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¿Quién eres realmente? por SunaLove51

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Notas del capitulo:

 Los personajes de Naruto no me pertenecen sino a Masashi Kishimoto que aún no reúne a nuestra parejita. Más le vale hacerlo pronto ¬_¬

 

Hola después de tanto tiempo! Sé que había avisado que tardaría en subir el cap. pero igual me siento mal de no haber podido hacerlo antes...

Naru cantará un tema en este cap. que es este

https://www.youtube.com/watch?v=xXYK50ODLhA&index=38&list=PL5rWYaIW0nt76QZ-BU9mFJGDj-_xgBQpU

No está completo porque no quería extenderme más (el cap. es muuuy largo), y porque lo que quería transmitir al teme se centraba más en el estribillo. Por otro lado, advierto que en el cap. hay un intento de lemon ZabuHaku (soy mala en esto u_u), así que están advertidos...

Ahora sí, espero que sea de su agrado.

 

 

 Zabuza sabía a la perfección que estaba actuando como un cobarde. Pero lo único que deseaba en ese momento era alejarse de Haku al aceptar por fin y después de lo ocurrido, que si seguía a su lado solo le acarrearía más problemas al castaño y, porque no decirlo, no podría concentrarse en los movimientos de Mizuki si estaba constantemente preocupado por lo que pudiera pasarle al chico.

 —Así que... ¿No piensas volver al apartamento? —Preguntó Fû que se había encontrado con el moreno en un centro comercial luego de que este saliera a escondidas del hogar de la chica— No me parece justo que te largues sin dar una explicación a Haku —Lo miró feo, como si la ofensa fuera a su persona.

 —Si desde un primer momento no hubieras planeado que esto pasara entre nosotros forzando la situación, no tendría que haber salido como rata por tirante —La acusó por la trampa tendida hace dos noches atrás.

 —Claro... porque seguro te apunté con un arma en la cabeza para que te acostaras con él —Le retrucó con enfado—. Pero tienes razón, no debería haberles dado espacio para que esto llegara tan lejos... —Se paró de la banca que ocupaba y le dijo antes de desaparecer— ¡No te lo mereces idiota!

 Zabuza no tuvo tiempo de replicar y, ¿Qué caso tenía? Si hubiera podido responder a esa acusación, seguramente le hubiera dado la razón a la peliverde. Haku era el ser más hermoso, deseable e invaluable que había conocido en su putrefacta vida y no quería mancharlo con la traición, la muerte y cualquier cosa turbia que formaba parte de su día a día.

 —"Debería haber evitado lo que paso" —Con una de sus palmas se cubrió parte de su rostro en señal de abatimiento y comenzó a recordarlo todo.

 

 El beso que empezó en el comedor y siguió sobre la mesa se había desbordado a tal punto del deseo, que sin saber cómo ni en qué momento ya estaban en el cuarto que ocupaba el menor. De lo único que era consiente era del aroma a jazmín que desprendía la piel de Haku, los brazos del menor rodeando su cuello y sus piernas entrelazadas atrapando su cadera. Mientras el moreno levantaba al chico por las nalgas y aprovechaba para acariciarlas con fervor.

 Un golpe contra uno de los muebles (ya que no habían roto el beso más que para tomar un poco de aire por solo unos segundos), logró que Zabuza tropezara y cayera hacía adelante. Por suerte para él y su preciosa carga, la cama los recibió de lleno y la suave risa de Haku quebró el silencio.

 El pelinegro reaccionó, alejándose un poco de él.

 — ¿Qué estoy haciendo? —Masculló con un poco de desesperación.

 —  ¿Zabuza-san? —El llamado del menor lo hizo levantar la vista que tenía fija en las sábanas y al alzarla se encontró con una visión tan idílica que le cortó el habla.

 El delicado cuerpo de Haku sobre el colchón era como un espejismo que lo obligaba a avanzar para poder probar que la fantástica imagen que tenía frente a él era verdad, tan fascinante como la que había tenido el privilegio de ver en el baño. La bata del castaño estaba abierta en su totalidad a causa del pasional abrazo que había recibido, no dejando nada a la imaginación y las manos de este se encontraban a cada lado de su cabeza. Toda la escena era enmarcada por su cabello chocolate que se desparramaba sobre las sabanas revueltas y la cúspide de la seducción la otorgaban ese sonrojo que cubría su cara junto a esa mirada entre cerrada que parecía pedirle más, mucho más.

 Zabuza quería apartar sus ojos de esa tentación hecha carne, pero las sombras del lugar parecían (al crear un contraste), regalarle a ese cuerpo un brillo irreal, casi etéreo... La única imperfección que afectaba la tersa y blanca piel recaía en la herida que se ubicaba bajo sus costillas. Aún así no afectaba en nada el maravilloso cuadro, solo le recordaba que no debía ser brusco en sus movimientos y caricias.

 En la habitación la pasión contenida era tanta que lo empujó sin contemplación, abriendo sus ojos a una realidad: Muchas veces había tenido sexo con mujeres voluptuosas y atractivas e incluso (llevado por las ganas de un polvo rápido), había calmado su necesidad con algún prostituto. Pero aunque apenas había besado y tocado a Haku, todo lo anterior vivido se había vuelto nada y a la vez algo tan sucio que no podía soportarlo.

 Acercó una de sus manos casi con devoción y arrastró la punta de los dedos por su pecho lentamente hasta llegar a su estómago. Su imperceptible caricia provocó un escalofrío en el menor logrando que un bajo gemido se escapara de sus labios. A la par de ese sonido su miembro, que estaba a medio camino de una erección desde antes de la cena, se irguió un poco más presionando contra su ropa interior y pantalón.

 —No lo dudes más, tómame... —Susurró el chico con ansias— Sé que lo deseas tanto como yo...Su respiración se aceleró y las palpitaciones aumentaron, retumbando en sus oídos.

 —Esto es un error... —Le contestó el moreno y su negativa fue cortada por el menor, que apoyándose en sus antebrazos se elevó para pegar otra vez sus bocas.

 —Cierra el pico y bésame... —Solo dijo, para continuar con el contacto y hacerlo más intenso.

 Esta acción exaltó al mayor y barrió con la poca cordura que le quedaba, dejando su mente perdida. Sin embargo, como había sucedido con anterioridad, lo sorprendió la peripecia del castaño al besar y en algún resquicio de su cerebro, llegó a la conclusión de que esto se debía a que Haku tenía experiencia. Frunció el ceño ante este pensamiento y si no fuera por la mano que empezó a palpar su entrepierna y desabrochar su pantalón, hubiera sido invadido por los celos. Pero ya nada importaba, por lo menos no por el momento…

 —Sé que voy a lamentarlo en el futuro... —Susurro entre beso y beso.

 El menor se elevó aún más para sentarse por completo y tomar el rostro de Zabuza entre sus manos, haciendo que su lacio cabello cayera hacía adelante cubriéndole el rostro parcialmente.

 —Haré que eso no ocurra... —Recorrió suavemente con su mano desde su sien hasta su mejilla.

 El moreno estaba por completo hipnotizado... Ver a Haku susurrar y hacer cada gesto lo hacía pensar en criaturas mitológicas que atraían a los hombres mediante la seducción y los guiaban a sus muertes.

 Ese joven sería su perdición, podía sentirlo y aún así caminaba a ella con ganas, totalmente cegado por su embrujo... Algo que pudo comprobar cuando, en un asalto repentino se encontraba bajo el menor.

 —Pero, ¿Qué? —Atónito no podía hilar las palabras.

 —Una vez lo dijiste aunque no lo recuerdes... Dijiste que te pertenecía... —Haku empezó un camino de suaves besos y caricias que se extendió hacia el sur.

 Zabuza no podía concebir que un roce tan leve lo excitara aún sin quitar los ojos del techo del lugar. No obstante, esa atención lo hizo respingar cuando sintió como una cálida humedad rondaba la zona donde se erguía su pene y fue por esa causa que no pudo reprimir las ganas de mirar hacia donde se producía ese calor que comenzaba a extenderse por todo su cuerpo.

 El largo y sedoso pelo chocolate parecía una cortina que cubría la acción que realizaba el chico e impedía observar el lujurioso panorama, fue por eso que estirando una de sus manos el pelinegro la posó sobre él para apartarlo, lo que hizo a su cuerpo en un principio temblar tenuemente para a continuación dar una sacudida rotunda al ver y sentir como Haku engullía su hombría centímetro a centímetro.

 — ¡Por... —Su réplica fue cortada cuando los rosados labios del menor tocaron la base de su miembro y comenzaron a subir y bajar haciéndole el mejor sexo oral de su vida, que era mucho decir. El cabello provocaba escalofríos en el moreno al tocar la cara interna de sus muslos— ¡Agh! —El ronco gemido emitido por Zabuza, consiguió que Haku abriera los ojos y los posara sobre el rostro congestionado de placer del mayor. Verlo a los ojos a la vez que se tragaba toda su extensión (que era mucha), fue demasiado. Sujetó por los hombros al chico apartándolo y guiado por un deseo incontenible lo atrapó entre su cuerpo y la cama, reteniendo sus muñecas.

 —Quiero que me hagas el amor... —La súplica de Haku lo hizo enloquecer y lo besó con hambre y brusquedad, mientras pellizcaba uno de sus pezones y lo masturbaba. Su beso se sosegó hasta que se alejó, solo para arrastrar su boca por su mentón y luego su cuello dejando una sensación húmeda y fogosa.

 — Ahhh... Así... Más... —Gemía el castaño perdido en el placer y eso exacerbó nuevamente al moreno, que dejó de lado el trabajo manual que estaba haciéndole al menor para empezar a tantear la entrada de este, palpando con uno de sus dedos de forma lenta.

 —No —Dijo Haku de pronto.

 — ¿No... Quieres seguir? —Zabuza estaba a punto de estallar y si no se desfogaba pronto, destruiría lo que tuviera a su alcance por la frustración.

 —Quiero decir... No me prepares —Con la palma de su mano acarició la piel morena de su cara—. Quiero que borres cualquier recuerdo antes de ti. Quiero solo recibir el amor y el dolor que viene de ti —Su voz se oía segura— Que entiendas a qué nivel te pertenezco y quiero que sea cuanto antes.

 —Pero Haku —El chico lo atrajo nuevamente a su boca y sin darle tiempo a reaccionar, retomó su anterior posición quedando a horcajadas y auto penetrándose.

 — ¡¡AH!! —Su rostro se contrajo de dolor y si no salieron más lamentos fue porque se mordió los labios.

 — ¡¡Agh!! —Por otro lado el moreno había tocado el cielo al sentir su miembro ser presa de ese ardiente interior. Solo atinó a sujetar las blancas caderas para darle tiempo a que se acostumbrara, mientras luchaba contra las ganas de penetrarlo con salvajismo. Pero su autocontrol se fue al caño cuando su pareja dio inicio a movimientos circulares, meneándose con cadencia para después, cuando ya el ardor inicial hubo pasado, comenzar a cabalgar aumentando el ritmo paulatinamente.

 —Kami... Ahh... —Zabuza luego de dejar por unos minutos que el castaño dominara el acto sexual dirigió sus manos (que aún estaban sobre las caderas del menor), a su cintura para lograr que este se inclinara hacia adelante y de este modo pegara su pecho al suyo. Un nuevo beso dio inicio y la postura volvió a cambiar, haciendo que esta vez fuera el moreno el que empezara con las rápidas embestidas.

 Haku al sentir una estocada dura y profunda clavó las uñas en la amplia espalda morena lastimándola. Este acto produjo que Zabuza diera rienda suelta a sus más bajos instintos, arremetiendo con desenfreno.

 Cuantas veces habían cambiado de posiciones y acabado no podría precisarlo, tan enajenado en esa febril pasión. Solo sabía a ciencia cierta que jamás había experimentado algo así y dudaba de volver a hacerlo alguna vez. Iba más allá de un simple acto carnal, mucho más insondable y duradero, siendo esa certeza que lo golpeó a la mañana siguiente, cuando después de despertar se había quedado embobado mirando de pies a cabeza a Haku desnudo, quien boca abajo aún se mantenía dormido con su pálido cuerpo lleno de hematomas resultado de las mordidas y chupones de la noche anterior.

 Con desesperación apartó las sábanas a un lado y sin siquiera tomar un baño, recogió unas mudas de ropa que guardó en un bolso y como había dicho con anterioridad, terminó huyendo como una rata.

 —Perdóname Haku... Esto es lo mejor —Murmuró mientras cerraba la puerta y perdía de vista al chico aún dormido.

 

 Habían pasado días de eso y ya no estaba seguro de que hubiera tomado la decisión correcta...

 

 

 

 

 

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 —Agh...Maldición, esto es insuficiente —Reclamó Obito golpeando con un puño su escritorio en el cual se encontraban varias solicitudes con sus respectivas fotos.

 —Señor, estas son todas las aspirantes a vocalistas —Trataba de calmarlo su secretaria.

 —Quizá deberías retrasar el lanzamiento de la nueva banda y centrarte en los artistas más reconocidos de la compañía —Le recomendó Zetsu, tomando un té sentado frente a él de lo más tranquilo.

 — ¿Estás bromeando? —Lo atravesó con la mirada— El estúpido de Itachi ya tiene a su vocalista femenina y, ¡Yo no puedo ser menos! —Levantó la voz con ira.

 —Uff... Las constantes pullas entre Uds. son cansadoras tanto como tu obsesión... —El peliverde se encontraba hastiado.

 —Nadie te obliga a soportarme —Dijo el moreno con mordacidad.

 — ¿Te olvidad que trabajo para ti? Quiera o no tengo que aguantarte —Le sonrió burlista.

 —Me pregunto por qué no te he despedido aún... —Caviló en voz alta Obito.

 —Simple y llanamente porque te soy útil —Contestó sin más Zetsu y se paro—. Y lo digo en serio —Se acercó a la puerta y la abrió—. Pueden pasar... —La chica rubia que fue la primera en ingresar a la habitación, trataba de mantener sus nervios a raya.

 El día anterior había comentado con Taruho parte de su plan.

 

 — ¿Vas a contarles que Naruto es la cantante de Rinnegan? —Había preguntado el muchacho.

 —No por el momento, pero usaré el secreto a mí favor lo máximo que pueda —Aclaró Shion con una sonrisa, mientras se limaba las uñas que mantenía siempre con una perfecta manicura.

 —Pero... Mizuki te exigirá una respuesta clara y sabes que no debes jugar con él. Estás jugando con fuego Shion —El castaño se mostraba preocupado.

 —De ese tonto me encargo yo —Sonrió la rubia mirándose en el espejo de su tocador—. Tengo buena información de él también —Taruho supo en ese instante que la chica se metería en graves problemas y él no podría evitarlo.

 —Solo... Ten cuidado —Ella se giró solo un poco encogiéndose de hombros.

 

 Una voz grave la sacó de sus cavilaciones.

 —Ella es una postulante de última hora —Sonrió el peliverde.

 — ¡Me niego! —Obito se paró de pronto— Te advertí que no pisaras esta oficina —La blonda que no entendía que ocurría cayó en cuenta que esas palabras no iban dirigidas a ella si no a su compañero.

 —Obito, solo escúchala —Solicitó Zetsu.

 — ¡No! —Su negativa fue rotunda— No quiero nada que me ligue a Mizuki —El peliceleste rió.

 —Es un poco tarde para eso, ¿No crees? —El tono era amenazante— Sin embargo, no estoy aquí para hablar del pasado —El joven palmeó a la chica en la espalda para que comenzara a cantar.

 Tanto Zetsu, como la secretaria del Uchiha se emocionaron con la buena voz de la joven.

 — ¿Lo ves? Canta muy bien —El pelinegro se veía reacio a aceptarlo aunque fuera lo mejor que había oído en un buen tiempo.

 —Uchiha-sama —Shion se inclinó de manera respetuosa y captó su atención—, no solo estoy aquí porque quiero formar parte de su discográfica —Su modo de hablar era pausado para que el moreno la entendiera con claridad—. Mizuki me contó de su rivalidad con su pariente, el dueño de Mangekyo.

 —No entiendo a que viene toda esa palabrería —Rodeo su escritorio y se detuvo frente a la rubia—. Acepto que cantas muy bien y tienes una apariencia bella. No obstante que seas amiga de él te juega en contra —Señaló con la barbilla a Mizuki.

 —Él no es mi amigo, pero eso no es lo importante —Shion lo miró a los ojos y se irguió con seguridad—. Nosotros tenemos el mismo enemigo.

 — ¿De qué estás hablando?

 —Ud. quiere destruir a Itachi Uchiha y yo a Rinnegan —La chica sonrió con prepotencia—. Déjeme ser un instrumento para alcanzar esa meta —El moreno le devolvió la sonrisa con complicidad.

 —Creo que ya estamos hablando el mismo idioma —Retrocedió un tanto hasta apoyarse en el escritorio y tomar unos papeles de él—. Bienvenida a Jûbi...

 

 

 

 

 

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 La fiesta en su paladar era excepcional y los mejores sabores del mundo estaban reunidos en ella.

 —Mmmm... No importa cuántos tipos de ramen pruebe, ¡El tuyo siempre será el más deliciosos Okâsan! —Confirmó Naruto con los ojos cerrados y una sonrisa de oreja a oreja.

 —Eso es porque lo hice con mucho amor especialmente para ti Naru-chan —Dijo Kushina, satisfecha con esa expresión.

 — ¿Solo para él? —Minato exclamó con tono dolido.

 La pelirroja rió y se acercó para robarle un beso.

 —Eso es exclusivamente para ti.

 —Ahora ya me siento mucho mejor —Minato la sentó en su regazo y le devolvió el beso.

 — ¡Oh vamos! ¿Tienen que hacer eso en frente mío? —Naruto se cruzó de brazos— Me va a dar indigestión...

 —Eso sería bueno, así no nos quedaremos sin comida cuando te vayas —Bromeó su padre y el rubio menor le sacó la lengua.

 —Dejen de pelear... —Kushina sujetó una oreja de cada uno.

 —Nee, nee suéltame... —Naruto lloriqueaba.

 —Me duele, amor... —Minato estaba a punto y luego todos empezaron a reír.

 —Los voy a extrañar... —Confesó Naruto con pena.

 —Y nosotros a ti, pero iremos a visitarte —Prometió su madre—. No creas que te librarás de mis retos tan fácil —El rubio sonrió.

 —Me alegra que estés bien Okâsan.

 —El tratamiento va muy bien, no te preocupes.

 —Es verdad —Aclaró Minato—. Y en la empresa las cosas están más tranquilas, la multinacional que nos presionaba no ha hecho ningún movimiento.

 —Eso me deja un poco más tranquilo —Se puso en pie y fue hasta su cuarto a buscar su bolso. Al volver a la sala se encontró con sus padres que ya lo esperaban en la entrada de la casa.

 —Ya llegó tu auto —Avisó su madre.

 —Tu jefe es un hombre muy atento —Agregó Minato.

 —Sí, ¡Es un gran tipo! —Naruto se veía animado y salió al jardín cuando recordó—. Itachi me comentó que tendremos una entrevista el domingo, estoy nervioso —Tanto Minato como Kushina lo abrazaron.

 —Todo saldrá bien Naru —Lo animó el mayor—. Creemos en ti.

 —Eres nuestro orgullo —Kushina beso su frente—. Cuídate mi vida —Naruto se separo y subió al auto que esperaba por él.

 Cuando el vehículo se puso en marcha, hizo la vista atrás y agitó su mano en alto para despedirse.

 —Itachi me pidió que te recogiera personalmente. Debes haberle caído muy bien, chico —Le comento Kisame.

 —Es una suerte porque él me cae genial —Naruto se veía contento y el mayor sonrió— Eto... ¿Podrías hacerme un favor?

 —Dime.

 — ¿Podríamos pasar por un lugar antes de marcharnos del pueblo?

 —No creo que haya problema.

 Solo cinco minutos después se estacionaban frente al hogar perteneciente a Iruka.

 — ¡Naruto-kun! ¡Naruto-kun! —Gritaron varios de los niños corriendo hacia él.

 — ¿Cómo han estado? —El rubio se acuclilló para recibirlos con los brazos abiertos. A continuación los niños lo acosaban con preguntas e intentaban relatarle alguna de las cosas que habían pasado en su ausencia.

 — ¡Naruto-kun, que alegría verte! —Iruka se acercaba con una gran sonrisa— Sabía que vendrías al pueblo, pero creí que estarías con tus padres.

 —Me hubiera gustado estar más tiempo... —Se mostró un tanto desanimado.

 —No te pongas así —Puso una mano sobre su hombro—. Hubieras aprovechado el tiempo, no es una obligación que vengas —Lo miró con cariño.

 —Por supuesto que no lo es —El blondo casi se ofendió—. Quería verlos y traerte algo —El castaño lo observó con duda.

 —Está bien, vamos adentro — Y así lo hicieron, invitando a Kisame también.

 Estuvieron una hora charlando y cuando llegó el momento de partir, Naruto le entregó un sobre.

 — ¿Qué es esto?

 —Es un adelanto que me dio mi jefe —Naruto mantenía la mano extendida—. O mejor dicho la mitad, la otra se la di a mi padre —Infló el pecho con orgullo.

 —Pero Naruto-kun... —Iruka estaba a punto de rechazar el dinero.

 —No me salgas con que no vas a aceptarlo —El rubio frunció un poco el ceño—. Este es mi segundo hogar y Uds. son parte de mi familia y ya que no puedo ayudarlos en persona déjame hacerlo de esta forma —Pidió y el sensei sonrió y lo abrazó.

 —Eres un excelente muchacho y deseo que seas feliz.

 —Y yo que Uds. lo sean, sobre todo tú —Naruto deshizo el abrazo al oír un ruido.

 — Konohamaru, ¿No saludarás a Naruto? —Preguntó el mayor y el niño salió de su escondite detrás de un mueble.

 — ¿Cuánto tiempo estuviste ahí y por qué no te acercaste? —El rubio quería salir de duda.

 — ¿Por qué debería? Te fuiste sin despedirte de mí... —Acusó el menor— Y si yo no te importo, ¡Tú a mi tampoco! —Y huyó.

 Naruto se quedó con la palabra en la boca y muy triste.

 —No te preocupes —Iruka puso una mano sobre la cabellera dorada—. Solo está un poco dolido, pero te extraña mucho y no ha dejado de quererte.

 En silencio salieron al exterior donde Kisame ya lo esperaba en el auto.

 —Cuando tenga tiempo libre volveré —Prometió a su ex-sensei.

 —Y estaré esperando como siempre —Y así Iruka vio como uno de sus tan queridos alumnos volvía a partir.

 

 El viaje a Tokio fue corto, pues Naruto durmió la mayor parte del trayecto hasta que el llamado de su acompañante lo sacó de su ensueño.

 —Oye chico, ya llegamos —Le avisó.

 Abrió los ojos y se encontró con la fachada del hotel. Estaba por hacer una pregunta, cuando un ruido sordo llamó su atención.

 — ¿Qué es eso? —Los sonidos se intensificaron.

 —Parece provenir de atrás —Le confirmó Kisame que bajó y rodeando el auto abrió el maletero, con el rubio ya a su lado.

 — ¡¡AHhhh!! —Gritó Naruto por el susto que se llevó al ver como una bola de pelo rojiza se lanzaba hacia él.

 — ¡¿Qué demonios?! —La expresión entre asombrada y molesta de Kisame hizo que el blondo mirara hacia el interior del compartimiento, a la vez que sostenía entre sus manos un zorrito que le lamía la cara.

 — ¡Konohamaru!

 — ¡Hola Naru-nii! —Saludó el pequeño mientras plantaba sus pies en el suelo— ¿Cómo va? je.

 —Qué saludo ni que nada ¡¿CÓMO LLEGASTE AQUÍ?! —Grito el rubio y lo agarró de la oreja— Vamos adentro y me lo explicarás con detalles —Se giró y se despidió de Kisame.

 Camino a la habitación el niño contó que gracias a un truco que aprendió de otro de los niños del hogar había logrado abrir el maletero y colarse en él junto al zorito que había encontrado en una reciente excursión con Iruka-sensei.

 —Es muy lindo, ¿Verdad? —Le preguntó a Naruto, tratando de distraerlo del regaño que estaba a punto de recibir.

 —Sí, es adorable —Observaba al cachorro con ojos embelesados. De pronto sacudió su cabeza para retomar el hilo de sus pensamientos—. No quieras cambiar de tema, ¿Te has puesto a pensar en lo preocupado que debe de estar Iruka-sensei? —El niño bajó la mirada arrepentido.

 —Es que quería estar contigo... —Pronunció en tono lastimero— Pero ya no te importo... —Naruto se arrodilló y lo apretó contra su pecho.

 —Eso no es así... Está bien, llamaremos a Iruka-sensei para avisarle que te quedarás conmigo unos días —Pero remarcó—. Solo uno días.

 — ¡Sí! —Konohamaru levantó los brazos al cielo con emoción y el rubio rio.

 Llegaron a la suite que compartía con la banda y al abrir la puerta los recibió un Sai extrañamente resplandeciente.

 — ¡Hola Narutonto!

 — Hola Saidiota —Retrucó el blondo—. Te ves más raro de lo normal...

 —Es que me enamoré...

 —Eto... ¿Y quién es el desafortunado? —Preguntó riendo.

 —Hola Naruto —Un pelirrojo de ojos aguamarina salía de una de las habitaciones.

 — Ga... ¿Gaara?

 —Mi vida, mi amor, mi... —Sai fue callado por un golpe en el rostro.

 — ¡Déjame en paz, anormal! —Gaara pasó a un lado del moreno en el piso— No sabía que habías viajado y que me iba a encontrar con este loco, si no te hubiera llamado por teléfono.

 —Como lo amo... —Sai lo miraba desde el suelo con ojos brillosos y apoyando su mentón en una de sus palmas, como colegiala enamorada.

 Naruto pensó que la escena era rara, loca. Y con Sai en medio de eso no lo extrañaba y si se ponía a analizar la manera en que se habían dado las cosas con el pelirrojo, tampoco le extrañaba de este.

 — ¿A qué viniste? —Preguntó con prevención al de ojos verdes.

 —Tengo información que te interesará —Sonrió levemente—. Pero antes, Itachi me permitió ser quién se encargue de la imagen de la banda —Naruto lo miraba con detenimiento—Ok, te contaré lo que planea Sasuke.

 — ¿Qué? Pero si ya me libré de él —El rubio se agitó.

 —Eso es lo que crees —Dijo el pelirrojo—. Solo lo has provocado aún más...

 

 

 

 

 

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 — ¿Estás seguro que te encuentras bien?

 —Sí Dei, agradezco tu preocupación, pero los médicos dijeron que los golpes no tuvieron mayor consecuencia que la que vez —Le sonrió el pelinegro sentado delante de él, a la vez que señalaba uno de los muchos moretones en su cara.

 Luego de un día habitual de trabajo y cuando ya se encaminaba rumbo a su hogar, una llamada de Obito lo hizo desviarse de su camino original para encontrarse con el Uchiha en un bar.

 —Bueno, confiaré en que no me estás mintiendo —Se relajó el rubio.

 —Yo jamás haría eso y mucho menos contigo —Intentó acercarse al otro inclinándose un poco sobre la mesa, pero Deidara se alejó.

 —Obito ya hablamos de esto...

 —No, realmente no lo hicimos —Puntualizó—. Te hice una propuesta y no me diste una respuesta clara —Habló con seriedad para reafirmar sus intenciones.

 El de ojos azules calló, tratando de ganar tiempo para despejar un poco su mente.

 —No quiero traerte problemas —Respondió con total sinceridad—. Ya vimos como terminó la reunión del domingo...

 —Todo eso fue culpa del desquiciado de Itachi —Pronunció con desprecio—. Pero no es de extrañarse siendo hijo de quien es —Deidara lo observó en silencio y el cambio de actitud del pelinegro lo molestó un poco.

 —No creo que debas referirte así de personas que no están presentes y son de tu sangre —Le recriminó—. Sobre todo de tu tío.

 — ¡Por Kami Deidara! Que defiendas a Itachi por la historia que tuvieron lo puedo entender, aunque me moleste —Se cruzó de brazos y con pesadez—. Pero que lo hagas con el hombre, que hasta donde sé, no se cansó de humillarte es el colmo.

 —El blondo bajó sus ojos ante las duras palabras de Obito, pues en el fondo sabía que no podía refutarlas al ser verdad.

 —Lo sé, no es necesario que me lo refriegues en la cara —Su voz tembló y el Uchiha supo que había ido demasiado lejos. Aunque por otro lado podía aprovechar el estado tan emocional en el que se encontraba Deidara para dar la estocada final. Por lo cual moduló la voz a una entonación dulce.

 —Dei, ¿No te parece que ya es hora de dejar todo atrás? —Intentaba convencerlo— Solo déjame ayudarte —El silencio siguió a esa frase por un par de minutos.

 Obito estaba comenzando a impacientarse. Sin embargo, debía mantener su fachada de tranquilidad y madurez si no quería perder todo lo avanzado con el rubio.

 Deidara levantó la vista y el moreno pudo ver en sus ojos la determinación.

 —Está bien, intentémoslo —Pero le remarcó—. Aún así, no prometo que vaya a resultar...

 —Yo haré que funcione —A través de la mesa atrapó una de sus manos para sostenerla con firmeza—. No tendrás una queja de mí.

 Luego de acabado el café que estaban tomando pagaron la cuenta y el moreno lo acompañó al estacionamiento.

 —Entonces en estos días pondré las cosas en orden para disponer de más tiempo libre —Obito se veía exultante de haber recibido una respuesta positiva.

 —No es necesario que modifiques tu agenda por mí... —Afirmó Deidara un tanto incómodo.

 — ¿De qué hablas? —Le volvió a robar un beso que fue corto al rubio escabullirse dentro de su auto. Obito ignoró su comportamiento y se inclinó hacía la ventanilla— Haría cualquier cosa por ti... —El rubio no supo qué fue, pero esas palabras le produjeron escalofríos.

 —Será mejor que me vaya... —Prendió el motor.

 —Te llamaré mañana —Deidara solo asintió y se puso en marcha alejándose—. Ya te tengo en la palma de mi mano...

 

 El viaje no fue mucho, pero si pesado, puesto que la sensación de haber cometido un error no le ayudaba a aligerarlo.

 Estaba tan cansado de todo que ni bien entró en su apartamento se despojó de su corbata junto a sus zapatos. No sabía que era exactamente, pero algo lo mantenía inquieto.

 Se dirigió a la cocina, dejando en el camino el portafolio en la silla más cercana. Al llegar tomó del refrigerador una bebida y volvió a la sala para por fin sentarse en uno de los sillones al tiempo que encendía el televisor. Estuvo un tiempo mirando la pantalla sin prestar atención realmente al programa que se emitía.

 —Bueno, nos despedimos con una noticia del espectáculo de último momento. Se conoció la identidad de la mujer que hace unos días atrás habría cenado con el afamado multimillonario Sasuke Uchiha. Se trataría de Haru, la vocalista del grupo revelación Rinnegan —Deidara se concentró en las palabras de la conductora—. Y lo que hace más jugoso el asunto, es que la banda forma parte de las filas de la discográfica Mangekyo —La pantalla era ocupada en su totalidad por fotos de la banda y una muy nítida de Naruto cerca de Itachi sonriendo.

 —Esa es...

 — ¿Será que fue presentada a Sasuke por su hermano o estaremos frente a un complicado triángulo amoroso? —Para rematar la mujer termino sus palabras insidiosas acotando— Por lo pronto, se confirmó que mañana sábado se presentaran en un programa y volverán a cruzarse convenientemente...

 —No puede ser... —El rubio mayor había reconocido a la chica que había manoseado su ex— Ella es la tal Haru de Sasuke... —Ya se imaginaba los diversos escenarios posibles en donde la tercera guerra mundial era la más pacífica. Suspiró hondamente— "Como si necesitaran otra razón para pelear y llevarse de los pelos" —Y claro que a todo eso se sumó una puntada en su corazón al saber que esa chica era tan cercana a Itachi— Supongo que no tengo derecho a quejarme... —Recordando que había aceptado la propuesta de Obito.

 Se levantó y meditó si llamar a Sasuke para preguntar por esos rumores, cuando recordó que su celular estaba dentro de su saco que había olvidado en su auto.

 Se dispuso a ir a su atelier para usar el teléfono fijo cuando el timbre detuvo sus pasos.

 — "¿Quién será tan tarde?" —Pensó y volvió a timbrar insistentemente, haciendo que el blondo se irritara— ¿Qué demonios te pasa? —Exclamó mientras abría y se quedaba congelado.

 Frente a él y en un estado deplorable, se hallaba la razón de sus alegrías y aún más de sus sufrimientos. El pelinegro de marcadas ojeras, que esta vez parecían surcos profundos invadidos por la tristeza luciendo como ánima en pena.

 —Por favor... —Sin darle un respiro se abalanzó hacia él aferrándose con fuerza a su cuerpo— Por favor... Déjame estar contigo esta noche... —Su voz se escuchaba rota y dio paso a un llanto que era sofocado por el hombro de Deidara, que comenzaba a sentir la humedad sobre él— Solo... De... Déjame abrazarte por hoy...

 El rubio hubiera podido dejarlo a su suerte, incluso sería una perfecta oportunidad para tomar revancha. Sin embargo, verlo de ese modo le partía el alma.

 Su cuerpo que se encontraba rígido por la conmoción se distendió. Rodeó con sus brazos a ese Itachi que jamás había visto y que parecía un niño perdido. Trató que sintiera su apoyo y amor en ese gesto.

 —Vamos adentro... —Solo dijo.

 Tal vez en un futuro no muy lejano se arrepentiría de esto, pero por esa noche no pensaría en nada que no sea consolar al hombre que amaba...

 

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 

 Sasuke caminaba de un lado a otro esperando que respondieran a su llamado.

 — ¿Dónde se habrá metido? —Rumiaba— Itachi idiota...

 — ¿Aún no te contesta? —Suigetsu se acercó intrigado— Que suerte tiene de poder ignorarte...

 — ¡Te oí imbécil! —Sasuke lo fulminó con la mirada y el peliplata reviró los ojos.

 —Ya déjalo. Hice lo que pediste y Rinnegan está a punto de llegar.

 — No esperes que te lo agradezca... —Pronunció el moreno con frialdad.

 —No, si no creo en los milagros —Suigetsu elevó los ojos al cielo pidiendo paciencia.

 Los dos se encontraban en un camerino que había sido dispuesto para el pelinegro y fue en ese instante que unos golpes en la puerta lograron que el moreno cortara la llamada. Suigetsu abrió la puerta encontrando tras ella a su asistente personal, un joven de baja estatura y pelo gris azulado de nombre Chojuro.

 —Suigetsu-sama, ya ha llegado la banda Rinnegan —Informó.

 —Gracias por el aviso —Le sonrió al muchacho y este se retiró— ¿Lo ves? Todo está en orden.

 —Hump...

 

 Pasaron unos cuantos minutos hasta que se encaminaron al set donde se llevaría a cabo el programa.

 —Suigetsu-sama, Uchiha-sama —Una joven mujer los recibió con una reverencia— Acompáñenme por aquí —Y los guió hasta un sector donde se disponían unas sillas para que los invitados esperaran su turno de ingresar al show— En el primer bloque se presentará a la banda invitada y será entrevistada y en el segundo bloque se hará su entrevista —Explicó.

 Sasuke solo asintió conforme. Para él era mucho mejor de esa manera así podría presenciar la presentación de su linda fierecita.

 Faltaban pocos minutos para que el programa iniciara y la banda por fin llegó al estudio. El moreno miró a la rubia que encabezaba el grupo y sonrió con suficiencia.

 

 — Ahí está... —Naruto masticó las palabras con violencia al recordar como Gaara le había contado de la charla que había sostenido con el Uchiha menor. Y su ira aumentó al verlo de lo más campante, sentado a sus anchas más allá.

 —Naruto-niisan —Haku, que luego de confirmar por Fû que Zabuza no volvería al hogar de la chica por su causa, decidió volver con su amigo para ayudarlo—, cálmate —El rubio suspiró.

 —Es una suerte que hayas vuelto, sino no hubiera sabido que hacer con esto —Señalo su atuendo.

 —Solo por eso —Haku se entristeció un poco.

 — ¡Claro que no! Me tenías preocupado —Lo regañó y el otro apartó la mirada.

 Naruto supo que Haku no quería hablar de lo ocurrido en esos días y por el momento lo dejaría pasar... Solo por el momento.

 —Gracias...

 —Nada de gracias. Además eso debería decirlo yo por ayudarme a cuidar de Konohamaru —El castaño rió un poco el recordar la cara del niño al ver a Naru vestido como lolita— Espero no haberlo traumado...

 —Lo dudo si ya está molestando como siempre —Sai que se encontraba de pie tras ellos señaló en dirección a Sasuke, que es a donde corría el pequeño detrás de su mascota. Esta se detuvo frente al pelinegro olisqueando y moviendo las orejitas.

 —Je, que lindo cachorro —Dijo Suigetsu.

 — Tsk, aparta a eso de mí —Sasuke miraba al zorrito con desconfianza.

 Este siguió olisqueando un poco más hasta que levantó una pata y comenzó a orinar.

 — ¡No Ku! —Gritó Konohamaru llegando al lugar.

 — ¡Maldito mocoso, aparta a esa bestia de mí! —Ordenó el Uchiha con los pies elevados sobre el asiento.

 Konohamaru por fin le prestó atención y señaló de forma acusadora.

 — ¡Tú, eres el estreñido amigo de Iruka-sensei! —Gritó asombrado.

 — ¡¿Qué dijiste?! —Sasuke saltó para encararlo.

 — Pfff —Suigetsu se llevó una mano a la boca tratando de contenerse— ¡¡Buajajajajajajja!! —Y sin lograrlo estalló en carcajadas.

 Naruto no sabía si acercarse.

 —Ese enano me cae muy bien —Acotó Sai.

 —Entonces ve a traerlo o lo mataran —Recomendó Pain, tratando de ocultar una sonrisa.

 —Ok —Dijo el moreno con ánimo.

 Se dirigió hacia el lugar del escándalo y se ubicó junto al menor.

 —Konohamaru, Haru te llama...

 — ¿Haru? —Preguntó el niño y Sai supo que tenía que actuar rápido.

 —Tu rubia-niichan... —Lo miró fijamente, tratando que entendiera la indirecta que por suerte fue captada por el morenito.

 — ¡Oh! Mi niichan jeje —Se rascó la nuca.

 — ¿Eres algo de este mocoso? Ya veo de donde viene la cara de tarado —Sasuke lanzó su veneno al recordar que ese era el tipo que lo había atendido la primera vez que llamó a Haru.

 — Y tú debes de ser el cretino acosador —Sai le sonrió.

 —Voy a ser el que te borre esa sonrisa idiota del rostro...

 —Sai —Llamó a lo lejos Pain—. Es hora.

 El moreno sonriente se volteó un poco solo para decir.

 —Cuando quieras, bastardo —Y saludó con un leve movimiento de la mano.

 —Wow, jamás te había visto así —Comentó el peliplata.

 — ¡Cierra la boca! —Sasuke demandó.

 

 El presentador anunció a Rinnegan, que se presentaría primero tocando uno de sus temas.

 — ¡Al fin lo que todo mundo esperaba! —El público presente al ver a la agrupación delante de cámara empezó a emocionarse— Por primera vez en televisión se presentará en vivo y en directo la banda... ¡Rinnegan!

 Comenzaron a ingresar y tomar sus ubicaciones e instrumentos.

 — ¡Buenas noches! —Saludo Naruto con alegría— Gracias por la invitación —Se dirigió al conductor.

 — No, gracias a Uds. por su presencia en el programa —Devolvió el saludo con amabilidad— Y cuéntame, que tema será el que presentaran.

 —El tema se llama Dame (Inútil).

 —Vaya y la letra, ¿Fue inspirada en algo o alguien en especial?

 —Digamos que me basé en alguien que no sabe cuando decir "basta" y es un tanto inmaduro... —Naruto trato de mirar disimuladamente a Sasuke que se había sentido aludido en seguida.

 Se levantó un murmullo entre la gente. El rumor de la extraña relación que unía a la chica con los Uchiha ya había corrido como pólvora por todo Tokio.

 —Ja, es muy interesante —Comento el conductor—. Pero mejor oigamos el tema —Se apartó dejando el escenario.

 La música comenzó a sonar de forma potente, resaltando el bajo y la guitarra.

 Haru se veía concentrada y Sasuke adivinó que no le gustaría lo que estaba por escuchar.

 

 ~Machijuu dokodemo uso bakari

 En la ciudad se escuchan mentiras por doquier.

 ~Hyakunen mae kara shouchi da yo

 Pero era algo conocido desde hace un siglo.

 ~Imasara akikan keru kurai dare demo de kiru

 Ahora cualquiera puede patear latas vacías...

 ~Ai wa nagusame no

 El amor... No se debe usar...

 ~Dougu nanka ja nain da shi

 Como herramienta para que te tengan compasión

 

 ~DAME DAME DAME DE DAME NO HITO NE

 QUE INÚTIL, INÚTIL, INÚTIL, PERO QUE INÚTIL QUE ERES.

 ~ITTAI NANI WO YATTERU NO?

 ¿HAY ALGUNA COSA QUE PUEDAS HACER?

 ~UN JANAI TSUKI JANAI

 NO TIENES SUERTE, NI FORTUNA.

 

Naruto levantó la mano y movió los dedos como desafiando a Sasuke.

 

 ~MOTTO JITSURYOKU MISETE

 ¡MUÉSTRAME MÁS DE TUS HABILIDADES!

 ~DAME DAME DAME NE ONNA WA MOU

 ES INÚTIL, INÚTIL, ES INÚTIL PUES UNA MUJER

 ~SONNA OTOKO JA KANJINAI

 NO SENTIRÍA ALGO POR UN HOMBRE ASÍ.

 ~ITSU DATTE KURA KURA TO KISOU NA HADO

 SIEMPRE SE IMPRESIONARÁN CUANDO TE VEAN...

 ~OTOKO NI NATTE CHOUDAI

 CONVERTIDO... EN TODO UN HOMBRE...

 

 El blondo dulcificó la voz y observo a Haku detrás de cámara, como diciéndole que no podía ocultar de él la tristeza en sus ojos.

 

 ~HITTO WA DARE DEMO KIZUTSUITE

 CUANDO LAS PERSONAS SON LÁSTIMADAS...

 ~OOKIKU NARU MONO DESHOU?

 ¿ES VERDAD QUE ESO LAS HACE CRECER?

 ~TAORETEMO MATA HAIAGARU

 SI TE CAES, SOLO PONTE DE PIE

 ~SORE DEMO DAME NARA SONO TOKI

 Y SI NO LO PUEDES HACER EN ESE INSTANTE...

 ~ATASHI GA DAKISHIMETE AGERU KARA

 TE ABRAZARÉ FUERTE Y TODO ESTARÁ BIEN.

 

 ~DAME DAME DAME DE DAME NA HITO NE

 QUE INÚTIL, INÚTIL, INÚTIL, PERO QUE INÚTIL ERES.

 ~ITTAI NANI WO YATTERU NO?

 ¿HAY ALGUNA COSA QUE PUEDES HACER?

 ~KONO TSUGI WA TSUYOI TOKO

 LA PRÓXIMA VEZ ME MOSTRARÁS

 ~MOTTO KICCHIRI MISETE

 LO FUERTE QUE ERES.

 ~DAME DAME DAME  NE ONNA WA MOU

 ES INÚTIL, INÚTIL, INÚTIL PUES UNA MUJER

 ~SONNA OTOKO JA HORENAI YO

 NO SÉ EAMORARÍA DE UN HOMBRE ASÍ

 ~ITSU DATTE KURA KURA TO KISOU NA HODO

 SIEMPRE SE IMPRESIONARÁN CUANDO TE VEAN...

 ~OTOKO NI NATTE CHOUDOI

 CONVERTIDO... EN TODO UN HOMBRE...

 

 La melodía siguió mientras Naruto sonreía satisfecho con la expresión de Sasuke, que apretaba los puños para contenerse.

 —Es tan hermosa como sarcástica... —Comentó Suigetsu embobado— Creo que encontré a mi futura esposa... —Y al finalizar recibió un golpe en la cabeza.

 — ¡Cierra la puta boca! —Amenazó el Uchiha sin mirarlo.

 —Estás que te lleva el demonio —Y obtuvo un nuevo golpe— ¡Era una broma maldición! —Se sobó la parte afectada.

 Al terminar el tema el público se alzó en una ovación.

 — ¡Gracias! —Todos los integrantes saludaron y después dieron paso a la entrevista.

 El conductor presentó a los miembros de la banda uno por uno y luego hizo las preguntas de rutina como los detalles acerca de la grabación de su disco debut, sus composiciones y sus planes a futuro. Todo discurrió sin preguntas incómodas de por medio hasta que fueron a cortes comerciales.

 —Chicos, Haku y yo iremos al camerino a descansar un poco —Avisó el rubio.

 —Ok, nosotros iremos a la cafetería hasta que tengamos que cerrar el programa y de paso le daremos de comer algo a este pequeño demonio —Pain señaló a Konohamaru que sonrió pensando en la delicia que pediría.

 Naruto aceptó y se encaminó hacia los pasillos junto con Haku, cuando fue interceptado por Chojuro.

 —Disculpe, ¿Podría acompañarme? —Se dirigió al castaño.

 — ¿Qué pasa? —Naruto preguntó.

 —Necesitamos reconfirmar unos datos de la banda.

 —Sí, no hay problema —Respondió Haku y antes de seguir al muchacho dijo al blondo—. No te preocupes, Otousan me encomendó que los representara por hoy

 —Ese viejo... ¿Dónde está? El debe ocuparse de esto —Naruto estaba molesto—. Sobre todo porque Itachi no pudo venir...

 —Confía en mí —Y se alejó.

 El rubio suspiró. Camino hasta que se encerró en la habitación que tenía la placa con el nombre Rinnegan. Se dejó caer en una de las sillas del lugar y cerró los ojos de espalda a la entrada.

 El sonido de la puerta abriéndose lo saco de su ensimismamiento.

 — ¿Tan rápido volviste? —Y se giró para llevarse un gran chasco— ¡¿Qué haces aquí?! —Se sobresaltó poniéndose de pie.

 —Solo vine a demostrarte que soy muy hombre —Sasuke se tiró encima del rubio que no tuvo tiempo de salir de su estupor.

 Lo abrazó por la cintura y Naruto sin poder contra el arrebato del moreno se vio retrocediendo hasta chocar contra la pared.

 —Suéltame... —Su cuerpo comenzó a temblar— Suel... —Su protesta fue acallada por los labios del otro, que lo besó con rabia y frenesí.

 El blondo solo atinó a empujarlo con las manos sin lograr nada y se descuidó al punto que el pelinegro presionó más su boca, consiguiendo colar su lengua en la boca ajena.

 El beso pasó de furioso a suave en un instante y el rubio fue cediendo hasta apoyar las manos en el pecho del moreno.

 Ese no era su primer beso. El primero había sido forzado y desagradable. ¿Pero que estaba pensando? Ese beso también era forzado. Entonces, ¿Qué lo hacía diferente?

 El Uchiha estaba tan sumergido en el beso que no se vio venir el rodillazo en su parte baja.

 — ¡¡AGH!! —Reculó adolorido.

 — ¡¡SUÉLTAME MALDITO TEME, TTEBAYO!! —Naruto estaba totalmente rojo y crispado.

 El dolor en sus genitales pasó a segundo plano al su cerebro relacionar esas palabras y esa voz con la de otra persona que había conocido no hace mucho.

 — Eres tú... —Sasuke se enderezó rígido y su mirada adquirió un tono rojizo.

 El blondo supo que lo dicho anteriormente lo había delatado.

 —"Al demonio, que se vaya todo a la mierda" —Pensó— ¡Sí, soy el que te dio una paliza estúpido! —Empinó la nariz con orgullo.

 Las cartas estaban echadas...

 

 Continuará...   

Notas finales:

Estoy segura de que varios querrán matarme, pero todo tiene una razón de ser XP

Bueno no quiero cansarlos con cosas que ya comente con anterioridad, solo aclarar que solo subiré uno o dos cap. al mes por falta de tiempo.

 Por otro lado no creo que deba mencionar a ningún personaje nuevo, porque no ha salido ninguno que sea relevante para la trama.

 Paso a los agradecimientos:

jasmin-56, escorpioad, kaoru_himura, Xia, atashii_miiyu, A. Mar. Sasunaru, NIR KAR,  Mizuki Nozomi,  Maria-samaCLIM3GWolfieLiz y Zanzamaru 

Muchas gracias por seguir esta historia y darme ánimo para continuarla y pedirles si podrías apoyar mi otra historia ItaDei con la que no me va muy bien u_u Claro está, si esta pareja les gusta, me gustaría saber su opinión como lo hacen con este fic.

Cruce de caminos

Ahora si me despido con un beso enorme para todos!

Cuídense! (^_^)/


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