Aquella mañana me había despertado temprano para ir a correr. El arroz que me preparé no estaba tan bueno como el de Key, pero al menos alimentaba. Estaba tan metido en mi mundo que no reparé en que Jonghyun había bajado a desayunar.
-Buenos días, Keroro - *merong* me sacó la lengua
-Buenos días, perrosaurio-le contesté sonriente
-No sé cómo puedes tener ganas de hacer deporte tan temprano-dijo desplomándose en la silla-yo apenas soy persona antes de las doce…
-Deberías probar a venirte un día, no te vendría mal-quería picarlo, ese era nuestro juego.
-¿Qué insinúas, rana, no has visto mis perfectos músculos?-dijo besándose el brazo derecho. Eché un vistazo a sus fuertes brazos, y sentí la necesidad de que me abrazasen.
-Yo solo digo que luego, cuando quieres que compitamos, siempre gano yo-sonreí victorioso.
-Vamos a echar un pulso, a ver quien se pavonea después de que te humille
Obviamente iba a aceptar ese reto, era muy competitivo, sobre todo entre nosotros. Nos cogimos las manos y sentí una especie de descarga eléctrica recorriéndome la espina dorsal. Antes de que pudiese darme cuenta, tenía a hyung gritando en mi oreja que me había ganado. Me había quedado tan confuso tras rozar su piel que no había sido capaz de reaccionar.
-Como castigo por haber perdido me tienes que preparar el desayuno-me miraba con una amplia sonrisa a la que no me pude negar, no sin antes quejarme.
-Esa regla la acabas de poner ahora. Además, si me has ganado ha sido porque me he distraído con…-callé de golpe
-¿Con qué?-dijo entre curioso y divertido. Al ver que no contestaba, comenzó a reírse-que mal perder tienes, Choi Minho.
Sabía que nuestro juego era hacernos rabiar, pero ya me estaba cabreando el no poder callarlo. Era consciente de que podía haberle ganado sin esfuerzo.
-Muy bien, Kim Jonghyun-recalqué su nombre, tal y como él había hecho con el mío-si crees que puedes seguir mi ritmo, te reto a que vengas hoy conmigo a correr y al gimnasio.
Por un momento nuestras miradas se cruzaron llenas de competitividad, pero acabamos riéndonos como niños al ver nuestras caras.
-No solo voy a demostrar que puedo seguir tu ritmo sino que voy a superarte-dijo con convicción
-Eso es mucho decir para alguien que antes de las doce no es persona-*merong*
Me revolvió el pelo y me abrazó por la espalda, susurrándome un “me encanta como eres”. Paré en seco de servirle el arroz en su cuenco. ¿Qué había sido aquello? ¿Por qué me había abrazado por detrás sin más? En mi cabeza se repetía una y otra vez “Me encanta como eres”… ¿Qué había querido decir con aquello? “Nada, Minho, nada, solo estaba picándote, no seas idiota…”
-¿Ya estás rodando un drama?-la voz de Key me despertó de mis pensamientos. Vi como Jonghyun me miraba divertido ya que intentaba coger el cuenco de arroz que había en mi mano pero lo estaba apretando tan fuerte que no podía. -Jjongie, ve a despertar a Onew, que para ser el líder es el que más tiempo en la cama está…-en cuanto hyung desapareció, la mirada de Kibum se me clavó amenazadora-Podrías cortarte un poco, ¿no?
-¿Eh?-dije confuso
-Como sigas siendo tan obvio se va a dar cuenta de que estás hasta las trancas por él
Me quedé helado. Con que era cierto que la Diva sabía de mis sentimientos. Cómo pude, intenté parecer indiferente.
-Bummie, deberías dejar de leer fanfic, te está afectando
-Di lo que quieras, pero sabes tan bien como yo que no tienes ojos para nadie más. Eres tan obvio: la forma en que lo miras, el cómo reaccionaste ayer cuando bromeamos sobre Internet War…además, llevas un año sin acostarte con nadie.
-¿Y tú que sabes con quién me acuesto?-elevé el tono más de lo necesario
-¡Con quién se ha acostado la rana!-Jonghyun había llegado con el maknae y un dormido líder
-Eso no son cosas que deba escuchar el pequeño-dije en un intento de defenderme
-Jjajaja, pero si yo ya lo he hecho con Naeun
Por primera vez todas las miradas se concentraron en el más pequeño, momento que aproveché para escabullirme. Ya me había retrasado demasiado, quizás solo me iba a dar tiempo de correr. Desde el recibidor se podía escuchar los gritos escandalizados de Key “¡¡¡Cómo que lo has hecho con Naeun!!!” A veces se pasaba con su papel de omma sobreprotectora. Era normal, ya tenía veinte años y estaba casado…
-No pretenderás irte sin mi-la sensual voz de Jonghyun me habló detrás de mí-¿Tienes miedo de perder?
Estaba demasiado cansado como para seguirle el juego, asi que simplemente salí y dejé que me siguiese. Me sorprendió ver que podía seguir mi ritmo sin ninguna dificultad a pesar de que él nunca corría. Dimos la vuelta a la manzana en silencio, cosa que agradecí ya que desde que Key había pisado la cocina, todo habían sido gritos en la casa. Notaba a hyung aminorando el paso, pensé que era porque ya le estaba pasando factura el no correr nunca. De repente se paró, y miró al suelo. Dejé de correr y caminé hasta su lado.
-¿Estás cansado? Si quieres podemos volver…
-¿Puedo hacerte una pregunta personal?
Mi corazón se aceleró tanto que parecía que había corrido un maratón.
-C-claro, hyung
-¿Es verdad que llevas un año sin acostarte con nadie?-preguntó sonrojado.
Mi cara reflejó sorpresa. ¿A qué venía esa pregunta?
-Y-yo no sé qué decirte…
En verdad sí que me había estado acostando con alguien en secreto, lo llevaba haciendo desde que debutamos, pero nadie lo sabía.
-Es que quería que me dijeses que no es tan raro- cada vez estaba más rojo-yo también llevo un año sin acostarme con nadie.
¿¡QUÉ!? El ligón de Jonghyun llevaba todo ese tiempo sin hacerlo. No pude evitar esbozar una sonrisa. En cierta forma me tranquilizaba saber que si no era mío, no era de nadie más.
-¡No te rías! Esto es algo serio, estoy perdiendo facultades. Antes las noonas estaban locas por mí, sin embargo ya la atención de las fans no se centra solo en mí.
-Eres muy egoísta-bromeé-¿qué pasa conmigo? Yo también quiero noonas, eres mi hyung, deberías compartir.
Se echó a reir.
-Desde que vas de tipo elegante te las llevas a todas de calle, Choi, solo hay que leer sus comentarios.
Por supuesto, se me había olvidado que aquellos cuatro se pasaban las horas frente al ordenador devorando cualquier cosa escrito por las fans. Aunque fue una grata sorpresa saber que las noonas también se fijaban en el serio de Choi MInho.
-No creo que tu atractivo haya disminuido-dije totalmente de acuerdo a mis pensamientos-solo que ya no te propones ligar como antes.
-Yo nunca me he propuesto ligar, siempre se me han dado bien las chicas, con eso de haberme criado rodeado de ellas… Quizás debería de apañarme un amante, así no tendría compromisos y me aseguraría de hacerlo al menos un par de veces por semana, que ya me hace falta-bromeó.
Deseé que fuese en broma. Su cuarto era contiguo al mío, y si le escuchaba gemir con alguien que no fuese yo, me acabaría volviendo loco. Ese sonido sería mucho más destructivo que su llanto.
Llegamos a casa y, en cuanto cruzamos el umbral, salí disparado a mi habitación. Si él se iba a buscar un amante, yo no iba a ser menos. Llevaba meses sin llamar a la persona con la que me acostaba en secreto desde hacía seis años pero marqué su número y le di a llamar.
-Minho-ah-su voz era tan seductora como la recordaba
-He leído que estás de descanso en Seúl, ¿podemos quedar?
Silencio. Suspiró y comenzó a hablar, tenía esa extraña costumbre que le hacía parecer una persona misteriosa.
-Por supuesto, ya sabes que siempre puedes contar conmigo, dongsaeng. Nos vemos en la cafetería del hotel XXX a las cinco. No te retrases-esto último sonó como una orden.
Estaba decidido. Iría a ese hotel como llevaba haciendo durante años y me aliviaría. Con un poco de suerte, me olvidaría de hyung.