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Zorrito, déjame conquistarte. por ChicaUchiha

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Notas del capitulo:

Sé que el capítulo anterior fue pésimo, les dejo éste para que vean que volví con todo ^^ jajaja Lean y comenten, a mi la verdad me gustó este capítulo, tardé algo en hacerlo, pero valió la pena... eso espero, pero ustedes deciden ^^

 

Personajes de Masashi-sama ^^

Pareja principal: SASUNARU :3 

 

 

Capítulo cuatro.

 

Pistas, visitas y una decisión.

 

 

Naruto era un chico hiperactivo, algo tonto a la hora de actuar, aunque era mejor decir que era único. Se lanzaba antes de pensar bien lo que podría suceder a continuación.

Tampoco conocía la paciencia, no, el jamás esperaba. Le daba rienda a los caballos nada más… Pero, no le gustaba estar solo…

 

-Mamá…papá…todos…-murmuraba en la quietud de la noche.

 

Los extrañaba no podía negarlo. Pero lo que más le dolía, era que a pesar de que sabía quiénes eran los responsables, él no podía dejar de pensar en el líder de los Uchihas, en su piel blanca, en sus ojos profundos, en su aroma… ¿Estaba traicionando a su familia, a sus amigos?  ¿Estaba traicionándose el mismo? ¿Qué le sucedía?

 

Los ojos enrojecidos de tanto llorar y su rostro de aflicción, eso era lo único que se podía ver. Recordó las malditas flores, y su entrecejo se frunció… ¡Maldita sea! ¡No podía enamorarse de ese tipo!

 

“No es amor… no es amor… ¡No es amor!”-se repetía una y otra vez en su mente.

 

 

No podía dormir, se revolvía de un lado a otro, inquieto. Hasta que terminó de pie frente a la puerta. Debía escapar, no quería ver de nuevo a ese ser… No podía…

 

Así fue como se atrevió a caminar en los pasillos, eran algo terroríficos, te recordaban esas películas de miedo que Sakura-chan le hacía ver. Donde aparecían personas con la cabeza gacha en el fondo del pasillo y si te acercabas…

 

-No debí salir de mi habitación ttebayo…-tembloroso debido a recuerdos, dio pisadas. Se abrazó a sí mismo.

 

Sentía que en cualquier momento aparecería algo, así que no aguantó más y entró en una habitación… Estaba al final de todas. Era espaciosa, había una cama en una esquina.

 

Naruto vio que también tenía un mueble con espejo, y cuando se miró en él. Su cabeza dolió.

 

No entendía pero sus recuerdos se hacían lejanos y borrosos. Algo aparecía en su mente ¿qué era? ¿Quién era? Parecía un animal…

 

 

 

 

Sin proponérselo la mañana había llegado.

 

Una mujer de grandes pechos caminaba por el lugar y suspiraba. Ese Sasuke mantenía a todos fuera de su palacio. Nunca dejaba entrar a nadie, sólo a ella. Y ahora además le dio por conservar humanos. No había quien entendiera a ese Uchiha.

Sentía algo de calor, pero ese que te impregnan cuando te abrazan. Lentamente abrió sus ojitos azules y vio el techo de esa cama con cortinas. Cerrada de todos lados. Miró a derecha, cortina. Miró a izquierda, Sasuke.

 

Espera… ¡¿Sasuke?!

 

-¡Aaaaaaaaah!-gritó tan fuerte como pudo.

 

-Mmm Dobe… no metas tanta bulla…

 

-¡Aaaaaaaah!-no dejaba de gritar.

 

-Dobe…-Sasuke abrió los ojos completamente y alzó su cabeza. Las sábanas bajaron por sus hombros, dejando ver que éste no llevaba ropa arriba al menos.

 

-¡Aaaaaaaah!

 

-¡Te quieres callar!

 

-Yo…tú… ¡Yo! ¡Tú!-la cara de aterrado del rubio más que susto daba risa.

 

Rápido se destapó y miró que él conservaba sus ropas.

 

-Uff.-respiró aliviado.-Sigo virgen.

 

-¿Qué esperabas?-habló Sasuke enarcando una ceja.

 

-Pues tú… ¡Violador! ¡Me trajiste a dormir contigo!

 

-Violador…-Un tic severo, muy severo apareció en la frente del mencionado.

 

-Sí ¡Pervertido!-le gritó sonrojado.

 

-¡Tú eres el que en mitad de la noche viene y se cae desmayado encima de mi cama!

 

-Tú…

 

Naruto recordó el espejo… y lo que apareció en su mente…

 

-Ah… yo…eh… -estaba avergonzado, y como no estarlo había llamado pervertido y violador siendo que él fue quien se presentó ahí.-G-gomen n-na sai…

 

Al contrario de lo que pensaría, Sasuke lo abrazó y aplastó contra la cama.

 

-Sigamos durmiendo…-bostezó.

 

-¡¿Eh?!

 

 

-¡Sasuke!-abrió de improviso la puerta cierta mujer.

 

“¡Qué afán de molestarme cuando quiero dormir!”

 

-Hmpt…Tsunade…

 

-Despierta de una buena vez.-puso sus manos a cada lado de su cintura.-Oh…-notó a cierto chico al lado del Uchiha.- ¿Qué ya caíste ante Sasuke?-rio.

 

-¡Claro que no!-se zafó del agarre del mencionado y se salió de la cama.-Jamás, ¡jamás caería ante este teme!

 

-Pareces decírtelo más a ti mismo que a nosotros.-suspiró.-Bueno da igual. Sasuke tenemos problemas.

 

-Mmm ¿qué pasa?

 

-Levántate, abajo hay ciertas personitas que quieren verte.

 

-¡No puede ser!-Naruto vio el rostro tenso del ser, y como éste luego salía de las sábanas para correr al baño que estaba a un lado de la pieza.

 

-¿Qué pasa?

 

-Humano es obvio que no lo sepas.-la mujer empezó a salir de la habitación.-Nagato y también Karin.

 

-¿Eeeeh?-la mujer ya se había ido.

 

Un Sasuke alterado salió a medio vestir. Naruto no pudo mirar más detenidamente su cuerpo, su torso marcado no desmedidamente y sus ojos se posaron a lo que se escondía debajo de la toalla… empezó a sonrojarse al pensar en cómo sería… y se le hacía agua a la boca al pensar…

 

-¡Aaaaaaaaaah!-gritó y se cubrió la cara con las manos.

 

-No grites el clan Uzumaki nos oirá.-le tapó enseguida la boca, luego sin importarle nada, sacó ropa y de espaldas al humano se la puso sin problemas. Era una especie de kimono hacia arriba, pero más corto y con una banda lo sostenía, dejando abierto en medio para mostrar su blanco pecho. Los pantalones eran algo aglobados pero terminaban ajustados al final. Y en sus pies una especie de botas que apretaban los pantalones. Y por último se puso una especie de abrigo, algo desaliñado encima que en la espalda tenía el símbolo del clan Uchiha, aunque Naruto no sabía porque rayos había una abaniquito dibujado, tal vez a los Uchiha les gustaba echarse aire ¿no?

 

-No salgas por nada del mundo.-advirtió para luego ir a la sala que estaba detrás de la escalera, para encontrarse con el segundo clan en contra de los humanos.

 

-¿Quién se cree? ¿Qué no salga? Eso es justo lo que haré.-sonrió.

 

 

 

 

Era un lugar muy amplio la verdad, había libreros rodeando todo el lugar y en el centro una mesita de vidrio, con conchitas marinas imposible de tocar, porque se encontraban debajo del vidrio pulcro y sin ninguna marca de daño.

 

Rodeando la mesita habían una especie de cojines en el suelo, ahí acomodados estaban ambos Uzumakis. Los principales líderes del clan.

 

-Buenos días.-saludó cortésmente Sasuke entrando a la estancia.

 

-Buenos días Sasuke-kun.-puso una cara Karin, quizá pretendía ser sexy para llamar la atención pero más parecía que se hubiera tragado algo en mal estado.

 

-Sasuke-sama.-saludó en cambio Nagato inclinando levemente la cabeza.

 

 

 

 

Un Naruto desobediente bajaba las escaleras con precaución, pero parecía que mientras más se preocupaba de no ser descubierto, más pisaba mal. Llegó al final de las escaleras y miró a todos lados, quería saber si hablarían del destino de los humanos, de sus amigos.

 

Y encontró una puerta detrás de la escalera, enorme y con una talladura refinada. Acercó la oreja a ésta y para su buena suerte, podía oír todo perfectamente.

 

 

-Los humanos han sido sometidos.-habló el pelirrojo.

 

-Lo sé.

 

-Aquellos que capturé están sirviéndome ahora, entienden su lugar como seres inferiores.-Naruto apretó los puños.-Otros más sádicos los han hecho sufrir, torturándolos.-formó una sonrisa ladina.- ¡Me parece una estupidez! Pierden mano de obra gratis.-el humano que escuchaba todo, empezaba a fruncir el ceño.

 

-Es cierto.-Karin bebía un té que de la nada había sido traído.

 

Como los seres en el reino Uchiha tienen prohibido entrar al palacio, envían lo que necesite su señor con magia. Unos pergaminos en los lugares a donde querían enviar las cosas. Se decía que una vez hubo un hombre que podía tele transportarse pero a sí mismo a los lugares donde dejaba su kunai, pero era una leyenda.

 

-Yo también los tengo trabajando bajo las órdenes de mis hombres.

 

-Hay rumores que dicen que te has quedado con un humano.-lo miró fijamente Nagato.

 

-Ya sabes, son rumores, nada comprobado. A algunos les encanta inventar historias.

 

-Qué bueno que lo comprendes. Ya sabes, los humanos no pueden estar con ser mágico…

 

-Lo sé.-lo interrumpió callándolo.-No has venido sólo para regañarme ¿verdad?

 

-No…hay un problemilla que se acerca…

 

Nagato era mayor que Sasuke. En realidad el Uchiha era el más joven de todos los líderes de clanes. Los cuatro clanes eran: Uchiha, Uzumaki, Pain y Senju. Todos poderosos y decían invencibles. Sasuke era el más pequeño de todos, el mayor era Hashirama, luego seguía Nagato y Yahiko. Al final estaba el pequeño Uchiha…

 

-Él…-sus cejas adquirieron la expresión de enojo.

 

-Sí. Por eso necesitaba hablarlo contigo. Ya sabes, esos dos son pertenecientes a tu clan, si causan problemas será tu responsabilidad y los demás clanes no dudarán en atacarte.

 

Al parecer Madara y Obito les causarían muchos más problemas de los que imaginó. Ambos, sensei y alumno huyeron del palacio Uchiha según decían, porque no estaban de acuerdo con un ataque a los humanos. Aún recordaba las palabras de Madara antes de irte…

 

“-Te llevarás una sorpresa. Esos humanos guardan un secreto.-luego de eso desapareció en la espesura del bosque que rodeaba el castillo llevando a su lado al peli negro pupilo.”

 

Sasuke suspiró.

 

-No te preocupes, iré a buscarlos, tengo idea de donde pueden estar y hablaré con ellos.

 

-Eso espero, porque fueron al clan Pain y se llevaron algunos humanos.

 

-Nunca he entendido como sabes tanto del clan Pain.-escudriñó Sasuke al pelirrojo. LE pareció ver un leve sonrojo, pero creyó que fue su imaginación.

 

-Bueno, creo que ya debemos irnos Karin…-se paró de inmediato.

 

-No puedo creer que el líder de su clan haya venido personalmente para entregar un mensaje como ese.-se cruzó de brazos Sasuke, interviniéndole el paso.

 

-Ay ya dile Nagato. Dile de una vez.-se molestó la pelirroja.-Yo estaré afuera si me necesitas.-desapareció.

 

-Dime, cuál es la verdadera razón.

 

-Yahiko…

 

-¿Eh? El líder del clan Pain…

 

-¡Se casará!

 

-¿Y yo que tengo que ver?

 

-B-bueno… nada… pero…-azorado, con las mejillas rosas miraba de un lado a otro.- Lo amo.

 

-¡Oh, por fin te diste cuenta!-rodó los ojos el Uchiha.

 

-¿Ya lo sabías?

-Por supuesto, era tan notorio como tu cabello rojizo.-suspiró brevemente y continúo.- ¿Qué harás?

 

-No lo sé…Además no puedo competir contra una chica. Konan es hermosa.

 

 

-¡Y qué tiene! ¡Da igual el sexo!-abrió estrepitosamente la puerta cierto rubio que ya no aguantaba mantenerse en silencio.

 

-¡¿Eeeh?!-Sasuke y Nagato lo miraron desconcertados y algo asustados, ninguno logró sentir la presencia de aquel dobe…

 

-Pero…-Nagato iba a replicar.

 

-Dobe ¿qué haces aquí?

 

-¡No tienes por qué rendirte, si alguien te gusta, te gusta y punto!-el chico se hizo el sordo y prosiguió.

 

-Dobe… ¡Dobe! ¡Usuratonkachi ¿qué haces aquí?!-gritó ya molesto.

 

-Andaba por ahí y escuché.

 

-¡Te dije que no salieras!

 

¿Ahora qué hacía? ¿Cómo le explicaba a Nagato qué ese humano estaba ahí? ¿Qué le decía?

Miró al pelirrojo, pero vio qué éste observó al rubio.

 

-Debes de ser muy fuerte y poderoso.-dijo con la mano en el mentón.-No sentí tu presencia ¿Qué eres? ¿A qué clan perteneces?

 

¡Nagato creía que ese humano era un ser mágico como ellos! ¡Eso acaba de salvar el día! Más bien la vida del rubio…

 

-Eeeh yo…

 

Sasuke decidió interrupir, era obvio que Naruto no tendría idea de que responder, pero le sorprendió la entereza que demostró.

 

-Yo soy un miembro del clan Ramen. Ahí comemos mucho ramen ttbayoo.-rio.

 

¿Ramen? ¡¿Ramen?! Sasuke se imaginó a sí mismo cayendo a un agujero negro, de poco hundiéndose… ¡¿Qué tonto se creía eso?!

 

-Ah, nunca había oído hablar de él. Que ser más interesante. Tus poderes deben ser fascinantes y desconocidos.-sonrió y extendió la mano para saludar.

 

Al parecer su amigo… si se lo creería… Esa mañana Sasuke dio gracias a kami por tener un amigo que no conocía nada de comida japonesa.

 

El líder del clan Uzumaki y Naruto se dieron la mano.

-Oigan volviendo al tema principal…-empezó a decir el rubio luego de soltar la mano del Uzumaki.- Estás enamorado ¿verdad?-miró al pelirrojo.

 

-S-si…

 

-De ese tal Yahiko que se va a casar.-puso la mano en su mentón como pensando.- Deberías decirle lo que sientes.

 

-Me rechazará, el ama a su novia.-sonrió fingidamente.

 

-¿Y?

 

 

Todos lo miraron con cara… “¿No entendiste? ¡Lo rechazará!”

 

-Sé valiente, si te rechaza, te rechaza pero no tendrás asuntos pendientes después…-siguió el rubio.

 

¡Ni que fuera ánima!

 

-Díselo, no sabes qué pasará, tal vez te lleves una sorpresa –guiñó el ojo.-buena o mala –sonrió.

 

-Y-yo creo que debo irme, ya es muy tarde.-hizo una reverencia y entonces Nagato desapareció.

 

-Al final no eran tantos problemas tema, sólo amor, el mal que recorre el mundo.-tomó pose de analítico griego y asentía con la cabeza.

 

-Tú… ¡Tú!-vociferó y con ambas manos tomó la ropa del chico y lo acercó a él.- ¡Maldita sea Naruto, si te hubiera descubierto te habría asesinado!-lo soltó tirándolo sobre el sillón.

 

-Pero no lo hizo.-se acomodó.

 

-Pero ¡Imagina si lo hubiera hecho! ¡Estarías muerto!-estaba exaltado, no sabía porque le temblaba la voz y la furia recorría sus venas.

 

 

“No puede estar preocupado por mí…yo soy… un humano que simplemente puede reemplazar…”

 

En la puerta Tsunade sonrió al escuchar los gritos del Uchiha…

 

-Al parecer no eres tan humano Naruto…-tocó la puerta y recordó el material del que estaba hecha.

 

Sólo un ser mágico puede escuchar a través de la madera del senju.

 

 

 

 

Esa noche Sasuke fue a su habitación con una variedad de sentimientos encima, no entendía porque ese revoltijo lo provocaba Naruto, pero sabía que era él, nadie más le había hecho… ¿preocuparse? ¿Eso sentía? Estaba asustado con la llegada de su amigo del clan Uzumaki… y esa chica que nada bien le caía, Karin, aunque casi no hablaba con ella. Si ellos descubrían que tenía ni nada más ni nada menos a un humano en el castillo, definitivamente no podría salvarlo, ellos lo matarían… pero esto ya no era normal… él había traído a ese humano a su casa, porque lo encontró “interesante” (es una forma para decir “lindo” de parte de Sasuke), y también porque al verlo una puntada atravesó su corazón, era extraño pero pensaba que podía usarlo como juguete sexual, total los humanos eran débiles… pero por una razón no se atrevía a poner una mano por su fino cuerpo, aunque no era que no lo deseara… “-¡No quiero, definitivamente no quiero estar con un monstro!” Recordó las palabras que Naruto le había escupido como un saco de cemento encima… Era como un cuchillo en su pecho, no podía quitarlo, se enterraba más y más, ya no era capaz de alcanzarlo… Aquella estaca laceraba su interior…

 

 

Naruto otra vez estaba en su habitación, dormía profundamente…

 

La flor ensangrentada del dolor de su alrededor atrapaba una víctima, su cara era conocida para el joven que seguía vivo entre los cuerpos.

 

-¡Aaaaah!-luchaba por liberarse, intentos inútiles.

 

-Todos los humanos deben morir.-una voz lo dijo. Era masculina y algo serpenteante.

 

¿Quién es? ¿Qué es?

 

Miró bien, sus ojos no alcanzaban a ver bien, pero era una figura no muy imponente, estaba en lo alto de un edifico con los brazos abiertos de par en par. 

 

Y entonces a los lados vio a Nagato y a otros jóvenes, parecían ser de los cuatro clanes que atacaron Konoha, y en una esquina, silencioso se mantenía Sasuke con los ojos fijos en la nada.

 

-Sasuke…-sus labios se movieron sólo para pronunciar esa palabra.

 

Sólo era un humano, no podía estar con ese poderoso ser… de cabello negro y ojos oscuros que lo miraba desde las alturas. Sus cabellos a ambos lados de su cara por momentos tapaban sus finas facciones.

 

-¡Mátenlos a todos!-exclamó.

 

Entonces la imagen se volvió difusa y cuando miró atrás vio a su madre ser comida por aquella flor y a su lado a su padre en un charco de sangre… Gritos provenientes de la parte frontal le hicieron volver la cabeza, estaba aterrorizado, sus lágrimas caían y no podían ser detenidas. Justo entonces vio como sus amigos estaban atados a unos troncos hundidos en el húmedo suelo. Famélicos y sin fuerzas, llorando o gritando, desesperados…

 

Todos estos días estuvo divirtiéndose, olvidando por completo su propósito… debía salvar a los únicos familiares que le quedaban, no podía dejarlos morir como a sus padres, y debía dejar de sentir esas cosas por Sasuke… ¿qué cosas? Pues esos deseos de tenerlo cerca, él era un villano sin corazón igual que ese que vino hoy al palacio y él ¡fue amable además! ¡Qué locura!

 

Despertó sudado, sus ojos llorosos demostraban la pena que sentía, ya no soportaba más, debía salir de ahí, debía salvar a todos, no podía estar en ese castillo un segundo más.

 

 

 

 

Las sábanas se le hacían tan acogedoras, rozaban su piel causándoles suspiros, hasta que llegó la mañana. Sasuke tuvo que ir al baño urgente apenas despertó, soñar con que cierto rubio caminaba desnudo hacia él y luego su lengua recorría su miembro, no era nada  para levantarse calmado. Aprovechó de bañarse y bajar enseguida, sin antes pasar por la puerta de Naruto.

 

Tocó dos veces, pero no sentía ningún ruido del interior.

 

-Este dobe.-entonces decidió simplemente entrar sin importarle los reclamos después.

 

La cama estaba vacía, el escritorio, ahí no había nadie.

 

-¡Naruto!-gritó Sasuke y su corazón se apretó.

 

Corrió escaleras abajo y recorrió todo el palacio, la parte frontal al menos, luego el salón, la cocina, fue al inmenso patio trasero que llevaba a otros corredores con más habitaciones. Nada, ni rastro de su rubio. Decidió ir a la habitación de Tsunade en busca de ayuda.

 

-¿Dónde está Naruto?-pregunta Sasuke.

 

-¿No estaba en su habitación?-dice la rubia sentada frente a su escritorio con unos papeles y libros en éste. Al parecer se había levantado ya hace rato.

 

-No está…

 

-Sólo es un humano, te puedes conseguir otro.-le dijo como no tomándole importancia a la cosa.

 

Sasuke meditó por un momento.

 

-T-tienes razón…

 

 Hizo un intento de sonreír y retirarse.

 

-¿La tengo?-Tsunade sonrió de lado siguiendo interesada en sus papeles.

 

Sasuke se quedó callado. ¿Cómo respondía a eso?

 

 

 

 

Notas finales:

jejejje tal vez las dejé con dudas... ya verán que pasará jajaja pronto se vendrán cosas buenas ^^ Pero eso sí mis fics son algo largos, aún falta así que continúen siguiendome :3

 

Es cierto que estoy ajetreada, pero me esforzaré al máximo para completar mis fics ^^

 

Favorcito... reviews... onegaiii TT-TT 

 


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