Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Quién eres realmente? por SunaLove51

[Reviews - 163]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto que cada día está más sádico ¬_¬u

Aclaración: Konoha en este fic será un típico pueblo (después de todo en el manga lo es), donde la mayoría de la gente se conoce y que queda a pocos kilometros de Tokio.

Ahora si espero que les guste! ^u^

Konoha. 1 mes atrás…

 

 -¡Okâsan! -Un rubio gritaba rodando por la cama y enredándose en las sábanas-¡¡OKÂSAAANN!!-Volvió a hacerlo de forma estridente y con desesperación, para luego chocar su rostro contra el frío suelo al caer de la cama. Esto ocasionó que reaccionara sentándose de repente, acariciando su frente y nariz tratando de disminuir el dolor.

 -Auch...Eso dolió... -mencionó con un puchero.

 Al cabo de un momento la puerta de su habitación fue abierta por una mujer de largo cabello rojo y ojos lila. En su cara traía una clara expresión de ansiedad.

 -Naru-chan, mi bebé ¿Qué pasó? -dijo con el corazón en la boca.

 -Okâsan dime, dime que no es verdad -Rogaba a su madre con lágrimas en los ojos.

 -¿Qué Naru-chan? ¿De qué estás hablando?

 -¡Dime que no se acabó todo el ramen del mundo!

 El rostro de la mujer comenzó a transformarse al tiempo que pedía a Kamisama paciencia y autocontrol...

 -"Tranquila Kushina... ¡No puedes matarlo! Es tu tierno y tonto retoño...".

 Naruto, mientras tanto, seguía observándola con sus ojos azules bien abiertos.

 -¿Por qué tienes ese aura oscura al rededor? preguntó el joven a su madre que paso a paso se acercaba a él.

 No solo era un poco despistado, sino que tenía el mal hábito de no saber cuándo callar. Bah, era un bocón.

 Kushina se inclinó frente al rubio tomando sus dos mejillas y estirándolas como si de algo elástico se tratara.

 -Naru-chaaaan... ¿Por qué crees?

 Con solo escuchar el tono empleado por su "dulce" mami y ver su sonrisa aterradora tembló. Podría ser distraído, sin embargo tenía el suficiente instinto de supervivencia, como para no tentar más su suerte.

 -¡Lo siento, lo siento! -pronunció logrando que Kushina lo soltara y mirándola con carita de cachorro apaleado.

 La pelirroja hizo un vano intento de seguir mirando a su hijo con enojo porque sabía que era una batalla perdida...

 -"Este niño es todo un manipulador" -pensó dando un largo suspiro.

 Solo había dos personas en el mundo que lograban con rapidez apaciguar a la fiera que había en su interior. Uno era su adorado rubiecito al que era capaz de perdonar cualquier cosa. Además, ¿Cómo podría juzgarlo duramente si había sacado su personalidad? Más allá de que su apariencia fuera una mezcla perfecta de ella y su marido.

 -"El símbolo de nuestra perfecta unión" -Sonrió mentalmente.

 El otro era, precisamente, Minato su paciente y amoroso esposo. Que además de la paciencia antes mencionada, tenía técnicas mucho más efectivas para convencerla.

 Un sonrojo se apoderó de su rostro y tuvo que sacudir su cabeza de un lado a otro para poder despejar su mente.

 -"Que estoy pensando en frente de mi hijo" -Se reprendió.

 Se arrodilló frente a Naruto y acarició su rostro con la palma de su mano.

 -¿No deberías prepararte para ir a trabajar?

 -¿Qué hora es?

 -Las 6 PM.

 Naruto abrió los ojos hasta lo imposible.

 -AAAHH OKÂSAAAN ¡¿POR QUÉ NO ME DESPERTASTE?! -exclamaba corriendo de una punta a la otra de su cuarto, vaciando el contenido de los cajones que iba abriendo en el proceso, para poder encontrar algo que vestir.

 Kushina solo observaba las prendas volar por el aire con una gota en la sien.

 -"Es como un remolino" -Suspiró por segunda vez-"Ay... Este hijo mío".

 Para luego salir del cuarto, pero debiendo volver para avisarle a su hijo que en la cocina tenía algo para comer, a lo cual este le respondió que bajaría una vez que hubiera tomado un baño.

 Se alejo encaminándose a las escaleras y comenzó a bajar cuando sintió un mareo del cual se recupero rápidamente. Decidió entonces caminar lentamente, por si el mareo regresaba y de esta forma llegó a la cocina, encontrando a su esposo sentado a la pequeña mesa, leyendo atentamente un papel con semblante demasiado serio. Algo inusual en él.

 Al percatarse de que su mujer había ingresado, dejó los papeles a un lado y trató de recomponer su habitual actitud de tranquilidad, no contando con que no podía engañar a la mujer que lo conocía como a la palma de su mano.

 -¿Qué son esos papeles Minato?

 -Nada importante amor, solo es trabajo que traje a casa para no atrasarme.

 La pelirroja, que estaba parada frente a él, alejó una de las sillas de la mesa y tomó asiento. Apoyo uno de sus codos sobre esta, para poder usar la palma de su mano de apoyo de su mentón. Lo miró fijamente levantando una de sus cejas en una clara expresión que rezaba "No intentes engañarme. No lo lograrás". Se conocían a tal nivel de intimidad, que la mayoría de las veces no necesitaban de palabras para comprender al otro.

 Su mujer sabía a la perfección que le estaba mintiendo.

 -Ok, si son importantes, pero será mejor que hablemos más tarde.

 -¿Por qué más tarde?

 Su pregunta fue contestada, al ver una ráfaga amarilla pasar junto a ambos y dirigirse hacia la mesada tomando un sándwich y un vaso con jugo que estaban sobre ella esperándolo. Cuando terminó su pequeña merienda, retrocedió sobre sus pasos mientras se cruzaba su morral (que hasta ese momento sostenía con una mano), sobre su pecho.

 -Ya me voy ¡Hasta luego Okâsan, Otousan! -Se apresuro hasta la entrada principal atravesando la sala. En el momento en que estaba por abrir la puerta, la voz de su madre lo detuvo.

 -Espera -dijo para acercarse y besar su frente.

 El joven cambió su cara de sorpresa, por otra de total felicidad, haciendo que esta fuera adornada por la mejor de sus sonrisas que (en su mayoría), eran dirigidas a su madre.

 Por fin cruzó la puerta saliendo al jardín y después a la calle escuchando a su madre una última vez.

 -¡Cuídate mucho! -Terminó de decir y un minuto después sintió nuevamente un mareo teniendo que sujetarse del marco de la puerta.

 -Kushina... ¿Estás bien? -Su esposo la había seguido pero no se había dado cuenta de eso.

 Giró levemente para contestar, pero su vista se nublo.

 -Mina... -Solo atinó a decir antes de desplomarse.

 El rubio la atrapo antes de que su cabeza chocara contra el piso.

 -¿Kushina?... ¡¿KUSHINA?! -La llamó sin obtener respuesta.

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 Un Aston Martin Vanquish color negro corría a toda velocidad por las calles de Konoha. El conductor no quería que nadie se le quedara viendo y pasar la menor cantidad de tiempo recorriendo ese pueblucho. Le importaba muy poco que su familia fuera una de las fundadoras y que la propiedad más antigua (una mansión tradicional), les perteneciera. Para él no era más que una pocilga.

 -Sasuke... ¿Podrías bajar la velocidad o quieres matarnos a ambos? -preguntó su acompañante con total tranquilidad.

 -¿Podrías dejarme conducir en paz? Voy a hacerlo a la velocidad que me plazca-

 -"¿En paz? Sí, claro..." -pensó Gaara sarcásticamente.

 Y el pelirrojo se pregunto una vez más...

 -"¿Qué carajo hago aguantando a este tipo?" -Empezando a repasar los diversos motivos que lo habían hecho cercano a Sasuke. Porque dudaba de si podía llamarse "amigo" y dudaba de que el moreno tuviera alguno. Ya que él era demasiado cerrado a los demás como para permitir que alguien se le acercara lo suficiente para romper sus defensas.

 Llevó su mente años atrás perdiéndose en los recuerdos... Se habían conocido en la secundaria y extrañamente, a pesar de ser tan fríos con los otros, entre ellos habían congeniado. Suponía que el que él fuera mentalmente superior al alumnado restante, lo hizo (a ojos del Uchiha), digno de ser su compañía. Sumado al hecho de que ambos odiaban a sus padres.

 Cuando quiso darse cuenta ya andaba con el moreno de un lado a otro.

 Al pasar los años siguieron viéndose para hablar de trabajo o cosas triviales como el amante de turno de cada uno. Tema al que el de cabellos negros siempre tenía mucho para aportar. Incluso él mismo podía incluirse entre los "trofeos de caza" que su compañero podría colgar de su pared.

 No había sido nada del otro mundo, solo una de tantas salidas a un bar, muchas copas de más y las ganas excesivas de sexo de ambos. Haciendo que terminaran en una cama devorándose y a la mañana siguiente con una resaca que duraría varios días. Por suerte para ambos, eran lo suficiente realistas para no sentirse incómodos con el otro al caer en lo que había pasado. Sabiendo perfectamente que había sido un desfogue y quizá en el fondo, una manera de paliar la soledad.

 Después de eso siguieron como si nada hubiera pasado hasta el día de hoy.

 -"Tal vez sea que es porque puedo entender, en parte, su soledad" -Meditó.

 -¿Qué pasa Gaara? Pensé que seguirías quejándote.

 -No sé de qué te asombras, nunca fui de hablar mucho.

 El moreno sonrió de medio lado.

 -Sí, lo sé -Mirándolo de costado.

 -Aún así quiero saber la razón de que estemos en un lugar que claramente no soportas.

 -Digamos que vine a ver a un amigo.

 -Así que al final si tenías un amigo -Rió con una suave carcajada.

 -Hump, que gracioso...

 Luego de esa pequeña charla quedaron en silencio hasta llegar (luego de 10 minutos), hasta una edificación que se asemejaba a una fábrica o depósito. Era de forma sencilla, con altas paredes, pero resaltaba por el color amarillo con el que estaba pintada.

 Bajaron del auto y antes de poder dar un par de pasos sobre la vereda, del lugar salió un hombre de aproximadamente 30 años, cabello castaño oscuro y largo, piel morena y una cicatriz en el rostro que cruzaba sobre su nariz de una mejilla a la otra.

 -Sasuke-kun que alegría, pensé que no podrías venir -Y después de decir esto envolvió a Sasuke en un fuerte abrazo, que para sorpresa de Gaara, el Uchiha no rechazó y por el contrario devolvió con ganas.

 -Jamás prometo nada que no pueda o quiera cumplir Iruka.

 -Oh, perdón no saludé a tu compañero -Se giro hacia el pelirrojo-.Soy Umino Iruka, fui mayordomo de la familia Uchiha por muchos años. Es un gusto... -Espero a que Gaara hablara.

 -Sabaku no Gaara, es un gusto conocerlo Umino-san -Se presento haciendo una reverencia.

 -Igualmente Sabaku-san, pero llámeme solo Iruka.

-Si Ud. me llama Gaara.

 El mayor asintió y dijo con entusiasmo.

 -Pero pasen, pasen -Hasta que sintió que tiraban insistentemente de su sweater. Bajo su mirada y se encontró con Konohamaru, uno de los niños que el albergaba y del cual se había hecho cargo luego de que muriera su abuelo.

 -Nee nee Iruka-san ¿Cuándo va a venir Naru- niichan?

 -Konohamaru -El mayor tomo al pequeño de los hombros-.Sabes que Naruto-kun no puede venir todos los días porque trabaja y estudia. Pero prometió que mañana pasaría por aquí.

 La cara del niño se iluminó. El quería mucho a su rubio niichan y por esa razón deseaba crecer cuanto antes para que él lo reconociera como su igual y así aceptara que él sería el único digno de protegerlo. Odiaba cuando los demás se acercaban a él tratando de sobrepasarse, cosa que sucedía seguido.

 -Por cierto Konohamaru, no saludaste a nuestros invitados -Remarcó el mayor.

 El niño, de brazos cruzados, observo de arriba a abajo a los hombres.

 -"Por su ropa fina y su postura se notan que son niños mimados y ricachones" -Haciendo una mueca de desprecio.

 Gaara solo le hecho una mirada superficial.

 Por el contrario, Sasuke lo observaba desde arriba con los ojos entrecerrados.

 -"¿Qué le pasa a este pigmeo?" -A la vez que una de sus cejas temblaba por un tic. 

 Se miraron mutuamente lanzando rayos por sus ojos, deseando de esta manera fulminar al otro.

 Sin embargo por compromiso (y por no hacer quedar mal a Iruka), el pequeño saludó con una rígida reverencia y dijo un forzado "Bienvenidos", para luego salir corriendo.

 Los tres hombres por fin pudieron ingresar al lugar y pasaron la tarde entre charla y té.

 La compañía de Iruka siempre lo reconfortaba, y por ese motivo las horas habían pasado volando.

 En ese momento se encontraba camino a la antigua mansión de su familia, lugar del que, en gran parte, guardaba malos recuerdos.

 Se quedaría un par de días más para ultimar detalles con Iruka de la fundación y regresaría a Tokio.

 Le molestaba volver a la antigua mansión familiar, por eso trataba de concentrarse en el hecho de que dos días pasarían de manera rápida, sobre todo si durante el día lo pasaba fuera de ese lugar y porque no la mayoría de la noche.

 Se había perdido tanto en sus pensamientos que apenas pudo sentir la advertencia de Gaara diciendo:

-"¡Cuidado!" -Y reaccionar para poder frenar a tiempo y no atropellar a un chico que cruzaba en ese instante por esa esquina.

 Trato de ver hacía adelante, pero el reflejo de los rayos del sol chocando contra el parabrisas solo le permitió distinguir una silueta delgada que se encontraba estática.

 -Oye imbécil ¿Estás ciego y crees que por tener un autito de lujo las calles te pertenecen? -Le gritó el muchacho, con una voz que lo irritó al instante.

 -Si quisiera, seguro podría comprar las calles de tu pueblito de cuarta. Pero no invierto en cosas que no valen la pena -dijo con superioridad.

 -Oh perdón... ¡Gran idiota-sama! No sabía que Kami había bajado a la tierra -contesto el rubio con falso tono de reverencia.

 Gaara tosió para disimular una carcajada ganándose una mirada fulminante de Sasuke.

 -Lo único que bakas como tu deberían saber es que deben de tener cuidado de no abollar con su cabeza hueca autos que no podrían pagar ni en 10 vidas -Trató de rebajar nuevamente a Naruto.

 Gaara a medida que escuchaba la retahíla de insultos se asombraba más y más de que el moreno le siguiera el juego al otro, ya que él jamás le seguía una discusión a nadie y menos a alguien que consideraba claramente inferior. Por lo general ignoraba a cualquiera, salvo a su hermano, pero ese era otro tema.

 El muchacho rubio (Gaara si podía apreciarlo desde su posición), tenía apariencia aniñada pero retrucaba a la perfección cualquier frase con rapidez.

-"Esto es divertido" -Sonrió con ese pensamiento.

 -¿Ah sí? -pronunció el rubiecito de manera dulce y con sonrisa maliciosa.

 El pelirrojo al mirar ese bello rostro y la expresión en él supo que algo malo iba a pasar...

 Sasuke, por su parte no se dio cuenta de nada hasta que por su visión periférica pudo observar un borrón amarillo pasar como un rayo y sus oídos se contrajeron de dolor por culpa de un chirrido metálico.

 Abrió los ojos con terror y casi de un salto salió del auto para comprobar que sus temores tenían fundamento.

 Su auto, su amado y hermoso auto (no por nada era su favorito), en uno de los laterales estaba atravesado a lo largo, de punta a punta, por un profundo y grueso rayón.

 -¡¡Ese hijo de puta!! -gritó y después miró hacia el lugar por donde había escapado el atacante.

 A lo lejos, casi llegando a la otra esquina, vio a un rubio (su cabello era lo único que podía distinguir a esa distancia con claridad), levantar la mano a la vez que gritaba.

 -Es verdad que no puedo pagarlo, pero ¿Sabes qué? -Hizo una pausa-¡¡ME IMPORTA UNA MIERDA!! -Mientras cerraba su mano en un puño y levantaba solo el dedo medio.

 -¡Que te sea leve TEME! -Y se echó a correr.

 Se sentía tan ligero. Le encantaba poner a idiotas de ese calibre en su lugar.

 El Uchiha se quedó temblando de furia, apretó los dientes y alzó la voz de tal manera, que las personas que pasaban cerca sintieron miedo.

 -¡¡CUANDO TE ENCUENTRE TE VOY A ARRANCAR EL HÍGADO CON UNA CUCHARA MALDITO USURATONKACHI!!

 Gaara, por otro lado, ponía todo de sí para no estallar de la risa.

 -"Pensé que esto sería divertido, pero ese chico superó mis expectativa con creces"-Sonrió ampliamente.

Continuará...

 

 

Notas finales:

Bueno sé que quizá esperaban que continuara en el punto en donde lo dejé en el primer cap. pero desde un principio tenía planeado hacer un salto temporal para mostrar como Naru llegó al punto de donde parte el prólogo.

Por otro lado demostrar que el teme ya conocía a Naru. 

La vida dara muchos giros íronicos para el Uchiha, el primero es que deteste y desee a la misma persona sin saberlo XP

Y también el comienzo de la enfermedad de Kushina entre otras cosas...

Bueno antes de despedirme quería agradecer, más allá de que conteste sus rw, a:

NIR KAR_magi le fay_Misaki Heartfilia_neko-chan X3_sayoko_shinepalb_kiki_gemma.

Gracias por su apoyo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).