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EL VALOR DE LA VIDA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola les traigo el nuevo capítulo, aqui vemos como trata de congraciarse Hades con Shun y también vemos aparecer nuevos personajes que le dan forma a la historia, espero que les guste

Capítulo 6.- Enmiendas huecas

 

La cabeza del Príncipe Kanon fue clavada en una estaca en frente de Guidecca para que todos lo vieran, era un claro recordatorio de lo que pasaba a espías y traidores del Averno, Cronos no había estado muy de acuerdo con lo que había pasado pero lo hecho… hecho estaba y ahora tenían que regirse a su historia, que era cierta, el príncipe Kanon de Gémini había entrado a su Castillo en busca de información sobre los secretos del Averno porque el Reino de Gémini estaba planeando una revuelta y una guerra, en todos estos años de amargas negociaciones jamás… jamás… había habido un incidente de esta naturaleza pero ahora ya no había vuelta de hoja, Hades estaba esperando con ansia y emoción la declaratoria de Guerra por parte del Rey Defteros la cual llegaría en pocos días seguramente

 

El pueblo del Averno se moría de hambre y las demostraciones de fuerza y brutalidad del Príncipe heredero no necesariamente traía comida a sus mesas por lo que los regentes actuales no eran amados, eran temidos ya que sus demostraciones públicas de “justicia” rayaban en lo bárbaro, nadie osaba alzar la cabeza y levantarse en contra del régimen porque temían que aquel que abra la boca perdería la lengua primero y la vida después, eran tiempos en verdad duros y lo que estaba por venir nadie se lo esperaba

 

Hades caminaba por la plaza central en compañía de sus tres guardias de confianza, Radamantys, Minos y Aiacos, los comerciantes se deshacían en atenciones con ellos y les ofrecían cosas al pasar, dátiles y manzanas, linos y otras telas, broches y anillos, Hades lo miraba todo y solo agitaba su mano para sacarse de encima a los vendedores y a los oportunistas hasta que vio algo que le llamó su atención y se acercó al puesto de una muchacha que al verlo palideció

- Qué es esto? – dijo el príncipe atraído por el delicioso aroma que le llenaba los sentidos

- Es algo que se ha traído del otro lado del mundo mi señor, pruébelo, nunca habrá saboreado nada mas delicioso – la muchacha ofreció un platón de un alimento que no tenía forma definida, era de color café oscuro y Hades al probarlo pensó que la muchacha tenía razón, no había probado nada tan delicioso así que pidió que le dieran un poco de aquello para llevárselo a su mascota, había sido muy duro con él y quería “ablandarlo”

 

En el castillo Shun estaba acostado boca abajo en su lecho, su nuevo sirviente le estaba atendiendo las heridas que tenía en la espalda, Shun trataba de no quejarse pero las curaciones le ardían y de rato en rato saltaba en la cama sin poder evitarlo, la habitación estaba en silencio el cual solo era roto por los quejidos de Shun hasta que la puerta se abrió dando paso a Hades que al entrar simplemente dijo:

- Lárgate

El muchacho que estaba atendiendo a Shun dejó el lienzo con el que estaba curando las heridas de su señor sobre la vasija de agua tibia y luego de hacer una venia salió de la habitación, Shun no se intentó mover siquiera, no tenía caso el intentar huir porque sabía lo que venía ahora y lo que tendría que soportar cuando Hades se sacó la capa y se sentó junto a él en la cama

 

El mayor tomó el lienzo y lo humedeció en la vasija para continuar con la labor que el sirviente había dejado, Shun se quejó porque el toque de las manos de Hades era infinitamente mas pesado que el de su nuevo sirviente y todo le dolía mucho mas, Shun no sabía si Hades lo hacía de pura maldad o en verdad pensaba que estaba haciéndole un favor al atenderlo con sus propias manos

- Tu mismo te buscaste esto, lo sabes verdad? – dijo Hades mas como afirmación que como pregunta luego un rato de estar ocupado limpiando las heridas de Shun que seguían sangrando aún

- Si mi señor – respondió automáticamente Shun tragándose las lágrimas al recordar a Seiya y la forma tan cruel como murió

- Estás consciente de que yo tenía razón en hacer lo que hice verdad?

- Si mi señor…

- Bien… quédate quieto, esto no debe dolerte mas de lo necesario – Shun no volvió a quejarse aunque no le faltaban ganas de gritar no solo del dolor sino de la humillación que sufría al ser atendido por el causante de su sufrimiento, en silencio estuvieron por bastante rato hasta que Hades consideró que ya había limpiado las heridas de Shun lo suficiente y lo cubrió con la túnica, Shun se incorporó lentamente y con la ayuda de Hades se puso de pie y fue el mismo Hades el que le acomodó la túnica y aseguró los broches en sus hombros, Shun simplemente se dejaba hacer, ya había aprendido y de la muy mala manera que por las malas no iba a conseguir nada

- Gracias mi señor… - dijo Shun cuando estuvo totalmente vestido, Hades le acarició el rostro y le sonrió

- Así me gusta, debes ser dócil Shun y yo te trataré bien

- Si mi señor…

- Bien, tengo algo para ti – Hades sacó de su cinto una pequeña fundita de terciopelo y tomó en sus dedos algo que Shun no había visto nunca, el peliverde lo miró algo confundido y mas se confundió cuando el mayor le dijo: - Abre la boca – Shun lo hizo y Hades puso en su lengua un pedacito de algún tipo de dulce delicioso, Shun lo saboreó y no pudo evitar sonreír levemente

- Qué es?

- Chocolate me dijeron que se llama, lo traen del otro lado del mundo, pasando el mar

- No hay nada pasando el mar – dijo Shun en el mismo tono monótono con el que siempre hablaba y que Hades estaba acostumbrado a escuchar

- Te equivocas, hay tierras nuevas y exóticas, algún día zarparemos y te llevaré a conocer conmigo hasta los confines del mundo, te gustaría?

- Si mi señor – dijo Shun cuando lo que realmente pensaba era: “Si nos vamos en un viaje por mar lo que mas me gustaría sería lanzarte por la borda con mis propias manos y ver como te ahogas”

- Has visto algo en el agua hoy?

- No mi señor…

- Tratarás de ver algo por mi? – Hades tomó de la mano a Shun y lo llevó hasta la pila de agua de la habitación, Shun no dijo nada y mansamente se dejó conducir por su verdugo para resignado tocar la superficie del agua suavemente que hizo unas leves ondas lo que le permitía concentrarse en el agua, ahí vio unos ojos azul–celeste que lo miraban con tristeza, otro par de ojos azules de tono mas oscuro que lo miraban con ira y otros ojos igual azules pero que tenían destellos dorados que lo miraban con dolor, Shun conocía esos últimos ojos muy bien, eran los ojos del príncipe Kanon, él había visto como la vida se apagaba en ellos y ahora los miraba una vez mas llenos de dolor, Shun vio como ese dolor se transformaba en ira e indignación, y volvió a ver lo que antes ya había visto, el caballo rojizo que atravesaba los campos a toda velocidad, perros de caza, lluvia… pero también vio un salón lleno de personas que vestían de negro y lloraban, vio ríos de personas que caminaban bajo la lluvia portando velas, flores y ofrendas, vio otra vez esos ojos azules azul-celeste que lo miraban con pena pero que se destacaban en la multitud y lo buscaban, lo buscaban a él… esos ojos sabían que él tuvo la culpa de lo que había pasado, que él tenía la culpa de la muerte del príncipe Kanon y ahora por eso vendrían por él… la muerte vendría y se lo llevaría… 

 

Shun se estremeció entero con un sentimiento que no había tenido nunca antes, al volver en sí pestañeó y frunció el ceño, Hades a su lado puso su mano en su baja espalda para darle un poco de apoyo y que no se caiga pero Shun se encogió de dolor por el toque de Hades, sus heridas estaban abiertas y aún le dolían en especial cuando lo tocaban, en este punto hasta la ropa le molestaba pero a eso a Hades parecía no importarle su tan lastimero estado porque urgió la pregunta:

- Que viste?

- Lluvia… luto… todos están de negro… lágrimas de dolor… - respondió el joven de cabellos verdes

- Alguien va a morir?, quién?

- El príncipe Kanon – respondió Shun y Hades arqueó una ceja, Shun podía ver el futuro de personas que no conocía en reinos tan lejanos?, vaya…

- Qué mas viste?

- Lluvia…

- Nada mas?

- No mi señor… nada mas… - eso no era cierto pero Shun no quería entrar en detalles sobre lo que había sentido con su visión, por lo regular él solo veía las cosas como en un sueño o como si estuviera en la habitación y nadie lo veía a él pero… nunca le había pasado lo que le pasó ahora, Shun usualmente no tenía sentimientos atados a sus visiones pero al parecer eso había cambiado porque la visión en la que murió el príncipe Kanon y la visión te tuvo ahora hicieron que se le achicara el corazón

- Debes descansar, ven… - Hades ayudó a Shun a llegar a su lecho y lo cobijó con las finas mantas que allí estaban, Shun vivía rodeado de lujos y caprichos, todos regalos de Hades, todos realizados luego de que algo como lo que pasó la noche anterior hubiera pasado, esa era la especialidad de Hades, lo lastimaba, lo golpeaba, lo latigueaba, lo forzaba a ver como lastimaba a alguien mas para forzarlo a usar su poder y ver el futuro para él, recordándole cada vez que no era libre, recordándole que su vida le pertenecía, que no era una persona, que era un mero instrumento que el arisco Príncipe del Averno podía tomar y usar a su antojo, luego lo reconfortaba con baratijas para tratar de congraciarse con él, como cuando le lanza un hueso a un perro, Shun estaba perdido en sus pensamientos cuando Hades le acarició el rostro haciéndole reaccionar y le dijo: - Te agrada tu nuevo sirviente?

- Si, fue muy amable mi señor en enviármelo

- Me alegro, cuando estés recuperado bajaremos al jardín, te gustaría eso?

- Si mi señor…

- Bien, vendré mañana a verte – dijo Hades poniéndose de pie y tomando su capa

- Mi señor se preocupa demasiado por  mi – dijo Shun con voz inexpresiva, nada le causaría mas placer que Hades se preocupara menos por él

- Lo se… antes de que se me olvide, tengo algo mas para ti – Hades sacó de su bolsillo un broche fino de oro con la forma de una luna, Shun lo tomó en sus manos y lo miró de cerca, el trabajo era finísimo, el dije era muy hermoso, Hades se lo quitó de las manos, le quitó uno de los boches sencillos de los hombros de su túnica y le puso este en su lugar y le dijo: - Cada que lo veas para que pienses en mi

- No necesito tener nada para pensar en usted mi señor – dijo Shun y Hades sonrió complacido sin saber que lo que pensaba Shun era que Hades representaba su tormento, su mal… entonces en verdad que no necesitaba nada para recordar todo el daño que le había hecho y todo el sufrimiento que le había causado a través de los años

- Me debes la vida pequeño, no lo olvides nunca

- No lo haré, y cuando llegue el tiempo nada me dará mas gusto que pagarle todo lo que le debo con sus mismas gentilezas – Shun apretó la manta disimuladamente para esconder un poco el coraje que sentía

- Lo se… - dijo simplemente Hades y abandonó la habitación de su mascota, nada le daba mas placer a Hades que hacer sufrir a Shun, ver en sus ojos la sumisión, sentir en su voz el dolor, Shun era suyo y podría hacer con él todo lo que quisiera, así como su padre había hecho suyas a las anteriores oráculos, él haría suyo a Shun cuando llegara el momento, y este momento se acercaba, Shun estaba entrando a la pubertad y con él podría concebir un hijo uniendo al fin ambas líneas de sangre haciéndola una sola con la del Averno, como siempre debió haber sido

 

Los días que siguieron fueron algo tensos, enviados diplomáticos del Reino de Gémini habían venido pero no se les había permitido la entrada a la ciudad, el Rey Defteros lo que quería era recuperar los restos de su hijo para poder darle sepultura, Cronos estaba de acuerdo pero Hades no por lo que no habían enviado los restos del príncipe Kanon al Reino de Gémini aún

 

Shun ya se había repuesto de sus heridas y su rutina de encierro había vuelto a la normalidad, Aiacos estaba en su habitación esa mañana parado cual estatua junto a la puerta, Shun estaba de pie junto a la ventana cuando sintió una conmoción que lo hizo sostenerse de la pared, el peliverde por instinto volteó a ver a Aiacos el cual aparentemente no había sentido nada, Shun se llevó una mano al pecho cuando el piso se le volvió a mover bajo los pies y vio como una luz roja rodeaba la pila de agua, esto no le había pasado antes así que con cautela se acercó y tocó la superficie del agua, lo que vio a continuación no se lo esperó:

 

Shun miraba la sala del trono desde el techo, allí estaban reunidos muchas personas, la sala estaba llena y todos usaban una máscara, música llenaba el ambiente, todos los presentes lo estaban esperando a él y Shun se vio a si mismo entrar al salón usando una máscara hermosa que le cubría casi todo el rostro, Hades lo tomó de la mano y lo llevó a la pista de baile y mientras se movían por todo el salón en la pista de baile la máscara de Hades cambió y frente a él estaba la máscara horrorosa de un esqueleto, el cabello negro de Hades cambió de color y ahora era de un vívido azul, su nuevo compañero de baile lo apretó contra su cuerpo y le susurró en la oreja: “Falta poco…”, Shun se revolvió asustado hasta que pudo soltarse y de un tirón quitó la máscara a aquel hombre para ver frente de sí al príncipe Kanon que le sonrió y lo abrazó, lo siguiente que sintió Shun fue que el suelo se desapareció debajo de sus pies y aquella voz retumbaba en su cabeza repitiéndole una y otra vez: “Falta poco… falta poco… falta poco…”

 

La imagen se disolvió en niebla negra y el corazón de Shun se llenó de desesperación, lo siguiente que vio le heló la sangre, el Rey Cronos estaba en un charco de su propia sangre en la sala real del Trono, la princesa Pandora lloraba aferrada a su inerte cuerpo mientras Hades con expresión fría se acercaba y le arrebataba la corona de la cabeza a su padre y se la ponía él mismo, el salón se llenó de repente de personas que no tenían rostro, lo vitoreaban y aplaudían en medio del llanto de unos pocos y la confusión volvió a reinar en Shun cuando se vio a si mismo caminar junto a Hades hasta sentarse en las sillas reales, a Shun le costó reconocerse a si mismo en el sueño porque no se parecía en nada a como era, lucía enfermo en una una túnica real blanca bordada con hilos de oro pero manchada de sangre y una corona en su cabeza, estaba extremadamente pálido y delgado sin contar con que tenía pronunciadas ojeras y muchos golpes y laceraciones en todo su cuerpo pero eso no fue lo que impactó a Shun, el joven peliverde vio ante sus propios ojos como su vientre empezó a crecer aceleradamente para finalmente traer al mundo una sombra con forma humana que lo consumió todo en fuego

 

Shun se desvaneció en su habitación y cuando despertó era Hades el que le estaba pasando un pañito húmedo por su frente, Shun saltó asustado en el lecho y el mayor lo miró frunciendo el ceño al preguntarle:

- Qué viste?

- No se… no lo recuerdo…

- No lo recuerdas y te desmayaste?

- Si… no… no se mi señor – Shun en verdad lucía confundido y eso descolocó a Hades pero la compasión se le borró del rostro al recordar lo hábil que era Shun para tergiversar las palabras

- Habla Shun, qué viste?, si no me lo dices haremos otra visita a los calabozos, esta vez llevaremos con nosotros a tu nuevo sirviente, eso funcionó muy bien la última vez – el tono de Hades era por demás frío y Shun sabía que el pelinegro cumpliría sus amenazas, el peliverde se dejó caer en las almohadas, cerró los ojos y suspiró, cuando los volvió a abrir dijo:

- Vi a su padre, al Rey Cronos en el salón del trono, una daga clavada en el pecho

- Alguien va a asesinar a mi padre? – a Hades le entró la indignación y la palabra que le vino a su mente fue “traición”, Shun al darse cuenta de esto y de que Hades empezaría una cacería de brujas que no llevaría a nada lo tomó del brazo y en voz baja aclaró:

- No… alguien no, usted… usted lo va a hacer, la corona de su padre estaba cubierta de sangre a sus pies y usted la toma y se la pone, todos lo aplauden y una pira funeraria se enciende, mi cabeza da vueltas mi señor… vueltas… - Shun dijo una versión resumida de todo lo que vio, se negaba a Hades a decirle nada sobre de cómo Shun se vio a si mismo en esa visión

- Estás seguro de lo que me estás diciendo Shun?

- Si mi señor…

- Todos me aplauden?

- Si mi señor…

- Vaya… eso es… bueno saberlo… - Hades si lo había pensado mucho pero… hasta que Shun se lo dijo tan tácitamente no lo había considerado realmente, Hades estaba esperando pacientemente su sucesión natural al trono pero… cuando Shun lo puso así tan directo pues… esa corona se vería perfecta en su cabeza, de eso no había duda… ninguna…

 

Hades pasó algunos días en el castillo manteniendo el perfil bajo, la última conversación que había tenido con Shun le daba vueltas en la cabeza pero no… él no se atrevería a hacer aquello, o si???, Hades estaba todo pensativo cuando el capitán de la guardia llegó con noticias perturbadoras, el Rey Cronos había decidido enviar de vuelta al Reino de Gémini los restos del príncipe Kanon, por lo que la noche anterior había mandado a retirar su cabeza de las lanzas de la entrada del castillo y una vez que se habían hecho los preparativos del caso esa misma noche la comitiva había salido, Hades se puso verde del coraje y fue inmediatamente al salón del trono, abrió con violencia la puerta pero se tuvo que controlar porque su padre no estaba solo, el príncipe heredero del Reino de Virgia estaba de pie frente a él y de su brazo estaba la que ahora era su prometida, aquel era un muchacho alto, rubio de cabellos largos y hermosos ojos azul-celeste, Shaka era su nombre y se estaban haciendo los arreglos para unir a ambos reinos mediante el matrimonio del aquel apuesto joven con la Princesa Pandora, la muchacha sonreía complacida porque el futuro esposo que le había conseguido su padre era de su gusto, el joven rubio había llegado como emisario de su padre, el Rey Asmita y ahora en contra de todo pronóstico la joven lucía una hermosa sortija en su dedo y una maravillosa sonrisa en el rostro

- Padre… lo siento, no sabía que tenías invitados – el tono de Hades intentaba demostrar amabilidad pero no podía, la furia le salía por los poros

- Eso no te da derecho hijo de irrumpir de esa manera en este lugar – respondió el Rey Cronos, el mayor estaba harto de las rabietas y caprichos de su hijo, Pandora era una muchacha inteligente y mucho mas sensata que su hermano, si Cronos pudiera elegir la dejaría a ella como Soberana del Averno pero no era posible, en primer lugar Hades era el primogénito y era varón

- Reitero mis disculpas… con tu permiso padre – el pelinegro estaba por salir pero Cronos se puso de pie y dijo:

- Quédate… tenemos asuntos que discutir, hija… podrías enseñarle los jardines a tu prometido y nos permites unos minutos a solas? – el mayor descendió las escaleras y se acercó a la pareja, tomó la mano de su hija y la besó, la muchacha asintió y luego de besar a su padre en la mejilla guió a su prometido por el largo pasillo dejando solos a su padre y a su hermano

 

El príncipe Shaka no había visto antes a la que ahora era su prometida, su padre solo le había dicho que para evitar una guerra con el Averno él debería sacrificarse y aceptar a la Princesa Pandora como su Reina, que esa sería la única forma de evitar masacre y sangre para su pueblo, Shaka pensando en el bien común había aceptado y había viajado con resignación hasta Guidecca pero para su sorpresa no esperó que la princesa de esas áridas tierras fuera tan hermosa o dulce, Shaka pensaba que Pandora era como una rosa que había nacido y crecido entre las piedras

 

En su caminata por los jardines Shaka miró sorprendido que la Princesa saludaba y conocía a todos los sirvientes por sus nombres, mas de un niño había corrido a abrazarla y uno de ellos le había llevado una flor silvestre la cual Shaka puso en su cabello provocando que la muchacha se sonrojara ante la cercanía de este apuesto caballero que la miraba de una manera muy especial

- Ha vivido toda su vida en Guidecca Princesa?

- Si… nunca he salido del castillo – respondió la joven con tristeza mirando al horizonte

- Nunca?

- No… mi padre… mi padre siempre ha temido por mi seguridad, dice que tiene muchos enemigos que me harían daño para llegar a él, es eso cierto?  - Pandora había escuchado todo tipo de historias sobre sus antepasados y sobre su padre, de sus conquistas llevadas a cabo a sangre y fuego, de la crueldad de la justicia impartida en el Averno y eso la entristecía y la preocupaba, nadie nunca le hablaba claro con el pretexto de que ella no tenía motivos de saber las realidades de la vida, que ella era una dama y su único propósito era casarse y tener hijos, que no debía preocupar su linda cabecita con asuntos de hombres, pero aparentemente Shaka no pensaba así porque le contestó con honestidad:

- Bueno… el Reino de su padre tiene muchos problemas con los reinos vecinos, hay disputas por territorios, por incursiones no autorizadas, por saqueos y demás alegatos, lo mas grave fue lo que pasó con el Reino de Gémini hace unas pocas semanas, la muerte del Príncipe Kanon traerá muchas consecuencias para todos, ahora que usted es mi prometida yo temo por usted, solo estaré de visita unos cuantos días y tendré que regresar a mi reino a llevarle las noticias a mi padre pero me gustaría que el compromiso se lleve a cabo lo antes posible para poder llevarla a casa lejos de todo esto – Shaka besó la mano de la muchacha que le sonrió dulcemente

- Yo iré a vivir a su Castillo?

- Así es… le gustará nuestro Reino, nuestras tierras son fértiles y tenemos unos paisajes muy hermosos, en invierno la nieve lo cubre todo pero el verano las flores llenan los campos y el aroma de tierra y vida lo llena todo

- Y su padre?, él está de acuerdo en nuestro matrimonio verdad?

- Si…, él fue el que me lo propuso y la verdad le agradezco que lo hiciera

- Lo dice en serio?

- Mi Princesa… no se como vaya a tomar lo que le voy a decir pero por favor escúcheme

- Está bien…

- Cunado mi padre me propuso un matrimonio con usted para asegurar la paz entre nuestros reinos yo acepté pensando en mi pueblo, no quiero que mis tierras y mi gente corra con la misma suerte que han tenido los antiguos pueblos de Elíseo, Raghar, Quarth y ahora Gémini, el Averno es conocido por su fuerza militar y su crueldad en batalla, un matrimonio con la heredera de este reino me pareció un sacrificio que podría hacer por mi pueblo

- Sacrificio?

- Si… yo pensé que era un sacrificio hasta que la conocí hoy en la mañana

- Por qué?

- Me gustaría princesa que existiera confianza entre nosotros y me agradaría mucho que habláramos con candidez, yo quiero mostrarme sincero ante usted pero quiero que usted haga lo mismo conmigo – el tono de Shaka era sereno y calmado, este hombre era tan diferente a los hombres que había conocido y tratado la Princesa Pandora pero era esta precisamente la razón por la que la muchacha no podía evitar el confiar en él y respondió simplemente y con una sonrisa clara:

- Está bien

- Sus ojos… en mi pueblo hay una antigua creencia de que los ojos de una persona son una ventana abierta hacia su alma, son como una especie de espejo que refleja lo que una persona lleva dentro, con una sola mirada mi princesa, solo con una mirada pude darme cuenta que usted guarda mucho amor en su alma, que es una persona buena y justa, alegre y lo que mas desea es felicidad y libertad, no solo para usted sino para todos, me equivoco?

- Puede decir todo eso de mi solo por mis ojos?

- Si… su mirada es suave y tierna aunque puedo ver una tremenda fortaleza también, no tenga miedo, su secreto está a salvo conmigo

- Qué secreto?

- Que usted no quiere estar en este lugar, que no está de acuerdo con su padre y mucho menos con su hermano, que usted ama y respeta la vida humana y que le ha dado profunda pena lo que la pasado con el príncipe Kanon de Gémini

- Cómo lo sabe? – el corazón de la muchacha latía con violencia, era cierto… todo lo que Shaka había dicho era cierto, ella despreciaba todo acto de violencia, nunca había estado de acuerdo con la forma tan vil y cruel que su padre y su hermano se referían y trataban al pueblo y no se diga a sus propios sirvientes, en mas de una ocasión Pandora había ayudado a escapar a los sirvientes del castillo que iban a ser castigados por su hermano, es que no era secreto para nadie que los castigos de Hades por lo regular terminaban en muerte para el castigado, y como este habían varios aspectos en los que la Princesa discrepaba, el problema era que a ella nadie la tomaba en cuenta y estaba cansada de esta situación, el prospecto de su matrimonio le ilusionaba y no solo por el hecho de cumplir su sueño de tener una propia familia sino porque al fin podría escapar ella también del encierro al que había estado sometida por tantos y tantos años

- Lo pude ver en sus ojos cuando hablé de él, el príncipe Kanon era mi mejor amigo en el mundo, el hermano que nunca tuve y no sabe usted como he sentido su muerte

- Lo siento mucho mi Príncipe, yo… esa noche escuché las campanas sonar y la voz de alerta, el castillo entero se movilizó y luego todo fue confusión por varias horas hasta que nos llegó noticias de que un espía había sido atrapado, a la mañana siguiente supinos que el espía era el príncipe Kanon de Gémini, lo que no entiendo eran sus motivos para infiltrarse al castillo – lo que decía Pandora era la verdad, era de gen eral conocimiento que infiltrarse a Guidecca era una misión suicida

- Ni yo mi princesa, ni yo…

 

Shaka besó la mano de la muchacha y siguió caminando con ella por los jardines bajo la atenta mirada de los guardias reales que estaban cerca pero no lo suficientemente cerca como para escucharlos, Shaka estaba considerando sus opciones, la Princesa Pandora era todo lo que él hubiera esperado y mas, los rumores que había escuchado en el camino eran ciertos, esta dulce muchacha tenía buen corazón heredado seguramente de su madre la cual murió al traerla a ella al mundo, siendo así las cosas una nueva oportunidad se presentaría, con la ayuda de su nueva prometida se podría vengar la muerte de aquel que murió tratando de proteger a ambos reinos, a Gémini y a Virgia, la sangre de Kanon reclamaba justicia y tal vez Pandora si en verdad era todo lo que aparentaba ser, no se negaría a ayudar

 

El destino iba sacando sus cartas y haciendo sus jugadas, pronto la realidad daría un vuelco en el que todos tendrían que jugar su parte, en especial un joven de cabellos y ojos verdes que estaba de pie en la ventana de su habitación mirando a una pareja caminar en el jardín al que él tenía prohibido bajar solo, una angustia se acunaba en el alma de Shun mientras ausentemente acariciaba su plano vientre, en aquella visión lo había sentido, había sentido la oscuridad crecer dentro de él y arrebatarle el alma, un hijo de Hades en sus entrañas traería destrucción a todos y acabaría con la vida como ellos la conocían, Shun regresó a su lecho y se cobijó, un escalofrío lo recorrió entero de solo pensar en todo lo que había visto, pero no lo entendía… las palabras de aquel al que había visto morir no tenían sentido para él, “Falta poco” había dicho, falta poco pero para qué?, para qué?...

 

Notas finales:

Qué significan las visiones de Shun?

A quién está viendo?

Será que la muerte si viene por él?

Eso es en los proximos capítulos, muchas gracias por leer y nos vemos el viernes en el capitulo nuevo, saludos, bye 


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