Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Valorame como persona. *En edición* por TrancyAlois

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 11

Todo iba a la perfección. Kuroko feliz con su nuevo empleo, Kagami ha ganado un caso importante que lo hace sentir lleno de satisfacción; Midorima se especializó en ginecobstetricia y podría ser el médico que atienda a su esposo al momento del parto. Teppei y Hyuga se encuentran muy emocionados por ser ahora padres de un hermoso bebé; Murasakibara abrió  un nuevo restaurante en el extranjero que promete ser bastante prospero para sus finanzas y Akashi está feliz de cuidar a sus tres bellos hijos.

¡Sí! Todo era perfecto, tan perfecto que la casa de Kagami parecía guardería con tantos niños que visitan a su maestro; y de vez en cuando alguna de las colegas del peli celeste, que luego de enterarse que era casado se morían de curiosidad por saber quién era la afortunada de estar a su lado; y su curiosidad aumentaba cuando sabían que su pareja también era hombre. Envidiaban a Kuroko de ser tan afortunado de tener a un chico tan atractivo con él.

El de cabellera roja junto con el de piel nívea no habían perdido las esperanzas de tener un hijo, así que Kuroko continuó yendo al médico para ‘programar’ otro embarazo.

Kagami acompañó a su esposo a la clínica de Midorima, pues a ambos les tocaba revisión. Sin embargo el oji azul tuvo una desagradable sorpresa. En el vestíbulo del hospital se encontraba la persona que más odiaba en el mundo; y ese odio no era de a gratis. Aborrecía a dicha persona por ser el único (luego de él) que tenía una confianza y un contacto demasiado prominente con su marido. Pero, como Kuroko no era descortés lo saludó como una persona más.

-Buenas tardes, Himuro-san- lo miro de reojo cuando confirmaba la cita.

-¡¡Ah!! Hola Tetsuya. ¿Cómo has estado?- le extendió la mano a forma de saludo, pero el peli celeste lo rechazó.

-Bien- respondió fríamente.

-Lo siento mucho. Me enteré que perdiste a tú bebé- lo estrujo en sus brazos expresando sus condolencias.

-¿Quién te dijo que estaba embarazado?- Kuroko se zafó del apretón mirándolo desafiante.

-¡Vamos! No tienes que ser tan duro- le sonrío con suavidad. –Me lo dijo Taiga hace algún tiempo-

-¿Cuándo lo viste?- el de piel clara quedo sorprendido. ¿Por qué su esposo no le había dicho nada? Y más importante. ¿Qué hacia este sujeto con una bata blanca? ¿A qué había regresado a Japón luego de tantos años?... Un sin número de preguntas cruzaron por su cabeza, pero aún estaba en espera de una respuesta.

-No lo recuerdo con claridad. Estaba en el parque junto con Teppei y un par de niños muy monos- Himuro mantuvo la sonrisa; que se amplió más al ver a su amigo cruzar la puerta. -¡Taiga!- le gritó desde lejos, para luego correr a su encuentro hasta abrazarse de forma muy afectuosa, acto que provoco que Kuroko se enfadara. Caminaron juntos hacia donde estaba su esposo, el cual le dijo un par de cosas para esfumarse entre las puertas del ascensor. Kagami intentó perseguirlo, pero su amigo se interpuso y se quedó a charlar un poco con él.

Kuroko entró solo al consultorio y luego de saludar a sus amigos, preguntó que hacía Himuro en el hospital. Midorima se mantuvo calmado y le explicó de manera breve que hacía no mucho el susodicho le había pedido empleo, que trabajaba en el área de pediatría desde ese entonces, y no había más historia.

Poco después entró Kagami con una sonrisa que no podía disimular, y solo así el médico pudo iniciar su consulta. No tardó mucho en revisarlos, así que se dieron el lujo de platicar sobre Takao y al final terminar por despedirse más rápido de lo que esperaban.

El peli celeste subió al auto con cara de disgusto, pero en ningún momento del trayecto le dio nada a su marido. Y no fue sino hasta la cena cuando se atrevió a preguntarle las cosas; o más bien reclamarle.

-Kagami-kun. ¿Desde cuándo esta él aquí?- hizo referencia a su enemigo.

-No sé cuando llegó, lo ví cuando estabas de vacaciones con Akashi y los demás- respondió mientras pasaba el bocado.

-¿Y por qué no me lo dijiste?- mostró su enojo haciendo una mueca.

-Ammm…- masticó la comida. –No era importante, de todas formas no sé nada de él- le sonrió inocente.

-¿Te puedo pedir un favor?- el oji azul se puso serio.

-Sí, dime- asintió su esposo.

-No andes por ahí contando lo que quieras de nosotros. Él no tenía que enterarse de mi embarazo y mucho menos de que perdí a mi bebé- dijo muy exaltado y con el entrecejo fruncido.

-¡¡Ah~!! No creí que te fueras a enojar- dijo nervioso el otro rascando su nuca.

-No digas tonterías- Kuroko golpeó la mesa, reflejando cuan enojado estaba. –Sabes que él no me agrada-

-Pues lo tienes que tolerar- le dijo el otro desafiante.

Fue así entonces que comenzaron a pelear, nunca en su vida de casados habían discutido tanto y menos por una persona ajena a ellos dos. Kuroko odiaba que su marido defendiera a Himuro y el otro intentaba convencerlo de que era buena persona.

Los gritos continuaron en la gran casa, hasta que fueron interrumpidos por el timbre; Kagami que era el que intentaba permanecer en calma fue a ver quién era.

-¿Qué son todos eso gritos, Kagami-chin?- preguntó el chico más alto que él, entrando con sus dos hijos mayores.

-No pueden estar solos porque armar un alboroto-nanodayo- murmuró molesto el de verde cabellera que llevaba a su niña de la mano.

-Pueden pelearse en silencio- sonrió Takao de forma divertida. –Solo bromeaba- entró a su casa riéndose de la situación.

-¿Dónde está Tetsuya?- preguntó el de ojos bicolor cargando a su pequeña bebé.

-¡¡Tío~!!- a su brazo brincó la niña que había cuidado hace poco tiempo.

-Eres un inútil- gruño Hyuga dándole un fuerte golpe en la cabeza.

-Bueno, bueno, es normal en las parejas- habló el psicólogo.

Sus amigos habían invadido su casa con todos sus hijos; entraron directamente al comedor y se pusieron a platicar con Kuroko. Éste solo le lanzaba mirandas desafiantes a su esposo que permanecía al otro lado de la mesa, pues aún estaba enojado. Pero les surgió un imprevisto.

A Takao le empezaron a dar los dolores de parto y era necesario trasladarlo al hospital. Así que con Kagami y Kuroko se quedaron los dos hijos mayores de Akashi y la niña de Midorima; de ahí, el resto acompañaron al azabache.

Ellos se miraron mutuamente, el peli celeste le dijo que él los cuidaría y no necesitaba de su ayuda. Cuando la casa estuvo en calma porque los niños al fin se habían dormido, el de cabellos claros entró a su cuarto a tomar un baño; aún seguía disgustado con su pareja, pero no era algo que los pequeños tuvieran que pagar. Se sentó al filo de la cama y comenzó a secar su cabello cuando Kagami lo abrazó por la espalda.

-No tienes que ser tan hostil- le dijo suave al oído.

-Y yo no necesito que me sermonees- Kuroko se quejó y escapó de los brazos de su marido.

-¿Qué te molesta de él?- le dijo Kagami persiguiéndolo hasta la ventana.

-Nada- dijo con una sonrisa forzada que se desvaneció al instante. –Solo no me molestes- añadió cerrando la ventana corrediza. Pero el otro hizo caso omiso y salió junto con él.

-Si no hablamos, no se arreglaran las cosas- se paró a su lado recargando sus manos en el barandal.

-No tengo nada que decir, si tú te pones de su lado- dijo en tono molesto para entrar de nuevo a su cuarto.

-No es eso, es que no entiendo porque te enojas cuando lo ves- entró a la par.

-Desde siempre lo has sabido- buscó una chamarra, y luego salió de su habitación para caminar a grandes pasos en dirección a las escaleras.

-Pero es buena persona- continuó la persecución.

-¡Lo ves! Siempre dices lo mismo- lo miró con enojo y descendió antes que Kagami.

Continuaron discutiendo mientras que Kuroko se hacía un batido de vainilla al estilo americano. Después de tanto hablar Kagami lo convenció de que no hablaría más con Himuro, y Kuroko ya más calmado le dijo que intentaría controlar su enojo cuando se tratara de él.

Ambos se prometieron algo, pero no es como si lo fueran a cumplir; aunque en ese momento no importó demasiado, pues terminaron arreglando su disputa entre besos, caricias y sexo. […] 

Notas finales:

Hola! 

 

Una enorme disculpa, pero ayer no me dio perezaa escribir, sino que me quedé dormida xD

Pero, después de un minii mini mini capitulo de ayer, hoy les traigo algo más decente :) 

Espero que les guste y muchas gracias por leer. 

 

Mattane~ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).