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¿Quién eres realmente? por SunaLove51

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Notas del capitulo:

Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto que estira las cosas como chicle... ¬_¬

 

  Su día había comenzado como lo hacía de manera habitual. Se despertó a las 6 am y luego de cinco minutos se levantó para tomar su baño matutino. Trataba de relajar sus músculos con el agua tibia al no haber podido descansar lo suficiente por haber padecido de insomnio (algo ya común en él). Y no había ayudado mucho a su estado la llamada inesperada que recibió el día anterior de la mujer de la cual no tenía noticias desde hace más de un año, su madre.

 Cualquier persona se sentiría, no sé si feliz, pero cuanto menos aliviado, de que su madre después de tantos meses se contactara y diera noticias de vida. Por supuesto él no era alguien cualquiera y eso se debía a que no pertenecía a una familia "normal".

 La conversación con la mujer que le dio la vida, había sido más un monólogo por parte de esta al casi no obtener respuesta de su hijo, que no contestaba para que esta no se convirtiera en una discusión. Si hubiera respondido a sus reclamos hubiera tenido que ahondar en las razones del odio hacia su padre y el rencor hacía la debilidad de la mujer.

 Cuando la "charla" unilateral de Mikoto terminó con la pregunta de si podían verse se encontró con la negativa rotunda del joven. Según él, no tenían nada de qué hablar y había perdido su oportunidad de comportarse como una madre amorosa y preocupada hace años. Y como lo haría con otras personas que le fastidiaban terminaría cortando la llamada abruptamente y sin ninguna consideración.

 —"Como si no fuera suficiente con Itachi, ahora tendré que soportarla también" —pensó con molestia.

 Luego de salir del baño se vistió con un traje Armani confeccionado a medida de tres piezas color vino, una camisa blanca y una corbata de seda negra.

 Abandonó su domicilio sin desayunar, luego lo haría en la oficina.

 Llegó temprano a la zona de Shinjuku donde se emplazaba el moderno rascacielos de 60 pisos que fungía de sede central de las empresas Uchiha Corp. de manera sobria e imponente. Algo que no era extraño, puesto que eran las oficinas desde donde el presidente y la junta directiva comandaban a las demás sedes de la multinacional.

 Ingresó como el dueño y presidente que era, con la cabeza en alto, el porte elegante y el aire de "nadie merece respirar el aire que yo respiro".

 —Buen día Uchiha-sama —Saludaron los guardias y recepcionistas de manera profesional, a lo cual el inclinó levemente la cabeza en respuesta, pero sin dirigirles la mirada hasta llegar al ascensor y pulsar el botón para que este lo llevara al último piso donde se ubicaba su oficina.

 Quizá las demás empresas comenzaban su día laboral un par de horas más tarde, sin embargo el consideraba que el tiempo valía oro; por lo que si él siendo el presidente podía madrugar, ¿Por qué no lo podía hacer el resto de sus empleados? Por supuesto, siempre que quisieran conservar sus puestos.

 Salió del ascensor y vio la puerta de su despacho a unos metros. Comenzó a avanzar por el pasillo que se creaba por dos escritorios paralelos al mismo y enfrentados a su vez que pertenecían a sus empleados más "cercanos" que (como de costumbre), ya se encontraban en su puesto de trabajo.

 Uno era su secretaria Karin, que se encargaba de tomar todas las llamadas directas a la presidencia, anunciar a personas citadas o complacer alguno de sus "caprichos", a lo cual ella accedía sin queja alguna y con entusiasmo.

 El otro era su mano derecha y asistente personal Deidara, que se encargaba de llevar su agenda al día y al parecer era el único en ese lugar que no se mordía la lengua cuando tenía que decirle sus verdades cuando se equivocaba. Eso era uno de los puntos fuertes que lo hacían merecedor del puesto.

 Se habían conocido en la universidad y a pesar de que en un principio se cayeron mal y el rubio era su sempai, con el tiempo había llegado a apreciar la desfachatez y sinceridad del de ojos azules.

 —Buenos días Uchiha-sama —La pelirroja se levantó de pronto con un entusiasmo un tanto exagerado, haciendo que su rubio compañero rodara los ojos antes de ponerse de pie.

 —Buenos días Sasuke-san —Lo saludó con cierto tono de burla.

 —Buenos días —respondió de forma fría a ambos—Deidara sígueme, necesito que repacemos mi agenda y darte ciertas instrucciones.

 El rubio lo siguió sintiendo como su compañera le lanzaba una mirada de enojo al sentirse ignorada por su jefe. Cuando los dos estuvieron dentro de su despacho a puerta cerrada, el moreno tomó asiento en su sillón de cuero y se situó detrás de su escritorio de caoba fina. Miró a su asistente que le lanzaba una mirada de desaprobación.

 —Si vas a empezar con tus regaños, empieza de una vez.

 —¿Te parece justo? —preguntó Deidara.

 —No entiendo... —contestó Sasuke mirando a un lado con aire aburrido.

 —Esa chica se está ilusionando y más allá de no caerme bien, aún así no me agrada lo que estás haciendo.

 —Ella sabe cuáles son las reglas del juego —Sonrió de lado— Sin embargo, si decidió jugar ya no es mi problema. Jamás prometo nada a nadie...

 Se observaron unos minutos en silencio hasta que el pelinegro decidió romperlo.

 —¿Sabes que otro en tu lugar ya estaría despedido por meterse donde no lo llaman? —El rubio sonrió con superioridad.

 —Sí, pero conmigo no lo harás.

 —Es verdad —Sasuke cruzó las piernas—No eres un perro faldero y tu sinceridad me ha salvado un par de veces.

 —¡Oh, vamos Sasuke! —Lo miró con recelo—Ambos sabemos que el motivo principal por el que me mantienes en el puesto es porque te sirvo de barrera entre Itachi y tú.

 El moreno rio un poco. ¿Para qué negarlo? Deidara tenía razón, aunque lo dicho por él anteriormente no era mentira. Por eso respondió.

 —Ok, ese también es un buen motivo.

 —No me parece gracioso. Sabes que por haber sido novios, Itachi se siente incómodo en mi presencia y por eso pasa pocas veces por aquí —Lo miró con molestia.

 —¿Todavía lo amas? —Disparó el moreno a quemarropa.

 Deidara se puso rojo, no supo identificar si por vergüenza o enojo.

 —¡Claro que no!

 —No sería extraño, después de todo él te abandonó —Aguardo midiendo su reacción.

 Deidara bajo el tono de voz y trato de disimular su tristeza.

 —Extraño sería que siguiera amándolo después de eso —Tomó aire—Sería inmaduro seguir aferrándome a algo que jamás volverá a ser. Ya no soy un niño.

 Sasuke sintió una punzada de culpabilidad por recordarle al otro lo que había hecho el idiota de su hermano.

 —Me parece bien, él no te merece... —Y cambió de tema abruptamente para modificar el pesado ambiente—Mejor repacemos la agenda de hoy—Para luego pedir a Karin mediante el intercomunicador dos desayunos Americanos al sentir el estomago del rubio gruñir.

 —Me parece perfecto y gracias... —Le dijo este—Por todo.

 

 El día pasó rápidamente entre reuniones y citas de trabajo, llegando los dos de la calle luego de la última cita que había sido en la Ni-Chome (zona gay) de Shinjuku.

 —La próxima vez que trates de entregarme a un cliente tuyo como intercambio te golpearé a ti y a él —El rubio estaba que echaba humo.

 —Bueno, pero eras tú o yo, y a mí no me gustan los viejos -Deidara contuvo las ganas de ahorcarlo y comenzó a buscar sus cosas.

 —Bueno como ya excedí mi horario de trabajo, ¡Me voy! —Y salió antes de matar a su jefe.

 El moreno pensó que para ser maduro e inteligente a veces se comportaba como un niño.

 —Siento que me recuerda a alguien... —meditó sus palabras hasta que una frase cruzó por su mente.

 —Hazme tuyo...

 Se espantó al caer en cuenta de en quien estaba pensando. Ese usuratonkachi.

 —Pero que... —Y de manera apresurada entró a su oficina encontrando a Karin dentro de ella.

 —¿El estorbo ya se fue? —preguntó la chica mientras se acercaba a él contoneando las caderas.

 Sasuke pensó que un poco de sexo era justo lo que necesitaba en ese momento.

 —Si —Tomándola por la cintura—. Pero mejor vallamos a un lugar más cómodo.

 Luego de unos minutos salieron fuera del edificio y entraron en el auto con chofer que esperaba por el presidente, sin percatarse que alguien tomaba fotografías.

 El viaje fue en silencio ya que los dos no tenían una conversación muy fluida y al pelinegro tampoco le importaba tenerla.

 Llegaron después de 20 minutos a uno de los hoteles de 5 estrellas perteneciente a los Uchiha que servía de lugar de reunión para sus encuentros furtivos.

 No tardaron mucho en subir a una de las suites e ingresar. La pelirroja se detuvo con Sasuke delante de ella y lo abrazó por la espalda.

 —Te extrañe estos días...

 El moreno no contestó. Por el contrario, rompió el contacto y tomo a la chica por el ante brazo arrojándola a la cama. Otra se hubiera sentido ofendida e incluso dolida por la brusquedad del hombre frente a ella. Pero sabía que si se quejaba lo perdería.

 Todo había empezado como simple deseo carnal porque, ¿Quién en su sano juicio rechazaría a un Adonis como Sasuke Uchiha? Aunque con el tiempo comenzó a ver a su jefe con otros ojos sabiendo que eso no la llevaría a nada bueno. Y cada encuentro con él se lo demostraba.

 El sexo sin amor e instintivo era algo cada vez más común en los tiempos que corrían. No obstante en su caso, y a pesar de que deseara acostarse todo el tiempo con el moreno, terminaba por dejarle una sensación de vacío. El sexo entre ambos era como si se aparearan dos animales; sin juegos previos, sin besos por parte del Uchiha que la mayoría de las veces se limitaba a penetrarla preocupándose solo por su propia satisfacción y dejando a un lado el sentir de la chica como pasaba en ese momento en que la penetraba con fuerza mientras se encontraba de rodillas sobre la alfombra y ella atravesada sobre la cama en ángulo casi recto con sus piernas contra los hombros de Sasuke.

 No podía negar que se estaba volviendo loca de placer, pero sabía que cuando todo terminara no podría evitar sentirse mal sabiendo que si en ese instante se encontraba en esa postura era por el simple hecho de que él no quería ser tocado. Sasuke no quería sus besos, no quería sus abrazos y dudaba de que la deseara más que al acto en sí mismo.

 —"¿Por qué dejo que me trate así?" —Se preguntaba Karin, que luego de un par de minutos sintió como el pelinegro se alejaba de ella y se sentaba en una silla, lejos de la cama, prendiendo un cigarrillo.

 Por su parte solo se mantuvo callada y se levantó lentamente para encerrarse en el baño y asearse.

 Siempre se sentía como un objeto cuando todo acababa. Pero hoy había sido mucho peor, sobre todo después de pronunciar dos simples palabras.

 —Será mejor que me valla —murmuró después de salir del baño ya cambiada.

 —Será lo mejor —dijo Sasuke quien miraba por una de las ventanas y le daba la espalda. Solo se dirigió a la cama cuando supo que su amante se había ido.

 —"¿Qué me pasa?" —Se preguntaba con desesperación.

 Nunca había sido una persona muy demostrativa y cuando tenía relaciones sexuales no cambiaba mucho en ese aspecto. Hoy, sin embargo, había sido más agresivo con Karin y todo a causa de que dijera tan solo "Hazme tuya..."

 Tanto darle vuelta al asunto le estaba produciendo dolor de cabeza y no supo en qué momento se quedó dormido.

 

 "De repente se encontraba en una reunión rodeado de gente de la alta sociedad, de esas a las que era tan asiduo.

 Comenzó a caminar entre ellos y a medida que avanzaba todo cuanto lo rodeaba se iba oscureciendo gradualmente hasta que divisó frente a él una persona que lo esperaba con una fuerte luz detrás que no dejaba distinguir bien sus rasgos.

 —No voy a dejar que me olvides Teme... —Y justo antes de que la figura se desvaneciera al igual que el resto, pudo distinguir una brillante cabellera amarilla y una gran sonrisa."

 

 Se despertó agitado y miró al dosel de la cama con los ojos muy abiertos.

 —¿Qué fue eso? —susurró.

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

Prendió la pantalla de su cuarto para ver las noticias y se encontró con un programa de espectáculos. Podrían haber estado hablando de cualquiera, después de todo el sacar los trapos sucios de los otros era la ocupación y especialidad de esos seudo periodistas. Y a pesar de que muy de vez en cuando daban alguna buena noticia (como un nacimiento, unión, reconciliación, etc.), en su mayoría amaban dar primicias de corte amarillista, teniendo mucho que ver que fueran más redituables por ser el público que las consumía amante del morbo y los conflictos ajenos:

 

 "—Itsuki ¿Qué opinas de la última noticia de nuestro Casanova favorito? —Dijo una rubia de sonrisa ensayada a su compañera de programa.

 —¿Qué puedo decir Yoko? Nunca tendré suficiente de él... —Y a continuación dejó escapar una pequeña carcajada—Creo que si tuviéramos que contar el número de sus conquistas no terminaríamos nunca.

 —Es verdad y eso es porque no creo que haya nadie en Japón que no desee estar con el millonario y conquistador Sasuke Uchiha.

 La cámara enfocó al público que presenciaba en vivo el espectáculo en el momento en que se alzaba un gran murmullo.

 Algunas caras mostraban asombro por la rapidez con que el tal Sasuke cambiaba de pareja. Otras mostraban los ojos brillantes al soñar en cómo se sentiría ser el o la afortunada. La cámara volvió a hacer un paneo de las conductoras.

 — Pero dinos ¿Quién es la victima esta vez?

 —Solo tenemos esta fotografía —decía mientras en la mitad de la pantalla aparecía retratada por una cámara una pelirroja junto a el susodicho—Pero lo que fuentes confiables han confirmado es que no es la primera vez que se los ve juntos, sobre todo en uno de los hoteles de la cadena Sharingan que como sabemos le pertenece a la distinguida familia Uchiha...

 —Entonces no hay que usar mucho la imaginación para saber que pasa entre esas paredes con semejante semental... —Agregó un poco más de pólvora al asunto su compañera."

 Si no fuera porque estaban hablando de uno de sus hijos ya hubiera apagado la tv hace tiempo. Tanta estupidez le había caído mal.

 —No te conviene seguir viendo esa basura —dijo un Itachi que había ido a visitarla al sentir la pena en su voz y volvía de la cocina con un té que ella le había pedido.

 —Solo la prendí porque estaba aburrida de leer, como iba a saber que la noticia del día sería tu hermano... —Mikoto tomo el control y apagó la pantalla para luego mirar hacia el techo—Creí que Sasuke había sentado cabeza con Gaara...

 —No sé de donde sacaste que esos dos estaban saliendo.

 —Es que siempre estaban juntos. Yo creí...

 —Okâsan, no niego que quizá esos dos hayan tenido algo, porque conozco a mi ototo baka. Pero como te habrás dado cuenta, Sasuke no es precisamente un hombre de compromisos —Respondió de manera monótona al ya estar acostumbrado a los amoríos de su hermano.

 —Tú tampoco tienes pareja y no puedo evitar pensar que de alguna forma es por mi culpa —Y ya no pudo evitar llorar hasta que se vio envuelta por los brazos de Itachi.

 —No voy a negar que cometiste errores Okâsan, sin embargo ¿Quién en esta familia no lo ha hecho? —Acotó con voz suave.

 —Pero era mí deber guiarlos y protegerlos. Aún así los deje en manos de su padre... Les fallé.

 —Ya lo hablamos, no podemos retroceder el tiempo, solo aprender de los errores del pasado... —Se recostó junto a ella que empezó a contarle la pasada charla con su hijo menor el día anterior, mientras Itachi trataba de disimular su disgusto por la falta de modales y tacto de su hermano.

 —"Si no tuviera un compromiso esta noche al que no puedo faltar, no me importaría que tanto le desagrada verme e iría a su oficina. Pero que ni crea que no me va a oír..."

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

Los estudiantes iban y venían sumergidos en sus conversaciones por el campus de la Universidad Estatal de Konoha y tal vez fuera ese el motivo por lo que no prestaban atención a los tres chicos que en vez de estar comiendo o descansando sobre el césped, se revolcaban en medio de un  forcejeo. Aunque quizá también influyera que esa escena entre los amigos era pan de cada día.

 —¡SAI JURO QUE VOY A APLASTAR TU CRANEO! —Gritaba una pelirosa a la vez que ahorcaba a un pálido chico que estaba pasando de su habitual color de piel al azul.

 —¡Sakura-chan, suéltalo o vas a matarlo! —Naruto trataba en vano de separar a su mejor amiga del pelinegro bajo ella y fue en ese momento que recibió, sin querer, un golpe de la chica.

 —Auch... Mi nariz... —dijo con voz nasal.

 —¡Perdón, Naru, perdón! —Sakura lanzó al otro muchacho a un costado como si no valiera nada y se apresuró a revisar el rubiecito.

 —No te preocupes. Estoy bien Sakura-chan —La chica no lo oyó y siguió revisando de cerca su cara para asegurarse de que estuviera completamente bien. Mientras el moreno se recuperó y con sonrisa falsa se asomó por encima del hombro de la pelirosa para comprobar lo mismo y agregar:

 —Eso prueba que no solo eres fea, sino bruta —Y sin dejar de sonreír siguió—.Y das miedo ¿Será por eso que Kakashi-sensei no te hace caso?- Puso cara de meditarlo seriamente.

 Sakura ya se estaba por dirigir hacía Sai para acabar con lo que había empezado cuando fue detenida por el agarre de Naruto.

 —Déjalo Sakura-chan, sabes que a pesar de ser muy inteligente para algunas cosas, en otras no entiende nada —Suspiró.

 —Ok, lo haré porque tú me lo pides y es por eso que mejor me voy antes de cometer un crimen —Empezó a alejarse del rubio pasando a un lado de Sai y diciendo mientras le mostraba un puño a este—De la próxima no te salvas... Ya te atraparé a solas.

 —Esperó que no sea de noche o puedo morir del espanto, fea —Le sonrió con falsedad.

 Sakura apuró el paso porque sabía que estaba a punto de matarlo.

 —Imbécil —mascullo llena de rabia.

 Cuando los dos chicos estuvieron solos el rubio pregunto.

 —¿Por qué siempre la molestas? —Sai lo miró.

 —Creo que es porque me aburró fácilmente...

 —Cada día me convenzo de que eres un masoquista... —Miró fijo a su amigo rubio sin comprender.

 —Esa loca también te golpea de vez en cuando.

 —¡Pero no la provoco a propósito!

 —Bueno, eso es cierto, después de todo eres Narutonto —Terminó y recibió un golpe de su amigo.

 —¡Cállate baka¡

 —Agh... No entiendo porque todos se enojan por unas simples palabras —El pelinegro se sobaba la cabeza.

 —¿Te parecen unas simples palabras el decir: —Naruto modulo la voz imitando a Sai—"Lo que tú necesitas, Sakura fea, es que Kakashi-sensei te monte".

 —Pero ¿Acaso no es verdad? —preguntó con total inocencia— Leí una vez que las personas que tienen más sexo, son las que están mayormente de buen humor y más activas—Tomó su mentón y continuó—.Creo que debería hacer que Kakashi la llevara a la cama, quizá así no me golpearía tanto... —Asintió a sus propias palabras.

 —Dudo que eso ayude en tu caso —El rubio meneaba la cabeza con cansancio.

 Naruto se encontraba agotado mentalmente.

 Sus amigos tenían la capacidad de cargarlo de energía, así como de robarle la última gota. Pocas veces lograba entender los caminos por los que discurrían los pensamientos de Sai, así como pocas veces lograba frenar los arrebatos de Sakura sin salir herido... No obstante había algo que no podía negar, les estaba profundamente agradecido por todas las veces que lo habían ayudado conscientemente y también de manera inconsciente como en ese instante, ya que a pesar de que aún no sabían sobre sus problemas, lo ayudaban a olvidar (aunque más no sea por poco tiempo), lo que estaba pasando y sobre todo la charla que había tenido con Mizuki hace más de un día, que era lo que más rondaba por su mente.

 Estaban a día martes y tenía hasta el domingo para decidir si se metía a la organización yakuza para la que trabajaba el peliceleste. Y aunque no le quedaba otra opción que hacerlo, quería vivir esos últimos días como una persona normal.

 Sin darse cuenta que se había sumergido profundamente en sus pensamientos se dirigió a su salón y dejó pasar las horas de clase que quedaban hasta que su compañero lo hizo reaccionar, comprobando que había estado ausente por horas de la realidad.

 —Bueno, me voy por aquí ¿Seguro que estás bien? —El rubio solo asintió sin recordar si su compañero ya había hecho la misma pregunta con anterioridad—Sabes que estoy para escucharte Narutonto. Si piensas mucho se te puede fundir el cerebro—Empleando una calidez que pocas veces utilizaba.

 —Cállate Sai-baka —Le saco la lengua, rompiendo el extraño clima.

 —¿Hoy toca Shion? —Preguntó el moreno sin mucho interés real.

 —¿Te gusta? —Le preguntó a su amigo con incredulidad.

 —Sakura me pidió "amablemente" que la acompañe —Giró los ojos—. Sabes que por mi bien físico no puedo negarme.

 —JAJAJA Esa Sakura-chan —Por eso quería a sus amigos, lo hacían sentir bien en los momentos indicados—Se ve que no conoce a la verdadera Shion y solo la oyó cantar en el bar...

 —¿Por qué?

 —El grupo es muy bueno, pero es por Yahiko que es el guitarrista y líder real. Sin embargo Shion llama la atención por tener buena voz, más allá de eso es caprichosa y mimada. Sin contar que se cree mejor que el resto.

 —Supongo que se decepcionará... Como sea —Se encogió de hombros —Nos vemos más tarde.

 —¡Sí, Ja ne! —Se alejó con alegría exagerada, pero Sai era demasiado perspicaz para caer.

 —"¿Qué le estará pasando?" —Pensó mientras emprendía su camino.

 

 En ese instante en el Izanami las cosas no iban muy bien...

 —¿Te parece que en vez de estar ensayando con el resto, Shion y tú se estén manoseando en tu oficina? —Una Konan furiosa trataba de mantener la compostura mientras perseguía a un Pain que la ignoraba— Óyeme te estoy hablando ¡Contesta!

 —¡Basta! —El pelinaranja se dio la vuelta para encarar a la chica—Konan que te quiera como una hermana no quiere decir que voy a permitir que me reclames como una esposa celosa —Para la chica eso fue peor que una cachetada.

 —Tienes razón... —Rio sin ganas—¿Quieres arruinar tu sueño? Hazlo ¿Quieres arruinar el bar? ¡Hazlo! —Y terminó de manera explosiva— Es más ¿POR QUÉ NO TE VAS AL DEMONIO PAIN? —El muchacho se asombró no solo de que lo haya llamado de ese modo (jamás lo llamaba así), sino del tono empleado, ya que a pesar de discutir seguido nunca levantaba de esa manera la voz.

 Konan camino tratando de alejarse de la persona que amaba desde niña y que tanto la lastimaba. Estaba a punto de salir hacia el frente del bar cuando una chica de cabello largo, lacio y de color rubio muy pálido le salió al paso. Era más baja que ella, delgada y tenía un rostro bonito enmarcado por un flequillo recto. La miro de arriba a abajo con sus ojos de un pálido, casi frio, lila.

 —¿Cuándo vas a dejar de arrastrarte por él? —Sonrió de manera altanera—Pain jamás se fijará en ti, así que deja de meterte entre él y yo —Concluyó en tono de orden.

 A pesar de que doliera porque sabía que tenía razón, no era motivo para dejarse pisotear por esa mocosa hueca.

 —Solo cuido de él y si vas a reclamar algo ve con Yahiko —Remarcó el nombre del pelinaranja para que su mono neurona entendiera a qué nivel de intimidad lo conocía—, y pregúntale acerca del pelirrojo con el que estuvo hace un par de días en su oficina y no precisamente conversando... —Y cruzó la puerta dejando la duda en el aire.

 Cuando estuvo por fin en el frente del bar se encontró con un Naruto recién llegado que parecía haber escuchado el cruce de palabras y se reía.

 —Esa fue buena Konan-neechan.

 —Creo que se me está pegando de alguien —Le sonrió la peliazul.

 De repente la banda empezó a tocar de manera instrumental los temas que presentarían en la noche. Solo faltaba la guitarra, ya que Pain no se encontraba en el lugar.

 —Wow, armaron el escenario con rapidez —El rubio observaba con curiosidad la estructura que se encontraba en una zona de la pista que ocupaba la tercera parte de esta, que era bastante grande.

 —Pain contrató una empresa y además ayudamos entre todos.

 —Perdón por no haber servido de ayuda —Hizo un puchero.

 —No seas tonto. Siempre ayudas, incluso a las personas que no lo merecen —Y dirigió su mirada a Hinata que estaba en la barra —Además quiero que te conviertas en el mejor asistente social —Le sonrió con orgullo.

 —Eto... —Algo se revolvió en su interior y trato de forzar una sonrisa al pensar que ya no podría seguir con su sueño y, que por el contrario, se convertiría en un criminal.

 —Si claro...

 La chica se dio cuenta de su vacilación.

 —¿Naru... —Y no pudo terminar porque el rubiecito se alejo rumbo al escenario, evitando la conversación.

 

 En cuanto a Pain, se encontraba discutiendo con una Shion muy enojada.

 —¡Estoy cansada de que me engañes!

 —Yo jamás dije que fuéramos nada, así que no tienes nada que reclamar —El muchacho se estaba aburriendo de esos berrinches. Se suponía que hoy era su día, nada podía salir mal, ya que había llamado a un amigo que era dueño de una de las más importantes disqueras del país y a pesar de ser un hombre muy ocupado, accedió en nombre de su relación.

 —Pero...

 —Mira Konan —Un cachetazo de la chica lo calló

 —¡Eres un imbécil. No solo no recuerdas mi nombre, sino que me confundes con esa! —Se estaba poniendo morada de la rabia—¡Tú y tu patética banda se pueden ir a la mierda! —Y salió hecha un demonio.

 Pain estaba en shock, más por las últimas palabras de la chica, que por la cachetada.

 —¡Espera Shion! —Salió detrás de ella luego de unos minutos. No era como si le importara demasiado la chica, pero era la vocalista de la banda y sin ella todo lo que había preparado para esa noche se iría al caño.

 En los pasillos se cruzó con Hinata que iba hacia el depósito y le preguntó por la rubia.

 —Se fue sin saludar a nadie, como de costumbre —Y se alejó murmurando—Esa perra...

 Pain la llamó al celular y le dio la contestadora. Sentía deseos de halar de su cabello.

 Su amigo vendría como un favor hacía él y ni siquiera eso le aseguraba que obtuvieran su aprobación. Sin embargo, si le fallaba esa noche jamás le daría otra oportunidad. Podía ir despidiéndose de su sueño.

 Su sien comenzaba a latir y podía morir por el estrés en cualquier momento.

 Decidió mejor tomar algo que bajara un poco sus nervios y cuando estaba por cruzar la puerta que daba detrás de la barra oyó una voz que lo dejó estático. No era ni muy grave ni muy aguda, era perfecta. Lo que no podía identificar si era de un hombre o una mujer.

 Cruzó la puerta y cuando se encontró tras la barra, se llevó la gran sorpresa al ver a Naruto, con micrófono en mano, cantando una de los temas que él le había ayudado a componer (claro que casi todas las canciones habían sido escritas por él y el rubio, al que le gustaba ayudarlo).

 —Naruto-kun es asombroso ¿No lo cree Pain-san? —Un Rock Lee le decía con su habitual entusiasmo.

 —Si... Es perfecto —Y se acercó al escenario sin perder tiempo—Naruto ven a mi oficina, tengo que pedirte algo.

 La música se detuvo de golpe y el rubiecito solo asintió.

 —¿Por qué Shion-chan se fue? —preguntó el bajista de nombre Taruho. Un muchacho delgado con lentes, de cabello castaño y ojos color chocolate.

 —Shion ya no tocará con nosotros —Fue su escueta respuesta.

 —¿Qué le hiciste? —El chico bajo del escenario de un salto para enfrentar al otro.

 —Si tanto quieres saber, ve y pregúntale.

 —Eso haré y olvídate de mí también —Tomó su bajo y salió del lugar, haciendo oídos sordos a los llamados del baterista que terminó reclamando a Pain.

 —¿Estás loco? ¿No te bastó con Shion, ahora también él? ¡Bravo por ti! —Empleando todo el sarcasmo del mundo.

 —Eto... No es por meterme, pero conozco a alguien que tiene bajo y lo toca muy bien —Naruto recibió la atención del par—.Aunque, aún faltaría alguien que cantara...

 —Eso ya lo tengo casi cubierto, solo llama a tu amigo —Recibió la mirada del baterista que no entendía nada—.Sé que es arriesgado y quería hablar contigo a solas pero como todo mundo se enteró... —Miró hacia atrás hacia los pocos empleados que se encontraban en el lugar: Rock Lee, Ino, Ten Ten, Hinata y Haku—Naruto... Quiero que seas mi vocalista.

 —¿Estás loco? ¡Nunca canté frente a nadie, solo en la ducha!

 —¿Acaso tienes miedo? —Pinchó para que cayera. Sabía que si lograba una promesa del menor jamás se retractaría.

 —¡Por supuesto que no! ¡Lo haré y lograré que me adoren! —Naruto no soportaba que lo retaran.

 —"Cayó" —Pensó el pelinaranja y continuó—No me dejarte terminar. Necesito que seas mi vocalista... Femenina.

 El menor inclinó su cabeza a un costado y casi se podía ver el signo de interrogación sobre su cabeza, como si fuera un personaje de manga. Hasta que reaccionó.

 —¡¡NANI!! ¡Ni loco pervertido! —Lo señalaba de modo acusatorio.

 Los presentes comenzaron a reír hasta que fueron cayados por una mirada de advertencia de su jefe.

 —¡No es eso! —Le pegó un coscorrón al rubio—¡Además ya lo prometiste!

 —Eso es trampa... —Reclamó con un puchero y lo fulminó con la mirada.

 —Escucha Naruto... Vendrá un importante empresario de la música como un favor hacia mí y por sobre todo, porque está buscando una nueva banda con vocalista femenina.

 —Pero sabes que no me gusta mentir... —Naruto no quería engañar a nadie, sobre todo al público que vendría—Además nadie se creerá que soy una chica.

 Nadie apoyo al rubio en su declaración.

 —¿Acaso me veo como una chica? —Preguntó sin poder creerlo. Su compañera Ino, que se encontraba cerca de las mesas contestó.

 —Bueno... Naruto... Si no fuera por Haku y por cómo te vistes y hablas, serías el más femenino de los chicos.

 De los ojos del rubio caían cascadas a la vez que se preguntaba ¿A dónde se había ido su masculinidad?

 —Por favor Naru, hazlo por mí —Le rogaba Pain.

 El chico con total resignación lo pensó, sin saber que la decisión que tomaría lo sacaría de sus problemas y lo metería en otros, abriendo un nuevo camino frente a él.

 —Está bien, lo haré...

 —¡No te arrepentirás!

 —Eso espero Yahiko —Suspiró derrotado.

 Y con esas palabras selló su destino…

 

 

Continuará...

Notas finales:

Bueno antes que nada gracias por leer el cap. que me salió más extenso que de costumbre y supongo que fue porque quiero hacer del próximo el último en el que vemos a Naru viviendo en Konoha y en el “pasado”.

 Pretendo que el cap. 7 arranque desde donde dejé el prólogo.

Bueno ahora a hablar sobre los personajes que aparecieron:

 

Deidara: en su caso no quiero modificar mucho su carácter, (salvo por lo de ser amante de las explosiones XP), porque después de su pelea con Gaara (a pesar de que lo odié), me pareció muy inteligente. Él será el otro rubio que ubicará a Sasuke en su palmera cuando Naru no esté ahí. Sin golpes, ya que eso es exclusivo de Naru-chan XD

 

Karin: ella es sumisa con Sasuke y de carácter fuerte con el resto (muy parecida a la original),ya vimos algo de ella en el prólogo y sabemos su final. Pero atreves de ella quiero demostrar a qué punto Sasuke puede lastimar a las personas con las que se acuesta. Y su propio comportamiento en el sexo.

 

Sakura: no la haré la malvada, como la mayoria. Tengo bien en claro que muchos no la soportan (yo era una XP) o incluso la odian. Pero me quiero sacar el gusto en este fic de hacer que se enfrente con Sasuke. Por eso no cambiaré su personalidad (salvo por lo de estar idiota por el Uchiha).

 

Sai: no tengo mucho que modificar. Me fascina el original por su honestidad brutal, tanto porque me hace reír con las situaciones que provoca, como porque ha puesto en su lugar a varios personajes de Naruto con la misma (Sasuke, Sakura, etc.), por lo que daré lo mejor de mí por cambiarlo lo menos posible. Lo adoro como es.

 

Shion: pensaba poner a Hinata para hacer esta parte, hasta que se me vino a la mente la sacerdotisa de la película “La muerte de Naruto” y recordé lo mal que me cayó casi todo el tiempo que duró la misma. Aunque la haré un poco más malvada, ya que en un futuro tendrá un papel clave.

 

Taruho: al igual que la anterior, sacado de la misma peli y tan enamorado de la rubia como en la misma. Hará cualquier cosa por ella.

 

En cuanto al resto, en los cap. venideros me ocuparé de ellos si tienen más participación.

 

 Bueno ahora me despido agradeciendo a jasmin-56, NIR KAR y andreyys por sus comentarios!<3

 

Hasta la próxima, besos! (^_^)/


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