Mikoto solo pudo suspirar horrorizada mientras caía de rodillas y lagrimas surcaban su rostro, mientras que Fabaku amplió sus ojos y el aliento escapo de sus labios quedando totalmente petrificado.
No podían creer la imagen que presenciaban sus ojos, pues aquel pelirrojo era una copia masculina de Kushina, y los otros dos tenían un increíblemente alarmante parecido a Minato. Mikoto era un mar de lagrimas mientras que Fabaku una estatua horrorizada, en la mentes de ambos solo se encontraba un pensamiento ¡eran ellos! Mientras recordaban la conversación que habían tenido hace tres siglos
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-Fabaku!! Kushina acaba de dar a luz a mis lindos gemelitos, son adorables parecen unos angelitos y son igualitos a mi- decia alegremente un rubio que aparentaba 35 con ojos azules cielos brillantes de emoción, piel acanelada y aproximadamente unos 1,95 de altura, con una brillante sonrisa pegada en sus maduros y bellos rasgos.
-Ya Minato, ni que fuera tu primer hijo, cuanto tiene ahora Kuruma? ¿Un siglo?¿dos?- pregunto un pelinegro, que también aparentaba entre 35 y 40, debido a unas pequeñas ojeras que tenia bajo sus fuertes ojos ónix sus rasgos eran maduros y fuertes, media aproximadamente unos 1,95 igual que el rubio
-TIENE 3!! Y no has venido a verlo ni una sola vez desde su nacimiento mal amigo!! Y yo que fui con Kushina al nacimiento de Sasuke, Itachi y Madara- decia el rubio con en modo de reprimenda y finalizando con un puchero
-Perdón Minato, es que las cosas han estado agitadas últimamente, te prometo que todos iremos tan pronto podamos, incluso mis hijos
-Eso es..-la frase fue cortada cuando una fuerte corriente de viento agito las ropas y cabello del rubio y una fuerte explosión se escucho sorprendiendo a este
-Minato que fue eso-dijo alarmado el pelinegro
-Maldición, Kushina!!!- el rubio corto de inmediato la comunicación
Un mes después cuando llegaron al castillo del rubio, la mitad de este se encontraba en ruinas y sus amigos se encontraban en un estado depresivo que duro un siglo entero, aunque para ellos los siglos pasan como años, al parecer la mansión había sido atacada y sus hijos secuestrados frete a sus propios ojos.
Sobra decir que se sintió horrible, tal vez si el hubiese estado ahí, compartiendo ese momento con su amigo, como este había hecho con el esto pudo haberse evitado, no por nada era parte del consejo, tal vez así los niños estarían a salvo y sus amigos no estarían teniendo que pasar por esto, si solo…………
``````````````````````fin flash black``````````````````````````````
-Fabaku, Fabaku son ellos, estoy segura, son ellos!!!- dijo entre sollozos Mikoto, ella había sentido en el alma el dolor de su amiga mientras intentaba animarla luego del accidente, pues al igual que su esposo ella se sintió sumamente culpable e impotente por no haber estado allí para evitar la tragedia.
-Oto-san, oka-san que sucede- pregunto extrañado el menor
Eso pareció sacar de su ensoñación a Fabaku que rápidamente se recompuso ante la mirada extrañada de sus hijos, pues estos nunca habían visto de esa forma a sus padres
-Luego se los explico, lo primordial es llevarlos a recibir atención médica cuanto antes, creo que hay un hospital por aquí cerca y si mal no recuerdo Tsunade debería estar por los alrededores para el chequeo del estado de Sarutobi-sama, lleven a los mocosos al hospital, no resistirán si los llevamos a la mansión el camino, es horrible y bastante largo morirían antes de llegar, yo y su madre iremos por Tsunade.
Los menores asintieron, y desaparecieron rumbo al hospital en una velocidad descomunal, al igual que los mayores pero estos rumbo a el edificio central de la ciudad.
````````````````en el hospital``````````````````
Los azabaches llegaron rápidamente al hospital y para su fortuna frente a la puerta se encontraban dos enfermeras hablando, que parecían no darse cuenta de su presencia, ni de los niños en sus brazos casi muertos
-Disculpe señorita acá tenemos a tres niños gravemente heridos necesitan atención inmediata- dijo serio el mayor
-Oh podrían decirme donde están sus padres niños- dijo la enfermera, al percatarse de los ahora niños Uchihas
-Eso no importa podría PORFAVOR HACER ALGO POR ESTOS NIÑOS!!- dijo irritado el menor, pues odiaba que lo trataran como críos, y empezó a maldecir en mil idiomas a Kushina, por haberles dado esa apariencia
Las enfermeras al fin parecieron darse cuenta de la condición de los pequeños con marcas, y rápidamente llamaron por camillas trasladándolos a urgencias
-Tranquilos niños sus amigos estarán bien pero ¿podrían porfavor responder un par de cosas?- pidió con amabilidad una enfermera, luego de haber atendido a los otros tres recibiendo por parte de estos un asentimiento
-¿Cuáles son sus nombres y donde están sus padres? Es la misma pregunta para los otros que trajeron con ustedes
-Somos, Sasuke, Itachi y Madara Uchiha, nuestros padres están viniendo en este momento asía el hospital con una conocida suya, y no sabemos cómo se llaman los niños los encontramos en esas condiciones en un callejón y los trajimos al hospital- dijo fastidiado Madara, pues la mujer pareciera como si los mirara por abajo por su apariencia
La enfermera abrió desmesuradamente los ojos, y la boca reconocía ese apellido, los Uchihas eran uno de los clanes más respetados y temidos pues eran de los más poderos y uno de los que reinaban el mundo mágico, aunque también poseían una gran influencia en el mortal.
Luego de anotar lo que el azabache le había dicho se fue rápidamente, no quería hacer nada que pudiera provocar la ira de personas tan poderosas.
Un rato después llegaron sus padres junto a una muy cabreada Tsunade. Parándose frente a los menores
-Bien ya llegamos, ahora si ya me pueden decir quienes son esas personas tan importantes, como para traerme a atenderlas personalmente- Dijo una mujer que aparentaba unos 50, pero extrañamente no poseía arrugas y su piel era lisa, una figura bien proporcionada, en especial en su sobresaliente pecho, piel acanelada, ojos ámbares y cabello rubio recogido en dos coletas bajas, ya tenía colocada su bata que la identificaba como parte del cuerpo medico
-Tsunade, no sabemos cómo decirle, así que es mejor que lo vea con sus propios ojos, aparte aunque le dijéramos no lo creería. Pero le advierto tendrá que controlarse, la situación de estos es grave y la necesitan con urgencia- le dijo Mikoto, la cual era una mujer que aparentaba unos 35 cabello negro azabache, ojos ónix y cansados como los de su marido, tenía unas buenas proporciones y curvas, y no lucia ninguna arruga al igual que la rubia, y piel blanca como la nieve.
-Itachi donde se encuentran los niños- pregunto Fabaku
-Están en la sala de emergencias al final del pasillo, empezaron a operarlos hace aproximadamente media hora, al parecer el pelirubio y el pelinegro están entre la vida y la muerte, la cantidad de sangre que perdieron es desmesurada y las heridas son demasiado profundas, ahora están en estado crónico. El pelirrojo está al borde de un derrame cerebral y podría perder la vista de uno de sus ojos, todos los niños también tienen las costillas rotas, pero el pelirrojo de paso también tiene el pulmón perforado, entre otras muchas cosas, como huesos rotos, lesiones, cortes ect- le respondió de inmediato el menor parándose al igual que sus hermanos para seguir a los mayores.
Los adultos casi se caen del shock ¡cómo podían esos mocosos ser tan resistentes! Tsunade no se lo podía creer y como medica que es, apresuro sus pasos para ayudar a sus colegas a salvarles la vida a esos pacientes. Mientras que los pelinegro mayores solo agradecían a kamisama que siguieran con vida, no sabían que les dirían a sus amigos si no era así.
La rubia entro rápidamente a la habitación acercándose a la camilla más cercana, el médico estaba a punto de echarla de la sala, pero al verla mejor se cayó, mientras se quedaba estupefacto pues frente a él estaba una de las mejores medicas del mundo de ambos mundos, la gran Tsunade Senju una de las tres sanin, conocida así por su increíble poder, habilidades, logros e inteligencia, pero rápidamente se recompuso le informo la situación de los tres pacientes. Tsunade asintió y se acerco para ver mejor al paciente quedándose en shock
-No..no puede ser- dijo con los ojos abiertos como platos.
-Tsunade tranquilízate sus vidas están en juego- Le grito Mikoto mientras era escoltada junto a su familia fuera de la habitación, muy a su pesar y el disgusto de los hombres.
-C..Cierto- dijo débilmente, para secarse las lagrimas y pegarse levemente en la cara, para espabilarse preparándose para salvar la vida a esos niños.
``````````````````````````````````Unas horas después``````````````````````````````````````
Todos los doctores salieron uno por uno de la sala, cuando el ultimo salió les dijo a los Uchihas que podían entrar que Tsunade-sama los estaba esperando adentro, y que las operaciones fueron un éxito.
Los Uchihas asintieron, y de inmediato entraron encontrándose con Tsunade arrodillada acariciando la mejilla de el pelirrojo mientras lagrimas surcaban sus mejillas.
-Fabaku, Mikoto ¿cómo?¿es esto un sueño, como pueden estar ellos aquí?- dijo la rubia débilmente por el llanto, y con una expresión melancólica, sin apartar la mirada del niño
-No lo sabemos, los encontramos en un callejón en este estado, Fabaku y yo tampoco podíamos creerlo, pero míralos, son las copias de sus padres, no hay duda de que son ellos- dijo Mikoto mientras se acercaba y ponía una mano en el hombro de la rubia, con Fabaku abrazándola por la cintura y su barbilla recargada en el hombro de su mujer, ambos mirando con igual melancolía al niño.
-Pero los estuvimos buscando por años, por siglos- dijo la rubia mientras apartaba su mano del pequeño, mirando a los otros dos.
-Alguien podría decirnos que está pasando y de donde los conocen- dijo irritado sasuke, al ver que los adultos los excluían, siendo apoyado por sus hermanos.
-Itachi, sasuke, madara mírenlos fijamente no les recuerdan a dos personas- dijo comprensiva Mikoto.
Estos hicieron lo que se les dijo, y al fijarse mejor notaron que eran iguales a Minato y Kushina, los rasgos, el cabello excepto por el pelinegro aunque su cara y forma desordenada de cabello eran iguales a la de Minato.
-Cómo es posible esto?- pregunto estupefacto Madara
-Verán, como recordaran hace exactamente tres siglos con 5 años la mansión Namikaze fue atacada - los menores asintieron- bueno ese día fue el nacimiento de los hijos de Minato, eran gemelos, pero ambos junto al otro hijo de Minato, kuruma Namikaze que poseía 3 siglos ósea 3 años mortales fueron secuestrados y no se hayo pista de su paradero o de los causantes de eso…bueno hasta ahora- les explico Fabaku
-Y porque ese es pelinegro, por lo que yo sé ninguno en esa familia tiene ese color (al menos, no aun)- pregunto sasuke, añadiendo lo último en su mente con una sonrisa picara.
-No lose originalmente ambos eran rubios, no tengo idea porque ahora es menma es pelinegro- respondió la doctora
-Menma?- pregunto sasuke con una ceja alzada.
-Sí, el pelinegro se llama Menma, el pelirrojo Kuruma, y el rubio Naruto
-Oh así que se llama Menma/Naruto/Kuruma que lindo nombre- pensaron al unisonó los Uchihas cada uno con una sonrisa y pensando en el que les había llamado la atención.
-Tsunade usted cree que deberíamos decirles Kushina ya Minato?- dijo preocupada Mikoto
-Es mejor hacerlo ahora, los pequeños están sedados, y no despertaran hasta dentro de un rato, no importa el ruido que ágamos
Sin más los llamaron por medio de un cristal mágico que es el que crea los hologramas dejándolo en el piso para que haga la proyección.
-Oh hola Fabaku, Mikoto, tsunade a que se debe la llamada y ¿qué les paso a sus hijos?- dijo alegre pero algo extrañado por la apariencia infantil de los nombrados el rubio
-La verdad yo también me lo preguntaba- secundo la rubia doctora
-Kushina- fue la respuesta en unisonó de todos, ante esto tanto Tsunade como Minato suspiraron y una gota estilo anime se les resbalo por la cabeza.
-Minato tenemos que decirles algo importante, podrías llamar a Kushina por favor- dijo serio el patriarca de los Uchihas.
-Está bien- se levanto y desapareció un rato para luego volver acompañado de una pelirroja, de la misma edad que Mikoto, con una bella figura, piel canela y hermosos ojos verdes- que sucede, porque todos están tan serios, y en un hospital?¿sucedió algo?
-Es mejor que lo veas por ti mismo- luego de decir esto tsunade se acerco al cristal lo recogió y lo acerco a las camillas, mostrando el rostro de los tres niños al rubio y la pelirroja.
Las reacciones de estos no se hicieron esperar, Kushina se desmayo, mientras Minato se quedo estático, con los ojos desmesuradamente abiertos.
-Si esto es una broma les aseguro que no es divertida- dijo con los ojos entrecerrados el rubio, mientras alzaba a su esposa y la sostenía en brazos
-No es una broma Minato son ellos, y lo sabes- dijo seria la rubia, pero lagrimas amenazaban con volver a salir de sus ojos
-PERO MIRALOS!! PARECEN DE 11 Y 8 SIGLOS!!!, !deberían tener solo 3 y 8 NO PUEDEN SER ELLOS!!!- respondió desesperado el rubio con lagrimas surcado su rostro
-Minato tranquilízate, tus hijos están acá a salvos, ven analizaremos el cómo y porque se ven así, mientras ustedes llegan nosotros los mantendremos a salvo en la mansión- le intentaba tranquilizar Fabaku
Minato se quedo viendo la cara de sus pequeños, por un rato para luego responder- Fabaku te los confió, ahora me encuentro en medio de una junta del consejo durara aproximadamente otro medio año, agradezco a kamisama el que te haya surgido ese tema de imprevisto y hayas tenido que ausentarte y mandar a óbito en tu lugar, osino no estoy seguro si podría estar viendo a mis hijos, aunque sea por una proyección. Como te decia, el viaje seguro y nos llevara otro medio año, Kushina tampoco puede partir hasta que termine la reunión, no solo por su importancia, sino que si alguno desaparecemos ahora seria sospechoso, solo piénsalo alguien fue lo suficiente mente poderoso e ingenioso como para atacar la mansión, secuestrar a mis hijos y no ser encontrado en más de 3 siglos, solo podría hacer todo eso si tuviera contactos con los más poderosos, ósea que tenemos una rata en el consejo y no deseo que mis pequeños desaparezcan de nuevo, se cuidadoso y no se lo cuentes a nadie, tengo un mal presentimiento y no es paranoia, los hyuga vieron algo, te lo contare junto con óbito cuando lleguemos dentro de un año, pues es de eso de lo que estamos hablando. Bueno ya me están llamando, Fabaku…por favor no dejes que desaparezcan de nuevo- luego de decir la última parte corto la comunicación, dejando pensativos a los mayores, y con furia a los menores.
Su odio se estaba encendiendo a más no poder, el solo pensar que alguien podría intentar volver a llevarse a esos ángeles ¡ja! como si ellos los dejarían, primero los desmembrarían antes de que siquiera pudieran acercarse a sus tesoros.
Los Uchihas trasladaron a namikazes a su mansión, una vez que tsunade había dado el visto bueno que fue después de que las heridas mas graves habían sanado lo suficiente como para no preocuparse pero lo inusual es que se curaron alarmantemente rápido, extrañando a los doctores y a Tsunade, pero lo más alarmante era que los niños aun no despertaban y eso que ya paso más de un mes desde que los encontraron, en el cual los chibis Uchihas no se habían separado de sus ángeles ni un solo día, y Tsunade visitaba casi periódicamente la mansión,
Al día siguiente de la llamada a Minato, recibieron una llamada de Kushina, la cual miro con lagrimas a sus niños por varios minutos, para luego colgar, pero antes de hacerlo les dijo a los chibis que el antídoto ya estaba hecho pero que ella se los entregaría dentro de un año cuando llegara, junto con Minato y Obito, para la consternación de los menores, pero esta inteligente como es colgó antes que siquiera estos pudieran decir algo. Estos solo suspiraron y maldijeron en mil idiomas a la patosa pelirroja para luego mirar a los menores y volver a suspirar preguntando en unisonó al aire
¿Cuándo despertaran?