Su corazón reboto contra el pecho con cierta sospecha cargada de una especie de miedo también. Mas luego recordó lo distraído que podía ser su mejor amigo.
--Matt…--gruño acercándose peligrosamente hasta el, tomándolo por el cuello de la playera inclinándose hacia él.
El pelirrojo le miro con extrañeza y sorpresa también.
--Más te vale decirme de una maldita vez que es lo que…
--Suéltame—ordeno en un tono desconocido para el rubio, un tono brusco. Por un segundo Mello sintió algo semejante a la confusión.
--Si rodeas el edificio llegaras a la puerta principal—indico Matt volviendo los ojos a su videojuego.
--Escúchame bien, perro…--estaba perdiendo la paciencia, la bromita de Matt ya había cruzado la línea de paciencia del chico.
La mano del pelirrojo voló hasta el pecho de Mello aprovechando su cercanía, lo empujo con fuerza para apartárselo, Mello cayo sentado ante ese hecho…nunca se espero una reacción semejante en Matt…porque… ¡era Matt! Siempre paciente, amable, despreocupado, tolerante y calmado.
Se resintió el golpe cerrando los ojos, cuando oyó el pasto moverse volvió a abrirlos; Matt se había puesto en pie y lo miraba aun con curiosidad mezclada con molestia.
--Oye…no te conozco así que…--se dio la vuelta para alejarse. Mello lo miro un momento… ¿podría ser verdad? Matt no lo conocía.
Se incorporo también siguiendo al pelirrojo, ahora estaba mas que molesto con el ¿Quién se creía que era para arrojarlo contra el suelo de esa forma?
--¡Oye! ¡No me ignores, Matt!—ordeno hecho una fiera.
--Si eres nuevo aquí, deberías volver a tu dormitorio—le dijo sin volverse ni apartar los ojos de la consola.
--No soy nuevo…--gruño alcanzándolo y tirando de su brazo para obligarle a volverse—Tú y Near han cruzado la línea.
--¿Near?
--Si, Near—frunció los labios molesto por tener que repetir.
Matt lo miro atentamente en un gesto que el rubio reconoció como un procesamiento mental agudo.
--No me digas que tampoco sabes quien es Near—se burlo pero con un timbre algo temeroso por que ello fuera cierto.
--¿Estas de acuerdo con Near, verdad?—pregunto luego de un momento--¿Cómo te llamas?
Mello frunció los labios tal parecía que no habría ningún problema en decirle su verdadero nombre, ya que… ¡todos lo conocían! Pero aun así prefería mantener la relación con su amigo como la recordaba…si era lo único que podía tener ahora.
--Dime Mello.
--De acuerdo, Mello—se acercó al muchacho sacando un cigarro de su chaleco y llevándoselo a los labios—Si estas aquí para hacer una broma de Near…mejor vete. Nunca te había visto antes así que ¿de donde conoces a Near?
--¿Qué clase de pregunta estúpida es esa?—le miro con mal humor—En el mismo lugar que tu…--y al hablar fue apagándosele la voz al comprender lo absurdo que sonaba dado los sucesos de esta mañana…estaba dudando no solo de su cordura sino de la realidad misma.
--Ve con Near —siguió pacientemente
-- No, Matt ¿Por qué sigues diciendo idioteces?—gruño
--¿En tal caso porque estas aquí diciendo que nos conocemos?
--¡Lo conocí aquí y también a ti!
--No puedo asegurarlo de Near pero yo…yo no te conozco. Nunca te había visto—encendió su cigarro con indiferencia y se dio vuelta para irse.
--¡No me ignores, perro!
--Déjame tranquilo—ordeno con tono poco paciente, un tono que en la vida le había escuchado a Matt ni a nadie… ni mucho menos dirigido a Mello.
Suficiente, ya lo había ignorado más de lo que podía soportar. Avanzo decidido hasta el pelirrojo para obligarlo a encararlo, sin embargo, no le resulto como quería, pues Matt lejos de dejarse hacer como solía, se saco la mano de Mello de encima suyo, y lo siguiente que supo el rubio fue que estaba empotrado contra el muro de piedra con el pelirrojo sujetándolo con fuerza.
Sus pupilas azules tintinearon presa de la confusión y el asombro, ¡Mello sorprendido! Quien lo diría. Y Matt violento, eso si era una estupidez. El pelirrojo era otro por completo…alguien diferente…
--Matt…suéltame—ordeno con poca disposición.
--Te soltare cuando me dejes tranquilo, ya te he dicho que ni siquiera te conozco.
Fue hasta ese momento que Mello noto que no era el único con unos años menos, también su amigo se veía ligeramente mas joven, su edad giraría en la misma que el parecía tener ahora… Sin embargo eso no fue lo que le causo un vuelco al corazón, mas bien fue la cercanía a la que estaba del rostro de Matt. Sin quererlo la sangre subió por sus mejillas. Nunca había notado lo bonitos que eran los ojos verdes del pelirrojo.
Paso un largo minuto hasta que le soltó la playera y se alejó unos pasos.
Oyeron el pasto moverse cuando alguien se acercó.
--¡Matt!—la inconfundible voz de Roger lleno el lugar.
--Maldición—mascullo el pelirrojo guardando su PSP.
--Matt, esta zona esta prohibida, te lo he dicho ya…--se interrumpió al ver a Mello--¿puedo ayudarte?
--Yo…no. Solo quería hablar con Matt—respondió.
--Matt, te he dicho demasiadas veces que no salgas de la institución sin permiso—reprendió el viejo en tono resignado.
--No lo hice. Este niño llego aquí diciendo que me conoce a mí y a Near—exclamo buscando un cigarro nuevo.
--Matt, apaga eso—ordeno.
El pelirrojo se dio vuelta con desdén y anduvo hacia dirección contraria a donde estaba Roger. Mello lo miro con atención ¿Quién era ese chico y que hizo con el verdadero Matt?
--¿Y bien? Dime la verdad, jovencito. ¿Dónde conociste a Matt?—pidió el anciano
Mello lo miro entonces, era estúpido creer que en verdad estaba ocurriendo algo así…sin embargo decirle la verdad, o lo que el consideraba la verdad, podía costarle un buen encierro en el manicomio.
--Aquí—respondió sondeando la verdad—hace un momento—dijo al fin cediendo a los hechos.
--¿Puedo ayudarte?—Roger no pareció creerle pero lo dejo pasar.
--Quería…asegurarme de algo es…todo.
--De acuerdo, acompáñame te guiare a la salida…
--Me…--se callo ¿Qué caso tenia esconder su nombre si todo el mundo lo sabia?—Mihael.
--Bien, Mihael.
Siguió al anciano rumbo a la salida, el rubio miraba a todos lados tratando de encontrar a Matt, o mas bien al muchacho que tenia la apariencia del pelirrojo pero que parecía ser una persona por completo diferente. Entonces sus ojos notaron algo en el muro donde colocaban los anuncios.
--Quiero participar—soltó de golpe. Roger se giro a el interrogante—En ese programa que tiene el orfanato de estudiar con un niño de aquí.
--Necesitas llenar algunos requisitos—dijo el anciano con calma.
--Soy mas inteligente de lo que usted cree—replico.
Roger no objeto nada, ese chico realmente lucia determinado, así que lo condujo hasta su oficina donde le pidió se sentara del otro lado de su escritorio.
--Nuestra institución tiene ese programa, jovencito…
--Matt—interrumpió—Quiero tener la convivencia con el.
--¿Matt?—el anciano parpadeo—Lamento decirte, Mihael que…Matt no esta dentro del programa.
--No me importa que tan inteligente sea, podre con el—dijo con mal humor.
El anciano pareció dudar, pero el chico lucia realmente determinado.
--Correcto…--saco de los cajones de su escritorio una carpeta que le extendió al rubio—Resuelve estos acertijos y veremos…
Mello los tomo mirándolos una sola vez y escribiendo las respuestas al momento. Roger lo contemplo con los ojos bien abiertos, asombrados.
--¿Cómo dices que te llamas?—pregunto luego de revisar las respuestas correctas
--Mihael….Keehl…
--Ya he oído ese nombre. Publicaras un libro acerca de una codificación militar ¿no es así?
Mello siguió en silencio. No tenia idea de lo que el hombre le decía.
--Pues felicidades, jovencito—sonrió con franqueza— ¿Por qué no vas a buscar a Matt? Creo que podrán hacer un buen trabajo juntos.
Mello obedeció poniéndose en pie y caminando de vuelta por los pasillos, decidido a encontrar a Matt y hablar largo y tendido con el.
Avanzo hasta la habitación del pelirrojo, y siguiendo la costumbre abrió sin llamar antes a la puerta…y allí se quedo helado.
Sus azules pupilas temblaron de asombro al ver a Matt inclinado sobre alguien en el piso del cuarto, mirando al intruso con las mejillas rojizas. Pero eso no fue lo que más sorprendió al rubio, mas bien fue el hecho de que cierta personita blanca estaba debajo del pelirrojo, con la mitad de los botones de su pijama abiertos.
--Near…
**
Matt regreso a la casa apenas dejo atrás a ese muchacho rubio que decía conocerle. Hizo memoria pero no logro recordar si de verdad se conocían de algún lugar…no, realmente no recordaba a ese chico ¿Cómo se llamaba?
Suspiro llegando hasta su habitación, entrando al tiempo que apagaba el cigarro. Y lo vio.
El mismo chico menor que el por apenas dos años, sentado sobre el suelo de su cuarto, jugando con algo parecido a marionetas hechas por el mismo. Como cada tarde.
--Near…--saludo con seriedad.
--Matt…--le miro con atención con sus grandes ojos negros.
--Basta de bromas—pidió agachándose a su altura
--No se a que te refieres
--Mandaste a un chico nuevo para ver si caía ¿no?—sonrió astuto.
--Solo ocurrió una ocasión, y no tengo intención de repetirlo.
--Sabes lo que te conviene…ademas—ensancho la sonrisa acercándose al muchachito gateando por el suelo hasta terminar la distancia y besarle en los labios.
Near cedió al peso del pelirrojo cayendo de espaldas, de inmediato el otro se subió sobre su cuerpo aprisionándolo entre el suelo y su cuerpo.
Sus manos recorrieron la piel por encima de la delgada tela del pijama blanco del albino, desabotonando botón a botón con una tranquilidad juguetona.
Su lengua se introdujo en la boca de Near recorriendo su interior, quien trato se de seguir el ritmo, Matt seguía succionando su lengua, arrancándole gemidos ahogados.
Cuando logro desabotonar los primeros obstáculos que impedían rozar la suave piel blanca, introdujo su palma por el pecho del muchachito respirando contra su oreja y enredando los dedos en sus cabellos de algodón.
Su respiración estaba agitándose, se acomodó mejor sobre el cuerpo frágil mientras llevaba una mano hasta el cierre de su pantalón…y entonces la puerta se abrió.
Matt alzo sus verdes ojos hacia el intruso vivazmente, con el corazón alocado por verse descubierto, y descubriendo al chico rubio mirándolos con los ojos bien abiertos.
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