Hacia un día soleado, el cielo estaba despejado y casi no se veían autos. Un día perfecto para quedarse en casa, salir al patio o al jardín y darse un poco de sol.
Pero para Kakashi no era el día perfecto, menos si tenía una reunión en una de las oficinas más sofocantes del edificio en el que trabajaba; eso sin mencionar que iba llegar tarde.
-maldita sea, no traje la billetera – murmuro mientras se palpaba los bolsillos traseros – y por si fuera poco mi auto está en el taller.
Esquivaba a la gente y divisaba el edificio a lo lejos; llegaría tarde, no perdería el empleo, pero iba a tener que soportar esa mirada reprobatoria por parte del Uchiha jefe.
Kakashi, un hombre normal, cabello grisáceo, tan mujeriego y pervertido como cualquiera (quizá más pervertido de lo normal) y con un atractivo que a veces le traía problemas en la calle. En las noches de viernes, en su camino de regreso, casi siempre habían tipos borrachos tratando de acorralarlo, los cuales siempre terminaban con la cara desfigurada y posiblemente incapacitados para tener hijos.
Cuando llego a la sala de reuniones, toco la puerta, espero impaciente y una voz fría, sensual y profunda, pero más que todo fría le respondió del otro lado de la puerta.
-sigue Kakashi.
Se le hizo extraño, su jefe no solía llamarlo por su nombre, de hecho nunca lo llamaba. Abrió la puerta y viendo la sala vacía, entro con más seguridad pero con un poco de nerviosismo.
-¿y bien? – dijo Itachi con una voz fría, seductora, pero fría.
-olvide mi billetera, no tengo auto y salí demasiado tarde de mi casa – dijo Kakashi una vez estando cerca de la silla en la que el pelinegro estaba ataviado con varios papeles – son solo excusas. De verdad siento haber llegado tan tarde.
-de todas maneras la única persona que se supone debía venir a la reunión era usted, así que creo que ya puedo empezar – señalo un asiento al lado de el - siéntese por favor.
-¿puedo pedirle que me tutee? – dijo el peli plata sentándose y mirando la ventana que tenía enfrente.
-me quitas un peso de encima pero también tutéame – dijo aliviado y ambos tenían en mente no revelar esa reunión, a el Uchiha no le convenía que supieran que trataba de “tu” a un subordinado y Kakashi no querría aceptar frente a sus compañeros de trabajo que su jefe lo tenía de favorito (cosa que en realidad no es, pero la gente tiende a pensar eso).
-ya entrados en confianza, puedo saber ¿porque me hizo… hiciste levantar tan temprano?
-era más fácil que llegaras tarde a una supuesta reunión a que yo te mandara llamar y tu huyeras ¿no crees? – dijo Itachi con una sonrisa burlona, casi condescendiente.
-sí, supongo.
-lo único que tenía que discutir contigo era el comienzo de un nuevo proyecto, dura como mínimo tres años y te necesito como asesor; lo que te hace responsable de la mayoría de mis decisiones desde el momento en que aceptes.
El hecho de no haber dormido ni desayunado lo estaba afectando, eso o había escuchado lo bastante bien (cosa que temía) y de ahora en adelante, si aceptaba, sería la mano derecha de Itachi Uchiha.
-no he dormido en 2 noches y esta mañana no desayune, lo que me lleva a creer que no escuche bien.
-Kakashi, te estoy pidiendo que me ayudes en un proyecto en el que no quiero estar – su tono de voz cansino y las ojeras se le notaban más de lo habitual – te lo pido como un favor, como alguien de tu edad que esta agobiado con una compañía que no es suya.
-de hecho, yo soy mayor que tú por nueve años – un poco incómodo, Kakashi comenzaba a considerar la oferta – yo tengo treinta y tú tienes veintiuno, si no me equivoco.
-¿Cómo sabes que tengo 21? – dijo Itachi a la defensiva.
-ya sabes, todas aquí son algo así como “¡oh! Itachi Uchiha, veintiún años y es el magnate de las Industrias Sharingan, por dios es tan sexy” y cosas así.
-así que ¿crees que soy sexy? – una risa contenida se escuchó por la sala
-se puede decir que eres mi tipo – dijo Kakashi un poco más relajado, comparado con el momento en el que entro, la tensión entre ellos se había esfumado – además ¿cómo es eso de que no es tu empresa? Tu fachada fría y egoísta siempre la asocian con que eres muy hábil en los negocios y por eso tienes una empresa mundialmente conocida ¿no?
-bueno… yo… ¿aceptas o no? – evadir las preguntas era más cómodo que responderlas.
-si…si, por supuesto… ¿qué tengo que hacer? – esta vez Kakashi prefirió seguirle la cuerda.
-por ahora nada, mañana tenemos una reunión con varios socios y… solo trata de llegar a tiempo esta vez – Itachi lo miro con unos ojos que parecían de anciano, se levantó y agrego – en media hora me desocupo; entiendo que no has desayunado así que te espero en la cafetería si quieres.
-yo… - por primera vez desde que entro en la sala se acordó de que tenía hambre, no tenía dinero y que posiblemente tuviera que irse caminando a su casa – ¿que se supone que haga mientras tanto?
-No lo sé, ¿ya entregaste todos los reportes?
-eso creo, iré a revisar eso y supongo que nos vemos en media hora – la tensión en el ambiente era palpable, Kakashi se levantó de un brinco y salió lo más rápido que pudo.