospital, entonces Camus está preso por agresión y por deudas y Shaka pues… solo digamos que si esperaba hacer de su rostro su vida ya no lo podrá hacer

- Qué le pasó?

- El ataque se dio con una botella rota y como resultado de la golpiza Shaka quedó con una cicatriz horrorosa en la mejilla derecha, según Shion claro está…

- Wow… pobre Camus, Shaka no es nada bueno y era cuestión de tiempo para que lo arruine, la verdad me ha sorprendido el tiempo que ha durado con él, cuando me lo encontré en el parque aquella vez hace años, él ya estaba con Camus, bueno… el karma es el karma

- Pues si…

 

Un grito y muchas risas llamaron la atención de los dos castaños que vieron a Ikky tendido en el césped, Paul se le lanzó encima, luego Hanna y finalmente Nick, Ikky se quejaba y reía tratando se quitarse a sus niños de encima sin lograrlo realmente, William también se unió a la pila lo que hizo reír a Sieka que lo miraba todo con una sonrisa extremadamente divertida desde los brazos de su esposo, Seiya dio las riendas del pony a su padre y fue también pero a auxiliar a Ikky que reía mientras trataba de hacerles cosquillas a los niños, Seiya no se les lanzó a los niños pero si se arrodilló en el césped y los fue quitando uno a uno de Ikky que seguía riendo porque los niños le habían ganado, cuando Seiya los retiró a todos de su esposo se agachó y lo besó en los labios, pero cuando el castaño se iba a levantar Ikky lo tomó de la cintura y con un hábil movimiento cambió posiciones con él tumbándolo en el césped para besarlo nuevamente y en eso estaban cuando Nick corrió a ellos con un trébol de cuatro hojas que Hanna había encontrado

 

Aioros sonrió… sus hijos estaban bien, al fin parecía que la vida del castaño había tomado un buen giro, el jefe de familia vio como la pequeña Hanna también llegó a donde estaban sus padres y se sentó en las piernas de Ikky que le besó la mejilla y escuchaba atentamente lo que la niñita estaba diciendo, esos niños amaban a sus padres y se notaba, Paul era el mas arisco de los tres pero ahora estaba de pie tras Seiya y lo abrazaba por el cuello, hasta que Seiya lo hizo sentar a su lado y lo abrazó

 

Esa noche Ikky estaba encendiendo el fuego en la chimenea de la habitación que Aioros les había dado en su propiedad en los viñedos, en contra de todo pronóstico Aioros se llevaba bastante bien con su yerno el que sonrió al ver llegar a su esposo

- Ya se durmieron?

- Si… el partido de futbol los dejó exhaustos, sabes?, necesitamos un patio para que puedan jugar, quiero un perro también, extraño a mis rottweilers – dijo Seiya pensando en la tarde tan divertida que habían pasado jugando en el patio

- Bueno… nuestro departamento si nos resulta pequeño ahora con tres niños, si tu quieres un perro pues en verdad que necesitamos mas espacio por eso… te tengo opciones cosa linda– dijo Ikky con una sonrisa y fue hasta la mesita en donde estaba encendido su computador portátil y al abrir un archivo estaban fotografías de varias casas, todas en las afueras de Londres, todas tenían patios y espacios verdes, de cinco a ocho habitaciones y demás espacios, Seiya vio las casas y sonrió

-  Ya lo estabas pensando?

- Si… extraño a mi esposo – dijo Ikky abrazando a Seiya por la espalda y besando su cuello

- Cómo que me extrañas?

- Extraño dormir contigo solitos los dos en la cama cosa linda, extraño tomarme un vino contigo sentados frente a la chimenea, extraño nuestros momentos de intimidad y si al comprar una casa mas grande les podemos dar mas espacio a nuestros hijos yo creo que saltarían menos a nuestro alrededor cuando necesitemos tiempo para nosotros, además todas estas casas están cerca de la casa de Hades y Shun por lo que cuando queramos una noche de pasión desenfrenada les dejamos nuestros terremotos a ellos y nosotros podríamos hacer el amor en la sala, que dices?

- Solo en eso piensas pollito?

- No… también pienso en hacerlo en la bañera, viste la casa que tiene el garaje cubierto?, esa misma casa tiene un hidromasaje en el baño principal que es fabuloso, el solo pensar en tenerte desnudito y cubierto de espuma pues… mira como me has puesto – Ikky tomó en sus brazos a Seiya y le besó el cuello llevando la mano del castaño a su endurecido miembro

- Estamos en la casa de mi padre – dijo Seiya con una sonrisa en los labios mientras caminaba de retro a la cama, Ikky lo seguía besando y acariciando sin importarle nada, sus niños estaban dormidos así que había que aprovecharlo

- Eso no tiene nada que ver, no me deseas? – Ikky levantó a Seiya y lo acomodó en medio de la cama, el castaño abrazó a su esposo y metió sus manos dentro de su camiseta para arañar su espalda, a Ikky le encantaba cuando Seiya arañaba su espalda y sin poder contenerse gimió

- Yo si… aparentemente tu también – respondió Seiya con una sonrisa jalando la camiseta de su esposo y quitándosela

- Qué te hizo notarlo? – preguntó Ikky zafando el cordón del pantalón de pijama de Seiya y bajándoselo hasta sacárselo

- Tu calor, estás que ardes pollito – Seiya bajó los pantalones de Ikky mientras le lamía la oreja

- Tu me tienes así… cosa linda…

 

Ikky buscó los labios de su esposo y lo besó con pasión acabándolo de desnudar para bajo el calor de las sábanas amarse con pasión y entrega, en sus años de matrimonio Ikky y Seiya habían pasado por muchas cosas, peleas, reconciliaciones, celos, la intervención de la familia de Seiya, la constante presencia de Shura, el trabajo de Ikky, pero… lo habían podido superar todo y formar la familia que siempre quisieron, su relación estaba basada en la confianza y en el cariño, la llegada de su tercer hijo no fue planificada pero ayudó a consolidar su familia, la que con amor, paciencia y respeto estaba mas unida que nunca

 

Seiya dormía apoyado en el pecho de su esposo que igual dormía profundamente hasta que una pequeña manito le abrió un ojo

- Qué pasó princesa? – preguntó Ikky a la pequeña Hanna que estaba de pie abrazando a su pollo de peluche

- Hay algo en mi habitación y tengo miedo, puedo dormir contigo papá Ikky?

- Claro mi vida, ven acá… eso es… - Ikky acomodó a Seiya en la cama para poder ayudar a la pequeña a subir, el castaño se volteó en la cama abrazando la almohada pero no se despertó, Hanna se acurrucó junto a Ikky abrazándolo y apoyando su cabecita en su pecho

- Papá Ikky… el abuelo Aioros dijo que vamos a ir al mercado artesanal mañana, le podemos comprar algo a papá Shura?, dijo que nos iba a visitar cuando volviéramos a casa y quiero llevarle algo

- Claro, hablaste por teléfono con él hoy verdad?

- Si, dijo que está resfriado y que no había ido a trabajar, que nos extraña mucho y que te manda saludos a ti y a papi Seiya – dijo la pequeña, Ikky acarició su cabeza y suspiró

- Mañana podemos comprarle lo que tu quieras, pero ya duerme porque es tarde, dame un beso – dijo el peliazul y la pequeña giró la cabecita y besó la mejilla del mayor

- Hasta mañana, te quiero mucho papá Ikky

- Yo también princesa, yo también – el peliazul cerró los ojos y trató de dormir, estaba casi dormido cuando Hanna le tocó la mejilla con su dedito

- Papá Ikky…

- Mmmm?

- El Abuelo Aioros dijo que nos iba a llevar a montar los caballos grandes mañana, vas conmigo?, es que tengo miedo…

- Si princesa yo voy contigo, aunque tu papi Seiya monta caballo mejor que yo

- Pero yo quiero que tu vengas conmigo, por favor…

- Claro mi amor, yo voy contigo, tu eres mi princesa, solo mía, pero ya duerme porque conociendo a tu abuelo nos va a despertar en cuanto amanezca

- Ok., - Hanna abrazó a Ikky y esta vez si se durmió, Seiya se movió y abrazó a Ikky por la espalda y el peliazul sonrió antes de dormir, esto era lo que siempre quiso, lo que siempre deseó y ahora ya era suyo, la vida le había llevado por muchos caminos pero todos le condujeron a volver a Seiya y aunque fue difícil aceptar que los mellizos no llevaban su sangre, en noches como esta nada importaba, Hanna lo amaba y se sentía protegida cuando estaba con él, esos niños eran su hijos aunque llevaran otro apellido, Ikky abrazó a la pequeña Hanna y se quedó dormido en la paz y quietud de campiña francesa contemplando con una sonrisa su futuro, su futuro con Seiya y sus tres hijos, una casa mas grande, perros y dependiendo el tamaño de la casa no le sorprendería que su suegro le mandara a dejar los ponys que había comprado para sus nietos…

 

 

Notas finales:

Y ese fue el primer final, Ikky se ganó el amor de Seiya y juntos formaron una familia, los niños están mas grandes y ven a Ikky como su padre sin dejar de lado a Shura que los ve regularmente manteniendo una relación civilizada con Seiya, la vida y el karma les pasó la cuenta a Shaka y a Camus, en fin... todo funcionó

Nos vemos el lunes con el final de Shura, qué hubiera pasado si Seiya nunca se enteraba de que Shaka perdió un hijo de Shura?, qué hubiera pasado si Seiya por mas intentos que hizo no se pudo enamorar de Ikky otra vez?, qué hubiera pasado si Shura en verdad era el amor de su vida???, eso es en el segundo final así que nos vemos el lunes tempranito

Muchas gracias por leer y votar, nos leemos pronto, saludos, bye


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