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AMORIS CAUSA por Whisperyuki

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Notas del capitulo:

Ok, de plano, después de 5 intentos espero que al fin me deje subir el cap.

En fin, apenas me he dado cuenta que no puse notas de la historia, en su momento, quice poner tantas cosas que me abrumaban que sinceramente pense que no era conveniente, en el 2° cap, se me paso, ahora no se que poner xD.

Bueno, a lo que vine, espero les guste el cap, plis, no maten a Viktor.

 

 

 

Solo, después de que Potter explicara todo y se fuera dejando a su guardia, Viktor se quedó en la recámara para arreglarse, ya que tenía una conferencia de prensa a la una de la tarde. Bastardos, lo habían despertado a las diez.  Tenía su pantalón de vestir puesto, junto con sus zapatos, la camisa a medio cerrar. Empezó a hiperventilar, su cabeza revuelta por la información de Potter, aparte el alcohol ingerido le estaba pateando el cerebro. ¿Un asesino serial tras él? Más aún, uno que emulaba a loco bastardo que asesino a su abuelo y destruyó a su familia. Por todos los cielos ¿no era suficiente con la torva de fanáticos y paparazzi que le perseguían?  Sintió náuseas,   (por cierto ¿y las chicas que habían estado con él?); corrió al baño, azotando la puerta al cerrarla, arrodillándose frente a la blanca porcelana del váter y regresó su estómago, sintiéndose una mierda.


Se levantó con furia del piso, sacudió su cabello con desesperación mientras abría el grifo del lavabo, dejaba correr el agua y se enjuagaba. Miró su reflejo en el espejo del baño y maldijo su suerte. Ahora también debía traer niñera.


Odiaba que le cortaran la libertad. Por años, sus padres, maestros y entrenadores habían limitado su vida por el bien de su carrera. Ahora que por fin se había librado de ellos debía soportar a guardaespaldas, no cualquieras, sino aurores cualificados. Iba a ser un dolor de cabeza desasirse de ellos.


Suaves toques en la puerta sonaron -Krum.


Viktor se recompuso, movió sus músculos hasta hacerlos tronar y se relajó. Abrió la puerta para encontrarse con unos ojos azules que lo miraron fijamente, verificándolo.


La persona que estaba frente a él se suponía que era su guardia. El hombre era unos cinco o siete centímetros más bajo que él, delgado, blanco, pecoso y para rematar, pelirrojo. Mirara por donde le mirara el hombre no parecía ser la persona indicada para protegerlo, todo su ser gritaba “mírame, estoy aquí”. Gruñó en reprobación. Claro que lo recordaba, era el mismo que le perseguía con feroz mirada cuando el Torneo de los Tres Magos, el mismo que se enteró después era novio de Hermione. No le guardaba rencor a causa de la chica (que después de un tiempo le resulto sosa),  sino que el tipo tenía la habilidad de sacarle de las casillas con solo verle.


-¿Qué?-graznó irritado. No podía evitarlo.


El pelirrojo se encogió de hombros y se dio la vuelta, dejándolo estupefacto.


No tuvo tiempo de pensar y hacer nada, Yvaylo entró para llevarlo a donde fuera que tenía que ir.


Una cosa era segura, el maldito tipo lo enervaba.


 


****************************


Ron permanecía impávido, oculto tras bambalinas. Vigilando con ojos de halcón a todos alrededor, atento  los reportes constantes del personal de incógnito apostado alrededor del recinto desde antes de que la celebridad llegara al evento.


De tanto en tanto, miraba con fijeza a Viktor. Agradecido de poder mirarlo fija y totalmente, sin levantar sospechas del por qué.


-10-76.- Oyó que decía Constance, la última en reportarse,  por el comunicador.


-10-4.- Respondió. -10-2.


Al terminarse la conferencia, Viktor fue llevado a un salón privado, en donde un selecto grupo de reporteros tendrían una exclusiva con el jugador. El manager y Viktor caminaron delante de él, ignorándolo por completo. Se encogió mentalmente de hombros, que más daba, el después de todo era una sombra, nada más, no podía intervenir en la vida del moreno a menos que estuviera en peligro, o sus acciones lo pusieran en ese estado.


Las entrevistas fueron todas monótonas al momento, largas horas habían transcurrido. Las mismas preguntas se repetían, variando en palabras u orden, solo de vez en vez había preguntas originales, Ron se compadeció de Viktor, mira que hacer lo mismo, una y otra vez debía ser aburridísimo. El reportero termino sus preguntas, tomó unas fotografías y se retiró.


-Quiero irme.- dijo Viktor, mientras bostezaba.


-Oh muchacho, solo una más, lo prometo.- El representante animó a Viktor palmeándole la espalda –Bien, vamos a ello.-  el mayor frotaba las manos y aplaudió, abrió la puerta dejando pasar una despampanante castaña vistiendo un ceñido y elegante vestido. Caray, si aún Ron siendo del otro bando se quedó impresionado con la reportera.


-María Valenzuela. Es un honor conocerlo, señor Krum.- se presentó la mujer, sonriendo con coquetería.


A Ron le empezó a caer mal a partir de allí.


El flirteo fue muy sutil, pero el pelirrojo no se dejó engañar. A todas luces la mujer estaba interesada en Viktor, y peor, al búlgaro le interesaba la mujer. Lo veía en la mirada del hombre, el brillo conocedor y lleno de lujuria.


No era bueno en absoluto.


La entrevista se alargó más que las anteriores, risitas brotando de vez en vez, crispando los nervios de Ron, que no dejaba de mirar la escena, listo a saltar ante cualquier posible cosa, la que fuera que cortara la escena y largarse de allí con una excusa.


-Entonces ¿Qué te parecería una entrevista más a detalle?


¿En dónde había quedado el usted para convertirse en tú? Ron crispó su labio superior, molesto, sus oídos zumbando, no solo de prestar atención a los reportes de su equipo, también de enojo.


.-Encantado.


La mujer se levantó, haciendo a los varones levantarse en educación. Ella guardó sus implementos de trabajo, revolvió en su bolso, sacando una tarjeta de presentación- Mis datos, para que puedas llamarme.


-¿Por qué no de una vez la hacemos, mientras cenamos?-propuso Viktor, mientras tomaba la mano que sostenía la tarjeta y la llevaba a sus labios, depositando un beso. La mujer rio coqueta y aceptó la proposición.


Eso sí que no. La vena profesional saltó. Ron, por primera vez en el  día intervino. Llamó discretamente a un rincón al par de búlgaros para hablar seriamente con ellos. Disculpándose con la mujer al hacerla salir del cuarto y esperar fuera.


-Será mejor que posponga esto.-Dijo en voz baja, lleno de determinación.


-No.- A Viktor no le tomó ni un segundo responder.


-Veo,-repuso Ron, listo para la batalla verbal que sabía venía- que no ha tomado conciencia de su situación. Un asesino esta tras usted.


Los ojos oscuros de Viktor se tornaron piedras- Estoy plenamente consciente de ello.


-Entonces sabe que no debe de ponerse en riesgo innecesario.


-Ir a cenar no es un riego innecesario. Además ¿no se supone que para eso me estás respirando tras el cuello?- Viktor dio por terminada la discusión dándose la vuelta y saliendo de la habitación, encontrándose con la reportera que lo esperaba curiosa. Viktor, galante, le ofreció su brazo, ignorando al muy furioso pelirrojo.


Ron maldijo por lo bajo. Al traste se habían ido todos los preparativos hechos con anterioridad. Avisó a sus subalternos que los planes habían cambiado, ganándose un gemido disconforme en general. Después de rápidas instrucciones, corrió a alcanzar a la pareja, que subía al auto muggle de la reportera y arrancó sin esperarlo. Rápido, sacó su escoba reducida del kit de supervivencia, debidamente oculto en su bolsillo, y les dio alcance por el aire. A sus   flancos  le acompañaron dos miembros del equipo.


-Señor.-habló Constance- El manager de Krum me confirma la ubicación del local.


-Desplieguen la seguridad a discreción.


-10-4.


El restaurante que habían elegido el manager, el cual campantemente le había dejado el paquete al  terminar su trabajo e irse a descansar, era la viva imagen de una pesadilla para Ron. Lleno de mesas con manteles de tela fina, copas de cristal carísimo y platillos y vinos impronunciables. Hey, que él no era tan Neanderthal como suponían, pero él prefería la intimidad y sencillez de un bistró que el prototipo de restaurante del hotel Ritz.


Sabía, plenamente, que la intensión de Viktor de traer a la mujer aquí era deslumbrarla, y vaya que lo estaba logrando. Con el despliegue de poder que estaba haciendo alarde, Ron estaba seguro que la mujer no tardaría nada en abrirle las piernas.Quería golpear algo, preferentemente la cabeza dura Viktor, que al parecer no había entendido nada de nada. Bueno, sabía que eran tontos sus temores, un asesino en serie en si no atacaría en un lugar público, ellos buscaban acorralar a su víctima y satisfacer sus bajos instintos en un lugar donde se le permitiera gozar del dolor ajeno; pero si acecharía a su víctima. Todas las opciones eran tomadas muy en serio.


El maître se le acerco a Ron. Lo más discreto posible le condujo a un lugarcito apartado, lejos de oídos indiscretos.


-Señor, disculpe ¿Podría salir de aquí con sus hombres? Los demás comensales se están quejando de su presencia, les incomoda e intimida.


Ron parpadeó, unos milisegundos tardó en captar la solicitud. Se enfureció. Cruzó los brazos sobre su pecho y se irguió cual alto era. Sus ojos flamearon llenos de furia.


-Con el debido respeto por los demás comensales, me viene valiendo un bledo, señor. No comprendo cómo los están molestando, si mis hombres están ocultos.


-Señor…


-Esta “conversación” se terminó aquí, señor. Buenas noches.


Maldición, ahora resultaba que hacer su trabajo era “inapropiado”, Barrió con la mirada el local, tratando de detectar al responsable de la queja. Mucha fue su sorpresa al ver la mirada desafiante y petulante de Viktor. Ron no se amedrentó, le regresó la mirada dura, muy consciente de que el búlgaro había sido el quejoso.


Cobarde.


Una hora después la cita solo “mejoró”. Unas cuantas copas y coqueteos bastaron para dirigirse a un hotel, el hotel de la periodista con exactitud. Ron rumió su rabia ante la desconsideración de esos dos al ignorarlos olímpicamente y ni siquiera esperarlos para que los custodiaran. Gracias al cielo por sus hombres, ya habían hecho labor de investigación y ya habían comprobado el perímetro del hotel. Sonrió al notar las caras de desconcierto al verlos en las puertas del hotel, esperándolos para cuidarlos.


Con toda la renuencia del mundo, Ron siguió cada paso del par, hasta que estos le cerraron la puerta de la habitación en la cara.


Y aunque quisiera, apostado en la puerta, no podía mandar un hechizo silenciador. Así que pudo escuchar fuerte y claro cada bobería, cada prenda desvestida, cada beso, cada golpe, los murmullos, la respiración fuertemente entrecortada y uno a uno de los gruñidos y gemidos llenos de placer.


Ron solo cerró los ojos y fingió. Fingió no escuchar todo eso, fingió que aquellos gemidos no eran una daga a su corazón. Pero carajo, él no era tan bueno fingiendo.


-Vaya con Krum.- Dijo el Sloan, uno de los aurores que estaban acompañándolo.- Al menos debería acordarse de los pobres que lo seguimos. No pensé que tuviéramos una sesión de voyeur. Y lo peor es que no puedo bajarme la calentura al salir del turno,  mi novia se fue a ver a sus padres.


Ron fulmino al chico, molesto. Era comprensible, cualquiera que escuchara a ese se prendía. Pero no era para hacer esos comentarios. No cuando Ron intentaba suprimir su propia necesidad.


-10-14.


Ese era Nick, de lo que estaban afuera, hablando. La adrenalina de Ron subió vertiginosamente en su sistema. Repartió órdenes por el comunicador y sus muchachos se movilizaron enseguida.


Un fuerte grito seguido después de un rugido indico que todo había terminado. Gracias al cielo. Muchos minutos después salió Viktor impecablemente vestido, como si nada.


Ron tomó el brazo de Viktor, le dio un asentimiento a Sloan que comprendió a su jefe y le tomó del hombro, se desaparecieron. Aparecieron en las puertas de la casa donde se hospedaban los búlgaros. Esa era una de las medidas de seguridad; bajó Fidelio, solo los extranjeros y Ron sabían a ciencia cierta la ubicación de la casa, el personal de apoyo sería llevado solo por Ron o Harry, ellos eran el filtro.


El pelirrojo estaba realmente furioso. Quería gritarle al idiota del Viktor que se estaba exponiendo innecesariamente, que estaba jugando con su vida. Calló, porque sabía que si abría la boca, cosas malas saldrían de ella, ya que realmente estaba muerto de miedo. Dándole una intensa mirada a los ojos oscuros de Viktor, apartó la mirada, le soltó el brazo y dio media vuelta para ordenarles a los hombres apostados en la casa, agrupados prestos  a su alrededor  en su llegada y alertas.


-Con sus vidas.- No era necesario decir más. Los hombres se cuadran en el acto y le saludaron marcialmente. Él desapareció directo  a su oficina del Ministerio.


Le esperaba Nick, de pie en la puerta. El joven, aun cuando guardaba compostura, estaba emocionado por haber cumplido con su deber en su primera misión. Ron le dio un simple asentimiento de aprobación, Nick no pudo mostrarse más ufano de di mismo.-Informe.- Pidió entrando a su oficina.


-A las 20:59 horas, al estar en guardia por el rabillo del ojo note movimiento extraño cerca del auto de la señorita Valenzuela. Me acerque con precaución al lugar y vislumbre movimiento. Rodee al objetivo, quien intentaba abrir la portezuela  y lo reduje. El hombre portaba varios objetos, que fueron confiscados.- Nick suspiró- Son un tanto, perturbadores.


Despejaron la mesa, vaciando una bolsa que contenía los objetos mencionados. Una varita, un cuchillo, una cámara fotográfica. Todo normal, hasta que llegaron a un álbum muy grueso con recortes de Viktor, que al hojearlo iban desde recortes de varios años atrás hasta…


-¿Qué diablos?


…condones usados.


A Ron le chocó un poco, bueno, mucho  eso. -¿El sospechoso?


-Está en la celda ocho, señor.  


-¿Condiciones?


-No muy adecuadas para un interrogatorio.


Asintió.


No tenía caso ver al hombre por ese día. Amén que por lo visto, solo era un acosador bastante perturbado. No lo expresó en voz alta para no desmerecer el trabajo del joven, que había actuado según los protocolos.


-Levanta el informe y derívalo a  toxicológico. Debemos cubrirnos hasta mañana, hasta que el sospechoso pueda declarar. Lleva las pruebas a laboratorio para que las revisen.


-Sí señor.


Apenas si registro el ruido de la puerta. Inhaló profundo. Un día, un jodido día apenas llevaba y ya quería arrancar algo arrojárselo en la cabezota al búlgaro. Aspiró, peinó su cabello, se recompuso y volvió a aparecerse en la casa, su turno aun no terminaba.


 El ambiente estaba tenso. Todo estaba normal, pero los hombres estaban visiblemente molestos. Sin preámbulos, entro a la sala que parecía haber sido azotada por un vendaval. Una figurilla de porcelana pasó rozando su oreja,  justo a tiempo se había movido cuando se dio cuenta que iba hacia él.


-¡¿Quién te crees que eres?!-Acusador, Viktor le apuntaba con el dedo.


-Cuenta hasta diez, Ronald, tú puedes. Su guardia.


A grandes zancadas, Viktor se puso al tú por tú con Ron-Así que, guardia ¿Quién jodidos te dio permiso de tratarme así?


Maldita sea, Ron a pesar del momento no pudo evitar perfilar los masculinos rasgos del búlgaro y perderse en los pozos negros de sus ojos. Inhaló. No era momento para cursilerías. Cerró los ojos, exhaló. Sí Viktor creía que su bravuconería le iba a asustar estaba muy equivocado. Tenía demasiada experiencia con gente más fuerte y más mala que el jugador-La autoridad que tengo me la da mi rango y la misión que tengo encomendada.


Perplejo por semejante respuesta, Viktor  se tornó rojo con unos toques de púrpura. Amenazante,  infló su pecho, solo le faltó golpearse el pecho para demostrar su   posición de macho alfa -Vuélvelo a hacer y me asegurare de arrancarte las bolas y metértelas por la garganta. –Chocó su pecho con el de Ron, que  dio un paso atrás para no caer. Satisfecho por su demostración de dominación, Viktor se retiró.


Ron pestañeó un par de veces, se rascó la nuca y vio a sus hombres, asombrados por semejante acto.


-Eso, señor, ha sido una de las cosas más bizarras que he visto.-Sloan se acercó tras Ron.


-Y lo que nos falta.


Un turno a la vez, Ron. Un turno  a la vez.

Notas finales:

Gracias por llegar hasta aqui. 

No duden en decir su opinión, sus comment me alimentan, tomando en cuenta que esto se hace de a gratis, ok, no, pero si alegran el alma.

 

Cuidense y nos vemos en 1 mes aproximadamente, bye bye.


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