Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Quién eres realmente? por SunaLove51

[Reviews - 163]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

  Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto que no sabe cómo parar a Madi XD

 Espero que disfruten el cap.! 

 —Creo que me confunde con alguien más... —Puso énfasis a sus palabras intentando sonar convincente.

 Gaara sonrió aún más.

 —Digamos que te creo —dijo—. Entonces si le comento a Sasuke de mi sospecha quedaré como un tonto ¿Cierto? —El rubio tragó saliva y el pelirrojo continuó— Porque no creo que seas un vándalo pobretón que anda por ahí atacando a la gente decente —Naruto se enfureció al ser comparado con un criminal cualquiera.

 — ¿Decente? Ese maldito teme se merecía lo del auto, así como la patada en el pecho. Que agradezca que no le diera una paliza —Su rabia lo cegó, haciendo que confiese todo y cuando se dio cuenta de su gran metida de pata se llevó ambas manos a la boca para cubrirla.

 —"Bingo"—pensó Gaara. No solo había caído en la trampa, sino que confesado un ataque adicional— ¿Decías?

 Naruto en un acto desesperado lo apartó de un empujón.

 — ¡Está bien, ya lo sabes! Y ahora... ¿Qué vas a hacer? —Lo observó con recelo.

 —Depende...

 — ¿De qué? —Preguntó con brusquedad— Si quieres dinero vas muerto, porque soy un "pobretón" —Gaara rió.

 — ¿No tienes muchas luces, no? —Siguió riendo— Soy rico, no necesito dinero.

 — ¡Dime de una vez que quieres! —El blondo comenzaba a desesperarse al sentir que el otro se divertía a su costa.

 —Desde la primera vez que te vi lograste divertirme —Naruto enarcó una ceja con molestia—. Quiero decir, sé que Sasuke se lo merecía. Yo más que nadie sé lo amargado que puede ser. Tú lo enfrentaste de una forma épica.

 —Aún no me dices que quieres...

 —No eres nada paciente... —El rubio no respondió a sus afirmación— Solo quiero ser tu aliado en lo que tengas planeado —La cara de Naruto era un poema, por lo que el pelirrojo decidió explicarse mejor—. Algo me dice que no planeas algo como matarlo o secuestrarlo ¿Verdad?

 — ¡Por supuesto que no! ¡El que me acosa es él! —dijo ofendido.

 — Como sea —Le restó importancia—. Si solo quieres darle una lección te ayudaré. Sasuke es alguien preciado para mí, pero sé que necesita con urgencia una cura de humildad —Lo miró a los ojos—. Y estoy aburrido, por lo que estoy seguro que la pasaré en grande como espectador.

 — "Y pensar que por ser adinerados se les dice excéntricos... ¡Locos es lo que son estos tipos! —Pensó Naruto— ¿Y si me niego? —Gaara se dio vuelta para comenzar a avanzar hacia las mesas y el rubio tembló— ¡Está bien! Acepto... —Dejó caer su cabeza con pesadez.

 —Muy bien, dame tu dirección.

 — ¡Ni loco!

 —Necesito saber toda la historia para ver de qué forma ayudar.

 —Podríamos encontrarnos en cualquier lugar —Siguió negándose.

 —Claro y que Sasuke mientras te espía descubra que nos vemos y crea cualquier cosa —Pronunció irónicamente.

 Un escalofrío recorrió a Naruto.

 — ¿Él podría...?

 —Se ve que no lo conoces bien —Giró los ojos—. Solo en tu casa podremos hablar con tranquilidad, ya que este no es un buen lugar —Miró hacia un lado comprobando que no hubiera nadie cerca.

 Naruto cerró los ojos y asintió en señal de aceptación.

 

 Sasuke, aun de pie, se encontraba pensando en el extraño comportamiento de Gaara.

 —Parece que todos huyen de ti —Se burló Neji frente a él.

 — ¿No te ibas? —Pregunto sin interés real de por medio.

 El castaño se dirigió a uno de los meseros.

 —Se supone que este es un lugar exclusivo, pero veo que dejan pasar a cualquier chusma —Comentó enfadado y el muchacho respondió.

 —Estamos muy apenados Hyûga-sama —Se inclinó respetuosamente—. Como compensación la cena corre por cuenta de la casa —Se mantuvo en la misma posición.

 —No me interesa, dudo volver si no mejoran la clase de concurrencia —Atravesó al Uchiha con la mirada.

 — ¿Lo dices por ti y tu compañera? —Le replicó el pelinegro— Entonces no hubieras venido —La mujer deseo poder insultarlo, pero al saber quién era calló y solo dijo.

 — Neji-sama, ¿Podemos irnos? —preguntó al pelilargo en tono sumiso.

 —Sí, será lo mejor —La rubia se paro y sujetó un pequeño bolso de mano para dirigirse a la salida—. Diría que fue un gusto verte, pero mentiría —Finalizó con desprecio.

 —El sentimiento es mutuo —Sasuke vio como se alejaba.

 De pronto fue sorprendido por Naruto.

 — ¿Ya se fue ese tonto de pelo largo?

 — ¿Del que huías? —Contestó Sasuke con otra pregunta.

 — ¿Perdón? —El rubio se sintió aliviado al ver que Sasuke creía que su repentina huida se debía al castaño engreído.

 —Da igual —El pelinegro rodeó la mesa para apartar la silla de su acompañante y ofrecerle asiento.

 —Gracias.

 — ¿Podría traernos el postre? —Pidió Sasuke sentándose en su lugar.

 En cinco minutos llegó su pedido y Naruto se dedicó a comer como si sufriera de hambruna, siguiendo con el plan, a la vez que el Uchiha seguía todos sus movimientos. Para cuando terminó, ya había emitido dos eructos y tenía la mitad de la cara manchada de chocolate como si fuera un bebé.

 —Que desagradable —Comentaron por lo bajo y Sasuke no supo identificar quien fue, pues la mayoría de los comensales los miraban.

 — ¿Qué? ¿Nunca vieron comer a una persona? —preguntó el rubio desafiante, mirando hacia todos lados para acallar los cuchicheos, creando el efecto contrario.

 — ¡Creo que fue suficiente! —El moreno ya no pudo más con el bochorno— ¡Nos vamos!

 — ¡No quiero! —Se cruzó de brazos el rubio, solo para contradecirlo.

 — ¡¿No te parece suficiente la vergüenza que me has hecho pasar?! —Sasuke estalló por fin.

 — ¡Si tanto te molesta no me hubieras invitado! —Naruto también levantó la voz.

—  ¡Si hubiera sabido que serías tan ordinaria, créeme que no lo hubiera hecho! —Estaba tan ofuscado, que la verborrea fluía sin importar la cantidad de mirones o el lugar en el que se encontraban.

 — ¿Ah sí? —El rubio entonó calmado— Me parece perfecto —Se limpió la boca con una de sus manga y tomó la campera que se encontraba en el respaldo de su silla— ¡Vete al diablo! —Se alejó satisfecho con su objetivo cumplido.

 A su vez, todos comentaban en voz baja la osadía de esa chica en haber insultado a alguien tan poderoso como el Uchiha.

 El moreno, a causa de un impulso desconocido, salió detrás de la rubia diciendo al anfitrión en la entrada que cargara todo a su cuenta.  No sabía por qué se apresuraba a seguirla. En otro caso, por menos de lo que había tenido que tolerar esa noche, hubiera dejado a su cita y se hubiera vengado de ella. Sin embargo, ese impulso lo obligaba a hacer lo contrario y estaba comenzando a odiar esa sensación.

 La divisó en el cordón de la vereda, a punto de subir a un taxi y corrió logrando sujetarla de un brazo.

 — ¡Fuera! —Ordenó al conductor y este, que no deseaba problemas innecesarios, arrancó.

 — ¡¿Qué haces?! ¡Suéltame! —Al oír eso, algo se agitó dentro de él y la sujetó con más fuerza.

 Naruto al sentir que el agarre había aumentado comenzó a lanzar golpes al pecho del otro.

 — ¡Cálmate! —El moreno la zamarreó.

 — ¡¿Por qué haces esto?! —Esas palabras hicieron un click en el cerebro del Uchiha, que la soltó al instante.

 Naruto se aparto rápidamente, poniendo más de un metro de distancia por medio.

 —No lo sé... —Susurró.

 —Contéstame esto, ¿Alguna vez te has fijado en alguien más allá de por su exterior? —El moreno no contestó— Lo suponía —Comenzó a caminar alejándose de él.

 — ¡Espera! —Trató de detenerlo y Naruto frenó sin girar.

 —Tú y yo somos muy diferentes —dijo con calma, tratando de hacerlo entender—. No esperes gustarle de verdad a otra persona, cuando el único que te interesa eres tú mismo —Al concluir se alejó corriendo, dejándolo atrás...

 

 Al llegar a su piso, Sasuke se encontraba pensativo. No obstante, a pesar de tener la cabeza saturada de diversos pensamientos, cayó dormido en un instante.

 

 "Abrió los ojos con lentitud e inmediatamente tuvo la certeza que estaba en otro sueño y esto fue porque podía verse a sí mismo, a la edad de diez años, recostado junto a él. El pequeño morenito lo observaba detenidamente con sus grandes y rasgados ojos negros. El silencio se mantuvo por un rato, hasta que fue desecho por el niño.

 —Sasu-chan no sabe ver —Canturreó—. No puede ver más allá...

 — ¿Qué significa eso? —Se atrevió a preguntar a su otro yo.

 El menor se sentó en la cama y aproximó su carita redondeada por la niñez.

 —Sasu-chan tiene una máscara que cubre su dolor —Y mientras hablaba, su rostro se iba llenando de heridas que aparecían poco a poco—, pero que tampoco lo deja ver... —Sasuke retrocedió asustado— No apartes la mirada. No eres el único con cicatrices —Señaló hacía una esquina de la habitación donde se escuchaba sollozar a un niño que estaba sentado en el piso. No podía ver su cara que mantenía oculta entre sus piernas, las cuales rodeaba con sus brazos de forma desesperada.

 De golpe y sin saber cómo, se ubicaba de rodillas enfrente de él, extendiendo una mano para tocar su cabello que parecía ser claro (ya que la oscuridad en la habitación no dejaba distinguir bien la tonalidad).

 Solo llegó a sentir lo sedoso que era al tacto cuando escuchó.

 —No somos iguales..."

 

  Abrió los ojos por segunda vez y aún somnoliento entendió que había despertado de verdad. Una sensación de angustia se apoderó de su cuerpo, que se encontraba boca arriba.

 Extendió su mano frente a sus ojos y luego miró al techo a través de los dedos abiertos.

 —Ver más allá de lo aparente... —Musitó.

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 — ¿Recibiste el mensaje que te envié? —preguntó una voz femenina a través de la línea.

 —Sí y ya sé quién podrá ayudarte en tu capricho. Ahora dame la información que prometiste —Exigió Mizuki.

 —Cuando se cumpla mi capricho, tendrás tu información. Hasta entonces tendrás que esperar, cariño —Y cortó.

 El peliceleste arrojó un insulto al aire.

 —Maldita puta —Masculló.

 Una mano pálida acarició su abdomen, pasando por su ombligo hasta llegar a su miembro.

 —Deberías olvidar esa obsesión —Le dijo el peligris de profundos ojos negros.

 Mizuki tomó envión y se posicionó sobre el otro, que al igual que él, se encontraba totalmente desnudo.

 —Lo dice el que sueña con ser poseído por la serpiente rastrera —Rebatió con entonación sensual.

 —Que esté aquí contigo y esté dispuesto a ayudarte con tus planes es prueba de que dejé eso atrás —Kabuto hizo que volvieran a girarse sobre la cama, quedando a horcajadas del peliceleste y comenzando a menear las caderas lentamente.

 Mizuki aún en esa posición, se sentó a la vez que levantó el trasero del otro y lo penetró sin contemplación. Tiró de su cabello con una mano haciendo que su cabeza se inclinara hacia atrás, sacándole un fuerte gemido.

 —Eso solo prueba lo lascivo y masoquista que eres... —Mordió uno de sus pezones y comenzó con salvajes estocadas.

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

  Era domingo por la tarde y a pesar de no ser un día ideal por la lluvia que cubría la ciudad, la reunión comenzaría en cualquier momento.

 —Musicalizador de mierda y sus apestosos temas del carajo —Se quejaba un albino sin cesar—. Por Jashin-sama que lo colgaré de las pelotas si no cambia esta música.

 A su lado, un hombre de pelo castaño oscuro se arrepentía de ser puntual y no poder cambiar ese aspecto de su personalidad. Envidiaba por primera vez a Obito.

 Si hubiera llegado tarde, no tendría que soportar el constante cacareo del único miembro de su antiguo grupo que lo acompañaba y que justamente era al que menos soportaba.

 —Incluso para ser un yakuza de poca monta, eres un maleducado.

 —Ja, habla el abogado de los yakuzas —Le sonrió con sorna—. Estoy seguro que "el gran Kakuzu" estaría dispuesto a defenderme por una suculenta suma de dinero.

 —Por supuesto. El dinero es lo único que me importa —Admitió.

 Hidan al notar que el castaño no le seguía la pelea, retomó sus quejas.

 —Asquerosa música de ancianos... —Refunfuñó— Hubiera sido mejor que hiciéramos esto en el bar de Yahiko.

 —Es mejor así —Contradijo Kakuzu—. Itachi ofreció uno de sus hoteles y pagar los gastos. El traslado hacia Konoha hubiera sido tanto una molestia como un derroche de dinero —Dijo tranquilo.

 —Tacaño de mierda, por eso te odio —El albino lo miró de costado.

 —Cierra la boca, fanático religioso.

 — ¡Por blasfemo Jashin-sama hará que se te pudra el pito! —Hidan lo maldijo apuntándolo con el dedo índice.

 —Sí, sí, lo que digas —Manifestó Kakuzu sin cambiar de gesto y luego murmuró—. Loco de remate.

 —Veo que siguen igual que siempre —dijo un rubio cruzando la entrada del gran salón—. Cuanta nostalgia.

 —Es verdad —Contestó Hidan—. Y tú sigues viéndote como un marica —Sin hacer caso al insulto, Deidara abrazó al grosero muchacho que se mostró renuente en un comienzo, pero después lo devolvió.

  —Extrañaba tu léxico —Se rió y se dirigió al otro—. Y tu alegría, Kakuzu —Dijo mordaz.

 —Yo no te extrañé —No movió ni un músculo de la cara.

 —Me asustaría si lo hubieras hecho.

 — ¿Y a mí, alguien me extrañó? —preguntó Obito, entrando en el lugar que se sumió en el silencio— ¿Por qué son malos conmigo? —Cascaditas caían de sus ojos.

 — ¿Por qué será? —respondió una Konan recién llegada.

 El pelinegro posó sus ojos en ella y con sonrisa prepotente replicó.

 —Me parece que es hora de que olvides el pasado.

 —Repítelo a ti mismo hasta que te lo creas —Rebatió la chica tajante.

 Deidara intervino tratando de calmar las cosas.

 —Chicos... No creo que sea el momento ni el lugar.

 —Tienes razón, Dei —Aceptó la peliazul y lo abrazó—. Tanto tiempo, tenemos que ponernos al día.

 —Claro —Le sonrió.

 —Yo también haré caso a Dei-chan —Tomó una de las manos del blondo y la beso, para luego tirar de ella y pegarlo a su pecho—. No quiero que se enoje después de la maravillosa noche que pasamos —Alzó la voz al ver ingresar al salón a Itachi junto a Kisame.

 — ¡Ya es suficiente Obito! —Trató de separarse.

 —Ayer no te quejabas —Konan que se encontraba dentro del campo de visión del rubio, le echó una mirada de reproche y este apartó la suya.

 —Siento interrumpir sus muestras de afecto —Se acercó el Uchiha con mirada fría—. Me acaban de informar que Sasori y Nagato están a punto de llegar. Pasemos al sitio donde será la recepción.

 —Falta Yahiko —Todos miraron a Konan.

 —A mí no me miren, no tengo idea dónde está ese tonto —Pronunció ásperamente.

 —Gracias por el apodo —Dijo un pelinaranja que llegaba junto a un peliverde.

 —Hasta que llegan los tarados que faltaban —dijo Hidan.

 —Quién lo dice —Le retrucó Zetsu con voz monocorde.

 — ¿Cómo va esa doble personalidad? —Hidan siguió toreando y el otro se adelantó un paso para callarlo, pero una mano en su pecho lo frenó.

 —Zetsu-kun sabes que su lengua no va conectada con su cerebro —Aclaró en tono aniñado Obito.

 — ¿Estás buscando que te azote? —Amenazó el albino al pelinegro— Por lo menos yo no soy un farsante de mierda.

 — ¡Suficiente! —Yahiko levantó la voz— Contengan sus ganas de matarse por hoy. Estamos aquí para recibir a nuestros amigos —Todos asintieron de acuerdo, pues a pesar que desde siempre había habido divisiones y enfrentamientos en el grupo, era precisamente por los miembros que faltaban que lograban la armonía y aunque la mayoría nunca lo admitiera, les guardaban cariño.

 —Síganme —Ordenó Itachi precediendo la fila que se dirigió a otro salón más amplio al que ocupaban anteriormente y en donde se hallaba una gran mesa de buffet elegante y una barra con las más finas bebidas.

 —Al menos esto va mejorando —Se alegró Hidan mirando hacia los aperitivos—. Itachi, ¿Quién es el dj? —El pelinegro miró hacia el albino con algo de desconfianza.

 — ¿Por qué la pregunta? —Y vio como Kakuzu, detrás de Hidan menear la cabeza en advertencia— Ni se te ocurra... —Y volvió a mirar al frente.

 El albino puso cara de aburrimiento, porque a pesar de que se había ganado fama de psicópata por su actividad criminal, guardaba un respeto ciego hacia el moreno.

 Todos se ubicaron en diferentes rincones, entre ellos Deidara que se había apartado cuando vio que Itachi avanzaba hacia su dirección, y estaba tratando de no cruzar miradas con él.

 — ¿Por qué tan solo? —Obito aprovechó la oportunidad al verlo aislarse.

 —Ahora no Obito... —Contestó un poco desanimado el rubio.

 — ¿Aún no me soportas? Creí que ayer te habías divertido —Cambió a un tono triste, logrando que el blondo se sintiera culpable.

 —Eso no es verdad. Disculpa, supongo que es la costumbre de "maltratarte" —Intento bromear.

 —Maltrátame si eso deseas, pero no me alejes —Rogó Obito.

 Sin dejar de sonreír, Deidara negó con la cabeza.

 —Creo que eres masoquista...

 —Seré lo que tú desees... —Extendió una mano para atrapar uno de sus mechones de oro. Sin embargo, el rubio retrocedió un poco nervioso.

 —Mejor tomemos algo —Y se dirigió a la barra, seguido por el pelinegro, mientras era observado por otro moreno que quería desapareces con los ojos a Obito.

 —Cálmate un poco, eres demasiado evidente —Konan dijo con una risita disimulada.

 Itachi ni se inmutó.

 —Soy muy obvio, ¿No? —Habló con tranquilidad.

 — ¿Lo estás admitiendo? —La peliazul levantó una ceja con incredulidad— Bueno, solo te falta gritar.

 —Ya no tiene caso negarlo... —Suspiró para luego mirarla— No puedo soportar verlo tan hermoso y no poder tocarlo —Y concentró nuevamente su vista el rubio que reía por algún chiste de Obito.

 —Si te cruzas de brazos tarde o temprano otra persona lo conquistará —Siguió la mirada de su amigo—. Y creo que ya lo están intentando.

 —Ya lo sé —Entrecerró los ojos con molestia—. Ese pesado no lo deja tranquilo.

 —Tu primo siempre le tuvo ganas —Itachi no rebatió nada.

 De pronto las puertas se abrieron, dejando ver a uno de los empleados.

 —Uchiha-sama, han llegado los agasajados —El hombre se hizo a un lado dando paso a dos pelirrojos de diferente estatura.

 Deidara sin perder tiempo, se alejo de su compañero que puso mala cara y sorteo al resto corriendo hacia el más bajo.

 — ¡Sasori! —Se arrojó a los brazos del mencionado y este expresó.

 —Ya había olvidado lo efusivo que eras.

 —Como no quieres que sea efusivo si no te he visto en tanto tiempo —dijo el rubio al borde de las lágrimas.

 Sasori solo apretó más fuerte a su amigo y sonrió suavemente.

 Nagato, por otra parte, se encontraba en medio de un tira y afloje.

 — ¡No sabes todo lo que tengo para contarte hermano! Si tan solo una molesta me dejara —Soltó Yahiko mirando a Konan.

 —Yo llegué primero —Tiró de la manga del pelirrojo—. Así que apártate y espera tu turno.

 —"Veo que todo sigue igual" —Pensó Nagato con paciencia y rodeo a Konan por los hombro con un brazo y con el otro atrapó el cuello de Yahiko para tirar hacia abajo como cuando eran niños—. Los extrañé par de tontos —La peliazul rodeo su cintura con alegría y el pelinaranja rió como pocas veces lo hacía.

 Los demás se reunieron alrededor y continuaron saludando uno por uno. Cuando terminaron, se reunieron en torno a una gran mesa y empezaron a escuchar las anécdotas del viaje y a aportar las propias. Tanto la comida como los tragos pasaban y estimulaban la conversación.

 — ¿Dónde está Obito? —preguntó Zetsu al percatarse que el moreno hacía rato había desaparecido.

 — ¿Y a quién mierda le importa? —Le respondió Hidan.

 —A mí no —dijo Konan y chocó las manos con el albino.

 —Iré a buscarlo —Se ofreció Deidara e Itachi frunció el ceño al verlo salir.

 El blondo caminó sin rumbo fijo y se sintió desorientado al ser un hotel de grandes dimensiones y con demasiados pasillos. Cruzó a uno de los maleteros y preguntó por el paradero de Obito, describiéndolo físicamente, y este le indicó uno de los pasillos donde creía haber visto a una persona con esas señas particulares. Deidara agradeció la información y se marchó hacia el lugar indicado, divizando a lo lejos a quién buscaba, de espaldas. Parecía estar hablando acaloradamente por celular.

 —Te dije que no volvieras a llamarme —Susurraba Obito con enojo. Aguardo en silencio esperando una respuesta—. Ok, llámame a la oficina. No puedo hablar por el momento. Estoy ocupado —Y colgó sin más.

 —Obito... —Llamó el rubio.

 — ¡Deidara! —Se sorprendió— ¿Hace cuanto que estás ahí? —Tanteó.

 —Recién llego, ¿Problemas con el trabajo? —Preguntó inocentemente.

 —Algunos problemas, pero no te preocupes —Cambió su semblante cansado, por uno alegre—. Sin embargo, me siento mejor ahora que sé que te preocupó mi ausencia —Se acercó y acarició su mejilla. Deidara alejó su mano.

 —Lo hice porque los demás preguntaban por ti.

 —No sé por qué lo dudo —dijo con escepticismo.

 —No digas eso —Le reprochó Deidara.

 —Da igual, el único que realmente me importa eres tú —Avanzó aún más—. Si vine a esta reunión es por ti.

 —Obito... —Deidara se sentía incómodo y culpable— La salida de ayer me ayudó mucho a sentirme mejor, pero no quiero que te ilusiones...

 —Dei, solo dame una oportunidad —Tomó su rostro con ambas manos y le dio un beso, que apenas fue un roce, ya que la voz de Itachi rompió la atmósfera.

 —No era mi intensión interrumpir —Obito lo observó sin creerle y Deidara al fin reaccionó, para irse apresurado sin mirar a ninguno de los dos.

 — Deja de molestar —Lo enfrentó Obito con irritación.

 —Y tú deja de aprovecharte de su confusión —Le ordenó Itachi con ira.

 —Deberías madurar y hacerte a un lado de una buena vez para que Deidara sea feliz.

 — ¿Contigo? —Se burló— Solo yo puedo hacerlo feliz —Sacó a relucir su soberbia.

 —Como en el pasado ¿Verdad? —Itachi se impulsó hacia adelante para enfrentarlo, hasta que una tercera voz habló.

 —Itachi, los chicos te llaman —Konan miraba la escena con atención.

 —Gracias por el aviso —Se marchó mirando con amenaza a Obito, que le correspondió con una sonrisa de medio lado.

 — Por lo que puedo ver, lastimar a los otros sigue siendo tu juego preferido —La peliazul dijo al quedarse a solas con el moreno.

 —Te preocupas mucho por Itachi, ¿Ya te cansaste de ser el plato de segunda mesa de Yahiko? —Retrucó el pelinegro con burla— Oh, cierto... El jamás te metió en su cama. Ni a eso puedes aspirar —Se encaminó en dirección contraria a la que miraba la chica—. Se debe sentir horrible.

 —Dímelo tú, ¿No es lo que sientes cuando Deidara te ignora? —Apenas movió su rostro para mirarlo de lado y el Uchiha clavó sus ojos negros en ella. Su mirada se tornó más oscura.

 —No te metas en mi camino Konan, no sabes de lo que soy capaz.

 —A mí no me engañas. Se perfectamente cómo eres en verdad, después de lo que hiciste con Kakashi —Lo observó con rencor.

 —Deberías agradecer que te dejé consolarlo —Murmuró a su oído.

 —Parece que todos salieron a dar una vuelta, ¿Qué hacen aquí? —preguntó Nagato que llegaba al lugar junto con un Yahiko serio.

 —Nada, hablando de los viejos tiempos —Contestó Obito con una sonrisa y se fue.

 —Como te gustan los Uchihas —Acotó Yahiko con sarcasmo—, tanto que cualquiera te viene bien —Sin mediar palabra, la peliazul caminó unos pasos y le cruzo la cara, para marcharse en silencio.

 Nagato que se sorprendió por toda la secuencia, se dirigió a su amigo.

 —Me di cuenta desde que llegué que las cosas no habían cambiado. Incluso que están peor, tú estás peor —Lo miró con mala cara.

 —No empieces con tu sermón de hermano mayor, con la cachetada tengo suficiente —El pelirrojo se paró frente a él y por dentro tomó una decisión.

 —Sigues viendo a Konan como algo de tu propiedad —Afirmó—. Algo que puedes tomar o dejar a un lado cuando te apetece —Yahiko no comprendía—. Voy a ser franco, no solo vine porque extrañaba mi país y a mi familia. Sino también por ella. Tuviste tu oportunidad y la desperdiciaste.

 — ¿De qué hablas?

 —Voy a poner todo de mí para enamorarla y no consentiré que la sigas tratando mal —El pelinaranja abrió los ojos de manera desorbitada—. Si lo haces, me olvidaré que te considero mi hermano —Concluyó contundente y lo dejó, mientras que por el pecho de Yahiko un dolor (que nada tenía que ver con lo físico), se extendía.

 Era algo peor que creer a Konan interesada en Itachi, algo mucho peor...

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 Estaba en ese sitio que había evitado por tanto tiempo, empeñada en enfrentar a su esposo.

 —Mikoto-sama —habló el director de la institución, un hombre de cabello canoso que seguramente pasaba los 60 años. La observó por encima de sus anteojos—, es un honor que nos visite —Agregó con respeto, detrás de su escritorio.

 —Le agradezco que me recibiera en persona —respondió con educación—. Necesito ver a mi esposo.

 —Itachi-sama me avisó de su visita —Aclaró—. Aunque debo advertirle que Fugaku-sama sufre de ataques. No creo que sea buena idea que se exponga.

 —No tengo objeción en que alguien me escolte. Pero realmente es necesario que hable con él —Pidió.

 El hombre no pudo negarse y llamó a uno de sus enfermeros para que la guiara hasta la habitación del paciente, recomendando que en el camino le pidiera a uno de los guardias que también los acompañara.

 De esta forma, con un hombre indicando el camino y un guardia a su espalda llegaron a una habitación totalmente blanca, no muy diferente de las demás. El enfermero ingresó primero y cuando se aseguró de que todo se encontraba en calma, la dejo pasar.

 —Nosotros estaremos afuera, por cualquier problema que surja —Le aseguró.

 —Gracias —dijo Mikoto aún sin mirar al residente de esa habitación. Cuando lo hizo, su corazón se estrujó.

 Hace mucho que había dejado de amar a ese hombre que estaba sentado al borde de la cama, dándole la espalda. Pero eso no cambiaba el sentimiento de pena que le provocó verlo con ese aspecto. Su pelo estaba crecido, casi por lo hombros y tenía una leve sombra de barba. Parecía haber envejecido muchos años de golpe y distaba tanto de la imagen soberbia e imponente que guardaba en su memoria.

 — ¿Qué es lo que trajo hasta aquí a mi dulce esposa? —Se burló sin mirarla— ¿Te cansaste de comportarte como una zorra y quieres volver? —Siguió con veneno en la voz.

 La mujer decidió pasar por alto la provocación de sus palabras y fue al grano. Al mal paso darle prisa.

 —Quiero que me digas por qué Sasuke te odia tanto —Pidió.

 —Claro... Ese te dijo algo... —Se rió con malicia— ¿Y si no lo hago?

 — ¡Te lo exijo!

 —Uy... Si que te crecieron agallas —Le sonrió con la típica sonrisa de sus familia—  Tú sabes bien cómo lo trataba. No te hagas la que no estuviste ahí.

 —Hay algo más... —Lo miró harta de tantas vuelta— Lo sé, lo presiento.

 —Siempre fuiste débil como tu hijo menor —Se paró y la confrontó—. No soportarías la verdad...

 La pelinegra tomo aire y avanzó hasta tomarlo de la camisa blanca que formaba parte de su ropa de paciente.

 — ¡Dímelo!

 —Si así lo deseas... —Pegó sus labios a la oreja de Mikoto y esta, luchando contra el rechazo que sentía, se mantuvo erguida escuchando.

 Al ir oyendo las palabras de ese hombre su cuerpo había pasado de un sutil escalofrío, hasta transformarse en un temblor descontrolado.

 —No... —No quería creer lo que oía— ¡NO! —Se negaba a aceptar la realidad, apartándose de Fugaku como si su contacto quemara.

 Ese hombre se merecía el infierno.

 

 

Continuará...

 

 

 

Notas finales:

 Gracias por haber leído un nuevo capítulo y quería aclarar que a partir de ahora quizá la historia se torne un poco más dramática, pero es algo que ya había planeado desde el comienzo. Lo mismo con lo que pasó con Obito y Dei, pero todo tiene una razón de ser en la historia.

 También quería avisar para los que gustan del ItaDei, que ya subí la precuela a esta historia que se enfoca en esa pareja. Así que si quieren pasar y dejar su comentario estaría muy agradecida.

 

Cruce de caminos

 

Ahora vamos a los personajes que aparecieron:

 Kakuzu y Hidan: siempre me hicieron reír mucho estos dos (salvo cuando Hidan mató a Asuma u_u). Y creo que por eso me concentré tanto en ellos XP Igual no sé si seguirán apareciendo muy seguido. Quizá en el próximo cap. salgan un poco más

 Nagato: Ama a sus amigos, pero llegó con sus propios planes y al ver que Pain se sigue comportando como idiota, decidió tomar cartas en el asunto. Por ahora es todo lo que puedo decir.

 Fugaku: No lo quiero ni lo querré, por lo que empujó a hacer a sus hijos en el manga, por lo que en mi fic. Será una basura y me vengaré de él XDDD

 En cuanto a Sasori hablaré de él más adelante, porque tendrá su papel de peso en la historia. Y los otros Akatsukis no destacaron por ahora.

 

 Y llegó la hora de agradecer:

 jasmin-56, kaoru_himura, yaoi4ever816, escorpioad,  NIR KAR,  yue MMaria-samaandreyys,  WolfieLiz,  kch y Aranza_Uzumaki

Gracias a todas/os por sus palabras que me ayudan mucho.   Un beso enorme. Hasta la próxima! (^u^)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).