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¿Quién eres realmente? por SunaLove51

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Notas del capitulo:

 Los personajes de Naruto no me pertenecen, sino a Masashi Kishimoto que me dio ganas de saltar de la alegría con el cap. de esta semana ToT

 Dejando eso a un lado, le recomiendo que escuchen este tema   OLIVIA-A little pain   https://www.youtube.com/watch?v=XKT1lkrBHgM&list=PL5rWYaIW0nt76QZ-BU9mFJGDj-_xgBQpU   Pegan el link y listo, es el tema que canta Naru en este cap. y es hermoso. Ahora si, espero que les guste!  

 

 El festival en el Tokio Dome se desarrollaba sin retrasos y con perfecta organización.

 La semana anterior había sido una carrera contra el tiempo y ni siquiera había tenido un momento para asimilar las diferentes sensaciones que había experimentado. El despedirse de sus padres, el mudarse a un lugar tan fascinante como lo era la capital del país (a pesar de que aún no había salido a recorrerla), y ensayar sin descanso hasta casi caer muerto, por el solo hecho de que Yahiko e Itachi no se ponían de acuerdo sobre qué temas tocarían en la presentación.

 —"Y pensar que solo son unos cuantos temas, ¿Qué será cuando tengamos nuestro propio recital?" —pensó el rubio.

 Y como olvidarse del hecho que la prensa lo acosaba para poder captarlo en una foto y sacarle algunas palabras. Gracias al ingenio de su padrino (que había viajado para cuidarlo en nombre de sus padres, con la condición de que sería su representante), había podido escapar con éxito.

 Todo parecía interminable... Fue por eso que se asombró al darse cuenta que la semana se había esfumado, y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba sobre el escenario marcando así el fin de esa semana de locura. En la cual cambiaron tantas cosas.

 El chico descubrió que a pesar de sentir miedo antes de cada show, cuando comenzaba a cantar sentía como si flotara, pudiendo olvidarse de sus problemas.

 Fue así como se sentía en ese momento, al estar a punto de cerrar su presentación.

  Recibió la ovación del público y dijo.

 — ¡Gracias a todos por recibirnos de esta manera! —Naruto agradecía de corazón a la gente que había asistido— Para cerrar tocaremos algo un poco más suave, aún así es un tema que me gusta mucho y espero que también les guste. ¡Muchas, muchas gracias por todo!

 Los instrumentos comenzaron a sonar...

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 Sasuke se había quedado prendado de la belleza y voz de la joven que veía en la pantalla, sentía como si ya la hubiera escuchado antes. Su mente comenzó a planear la forma de acercarse a ella y por unos instantes se perdió en sus planes, hasta que oyó como la banda comenzaba a tocar nuevamente. Prestó atención otra vez, no podía evitarlo al escucharla cantar...

 

 ~Travel to the moon

 Viajando... a la luna...

 ~Kimi wa nemuri yume wo toko

 Desatas mi despertar y mis sueños.

 ~Dare mo inai hoshi no hikari ayatsurinagara

 No hay nadie al rededor, mientras tú… tiras de las cuerdas de las estrellas...

 ~Tsuyoku naru tame wasureta egao

 Porque me estaría... volviendo más fuerte.

 ~Kitto futarinara torimodosu

 Si estuviéramos juntos... podría recuperar mi sonrisa olvidada...

 

 ~Kidzuite

 ¡Obsérvame!

 

 

 ~I'm here waiting for you

 ¡Aquí estoy esperándote!

 ~Ima to wa chigai mirai ga atte mo

 Incluso si el futuro es diferente, de ahora en adelante.

 ~I'm here waiting for you

 ¡Aquí estoy esperándote!

 ~Sakebi tsudzukete

 Sin parar de llorar...

 ~Kitto kokoro wa tsunagu ito wo tagutteru

 Sé que mi corazón... está tirando del hilo que nos conecta.

 ~Ano koro no watashi me wo samasu you ni

 Para que despierte en mí, el de aquellos tiempos.

 ~No need to cry

 No necesitas... llorar...

 

 

 Al cantar esa frase, la cámara había tomado el rostro de la cantante poniéndolo en primer plano y el moreno creyó ver tristeza en sus ojos...

 —Pero que estoy pensando... —Se reprochó a sí mismo.

 Desde que había vuelto de Konoha se sentía raro. Primero comportándose como un salvaje con su ex amante, a la que trató de compensar con algún regalo y llevándola a cenar a algún buen lugar, pero de nada había valido. Eso solo le dio falsas esperanzas, las cuales tuvo que cortar por lo sano.

 —"Y para colmo ese sueño" —pensó, sin poder entender qué significaba a pesar de que se había repetido varias veces en esas semanas.

 Se recostó nuevamente y continuó escuchando mientras cerraba los ojos. En ese momento la letra del tema decía.

 

 ~Koe ga kikoeru me wo tojireba

 Puedo escuchar tu voz... incluso cuando cierro mis ojos.

 ~Chiisana itamisae itoshikute

 Incluso un poco de dolor... es agradable para mí...

 

 

 ~Mitsumete

 ¡Mírame!

 

 

 

 

 Sasuke sonrió ante la casualidad y la ironía...

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 

 

 ~I´m here waiting for you

 ¡Aquí estoy esperándote!

 ~Kaze ni fukare hitori mayoutte mo

 Aunque me lleve el viento, sola y perdida.

 ~I´m here waiting for you

 ¡Aquí estoy esperándote!

 ~Sora wo miagete

 Mira al cielo...

 ~Zutto kokoro wa te wo hirogete mamotteru

 Mi corazón se ha separado de estas manos protectoras.

 ~Ano koro no kimi ga furikaeru made

 Hasta que vuelvas a mirarme otra vez…

 ~No need to cry

 No necesitas... llorar...

 

 

 Naruto guardó silencio y observo a Pain, que con su guitarra guiaba de manera magistral a los otros y comenzaba a hacer los coros con Sai.

 

 

 (Feel something, feel nothing)

 (Sentir algo, no sentir nada)

(Listen closely, listen closely)

 (Escucha atentamente, escucha atentamente)

 

 

 Y continuó...

 

 ~Disarm the dream tickler in the constant moment

 Desarma este sueño a cosquillas, en el momento justo.

 

 

 (You will find me where it´s quiet)

 (Si me hubieras escuchado en donde estaba callada)

 (Listen closely, listen closely)

 (Escucha atentamente, escucha atentamente)

 

 ~Let the blood flow through all the space

 Deja que mi sangre fluya... atravez de todo el espacio...

 

 Solo Pain susurró cerca de micrófono.

 

 (...Of the universe...)

 (...Del universo...)

 

 ~Kidzuite

 ¡0bservame!

 

 ~I´m here waiting for you

 ¡Aquí estoy esperándote!

 ~Ima to wa chigau mirai ga atte mo

 Incluso si el futuro es diferente, de ahora en adelante.

 ~I´m here waiting for you

 ¡Aquí estoy esperándote!

 ~Sakebi tsudzukete

 Sin parar de llorar...

 ~Kitto kokoro wa tsunagu ito wo tagutteru

 Sé que mi corazón... está tirando de los hilos que nos conectan.

 ~Ano koro no watashi me wo samasu you ni

 Para que despierte en mí, el de aquellos tiempos.

 ~No need to cry

 No necesitas... llorar...

 

 

 El rubio hizo una leve reverencia al público y se irguió para señalar (con la palma hacia arriba), a la banda que hacía los últimos coros.

 

 

 (Listen closely, listen closely)

 (Escucha atentamente, escucha atentamente)

 

 

 

 (Listen closely, listen closely)

 (Escucha atentamente, escucha atentamente)

 

 

 

 

 (Listen closely, listen closely)

 (Escucha atentamente, escucha atentamente...)

 

 

 Cuando acabó el tema, junto a su presentación en el concierto, Pain tomó la palabra a la vez que alargaban los últimos acordes:

 —Gracias Tokio, muchas gracias en nombre de Kiba, en batería… Sai, en bajo… —Kiba alzó una de sus manos (con la cual sostenía uno de los palillos), y saludó con entusiasmo. Sai solo sonrió (aunque de manera sincera), e hizo una leve inclinación de cabeza— Pain —Se señalo a sí mismo—, en guitarra y la maravillosa voz de... ¡Haru! —Señaló a Naruto que lo miraba interrogante.

 El estadio estalló en aplausos, flashes y gritos a favor de la vocalista y el grupo. Naruto esbozó una sonrisa gigante, causando que los flashes aumentaran.

 Comenzaron a descender del escenario y el rubio saludaba como un niño contento.

 — ¿Qué fue eso de Haru? —preguntó a Pain.

 —Esta faceta tuya debe tener un nombre —Le sonrió y el otro se enfurruño.

 —Pero... ¿Por qué ese? —Kiba también quería saber.

 —Haru es el diminutivo de Haruhi, que significa soleado —contestó Sai—. Aunque también podría ser Haru por Haruka que significa flor de primavera, aunque me inclino por el primero, ya que se usa para ambos sexos... —concluyó como un sabelotodo.

 — ¿Eres un genio o qué? —preguntó Kiba.

 —Lo dudo, es solo que la mayoría de la gente es demasiado estúpida —Kiba se hubiera enfadado, sino fuera porque eso lo habría incluido en ese grupo.

 —Tienes razón Sai —respondió Pain—. Lo elegí por Haruhi. Primero porque su significado pega con Naru —El nombrado se sonrojo—, segundo por lo que dijiste de ser unisex y tercero porque llamarlo Haru o Naru nos puede ahorrar problemas. Por si algún día se nos escapa el segundo, pues suenan parecido.

 — ¿A alguien le interesa mi opinión? —Naruto estaba molesto.

 Los miembros de la banda lo miraron y Sai respondió en nombre de todos.

 —No —Sonrió.

 Naruto estaba por comenzar con las quejas, cuando Jiraiya llegó acompañado de Haku, Konan y Sakura, que habían viajado de Konoha en la mañana para estar en el debut en Tokio de sus amigos.

 — ¡Estuvieron geniales! ¡Fueron los mejores! —Sakura no cavía en sí de felicidad, y Jiraiya apoyó las palabras de la chica levantando el dedo pulgar, mientras los otros sonreían.

 Juntos comenzaron su camino hacia el camerino que tenían asignado cuando fueron interceptados por Itachi.

 —Será mejor que nos vayamos ya.

 — ¿Qué sucede? —preguntó Jiraiya.

 —Algunos periodistas están tras bambalinas o esperando fuera del camerino y el resto lo harán en la puerta principal. No podemos perder tiempo y no me parece prudente que den notas por el momento.

 — ¿Entonces? —Naruto ya comenzaba a ponerse nervioso.

 —Hay unas puertas que se crearon con el propósito de evadir a los fan y la prensa, iremos por ahí.

 Todos lo siguieron por unos pasillos.

 — ¿Qué haremos con las cosas que quedaron en el camerino? —Recién cayeron en cuenta de eso gracias a las palabras de Pain.

 —Ya mandé a alguien por eso, pero lo hará a su debido tiempo. Si lo hiciera ahora alertaría a los periodistas de que planeamos evitarlos.

 Siguieron y luego de unos minutos salieron al exterior, a una de las calles que daban a la parte trasera del Tokio Dome y por la cual había poco transito.

 Subieron en dos autos diferentes (con chofer), que los estaban esperando. En uno iba la banda, en otro sus amigos y representante.

 Itachi, por su lado, subió a un auto que estaba a unos metros alejado de los demás y cuando se situó en la parte trasera del vehículo llamo a su secretario.

 —Kisame, es hora de que tomen las cosas del camerino —Recibió una respuesta positiva y cortó.

 Llegaron a uno de los hoteles de la familia Uchiha. Porque a pesar de no llevarse bien con su hermano y que Sasuke manejara las empresas de su familia, este no le negaba sus derechos como heredero.

 Ingresaron al hotel y estaba a punto de ordenar varias habitaciones, cuando Pain le pidió que los dejara quedarse en el piso que compartía con el resto de la banda.

 — ¿Estás seguro? Sabes que necesitan descansar...

 —No te preocupes, lo haremos. Pero tendremos unos días libres para eso —Itachi asintió.

 Antes de que todos se encaminaran al lugar, Itachi habló.

 — Mande preparar un banquete para festejar. Los está esperando —Todos se alegraron, sobre todo Naruto que casi salivaba del hambre.

 El moreno comenzó a alejarse del grupo hasta que Konan dijo.

 — ¿Ya te vas? Quédate a festejar, después de todo esto fue posible gracias a ti.

 —Es verdad, Itachi —dijo Naruto haciendo que el Uchiha sonriera.

 Pain se mantenía lejos de la conversación. Sabía que tenían razón, pero que la peliazul se preocupara por él lo molestaba.

 —Salvo que tengas una cita con una nena —Jiraiya puso cara de pervertido—, en cuyo caso si fuera tú me iría. Quien pudiera tener tu edad y tu rostro —Su cara de pervertido aumento de solo pensar en estar en lugar del joven.

 —Ni en diez vidas, pervertido —Naruto tiraba de una de sus orejas—. Solo sabes pensar en eso.

 Itachi comenzó a reír.

 —Acepto —Sonrió con ganas haciendo sonrojar a Sakura y Konan.

 La cena se desenvolvió entre alegres conversaciones, charlas amenas y pequeñas peleas.

 —"Que divertido —pensó Itachi—. Lástima que mañana se termine esta sensación".

 

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 Todo "era" paz y tranquilidad, esa fue la palabra que marco la diferencia en su apacible fin de semana y daría puntapié a una semana de locura.

 El viernes su trabajo había sido impecable y habiendo aclarado a su jefe el punto "importantísimo" de que su tiempo libre era sagrado, consiguió al fin un poco de paz.

 El sábado transcurrió sin problemas y a pesar de ser uno de sus días libres (a diferencia de la mayoría que hubiera salido de paseo, mirado una película o alguna de esas cosas), se levanto temprano para aprovecharlo al máximo en su pequeño atelier.

 El lugar era su remanso de paz. En él podía expresarse libremente a través de sus figuras y lo había construido en base al suculento sueldo que recibía por ser la mano derecha de Sasuke y aguantar todos sus caprichos.

 —"Bueno, por lo menos la recompensa lo vale" —Y el rubio rememoró alguna de las excentricidades de su jefe a las, que de vez en cuando, debía ponerles un alto.

 Se la paso el día entero ahí, descalzo, con un jean azul claro un tanto rasgado y una camiseta blanca amplia, arremangada hasta los codos.

 Hundía las manos en la arcilla disfrutando de la sensación, tratando de darle la forma que su corazón le dictara.

 Continuó con su quehacer sin prestarle realmente atención y cuando por fin lo hizo, se levantó de un salto del banquillo en el que se sentaba.

 Frente a él la arcilla había tomado la forma de un bello rostro masculino, con dos profundas ojeras cruzandolo. Su subconsciente le echaba en cara su más profundo y oculto anhelo.

 Se alejó de su obra, tomando con una mano la mitad de su rostro con frustración.

 Tanto tiempo había reprimido ese sentimiento y le había ayudado mucho el no ver al moreno por meses, pero siempre volvía a surgir y se negaba a morir definitivamente.

 —"Que idiota" —Y hubiera seguido deprimiéndose si no fuera por la interrupción de una llamada.

 —Diga... —respondió sin ánimos.

 — ¿Deidara?

 — ¿Obito? —dijo con asombro.

 —Siiii —contestó el pelinegro con tono aniñado.

 — ¿Cómo conseguiste mi número? —trató de sonar molesto.

 — ¡Obito siempre consigue lo que quiere! —El rubio suspiró.

 —Y ¿Qué es lo que quiere Obito? —Simuló una voz dulce que cambió de pronto por una fría— Si no me dices ahora, cuelgo.

 —Jajaja siempre tan simpático, por eso me gustas —El rubio se sonrojó levemente por la desfachatez del otro.

 —Lo que te gusta es molestar y por eso voy a colgar.

 — ¡No! —Se apresuró a hablar— Llamaba para avisarte que el domingo próximo llegaran Sasori y Nagato de Francia. Por eso estamos planeando reunir a Akatsuki de nuevo, como en los viejos tiempos.

 —Umm... —Deidara lo pensó— No estoy seguro...

 — ¡Vamos! Hace tiempo que no nos reunimos todos — Tenía razón. Además de que si no acepaba, Obito no pararía de acosarlo.

 —Está bien...

 —Ok, en la semana te llamo para ultimar los detalles.

 —Ok... Adiós —Y colgó para no darle al otro la oportunidad de comenzar con su charla interminable.

 Pasado un momento, se dio cuenta que si se reunían todos sus amigos de universidad, implicaba ver al moreno causante de su malestar.

 —Kuso... —mascullo.

 

 Por suerte su domingo fue tranquilo y tal vez fue por eso que el lunes no podía ser igual. Para el mediodía agradecía no tener a mano una C4 o haría estallar a la empresa con su jefe adentro y no se arrepentiría de nada, pues había llegado esa mañana para encontrarse con el puesto vacío de su compañera, por lo cual no solo tuvo que poner en orden la agenda de ese día para Sasuke y terminar con unos documentos que debía archivar, sino que también atender las llamadas de los teléfonos que sonaban insistentemente en el escritorio de Karin.

 —"Cuando la vea..." —pensó con rabia contenida.

 Trató de pensar en la razón de la ausencia de la chica, pero no tuvo que esperar mucho para obtener una respuesta.

 Sasuke llegaba al piso donde se hallaba su despacho y se detuvo frente al rubio.

 — Deja eso —ordenó, refiriéndose a los teléfonos.

 —Pero, ¿Quién los atenderá? Podría ser importante.

 —Ya vendrá alguien de recepción. Sígueme, que tengo que encargarte un par de cosas —El rubio lo siguió en silencio y cuando tomo asiento frente al escritorio de su jefe, este le dijo.

 —Primero, necesito que busques a una nueva secretaria. Karin ya no trabaja aquí.

 Deidara meneo la cabeza con desaprobación.

 —Siempre es lo mismo...

 —No empieces, no estoy de humor.

 —"¿Y cuando lo está?" —pensó— Soy tu empleado, no tu esclavo y si planeabas deshacerte de esa pobre chica, al menos me hubieras avisado con tiempo.

 —No planeaba hacerlo aún, pero no me dejó alternativa —dijo el pelinegro mientras se apoyaba en el respaldo de su sillón y miraba hacia arriba. Deidara no acoto nada.

 —Segundo... Quiero saber todo acerca de la vocalista de una banda llamada Rinnegan.

 — ¿Qué? —El rubio se levanto de su asiento— ¿Recién sales de un lío de faldas y ya quieres meterte en otro? —Sasuke lo miro fijamente y el rubio dejó caer sus hombros con cansancio— Está bien...

 —Y cuando sepas su dirección o del lugar donde ensaya me la das inmediatamente —Deidara asintió y salió a hacer lo que le había pedido.

 

 Pasaron dos días en los que se ocupó de conseguir a una persona capacitada para el puesto vacante.

 En ese asunto, al menos, había tenido suerte.

 — ¿Y? —pregunto Sasuke ansioso, pero sin demostrarlo— ¿Conseguiste la dirección?

 —No.

 — ¿Estás bromeando? —dijo seriamente.

 —No, no lo hago —Se puso firme—. Todo lo referente a la banda es un misterio, ni siquiera se sabe a que discográfica pertenece —El moreno, ante estas palabras, miro a un lado pensativo.

 —Supongo que quieren evitar que se filtre información...

 —Seguiré intentando —El moreno solo asintió—. Oh, por cierto, te están esperando para la junta que comienza en 10 minutos.

 Sasuke se puso en camino y antes de tomar el ascensor le dijo.

 —Cuando termines tus pendientes puedes irte. Por hoy no necesitaré nada más— Y se fue.

 Era por eso que en ese momento se encontraba ordenando sus cosas y apagando su PC para retirarse cuando la puerta del ascensor se abrió. Levanto la vista y al encontrarse con Itachi se quedó sin respiración.

 —Hola... Deidara —pronunció de forma suave e inconscientemente seductora. El de ojos azules desvió su mirada a unos papeles, temiendo ser obvio.

 —Hola —dijo cortante.

 Itachi sonrió con nostalgia, sin que el otro lo notara. No importaba cuantos años pasaran, aún podía leer a ese hermoso rubio.

 —"Seguro está deseando estar en cualquier lugar en el que yo no esté y mandándome al infierno".

 —Sasuke se encuentra en una junta y no creo que vuelva pronto. Por mi parte, me retiro —Tomó su maletín dispuesto a irse cuando Itachi le dijo.

 — ¿Tanto es tu desagrado por mí, que huyes? —Realmente tenía esa duda.

 —Uchiha tenías que ser... —murmuro— Sabes, no eres el ombligo del mundo.

 —Pero lo fui del tuyo —Se acercó hasta tenerlo a centímetros, haciendo que el rubio retrocediera, chocando con el lateral de su escritorio. Aún así su semblante era orgulloso.

 —Bien lo dijiste: "lo fuiste". Tiempo pasado —Con una mano apartó al moreno y con la otra (que apoyó en una pila de papeles sin darse cuenta), arrastró varias planillas y notas.

 Itachi automáticamente se agachó para ayudarlo y a pesar de que Deidara trató de tomar la mayor cantidad de papeles, no pudo evitar que el pelinegro tomara una de las notas.

 Itachi parecía concentrado.

 — ¿Así que mi ototo tiene en la mira a alguien más? —preguntó enseñándole la hoja donde Deidara había anotado la petición de su jefe, con respecto a la vocalista de Rinnegan.

 — ¿Y a ti que te importa? —El de los ojos azules ya no tenía paciencia para seguir contestando con amabilidad.

 —Más de lo que imaginas... —Hizo una pequeña sonrisa y a Deidara le dio mala espina.

 Su hermano se negaba rotundamente a ver a su madre, causando que esta se deprimiera.

 —"Lo lamento por Haru, pero mi madre es primero —Decidió el moreno—. Aunque será divertido ver como el baka se las arregla con la fierecilla indomable" —Sonrió aún más.

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 —Mizuki... —Una mujer de bello rostro, salvaje cabello largo (castaño rojizo) y cuerpo de infarto observaba al peliceleste, mientras fumaba de una larga boquilla dorada recostada de lado sobre grandes almohadones de satén rojo— Tu petición es repentina, ¿A qué se debe?

 —Mei-sama... —Hizo una reverencia a la mujer y mantuvo la cabeza gacha en signo de respeto— El último de sus encargos fue llevado a cabo con éxito, es por eso que le suplico me permita ir a Tokio. Si no fuera algo importante, juro que no lo pediría.

 —Ummm...

 —Además estando allí, podría encargarme de reunir información de las actividades de los demás grupos.

 —Está bien, tienes mi consentimiento. Pero si te atreves a traicionarme... —Sus ojos verdes se tornaron fríos.

 —Eso jamás, soy su siervo fiel —Habló sin levantar la vista.

 —Uf... Vete de una vez, ya no soporto tu zalamería...

 —Con permiso y muchas gracias Mei-sama... —Mizuki se alejó y al salir de la habitación de la jefa del clan Kiri, se encontró a Zabuza apoyado en una de las paredes con los brazos cruzados.

 Mizuki al pasar por su lado le sonrió con burla.

 — ¿Qué estás planeando, rata?

 —Zabuza, Zabuza... Deja la paranoia. No tengo pensado traicionar a tu amante —Se giró solo un poco para mirarlo de frente—. Voy a Tokio por cuestiones personales.

 —Es por el lindo rubiecito ¿Verdad? —Zabuza entre cerró los ojos.

 —No te metas en mis asuntos y mucho menos con Naruto —Habló Mizuki con celos.

 —Jaja —rió el moreno—, que patético. Lo único que me interesa es que no nos traigas problemas —Y se alejo, dejando al otro irritado e ingresó a la habitación de Mei.

  —Zabuza —La mujer se levanto y camino solo con una yukata de seda azul que dejaba a la vista sus hombros y su generoso escote—, te tardaste... —Le hablo al oído y comenzó a besar su cuello. El moreno permanecía inmutable.

 —Voy a ir a Tokio a vigilar a Mizuki —dijo de manera firme, sin dejar lugar a una negativa. Mei lo miro a la cara.

 —Siempre tan desconfiado... —Arrastró los dedos por sus pectorales— Sin embargo, tu olfato nunca falla. Puedes ir, aunque te extrañaré.

 —Entonces te daré un regalo para que no me extrañes —La tomo por la cintura con un brazo, haciendo que la mujer rodeara su cadera con sus largas piernas.

 —Creo que así solo te extrañaré más... —Y lo besó con pasión.

 

 Mizuki, a pesar del mal sabor de boca que le había dejado el pelinegro, se encontraba más animado de lo que había llegado, ya que por un tiempo podría librarse de rendírle pleitecía a la perra de Mei y al maldito de su amante. No obstante, lo más importaba era que podía concentrarse en hacer suyo a Naruto.

 Se había pasado varios días buscándolo en los lugares que frecuentaba, hasta que notó que el menor no aparecía por ningún lado. Algo extraño al ser el rubio apegado a sus costumbres. Y fue así que decidió (como última opción), ir al Izanami.

 Trató de no toparse con Konan o Pain, ya que sabía que no era santo de su devoción. Su oportunidad llegó junto a un buen polvo, de mano de una de las camareras, una chica de grandes pechos y ojos casi blancos.

 — ¿Naruto? —Contestó la chica, mientras desnudos se fumaban un cigarrillo— Ese sí que tuvo suerte, pudo salir de este asqueroso pueblo... Ahora debe de estar dándose la gran vida en Tokio —dijo con envidia.

 El mayor sintió que la ira crecía, pero se contuvo. No le convenía armar un problema en el bar. Prefirió cambiar de tema cuando vio que la chica no tenía nada más que aportar.

 Y ahora estaba a punto de ir a su encuentro.

 —No te escaparas Naru... Vas a entender por las buenas o por las malas que me perteneces... —Susurró con rostro desquiciado.

 

 

 

=*=*=*=*=*=*=*=

 

 

 

 

 La reunión había acabado entre los halagos de los miembros del consejo directivo (los cuales, sabía a la perfección, eran unos lambiscónes)

 La mayoría de esos viejos lo aceptaban como presidente porque no tenían alternativa y porque desde que él se había hecho cargo del puesto, las ganancias aumentaron considerablemente rellenando sus bolsillos.

 Era más que obvio que no se quejarían, pero siempre hay una excepción. En su caso eran dos, los antiguos lacayos de Fugaku, Koharu y Homura, y por esa razón odiaban que hubiera tomado un lugar que claramente su padre guardó por tanto tiempo para su primogénito.

 Ambos viejos no sabían que piedra ponerle en el camino para que tropezara, nada los conformaba. Y es por eso que cada vez que salía exitoso de sus pequeños complot, sentía la necesidad de festejar como lo haría cualquier fan de algún deporte cuando su equipo vencía a su clásico rival, y reírse en sus caras. Pero era un Uchiha y los Uchiha no se comportaban de esa manera y no hablaba de faltar el respeto, sino de comportarse como idiota. De esos había de sobra en el mundo.

 Al llegar a su despacho, su secretario ya se había marchado, por lo cual solo tomaría sus cosas y se iría. No obstante, no todo sale como uno desea.

 — ¿Qué haces aquí? —preguntó Sasuke a la persona que se encontraba en su sillón de presidente.

 —Pensé que esto sería más cómodo —comentó tocando el apoyabrazos—. No es la gran cosa.

 —Te hice una pregunta Itachi, ¿Qué haces aquí? —dijo con molestia.

 El otro moreno se paró y camino hasta quedar a medio metro de su hermano.

 —Vine a hablar de Okâsan y la forma en que la tratas, ¿O acaso pensaste que me evadirías eternamente, ototo?

 —No tengo tiempo, ni ganas de hablar con ninguno de los dos —concluyó pasando a un lado de su hermano mayor, el cual lo siguió con la mirada.

 —"Lo siento por Haru, pero mi madre lo necesita. Tendré que usar este As"

 — ¿Así que te gusta Haru? —Itachi trató de obtener su atención y lo logró. Porque Sasuke, que se encontraba tomando unas carpetas de su escritorio lo miró.

 — ¿Qué sabes de ella? —Exigió una respuesta— No me digas...

 —Sí, Rinnegan pertenece a mi discográfica —Sonrió.

 Sasuke dudo. Se debatía en si pedir un favor a su hermano (algo muy difícil para él), o mantener su orgullo intacto. Algo que no fue necesario.

 —Hagamos esto, mañana la banda tendrá que ir a la discográfica... —habló como quien no quiere la cosa y su hermano entre cerró los ojos.

 — ¿Qué quieres a cambio?

 —Ototo, pensé que era obvio... Dale una oportunidad a Okâsan de acercarse a ti y yo te ayudaré con Haru.

 Sasuke se sentó en su sillón y entrelazó sus dedos, tocando su nariz. Algo que hacía cuando se ponía a considerar algo de suma importancia.

 —Acepto —contestó sin más.

 

 

 

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 Al día siguiente Naruto se encontraba en una cafetería tomando un cappucino, a la vez que hablaba con su madre.

 —Okâsan, ¿Cómo estás? —Del otro lado de la línea la mujer le contestó con entusiasmo.

 —Muy bien cariño. Tu presentación fue hermosa —El rubio se sonrojo.

 —Y, ¿Cómo te sientes? Me gustaría poder estar ahí apoyándote —Se entristeció.

 —Naru-chan no quiero que te sientas así, lo que estás haciendo demuestras lo mucho que me quieres. Además tu padre e Iruka me acompañan y ayudan, no te preocupes —dijo en tono maternal.

 —Aún así...

 —Mira hacia adelante y concéntrate en eso. Ya tendrás tiempo para visitar a tu achacada madre.

 — ¡Okâsan, tú no estás achacada! ¡Eres la mujer más hermosa y vital del mundo! —se quejó. Oyó la risita de Kushina por sus palabras.

 —Te amo Naru-chan —Su voz se quebró.

 —Y yo a ti —contestó de la misma manera—. Saluda a Otousan y a Iruka-sensei de mi parte.

 —Lo haré, cuídate mucho —Y colgó.

 Naruto se quedó pensando en lo fuerte que era su madre y pedía tener la mitad de su fuerza de voluntad para seguir adelante.

 Se levantó y dejó propina sobre la mesa. Saludo a los empleados del lugar con una sonrisa y les agradeció por su atención. Todos saludaron, contagiándose de la alegría de la rubia. Porque al Itachi no estar enterado de su género real, debía vestirse como mujer cada vez que se encontraban.

 La semana antes del concierto Haku lo había ayudado yendo y viniendo desde Konoha, hasta que por fin suplico al Uchiha que lo contratara como su asistente, porque no confiaba en nadie más (claro, solo fue una excusa), y hoy en la mañana había contado también con la ayuda de Sakura. Y a pesar que se había quejado de tener que vestir una falda, sus amigos lo convencieron que debía verse femenino.

 Es por eso que lo habían vestido con un sweater liviano y ajustado color negro, sobre él y desde la cintura hasta medio muslo, llevaba una falda escocesa en verde Ingles, rojo y bordó que debajo tenía varias capas de encaje negro. Un cinturón con hebilla peltre disimulaba la unión de ambas prendas y afinaba su cintura haciendo que la falda le otorgara caderas.

 En sus pies llevaba unas botinetas de gamuza negra acordonadas, con plataforma y taco chino sobre una pantimedias negras opacas. Como último accesorio, una fina y larga bufanda de encaje negro.

 Su maquillaje era solo el delineado de sus ojos, el brillo de labios naranja suave y un poco de mascara de pestañas.

 Su cabello caía en cascada.

 —"Tendré que hablar con Itachi, no soporto tener que hacer esto casi todos los días —A Naruto no le gustaba mentirle a ese hombre amable y por supuesto, no aguantaba vestir así—. Hoy mismo se lo diré y que Kami me ayude”.

 Cruzó la entrada del edifico de Mangekyo saludando a los guardias y luego a las recepcionistas.

 —Buen día, chicas.

 —Buen día, Haru-san.

 —Ya les dije que solo me llamen por mi nombre —Hizo un puchero.

 —Es que no estamos acostumbradas —dijo una de ellas y la otra asintió.

 —Ya se acostumbraran. Eto... me podrían indicar como llegar a la sala de reuniones. Es que este lugar es tan grande que me pierdo —Llevo una de sus manos a su nuca, sonriendo con pena y torpeza.

 —Lo esperan en el 4° piso, salón B.

 —Gracias, nos vemos —Se dirigió al ascensor saludando con una mano.

 —"Es adorable" —pensaron ambas.

 

 Luego de unos minutos llegó al lugar indicado y se preguntó si no se había vuelto a equivocar.

 —Pero creí que era aquí... —Murmuro.

 El sitio estaba vacío y toda la superficie de la larga mesa de reuniones estaba cubierta por arreglos florales de diferentes tipos de flores amarillas.

 —No te equivocarte —Oyó a su espalda y creyó que alucinaba. No podía ser cierto.

 Se giro con temor de comprobar sus sospechas y ver a la persona menos deseada.

 Sin darle tiempo a reaccionar el joven se acercó, tomó una de sus manos y se inclinó para besarla como el caballero, que Naruto sabía, no era.

 —Por favor, recibe este humilde obsequio —Sin dejar de inclinarse elevo sus ojos y la miró, dándose cuenta de la mirada asombrada que le echaba la rubia—, de tu más grande admirador —Sonrió con arrogancia—"Ya es mía" —Creyó sin saber que no podía estar más lejos de la realidad.

 —"El maldito teme... ¡¿Qué mierda está pasando?!" —Naruto quería gritar.

 ¿Quién dijo que las cosas no podían empeorar?

 El destino lo odiaba, literalmente.

 

 

Continuará...

Notas finales:

Hola a tod@s, no saben lo que me costó este cap., por fin lo acabé y no estoy muy conforme. Pero es lo que hay u_u

Bueno pasemos a los personajes, van apareciendo en menor medida ya que la mayoría apareció en cap. anteriores. Creo que el más importante fue uno, otros solo fueron mencionados.

 

Obito: Apereció para molestar a Deidara y sobre todo a Itachi. Me surgió de golpe, como una alternativa al tercero en discordia entre el rubio e Itachi, que mayormente es Sasori. Su personalidad pasará del Tobi aniñado al falso Madara. Será un manipulador.

 

También apareció Mei Terumi, la mizukage, como jefa de un clan yakuza. Pero no hay mucho que decir, ya que no aparecerá mucho en esta historia. Eso creo...

Ahora me despido y agradezco a CLIM3G,  WolfieLiz,  NIR KAR,  Misaki Heartfilia,  Kay-nee,  jasmin-56,  uchiuzuma lover y aosora por sus comentarios. Me impulsan a continuar.

 Hasta la próxima, muchos besos! (^_^)/

 

 


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