POV TAEMIN
Lunes a las 7:00 de la mañana, lo más normal sería decir que sonó el despertador y creí morir por tener que levantarme. Pero en realidad llevaba más de dos horas despierto, después de pasar la noche entera durmiendo a intervalos y en constantes caminatas: de mi habitación a la cocina, de la cocina a mi habitación, etc… Siempre me pasa lo mismo, no pego ojo por culpa de Kai.
Pensarán que mi insomnio se debe a la monumental molestia que debería tener con él, pero en realidad lo que no me deja dormir es el pensar que quizás ha pasado la noche con otro (otra vez), pudiera ser que haya decidido que soy un novio demasiado celoso y controlador, que llegara a la conclusión de que no valía la pena aguantarme y fuera mejor ir de flor en flor sin darle explicaciones a nadie. ¿Se puede ser más patético que yo?
Mi cabeza había vuelto a jugarme una mala pasada. Aquella noche de darle vueltas al tema había hecho que mi cabreo mutara lentamente en un estado de permanente ansiedad. Las ganas de encender el móvil me carcomían. Quería saber cuántas veces me había llamado, esperando que fueran muchas. Imaginando mensajes en los que suplicaba mi perdón, arrastrándose cual insecto, haciendo promesas que yo sabía que no iba a cumplir, pero que aun así, aliviaban mi tristeza… Si era así, todo iba bien, porque yo podría seguir con mi actitud orgullosa, sabiendo que él moría por mi perdón y que yo lo torturaría no dándoselo. Pero había una pequeña posibilidad de que aquello no pasara, razón por la cual, me daba pánico encender el aparatito del demonio. Maldita tecnología…
Llego al baño arrastrando los pies, seguro que hay zombies con mejor expresión facial que yo, y comienzo el ritual diario: me ducho, me visto y salgo de mi casa mientras me como un sándwich y un jugo porque da igual como me despierte, siempre voy tarde…
Hacía dos meses que había comenzado mi primer curso en la universidad, Historia del Arte. Aun no conocía a nadie de mi clase, pero siempre pasaba los descansos entre clases con mi primo Key, ya que él estudiaba Diseño y su facultad estaba pegada a la mía.
- ¡¡¡Tae!!! ¡¡ Naeun me conto lo que ha hecho Kai!!- todo esto lo dijo gritando desde la acera contraria a donde yo me encuentro- Tranquilo, le rayaremos su auto y así te sentirás mucho mejor- llega hasta mí, me agarra la cabeza y la coloca en su pecho acariciándome el pelo… me toma por imbécil, estoy seguro.
- Key, ¿podrías por favor dejar de hacer eso?, la gente nos mira raro… otra vez-aparto su mano de mi cabeza, siempre consigue avergonzarme, y es que mi primo es tan sutil como un dulce en una feria…
- Así pagas mi preocupación por ti, de malagradecidos está el infierno lleno, para que lo sepas- ya esta molesto, cruza los brazos en el pecho, frunce el ceño y pone “pucheros”, traducción: se enfadó.
- No es eso Key, sabes que te agradezco la preocupación, pero preferiría que la facultad entera no se enterara de mis problemas personales. Toma- le tiendo una de las pulseras de cuero trenzado que llevaba en mi muñeca- Te la regalo si dejas de poner cara de pocos amigos.- le sonrío a ver si consigo calmarlo, de lo contrario me tocará aguantarle las indirectas sobre lo poco valorado que se siente, y lo injusto que es el mundo con su bondadoso corazón, sí, es una reina del drama.
- ¡¡Ok!! Estás perdonado- me arranca literalmente la pulsera de la mano, cambiando su expresión en lo que parece ser un microsegundo, ¿cómo se puede ser tan variable?
Key tiene la misma edad que yo, y al igual que yo, el tampoco conocía a nadie en su clase cuando entramos a la universidad. Cosa que tardó una semana en solucionar, porque a estas alturas ya parecía el alcalde del pueblo. No se podía dar dos pasos sin que se parara a hablar con alguien, de diferentes clases, de diferentes cursos, ¡de diferentes facultades! En serio que no entiendo como lo hace, no es que me considere una persona retraída, ni mucho menos, pero es que su facilidad para interactuar con todo el mundo es impresionante.
Las clases transcurren sin novedades, y si las hay, yo no me percato de ellas, porque mi cabeza sólo está ocupada por el que hasta hacía 24 horas era mi novio. Después de las 3 primeras horas, tenemos un descanso de 30 minutos. Durante el cual acostumbro a reunirme en la cafetería de la facultad con Naeun y Key.
- De verdad que no entiendo nada, ¡con lo lindísimo que eres!, y no es porque seas mi primo, es que eres lindo ¿y el idiota ese se da el lujo de engañarte? ¡¡Rayémosle el auto!!- Key es un chico de ideas fijas…
- Rayarle el auto no va a servir de nada, además, va a saber que fuiste tú- esto último iba dirigido a Key- Lo que Taemin tiene que hacer es buscarse a otro macho que le quite tanta tontería: un clavo saca a otro clavo- Naeun sonríe triunfante como si hubiera dicho loa mas inteligente del mundo.
- Key no vamos a rayarle el coche a nadie, y Naeun, sabes que lo mío no es relacionarme, además ¿dónde demonios voy a encontrar a alguien que me atraiga aunque sea la mitad de lo que lo hace Kai? Para irme con cualquiera mejor me quedo como estoy…
- Sólo, triste y amargado. Estamos hartos de verte así, tienes que encontrar una solución, y si la solución pasa por abrir un poco… los horizontes, pues vas a tener que abrirlos.
- Naeun, no voy a abrir nada. Quiero encerrarme en una cueva, dormirme y despertarme dentro de 10 años.
- Y resulta que la reina del drama soy yo. Hagamos una cosa: han abierto hace unas semanas un nuevo club en el centro, vayamos este fin de semana. Quizás conozcas a alguien interesante, además, tienes que divertirte de vez en cuando. Si no te lo pasas bien, no volveremos a insistir con el tema y listo.- Key sonríe satisfecho.
Miro al Key con cara de sospecha, y es que estoy seguro de que está tramando algo, y no lo digo porque quiera llevarnos a un club, lo digo por la cara de falsa inocencia que pone al decirlo y porque no estoy muy seguro de qué tipo de clubs son los que él frecuenta…
- Yo estoy de acuerdo, no va a matarte un poco de diversión. Por Dios, pareces un anciano atrapado en el cuerpo de un chico de 18 años. Además, lo que Key dice es cierto, si no te gusta, con no volver tienes…
- … De acuerdo…- No sé por qué siempre me dejo convencer por estos dos…
- ¡¡Bien!!- Gritan al unísono, provocando que los estudiantes sentados en las mesas alrededor de la nuestra nos miren extrañados.
- No te arrepentirás pequeño, Kim Kibum te enseñará que hay cosas mejores que estar aguantando a un novio descarado.
“Ya me estoy arrepintiendo…”
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- Es que eres imbécil. Sabes que Taemin siempre te descubre cuando haces de las tuyas, y después te pasas una semana arrastrándote y lloriqueando por las esquinas y aun así no cambias. Te mereces que te deje…
- Ya lo sé. Soy imbécil, pero te estoy pidiendo consejo, no hace falta que me hundas más.- Kai lo miró con el ceño fruncido, aunque en sus ojos había desesperación.- No sé qué hacer, es la primera vez que apaga el móvil, no sé ni cuantas veces lo he llamado. Normalmente tardamos una semana en hacer las paces, pero nunca se había negado a hablar conmigo. ¡Me dejó tirado en mi casa! Además, le llamé a su casa pero su madre me dijo que no estaba y que me avisaría en cuanto llegara, pero nunca me avisó. Lo que significa que llegó tarde. Seguro que estaba con la zorra de Naeun, esa sólo le mete mierda de mí en la cabeza…
- ¿Y qué esperabas? Te lo he advertido muchas veces. Taemin es un chico realmente precioso, algún día se cansará de tus aventurillas y se irá con otro. Lo que me sorprende es que no lo haya hecho ya. Que quede claro que yo soy muy hetero, pero es que tu novio tiene un cu…
- ¡¡Sehun!!- Kai lo interrumpió, lo que de verdad le molestaba era que se fijaran demasiado en Taemin.- Siempre me he asegurado de que ningún estupido se le acerque demasiado, y me aseguraré de que siga siendo así. No pienso dejarlo…
- Lo que tú digas, pero ten en cuenta que eso ya no depende de ti. Si Taemin conoce a alguien más, te tirará a la basura. Lleva 3 años aguantándote y la paciencia tiene un límite, incluso para él.
- Eso no pasará.
Kai hablaba en serio. Se había encargado de enamorar completamente a Taemin, que le resultara imposible estar con otro y hasta el momento lo había conseguido. Había tenido más que palabras con algún que otro tipejo que se le acercaba a Tae, tenía que marcar su territorio. Incluso se había ganado a la madre de éste, ya que su suegra le contaba los movimientos del pequeño cuando ambos estaban enfadados. Claro que ella no lo hacía con mala intención, Tae nunca le contó a su madre la razón de esas discusiones.
- Aunque no pase, Kai. Cabe la posibilidad de que simplemente te deje. Si de verdad se ha hartado de que le pongas los cuernos, no necesitará a otra persona para decidir abandonarte…
- Ya dije que no pienso dejarlo, ya pensaré en algo… Por cierto, me da igual lo hetero que seas, no vuelvas a mirarle el culo a mi novio.
Él lo quería, lo quería demasiado, desde el momento en que lo vio por primera vez. Pero junto con ese amor, en Kai había crecido un sentimiento de inseguridad que lo ahogaba. Podía ver cómo la gente a su alrededor se quedaba mirando a su novio, ¡a SU novio! Y el miedo a perderlo, a que alguien más tocara a su nene… no lo podía soportar. Aunque nunca lo había demostrado, los celos le mataban. Había conseguido ocultarlos sutilmente, controlando a Tae sin que éste se diera cuenta y por ahora el plan funcionaba, pero nunca llegó a pensar que no fuera necesaria la intervención de una tercera persona para perder a Taemin. Podía matar de una paliza a cualquiera que se le acercara, amenazarlo o chantajearlo, pero ¿qué haría si su novio le dejaba por… nadie? ¿A quién le daría una paliza? Eso era lo que lo desconcertaba, si ese era el caso, no sabría qué hacer para mantenerlo atado a él…