Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Quién eres realmente? por SunaLove51

[Reviews - 163]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto no me pertenecen si no a Masashi Kishimoto que cedió a las presiones e hizo un final rosa pastel...Ugh... ¬_¬

 

Antes que nada ¡Feliz navidad atrasada! XP Y al final pondré el por qué de mi desaparición...

Espero que el cap. les guste.

 Estaba sentado sobre la cama con la vista nublada por el adormecimiento y tocó su cabeza por un pequeño dolor que la invadía.

 — ¿Fue todo un sueño? —Comenzó a hacer memoria tratando de aclarar sus ideas.

 

 

 

 Su rostro se mostraba en paz, tan distante de como lo había visto llegar y esa imagen calmaba un poco la agitación en el corazón de Deidara que jamás (ni en sus más locos sueños), creyó poder volver a compartir algo tan intimo y estar en una situación semejante con Itachi.

 La noche en que lo vio llegar, luego de su sorpresa inicial, había podido detectar un leve aroma a alcohol que desprendía el moreno. Al comienzo intentó regañarlo como hacía en sus tiempos de universidad cuando aún eran pareja, pero su llanto desgarrador lo detuvo. Nunca, ni siquiera en el pasado, había visto tal despliegue de emociones en el pelinegro y mucho menos ninguna relacionada con la tristeza y el dolor. En su memoria Itachi era un hombre imperturbable, casi al punto de la exasperación. Sin embargo ahí lo tenía, sollozando como si la vida se le escapara entre los dedos y aferrándose a su camisa como si de esta forma pudiera salvarse de un abismo que amenazaba con tragarlo.

 Sin cruzar palabra, el blondo lo condujo hasta la sala donde lo sentó en el sillón de dos cuerpos junto a él.

 Aún en silencio tomó su rostro, para por fin preguntar.

 — ¿Qué fue lo que pasó? —Itachi descendió la mirada con vergüenza.

 —No puedo...

 —Entiendo... —El tono del rubio fue de pena.

 —No, no es... —El moreno hablaba con dificultad por lo antes ingeridoEs algo... De mi familia y no pue...Fue frenado por unos dedos en sus labios.

 —No es necesario que expliques nada. Entiendo... —El Uchiha lo rodeó con sus brazos fuertemente.

 Sé que no merezco estar aquí, a tu lado De pronto Deidara sintió como la boca de Itachi atacaba su cuello con vehemencia—. Pero te necesito... Te necesito tanto...El blondo comenzó a perder la conciencia por el roce y la sensación de esa lengua recorriendo el camino desde su barbilla a su clavícula.

 Cuantos años soñando con estar otra vez en los brazos de su amado y ahora estaba a punto de ocurrir de la forma y en el momento menos propicio.

 —"No puede pasar. No así. No ahora" —Pensó y esto lo regresó a la realidad— No —Se alejó un poco del moreno poniendo ambas manos en sus hombros.

 Itachi apoyo la frente en el pecho de su compañero para tratar de estabilizar su respiración.

 — ¿Qué nos paso?... —Susurro cerrando los ojos.

 El rubio pudo sentir como el contacto descendía. El Uchiha había caído rendido.

 —Esa es mi línea, Itachi... —Murmuró mirando a la nada.

 

 

 

 —No, no fue un sueño —Había recordado lo sucedido unos días atrás y por fin se explicó el porqué se hallaba en una habitación que no le pertenecía.

 A la mañana siguiente, después de la visita del Uchiha había despertado para encontrarse solo, pues había estado vigilando el sueño del pelinegro a quién había llevado hasta su cama para que descansara.

Itachi se había esfumado y no supo por qué, pero ese día después del trabajo decidió no regresar a su propio apartamento.

 —Hasta que despiertas —Perdido en sus pensamientos lo encontró Sasori, que entró al lugar con intención de despertarlo— ¿Vas a contarme de qué o quién estás escapando?

 —Es que... –Dudó.

 —Ok —Lo cortó el pelirrojo—. Cuando estés preparado te escucharé. Sabes que mi casa es tuya —Dijo esto en tanto anudaba la corbata que descansaba en su cuello—. Ahora tengo que ir con Nagato.

 — ¿Para qué? —Preguntó el rubio intrigado.

 — ¿No te lo dije? —Sasori sonrió levemente— Es mi abogado —Deidara asintió— Bueno nos vemos más tarde.

 —Hoy volveré a mi casa —Informó el de ojos azules, no muy seguro.

 —Entonces llámame. No olvides que me debes una explicación— Lo miro serio—. Por cierto, tu celular sonaba insistentemente y tuve que contestar.

 — ¿Quién era?

 —Tienes varias llamadas de Obito —El blondo hizo una mueca extraña—, y la que atendí era de una tal Kurenai. Llámala, está preocupada —Se despidió elevando solo un poco la mano.

 —Mierda, me olvidé de Obito y Kurenai —Al primero había estado ignorándolo y a la segunda la había buscado la noche en que decidió no volver a su casa. Ella había sido la primera persona que llamó para que lo acogiera.

 —Hago todo mal, ¡¡TODO!! —Hundió la cara en la almohada.

 No podía seguir sintiendo autocompasión, tenía que levantarse, desayunar y llegar temprano a la empresa ya que el horno no estaba para bollos con el humor de los mil demonios que se cargaba Sasuke.

 Se encaminó hacia el baño.

 —Maldito bipolar… Y yo que no estoy mucho mejor…

 Solo una hora después llegó a la compañía y ocupó su escritorio. La mañana se le hizo larga tratando de encontrar una escusa para ir hacia el departamento de contabilidad y hablar con Kurenai. Sin embargo, le fue imposible ya que el Uchiha no lo dejó respirar con sus constantes encargos. Pensó en pedir a Moegi que lo cubriera por unos minutos, pero al levantar la vista y ver a la chica al borde de un colapso nervioso se arrepintió.

 — "Mejor espero a la hora del almuerzo" —Después de todo no faltaba mucho.

 —Deidara alístate que tengo un almuerzo con el secretario de comercio y necesito que me acompañes —Ordenó Sasuke saliendo de su despacho.

 —Sí —Solo contestó— "Adiós a mi tranquila hora de almuerzo" —Pensó.

 Al no tener alternativa envió un mensaje de texto a su amiga y otro a Sasori para que se reunieran luego del trabajo. Necesitaba urgentemente hablar con ellos y de esta forma mataría dos pájaros de un tiro.

 La morena contestó que lo esperaría frente a Uchiha.Corp y el pelirrojo que lo encontraría en el sitio acordado de la reunión.

 El almuerzo no fue fácil al Sasuke hacer constantes amenazas veladas al secretario recordándole quién le había dado apoyo económico a su carrera política. Hacer de mediador y tratar de calmar tanta animosidad lo iba a volver viejo antes de tiempo.

 —Ufff —Suspiró al llegar a su escritorio para tomar sus pertenencias— "¿Qué le pasa a este tipo?" —Pensando en el cambio de actitud de su jefe con respecto a la semana anterior.

 Se colocó su abrigo y tomó el ascensor hasta el subsuelo donde se ubicaba el estacionamiento. Al salir al exterior Kurenai lo esperaba.

 —Dei, ¿Cómo te encuentras? —Su voz se notaba preocupada— Siento no haber estado en casa el día que llamaste, pero Asuma me pidió que cenáramos con sus padres —Explicó.

 —No, fue mi culpa por llamarte tan repentinamente —La tranquilizó—. Pero mejor vamos al bar y hablamos más tranquilos —La mujer aceptó al ver el cansancio en su rostro.

 Cuando llegaron al lugar ingresaron inmediatamente y ocuparon una mesa. Deidara pidió un café cargado y ella un jugo de naranja, fue en ese instante que Sasori cruzó la puerta de aquel sitio sacudiendo su traje de las gotas de lluvia que se había desatado afuera.

 El rubio alzó la mano para que este los notara entre la concurrencia.

 —Hola —Saludó Sasori—. Kurenai supongo.

 —Sí, y tu eres el famoso Sasori —Sonrió la morena.

 —Hola —Saludo Deidara a su vez.

 —Hola Dei —Devolvió el saludo el pelirrojo—. Espero que le hayas hablado bien de mí.

 —Por supuesto.

 Ocupó su lugar y Kurenai dijo.

 —Ya estamos aquí, ahora cuéntanos que pasa —Pidió.

 —Hace unas noches Itachi se apareció en mi apartamento y lo dejé pasar la noche conmigo... —Bajo la mirada.

 Sus amigos no lo podían creer.

 — ¿Qué? —Sasori quiso preguntar más, pero el rubio continuó.

 —Estaba muy mal y cuando digo mal, hablo de en estado deplorable, pero no hubo sexo —Tomó aire para seguir y levanto una palma para que lo dejaran proseguir—. Hay más, Obito me pidió ser su pareja y... Acepté.

 — ¡¿Hiciste qué?! —Kurenai y Sasori se expresaron de tal manera que terminaron mirándose el uno al otro.

 —Lo que oyeron —Y así contó todo lo pasado desde que volvió a ver a Itachi y Obito sin omitir ningún detalle.

 Kurenai degustó un muffin que había pedido a causa de un antojo y el pelirrojo, al contrario, no había tomado aún ni un sorbo de su café.

 Su amiga al terminar de oírlo todo, dijo.

 —Es cierto que te aconsejé salir con otros, pero... ¿No te parece demasiado pronto para formalizar?

 —No pudo ser en un mejor momento —Deidara trataba de auto convencerse.

 — ¡Por favor! —Agregó Sasori sarcástico— Aún amas a Itachi. Tu voz y tu expresión al hablar de él lo confirman, no importa que excusas inventes —Se paró de golpe.

 Solo asintió hacia Kurenai a modo de despedida y se encaminó a la salida, seguido de un Deidara aturdido por su reacción.

 — ¡¿Qué te pasa?! —Preguntó el rubio haciendo que se gire al tomarlo de un brazo.

 —No puedo creer que salgas con "ese" sujeto —Lo miró con dureza—. Parece que en estos años te has vuelto un cobarde.

 Kurenai desde su mesa trataba de oír todo y se veía pensativa.

 — ¡Deberías estar feliz por mí! —Reprochó el blondo a su mejor amigo.

 —Espero que tú también estés feliz cuando te presente a mi futura pareja —Solo agregó para salir camino a su auto dejando con la palabra en la boca al rubio.

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 La calle en donde se emplazaba la pequeña heladería estaba atestada de personas que iban y venían. Se podía apreciar a algunos trabajadores que habían concluido su horario de oficina, vendedores callejeros, amigos, familias y otras personas que hacían compras. Parecía que la tarde, al haber sido cálida, animaba a todos a salir al exterior y disfrutar de los últimos vestigios del sol logrando que el gentío fuera de lo más vario pinto.

 A través del cristal de aquel sitio la vista del chico se distraía en el vivaz ambiente en tanto saboreaba un delicioso helado con chispas de chocolate, totalmente ajeno a las miradas embelesadas que le echaban muchos de los transeúntes.

 — ¡Por fin! —Suspiró el recién llegado que se encontraba agitado por la carrera— Hace poco que leí tu mensaje porque no nos dejan tener el celular en los ensayos.

 —No te preocupes Naruto-nii —El castaño sonrió con suavidad.

 El rubio miró a su alrededor y comentó.

 — Que lindo lugar. Es pequeño pero acogedor.

 —Hace mucho que no venia.

 — ¿Ya lo conocías, Haku? —Naruto lo observó a la vez que tomaba asiento.

 —Fue el primer lugar al que vine con Jiraiya-otousan —Haku empezó a rememorar.

 

 

 

A pesar de que había pasado más de un año de su llegada a esa ciudad, pocas habían sido las veces en que se le permitió salir del lugar en el que trabajaba y supuso que era porque Anko-sama temía que se fugara. Sin embargo, ¿Dónde hubiera ido si no tenía en que caerse muerto? Y aunque ese hubiera sido su deseo, ya había visto a otros intentarlo y en el mejor de los casos habían regresado con graves lesiones luego de ser atrapados. No por nada la belleza de la madama rivalizaba con la crueldad con que dirigía su negocio.

 Se le había permitido salir antes, pero solo para hacer encomiendas y esta sería la primera en que empezaría a desarrollar el oficio de "acompañante masculino" como lo hacían sus compañeros.

 Por las anécdotas escuchada de los otros creía que sería llevado a un hotel de mala muerte y dudosa reputación, vigilado de cerca por alguno de los yakuzas que trabajaban para ella con la excusa de protegerlo de cualquier posible agresión. Pero se extrañó que no fuera así y más aún de ser llevado por ese hombre de largo y abundante cabello blanco a un lugar diferente.

 Él debía de tener mucho dinero o influencia para obtener de Anko-sama esa clase de trato preferencial.

 —Eto... Jiraiya-sama...

 — ¿Qué sucede mocoso? ¡Toma asiento! —Dijo el hombre con una sonrisa entre tanto llamaba a un mesero.

 —Es que... Creí que iríamos a otra clase de sitio...

 — ¿Nani? —Este lo miró sin entender.

 —Bueno, digo... A un hotel del amor... —Susurró para no ser oído por las pocas personas que estaban cerca.

 —Me estás ofendiendo —Jiraiya se puso serio y el pequeño agachó la mirada— Jajaja ¡Estoy bromeando! —Haku se relajó al ver que no se había metido en problemas.

 — ¿Puedo? —Señaló en dirección de una de las sillas.

 —Claro o, ¿Acaso me tienes miedo? ¿Tengo cara de pervertido?

 —Eto... —El castaño pestañó.

 —Ok, no me contestes —El hombre se deprimió.

 El chico comenzó a reír bajo, a causa de las muecas infantiles que podía crear ese rostro maduro y eso logró que Jiraiya se animara nuevamente.

 — ¡Así me gusta! Te ves mucho mejor cuando sonríes —Agregó con un guiño, sacándole un leve sonrojo.

 El pedido del adulto llegó y fue colocado en frente de ambos.

 — ¿Te gusta el helado?

 — No lo sé, nunca he probado.

 — ¡¿Qué?! ¡Eso es un crimen! Estoy seguro que te encantará.

 — Con permiso —El chico tomó la cuchara a un lado de la gran copa con diferentes sabores de helado y salsa de frutilla y llevó un poco hasta su boca. Sus ojos se abrieron al frío invadir su lengua y el sabor sus papilas gustativas.

 Es increíblemente... Delicioso...

 — ¡Por supuesto! Y te prometo que no será la única vez que lo pruebes.

 —Gracias...Dijo el menor descendiendo la vista al postre helado.

 De esa manera comenzaron a nacer los lazos entre ellos...

 

 

 

 —Haku, ¡Hey, Haku! —La voz potente de Naruto lo hizo dejar sus reminiscencias del pasado.

 —Perdón, estaba recordando algunas cosas.

 —Espero que no sea alguna vez que el viejo pervertido te llevó a algún antro —El rubio tembló pensando en su propia experiencia.

 Con delicadeza el castaño puso el dorso de su mano sobre sus labios intentando sofocar una risita.

 —No es gracioso. Por su culpa casi me traumo.

 —Yo, por el contrario, estoy agradecido que Otousan tenga esas costumbres —Sonrió—. Si no fuera por eso, jamás lo hubiera conocido y seguramente no estaría aquí.

 —Lo lamento, olvido de donde los sacó a ti y a Konan-neechan —El rubio se mostró avergonzado.

 —No importa, eso es parte del pasado.

 —Sí... Y lo que dices de Ero-sennin es cierto. Supongo que hasta sus malas costumbres tienen su lado positivo —Rieron al unísono.

 Las risas se desvanecieron y fueron sustituidas por la seriedad.

 —Querías que te contara lo que pasó en los días que no estuve con Uds. —El blondo asintió.

 Haku a continuación le relató cómo siguió a Mizuki y el semblante del Uzumaki palideció.

 — ¡No debiste hacer eso! —Lo amonestó.

 —Pero ese hombre te amenazó.

—  ¡Eso no tiene que ver contigo! —Esto hirió al castaño y Naruto se arrepintió— Lo siento, pero no quiero que te pase nada...

 —Y yo tampoco a ti —Le aclaró.

 Haku continuó su historia contando su encuentro con Zabuza y el problema en el que se habían metido.

—  ¡Ves, te lo dije! —Reclamó el rubio.

 —Bueno, pero no pasó a mayores y gracias a eso conocí a Fû y pude estar cerca de Zabuza-san —Al decir esto un sonrojo adornó sus mejillas.

—  ¿Te refieres al tipo que enfrentó a Mizuki en Konoha? —Haku cabeceó afirmativamente — No me digas que... ¡Oh, por Kami! ¡Te gusta!

 —Más que eso... Pasamos la noche juntos... —Murmuro.

 — ¡¿Se aprovechó de ti?! —Naruto se veía escandalizado— ¡Dime donde vive! ¡¡Voy a matarlo, no importa que de miedo!! —Se paró dispuesto a cumplir su cometido.

 — ¡No fue así! —Las pocas personas del lugar los miraban y bajaron la voz.

 La defensa vehemente del menor hacia ese abusador (según Naruto), lo sorprendió.

 —Pero se aprovechó de tu debilidad por la herida…

 —Naruto-nii, yo lo provoqué porque así lo quería —Pronunció con seguridad—. Además, sabes que hace tiempo no soy virgen —Susurró descendiendo la mirada.

 El blondo pudo percibir la verdad en sus palabras y que no solo lo decía para cubrir a ese sujeto.

 — ¿Por qué lo hiciste? ¿Por gratitud?

 — Lo amo desde hace mucho tiempo, aunque él no me recuerde... —Confesó con un dejo de tristeza— Por ese motivo no me arrepiento de nada. Guardaré esos días como algo invaluable —Naruto se dejó caer en la silla.

 —No entiendo cómo puedes sentir algo así por alguien tan intimidante y peligroso.

 —La mayoría se deja engañar por su exterior. Yo sé que solo es una máscara para protegerse.

 —Realmente estás ciego...

 —Podría decir algo parecido de ti —Lo retrucó.

 — ¿De qué hablas? —Naruto no comprendía.

 —De Sasuke-san. Tal vez sea más atractivo que Zabuza-san, sin embargo te mira de una manera que llega a ser escalofriante...

 — ¡¿Qué tiene que ver ese tonto con esto?! —El Uzumaki no entendía a que venía la comparación.

 —Te gusta —Afirmo su amigo.

 — ¡¿Qué QUÉ?! ¡A mí no me gusta ese Teme idiota!

 —Naruto-nii...

 — ¡Estúpido, soberbio, engreído!

 —Naruto-nii...

 — ¡Hijo de mami, pervertido, nariz parada!

 — ¡Naruto-nii! —Ante el llamado de atención Naruto detuvo su retahíla de insultos.

 — ¡¿Qué?!

 —Tu cara está roja —Haku sonrió.

 —Es... ¡¡Eso es porque me exaspera!! —El otro al ver los intentos infantiles por negar lo que para él era más que evidente, lo hizo reír suave— ¡¡Es cierto!!

 —Te creo… —Concedió mirando hacia arriba.

 —Me estás dando la razón como a los locos —Masculló el rubio enfurruñado.

 —No importa lo que uno haga, tarde o temprano lo que sentimos sale a flote y lo mejor en estos casos es ser honesto —Naruto no contestó.

 Dejando la discusión sobre los sentimientos a un lado se dispusieron a seguir comiendo sus postres hasta que el blondo planteó en voz alta una duda.

 —Lo extraño de todo esto es... ¿Cómo supo Ero-sennin dónde estabas? —La cuchara del castaño se detuvo a medio camino.

 —Buena pregunta... Al estar convaleciente y luego distraído con otros temas no había pensado en eso...

 —Es muy, muy extraño —Puntualizó el rubio.

 

 

 

 No muy lejos de allí, en una librería cruzando la calle...

 —No conocía tu afición por la lectura —La chica miró a través de la vidriera—. Linda vista.

 —Sí... —Respondió el moreno sin más antes de notar quien le hablaba— ¡Fû!

 —Hasta que caes —El gesto socarrón en la peliverde cambió a uno de falsa resignación—. Y pensar que fuiste mi primer sensei en espionaje, ¡Que decepción!

 —Cállate —Zabuza contestó molesto y sujetó el primer libro que tuvo a mano.

 —Interesante —Señaló el volumen que el pelinegro sostenía.

 —Sí. Mucho —Respondió parco.

 —No sabía que te interesara el apareamiento de la ballena azul —Dijo Fû mirándose las uñas y con media sonrisa plantada en los labios.

 Momochi giró el libro que sujetaba viendo en que versaba el mismo. Optó por guardar silencio sobre el tema para no hacer más obvia su patética mentira.

 — ¿No te ibas? —Casi la corrió.

 —Sí, ya tengo lo que buscaba —Le enseñó una bolsa diminuta mientras se acercaba a la salida —. Ummm... Aunque quizá pase por un rico helado ¡Nos vemos gruñón! —Y sin darle tiempo a reaccionar cruzó la calle.

 — "¡Voy a matarla!" —Pensó el mayor.

 

 

 

 Llegó al lugar casi dando saltitos por su travesura. Podría decirle a Haku donde estaba su amigo, pero conociendo al Momochi para cuando el chico llegara este habría desaparecido.

 — "Tonto cabeza dura" —Negó.

 Al entrar en el local caminó hacia los dos chicos que habían retomado una conversación animada.

 — ¿Haku? —Fingió sorpresa.

 — ¡Fû-san!

 —No me llames así, me haces sentir mayor —La peliverde hizo un puchero.

 —Lo siento, Fû.

 — ¡Mucho mejor! —Juntó sus palmas alegre.

 —Acompáñanos.

 —Con permiso —La chica apartó una de las dos sillas vacías que quedaban.

 —Te presento a Naruto-nii. Es como mi hermano.

 — ¡Un gusto! —Hizo una reverencia antes de sentarse.

 Naruto se paró e hizo lo mismo.

 —El gusto es mío y, ¡Gracias por cuidar de Haku!

 —Veo que le hablaste de mí —Miro al castaño.

 — ¿Cómo no hacerlo después de tu generosidad? —Las palabras de gratitud de ambos jóvenes la enternecieron.

 Supo más que nunca que Haku era lo que necesitaba el tonto de Zabuza para ser feliz. ¿Quién más que ese hermoso, fuerte, amable y paciente chico para soportar y contener a su hermano del alma?

 —Ya te dije, lo hice por el gruñón. Aunque sin saberlo gane un amigo —Le sonrió—. Y por lo que veo tienes amigos tan adorables como tú —Centró sus ojos en Naruto.

 —Qué su apariencia no te engañe. Es capaz de noquear a cualquiera.

 —Algo más que tienen en común —Se rió.

 —Oigan, estoy aquí —Infló los cachetes y los otros rieron más.

 —Fû, ¿Podría hacerte una pregunta?

 —Dime.

 — ¿De dónde conoces a Jiraiya-otousan? —Naruto también esperaba una respuesta.

 —Solo puedo decir que fue uno de mis senseis y en cuanto a Zabuza es algo que deben preguntarle a alguno de los dos.

 —Claro... Y, ¿Has vuelto a ver a Zabuza-san? ¿Está bien? —Preguntó el menor con temor de obtener una respuesta negativa.

 —Sí y sigue siendo un terco idiota —Reviró los ojos a lo que Haku sonrió en agradecimiento.

 La charla viró hacia las delicias del lugar y fueron interrumpidos por un grupo de jóvenes que trataban de convencerlos de que los acompañen a su mesa. Entre tanto Fû echaba una ojeada hacia la vereda de enfrente deseando que su amigo estuviera observando y muriendo de celos.

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 — ¿Qué estas tratando de decir? —Homura mostró abiertamente la molestia en su rostro arrugado.

 —Ya lo oyeron, ¿O no entienden japonés? —Preguntó Sasuke de manera sobradora.

 — ¡Por supuesto que entendemos! ¡Solo que no nos entra en la cabeza que cambies todos los planes sobre la marcha solo por capricho! —Koharu también expresó su desagrado por las acciones del Uchiha.

 —Ese ya no es mi problema.

 — ¡Mocoso insolente y egoísta! —El hombre alzó la voz— Si toleramos tu comportamiento y falta de decoro con respecto a tu vida privada en porque eres el "heredero" de Fugaku-sama. Pero no te equivoques Sasuke —Remarcó el nombre para que notaran la falta de honorífico junto a él—, seguimos siendo la junta directiva y no puedes decidir algo tan a la ligera sin nuestro pleno consentimiento.

 —Los que no se dan cuenta cual es su lugar son Uds. —El moreno fijó la vista en el hombre mayor y a continuación la posó en la mujer que también se resistía a su decisión—. Sus acciones les dan un puesto en esta mesa. No obstante, si lo quisiera podría comprarlas y librarme de Uds. ancianos —La indignación de la pareja aumentó ante tal descaro.

 — ¡Maldito, estas tentando a tu suerte! —Un fuerte golpe resonó en toda la sala al Homura pegar con su puño en la mesa.

 Sasuke solo sonrió de lado.

 —Podría decir lo mismo —Masculló.

 Un carraspeo interrumpió la discusión que parecía subir de intensidad.

 —Por favor señores, hay que mantener la calma —Sarutobi dijo con voz paciente y sabia—. De esta forma no solucionaremos nada.

 —No hay nada que solucionar —Rebatió el pelinegro—. Mi resolución es absoluta.

 El hombre suspiró sabiendo que no haría cambiar de parecer al muchacho.

 —Sasuke-kun —Asuma se sumó a la conversación. Conocía al moreno desde pequeño y la confianza que se tenían le daba el valor para expresar su opinión—, no es mi intención llevarte la contraria, pero debes entender que esto podría afectar a la empresa.

 —No veo por qué. Ellos se negaban a vender y de esta manera no se mostrarán tan reticentes.

 —Tienes un buen punto —Estuvo de acuerdo el Sarutobi mayor.

 — ¡Sarutobi no dejes que te enrede con sus palabras! —Homura lo miró con dureza.

 — ¿Crees que un chico, por más presidente que sea, podría hacer algo así conmigo? —Le devolvió la mirada y aunque no parecía enojada hizo temblar al otro— Te recuerdo que estoy aquí desde los tiempos de su abuelo y puedo afirmar que estamos atravesando una de las mejores épocas en la compañía —Dictaminó.

 Fue ahí que Sasuke recordó porque le agradaba tanto Sarutobi-san.

 —Es suficiente, como ya aclaré no daré marcha atrás con mi decisión y como prueba de lo férrea que es iré en persona a negociar con ellos —Un murmullo general se alzó—. Doy por terminada la reunión —Si los presentes estaban de acuerdo poco le importaba, sabía que no tendrían las agallas para contradecirlo como lo habían hecho los otros dos.

 Uno a uno fue abandonando el lugar siendo los últimos sus némesis y los integrantes de la familia Sarutobi.

 —Esto no se quedará así —Le advirtió la anciana y junto a su marido salieron de modo aireado.

 —Sasuke-kun, ¿Estás seguro? —Asuma preguntó.

 —Por supuesto —Contestó al tiempo que acomodaba unos papeles y el otro no preguntó más.

 Confiaba en el olfato del más joven para los negocios.

 —Te apoyaremos. Aunque no creo que te convengan que los demás te vean como el enemigo —Aconsejó el padre del otro.

 —Ellos desde el inicio me ven como uno. Aún así agradezco su preocupación —El anciano no negó lo primero y sonrió por su agradecimiento.

 El chico estaba madurando.

 El final de la reunión del consejo marcó también el final de su día de trabajo y se dirigió a su piso donde lo esperaba su único sirviente. Lo saludó con desgano y se encerró en su cuarto para ponerse a analizar los pasos a seguir.

 Nada podía fallar, no solo porque de ello dependía su credibilidad en los negocios, si no que esta vez lo movía un aliciente extra.

 —Estoy fuera de control... —Exhaló.

 

 

 Los días pasaron y con las maletas hechas para pasar una semana en el pueblo que tanto le desagradaba, partió.

 Como ya había pasado, no le llevó más de unas horas llegar a Konoha con la seguridad de que todo iría viento en popa.

 —"Bueno, al menos la mayor parte" —Pensó.

 Se estacionó frente a la mansión tradicional Japonesa que su familia tenía a las afueras del pueblo y contra la que no podían rivalizar las de aspecto más contemporáneo que se encontraban en la zona.

 El mayordomo ya lo esperaba.

 —Okaeri Nasai Sasuke-sama, hemos preparado su baño como lo ordenó —Informó con una reverencia.

 —Hump, muy bien. Cuando termine quiero el almuerzo preparado —Cruzó junto al sirviente y dejó que los otros descargaran sus pertenencias.

 — ¿Necesita algo más?

 —Solo que lo tengan listo cuanto antes. Tengo asuntos que atender en la tarde.

 —Entendido.

 

 Ya pasadas las dos de la tarde salió rumbo a Rasengan.Ink, la empresa más productiva de la zona y al llegar lo estaban esperando.

 —Bienvenido Uchiha-sama —Un hombre joven de lentes redondos y oscuros salió a su encuentro casi haciendo caravanas—. Mi nombre es Shinoda Ibisu y seré su guía.

 —Hump... —Su monosílabo favorito fue lo único que dijo ante la actitud del otro.

 Fue una buena señal que enviaran a un sujeto lame botas. Eso decía con claridad que querían estar en buenos términos con él.

 El recorrido no fue muy largo, pues a pesar de ser una empresa en constante expansión, para él seguía siendo una mediana empresa de pueblo.

 — ¡Uchiha-sama! —Minutos después el presidente los recibía— ¡Bienvenido! Espero que el recibimiento haya sido de su agrado.

 —Ciertamente así fue —Pasó a la oficina del presidente y este despidió a su subordinado.

 —Ya puedes retirarte y gracias —El hombre de lentes se inclinó y salió.

 El hombre de unos 40 años volvió a concentrar su atención en el pelinegro.

 —Estábamos esperando la visita de un enviado de Uchiha.Corp, pero me asombre de saber que vendría en persona.

 —Es que ha habido un cambio considerable en la propuesta que mi empresa le había presentado con anterioridad —Aunque el dirigente de Rasengan había rechazado la primera no se opuso a escuchar al Uchiha —. Y como creo que podría ser beneficioso para ambas partes decidí que lo mejor sería venir personalmente a plantearla.

 —Lo escucho —Concedió.

 —Le propongo una sociedad —Y antes de que el otro replicara dijo—. Uds. conservaran su empresa y recibirán el apoyo de una importante multinacional y nosotros expandiremos nuestra alcance a las materias primas que Uds. manejan —Esto fue el preámbulo para una larga conversación que se extendió por más de una hora, finalizando con ambos presidentes conformes y dispuestos a firmar un acuerdo.

 —El cambio me pareció estupendo y no tengo oposición en asociarnos —El hombre se veía relajado—. Sin embargo, ¿Puedo preguntar algo?

 —Adelante —Dijo Sasuke.

 — ¿Por qué el cambio tan radical?

 —Fue gracias a un amigo y su familia —El otro no comprendió— Fue gracias a Naruto y Minato Namikaze.

 — ¿Namikaze-san? —Sasuke asintió.

 —Y me gustaría contar de ahora en adelante con él como nexo entre las dos compañías.

 — ¡Por supuesto! Aunque... Es un empleado con un cargo normal.

 —Eso es algo que se puede solucionar con un ascenso —Instó el moreno como una condición a cumplir.

 —Tiene razón —El presidente de Rasengan no se opuso, pues ya había considerado (por su excelente desempeño), el ofrecer al rubio un nuevo puesto, pero esto se había retrasado por la crisis que atravesaban.

 — ¡Oh! Lo olvidaba. Apreciaría que me dejara informarle en persona de la buena nueva a la familia Namikaze.

 —No hay problema. Lo dejo en sus manos —Sasuke solo sonrió con satisfacción.

 Su plan estaba en marcha y todo se desenvolvía con la precisión de un reloj Suizo.

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 Hacía mucho, mucho tiempo que no pensaba en él y fue ese el motivo de su asombro al haber estado toda la noche anterior recordando cosas que habían dejado de tener valor hacia demasiados años. Aún así, los recuerdos habían llegado con tanta intensidad que aún cuando los había hecho a un lado logrando conciliar el sueño, estos lo habían perseguido colándose en ellos y convirtiéndose en pesadillas. Porque aunque empezaban de buena manera, terminaban dejándole una carga de dolor y amargura.

 

 Todo comenzaba con una escena de su niñez en donde un niño moreno con el cabello corto y alborotado se acercaba a él con la intención de ofrecerle su amistad, siendo rechazado por su típica barrera de frialdad y algún insulto a su inteligencia.

 — ¡Eres un baka! ¡Bakakashi! —Le había gritado el rechazado y luego había salido corriendo.

 Recordaba que por eso se había ganado un regaño y había sido obligado por su padre a pedir disculpas al hijo de su jefe.

 Sakumo era uno de los guardias personales de Madara Uchiha, razón por la cual veía poco a su hijo. Su padre no se imaginó que esa simple orden sellaría el futuro de su hijo atándolo al de Obito Uchiha al punto en que, cuando llegó la adolescencia fue el joven peliplata el que luchó por no perder esta amistad, al pelinegro verlo como un rival y tornarse taciturno y frío a medida que crecía.

 —Me iré... Me iré a Europa Kakashi —Ese era el segundo recuerdo que lo asaltó en forma de sueño.

 La de un moreno parado en la puerta de su casa con el cabello pegado a la cara. Había atravesado la distancia entre ambas viviendas en medio de la noche y ahora estaba ahí, con la mirada perdida y totalmente empapado por la tormenta que se desataba en el exterior.

 Tan solo unas horas antes Madara le había informado que lo mandaría a una academia militar, por lo que había esperado la oportunidad para escabullirse hacía la casa de su amigo con la seguridad de que lo hallaría solo.

 Kakashi no había contestado a esa noticia, solo lo había halado haciéndolo pasar para luego cerrar la puerta y dejar de lado su autocontrol.

 Verlo así, tan desamparado, logró que la catarata de sentimientos que había estado refrenando por años bullera y se desbordara.

 Sin saber cómo, atacó sus labios con desesperación y el otro no lo rechazó. Aquella vez él creyó que el pelinegro por fin correspondía a su amor, pero pensando en retrospectiva quizá solo se había aprovechado de su debilidad y Obito había hecho lo propio, usándolo como un bálsamo a su angustia.

 La ropa de pronto sobraba, por lo cual fueron creando un camino de prendas que conducía hasta la cama de Sakumo que se ubicaba en la planta baja.

 Esa noche los dos perdieron la virginidad y a la mañana siguiente Kakashi se encontró solo y abandonado. Obito había salido de su vida sin decir adiós, para regresar varios años después cuando ya cursaba el segundo año de universidad.

 Había puesto todo de sí para mantenerse lejos. No obstante, el moreno lo había buscado y provocado adrede para su diversión (algo que descubrió luego), y él a pesar de creer sus sentimientos enterrados había vuelto a caer irremediablemente.

 Abrió su corazón y fue feliz... Hasta que lo descubrió acostado con otro, en el apartamento que ambos compartían.

 Tuvo la intención de gritar y mandarlo a la mierda. Hasta de golpearlo cuando a la tarde siguiente (y luego de haberlo echado a medio vestir junto a su amante), Obito se había presentado frente a él en la casa que habían estado compartiendo. Pero al ver el cinismo del de cabello oscuro, toda su determinación quedó reducida a solo intentos de sacarse a Obito de encima.

 — ¡Déjame tranquilo!... —Masculló con rabia.

 —No importa cuánto te resistas, sabes que me deseas tanto como yo a ti... —Le susurró el Uchiha al oído mientras paseaba sus manos por el pecho y abdomen bajo él.

 Esto enfureció al peligris, que invirtiendo posiciones, le arrancó la ropa y minutos más tarde arremetía con fuertes estocadas lastimando al Uchiha.

 No hubo amor, ni siquiera pasión, solo fue una forma de canalizar su rabia y sufrimiento. Y eso fue todo, Obito pudo sentirlo.

 Hatake se levantó y empacó sus cosas bajo la mirada del pelinegro que no se había movido de su posición en el piso y mucho menos pronunciado nada. Ya no había más que hablar y en esta ocasión fue Kakashi quien se marchó para no regresar.

 Y llegó el momento en el sueño en que se mesclaban todos los recuerdos y frases dichas como una caótica diapositiva que traía consigo tanto que no quería recordar...

 Un sonido, que se escuchaba bajo, fue aumentando hasta incomodarlo y a medida que avanzaba el tiempo se hacía más molesto. Y sin embargo, cuando abrió por fin los ojos, agradeció a quien fuera que estuviera llamando.

 — ¿Sí?... —Dijo medio adormecido al abrir la puerta.

 —Perdón por molestar tan temprano, Kakashi.

 — ¿Konan? —Se sorprendió al ver a la chica luego de meses.

 —No me extraña tu reacción —Ella sonrió con algo de pena.

 —Perdón por eso, pasa por favor —Y se apartó para dejarla entrar.

 Konan se detuvo y él la guió hasta la pequeña cocina que formaba parte de su humilde casa.

 — ¿Quieres algo de tomar? —Ella negó— Bueno yo tomaré algo de café —Se rascó la cabeza a la vez que se servía un poco en una gran taza y se sentó frente a ella—. Dime, ¿Qué te trae por aquí?

 —Vine a despedirme. Pronto me iré del país y quería tener un charla contigo como en los viejos tiempos —Él no supo que responder.

 —Soy todo oídos.

 —Antes que nada, sabes que Obito está en Japón, ¿Verdad?

 —Lo sé... Meses atrás me contactó —Ante esto la peliazul frunció el entrecejo.

 —No pierde el tiempo para molestar —Rechistó.

 —Konan... —Tratar sobre su ex pareja y más con los recuerdos aún frescos no hacían de ese un tema que el Hatake quisiera tocar— ¿Qué es lo que realmente quieres decirme?

 La chica trató de elegir con cuidado sus palabras para que no tuvieran el efecto contrario al deseado y que su amigo no supiera que abogaba por Sakura.

 —Quizá... Esta sea la última vez que hablemos en mucho tiempo —Se acomodó en la silla.

 — ¿Por qué te vas?

 —Porque me di cuenta que es hora de seguir adelantey se me presentó una oportunidad para cambiar mi vida.

 —Eso me parece bien —Kakashi, como varios de los cercanos a Konan sabían de su amor por Yahiko—. Es una lástima que no puedas hacerlo aquí...

 —Quedarme solo será seguir en un círculo vicioso y no quiero eso —Lo miró firmemente—. Me gustaría que tú también dejaras todo atrás.

 —Konan, no sé de qué hablas.

 —No has tenido una pareja ni un amante desde nuestro "supuesto" noviazgo.

 — ¿Y?

 —Solo te refugiaste en tu trabajo y ya no tienes vida social —Le reclamó apretando los puños—. Tienes tanto que ofrecer, si tan solo lo olvidaras...

 —Yo-no-siento-nada-por-nadie —Masculló irritado.

 —Entonces sal y diviértete. Dale la oportunidad a alguien de hacerte feliz.

 —No puedo... —Su tristeza fue notoria y la peliazul se arrodilló junto a su silla para tomar su mano a apretarla con suavidad— No quiero utilizar a una persona y lastimarla.

 — ¡No es justo! No cuando él siguió con su vida e incluso continua haciendo daño a otros —Konan se paró.

 —Así que no ha cambiado...

 —No y eso demuestra que no vale la pena —Besó su cabello.

 Kakashi se puso en pie y la acompañó a la salida.

 —Que tengas un buen viaje y una mejor vida —La abrazó con fuerza—. Y por sobre todo, gracias...

 —Kakashi —Se apartó y lo miró a los ojos—, no importa cuánto amemos a alguien. El amor nunca es suficiente si solo es de a uno —Posó la mano sobre su mejilla—. Abre tu corazón a las oportunidades. Adiós —Y así la vio alejarse.

 Esa charla le hizo reconsiderar muchas cosas...

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 La confesión de Haku no había dejado de rondar su cabeza a pesar de que habían pasado unos días.

 — "Mizuki en Tokio... ¿Seré yo el motivo?"El solo pensar que eso fuera verdad lo hacía estremecer.

 Si así era deseaba que alguien lo golpeara por haber sido tan estúpido en abrir esa caja de Pandora, ¿En qué pensaba cuando se involucró de nuevo con alguien que le había hecho tanto daño?

 El estrés lo estaba matando y esos días había luchado por bloquear esa preocupación. Ahora lo que pudiera hacer Sasuke le parecía una nimiedad.

“Que cansancio...” —Eso era todo lo que Naruto podía pensar.

 A pesar de todo, los días transcurrieron y las grabaciones siguieron su curso. Por un lado eso era bueno, pues habían grabado todos los temas que podrían ser incluidos en el disco debut de Rinnegan. Ahora solo era cuestión de dejar todo en mano de Itachi y los editores que les darían los retoques a los temas y elegirían cuál de ellos formarían parte del álbum. Pero todo había ocurrido tan rápido que no había tenido tiempo de respirar y menos con Yahiko mostrándose frenético en concluir la tarea, haciendo que la relajación del grupo fuera nula.

 Se había vuelto un demonio déspota.

 —"Daba miedo" —Pensó.

 Lo consolaba saber que ya era libre y tendría unas semanas para descansar antes de meterse de lleno en la gira que harían por los medios para publicitar el material.

 Llegó hasta la suite e ingresó, pero una voz lo detuvo de seguir avanzando hacía su cuarto.

 — ¿Así que te lo cogiste? —El tono empleado en la pregunta no era el desinteresado o amistoso que Sai utilizaba cotidianamente.

 —Sí, ¿Y qué? —Gaara preguntó fríamente.

 — Si te acuestas con cualquiera, ¿Por qué conmigo no?

 — ¡Sai! —Naruto entró a la sala intentando que las cosas no se salieran de control, pero fue tarde y no pudo evitar que su amigo fuera golpeado.

 — ¡Eres un imbécil! ¡Vete a la mierda! —El pelirrojo apartó al rubio y salió hecho una furia.

 El blondo se acercó al chico que se sujetaba la parte afectada.

 — ¿Cuando aprenderás a controlar tu lengua? —Le recriminó.

 — La verdad no ofende, ¿No es eso lo que dicen? —Sai miraba hacia abajo.

 —No entiendo de qué hablas...

 —Encontré a Pain y Gaara hablando. Escuché que se habían acostado.

 —Oh... —Naruto no sabía que más agregar.

 —Sí, "Oh" —Dijo el moreno con ironía.

 —Sai... —Por primera vez pudo escuchar en su amigo una emoción que no fuera falsa o de apatía.

 — ¿Por qué duele tanto? Incluso duele más que el golpe en mi ojo —Lo miró como esperando una respuesta—. No quiero sentir esto... —Y perdido en sus dudas se encerró en su cuarto.

 —Maldición.

 — ¡Naruto-niichan! —Konohamaru entró corriendo y se colgó de su espalda y Kurama se trepó a su pierna— ¡Ku-chan y yo te extrañamos! —Secretamente el rubio agradeció la alegría de ese par.

 —Chicos van a tumbarme.

 —Por fin llegas mocoso. Estaba a punto de quedar pobre —Jiraiya entro también, quejándose—. Estos dos son un pozo sin fondo.

 —Será el karma —Naruto sonrió—, por gastarte mis ahorros por años en tus vicios.

 —Eso es diferente, los necesitaba para mis investigaciones —El peliblanco trataba de hacerse el digno—. Deberías estar orgulloso de haber contribuido a mi inspiración y la creación de mi fabulosa obra literaria.

 —Vergüenza es lo que siento —Lo miró mal—. En todo sentido.

 — ¡Blasfemo! —El mayor lo apuntó ofendido.

 Naruto lo ignoró y dijo al niño.

 —Kono-chan, mañana iremos de paseo por la ciudad.

 — ¡Sugooiii! —El pequeño alzó los brazos extasiado.

 —Aprovecharemos porque pasado mañana te llevaré de vuelta a Konoha —Informó.

 —Oghmmm —El ánimo de Konohamaru cayó en picada.

 —Ya lo hablamos... —El blondo le acarició el cabello.

 —Sí...

 — ¿Qué te parece si para hacerlo más interesante vamos a Akihabara?

 — ¡Sí! —El niño volvió a animarse— ¡Vamos a las comiquerías y a un café de cosplay y... y...! —Pegaba saltitos.

 —Sí, sí. Vamos a donde tú quieras —Se reía al verlo tan emocionado y para que mentir, él también quería recorrer muchos lugares.

 

 Y así lo hicieron desde la mañana siguiente y las personas que los veían ir de un lugar a otro no sabían decir cuál era el más hiperactivo y alegre por las maravillas que veían.

 — ¡Miren, miren todas las cosas que compramos! —La voz del pequeño era de alegría pura mientras enseñaba las bolsas llenas de mangas, DVD con anime, peluches y figuras entre muchas otras cosas.

 —Me alegro de no haber sido yo quien te llevara allí —Jiraiya que se encontraba junto al resto de la banda en los sillones suspiró.

 —Veo que saquearon el lugar —Kiba se rio al ver que Naruto traía mucha bolsas más.

 — ¿Acaso te gastaste todo tu dinero? —Preguntó Pain al rubio.

 — ¿Qué les importa? —Este les sacó la lengua— Muchas cosas son para los niños de Iruka-sensei.

 Todos sonrieron ante su generosidad y cuando estaban a punto de cenar el celular de Naruto sonó.

 —Qué raro que mi Otousan llame a esta hora... —Al ver el número en la pantalla se extrañó y luego atendió— Hola.

 —Naru, ¿Cómo estás?

 —Bien... ¿Pasó algo? ¿Okâsan está bien? —Comenzó a preocuparse.

 —Oh, sí. No es por eso que te llamo —Al oírlo se tranquilizó—. Lo hago para agradecerte, hijo.

 —Agradecer, ¿Por qué?

 — ¿Cómo por qué? ¡Gracias a ti la empresa se salvo!

 —Otousan... No entiendo nada...

 —Ups, lo olvide. El quería darte la sorpresa —Algo inquietó a Naruto en esa respuesta.

 Del otro lado se sintió un ruido extraño.

 — ¿Me permite, Minato-san? —Esa voz era de...—. Hola Dobe, ¡Sorpresa!

 —Tú... ¡¿QUÉ DEMONIOS HACES EN MI CASA?! —Los presentes se asustaron.

 —Esperándote para celebrar la gran noticia... —A oídos de cualquiera Sasuke hablaba normalmente, pero Naruto sabía que lo hacía desafiante y burlista— Itachi me dijo que estás libre así que no puedes negarte...

 — ¡Voy a matarte! ¡Voy a molerte a golpes! ¡¡VOY A COLGARTE DE LAS PELOTAS!!

 — ¿Qué dice mi niño, Sasuke-kun? —Escuchó a lo lejos preguntar a su madre— Que vendrá cuanto antes porque no quiere decepcionarlos Kushina-san, ¿Verdad Usuratonkachi? —Su diversión era evidente.

 —Maldito...

 —No te quito más tu tiempo. Te esperamos... Na-ru-to —Y colgó la llamada.

 — ¡¡MAL-NA-CI-DO!! —Grito y estrelló el celular contra una de las paredes.

 — ¡Naruto que pasó! —Todos se habían parado temiendo lo peor.

 —Pasa que voy a matar a un teme... —Miró a Konohamaru— Guarda todo en una de las maletas que hay en mi cuarto. ¡Nos vamos en este mismo momento a Konoha!

 ¿Y él pensaba que tendría unos días libres para descansar? Ja, iluso...

 

 

 Continuará...

 

Notas finales:

Bueno, no hay nada que remarcar de los personajes (creo), y pasaré a comunicarles que quizá me vuelva a desaparecer por un tiempo por estas razones:

Primero, hace un tiempo que mi note funciona mal, se sobrecalienta y se apaga. No quería forzarla para que el problema no empeorara (además de que tuve que reinstalar chrome u_u), pero ya no pude hacerlas esperar más porque sé lo que se siente cuando no actualizan una historia que te gusta. Uds. son en gran parte mi fuente de inspiración para continuar mis fic y se los agradezco de todo corazón.

Segundo, porque por lo antes mencionado mandaré a reparar este aparato del demonio y para eso tengo que esperar a que las fiestas terminen (por cuestiones monetarias XP). Pero sepan que voy escribiendo para no perder el ritmo de la historia, así que como siempre aclaro que la continuaré, aunque no sé cuando vuelva a actualizar...

 

Ahora hare mi descargo en cuanto a lo que pienso del final de mi amado manga NARUTO:

No voy a negar que me doliera un poco el desenlace en cuanto a parejas, pero siendo sincera el NaruHina me lo veía venir y como antes me gustaba no me chocó tanto (si hubiera terminado NaruSaku ahí si mataba a un Japonesito XD). Lo que si me pareció descabellado y ultra forzado fue el SasuSaku después de lo que Sasuke le dijo a Sakura antes de pelear con Naru. Le dejó claro que no la amaba... El penúltimo cap. fue el final perfecto (sacando lo imperdonable de que Sasuke le diera el golpecito a la pelirosa que le daba mi amado Itachi a él, eso no me gustó para nada. Y que afearas al hermoso de Gaara con ese peinado de abuelo en el último, Kishi-baka ¬_¬)

Ahora, no voy a negar que hubo pequeñas cosas que si me gustaron como poder ver a Naru de Hokage-sexy XD y que la única pareja hétero que me gustaba y que siempre me pareció canon se hiciera realidad, el ShikaTema <3

Y por supuesto, a pesar de que ambos se quedaron con otras, verles en la cara que no son muy felices que digamos (a mi no me jodan, pareció como si se hubieran casado solo por corresponder al amor que ellas les tenían y no porque las amaran ¬_¬). Naruto se la pasa trabajando y Sasuke parece que tuvo una hija solo para continuar el clan y a quién iba a elegir si no a Sakura, la única chica del equipo 7 (Kishi es yaoista, a mí no me engaña ni con ese final), pero claro esa es mi opinión y me dolió ver en parte esas caras de amargados en los dos, sobre todo en Naru que pareció perder su sonrisa u_u

Por lo tanto, un final cliché no podrá contra toooodo un manga tan SasuNaruSasu para mí (si uno de los dos hubiera sido del sexo opuesto sabemos como hubiera terminado el cuento, pero no...), y no cambiará el amor que tengo por esta pareja que son almas gemelas en tooodo sentido, ¡He dicho!

 

Dejando de lado mis desvaríos, paso a agradecer:

jasmin-56, yaoi-lovers, kaoru_himura, neko-ley, nasuke20, alejandra, carliiz, pexan09, Maria-sama, MaruUchiha x2 XD, Monkey K, chrome schiffer y a pesar de no haber contestado el rw (me aparece 1 como "sin contestar" pero cuando entro no encuentro ninguno ¿WTF?), pero en face me aclaraste que es tuyo Zanzamaru. No entiendo porque no puedo leerlo y me da pena u_u, yo quería contestarlo... Si hay alguien que me salteé dígamelo y lo agregaré sin falta. No me gusta dejar sin contestar o agradecer a nadie ya que se tomaron su tiempo para dejarme un mensajito <3

Bueno los voy dejando y les aviso, por último, que subiré dos historias nuevas y les deberé (para quien lo lea) la continuación del ItaDei, ya que es con el que más bloqueada estoy, aunque ya empecé a escribir la continuación. Sé que muchas/os querrán matarme por subir nuevas, pero si tengo que esperar a terminar las primeras, se me va a ir la inspiración para estas... Perdón.

Les dejo muchos besos y que reciban el 2015 de la mejor manera! Espero leerlos pronto! (^_^)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).