Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Quién eres realmente? por SunaLove51

[Reviews - 163]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto no me pertenecen sino a Masashi Kishimoto que refuerza mi vena masoquista día a día... u_u

 Antes que nada quería pedir disculpas por el retraso pero el final del cap. no quería salir de mi cabeza... Ahora entiendo a la perfección cuando algunas autoras hablan de bloqueo, aunque en mi caso fue una pequeña traba XP Pero trataré de avanzar en la historia aunque tenga que exprimirme el cerebro >_<

 -EL VUELO PROVENIENTE DE PARÍS ESTÁ PRÓXIMO A ARRIBAR EN 30 MINUTOS -La voz femenina que se escuchó por los alto parlantes del aeropuerto  internacional de Narita puso sobre aviso a las personas que se encontraban esperando, entre ellos un moreno de cabello largo y negro, ojos como el carbón, con ojeras en su rostro, que por el contrario a la mayoría de las personas, le daba un toque de madurez, haciéndolo más apuesto.

 Había llegado puntual, no obstante al observar la cartelera y ver que el vuelo que traería a su madre llegaría con retraso decidió ir por un café bien cargado.

 En primera instancia estaba por hacerlo en alguna cafetería que formara parte de las instalaciones del mismo aeropuerto, puesto que no quería alejarse mucho del lugar y por sobre todo, porque el cansancio lo estaba venciendo. La noche anterior trató de dormir (sin ningún éxito), para poder recibir a Mikoto con buen semblante, pues sabía que si percibía su preocupación la arrastraría con él al mismo estado de ánimo. No deseaba eso, ya que casi la había obligado a partir en su momento a otro país para poder encontrar un poco de paz. Sin embargo la congestión de gente en el lugar parecía taladrar su cerebro, logrando que el leve dolor de cabeza con el que cargaba aumentara de intensidad. No podía esperar ni 5 minutos allí o se derrumbaría, así que optó por preguntar a uno de los guardias del lugar por un sitio en donde tomar un buen café negro. El hombre mayor, muy amablemente, le indicó de una cafetería que se ubicaba solo a un par de calles y de ese modo logró llegar a un establecimiento pequeño pero agradable y lo más importante, tranquilo en el cual pudo por fin calmar un poco su migraña. Por el contrario, su ansiedad iba en aumento.

 El día anterior había intentado contactar con su hermano y como de costumbre le contestó la voz apática del mismo grabada en su contestado. 

 -En este momento no me encuentro, deja tu mensaje si es algo importante, sino ni te molestes...piiiiii -Siempre era lo mismo... Ya ni siquiera esperaba que le devolviera la llamada.

 Con los años su trato se había vuelto frío y distante. Aún así él intentaba que mejorara a pesar de que se sentía traicionado por la decisión de Sasuke de internar a su padre en un psiquiátrico sin su consentimiento.

 Sabía que esos dos no tenían la mejor de las relaciones padre/hijo, pero no pudo percibir hasta que punto su hermano odiaba al hombre que les dio la vida. La culpa lo estaba matando por dejar de lado a Sasuke, para lograr enorgullecer a Fugaku sin poder percibir lo que se avecinaba para su familia.

 Sin embargo, seguía siendo su ototo, que a pesar de ser ya un hombre, seguía cometiendo errores y aunque él no lo deseara, era su deber protegerlo, aún de su propia estupidez.

 -"Y yo que pensé que el regreso de nuestra madre al menos le importaría un poco..." -Se desanimó.

 Volvió al aeropuerto a esperar a su madre y luego de 10 minutos del último aviso pudo divisar a la mujer caminando en su dirección con una sonrisa en su rostro, que a pesar de los años seguía siendo hermoso.

 Con casi 50 años aún hacia que los hombres voltearan a verla. Su cabello era de un negro ébano casi a mitad de espalda. Se encontraba alisado con un flequillo recto que le daba un aire juvenil y enmarcaba a la perfección sus ojos profundos y negros, armonizando con su piel blanca y sus facciones delicadas. Características que compartía con su hijo menor, salvo por su sonrisa, que su ototo había perdido mucho antes de la pre adolescencia.

 Mikoto apuró el paso para tomar entre sus brazos a Itachi.

 No podía negar que el haber vivido en el exterior el último año había dado tranquilidad a su alma. Pero era consciente que si no hubiera sido por la insistencia de su hijo mayor cada vez que la llamaba, su regreso se habría producido mucho antes.

 -Mi amor... No sabes cuánto te extrañé. Deseaba tanto hacer esto -dijo al borde de las lágrimas.

 -Yo también, Okâ-sama...

 -No necesitas hablarme con tanto respeto, no estás hablando con tu padre... -recriminó con tristeza.

 -Está bien -Sonrió-Okâsan...

 -Mucho mejor. Y dime... ¿Sasuke? -pronunció en voz baja.

 -Las cosas no han cambiado, aunque lo intenté... -Itachi se separó de su madre y bajó la mirada.

 La mujer al ver ese gesto de pena, tomó el mentón de su niño (porque no importaba que frente a ella tuviera a un hermoso hombre hecho y derecho. Siempre sería su pequeño), lo hizo levantar el rostro para poder mirarlo a los ojos.

 -Cambia esa cara hijo... Volví con la intención de solucionar las cosas y esta vez no importa lo que digas, no voy a huir.

 El moreno amplió su sonrisa.

 -Y yo te ayudaré.

 Le ofreció uno de sus brazos y su madre lo tomó gustosa.

 De esta manera se encaminaron a la salida con ánimos renovados.

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 Se podía observar una sala a oscuras que de repente se vio tenuemente iluminado por la luz de la calle al abrirse la entrada principal.

 Naruto llegaba totalmente agotado, no solo por su trabajo sino también por la universidad. Sentía que si se relajaba por un momento, su cuerpo se enfriaría y sería incapaz de funcionar por varias horas.

 Y claro, sin contar con la discusión que tuvo con ese teme engreído en la tarde.

 -¡Ja! -Se le escapó recordando cómo había terminado aquella discusión. O mejor dicho, lo que había hecho.

 Un poco de culpa se alojaba en su interior. No por el moreno, claro que no... Se lo tenía merecido por fanfarrón e imbécil.

 -"¿Qué clase de persona después de casi matarte, encima trata de humillarte?".

 -Lo que hice se lo ganó a pulso por baka -masculló.

Pero le daba pena haber arruinado un auto tan fabuloso… Fue casi un pecado.

 -Como sea... -Otro en su lugar hubiera estado nervioso, pero él se encontraba tranquilo porque era seguro que el moreno estirado y su acompañante pelirrojo no eran de Konoha. Eran personas de dinero, quizá de Tokio o alguna gran urbe. Además si se hubieran mudado al pueblo por alguna razón ya estaría enterado del chisme, porque en Konoha las noticias volaban, sobre todo las malas o que tengan que ver con hombres con dinero, guapos y disponibles, características en la que esos dos parecían encajar.

 Dejando las divagaciones sobre temes idiotas a un lado, por fin cayó en cuenta del silencio que recorría la casa.

 -¿Okâsan?... -Llamó sin obtener respuesta. Algo que le resultó extraño, porque a pesar de que eran más de 1 am, su madre siempre lo esperaba con el baño preparado.

 Estaba por subir las escaleras cuando el timbre del teléfono lo sobresaltó.

 -Kusooo… -Su corazón se había saltado un par de latidos por el susto- Nunca más voy a dejar que el tonto de Sai me provoque para que acepte ver de nuevo con él It -Retrocedió y atendió la llamada.

 -Diga…

 -Hola Naruto -respondió una tranquila voz

 -Otousan ¿Dónde estás?

 -Tu madre y yo estamos en una cena y llegaremos tarde -Su voz seguía tranquila pero Naruto no sabía porque estaba intranquilo.

 -Es raro que Okâsan no me haya avisado… -Tanteó para oír la respuesta del otro.

 -Mi jefe nos invitó de imprevisto.

 -Mmmm… Ok, tomaré un baño y me iré a dormir.

 -Sí, es mejor que descanses. Incluso deberías llamar a Iruka-san y decirle que no puedes ayudarlo mañana. No es bueno que te sobre esfuerces.

 El rubio menor frunció un poco el ceño.

 -Sabes que me gusta ayudar en el hogar de niños. Además se lo prometí a Iruka-sensei y yo cumplo mis promesas.

 -Está bien Naru… -Minato sabía que no habría fuerza humana que hiciera cambiar de parecer a su hijo, era algo que había sacado de su linda esposa.

 -Bueno, entonces que duermas bien hijo.

 -Sí, saluda a Okâ-san.

 Esa llamada le provocaba una sensación extraña, como si su padre no hubiera sido completamente sincero. Pero por el momento no podía hacer nada. Así que se dio su tan ansiado baño para después meterse en la cama y dejarse llevar en los brazos de Morfeo.

 La mañana llegó haciendo que los rayos del sol se colaran a través de la ventana dando de lleno en su rostro. Esto provocó que comenzara a abrir los ojos lentamente con pesadez y girara su cabeza haciendo que su campo de visión se centrara en el despertador que marcaba las 8:40 am.

 -¡¿PERO QUÉ?! -Salto de la cama y corrió hacía el baño para lavarse los dientes, la cara y tratar de arreglar un poco su pelo.

 -“Naaaaa… El cabello lo dejo así, no tiene sentido” -Poniendo una cara zorruna.

 Bajo por las escaleras ya vestido con unas converse negras, unos jeans del mismo color y una remera de franjas naranja y azul marino. Tomó su morral y salió corriendo, no quería hacer esperar a Iruka.

 Al cabo de 10 minutos pudo divisar al castaño en la entrada principal del hogar conversando con dos hombres. Antes de llegar al lugar donde se encontraba su paso fue interrumpido por Konohamaru.

 -¡¡Naruto Niichan!! -Corrió hacia el rubio y se trepo a él como si fuera un koala.

 -Konohamaru-chan… Me estás asfixiando... Cuantas veces te dije que no hicieras esto.

 -Pero solo quiero estar con Naru-niichan y si no lo hago te escaparás -Soltándose con un puchero.

 Naruto le regaló una gran sonrisa haciendo que el menor quedara embobado.

 -Gracias…

 -¿Gracias por qué? -Un sonrojado Konohamaru giro su rostro a un lado- Es normal que quiera estar con la persona que será mi pareja.

 -Primero has la fila, enano -Se oyó una voz grave.

 Tanto el niño como Naruto se voltearon para ver a un hombre alto, con el pelo naranja y piercings en la cara.

 -Yahiko… ¿Qué haces aquí? -Mirando con duda a su jefe.

 -Traje unas cajas con víveres para Iruka-san y luego salí a fumar -La conversación fue cortada por el niño.

 -Es obvio que Naru-niichan tiene a muchos babosos detrás de él, pero yo soy mejor que todos ellos -Sacando pecho con orgullo.

 -Konohamaru-chan ya habíamos hablado de eso… -Lo miró con un poco de pena.

 -¡Y yo te dije que no me daré por vencido! -Concluyó para irse, no sin antes echarle una mirada de desconfianza a Pain.

 -Creo que el mocoso me odia -Lanzó burlonamente mientras el rubio veía alejarse al pequeño.

 -Tú no haces mucho para que eso cambie -Lo miró de manera acusadora.

 -Es divertido molestarlo, aunque admito que tiene determinación -Sonrió.

 -Cosa que a algunos les falta… ¿No es así Yahiko? -Se burlo el más chico.

 -No sé de qué me hablas… -El peli naranja se hizo el desentendido-Y ya te dije que me digas Pain, PA-IN -Le regañó tirando de su oreja.

 -Auuuch, ¡SUELTAME! -Se separó del agarre de un manotazo-¡Sigue soñando YA-HI-KO! -dijo lentamente para luego sacarle la lengua.

 El otro hizo un gesto de cansancio.

-Sigues siendo un mocoso.

-Da igual -Se encogió de hombros -Y por cierto… ¿Quiénes son esos? -Apuntó con la cabeza hacia las personas que estaban con el castaño.

 -Parece que son conocidos de Iruka-san, aunque son bastante estirados.

 -Se me hacen conocidos… -Naruto trataba de recordar, hasta que un fogonazo trajo a su memoria los recuerdos de la tarde anterior. Específicamente de un moreno gritando que le arrancaría el hígado.

 Su rostro palideció de pronto.

 -“Oh mierda… ¡Mierda! -Comenzó a retroceder hasta que fue detenido por Pain.

 -¿Qué pasa? -Pain pregunto con preocupación.

 -Creo que estoy en problemas… ¡Acompáñame! -Tomó al más grande del brazo para casi arrastrarlo.

 -Lo haré si me lo explicas todo -Se negaba a moverse ni un milímetro.

-Sí, sí. Incluso te haré un striptease si así caminas de una puta vez.

-Eso sería interesante -Puso cara de pensar la oferta para molestar al menor.

-No seas idiota -Y por fin pudo mover al otro.

 No tenía pensado contar lo sucedido a nadie, pero necesitaba un cómplice por si debía huir.

 El hogar se ubicaba en una esquina, por lo que tenía una puerta adicional que daba a otra calle a la cual se dirigieron. La puerta tenía un aspecto menos vistoso que la principal y era por la que se llegaba directamente a la cocina del lugar. Entraron gracias a la llave que tenía Naruto ya que él era quien se encargaba de todo si Iruka faltaba por algún motivo, cosa que pocas veces había sucedido.

 -¿Qué hiciste pequeño demonio? -dijo Pain con picardía. El rubio se quedo estático.

 -Nada que no se haya buscado ese -Las palabras salieron con desprecio.

 -Así que no fue en contra de los dos y adivino que fue contra el pelinegro -El menor se sorprendió por su acierto.

 -¿Cómo sabes eso?

 -Es fácil, Iruka me los presento a ambos. El pelirrojo fue frío, pero amable. Pero el otro me miró como si fuera un insecto.

 -“Ese bastardo idiota” -Naruto sintió rabia ¿Quién se creía ese teme para tratar así a los demás?-“Debería haber hecho algo peor que rayarle el auto, debería habérselo prendido fuego”

 Decidió prepararse un ramen de desayuno. Pain por su parte solo se sirvió un poco de café.

 -Suéltalo todo -Por fin habló el mayor.

 -Ok -Suspiró y comenzó con el relato. Al acabar sintió que su compañero se ahogaba y lo miró.

 -Por Kami Naruto, a veces creo que eres Lucifer -Se reía el peli naranja suavemente y lo decía en serio. Ese niño era tan bello como un ángel y tan peligroso como un demonio.

 Luego charlaron de otras cosas hasta que Iruka apareció solo y ayudaron al castaño en algunas tareas de refacción.

 Hacia el atardecer se despidieron de él y partieron rumbo al bar que pertenecía a Pain y sus amigos Konan y Nagato.

 -¿Crees que Konan-neechan esté esperando? -Esperó ver alguna reacción al nombrar a la chica.

 -No tengo idea -contesto con indiferencia.

Naruto suspiró. Su amigo podía ser tan maduro y protector, pero también un soberano tonto ¿Cuándo se iba a dar cuenta de los sentimientos de su neechan? Esperaba que no muy tarde.

 Su celular vibró a causa de un mensaje de texto.

 -Naru-chan al salir del trabajo ven directo a casa -decía y le pareció extraño ya que solo en ocasiones especiales se quedaba fuera de horario en el bar y no salía mucho de noche.

 Otra vez tuvo esa extraña sensación como cuando charló con su padre la noche anterior.

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=*

 

 

 -Okaeri Nasai Sasuke-sama -Cada miembro de la servidumbre que se encontraba repetía la misma frase una y otra vez al tiempo que hacían una reverencia. Él solo se limitaba a hacer una leve inclinación de cabeza, más por educación, que porque le importaran.

 Habían pasado largos años desde su última visita a ese lugar y desde que Iruka, el único sirviente que había llegado a apreciar, incluso querer se había marchado.

 El castaño cuidaba de él y se convirtió en el hermano que no pudo hallar en Itachi, puesto que este siempre se encontraba ocupado tratando de complacer a su padre que lo preparaba para ser su perfecto sucesor.

 Iruka le dio el cariño y atención que pedía a gritos de pequeño, hasta que su “querido padre” lo obligó a mudarse con su tío para sacarlo del camino.

 Es por eso que lo estaba ayudando con la fundación de un nuevo hogar, aunque él no se lo haya pedido. Sin embargo cuando después de tanto tiempo sin verlo, el mayor le comentó que se había vuelto maestro y levantado un pequeño refugio para los niños no dudo ni un segundo en ofrecerse como benefactor, con la condición de que nadie supiera de ello.

 -Siempre haciéndote el duro Sasuke-kun -Le había sonreído-Pero veo que sigues siendo de corazón amable -Él era uno de los pocos que conocía ese lado de el moreno aparte de su familia y con ellos estaba distanciado.

 Después de un largo camino por fin pudo salir de ese lugar que lo asfixiaba.

Todo el día, luego de la visita a Iruka por la mañana, se la pasó dando vueltas por el pueblo hasta que Gaara le pidió que regresaran para descansar un poco. Acepto a regañadientes y decidió hacer lo mismo para no pensar. No obstante, al despertar de su siesta tomo una ducha y mando a llamar al pelirrojo para cenar. Luego de la cena decidieron salir por un trago ya que Sasuke no aguantaba mucho estar en ese lugar de manera consciente.

 Gaara ya lo esperaba afuera (ya que él había ido por su celular), en un Jaguar E-Type Roadster color rojo que antes que a él le había pertenecido a su padre. Un auto en que cualquier persona hubiera deseado viajar al menos una vez, pero él no podía olvidar a su amado Aston Martin y por consiguiente a quien lo había profanado.

 -Ese malnacido, me gustaría tenerlo aquí y retorcer su cuello… Grrr -mascullo.

 -¿Vas a quedarte más tiempo gruñendo en ese lugar o vamos a ir a algún lado? -pregunto Gaara con hastío-Ya, supéralo Sasuke.

 -Claro, como no destruyeron nada de tu propiedad...

 -Es solo un auto y puedes tener 50 de esos si lo deseas.

 -Eso no es lo importante.

 -Anímate y, ¿Quién sabe? Tal vez encontremos algo de diversión.

 -Lo dudo en un lugar como este -dijo casi con asco.

 Condujo hasta el centro del pueblo y estacionaron frente a un lugar muy concurrido en su mayoría por personas que iban de los 20 a los 30 años.

 -Se ve aceptable.

 -Hump… -Solo contesto el pelinegro.

 Descendieron del auto y se dirigieron hasta el custodio de la puerta que era un hombre de piel oscura, cabello blanco, grande y musculoso.

 En el preciso instante en que estaba por ofrecer algún dinero al gorila para que los dejaran saltearse la fila, un pelinaranja asomo la cabeza por la entrada.

-Bee, avísame cuando llegue la serpiente.

 -OK Boss -contestó animadamente y cuando Pain estaba por ingresar de nuevo se percató del moreno y el pelirrojo unos pasos atrás de este.

 -Oh, qué raro ver a personas de su categoría por aquí… -pronunció con sarcasmo.

 -Si hubiera algo mejor en este pueblo, ten por seguro que no estaríamos aquí.

 -“Ay Sasuke, no cambias” -Pensó su acompañante.

Pain dudo si dejar pasar al idiota soberbio, pero luego de analizarlo, no todos los días gente con bastante dinero como aquello dos venía a su local.

 -Bee déjalos pasar -Y le hizo una señal al moreno para que lo siguieran.

 Avanzaron por un pasillo que estaba tenuemente iluminado hasta salir a un lugar amplio. Pain empezó a indicar con una mano los sectores en que se dividía el establecimiento.

 -Hacia la izquierda tenemos el sector donde pueden tomar asiento, hacia la derecha la pista de baile y en la parte del frente la barra -Indicaba de manera indiferente.

 -¿Y eso hacia donde lleva? -Gaara señalaba una gran escalera que se encontraba en medio de la sección donde se disponían sillones (algunos con esquinero) y mesas bajas con estilo moderno de barios colores, que contrastaban con las paredes oscuras del lugar.

 -Ah esa… Digamos que llevan a un lugar donde puedes ponerte más cómodo -Le guiñó el ojo haciendo que Gaara le sonriera.

 -“Parecen adolescentes” -Sasuke se aburría.

 -Bueno, si me disculpan tengo un negocio que atender. Disfruten de la noche -Se fue echando una mirada al pelirrojo que se la devolvió.

 Ambos se dirigieron hacia los sillones y se sentaron, al pasar una mesera cerca la llamaron para pedir algo de beber.

 Gaara pidió un vino rojo y la chica de cabello largo y negro, con grandes atributos se giró hacía Sasuke lanzándole una mirada coqueta.

 -Y Ud.… ¿Qué desea tomar? -preguntó con voz melosa y haciendo sus brazos hacia atrás para dejar a la vista el escote profundo sobre sus grandes senos.

 -Por el momento un whisky en las rocas, luego quizá algo más fuerte -Apartó la mirada de su pecho y la miró a los ojos fijamente, para después sonreír de lado en señal de que había aceptado la “oferta” entre líneas de la morena.

 La chica les pidió permiso y se retiró para traer su pedido con una sonrisa triunfadora.

 -No pierdes el tiempo -Gaara miró de reojo.

 -Mira quién habla, el que hace media hora coqueteaba con el estúpido dueño del local.

 -Solo fui amable o, ¿Acaso estás celoso?

 -Ja, no quiero quedarme solo en este lugar cuando te vayas -Dirigió su vista hacía Pain que se encontraba a pocos metros de ellos mirando fijamente a su compañero-Además necesito un buen polvo y quién soy yo para rechazar uno.

 -Tienes razón -Gaara miraba a Pain con lujuria.

 Al cabo de una hora y varios tragos en el haber de ambos, Gaara se encontraba en la pista besando a Pain con fogosidad y Sasuke sin saber donde se había metido la mesera que estaba dispuesta a servirle “todo” lo que él deseara, se levantó de su asiento para buscar a alguien más y fue en ese instante cuando cruzó frente a él una cabellera rubia muy llamativa, lo que hizo que tuviera un “deja vu”.

 -No puede ser… -A pesar de no conocer su cara, algo le decía que ese era el maldito con el que se había cruzado el día anterior y comenzó a seguirlo.

 Por otro lado, Naruto subía por las escaleras quejándose de su suerte.

 -Chikushou… ¿Por qué Hinata cambió su lugar conmigo en la barra? Se notaba que no quería hacerlo. Seguro que hizo algo que enojó a Pain, pero porque yo tengo que aguantar a los clientes -Naruto había pedido atender en la barra desde hace un mes porque se había cansado de que los clientes quisieran propasarse. No quería que lo despidieran por mandar a alguien al hospital.

 Llego hasta uno de los cuartos que había en ese piso, que era iluminado con muy poca luz. Abrió la puerta después de pedir permiso y no obtener respuesta.

 -Qué raro… Dijeron que trajera esto al segundo cuarto a la derecha… -Refiriéndose a las bebidas que traía sobre una bandeja.

 Estaba por darse la vuelta cuando sintió que lo empujaban y cerraban la puerta tras de sí.

 Sasuke había seguido al chico y cuando lo vio entrar a uno de los cuarto actuó por impulso y lo empujó para después encerrarse con él. El otro intentó encararlo pero volvió a empujarlo y lo atrapo con su cuerpo dejando al chico rubio de cara a la pared. Este forcejeaba para liberarse mientras su cuerpo temblaba.

 Sasuke no sabía porque pero la situación lo estaba excitando y que su cautivo oliera de manera dulce, como a frutas y flores, no ayudaba a que su amiguito fiel siguiera en reposo.

 -“Creo que la falta de sexo me está afectando” -Trato de buscar para sí mismo una explicación coherente.

 -¡SUELTAME PERVERTIDO!

 -“Esa voz… ¡Es él! El imbécil que arruinó mi auto.” -Esa era toda la prueba que necesitaba.

 -¡TE DIJE QUE ME SUELTES CARAJO! -Mientras forcejeaba.

 Sasuke pegó su boca al oído del rubio y susurro de forma sensual, a la vez que restregaba su miembro contra el (por lo que podía sentir), re pingado trasero de Naruto.

 -Oh no… Te tengo en mis manos y por lo que hiciste me voy a divertir mucho contigo… Usuratonkachi.

 Naruto reconoció esa voz en segundos y empezó a sudar frío con un único pensamiento.

 -“¡Estoy muerto!"

Continuará...

 

 

Notas finales:

 

 Gracias por leer el cap. y como lo hice anteriormente quería aclarar un par de cosas sobre los personajes que aparecieron además de la parejita que amamos XP

 Pain/Yahiko: puse ambos nombres porque él solo deja que lo llamen por su nombre real a la gente por la cual siente un gran aprecio (que son pocos), y utiliza su apodo para imponer respeto. Su personalidad será una mescla del Yahiko original (leal, animado, noble, protector, etc), pero si no le agrada una persona será frío como "Pain".

 Konohamaru: se me antojó incluir algo de shota y quien mejor que el admirador n° 1 de nuestro adorable rubio XD Aunque claro, será un "amor" unilateral.

Hinata: así como a Pain al que no quiero hacerlo como el típico ex, tercero en discordia o villano, a ella le daré un aire de perra jajaja como en la peli Road to ninja.

 En cuanto a Itachi no creo que haga muchos cambios en su personalidad (¿Será porque lo amo? je), pero con Mikoto cuando llegue el momento quizá le ponga un carácter más fuerte, veremos.

 Bueno me despido y agradezco a genesis, NIR KAR y Misaki Heartfilia por sus rw.

 ¡Hasta a próxima, besos! ^_^)/


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).