-deidara…- murmuro asombrado. El nombrado sonrió a naruto para luego mandarle una mirada del demonio.
-“¿¡maldita vieja!? ¿¡¡Maldita vieja!!? Maldita vieja su abue… estúpida, yo soy su abuela”- pensaba con un buen tic en la ceja la rubia, ese niño ya debería estar 6 metros bajo tierra si no fuera su nieto.
-¿Qué haces acá?-pregunto con tono nervioso.
-nada, solo vine a comprar arepas, me han dicho que son muy buenas en este lugar- dijo con palabras cargadas de sarcasmo- tienes exactamente un minuto para decirme porque mierda estas en este lugar- dijo sacando la manos de las grandes magas que las cubrían, cuando las abrió todos pudieron divisar las pequeñas bolas blancas que tenía en estas. Naruto trago en seco, esas cosas eran muy… explosivas- estoy esperando-
Alex solo miraba a deidara fulminante, no planeaba dejar que ese extraño encapuchado le hiciera algo su amigo-estilo de fuego: cañón de ascuas- rugió haciendo algunos movimientos de manos luego inflo el pecho y abrió la boca liberando miles de pequeñas llamas que se dispersaban por toda la habitación. Deidara se mantuvo quieto en su puesto recibiendo todos los ataques siendo cubierto por una nube de humo, cuando se hubo dispersado, todos quedaron de boca abierta (excepto Naru) viendo el chakra rojo que protegía a deidara, al parecer ese rubio también era kitsune.
-vuelve hacer eso y te vuelo la cabeza, idiota- dijo dispersando el chakra, camino hacia naruto y le jalo la oreja- nos largamos, nos está esperando mapache-nii- dijo sacando una gota de la cabeza de naruto, cuál era la manía de deidara de decirle mapache-nii a gaara.
-deidara, necesito hablar contigo- dijo tsunade llamando la atención del rubio mencionado- te sorprenderá que yo sepa tu nombre pero eso no es lo único que sé- dijo sentándose en su despacho- por favor, déjenos solos- dijo mirando a su asistente y a el castaño quien se despidió de Naru para luego asentir y desaparecer de inmediato- muy bien, sé que eres deidara, hermano de naruto y de gaara el kasekage de suna, primos de karin y todos son kitsunes- sonrió al ver como deidara, quien planeaba irse dejando con las palabras en la boca a la vieja, se quedaba congelado ante la mención de la pelirroja.
-¿usted que sabe de karin?- dijo volteando a verla-¿¡usted que sabe maldita desgraciada!? – grito frente al silencio de la vieja soltando a naruto y apareciendo en un parpadeo al frente del escritorio de la rubia mandándole una mirada llena de ira y resentimiento.
-se más de lo que crees, chamaco cara de princesa- dijo levantándose para mirar igualmente a deidara.
-¿¡a quien le dice cara de princesa, pasa oxigenada!?- dijo golpeando el escritorio.
-agh- suspiro cansada- no estoy para esto ¿quieres o no información de karin?- pregunto volviéndose a sentar
-…-no sabía que contestar, no quería estar en ese lugar pero necesitaba información - ¿Qué quiere a cambio?- pregunto interesado, si quería hablar con ellos era obvio que ella querría algo, uno no le va comentando cosas a los extraños.
-su presencia en este lugar, sé que por karin ustedes no son muy bien recibidos en su aldea, solo deseo protegerlos ¿aceptan?-
-me podría decir ¿Por qué demonio una vieja x nos quisiera dar protección?- buen punto, no quería quedarse ahí, no aguantaba lo engreídos y problemáticos que pueden ser los humanos.
-porque no soy ninguna vieja x, yo soy tsunade senju namikase, hokage de konoha- dijo tsunade.
-sigue siendo una vieja x- dijo sentándose en el sillón con una cara de burla,- aceptare, solo déjeme avisarle a gaara-volviendo su expresión seria
-bien- sonrió victoriosa, había logrado la primera fase del plan.
-ahora, como ya tenemos nuestra supuesta protección dígame todo lo que sabe de karin-
-yo no soy la que se la va a dar…- dijo aumentando su sonrisa, deidara se levantó del puesto asombrado, esa era…- karin, pasa, hay alguien que necesitas conocer- aun que era obvio que no lo necesitaba decir pues probablemente hayan sentidos sus presencias desde mucho antes.
Naruto solo aguardaba en su silla, perfectamente pudo haber negado la oferta de tsunade pues sabia donde se encontraba la pelirroja, pero no quería irse, se había encariñado mucho en ese lugar esos últimos días.
El rubio menor vio como la pelirroja abría la puerta con una expresión algo ausente, como si quisiera que la tierra se la tragara. Deidara camino lentamente hacia la puerta con lagrimones en los ojos, cuando llego frente a karin le propino una buena cachetada y luego la abrazó.
No pudo evitar soltar el quejido de dolor, esa cachetada había sido muy fuerte, pero no trato de evitarla pues sabía que la tenía bien merecida, había desaparecido escapando de sus labores y su familia sin dejar rastro alguno.
-mf…- escucho como sollozaba, luego del conmovedor momento karin guio a deidara hasta el frente del escritorio, este fue hasta donde estaba su hermano para luego:-¿¡por qué coño no me dijiste que estaban acá!? ¿¡Estaba muy angustiado por ti!?- dijo agarrándolo de una oreja con lagrimones en los ojos.
-¡itai!- chillo tratando de soltare- ¡a mí ni siquiera me abrazaste, que clase de persona se echa a berrear por su prima y no por su hermano!
-¡porque ella es mujer, es más sensible!- mintió, se había enojado con su hermano por haberse dejado lavar el cerebro, vio como hablaban animadamente y lo tocaban antes de violar la ventana y alejar esa sucia mano de anciana de la cabeza de Naru-chan.
-¡yo soy doncel!- rugió soltándose del agarre y encarando a su hermano.
-¡no es lo mismo!-
- ¡lo es!- dijo golpeando el suelo con un fuerte zapatazo.
-¡no lo es!- chillo golpeando de igual manera el piso.
-¿¡cuál es la diferencia!?-
-¡lo que hay entre las piernas!- de inmediato los dos se agacharon esquivando el escritorio de la rubia. Tsunade, karin y naruto estaban con un adorable color carmín en las mejillas.
-¡dejen la estupidez!- rugió karin colérica, ese no era el momento ni el lugar para estar hablando de genitales.
-¡él empezó!- dijeron al tiempo señalándose.
……
Después de hablar y definir ciertas cosas con la rubia, todos salieron del despacho hacia la casa de karin, deidara se quedaría un tiempo para hablar con su prima y luego se aseguraría que toda la familia regresara al clan kitsune.
-bien, ahor…
-¡te encontré!-grito un joven muchacho apareciendo atrás de deidara, de inmediato, este se volteo y le lanzo un puño que si no fuera por el doujutsu que poseía hubiera quedado con la cara irreconocible.
-eres tú- dijo al ver a el familiar pelinegro que lo había guiado hasta la aldea.
-de un momento a otro saliste disparado ¿paso algo?- pregunto ese pelinegro.
-pues…-
-¿no eres el hermano de mi… del teme?- dijo con un rubor por lo que iba a decir.
-sí, si lo soy ¿Cómo estas naruto? Me contaron que hiciste una de las mejores presentaciones del lugar- dijo guiñándole el ojo cómplice sonrojando más al rubio menor, al parecer ese baile se había dispersado como pólvora por el lugar.
-¿ustedes se conocen?- pregunto deidara sacado de onda, que eran esos guiñitos y sonrojos, no le agradaba para nada.
-eso debería decirte ¿de dónde se han visto ustedes?- pregunto naruto desconcertado.
-pues… él…tú… el pelinegro- decía nervioso, siempre olvidaba el nombre de ese muchacho, era un poco raro, aunque cuál no si él era malo para todo nombre, alguien podía llamarse “a” y primero le mencionaba el resto del abecedario.
-itachi- dijo rodando los ojos, ya era la ¿8? Vez que le preguntaba su nombre.
-chicos, yo me voy adelantando, naruto los traerá.- interrumpió una pelirroja que veía con corazones en los ojo y un poco de baba regada a muchos leñadores que pasaban sin camisa cargando grandes troncos.
-sigue siendo igual de depravada- dijo deidara con una sonrisa pícara y Naruto rodando los ojos.-veras… itachi-san me ayudo a llegar a este lugar, me lo encontré cuando me separe de mapache-nii para encontrarte más rápido- retomo la conversación anterior mientras caminaban rumbo a la casa de la pelirroja con naruto como líder.
-¿mapache-nii?- pregunto con toque de burla el azabache siguiéndolos, primero quería saber dónde vivía el rubio, le había llamado mucho la atención.
-tu deberías conocerlo, según escuche, para los humanos él es un… mmmm… ¿cagé-sake?
-¿cagé-sake? Deidara, no creo que defecar sake sea muy posible, el sake es liquido- dijo itachi con cara -.-
-hay algo así, no me juzguen soy nuevo en todo esto y malo para los nombres- ¬//¬
-nii-san no debería estar cuidando su aldea? Qué tal si les pasa algo?- pregunto naruto un poco angustiado, gaara era muy exagerado hasta quizá renuncia a su cargo por estar buscándolos. Deidara solo bufo, genial, ahora su hermano sentía compasión por los humanos.
-¿Por qué te preocupas, antes de venir a este lugar odiabas a los humanos?- pregunto en modo de reproche.
-mentira -///-
-¿no eras tú el que me decía que llenáramos bolsas con heces de animales y se las lanzáramos a los humanos que pasara?- dijo haciendo que Naruto se sonrojara e itachi sonriera de lado, que hermanos más peculiares.
Ya habían llegado desde hace un buen tiempo, pero se habían sentado inconscientemente en un parque a dos casas del lugar, deidara miraba minuciosamente todo como si temiera que uno de esos cachivaches metálicos cobrara vida y se lo fuera a comer.
-no te harán nada deidara, solo es un sube y baja- dijo itachi divertido, cuando este subía deidara se agachaba y cuando bajaba deidara se empinaba.
-deidara, lo que me dijiste no me ayuda mucho a saber cómo llegaste- dijo naruto sentando a lado de itachi, él no estaba “tan entusiasmado” pues siempre que tenía la oportunidad se escapaba de su clan he iba a un pequeño pueblo donde siempre jugaba con los niños… bueno, omitiendo que siempre que regresaba su hermano y karin le daban una buena tunda.
-está bien, les contare todo- “excepto esa noche” dijo sonrojado al ver como itachi le guiñaba un ojo- ¡pero primero nos iremos a descansar, estoy muy cansado y tengo sueño!- chillo alarmado cuando vio a itachi lamerse los labios, agarró a naruto de la mano y lo arrastró fuera del parque hasta donde se supone era su nueva casa, lo entró a jalones y cerró la puerta de un portazo.
-eso fue…- fue interrumpido cuando de la nada un cuervo atravesó la puerta y dejo caer un pequeño pedazo de papel desapareciendo en medio de muchas plumas negras.
-¿Qué dice?- pregunto naruto viendo la nota ¿de quién sería ese cuervo?
-nada, está vacía- chillo guardando la nota dentro de su túnica “esa noche no te quejabas tanto” recordó lo escrito en la nota, maldito... ¿itali? Daba igual, maldito pelinegro.