Capítulo 2: Cuéntame que pasó.
Decliner: Los personajes no me pertenecen... si lo hicieran...*w* otro gallo cantaría. Jijiji.
Cuéntame que pasó.
Jade's prov.
-¿Vega?- le volví a preguntar a la chica que salía de su casa. Estaba segura de que era Vega, pero ¿Por qué me miraba de esa manera?.- ¿Vega, qué ocurre?- pregunté acercarme un poco.
-¿Jade?- ¿No me estaba viendo? ¡Me tenía delante!.
-Claro que soy yo... Tori- Me di cuenta de que estaba mal... y suponía lo que había pasado, que me haga la tonta no significa que lo sea.- ¿Qué ocurre, Tori?.- le pregunté impaciente. Estaba realmente preocupada por ella... yo la quería demasiado, ella había conocido mi yo real... el que no era frío y distante, la máscara que llevo para todo el mundo, y ella siempre me había apoyado... incluso en los peores momentos para ella.
-Nada- respondió secamente.- No pasó nada, solo... vamonos- me dijo aún sin alzar la mirada del suelo- quiero que nos vallamos de aqui- ¿Estaba llorando? ¿Que le había pasado para que llorase?.
-No- respondí rotundamente- No hasta que me cuentes que narices te hace llorar.- Me senté en la hierba y me miró confusa.
-¿Tú no tienes clases?- ¡¿En serio?! Dios, Tori Vega y su maldita perfección.
-Si, maldita sea, tengo clases. Pero me da igual... ¡Cuéntame ahora mismo que te ha pasado!- volví a exigir.
-Nada- me volvió a contestar. La miré seriamente repasando cada rasgo de su rostro, cada expresión. Algo que me delatara que mentía. Y... ¿Qué era eso que tenía en la mejilla derecha? ¡Oh, no!
-Tori Vega- la llamé por su nombre entero anunciando que se avecinaba 'tormenta'.- Dime ahora mismo, que mierda te ha pasado en la cara. Y a quién le tengo que partir la boca- ella me miró asombrada. ¿Qué pasa? A Tori no la toca nadie... no más.
-Nada... de verdad- Mentirosa... por muy buena actriz que sea, mentir se le da fatal.- Solo me caí.- Y de nuevo esa excusa. Bien, ya se lo que ha pasado. Me lo suponía... y también me odiaba por no poder hacer nada.
-¿Seguro?- sabía que era mentira, pero... no podía hacer nada. Me sentía tan impotente.
-Si- me contestó forzando una sonrisa. "¡Por Dios, Tori, que no soy tonta ni me chupo el dedo!" Pensé para mi misma, muy enfadada por todo eso.
-Seguro.- respondí secamente- Vamonos.- su mano cogiendo la mía dulcemente me pararon en seco.
-Jade- me susurró con un tono que hacía que.. ¡No!
-Dime...Vega- me concentré de nuevo.
-Gracias por esperarme- fue lo único que dijo, para después irnos las dos juntas hacía el coche.- Por cierto- me volvió a decir tras haber pasado un tiempo en el coche camino a H.A.- ¿Donde está Trina?- vale... esto... genial. No pude evitar sonrojarme... rezando por que no lo notara.
-Pues...- pensé- tiene una cita... con un chico, bueno, literalmente se le ha echado encima exigiendole que le lleve en coche, y bueno...- miré en otra dirección. Una cosa es ser blanda por la noche, otra por el día.- Yo te quería esperar para ir juntas, ya sabes como... ¿Compañeras?- esa palabra retumbó en mi mente.
-Claro- me siguió sonriendo fingidamente. Esas sonrisas son las que tanto me duelen... ¿No se da cuenta de que yo he hecho todo eso... para que nadie note por lo que pasé?...¡Estúpida Vega!. Aunque sea un año mayor que ella... sigue igual ¡Aff!. Me volví a concentrar en el vieja con la mirada algo perdida en el frente.
-Jade- me gritó mi compañera de coche- ¡Frena!- me gritó. ¿Qué...? ¡Oh ya veo!.
-Ya hemos llegado.- fingí tranquilidad.
-Si claro, casi te comes el gimnasio pero ¡ya hemos llegado!.- me encaró- ¿Qué te pasaba?- me preguntó. Esa pregunta la debería hacer yo... pero se que no le gusta hablar de ello.
-Nada- respondí sonriendole con ironía.
-Si, venga Jade. Deja toda esa mierda de 'Ya sabes mi respuesta'. Solo me dió miedo que casi me matarás. Algo normal, ¿Verdad?- Odio pelear con ella... me pone mal.
-Vale, lo siento. Punto. Fin de la discusión.- Me bajé del coche algo cortante.
-Ni fin de la discusión, ni leches. No había discusión.- me besó la mejilla- gracias por animarme.- Mierda. Lo sabía. "No debes ser buena con ella por la mañana...".
-Si. Como sea. Adiós.- ví que sus amigos se acercaban y ese era mi momento de retirarme. Le besé la mejilla... y al segundo me arrepentí. Fue un acto de costumbre, siempre que me alejo de ella por las mañanas le beso la frente o la mejilla para hacerle saber que todo saldrá bien... pero ¡no lo debería hacer en la escuela!.
-¡Cat!- Gritó Tori- ¿Y André?- preguntó.
-Ha ido a hablar con el nuevo alumno, dicen que estará en nuestro curso- respondió. Fue lo último que escuché. Me agradaba Cat, era una buena amiga de Tori y se querían como hermanas. Era una muchacha muy graciosa, algo infantil, con un gracioso pelo rojo y sobre todo... era una excelente chica. Muchas veces me había dado miedo... ¡Se me había tirado encima! Pero... agradable al fin y al cabo. André es otro tema aparte... ese chico tiene algo que no me gusta. No me agrada que esté tan apegado a Tori... ¡No son celos!... solo no me gusta. Es muy buen amigo y todo eso... pero no me gusta.
-Jade- me gritó Trina.- Que tarde llegas- Y aquí tenemos el caso que me hace.
-Si, es que atropellé a una anciana.- Me miró con asombro- me di a la fuga- seguía perpleja- y me fui con la policía a Chile- seguía con la broma y ella prestaba atención... se lo creía ¿Hola? En fin...- y me teñí el pelo de naranja fosforito para que no me reconocieran- por fin se estaba dando cuenta de que me estaba burlando de ella. ¡Hija que lenta!. Por eso me divertía tanto con ella... para algunas cosas era tan idiota.- No, en serio, me quedé esperando a tu hermana- al segundo me arrepentí de lo que dije.
-Alejate de mi hermana. Te lo dije una vez, no te lo diré dos.- Me dijo algo seria.
-Si, ya lo se. Somos compañeras... ya sabes, la hermana pequeña de mi mejor amiga- siempre era igual... odiaba las mañanas como esta.
No hablemos más de ese tema. Yo era la primera que se ponía incomoda. Lleguemos a la primera clase y era... "Interpretación". Genial. ¿Alguien quiere matarme?. Me senté resignada empujada por Trina.
-¿Este sábado haremos la fiesta detrás del pabellón?- Me preguntó.- Como siempre.- Confirmó cuando asentí.
-¡Chicas silencio!- fue lo primero que dijo Rubí al adentrarse en la clase. Esa profesora era una bruja.- Escuchen y tomen apuntes, que no todos los años tendrán esta suerte.- Suspiré. Otro inmundo día que tardaría en acabar. ¿Cómo le iría a Tori?. ¡Debo de dejar de pensar en ella...!.