Capitulo 15: Bosque de Tranquilidad; La Emperatriz por fin Descansa
Misaki se quedaba viendo por la ventana, Guinevere casi lo manda a encadenar, aunque era de esperarse, ya que por como estaba ahora, podía salir huyendo en cualquier momento. Además de que lo tenían amarrado estaba el maldito incienso raro, que le ponía mas débil de lo que ya era y medio tonto a decir verdad. Y bueno se sentía realmente acosado por cierta mujer que estaba encima de su persona restregándose como gato
—Le pasa algo? —pregunto ya fastidiado—me gustaría tener mi propio espacio…
—Me pasa que por fin tengo a mi pajarito—dijo acariciándole un poco el rostro a Misaki, el cual trataba de apartarse
—No soy ningún pajarito—reclamo, Guinevere estaba demasiado pesada y tener ese par de melones pegados en la cara no le permitía respirar siquiera
—Para mi si…un pajarito pequeño y débil pero escurridizo…me gustaría romperte las alas—dijo jugueteando con el cabello de Misaki
—Alas? —dijo confundido
—Claro, un pájaro que no vuela no es libre…Como tu lo serás…
Y como realmente se espero, Guinevere empezó igual a cuando le dio su regalo de bodas, le empezaba a adular a cada segundo, acariciándolo por todas partes, poniéndolo incomodo y haciendo que se sonrojara de manera inevitable. Sin embargo el ya sabía lo que tenía que hacer. Obviamente no tendría fuerza para darle un golpe y dejarla inconsciente pero existían ciertos puntos de presión, que si les das con una ligera fuerza dejara a la persona K.O
Guinevere ida por el momento, pensó que Misaki le estaba devolviendo la caricia. Así que lo dejaba hacer. Misaki se rio un poco para sus adentros, definitivamente la perversión de la mente de esos reyes le estaba afectando. Apretó con la mayor fuerza que le salía en ese momento y al final Guinevere cayo dormida. Respiro tranquilo y la dejo caer al piso del “carruaje”
—Muy bien…—dijo medio levantándose. Agarrando un cuchillo que tenía Guinevere para untar en su siento. Corto las cuerdas que le ataban las manos (con bastante dificultad a decir verdad)
Apago el maldito incienso, aunque era obvio que el efecto en su cuerpo no se iría tan pronto. Tomo el sombrero que tenia Guinevere, al parecer esta había saqueado el castillo de Cornelia cuando pudo y saco el vestido y el sombrero que había comprado ene l pueblo. Abrió la puerta, el carruaje no iba muy rápido
Con sigilo y la torpeza que traía encima se bajo casi basando el piso, sin embargo se echo a correr al bosque, ya que no tenia de otro, no tenía ni puta idea de adonde ir, pero quizás se encontraba a alguien ahí dentro y le preguntaba, se abofeteo mentalmente, el incienso lo puso mal de la cabeza
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—Ahora donde se supone que vamos? —pregunto Hiroki viendo a todos lados. El no tenía ni puta idea de lo que decía la gente, aunque eso si, les veían bien raro de seguro por la ropa. Al notar esto optaron por cambiarse el atuendo
—Debemos ir hacia España, o mas menos en esa ruta y preguntarle a la gente—dijo Akihiko cruzado de brazos, esa ropa era cochinamente incomoda, como podían usarla esa gente todos los días? Prefería usar sus yukatas que le permitían más movilidad
—Aun nos miran raro—acoto Nowaki mirando a todos. Akihiko negó con al cabeza y se acerco a una mujer en una florería, el niño al verlo salió huyendo dentro de la tienda, eso y que Nagini le dio por recostarse de su hombro
—Disculpe, ha visto a un doncel bajito, joven, cabello castaño y ojos verdes? —le pregunto a la mujer la cual se sonrojo al escucharle hablar
—E-eh…si ayer estuvo en el café de enfrente, pero salió corriendo y luego unos guardias del castillo se lo llevaron—explico la mujer
—Se lo llevaron? —dijo alzando una ceja
—Cr-creo que fue por alterar un poco el orden publico he incumplir la ley que impuso la reina Cornelia, de que no se permiten artistas ambulantes y eso…Canta muy bonito pero le daba pena aceptar lo que le daba la gente, era muy adorable—dijo con una sonrisa—solo espero que no le haya pasado nada malo
—Gracias…ehh…Conoce este lugar—dijo mostrándole el papel con cuidado, ella abrió los ojos y le dijo que se acercara
—Sí, esta adentrándose en el bosque de camino a España, confió en que si tienes esto es que hay alguien esperándote, te advierto que tienen cierto sistema de defensa, y es que solo personas de buen corazón podrían pasar. Ya no puedo decirles más
—Está bien, gracias por la ayuda—dijo en un suspiro. Porque el jodido universo tenía que dejar las cosas tan alejadas las unas de las otras.
—que te dijo? —pregunto Masamune
—Que si estuvo aquí y al parecer unos guardias del palacio se lo llevaron por una estupidez. Hay que ir en camino a España, “Scrap” está dentro del bosque que hay en el camino, además de eso habrá como unas pruebas para ver si se es de buen corazón—explico
—pfff tu no entras—dijo Hiroki burlándose
—Cállate
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Muy bien, mas de medio día caminando y era menos de lo que había caminado hacia Francia, pero se sentía increíblemente cansado, maldecía al incienso tantas veces como podía. Se dejo caer bajo un árbol,. Gracias a dios la luz no lograba llegar al suelo por la densidad de los arboles. Empezó a cerrar los ojos, para ver si lograba dormir un rato, pero los abrió al escuchar como un rugidito
Se levanto y camino un poco alrededor, hasta que al final, encontró a un oso, una cría de oso pardo, bastante bonito, peludo y pequeño, que tenia la pata en una trampa de cacería, se notaba que le estaba lastimando por cómo salía sangre. Su corazón no podía con escena, así que aun que se lleno un poco de sangre y se corto un poco las manos saco al osito de la trampa
—Ok…Ya te puedes ir con tu…—un mega-rugido lo distrajo, miro atrás de el, un oso como de dos metros estaba atrás de el, se puso pálido, asustado. E oso solo miro a su cría fuera de la trampa y como esta le rugía. Se puso en cuatro patas, luego se recostó al lado de Misaki y su cría—No me vas a matar…Gracia s adiós…—dijo dejándose caer sobre el lomo de la al parecer madre
Acaricio a al pequeño oso un rato, luego tomo su sombrero y quito las rosas que aun seguían en perfecto estado, quito la cinta y vendo la patita de la pobre cría que aun de seguro estaba dolida de esa cosa demoniaca. Al rato los dos osos se fueron y Misaki volvió a tomar rumbo a no-se-donde-coño. Llego a una especie de claro, donde había un rio muy bonito y cristalino
Metió los pies y jugaba un poco con los pececitos que iban pasando. Miro hacia atrás por precaución y vio a un lobo negro super grande mostrando los colmillos
—Ok…Si grito me matara de seguro…quédate quieto…no hagas movimientos bruscos…—pensaba mientras se ponía lentamente los zapatos—Y LUEGO CORRE POR TU MISERABLE VIDAAAAAAAAAAAAAA—y salió huyendo a velocidad luz, el problema es que el lobo lo siguió
El lobo lo tumbo y Misaki ya empezaba rezar, el lobo lo olfateo, luego le lamio la cara se bajo
—Parece que alguien más logro llegar—volteo y a sus espaldas había un hombre, tenia la mayor parte de la cara tapada y un gran “poncho” azul marino con detalles puesto. Se quito el “gorro” mostrando su cara, era un hombre como de 20 o 25 años, cabello azul casi negro, ojos dorados con tatuajes en el rostro
—Ebs…
—Tranquilo…vienes a Scrap no? —dijo ayudando a Misaki a levantarse
—Si…es por aquí? Me creía increíblemente perdido—dijo quitándose la tierra de la ropa
—Pff, ibas bien, excepto por el hecho de que te quedaste en el rio no es así?. Ven es a unos metros. Soy Ren—se presento
—Misaki
—Un japonés…Es raro que vengan pero igual todos aquí son bienvenidos
—Y tu eres…—dijo refiriéndose a que hacía en ese lugar. Vio un edificio inmenso, muy bien camuflageado entre los árboles, decía “Scrap” en letras grandes, habían personas hablando, la gran mayoría, donceles y mujeres y uno que otro hombre que no tenia mal aspecto
—Ah claro, soy el esposo del dueño del lugar—dijo riendo—Aoba de seguro se alegrara de saber que llego alguien mas
—Aoba?
—Me llamaron? —un muchacho peli azul salió de alguna habitación, tenia los ojos color ámbar, piel blanca y el cabello bastante largo—Ehh alguien más llego—dijo sonriendo
—El es Aoba Seragaki—dijo Rn, Aoba llego y se puso al lado de Ren—es mi esposo
—Mucho gusto—dijo Misaki con una sonrisa
—Umm…Japonés, tenía tiempo sin que alguien japonés viniera…Oye pero que te paso en la cara—dijo quitándole el gorro y quitando un poco el cabello. Misaki se aparto
—Preferiría no hablar de eso—dijo un tanto apenado
—Bueno…después hablaremos de eso, trajiste lo que Akihito y Bulat te dieron no?
—Esto? —saco un papel de entre la ropa y se lo dio a Ren
—Si, lo damos para asegurarnos de que no eres un farsante y cosas así—explico—Bien…yo tengo que salir, parece que los españoles andan por ahí—dijo para luego ponerse el gorro y salir del lugar. Misaki lo miro mas, era inmenso, como de 7 pisos, gente hablando animada, muchos tenían cicatrices en alguna parte del cuerpo, o eso podía ver atreves de la ropa que tenían
—Te gusta? —pregunto Aoba al verlo tan ido viendo todo—Ren y unos amigos lo construyeron para ayudar a dóneles con problemas económicos y sociales—le explico mientras lo conducía a algún lado
—Por qué? —pregunto al no entender del todo
—Ren antes era un guardia de un príncipe Indu, yo era hijo de un …senador en Japón, mi padre me vendió a ese príncipe para tener poder en ambos países. A mi me molestaba de sobre manera que por ser doncel, se aprovechara para venderme literalmente. Me case con ese príncipe, sin embargo no estuvo encinta de el…sino de Ren—explico con tranquilidad, en lo que abría la puerta de una habitación, mostrando una armario lleno de kimonos—El bebe nació, yo era feliz por eso, además no se parecía a Ren, sino a mi. El problema es que…el también era un doncel…el príncipe lo vendió cuando cumplió 5 años
—…
—Ren lo encontró, había estado en un prostíbulo por más de 6 meses…contrajo una enfermedad mortal—explicaba mientras sacaba un kimono sencillo color azul marino—Yo lo cuide y luego intente matar al príncipe, no lo logre, me encarcelaron y estuve como…esclavo sexual de los guardias así como del príncipe que no hacía nada por intentar curar a mi hijo o alargar su vida como mínimo. Ren me saco, mato al príncipe y me trajo aquí. Mi hijo…Rei…no sobrevivió al viaje, aunque llore por semanas enteras sabía que no iba a ayudar en nada…Luego de pasar como un mes metidos en franja, se me ocurrió que, para gente que tenga la misma suerte que yo, que no tenga a donde ir, crear un lugar donde nadie les pueda dañar
—Es decir este lugar—dijo Misaki tomando el kimono
—Así es, creí que si podía hacer que los donceles y las mujeres…y hombres de buen corazón pudieran llegar a este lugar…podría ayudar a alguien, evitando que les pase lo mismo que a mí—explico—Y tú? Como llegaste hasta aquí
—Soy la “esposa” del emperador de Japón—dijo quitándose el vestido—Me embarace de su hijo, Akihiko Usami
—Y él lo sabía? —Pregunto alzando una ceja—El niño
—Se entero cuando supo cuantos meses tenía, lo hice con Akihiko 2 meses antes de la boda. Estuve 3 meses en paz…sin embargo el príncipe de china me secuestro y…se dio la vuelta y se puso el kimono para que Aoba no le viera llorar—en el trayecto de ida lo aborte—dijo como si fuera simple, aunque tenía unas inmensas ganas de llorar, que podía aguantar a medias—Fei Long me violo, me marco como ganado…sin embargo y aunque lo odiaba no sentía ganas de matarlo…luego Asami hizo lo mismo…sus hombres se molestaron conmigo y ahora no tengo un ojo…de ahí conocí Akihito y aquí estoy—explico dándose la vuelta con una pequeña sonrisa y el ojo cerrado.
—No tienes que aguantar el llanto—dijo suspirando, le acaricio al cabeza, Aoba era mas alto que Misaki quizás por unos 10 cm—Se que te duele…ya vi tu espalda…has sufrido mucho—dijo abrazándolo y Misaki inevitablemente empezó a llorar pero no hacia ruido alguno—Sin embargo sigues vivo, eso demuestra que eres fuerte
—No lo soy…solo quiero decirle a Akihiko que perdí al bebe…y después acabar con todo esto…—dijo con un hilito de voz
—Si ese Akihiko te quiere no te dejara hacerlo—dijo acariciándole la cabeza—Créeme, te sorprenderá lo que puede pasar…Bien! Este lugar también tiene una especie de restaurant, los hombres que logran llegar tienen como “citas” con las personas que viven aquí…hay algo que puedas hacer? Cocinar, limpiar…catar..nos hace falta alguien que haga entretenimiento
—Me dieron todo esto en Francia por cantar de forma inconsciente—dijo mostrando una bolsa grande, llena de monedas, Aoba se le abrió la boca y tomo la bolsita
—vas a cantar—dijo sin salir de su pasmo
—Si quieres te lo quedas, no creo que me sirva de algo si llego a volver a Japón
—Si…claro—dijo atontado—El sabe cual es el valor de la moneda francesa que últimamente viene de oro puro?!
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Paso una semana, Misaki se ganaba el corazón d e la gente entre las comidas, Aoba era el que atendía el lugar y Ren quien lo protegía por así decirlo. También el lobo que Misaki se encontró en el bosque, le había tomado mucho cariño, ya que lo seguía a todos lados y le hacía caso en toda orden
Y un día…
—Oh…Misaki SI LLEGASTE—alguien el apachurro por atrás, sintió que le iban a sacra de todo en ese abrazo, pero logro reconocer la voz
—Bulat?! —pregunto emocionado
—El mismo—dijo riendo—Oye hace como—empezó a contar con los dedos—ya perdí la cuenta, le dije a tu enamorado que venias apara acá
—Donde lo viste? —pregunto confundido
—Me lo encontré en la entrada de Inglaterra, debe de estar de camino para acá…ye pareces un pirata con esto—dijo divertido tocando la cinta que tenia Misaki en la cara, se la puso para evitar que le vieran el rostro
—Si, lo se pero cumple su función—dijo en un suspiro
—Solo para asegurar, era un tipo de cabello plateado no?
—Si
—Menos mal….Ah y Akihito está bien
—no está muerto?
—No, está en un hospital en las afueras de Francia, en dos días lo traeré para acá—relato
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—Y Ryu donde esta? —preguntaba Akihiko revisando la habitación, ya estaban por irse pero o veían al más pequeño por ningún lado
—Quizás fue al baño—dijo Hiroki restándole importancia
—No esta ene l baño—dijo Nowaki saliendo de este
—Teníamos baño? —Pregunto Ritsu—Esta demasiado escondido, yo le dije que había uno afuera
—llevamos como 1 hora buscándolo y tu no decías eso?! —Pregunto Akihiko dándole un mega-golpe en la cabeza—Vamos a buscarlo—dijo Akihiko saliendo de la habitación.
Revisaron toda la posada, pero ni rastro del niño, Masamune sintió un olor algo extraño, camino en esa dirección y se espanto
—AKIHIKO!! —grito, el nombrado corrió y abrió la boca del asombro. Era una especie de callejón, había un cadáver en el piso…se sintió aliviado de que no fuera Ryu pero…quien tenía el cuchillo con que lo apuñalaron si era su hermanito menor, e l cual seguía sin moverse aun cuando había escuchado el grito
Estaba estático, tieso he inmóvil, temblando aun con el cuchillo en las manos. Lo que había pasado era simple, Ritsu le había dicho que había un baño afuera hace un rato, el salió y cuando iba de regreso un par de manos lo jalaron, porque aunque el no fuera doncel, seguía siendo un niño muy tierno. Y como Nagini estaba en la habitación y solo tenía una especie de daga en la ropa, así que cuando sintió como si le fueran a sacar la ropa le empezó a clavar la daga en los brazos, luego cuando logro voltearse lo hizo por todo el cuerpo y termino como estaba
Sintió como alguien le toco el hombro y se asusto, pego un chillido
—Ya paso tranquilo—dijo Akihiko abrazándolo, Ryu dejo la daguita y se le pego a su hermano a llorar un rato
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—Cuanto tendremos que llegar? —gruñía Akihiko molesto, iba con Ryu recostado, ya que el niño seguía un poco asustado
—Señor—llamo alguien, Akihiko volteo por reflejo, vio a la mujer de la florería acercándose
—Pasa algo? —pregunto mirándola
—Si…hee…—saco de su cesta un papel—Tome esto…dénselo a él “Perro negro” —dijo bajito
—Por que? —pregunto extrañado viendo el papel doblado
—En “Scrap” si tienes a alguien que afirme que no eres mala persona te dejan pasar mas rápido—dijo guiñándole el ojo—Espero que encuentres a ese niño, se parece a mi cuando iba para allá
—Estuvo allá? —pregunto Nowaki
—Si, ahí conocí a mi esposo, lástima que falleció en una guerra, pero ahora me bandeo bien sola—dijo orgullosa de si misma
—Aquí entre nos, cuando vuelva a Japón quizás le encargue un arreglo de bodas—le susurro Akihiko, la mujer chillo emocionada
—ya quiero verlo con ese traje nupcial—dijo emocionada—adiós, los veo luego—dijo la mujer para luego irse a la florería
—Ok…un asunto futuro arreglado—pensó Akihiko confiado—Vámonos, tendremos que meternos un bosque así que es mejor irnos ya
Capitulo 15: Bosque de Tranquilidad; La Emperatriz por fin Descansa…FIN