Capítulo 3
"El tigre en celo, el gato confundido"
- ¡¡LO SIENTO MUCHO!! - reverenciándolo asustado.
- ... - mirándolo fijamente parado frente a él.
- ¡¡¡DE VERDAD LO SIENTO!!! - el sudor se deslizaba por su frente.
- ¿te estabas burlando de mí? - con una vena en su cien.
- ¡NO! - tiritando.
- entonces, ¿te pondrás de rodillas y me chuparas para que te perdone? -
- ¿eh? - arqueando una ceja – b-bueno, no creo... -
- ¿y me prestaras tu trasero para que me satisfaga? - sigue hablando.
- ahh, yo no… -
- ... - mirándolo fijamente - "no puede ser... ¡este sujeto no puede ser un hombre con esa cara!" - acercándose, tomándolo de los hombros, empujándolo a la muralla.
- ¡¡!! - tiritando.
- "¿¡porque estaría excitado si no fuera una chica!?" - tú... - acercándose.
- ngh - corriendo hacia atrás, su cabeza choca con la fría pared.
- me estas escondiendo algo, doc -
- n-no - con una voz suave.
- "estoy completamente seguro que este gato es... “- una mujer - susurrando.
- ¿eh? - "¡KYAAAAAAAAAAAAAAAA!" - Grita internamente por haber sido besado de repente.
- ... - con sus labios unidos con el más bajo.
- ¡¡!! - su cuerpo se contraía.
*¿¿¡¡¡ESTO NO PUEDE ESTAR PASANDO!!!??*
- "¿qué?, ¿qué?" - moviéndose, completamente rojo.
- ... - separándose y mirándolo - tus labios son muy suaves. - tomándolo de la mandíbula.
- ¡¡ah!! ¡¡Soy un hombre!! -
- ¡¡es imposible que un hombre tenga labios tan suaves!! ¡¡Di la verdad!! -
- ¡¡¡SOY UN HOMBRE, EN SERIO!!! - asustado.
- ¡¡NO TE CREO!! -
- ¡¡AH!! - en shock, la mano que antes estaba en su mandíbula, ahora estaba en su entrepierna.
- ¿oh? - tocándolo - ¿qué es esto? - sorprendido.
- mmn - tiritando - un pene - susurrando.
- ¡¡¿QUÉ ES ESTO?!! - hecho una furia.
- ¡un pene! - tiritando y hablando más fuerte.
- ... - apretando sus dientes. Empuña una de sus manos para dirigirla hacia el menor.
- ¡kya! - cerrando sus ojos y endureciendo su cuerpo para que el golpe no doliera tanto.
- … - no pudiendo golpearlo, lo iba a intentar otra vez.
- ¡! - haciendo lo mismo.
- "¡¡¿¿POR QUÉ NO PUEDO HACERLO??!!" - enojándose consigo mismo, mirando el rostro asustado del menor - "¡¡siento como si estuviera atormentando a un animal o a una mujer!!" - kjj - furioso - "¡¡¿¿por qué??!!" -
- … - abriendo un ojo, mirándolo con sus ojos llorosos y sus mejillas sonrojadas.
- "crack" - su corazón se estremeció al ver ese rostro. -"¡¡¿POR QUÉ LA TENGO LEVANTADA SI SE QUE ES UN HOMBRE!!?" - … - soltándolo.
- ¿eh? - sorprendido.
- me largo - caminando hacia la puerta y se detiene antes de seguir. Volteándose a mirarlo.
- ¡! - rígido.
- ... - se acerca y lo agarra de la cintura, robándole otro beso.
- ¡! - sorprendiéndose otra vez.
- ¡MIERDA! - gritando, soltándolo y retirándose.
- ... - quedándose parado rígido por unos segundos, cuando pasan unos minutos su cuerpo cae al suelo. Respirando al fin, colorado hasta las orejas, confundido y aterrorizado.
*¡¡¿POR QUÉ ME PASAN ESTAS COSAS A MI?!!*
AL OTRO DIA
- ¡pfffft~~~! - sin poder contener su risa - jajajaja -
- ... - con una vena en su cien, sentado en su sofá.
- jajajaja -
- detente. -
- ... - parado ahí, sin decir nada.
- lo siento, lo siento, jefe, jajaja - sin poder controlarse. - es que es una gran sorpresa -
- … -
- así que, jajaja... - mirando al albino - el doc era tu gatita, ¡jajajaja! - riendo nuevamente a carcajadas.
- ... - mirando al albino con furia.
- ngh - tiritando y apretando su estómago - "cielos~~"-
- pero me sorprende - limpiando sus lágrimas de risa - tu rostro se ve muy bien, doc -
- ¿eh? - mirándolo.
- el jefe tiene una de las mejores derechas entre la yakuza, me sorprende que no tengas moretones -
- bueno rogué por mi vida, ya sabes - sonriendo como podía.
- ... - mirando al albino desde su sofá, viendo su sonrisa fijamente.
- ¿te arrodillaste? - riendo.
- algo así -
- uhh - suspirando - me duele -
- ¿eh? - ambos lo miran.
- ¿jefe? -
- aquí - tocando su hombro - donde me dispararon, duele -
- es cierto, ¿nadie ha visto su herida desde ese día? - le pregunta el albino.
- bueno, doc - dice Tsuchiya - esa herida no es algo que podamos hablar con nuestros médicos -
- ¿no? ¿por qué? -
- es algo complicado -
- mmm -
- ¡¡¡DIJE QUE DUELE!!! - gritando.
- ¿oh? - ambos se sorprenden.
- ... - el amigo en cama lo mira fijamente.
- doc, usted sí que es cruel-
- ¿eh? - sorprendido.
- ¿dejara que se me infecte? entonces, iré a morir a otro lugar - hablando lastimeramente.
- ... - mirándolo - iré a buscar algunas cosas, espéreme un momento - saliendo de la habitación.
- ... - ambos se quedan en silencio.
- así que... - hablando mientras el pelirrojo arreglaba su postura, estaba perfectamente bien - ¿el que sea hombre ya paso a segundo plano? -
- ... - guardando silencio unos segundos - cuando el tigre ruge, hay que dejarlo - dice serio como de costumbre.
- mmm... -
- oye, Tsuchi -
- ¿? -
- ¿no quieres ir al baño? - cruzando sus brazos.
- mmm - arqueando una ceja y poniéndose de pie - bien, estaré en la azotea - yéndose.
- ... - quedándose en silencio hasta que se abre la puerta nuevamente.
- permiso - entrando con las cosas que necesitaba. -¿eh? ¿Tsuchiya-san? -
- en el baño - una vena se asoma en su cienolviendo a su tranquilidad habitual.
- emm... - sacando sus cosas - voy a limpiar su herida, tengo que pedirle se quite la camisa, este desinfectante mancha - sacando pedazos de algodón.
- bien - quitándose la parte de arriba de su ropa.
- ... - comenzando a limpiar su herida.
- ... - mirándolo fijamente mientras lo hace.
- se ve bastante sana, de todas formas voy a cambiar la venda -
- aja -
- ... - nervioso.
- realmente eres como un animal pequeño -
- ¿eh? - sorprendido y algo sonrojado al ver esos ojos verdes intensos puestos sobre él.
- ¿eres extranjero? -
- ¿? -
- por tu apellido -
- ah, no, nací en Japón, mi padre adoptivo es de Inglaterra -
- mmm... ¿tienes hermanos? -
- no, solo papá y mi padrino -
- ya veo, ahora me lo explico -
- ¿eh? -
- por qué pareces una chica. -
- ... - enfurruñándose
- .supongo que te hiciste cargo de las cosas del hogar -
- ¡! - "¿cómo lo supo?" -
- solo soy intuitivo - mirándolo.
- oh - bajando su rostro sonrojado.
- me recuerdas al corderito preferido de Heidi -
- ¿eh? - sorprendido - ¿veías Heidi? -
- sí, ¿por qué? -
- ah, nada. -
- era un placer verlo los fines de semana, casi podías oler las flores y la leche fresca -
- mjejeje, ¿qué es eso? - sonriendo suavemente.
- ... - mirándolo fijamente. - oye, doc -
- ¿mm? - se sentía más tranquilo.
- ¿tienes novia? -
- no, no la tengo - dejándose llevar
- oh, eso es bueno - poniéndose de pie.
- ¿oh? - sin entender.
- así no deberé preocuparme - mirándolo intensamente, parado frente a frente con el doctor - de herir los sentimientos de alguien más -
- ¿eh? - congelándose - "me duele donde me dispararon" - ... - tragando saliva. - "eso era mentira" - el sudor comenzó a salir de su frente.
- cuando te haga mío - termina de decir.
- ¿¡!? - "fue al baño" - ... - asustándose - "eso también... fue mentira" -
*debo salir de aquí*
- ... - mira la cama, limpia y blanca. - ngh - tragando saliva nuevamente, sus ojos se van hacia la puerta.
*yo debo alejarme de este hombre*
- ... - iba a correr hacia la puerta, pero el mayor se interpone ante él, moviéndose más rápido y ágil. Esto se repite un par de veces, hasta que el mayor levanta su cuerpo - ¡¡kya!! -
- Bien, atrape un gato - caminando con él hasta la cama, lanzándolo en ella.
- ¡¡ah!! - cayendo en ella. - ¡ESPERA! - el otro se sube sobre él. - ¡¡ah!! - asustándose.
- ... - mirándolo y acercándose a su cuello.
- ¡N-NO! ¡SOY UN HOMBRE! ¡¡YA LO SABES!! - tratando de apartarlo.
- sabes... entre la yakuza hay hombres que descubren el placer de acostarse con otro hombre tras estar en la prisión -
- ¡¿?! - escuchándolo.
- bueno, nunca he estado en ella, pero si me he tirado a un hombre... eventualmente al que se la ponen, también lo siente bien adentro -
- ¡PE-PERO ES IMPOSIBLE! -
- no, no lo es, también tienes agujeros - tocándolo bajo su garbacha* y camisa.
- n-no. - sintiendo esos toques.
- ya verás cómo te sentirás muy bien, cuando ponga esto - tomándole su mano poniéndola en su miembro rígido.
- ¡ah! - sorprendido y más asustado.
- dentro de tu virgen agujero - lamiendo su oreja.
- ¡! - su cuerpo se tensa.
*No, no quiero esto...*
- n-no... - comenzando a lagrimear, las manos de Lavi habían llegado a sus pezones. - ngh -
- ... - mirando el rostro del albino, el cual permanecía con los ojos apretados y llorosos, su cuerpo tiritaba.
*alguien ayúdeme *
- nghh - llorando.
- ... - un dolor agudo le aprieta el pecho. - uhh - suspirando y separándose. - al menos podrías fingir que te gusta - susurrando.
- ¿? - se sorprende al no sentir el peso del otro cuerpo y no sentir los anteriores toques bajo su camisa. Abre los ojos.
- vaya - rascando su cabeza, sentándose en la cama - nadie me había rechazado antes - susurrando.
- ... - mirándolo avergonzado.
- bien - mirándolo - juguemos piedra papel y tijeras -
- ¿eh? - sin entender.
- si me ganas te dejare irte por ahora, pero si pierdes, te entregaras a mi sin replicas, ¿entendido? -
- ... - incorporándose y sentándose también.
- bien, aquí vamos - moviendo su puño, al igual que el menor – yan, ken, pon* - hizo piedra.
- ¿oh? - hizo tijeras.
- ... - en silencio - bien, una vez más -
- ¿? - mirándolo.
- vamos, yan ken pon - papel.
- ... - piedra.
- otra vez -
- ... - mirándolo fijamente.
DESPUES.
- le agradezco mucho, Allen-sensei, que sacara a esta anciana a dar un paseo - le dice la mujer de 80 años que descansaba en una silla de ruedas guiada por el peliblanco - tomando en cuenta el difícil trabajo que le dieron -
- no, está bien, tenía un poco de tiempo - sonriendo.
- debe ser difícil para usted, tener que estar siempre con esos hombres -
- bueno... -
*Ese hombre... *
- en realidad no es tan malo -
- mmm -
*es muy amable*
...
- ... - acercándose a su amigo en la azotea. Prendiendo un cigarrillo.
- ¿ya terminaron? -
- tranquilo, ni siquiera nos besamos - parándose junto a él.
- mmm, ¿me pregunto por qué? -
- ... - mirando hacia abajo donde estaba el ojiplateado sonriéndole a la anciana que paseaba.
- ha estado sonriendo así todo el tiempo, me sorprendió. Siempre lo veo nervioso cuando está con nosotros -
- me mostro algo parecido cuando estábamos solos -
- es algo adorable -
- ... - un aura asesina sale de su cuerpo.
- ¡ah! no me van esas cosas, jefe, tranquilo -
- ... - mirándolo fijamente.
- ya deberíamos dejar esto, sabe que el grupo está pasando por periodos complicados, no podemos estar jugando por siempre -
- ... - serio - solo un poco más - susurrando.
- uhh. - suspirando - jefe, no tengo problemas con que se enamore, pero... - caminando hacia la salida de la azotea - no desvié su mirada de las cosas que son prioridad - saliendo de la azotea.
- ... - mirando al pequeño gatito - eso lo sé, idiota - susurrando.
DIAS DESPUES.
- Bienvenido jefe - los hombres saludaban a un moreno, alto y elegante.
- ... - caminando, seguido de su guardaespaldas. Toca la puerta del lugar.
- adelante - dice una voz gastada.
- permiso - reverenciando al hombre robusto y obeso, sentado en el sofá.
- Tikky, toma asiento, te esperaba - tomando sake.
- gracias - caminando y sentándose frente a él hombre.
- Mizui-chan, sírvele sake -
- sí. - dice una de las meikos* que estaban acompañándolo. Acercándose al más joven.
- gracias - siendo atendido - me dijo por teléfono que debía hablarme de algo importante, estaba seriamente preocupado, pero lo veo muy bien -
- perdón por haberte preocupado, hijo, aunque si hay algo importante que quería comunicarte. -
- ¿lo hay? -
- sí, ya se lo comunique a Makoto, Ryuuzaki y a Lavi -
- ¿oh? - llevándose una sorpresa, esos tres, más dos más, al igual que el eran los jefes principales de los 6 grupos más grandes dentro del Yamaguchi-gumi*
- solo faltas tú y los otros chicos -
- estoy ansioso por saberlo. -
- entonces, no más rodeos - tomando un poco de sake para refrescar su garganta. - estoy pensando en retirarme -
- ¿oh? - sorprendido.
- así que próximamente elegiré a mi sucesor, entre ustedes 6 -
- eso es -
- sus gestiones financieras y el crecimiento que tuvo el grupo desde que están a cargo, serán algunas de las cosas más importantes que considerare para mi decisión, así que espero te esfuerces, hijo mío -
- ... - pensando - entiendo - reverenciándolo - hare lo posible para cumplir sus expectativas -
- también debes cuidarte, no sé si te enteraste -
- ¿sobre Lavi? -
- así es - serio - ustedes están conscientes del gran manejo del grupo que hace Lavi, por lo que no debería sorprender el que él fuera una de mis cartas principales y mi favorito para la sucesión -
- ... - escuchando atento.
- los rumores están esparciéndose rápidamente en nuestro mundo y todos hablan de que el balazo que recibió el otro día fue por esta misma razón -
- es probable -
- siento tristeza por ver a mis hijos pelear por la sucesión, pero no puedo hacerme el ciego y decir que cosas así no suelen pasar en la yakuza. -
- lo entiendo -
- la envidia y el poder pueden convertir a cualquier hombre en una bestia, ¿no crees? - mirándolo fijamente
- así parece ser, despreocúpese, tendré cuidado -
- debes tenerlo, porque lo más probable es que la última pelea sea entre tú y Lavi -
- ... - bebiendo sake - lo entiendo perfectamente, señor. -
- bien, ahora juega un poco conmigo, este viejo esta tan aburrido y las chicas son tan malas para el Mahjong* -
- mooooh~~ no diga eso ~ -
- mjejeje - sonriendo.
- claro, me quedare con usted - sonriéndole.
...
- permiso -
- hola, doc - dejando de leer.
- ah, ¿no está el con usted? -
- ¿el jefe? -
- si - cerrando la puerta.
- está ocupado -
- ¿ocupado? -
- sí, ¿le parece raro? doc - sonriéndole.
- bueno, siempre está sentado aquí, haciendo nada más que quejarse -
- mjejeje, ¿cierto que si? - riendo - le he dicho que regresemos, pero no quiere hacerme caso, bueno, no es como si le hiciera caso a alguien que no fuera el mismo o el gran jefe -
- ¿él es importante dentro de ustedes? -
- claro, es un jefe muy importante -
- ya veo. -
- oye doc -
- ¿mm? - mirándolo
- ¿estás en pareja ahora? -
- no. - contestándole.
- entonces, ¿por qué no le haces el favor para que podamos salir de aquí? -
- ¿favor? - sin entender.
- préstale tu trasero -
- ¡¿qué?! - shockeado por esas palabras. Imaginándose a el mismo en cuatro piernas con el culo al aire. - ¡¡¡¿QUÉ?!!! - gritando.
- eres un hombre, debes tener deseos -
- claro que sí, pero eso no implica que por ello deje que otro hombre me toque -
- solo será una vez y el podrá dejarlo, así por fin nos iríamos -
- ... - aturdido.
- además él es bueno en esas cosas, al menos sus amantes no se quejan -
- ¡eso no me importa! ¡no quiero! - haciendo pucheros.
- mmm - mirándolo - bueno… - rascando su cuello - no es como si él fuera a obligarlo. -
- ¿? - mirándolo.
- él puede parecer una bestia, pero es demasiado gentil -
- tú lo estimas mucho, ¿no? -
- sí, he trabajo con el ya 10 años, lo conozco bien -
- ... - sintiéndose algo conmovido.
La puerta se abre de repente.
- ¿eh? - mirándolo.
- ey, jefe, bienvenido. -
- estoy de regreso - mirando al peliblanco.
- ¿? - avergonzado.
- toma - estirándole un paquete pequeño.
- ¿eh? - sorprendido.
- un regalo del viaje -
- ¿viaje? -
- ¡solo tómalo! -
- ah, gracias - tomándolo más por miedo que por otra cosa.
- ábrelo. - mirándolo mientras lo abre.
- ¿eh? - sacando un pequeño colgante peludo de un tigre.
- ¿te gusta? así puedes llevarme en tu móvil todo el tiempo - abrazándolo desde el hombro.
- gracias - "¡no quiero llevarte en mi móvil!" -
- bien, doc, tráeme hisopos - sacando unas cartas.
- ¿eh? -
- vamos a apostar hisopos mientras jugamos con Tsuchi, ve a buscarlos. -
- pero apostar es ilegal -
- ¡¡¡COMO SI ESO LE IMPORTARA A UN PAR DE YAKUZAS!!! -
- ¿eh? - tiritando
- ¡MUEVETE! -
- ¡SI! - corriendo
- tsk. - sentándose en su sofá.
- muy tierno regalo, Lavi-san -
- fue Ryuuzaki -
- ¿oh? - sorprendido.
- el me disparo - serio.
- ¿qué? ese jodido - enfadado. - ¿todo eso por la sucesión? -
- así parece -
- vamos a tener que darle una lección -
- déjalo estar -
- ¡pero jefe! -
- déjalo - frunciendo el ceño - iré a hablar con el conde mañana, después de ello volveremos a casa -
- ¿oh? - sorprendido - pero ¿el doc? -
- si nos quedamos por más tiempo ellos lo descubrirán -
- ... - escuchándolo.
- alguien me siguió hoy y no quiero... - mirando a la nada - traerle problemas. -
- ¿entonces terminara así? -
- mmm, quién sabe, descubrí algunas cosas. - serio.
- ... - sabiendo lo que pasaba pero no quiso decir nada.
...
- ¿eh? ¿Se fue? - llegando sudado, cargando una caja de hisopos.
- te tardaste mucho, doc -
- mmm... - enfadado - "¡¡corrí a toda velocidad para comprarle sus jodidos hisopos*!!" -
- podrías haber robado algunos del hospital -
- como si pudiera hacer eso - haciendo un puchero.
- mj, ahora lo entiendo un poco. -
- ¿eh? - mirándolo.
- por qué esta tan interesado en usted, doc -
- ¿? - sorprendido y confundido.
- pero supongo que no se puede hacer nada -
- ... -
- si usted no siente nada por él, es mejor que no haga caso a lo que dije anteriormente -
MIENTRAS
- jefe... - abriendo la puerta.
- ¿qué pasa? -
- Tikky-san lo busca -
- bien, hazlo pasar. -
- si -
Minutos después el moreno entra al lugar.
- es una sorpresa que vengas a visitar estos lados, Tikky-Aniki -
- lo más probable es que Lavi ya sepa que fuiste tú - quitando su saco, sentándose en un sofá.
- ¿que hice qué? - serio.
- no deberías actuar así, al conde no le gusta - prendiendo un cigarrillo.
- no sé de qué hablas -
- lo sabes, déjalo. Como también deberías dejar tu negocio en Shibuya. -
- gracias por el consejo -
- las drogas no están permitidas en el grupo -
- lo sé -
- él lo descubrirá tarde o temprano -
- como siempre Tikky, estas defendiendo a ese tipo. -
- ¿? - mirándolo.
- siempre has tenido una fijación por Lavi ¿no es así? -
- ninguna en especial. - tranquilo.
- entonces no me explico por qué lo defiendes tanto -
- no lo defiendo, de hecho, estoy tratando de decirte a ti que lo que haces solo te traerá problemas con el jefe -
- sabes que Lavi es su favorito ¿no? -
- ... - manteniendo silencio.
- Tikky, tu sabes mejor que nadie lo que ese sujeto hizo para ganarse al jefe -
- eso es solo un rumor -
- los rumores en la yakuza siempre son ciertos -
- ... -
- ya entiendo, tú también quieres ponerle tus manos encima, ¿no? -
- no es así -
- mmm... - una de sus mujeres le prende un cigarrillo - es de esperarse, todos quieren darle o que les dé, ¿y el conde quiere hacer a un ambiguo su sucesor? ¿Qué mierda es esa? - molesto.
- ... - quedándose en silencio - solo detente -
- tú y yo podríamos hacer algo juntos si él no estuviera -
- ... - manteniendo silencio.
...
- "por supuesto que no siento nada" - mirando el colgante que le habían regalado, mientras apoya su cabeza sobre su escritorio. - "lo acabo de conocer hace unos días, ¡es un yakuza estúpido y siempre está gritándome!" - moviendo el tigre con su dedo de un lado al otro. - "juguemos, si ganas puedes irte" - recordando - nghh - enterrando su cabeza entre sus brazos - "entonces... ¿por qué mierda me late el corazón de esta manera?" -
- Walker-sensei -
- ¿eh? - asustándose y volteándose - Komui-sensei -
- quisiera hablar contigo. - sonriéndole ampliamente.
- "esto no puede ser bueno"- claro, siéntese -
- gracias. - tomando asiento.
- emm… -
- quiero pedirte un gran favor. - sonriente.
- ... - escuchándolo.
- debido a ciertos personajes que están a tu cargo -
- "lo sabía" - deprimiéndose.
- todos en el hospital están algo inquietos, tanto los pacientes como nuestros doctores, enfermeras y otros trabajadores -
- ... -
- así que como eres el más cercano, me gustaría que les dijeras que se fueran - sonriendo más ampliamente.
- pero no tengo el poder para hacer eso -
- te entrego todo el poder, Walker-sensei -
- pero ellos no me escucharan aunque se los diga - nervioso.
- lo harán, si lo dices fuerte y claro -
- no tengo el carácter -
- hazlo -
- urgh - algo en el ya no quiso seguir peleando.
- bien - levantándose y yéndose - lo dejo en tus manos, sensei~~ - cerrando la puerta tras de sí.
- nghh - apoyando su cabeza en el mueble nuevamente - ... - mirando el tigre sobre la mesa - "yo…" - tocándolo con sus finos dedos - "¿realmente quiero que se vaya?" -
MÁS TARDE
- Bienvenido a casa, jefe - le dicen dos de sus hombres que lo reciben en la puerta.
- oh. - caminando por los pasillos de esta.
- jefe, tiene una visita -
- ¿mm? - mirándolo de reojo al hombre calvo que le había hablado.
- Tikky-san -
- ... - algo sorprendido - ¿dónde? -
- en el salón -
- gracias - caminando hasta allí. Abre la puerta.
- oh, jefe, bienvenido - se ponen de pie los hombres que jugaban majhong con el moreno.
- es una sorpresa, Tikky -
- lo es - sonriendo - bienvenido, Lavi -
- sírveme sake. - le dice a una de las chicas.
- si -
- ¿llegaste hace mucho? -
- hace una hora -
- mmm... - poniendo un cigarrillo en su boca, el que segundos después una de sus meikos enciende, se sienta frente a él ojidorado - ¿el conde hablo contigo? -
- sí, ya estoy enterado - moviendo las piezas del tablero para comenzar un nuevo juego con el pelirrojo.
- no pierde tiempo, al parecer esta apurado con lo de la sucesión -
- así parece - bebiendo un poco de sake - ¿cómo está tu brazo? -
- bien, ya no duele - sonriendo.
- mj, te ves bien - moviendo una de las piezas.
- tú también -
- estaba preocupado de que hubieras perdido sensibilidad o algo -
- soy un hombre fuerte, ya sabes -
- mjeje, si, el Lavi invencible, ¿no? -
- mje -
- estuve con Ryuuzaki hace poco -
- ... - poniéndose serio.
- también fui advertido por el conde por todo esto de su retiro -
- bueno, no es que como si no supiéramos que debemos cuidarnos en este mundo, no es la gran cosa. -
- como siempre no te inmutas, ¿huh? siendo que ya te dispararon por esto -
- solo fue el hombro. -
- más bien una advertencia -
- no puedo cambiar el rumbo de mi vida a estas alturas, sabes mejor que nadie... - callando un poco - él porque estoy aquí -
- si - jugando - deberías conseguirte un guardaespaldas -
- lo he pensado un poco -
- te puedo recomendar uno. -
- eso sería de ayuda -
- también... deberías alejarte de ese hospital -
- ... - detiene su jugada – wuau, estoy algo atrapado - refiriéndose al juego y algo más.
- se ha corrido la voz entre el grupo de que estas ahí por una mujer -
- ... - mirando el tablero, serio, sin inmutarse - oh, aquí - tomando una y moviéndola.
- si de verdad estas interesado en esa enfermera, deberías alejarte - moviendo una pieza - o alguno de los... -
- ¡ah! ¡MAJHONG! - gritando y sonriendo al haber ganado.
- oh... - sorprendido
- yeeei~~ ¡¡Lavi-san es el mejor!! - lo halagan sus chicas.
- ¡sí, soy el mejor! - sonriente.
- "¿este tipo está escuchándome?" - ... - mirándolo sonreír - mj - sonriendo de medio lado. Poniéndose de pie - bien, me voy -
- ¿¿¿eh??? ~~ - hablando mimoso - quédate un poco más~~ Tikky-chan~~ -
- no eres nada lindo. - haciendo una mueca.
- mjeje, soy hermoso, ¡admítelo! - riendo.
- mmm... - caminando a la salida.
- Tikky...-
- ¿qué? -poniendo su chaqueta.
- gracias por siempre cuidar mi espalda - mirándolo sonriente.
- ... - mirándolo - no tientes tanto tu suerte, ¿quieres? - acercándose a la puerta - yo también estoy interesado en la sucesión, así que no me contendré aunque seas tú - saliendo del salón.
- mj - sentado y mirando hacia el techo, apoyándose en su sofá - "no es como si quisiera ser el sucesor" - cerrando
los ojos. - uff - levantándose del sofá, caminando hacia la ventana para mirar la noche. La luna estaba menguando, una noche oscura, sin ninguna estrella.
- Lavi-san - le habla una de las mujeres - ¿quiere algo más? -
- se ve triste - habla otra.
- ... - guardando silencio.
- ¿podemos subirle el ánimo? - mimosas.
- no - dice simplemente. - porque no juegan entre ustedes y me dejan mirar - sonriéndoles.
- mjeje, ¡¡sí!! -
- ¡¡ME APUNTO!! - dicen muy felices.
- mirare - volteándose a verlas.
- sip. - comienzan a tocarse y a jugar, como su orden lo decía.
- ... - mirando, pero no estando ahí realmente.
DIAS DESPUES.
- sensei, ¿va a casa? - hablándole la enfermera de turno, cuando lo ve pasar.
- no, estaré en mi oficina un poco más - llevando un café con él y un periódico.
- ya es tarde, ¿no irá a casa esta noche? -
- bueno, eso depende si no me necesitan - sonriéndole.
- mjeje, la vida de un doctor es dura ¿no? -
- bastante - rascando su cabeza - pásame los llamados al teléfono de la oficina, ¿sí? -
- claro, que tenga un turno tranquilo -
- gracias, tú también - yendo a su oficina, entrando en ella, dejando el café sobre su escritorio, sentándose en su cómoda silla, abriendo el periódico.
*Él no me ha llamado hace días, ni tampoco ha venido a visitar a Tsuchiya-san*
- ... - sus ojos se desvían hacia el tigre que colgaba de su móvil.
*Honestamente... está muy tranquilo cuando no está cerca...*
- ... - "pero..." -
*... si se suponía que le gustaba tanto por qué… *
- nghh. - frunciendo su ceño, regresando al diario. -¿oh?- asustándose mientras leía un artículo que decía "Mafioso, fue apuñalado la noche anterior. Su nombre es..." junto a la información, una fotografía de un hombre gordo y calvo. – uff - respirando aliviado - "no es el" - cerrando el diario - "bueno, si algo le hubiera pasado, dudo mucho que Tsuchiya-san estuviera aquí todavía" - mirando el tigre nuevamente, tocándolo con sus dedos.
*entonces... ¿por qué?*
- nghh - enojándose y haciendo un puchero. Comienza a golpear el muñeco repetidamente, hasta que sede y sale volando del celular. - ¡ah! - poniéndose de pie raudo para ir por él. Se agacha y lo toma en sus manos, mirándolo.
*... se siente tan solitario*
Su móvil comienza a sonar.
- ¡ah! - poniéndose de pie, caminando hacia el móvil, respondiendo - diga -
- ah, estás vivo -
- ¿eh? - se voltea y lo ve parado en la puerta con su móvil en el oído.
- la enfermera me dijo que estabas aquí - guardando su móvil y cerrando la puerta tras él.
- ... - mirándolo fijamente.
- ¿qué? - notando su silencio y su mirada.
- nada - bajando su cabeza.
- ... - mirándolo fijamente - no has cambiado -
- ¿eh? - mirándolo.
- sigues igual de bonito. - con una mirada cálida.
- ... - sonrojándose y bajando la cabeza - solo han pasado unos días -
- sí, tienes razón - algo herido. - bien, me voy -
- ah - mirándolo.
- pensé que quizá querías... - hablando con pausas - olvídalo. Me voy. - abriendo la puerta - cuídate -
- ... - apretando sus puños. - lo hare. -
- ¿? - deteniéndose y mirándolo.
- claro, si aún quieres - "¿qué estoy diciendo?" -
- ... - cerrando nuevamente - no sé a qué te refieres -
- ... - apretando sus manos - "¿por qué estoy tan eufórico?" – Hacerlo -
- ¡! - sorprendido.
- dejare que lo hagas - tragando saliva.
- ¿por qué? - mirándolo fijamente.
- con una condición -
- ... - frunciendo el ceño
- Tsuchiya-san y tu deben dejar el hospital - "¿por qué estoy diciendo esto?" -
- ... - enfadándose. - mje - sonriendo
- ¿? - mirándolo acercarse a él.
- así que así es como es - parándose frente a frente con él. - te entregaras por el hospital, eres muy amable -
- ... -
- claro, soy un hombre y tengo instintos, lo más probable es que mi pene estará encantadísimo de estar dentro de ti... -
- "¿por qué?" - apretando su móvil.
- pero mi corazón podría estar llorando. -
- ¿oh? - sorprendido por eso.
- está bien - agarrando el cuerpo del menor, jalándolo y tirándolo al escritorio.
- ¡ah! - suelta su móvil, el cual cae al suelo, junto con su pequeño tigre.
- lo vamos a ser a tu manera - poniéndose muy cerca, acorralándolo entre su cuerpo y el escritorio. Acercándose a su boca
- ... - asustándose.
- vamos a coger y luego desapareceré de tu vida para siempre - subiendo el cuerpo al mueble, desabrochando sus pantalones, bajándolos.
- ¡nng! - temblando.
*Lo siento mucho, Yakuza-san...*
- ... - le abre la bata blanca y la camisa para poder succionar sus pezones.
- ahh - gimiendo.
- estas bastante emocionado con esto, ¿huh? - masturbando el miembro del albino.
- mngh - su cuerpo tiritaba suavemente.
*al final yo era el que más deseaba esto *
- no traje condones, así que lo haremos así - metiendo un dedo en su entrada.
- ¡AMMNH! - sollozando.
- ... - mirándolo mientras lo masturbaba y penetraba con sus dedos.
*pero porque soy un cobarde, volqué toda la culpa en ti... *
- tú eres... - haciendo crujir sus dientes. Sacando su miembro.
- nghh... - mirándolo con sus ojos llorosos y su rostro sonrojado.
- muy cruel - susurrándole.
- uh - cerrando sus ojos.
*para así poder...*
- anhh... - cuando siente la punta del miembro del otro en su entrada. Tensándose.
- ... -
* justificar nuestra ilícita noche juntos.*
- ¡ah! - apretando sus ojos.
De repente suena el teléfono de la oficina del doctor.
- ¿oh? - ambos se sorprenden.
- ah - iba a estirar su mano para contestar.
- déjalo sonar - tomando esa mano y apretándola contra el mueble.
- ¡n-no! yo debo... - moviéndose y dándose vuelta.
- ¡dije que no! - apretando ambas manos contra el escritorio, viendo su espalda aferrando más su pelvis al trasero del peliblanco.
- ah - quejándose, mientras el teléfono no paraba de sonar. – d-debo contestar ¡puede ser una emergencia! -
- ¡déjalo! - apretándolo más fuerte, una de sus manos lo suelta para volver a guiar su miembro hacia la entrada.
- ¡¡¡NOO!!! ¡¡PARA!! - sacudiéndose violentamente. - ¡POR FAVOR! - comenzando a llorar.
- ¡CALLATE! - poniendo su mano libre en su boca.
- ngh -
- ... - iba a ponerla dentro, pero ve el rostro triste y asustado del menor, su cuerpo tiritaba por el llanto que salía de sus ojos y el teléfono que seguía sonando no ayudaba mucho. - mierda... - susurrando.
- ngh - afligido.
- ... - haciendo crujir sus dientes - ¡MIERDA! - grita y toma el auricular del teléfono - ¡¡¿QUÉ?!!-
- ¿!!? - se sorprende al ver que contesto.
- ¿Walker...sensei? - la voz del otro lado parecía confundida y algo asustada.
- ¡¡¿¿QUÉ QUIERES??!! -
- es que… necesitan de sensei -
- ¡¿QUIÉN?! -
- el director necesita ayuda con una emergencia -
- ¡¡¡¿SE ESTA MURIENDO?!!! -
- ¿eh? -
- ¡¿LO ESTA?! -
- ¡ah! - asustada - está en estado crítico -
- ... - gruñendo para sí mismo. - estará ahí en 3 minutos - colgando.
- ... - el peliblanco se queda quieto.
- mierda. - quitándose de encima, caminando en silencio hasta la silla tras el escritorio, sentándose y volteándose para darle la espalda al otro.
- ... - mirándolo confundido.
- ... - masturbándose en la silla.
- ... -
- ¡¿QUÉ ESTAS MIRANDO?! - Viéndolo de reojo
- ¡! -
- ¡¡SI TIENES TIEMPO DE ESTAR MIRANDOME, PRESTAME TU TRASERO!! -
- … - enderezándose y arreglando su ropa. Disponiéndose a salir. Se acerca a la puerta.
- ey, doc. -
- ¿eh? - mirándolo.
- si yo estuviera muriendo ¿correrías a salvarme? -
- ... - guardando silencio, mirando solo la negra espaldera del asiento y un par de cabellos rojos.
- mj - sonriendo tristemente para el mismo. - vete ya, te están esperando. - dice suavemente.
- ... - abre la puerta y sale de la oficina.
- ... - se queda en silencio.
*¿Me pregunto si... lo haría?*
Corriendo por el pasillo.
DESPUES
El pelirrojo sale de la oficina, caminando por los pasillos del hospital en silencio.
- oh - se escucha una voz suave.
- ¿? - levantando la cabeza – ah, Walkner-san - saluda a la enfermera.
- recuerdas mi nombre, ¿huh? - la muchacha rubia camina frente a él.
- claro, como no hacerlo, eres muy bonita. -
- mmm... - mirándolo seria - escuche de otras enfermeras que también estuviste coqueteándoles -
- mjeje, sí, pero no recuerdo sus nombres, solo el tuyo -
- ... -
- ¿no te gustaría... - acercándose, jugando con su largo cabello dorado - salir a divertirte un poco? oí que las chicas de turno pueden retirarse a cualquier hora -
- ... - mirándolo y sonrojándose - de acuerdo - sonriéndole - iré a cambiarme -
- mj, te espero en la salida -
- si -
AL OTRO DIA
- oye - mirando la bata blanca que había sobre el sofá del pelirrojo.
- ¿mm? - en la cama, fumando un cigarrillo.
- ¿de quién es esto? ¿de otra enfermera? - en ropa interior, mirando la bata.
- no - serio - es de Walker-sensei. -
- ¿eh? - sorprendida.
- el cuido de mi hace un tiempo atrás, no he tenido la oportunidad de devolvérsela. -
- ¿oh? - mirándola - tiene sangre -
- es mía. -
- oh... - dejándola estar.
- ¿podrías devolvérsela por mí? -
- ¿? - mirándolo.
- olvide lavarla, pero no puedo quedármela. -
- de acuerdo - sin prestarle más atención.
...
- vaya, fue una larga operación - habla el director quitándose la mascarilla.
- ... - el menor iba distraído, pensando en sus cosas
- Walker-sensei -
- ¿mm? - mirándolo.
- ¿hiciste lo que te pedí? -
- ah, no, aun no -
- mmm -
- lo hare pronto, debo ir a verlo ahora. -
- bien, te confió esto - retirándose.
- mmm... - bajando la cabeza. - "él debe estar muy molesto" - caminando hacia la habitación de Tsuchiya. - "no puedo decirle que se vaya después de que no…" - sonrojándose - nghh - "eso estuvo tan cerca" - llegando frente a la puerta del yakuza. - "estos latidos..." - poniendo una de sus manos en su pecho - "no son normales" - iba a abrir, pero la puerta se desliza antes de que él pudiera hacerlo -¿eh?-
- ah doc - dice Tsuchiya tras el pelirrojo que había abierto la puerta, vestido ya para retirarse, cargando su bolso.
- ¿eh? ¿ya se van? - mirando al pelirrojo, el cual se mantenía serio.
- ... -
- sí, es hora de que dejemos este lugar -
- ... - sorprendido.
*Yo estaba seguro de que... *
- me adelantare - leyendo la atmosfera.
- ... - ambos se quedan mirando fijamente.
*a pesar si pasaba o no algo entre los dos, el encontraría una excusa para seguir aquí...*
- sabes, doc... - hablando al fin.
- ... - mirándolo nervioso.
- ya no me interesas. -
- ¿eh? - su corazón le dio un gran golpazo en el pecho.
- así que puedes estar tranquilo ahora -
* que no se iría... *
- ... - tragando saliva.
- no volveré a pararme frente a ti nunca más. - yéndose.
- ... - quedándose en silencio.
*que él estaría...*
- uh - se atraganta y una lagrima solitaria se resbala por su mejilla.
*por siempre enamorado de mi*
ATTE