Era medio día y Tsuna caminaba por las calles observando algunos locales mientras llevaba algunas cosas que necesitaba para la comida del día.
– ¡¡¡¡DDDEEEECCCCIIIIIIMMMMOOOOO!!!! –sintió como perdía el equilibrio pero no cayó al suelo ya que estaba siendo sostenido por alguien miro a esta persona topándose con un joven peliplata que lloraba mientras lo abrazaba.
– ¿Gokudera? ¿Si tu estas aquí, eso quiere decir qué? – Tsuna miro a su alrededor topándose con un grupo muy conocido para él, los recuerdos lo envolvieron provocándole una gran sonrisa mientras observaba los rostros de cada uno de sus amigos viendo lo mucho que habían madurado hasta que se topó con unos ojos platinados ligeramente teñidos de azul provocando que desviara la mirada dirigiéndola a su guardián de la tormenta que seguía llorando sin soltarle – Gokudera… por favor ya deja de llorar – pedía el castaño con voz muy tranquila.
– Perdóneme Decimo – decía mientras lo soltaba y se limpiaba las lágrimas – es que estoy muy feliz de haberlo encontrado.
– Y no has dejado de buscarme en estos 5 años ¿no es así Gokudera? – mostrando una mirada tranquila la cual fue bien recibida por el ojiverde.
– Si Decimo, como su mano derecha lo buscare y seguiré ya sea hasta el fin del mundo.
– No es para tanto, además es bueno ver que te encuentras bien, lo mismo va para ti Reborn – decía mientras que el ex-arcobaleno se encontraba a su espalda apuntándole con su arma mientras escondía su mirada bajo su fedora.
– Tsk… por lo visto ya no te asustas fácilmente Dame-Tsuna.
– Jajajaja- rio levemente- el tiempo no pasa en vano para nadie – observando como los demás se acercaban.
– ¡Assassino! (¡Asesino!) – se escuchó gritar a una mujer captando la atención de las personas que se encontraban en el lugar los cuales vieron la escena solo Tsuna soltó un suspiro para mirar a sus amigos.
– Será mejor que me acompañen a mi casa… non ti preoccupare, è un noto che è stato un brutto viaggio (no se preocupen, es un conocido que tuvo un mal viaje) – excusaba el castaño comenzando a caminar mientras que era seguido por sus guardianes y tutor que lo miraban sorprendidos a acepción de este último ya que tenía una muy buena pronunciación del Italiano; subían escaleras, pasaban por callejones, de vez en cuando se detenían en algún local para comprar cosas que el castaño necesitaba llegando a una casa blanca no muy grande, pero la más grande de todo el pueblo que se encontraba en la cima del acantilado donde entraron todos.
– Bienvenido Boss – todos eran recibidos por un grupo muy peculiar, una muchacha de cabello largo oscuro con la parte superior de su cabello sostenido de cierta manera con algunas puntas de su cabello sobresaliendo de su cabeza dándole su característico peinado de cuando lo tuvo corto junto con un vestido blanco hasta la rodilla y una cinta roja por debajo de su busto, un chico rubio de cabello revuelto que bestia un pantalón de mezclilla ceñido y gastado junto con una playera manga larga color rojo con dos franjas blancas horizontales quien tomo una de las bolsas que traía Tsuna junto con otro joven de cabello azulado hasta las mejillas con una boina blanca, una playera del mismo color de mangas largas negras y un pantalón oscuro todos no podían creer que la banda Kokuyo se encontrara en el lugar.
– Estoy devuelta Chrome, Chikusa, Ken- decía el castaño mientras les entregaba una sonrisa.
– Nosotros dos llevaremos las bolsas a la cocinas, vamos Ken – dio media vuelta Chikusa seguido por el rubio.
– Boss… Mukuro-sama lo espera en la sala.
– ¿Mukuro ya regreso? Eso fue rápido… gracias Chrome – dándole un abrazo y un beso en la mejilla a la muchacha- será mejor no hacerlo esperar más, chicos vamos a dentro.
– Dame-Tsuna ¿te has casado con Chrome? – esta pregunta provocó que todos miraran al sicario haciendo que a Tsuna se le dibujaba una sonrisa mientras que Chrome se ponía toda roja ante la pregunta del Hitman.
– ¿Porque la pregunta? – sin dejar su sonrisa mientras pasaba su brazo izquierdo por el hombro de la muchacha.
– Por el anillo que llevas puesto- todos dirigieron su mirada al susodicho objeto que llevaba el castaño notando que era de oro esto los tomo por sorpresa, más a un azabache que miraba con fiereza a la pobre muchacha
– Jajajaja ¿Qué opinas Chrome? – le preguntaba a la muchacha más cerca de su cara tomando un poco de su cabello y besarlo delicadamente, esto provocando que el sonrojo de la muchacha aumentara más mientras que en la mirada del castaño se mostraba picardía.
– Boss… por favor deje de jugar – pedía la muchacha.
– Jajajaja –rio al mismo tiempo que le acariciaba la cabeza a la muchacha como lo haría un hermano para después comenzar a caminar en dirección a la sala- lo siento Chrome pero me pareció divertida la pregunta de Reborn y más la reacción que mostraste- continuó caminando mientras era seguido por el Hitman y compañía.
– No has respondido mi pregunta – reclamaba Riborn mientras entraba a la habitación que había entrado Tsuna en la cual se observaba un gran cuadro de una mujer muy hermosa de cabello largo y oscuro, piel clara con unos ojos azules pigmentados ligeramente de gris la cual llevaba puesto un hermoso vestido blanco que se encontraba sentada en el césped debajo de un enorme árbol mientras en sus manos sostenía una rama con flores de color rosa y el cuadro era iluminado por la luz que entraba por las grandes ventanas que daban una muy buena vista del mar mientras Tsuna se acomodaba en uno de los sillones viendo como todos sus amigos entraban.
– ¿Qué pasa muchachos, no toman asiento? – mencionaba Tsuna mientras hacia un ademán con la mano en señal para que tomaran un lugar en alguno de los sillones, todos obedecieron a excepción de Hibari que se quedó recargado en una pared cerca de la puerta – y con respecto a tu repuesta, si me case pero no con Chrome sino con la mujer que está en el cuadro a mi espalda – todos miraron la pintura con admiración mientras que Reborn observó las reacciones de Tsuna en busca de más pistas que le pudiera dar y a cierto azabache que se encontraba alejado de todos que tenía un aura asesina emanado de él.
– Oya oya, Tsunayoshi – una voz resonó en la habitación mientras que una neblina rodeaba al castaño apareciendo un heterocromático que abrasaba por el cuello al castaño, su peinado no había cambiado mucho la única diferencia era esa coleta larga que caía sobre su hombro – desde la muerte de Clariss no habías vuelto a hablar de ella con nadie que no fuera con mi querida Nagi o conmigo – mostrando una gran sonrisa juguetona mientras su mirada se posaba en las personas que se encontraban en el lugar.
– Bienvenido Mukuro – respondió el castaño sin mirarlo, provocando que este ensanchara más su sonrisa.
– Estoy de vuelta – dándole un beso en la mejilla cerca de la comisura de los labios – me extrañaste honey.
– Como no tienes idea- entregándole una gran sonrisa provocando que todos vieran que del lugar donde se encontraba ellos dos salía una luz cálida con un fondo de flores mientras cerca de la puerta parecía que se abrían las puertas del infierno.
– Nujajajaja Lambo quiere ver a Tsuna – entraba corriendo un niño de 10 años de cabello oscuro ondulado con una blusa manga larga de estampado vacuno con un short gris que saltaba sobre el castaño provocando que Mukuro dejara de abrazarle pero aun así el brillo no desapareció del lugar.
– Lambo no seas descortés y saluda a nuestros invitados – pedía Tsuna al pequeño que noto la confusión de este para después dirigir su mirada esmeralda a todos los presentes.
– Buenas tardes… – todos miraban con sorpresa a ese niño que los saludo no descortés mente como lo hubiera hecho años atrás – Reborn, Yamanoto, Ryohei, Gokudera…
– Los otros dos son Hibari-san y Kusabe-san – le decía Tsuna a Lambo ya que se había quedado callado unos segundos.
– Buenas tardes Hibari-san y Kusabe-san – retomó el pequeño haciendo una pequeña reverencia a todos los presentes, de rato entraron corriendo dos pequeños niños que no aparentaban más de 5 años que se lanzaron a abrazar a Tsuna sorprendiendo más a todos ya que estos eran iguales al castaño.
– Papà, ci manchi papà (Papá, papá te extrañamos) – hablaron al unísono los dos pequeños.
– Mi mancano anche Ceri, Evan (yo también los extrañe Ceri, Evan) – dándoles un fuerte abrazo a los tres niños.
– kufufufufu Ceri, Evan ¿Non credo ciao? (Kufufufufu Ceri, Evan ¿Acaso no piensan saludarme?) – haciendo que los pequeños le regalaran una sonrisa en modo de saludo.
– Dame-Tsuna ¿Ellos son tus hijos?
– Claro, esta pequeñita es Ceri y él es Evan- decía mientras les acariciaba sus melenas castañas una más alborotada que otra – Lambo, andare a giocare in cortile perché gli anziani hanno di parlare (Lambo, vayan a jugar al patio ya que los mayores tienen que hablar) – teniendo un asentimiento por parte del menor que tomo a los otros niños y salieron de la habitación mientras a todos les pareció ver la imagen de Futa llevándose a Lambo e I-Pin cuando eran más pequeños.
– Kufufufu Tsunayoshi ¿Quieres que yo también me retire? – preguntaba Mukuro.
– No creo que sea necesario, aparte todos tienen preguntas que hacernos y yo también tengo preguntas – dirigiendo su atención al sicario quien comprendió que podía hablar.
– Bueno, para empezar no esperaba que en estos 5 años dejaras de ser un dame, aprendieras Italiano, te casaras además de tener hijos, la única duda que sigue en mi mente es ¿Por qué desapareciste sin dejar rastro alguno?
– bueno es un poco difícil de responder a esa pregunta solo te diré que descubrí algo que yo ignoraba, al enterarme de eso no sabía qué hacer… así que lo primero que se me vino a la mente fue desaparecer, alejarme de todo el mundo que nadie me encontrara – hablaba el castaño mientras que en su mirada se mostraba un poco de tristeza – cuando creí que nadie me encontraría Mukuro fue el único que apreció a mi lado y se quedó conmigo.
– “Al parecer toqué un tema frágil, después charlaré de esto con él a solas” – pensaba Reborn mientras ocultaba su mirada- pero cuando le pregunte a Mukuro donde te encontrabas él dijo que no lo sabía.
– Kufufufu yo puedo responder a esa duda… no te lo quería decir – mostrando una sonrisa juguetona que provoco que el sicario se levantara de su lugar y le apuntara con su arma.
– Eso quiere decir que si lo sabías.
– Para ser más exactos yo ya estaba con Tsunayoshi cuando fuiste a buscarme, yo solo no te quise decir donde se encontraba- un disparo resonó en el lugar donde solo se vio el impacto de la bala en la pared y el heterocromático desaparecía del lado del castaño.
– Reborn por favor no quiero que destruyas la casa de Clariss para ser más claro que ninguno de ustedes lo haga.
– Tsk – esa fue la única respuesta del hitman quien se volvió a sentar en su lugar mostrando su enojo con la mirada ya que el ilusionista le había mentido, para ser más precisos no le dijo todo lo que él quería saber.
– Decimo – hablo el peliplata captando la atención de todos en la habitación – si Mukuro estuvo con usted desde que desaparición entonces… ¿Qué hace la estúpida vaca aquí?
– Bueno… lo que pasa es que este pueblo está dentro de los territorios de la Familia Bovino – esta información sorprendió a los que conocían a los Bovinos – así que un día ellos vinieron a ver como estaba el lugar y entre ellos iba Lambo, el me vio y se quiso quedar con migo.
– Eso explica el por qué esta aquí, pero su comportamiento es muy distinto al de hace 5 años.
– Con respecto a eso Gokudera… hubo un incidente… desde entonces dijo que quería cambiar y me pidió que le instruyera, así que aproveche para enseñarle muchas cosas entre ella es el ser respetuoso – esto último hizo que una gota de sudor resbalara por la cabeza de sus amigos ya que una sonrisa no muy convincente apareció en el castaño.
– ¡¡¡SAWADA!!!, ¡¿Dónde esta el hombre más fuerte del pueblo?! – pregunto en un grito Ryohei.
– Bastardo, le tenemos que hacer preguntas con respecto a Decimo – se quejaba la tormenta.
– ¡Ho!... ¡¡¡Sawada, ¿desde cuando eres padre?!!!
– Maldito para hacer las preguntas no necesitas gritar.
– No tengo ningún problema con que grite Gokudera- interrumpió el castaño quien obtuvo como respuesta una mirada de arrepentimiento por ser reprendido por parte del peliplata – Onii-san, para evitar problemas que te parece si hablas en ‘voz alta’ – viendo como el albino asentía ante la propuesta – con respecto al hombre más fuerte del pueblo no tengo idea ya que los más fuertes están en esta casa y me entere que sería padre a los 14 antes de cumplir los 15 – teniendo como respuesta la mirada de sorpresa de todos.
– Pero Jun-daime eso fue hace 5 años desde su desaparición – Gokudera fue el que articuló el único pensamiento que tenían todos.
– Jajajajaja pasaron muchas cosas en estos 5 años – dándoles una sonrisa a todos para después desviar la mirada a la entrada- ¿Pasa algo Lambo? – todos voltearon a ver al pequeño que se encontraba en la entrada y los miraba.
– Tsuna Spiacente, ma Ceri e Evan erano nervosi di sentire un colpo ... (Lo siento Tsuna, pero Ceri y Evan se pusieron nerviosos al escuchar un disparo…).
– Eso fue culpa de Reborn y Mukuro- lanzo un pequeño suspiro – Evan, Ceri... non ti preoccupare che non mi farà male (Ceri, Evan… no se preocupen ellos no me harán daño) – todos vieron como los dos pequeños se asomaron y solo asintieron para después salir a jugar junto con Lambo – eso me recuerda ¿Qué hacen aquí?, de Gokudera es fácil saber ya que él se la pasó buscándome y por lo visto Yamamoto lo acompaña, de Onii-san sé que está buscando a personas fuertes para pelear con ellas… pero de los demás no tengo idea ya que Reborn tú me buscarías por medio de tus contactos ya que tu deber es estar con el actual jefe y Hibari… tu no me buscarías ya que no necesitas de nadie y yo sería un estorbo – concluyo para después ver a todos a la cara con un semblante serio que después desapareció para dar paso a un aspecto relajado.
– Disculpe Sawada-san – Kusabe fue el primero en hablar ya que se había prolongado un silencio en la habitación – lo que pasa es que tanto como Hibari-san, Reborn-san y yo hemos venido por petición de la escuela… y bueno ya que usted conoce el lugar podría decirnos como llegar a esta dirección – entregándole un pedazo de papel el cual fue inspeccionado por el castaño para que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro para después mirarle.
– Viene con otra cosa ¿no es así?
– De hecho con esto – mostrando un sobre que desapareció de su mano tan solo mostrarlo.
– Kufufufufu, este sobre es interesante ya que tiene el escudo de los Vongola – aparecía Mukuro con el sobre en la mano el cual le entregaba a Tsuna.
– Todavía te encuentras aquí- decía Reborn mientras miraba al ilusionista con molestia.
– Oya oya, ¿si nunca me fui de la habitación?
– ¿Eso es imposible? tu presencia desapareció… “¿Cómo es que no pude sentir su presencia en todo el momento que desapareció?” – saliendo de sus pensamientos al escuchar el desgarre de papel viendo como Tsuna leía la carta tranquilamente, la repasaba barias beses para después soltar un suspiro y entregarle los papeles a Mukuro que también se tomó la dicha de leer.
– ¿Qué piensas hacer Tsunayoshi? – preguntaba el ilusionista mientras quemaba los papeles con sus manos.
– Kusabe- san con respecto a la dirección, es la de mi casa… así que al que estaban buscando era a mí, por ese motivo me tome la libertad de leer la carta ¿Cuándo es el evento? – pregunto Tsuna mientas dirigía su mirada a la ventana.
– Dentro de 4 días contando este – fue la respuesta que dio Reborn.
– Chrome, por favor ¿Puedes llamar a todos? – la cual solo asintió y salió del lugar – 4 días, mejor dicho 3… – guardando silencio para quedar suspendido en sus pensamientos y salir abruptamente de ellos y mirar a todos – bueno, que les parece quedarse a dormir hoy ya que por lo visto no tienen donde quedarse.
– No, lo mejor es que nos vallamos enseguida – decía Riborn captando la atención de Tsuna
– Reborn, tenemos tiempo de sobra además todos han de estar cansados por el viaje y quiero que estén descansados ya que lo que viene será un poco ajitado.
– Que quieres decir… – pero fue interrumpido ya que en la habitación entro Chrome acompañada de los niños junto con Ken y Chikusa.
– ¿Boss?… – pregunto la muchacha ya que todas las mirada se posaron en su ser.
– Quiero que empaquen ya que mañana vamos a regresar a Namimori así que hoy compartiremos habitaciones para dormir y salir mañana a primera hora sin falta.
– Espera dame-Tsuna, no planeamos quedarnos…
– ¿No crees que es un poco apresurado Tsunayoshi? – interrumpió el heterocromático.
– No lo creo Mukuro, además quiero hablar con el noveno lo antes posible así que el orden de las habitaciones será así Ken compartirá habitación con Chikusa, Gokudera con Yamamoto y se quedaran en la habitación de ken, Lambo tu estarás con Reborn, Kusabe y Onii-chan se quedaran en la habitación de huéspedes, Chrome tu estarás sola ya que no puedo permitir que un hombre se quede contigo, Mukuro tu compartirás habitación con Hibari-san y por ultimo Ceri y Evan se quedaran con migo.
– Lambo acepta que Reborn se quede en mi habitación.
– Ken será mejor que empecemos a empacar ya que nos iremos a primera hora – salieron de la habitación ambos jóvenes.
– Kufufufu, por mí no hay problema en compartir mi habitación haré que ave-kun duerma en un rincón – teniendo como respuesta un golpe que esquivo con agilidad.
– Tú serás el que duerma en el rincón – respondió Hibari mientras de él emanaba un aura asesina.
– Oya oya no lo creo, ya que no podrás ganarme porque eres débil – mientras aparecía su tridente para empezar una pelea.
– Mukuro… – hablo Tsuna – no quiero que pelen y destruyan el lugar así que a ustedes los cambiare, Chrome – la aludida miro al castaño – los niños se quedaran contigo mientras Mukuro se queda con migo así Hibari-san no peleará con nadie.
– Me gusta la idea Tsunayoshi – el ilusionista desapareció su arma para acercase al castaño y darle un abrazo mientras que Hibari miraba con odio la escena, tomando por sorpresa que Tsuna le dijera algo cerca del oído al heterocromático mientras eran observados por los demás y apareciera una sonrisa en la cara de Mukuro – muy bien iré a empacar para partir mañana – desapareciendo del lugar dejando al castaño con los demás.
– Papá… – los que se encontraba en la habitación miraron a uno de los pequeños hijos del castaño con sorpresa al ver que no solo hablaba Italiano sino que también Japonés – ¿no vamos a ir a la playa mañana?
– Después de la comida saldremos a la playa ya que no podremos ir mañana como lo prometí – viendo como sonreían los dos niños – así que Chrome ¿podrías ayudarles a empacar sus cosas?, Lambo guía a Kusabe-san y a Onii-san a la habitación de huéspedes donde se quedarán y Reborn acompaña a Lambo para que sepas donde pasaras la noche – teniendo un asentimiento por parte de Chrome y Lambo que salían del lugar seguidos por los demás a excepción de Reborn que se le quedo viendo unos segundos – si quieres charlar que sea después, tenemos mucho tiempo y lo sabes, además no planeo desaparecer –el sicario lo observo por unos segundos y después salió del lugar siguiendo a los que ya se habían ido dejando en la habitación a Hibari y Tsuna.
– ¿Quieres preguntarme algo Hibari-san?- viendo que no se movía y solo le miraba.
– ¿Por qué te casaste?
Tsuna no se esperaba esa pregunta, tenía que parecer calmado buscar como regresar esa pregunta sin que le saque la mayor información, cambiar el tema a como dé lugar.
– Eso es fácil, por mis hijos – mientras sonreía con gran cariño.
– Entonces te casaste por que ibas a ser padre.
– Me case para ser Feliz… y dime ¿Cómo te fue con tu relación después de mí? – Tsuna observaba por completo a Hibari notando la sorpresa en sus ojos que para cualquier otra persona le sería difícil notarla, en ese momento agradeció haber aprendido a mentir, manipular sus gestos y observar el más mínimo cambio en las facciones de los demás y todo gracias a esos 5 años que pasó con su guardián de la niebla – de seguro te preguntaras ¿Cómo es que sé eso?, ya que solo desaparecí pero estuve al tanto de cada uno de ustedes, de los lugares que visitó Gokudera para buscarme mientras que en su búsqueda fue reconocido como un genio errante, que Onii-san es un gran boxeador que en estos momentos está retirado para buscar a personas fuertes y retarlas, Yamamoto de vez en cuando va al castillo de los Varia para entrenar con la espada y que tú te quedaste en Namimori ya que la escuela estaba en banca rota y Vongola la compró haciéndola una de las mejores escuelas gracias a tu ayuda, que además alberga algunos hijos de valiosos aliados.
– Tsunayoshi… ya terminé de empacar y vengo a ayudarte – apareció de la nada el ilusionista.
– Gracias Mukuro vamos acompáñame a la cocina – extendiéndole la mano que fue tomada por el heterocromático y salir del lugar dejar solo al guardián de la nube.
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Lambo caminaba por los pasillos seguido por tres mayores ya que desde hace un tiempo Chrome se había separado de ellos para dirigirse a la habitación de los niños, en el transcurso del camino solo hubo silencio para que el pequeño de detuviera de improvisto enfrente de una puerta de madera que abrió y los mayores se asomaran por esta.
– Esta es la habitación de huéspedes pueden ponerse cómodos – dijo Lambo mientras volvía a caminar dejando atrás a los tres hombres que le miraban con detenimiento la habitación – Reborn acompáñame, tienes que saber dónde dormirás tú – estas palabras provocaron que el sicario frunciera su ceño ya que sintió que fue una orden de parte del pequeño.
– “¿Cómo es que este mocoso se atreve a darme ordenes?, haré que pague su osadía” – pensaba el Hitman y preparando su arma apunto al joven Bovino para darle una lección – “eso me recuerda que compartiré cuarto con el… su cuarto ha de ser un desastre como el que tenía Dame-Tsuna en Japón, de por sí ya es malo compartir algo con la vaca” – una sonrisa apareció en su cara para dirigir su mirada a Lambo viendo que enfrente de él estaba una puerta abierta y ya no se encontraba al que se supone era su guía sino una puerta abierta a lo cual procedió a entran a la habitación la cual se encontraba en perfecto orden.
– Esta es mi habitación, ponte cómodo – Lambo corría de un lado a otro moviendo un montón de cosas a tal punto que desespero al sicario.
– Estúpida vaca ¿No te puedes quedar quieta? – viendo como esos ojos esmeralda se posaban en su ser esto provoco una extraña sensación por esos ojos que lo miraban y una sonrisa se depositaba en el menor.
– ¿Acaso eres idiota Reborn?… estoy empacando ya que Tsuna dijo que nos iremos a primera hora mañana – esto lo dijo con un tono de arrogancia e infantilismo, el mismo que tuvo cuando tenía a sus 5 años para despues continuar empacando.
– “Este enano se va a enterar a quien fue la persona a la que le dijo idiota” – Reborn se acerco sigilosamente por atrás del pequeño para apenas tocarle el hombro y retirar su mano al instante por sentir una corriente eléctrica que paso por su cuerpo por el escaso contacto que tuvo con el menor, mientras que el pequeño azabache seguía empacando sus cosas por el simple hecho de que no se había dado cuenta de nada ya que estaba muy concentrando en empacar sus cosas al punto de no prestarle atención al mayor, esto molesto más al hitman provocando que sacara su arma y la colocaba en la cabeza del pequeño rayo.
– Ya termine de empacar, será mejor que… – Lambo no terminó su frase por la sorpresa de que el ex-arcobaleno le apuntaba con su arma.
– Estúpida vaca, a ¿Quién crees que tratas como un idiota? –dijo Reborn mientras disparando su arma para ver con sorpresa que la bala era detenida por un capo de rayos que cubrían al pequeño que al escuchar el disparo cerró los ojos.
– ¡Reborn!- la voz de su dame-estudiante lo saco de su sorpresa viendo como el castaño entraba a la habitación y se acercaba al pequeño quien al ver a Tsuna el campo que le rodeaba desaparecía ante el tacto del castaño y la bala caía al suelo inerte – no tienes motivos para dispararle a Lambo – menciono mientras abrazaba al pequeño guardián del rayo quien oculto su cara en el pecho de Tsuna.
–… ¿Debo tener algún motivo para hacerlo?
– No, eso no te da el derecho de disparar tu arma a cualquiera… – se detuvo al sentir como Lambo se separaba de él y le miraba.
– Tsuna no te enojes… si Reborn disparó debe ser porque yo hice algo para molestarlo – teniendo como respuesta un suspiro de parte de Tsuna para después acariciarle la cabeza y darle una sonrisa.
– Está bien, pero yo no creo que hayas hecho algo malo ya que Lambo es un buen niño – tomando la mano al pequeño para dirigirse a la puerta de la habitación – Reborn será mejor que te acomodes y vayas al comedor ya que la comida esta lista, agradezco que esta habitación sea aprueba de ruido si no fuera así ya tendrías a todos aquí. – termino de hablar el castaño para terminar de salir del lugar y dejar solo al Hitman.
– Tsk… “¿Por qué la estúpida vaca me defendió ante dame-Tsuna? A de más ¿que fue ese campo que le rodeo y solo me afecto a mi?” fue mi imaginación o ¿A Tsuna le brillaron los ojos como cuando entra en modo hiper?
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Todos se encontraban en el comedor y conforme fueron llegando tomaron su lugar en la mesa, en la cabecera izquierda se encontraba Tsuna en este extremo se encontraba la banda Kokuyo, seguidos por los niños, en el centro se encontraban los guardianes a excepción de la nube que se encontraba en el extremo derecho de la masa procurando estar lo más alejado de esa multitud de herbívoros y en la cabecera derecha se encontraba el ex-arcobaleno, todo parecía estar de lo más normal solo que los únicos que comían eran la banda Kokuyo, los niños y el guardián del sol este último comía como si no hubiera un mañana mientras que Tsuna solo los observaba con una sonrisa.
– Sawada quiero más – exigía el albino mientras que Tsuna soltaba una pequeña risita casi inaudible.
– Si serás, debes comer más calmado, pareces un niño pequeño… no ni siquiera un niño pequeño come así cabeza de césped.
– Que has dicho cabeza de pulpo – se quejo Ryohei viendo el plato del peliplata y de los demás guardianes – no han ni tocado la comida que nos dieron, si la probaran sabrían lo extrema que esta.
– Ma ma Gokudera, sempai tiene razón nosotros no hemos probado la comida para poder decirle algo – trataba de calmar Yamamoto al peliplata para tener como respuesta una mirada de la tormenta que decía muérete – vamos solo tenemos que probar – decía el guardian de la lluvia con su típica sonrisa para dar un bocado a su comida y mirar con asombro el platillo que tenía enfrente – está muy rico.
– Verdad Yamamoto, así que Sawada más.
– Tsk… se comportan como unos niños – se quejo la tormenta mirando su plato detenidamente, después de unos segundos se decidió a probar la comida y comprobar que tenían razón los otros guardianes mientras era seguido por los demás que no habían tocado su plato.
– Me alegra saber que les gusto la comida que yo hice – hablo Tsuna mientras le servía más comida al guardián del sol.
– Decimo ¿usted hizo esto? – Teniendo como respuesta un asentimiento de parte del castaño – es usted grande, esta comida está deliciosa.
– Pero al principio se le quemaban las cosas a Boss para después dar paso a comida desabrida o salada – hablo Chrome pensativamente mientras sostenía su cuchara aun cerca de su boca y daba otro bocado a la comida.
– Kufufufu, mi querida Nagi recuerda que Tsunayoshi cambio bastante estos 5 años el ‘solo’ y con un buen motivo para avanzar – respondió Mukuro enfatizando en una sola palabra que fue bien captada por los mayores – además Clariss fue quien le enseño a cocinar.
– Mooo, me costó mucho aprender a cocinar Mukuro, Chrome… además ella no fue la única que me ‘enseño cosas’ – entregando una sonrisa de complicidad de parte de Tsuna que fue complementada por todos los Kokuyo cosa que no les agradó mucho a los demás.
– Lambo también aprendió muchas cosas de todos y de Tsuna – menciono el joven rayo captando la atención de todos para obtener como repuesta algunas risas y movimientos negativos con la cabeza.
– Claro que sí, aprendiste mucho estos 5 años y te has hecho más fuerte, tanto que no pueden pasar tu defensa – afirmaba Tsuna dandole una mirada llena de calidez al pequeño Bovino
– Lambo es grande, tanto que protegerá a Tsuna de cualquiera que quiera hacerle daño.
– Jajajaja, gracias Lambo – el castaño se puso a la altura del pequeño para darle un beso en la mejilla.
– Yo también te protegeré Tsunayoshi – decía el de ojos bicolor.
– Gracias Mukuro – y todos los guardianes quedando sorprendidos al ver como Tsuna se acercó al ilusionista y le dio un beso en la mejilla igual a como lo había hecho con Lambo.
– Hubiera preferido en los labios – menciono el ilusionista que miraba al castaño el cual solo sonrió.
– Mukuro si te diera un beso en los labios entonces se lo daría a todos y no creo que quieras compartir.
– Por supuesto que no, ya que tu cuerpo algún día será mío.
– No lo tendrás tan fácil – respondió Tsuna mientras posaba su mano en el hombro del heterocromático y miraba a los presentes – bueno yo me retiro a mi habitación, niños nos iremos a la playa dentro de dos horas así que Chrome ¿Los podrías cambiar? – viendo que esta asentía para así salir del lugar dejando a sus guardianes atónitos ante la actitud del castaño.
– Mukuro, ¿Qué relación tienes con dame-Tsuna?
– Oya ¿Por qué la pregunta?
– No me respondas con otra pregunta.
– Eso no es de tu incumbencia ex-arcobaleno, han pasado 5 años desde que no han estado cerca de Tsunayoshi, los cuales nosotros le hemos conocido más y si quieres saber sobre qué relación tenemos será mejor que le preguntes a él ya que yo no pienso decirte nada – para desparecer de la mesa.
– Haaa, esto es molesto Kaki-pi vamos a comprar algunos dulces para el viaje- decía Ken para levantarse de la mesa y salía del lugar arrastrando a su compañero.
– Pequeños vamos a buscar que se pondrán para ir a la playa – Chrome se levanto de la mesa y tomando a los tres niños – Mukuro-sama tiene rezón si quieren saber más sobre Boss será mejor preguntarle a él, ya que desde que llegaron no ha sido el mismos – siendo en compañía de los pequeños.
– Reborn-san… – Gokudera miro al ex-arcobaleno
– Tsk, esto es molesto desde que llegamos solo nos han dado algunas respuestas y la actitud de dame-Tsuna no es la de siempre es como si no quisiera tenernos cerca – Reborn se cruzo de brazos mientras y era observado por todos los guardianes que entendían bien lo que decía.
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Apenas se filtraba la luz del día por la ventana ya que las cortinas impedían el paso de esta en la habitación en la cual apenas se podía distinguir el color naranja de las paredes ya que este parecía de un tono rojo por la falta de luz, en la cama de sábanas blancas se encontraba Tsuna recostado con su ante brazo sobre su rostro.
– Mukuro ¿Qué puedo hacer? – Hablo Tsuna mientras que el nombrado aparecía sentado en uno de los sillones más cercanos al castaño – no quiero que se enteren del motivo por el cual desaparecí de Namimori y dejé todo atrás.
– Eso será imposible ya que el Ex-arcobaleno tiene muchas dudas y quiere respuestas, podrás atrasar la verdad pero no ocultarla por siempre.
– Estoy consciente de ello…
– También recuerda que tus hijos querrán saber quién es su ‘madre’ y una vez que ellos sepan la verdad querrán conocer…
– ¡¡No!! – sentándose abruptamente sobre la cama y mostrándose afligido ante el comentario – no dejare que se le acerquen, ellos no deben tolerar la indiferencia de él…
– Todavía le amas, ¿No es así? – Viendo que no tendría respuesta decidió continuar – a pesar de que le amas, siempre te trato tan fríamente.
– Si… en estos momentos me molesta parecerme a mi madre ‘por siempre enamorada de mi estúpido padre’ y yo enamorado como un idiota; por eso no debo estar solo con Reborn ni con Hibari-san.
– Y ¿Por eso nos has pedido que estemos pendiente de ello?
– Si, ya que Reborn sabe que preguntar y que no enfrente de los demás por eso prefiero estar enfrente de todos y Hibari-san no tolera la presencia de nadie… no ha cambiado casi nada.
– Lo que tú digas, pero será mejor que te arregles ya que saldrás.
– Si… por cierto lo de ese asunto…
– No te preocupes Ken y Chikusa se están haciendo cargo de eso.
– Qué bueno ya que conociéndolos todos ellos nos acompañaran y es posible que esos dos intenten estar a solas conmigo.
– Kufufufufu lo tienes todo bien calculado.
– Por su puesto ya que Reborn me entrenó, tú me enseñaste a controlar mis emociones además de aparentar otras, teniendo en cuenta que tuve mucho tiempo para mejorarlas y tengo una que otra sorpresa para desviar la tención de ellos.
– Bueno te dejo, yo me quedaré en la casa para hacer los preparativos que me pediste para que nadie logre llegar a esta habitación a no ser que sean mis chicos o los niños.
– Me parece buena idea, pero tienes que tener una coartada para que no sospechen.
– Por ese motivo tengo a mi querida Nagi ella me ayudará – mientras desaparecía del lugar y dejaba sólo al castaño que solo se limitó a recostarse otra vez.
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Un gran escándalo se encontraba en la puerta principal ya que el guardián del sol y la tormenta discutían mientras que la lluvia trataba de apaciguarles y dos azabaches se encontraban lo más lejos de ellos.
– Idiota como piensas salir con solo eso – decía la tormenta mientras señalaba la albino que solo llevaba un traje de baño total mente negro a excepción de la entrepierna que era de color amarillo sin más que lo cubriera mostrando todo su cuerpo bien tonificado que hacia juego perfecto con su piel tostada.
– Claro que sí, ya que vamos a ir a la playa.
– Usa más la cabeza de césped que tienes, no puedes salir así.
– Tú no eres nadie para decirme como salir además porque todos ustedes están vestidos así – imitando el movimiento que anterior mente el peli plata utilizo para referirse a su ropa ahora referente a la de los demás denotando la blusa roja desabrochada junto con su bermuda color olivo y dos franjas blancas delgadas a los costados junto con sus sandalias rojas que llevaba la tormenta mientras que la lluvia traía una camiseta sin mangas de color azul eléctrico ceñida junto con su bermuda color camel y unas sandalias cerradas café – se supone que vamos a la playa no a dar un paseo – ahora señalando a los dos azabaches que se encontraban lo mas lejos de ellos uno ya harto del escándalo que llevaba un pantalón negro, una camiseta sin mangas violeta llevando enzima una blusa blanca de manga corta desabrochada y unos waveseeker blancos mientras que el otro traía una camiseta sin mangas amarilla enzima una blusa negra semi-abrochada junto con un jean grises y unos waveseeker bancos solo que estos traían una pequeña franja amarilla, que se encontraba divertido por lo que se aproximaba si nadie paraba el escándalo.
– Sí que son escandaloso no lo crees Kaki-pi- interrumpió el Rubio de Kokuyo que era seguido por su amigo.
– Sería bueno que los callemos Ken – sacando sus yoyos y dentaduras para empezar un combate que los guardianes no estaban dispuestos a perder.
– ¡¡Ha, ustedes también!! – Señalándolos Ryohei – ¿Porque están vestidos así? – denotando que ambos llevaban bermudas de color verde militar, camisetas sin mangas algo holgadas blancas y waveseeker grises.
– ¡¿Ha?! ¿Que porque estamos vestidos así? más bien ¿Porque estás tú vestido así?
– Por qué voy a la playa.
– Más bien me pareces un exhibicionista, será mejor mantenerse alejado de ti.
– ¿Que has dicho intento de gato?
– Lo que has escuchado boxeador de cuarta.
– Y ¿porque ustedes están vestidos de la misma manera?
– Coincidencia- hablaron al unísono.
– ¿Por qué tanto escándalo? – apareciendo Tsuna con una camiseta sin mangas naranja, enzima una blusa de manga larga azul cielo con un pantalón negro y unos waveseeker, de la mano traía a Lambo con unas bermudas verde bosque y unas sandalias cerradas acompañado de Chrome que llevaba una camiseta sin mangas ceñida blanca junto con un chaleco ligero azul denim con un jean viejo de color cerúleo que cargaba a los dos pequeños que llevaban un conjunto similares que constaba en un short azul marino, una blusas color azul alicia de cierre, manga corta y gorro a excepción del contorno ya que era del mismo color del short y el otro conjunto en un short rojo cadmio, una blusa rosa albaricoque de cierre manga corta con gorro, junto con un top del mismo color a excepción del contorno – Onii-san sé que vamos a la playa, pero esta no es para que lleves eso puesto ya que tendremos que pasar por todo el pueblo y puedes causar mucha conmoción… será mejor que te pongas esto – entregándole una bermuda de los mismos tonos que su traje de baño solo que los colores estaban invertidos y el amarillo quedaba a los lados además de un par de sandalias.
– No entiendo bien Sawada, solo que sería malo si saliera solo con mi traje de baño.
– Has entendido bien Onii-san.
– No le hayo el sentido si vamos a ir a la playa, pero si tú lo dices lo haré – para empezar a ponerse lo que el castaño de había entregado.
– Por cierto Reborn ¿Dónde está Kusabe-san?
– Se sentía cansado así que decidió quedarse – viendo como Tsuna y Chrome se miraban.
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– ‘Chrome comunícame con Mukuro.’
– ‘Si Boss.’
– ‘Oya ¿Qué sucede Tsunayoshi?, no ha pasado mucho desde que te dejé y ya me extrañas’
– ‘No es momento para que juegues, me acaban de informar que Kusabe-san no irá ya que se encuentra cansado.’
– ‘¿Y?’
– ‘Quien me lo dijo fue Reborn.’
– ‘Estas diciéndome que el ex-arcobaleno trama algo y por eso, ese sujeto que siempre está con ave-kun le está haciendo el recado.’
– ‘Sí, lo más seguro es que este merodeando por la casa y no puedas hacer a gusto tu trabajo.’
– ‘No te preocupes, le prepararé algo que no se atreverá a estar cerca de esta sección Kufufufu.’
– ‘No te vayas a pasar con él.’
– ‘Yo no pienso excederme, ya que sus nervios serán los que le traicionen.’
– ‘No puedo hacer nada… pobre de Kusabe-san, pero has lo necesario para que no piense en salir de su habitación.’
– ‘Entendido, mientras tanto continuaré con lo que me falta nos vemos dentro de algunas horas.’
– ‘Ya se fue Boss.’
– ‘Está bien Chrome, dejemos los asuntos de la casa a Mukuro.’
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– Por cierto dame-Tsuna ¿Dónde está Mukuro? – captando la atención del castaño.
– Oya, no me vez o acaso te estás quedando ciego – todos voltearon a ver como el de ojos bicolor se encontraba recargado al lado de la puerta con solo un pantalón perla, camiseta de color añil sin mangas algo holgada.
– ¿Cuánto tiempo llevas allí?
– Me pregunto – mientras de sus labios aparecía una sonrisa.
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– ‘Buena ilusión Chrome.’
– ‘Gracias Boss, Mukuro-sama fue el de la idea.’
– ‘Jajaja… por cierto, hay que tener cuidado con estas conversaciones ya que Reborn puede sospechar algo.’
– ‘Como desee Boss.’
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– Bueno, ya que estamos todos reunidos vámonos – interrumpía el castaño para ser tomado del brazo por Mukuro.
– Por supuesto, y que mejor que ir en mi compañía – mencionaba el ilusionista para ser separados abruptamente por una tonfa – ave-kun eso fue peligroso.
– No toques a Sawada Tsunayoshi – dijo Hibari mientras afilaba su mirada y daba otro golpe.
– Oya estas de mal humor kufufufu, pero no podrás estar cerca de Tsunayoshi.
– Sí, sí, si…- pasaba el castaño entre ellos – ¿Se pueden calmar?, Mukuro sabes que no me gustan las peleas en esta casa – acercándose a la puerta y abrirla para ser seguido por la banda Kokuyo junto con los niños, Mukuro solo negó con la cabeza para seguirlos.
– Hibari, será mejor que te controles – mencionó el sicario a Hibari quien solo se miraron – no quiero problemas entre Mukuro y tu ya que eso pone a la defensiva a Tsuna y cuesta más acercársele – Reborn comenzó a caminar para salir del lugar para ser seguido por Hibari junto a los demás guardianes, pasaron los minutos recorriendo las calles pasando por callejones, bajando escaleras y deteniéndose de vez en cuando ya qué personas detenían al castaño para hablarle hasta que llegaron a su meta, era un lugar pequeño donde la arena estaba blanca con una hermosa vista del mar, al horizonte se observaban las nubes pasear, el agua azulina se mecía entregándoles su hermoso cantar y los niños salieron corriendo para jugar mientras eran seguidos por la banda Kokuyo quienes empezaron a acomodar las cosas .
– Muchachos disfruten del día – entregándoles una sonrisa mientras que comenzaba a caminar y el viento movía su cabello castaño.