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EL VALOR DE LA VIDA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, en este capítulo hya muchas cosas que pasan, nuevos personajes toman fuerza y antiguos personajes regresan, espero que les guste

Capítulo 16.- Shun???... Shun!!!

 

Esa mañana los cuatro camaradas caminaban por el bosque, estos bosques eran menos frondosos que los que habían pasado anteriormente, había mucha mas luz y en términos generales eran mas hermosos pero para sus propósitos eran mas peligrosos, Shun se sentía desprotegido caminando así a campo abierto, atrás de él Shaka caminaba sin la ayuda de Ikky lo cual era bueno porque el rubio tenía el arco cargado con una flecha lista disparar en las manos, Ikky cerraba la comitiva y miraba a todos lados en busca de amenazas, así caminaron por algunas horas hasta que Shun sintió una brisa en su cuello, luego se sintió observado, por la izquierda… a su izquierda había algo, así que Shun tomó la mano de Shaka y gritó: “Al suelo”, jalando al rubio con él, Saga lo escuchó y también se agachó, Ikky los imitó e hicieron bien al escucharlo porque en ese segundo cuatro flechas que iban dirigidas a sus cabezas se clavaron en los árboles a su espalda

- Los viste? – preguntó Saga apretando el mango de su espada en su puño alistándose para atacar, Shun solo meneó la cabeza pero señaló unos matorrales algo espesos a su izquierda

- Quédate abajo, escóndete en esos árboles y no salgas de allí – dijo Shaka señalando unos árboles que estaban tras una piedra, en esos momentos seis hombres armados salieron de los matorrales y se dirigieron a ellos con gritos de guerra, Saga les salió al paso e Ikky también, ambos blandían sus espadas, Shaka se quedó en donde estaba y empezó a lanzar flechas apuntando a sus enemigos, dos de ellos cayeron por las flechas de Shaka, dos cayeron por la espada de Saga, uno cayó por la espada de Ikky, Shun lo miraba todo desde su escondite y vio con horror que 10 hombres mas salían y a lo lejos se veía una compañía entera que venía a caballo, Hades lo quería de regreso a como de lugar, el sueño de libertad era muy bueno para ser cierto

 

La lucha era encarnizada, Saga e Ikky peleaban espalda con espalda para poder defenderse de sus atacantes, Shaka ayudaba derribándolos a lo lejos pero no podrían aguantar mucho tiempo en especial con la guardia armada que se venía

- Cuántos son? – preguntó el Fénix que en este punto sudaba

- No lo se… - respondió Saga clavando su espada a un miembro de la guardia del Averno en el estómago

- No están muy lejos de casa para que estén tantos de ellos?

- El oráculo es muy importante – dijo Saga y regresó a ver a donde Shun debería estar escondido y para su horror vio a un hombre que debía ser el capitán de la guardia porque había venido a caballo y se acercaba al muchacho de ojos verdes que estaba arrimado al árbol y tenía la daga en la mano

 

- Al fin te encontramos oráculo… ven – el hombre se sacó el casco y dejó ver sus rubios y cortos cabellos, aquel era Radamantys de Wyvern, el jefe de la armada, por qué Hades lo mandó a buscarlo a él???

- No… déjame ir

- Te lo voy a poner claro para que me entiendas, o vienes conmigo por las buenas o por las malas, pero que vienes… vienes, mi señor está furioso contigo por haber escapado pero te tengo una propuesta, si eres bueno conmigo y me atiendes bien, le diré que te tenían atado y amordazado, con eso no te castigará como lo está pensando hacer, si no me complaces le diré que huiste con el príncipe de Gémini y que eras su amante, te asesinará creo yo – Radamantys sonreía victorioso, ellos estaban un poco lejos de la batalla principal y Shun miraba con repulsión como el jefe de la Guardia se quitó los guantes y ahora estaba aflojando su cinto, Radamantys pensaba violarlo ahí mismo

- No te atrevas a tocarme – dijo Shun y extendió la mano que tenía la daga amenazando al rubio que al verlo se rió y con ganas

- Ohhhhhh pequeño conejito, crees que vas a poder herirme?, crees que podrás defenderte?, mira y mira bien, tus nuevos amiguitos pronto morirán a manos de mi tropa y tu no tienes escapatoria, les voy a conceder el hecho de que están peleando bien pero míralos… míralos… - Radamantys tomó la mano de Shun que tenía la daga y la apretó dolorosamente hasta que la tuvo que soltar y luego lo dio vuelta y agarrándolo de la cintura le hizo ver el campo de batalla, en donde Shaka que ya había acabado sus flechas se había unido a Saga y estaban peleando juntos con la espada, seis hombres se les oponían pero los dos príncipes se estaban defendiendo muy bien, al que Shun ya no pudo ver era al Fénix, tal vez ya cayó en batalla, Shun no lo sabía y solo escuchaba la sonrisa cínica de Radamantys en su oreja mientras lo tenía sujeto a su pecho y le apretaba cada vez mas el brazo que tenía doblado dolorosamente en su espalda

- Tu cabeza será la que ruede en el pasto – dijo Shun contorsionándose con violencia cuando Radamantys bajó la mano que tenía en la cintura del menor y la dirigió a su entrepierna

- Ah si? – preguntó Radamantys en un tono sumamente divertido

- Si… - fue la voz que le contestó y no era la de Shun, el rubio tuvo que soltar a su presa al sentir la fría hoja de metal en su cuello, Shun al verse libre del agarre de su captor saltó fuera de su alcance y se escondió tras una roca, el Fénix había salido de no se sabía dónde y había venido a su rescate, Radamantys lo miró con rabia y le dijo:

- Mátame como el cobarde que eres, vamos… mátame

- Tu hablas de cobardía cuando pensabas aprovecharte de un muchacho indefenso?, eres una escoria – dijo el Fénix retirando su mano que tenía la daga y dándole a Radamantys el suficiente espacio para que pueda sacar su espada y defenderse

- Peleas con honor eh?, bueno, eso te llevará a la tumba porque yo no – el Rubio desenvainó su espada y la sostuvo en posición de ataque, Ikky le dio la daga a Shun que la tomó y volvió a esconderse tras la piedra y se preparó para el ataque de Radamantys que llegó con fuerza

 

Shun miró desde atrás de la piedra el singular combate que se desarrollaba frente a sus ojos, realmente el Fénix era un luchador fiero, digno de ser el General de la Guardia de Virgia, Radamantys peleaba con todo lo que tenía, el choque de espadas era tenaz y ambos parecían envueltos en una danza mortal que los llevaba de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo, los movimientos eran hechos con gracia pero con fuerza y así estuvieron sumidos en combate hasta que Ikky perdió la espada, Radamantys sonrió victorioso al acercarse a su desarmado oponente pero el Fénix sacó de su cinto una daga un poco mas grande que la que tenía Shun y con ella se defendió de los ataques del rubio hasta que logró desarmarlo

 

Ikky lanzó su daga al suelo para quedar en igualdad de condiciones con Radamantys pero el rubio no jugaba limpio, debajo de manga sacó una pequeña daga con la que casi corta el rostro de Ikky que justo a tiempo inmovilizó su mano y le asestó un puñetazo en el rostro que lo mandó al suelo, el rubio quedó de rodillas y en un último intento de hacer el mayor daño posible ahora que estaba vencido, lanzó la daga que tenía en la mano a Shun que logró hacerse a un lado, el Fénix se paró atrás suyo y con un movimiento limpio y rápido le rompió el cuello

 

El Fénix se acercó a Shun y lo tomó suavemente del brazo para examinarlo, la daga no se clavó en él pero si lo pasó rosando y sangraba aunque no mucho

- Estás bien?

- Si… no fue nada, solo un rasguño – respondió Shun mirando esos ojos azules que los últimos días lo miraban con una mezcla de sentimientos, Shun no lo entendía pero se sentía seguro cuando el Fénix estaba cerca, esto era por demás extraño porque era precisamente con él con quien menos tratos había tenido todos estos días, Ikky lo miraba con insistencia pero Shun estaba convencido de que no quería dañarlo, era otra cosa lo que el Fénix quería de él pero Shun no sabía que era

- Bien… voy a ayudar a los otros, escóndete y que no te vean – dijo el peliazul acariciando el rostro del oráculo para luego darse la vuelta y tomar las armas del suelo, Shun hizo lo que le indicaron, se sentía tan mal al ser un estorbo en la batalla pero no había otra opción, él no sabía nada de esto, ni siquiera podía utilizar esa pequeña daga que le había dado Saga o la otra daga que Hades le había dado y que había ocultado en sus ropas, Shun había visto en sus visiones esa daga y si era el arma que acababa con la vida de Hades era mejor que estuviera en sus manos, Shun quería verlo morir…

 

Ikky no dio ni cinco pasos en dirección a Saga y a Shaka que la guardia montada llegó a su posición y lo rodearon, dos jinetes se bajaron de sus caballos y fueron directo a donde Shun estaba, Ikky retrocedió y se paró protectoramente delante de Shun que miraba con los ojos muy abiertos los rostros que muy bien conocía, era la guardia personal de Hades, el pelinegro no estaba lejos si ellos estaban aquí, Radamantys era su perro guardián, era lógico suponer que su amo también había venido para acá

- Entréganos al oráculo – dijo uno de los guardias montados dirigiéndose a Ikky

- No…

- Te niegas?, muy bien… mátenlo y tráiganme al oráculo – dijo aquel hombre al resto de sus guardias, uno de ellos se adelantó y se bajó del caballo para tomar a Shun pero en ese momento una flecha se le clavó en el pecho y cayó fulminado, los miembros de la guardia del Averno vio a todas las direcciones y por suroeste vieron que se acercaba un grupo de unos 20 jinetes que portaban la bandera de Ilyria, Ikky tomó a Shun del brazo y se lanzaron al suelo, allí vieron como flechas llovían sobre sus enemigos

- Quién es? – preguntó Shun a Ikky que alzó un poco la cabeza y vio la inconfundible cabellera celeste del príncipe de Ilyria montado en su caballo blanco

- Afrodita de Ilyria, es un arquero excelente, ven…

 

Ikky tomó a Shun de la mano y corrió con él hacia los árboles, allí vieron pasar no solo al príncipe Afrodita que efectivamente tenía un arco en las manos y disparaba las flechas mientras iba galopando su caballo sino que también lo acompañaba el príncipe Mu de Lorién que en sus manos tenía una hacha inmensa y la blandía con maestría a su paso desmontando a los miembros de la guardia del Averno que su muy buen amigo Afrodita no había derribado con las flechas, el grupo de las Fuerzas Aliadas se dividió en dos, unos fueron a ayudar a Saga y a Shaka y otros se dedicaron a combatir con el segundo grupo de guerreros que habían llegado a caballo, Ikky estaba exhausto y sonrió al ver llegar a los refuerzos, pero su sonrisa se borró cuando Shun gritó

 

Uno de los miembros de la Guardia del Averno que estaba a caballo se acercó por detrás y de la cintura sujetó al muchacho de cabellos verdes para subirlo como carga al caballo y salir a todo galope con él, Ikky sintió como se le encogía el pecho cuando vio a aquel muchacho gritar por él y estirar sus manos pidiendo ayuda

- Shuuuuuuuuuuuun!!!!!!!!! – gritó Ikky y corrió disparado tras el caballo que se perdía por los matorrales, era inútil, no lo podría alcanzar, pero Mu de Lorién pasó a su lado y le tendió la mano, Ikky subió al caballo de su camarada con un espectacular salto y fueron tras él, Mu era un jinete excelente e instaba a su caballo a ir mas y mas rápido por lo que pronto tuvieron al otro caballo a la vista, el muchacho de cabellos lilas sujetó de mejor manera su hacha y al acercarse le asestó un mortal golpe al guardia que tenía sujeto a Shun, los dos cayeron al suelo y el caballo también, Ikky saltó y fue directo a Shun que lucía inconsciente, Mu se bajó del caballo y se acercó al Fénix para preguntar:

- Quién es él?

- Es… es… mi hermano – dijo Ikky acariciando su rostro y poniendo su mano en el cuello para sentir su pulso

- Muy bien, toma mi caballo y llévatelo, mas o menos a una milla de aquí está el resto de nuestra guardia, ve para allá y mándalos para acá – Mu se acercó al caballo del guerrero del Averno y le acarició suavemente para tranquilizarlo y poder montarlo

- Y usted a dónde va Alteza? – preguntó Ikky y una sonrisa se formó en el rostro de Mu al contestar

- A salvarle el cuello a Saga – Mu se subió al caballo del enemigo y con el hacha en mano volvió al campo de batalla, Ikky con mucho cuidado subió al caballo del príncipe Mu y acomodando a Shun en su regazo fue a la dirección dada para poner a salvo al oráculo del Averno, pero… este muchacho no era solo el oráculo del Averno, hace algunos días a Ikky una idea le martillaba la cabeza y ahora… ahora se había convencido, este muchacho era su hermano, ya no tenía dudas en su corazón, Ikky había estado el momento perfecto para hablar a solas con Shun pero no se había presentado la oportunidad, pero el oráculo del Averno sin duda era su hermano…

 

Como lo había ofrecido el príncipe Mu de Lorién regresó al campo de batalla blandiendo su hacha y llevándose con él a cuanto enemigo pudo, Shaka ya había sido enviado al campamento cercano a donde iban Ikky y Shun, solo Saga continuaba en la batalla, Afrodita de Ilyria ahora espada en mano y junto con los hombres de su guardia estaba haciendo retroceder a las tropas del Averno y estaba haciendo un muy buen trabajo, cuando Mu llegó se unió al frente de batalla al bajar de su caballo y desenvainar también su espada

- Déjame alguno no? – dijo el príncipe de Lorién a su muy buen amigo Dita que estaba acabando con uno de los guerreros del Averno

- Tu que te vas… te estabas perdiendo la diversión – contentó el hermoso muchacho de cabellos celestes con una expresión única de concentración

- Y dónde está Saga? – Mu no lo veía por ninguna parte

- Está tras aquellos árboles, ya mandé refuerzos donde él – respondió Dita acabando con otro de los enemigos

- Dita… yo creo que es hora de emprender la retirada – dijo Mu mirando al horizonte

- Ya te cansaste Mu? – preguntó Dita con una sonrisa torcida

- No… pero el demonio en persona viene para acá, al norte Dita, mira al norte – dijo Mu y Dita alzó la mirada para ver un nuevo grupo del Averno pero esta vez venía al frente un caballo negro que era inconfundiblemente el de Hades

- Rayos… cómo lo supo?

- Espías, es lógico pensar que debe tener espías en todo el territorio, vámonos ya – dijo Mu acabando con el último guardia con el que estaba batallando y montando nuevamente su caballo, el príncipe de Lorién se dirigió a los árboles que antes Dita le había señalado y de un hachazo acabó con el guerrero al que enfrentaba Saga, el peliazul lucía en extremo cansado y ahora la visión de Mu le pareció angelical, cuando el joven de cabellos lilas le tendió la mano, Saga no lo dudó y enfundando su espada se subió al caballo y se dejó conducir por el valle

 

Afrodita había dado la orden de retirada, debían llegar al gran precipicio lo antes posible, si no lo cruzaban estaban perdidos así que fueron a todo galope, Saga no se sorprendió por el camino que estaban tomando, se dirigían a uno de los abismos mas profundos de esas inhóspitas montañas de Ilyria que servía de límite con el Averno, habían tres puentes que unían los dos Reinos y ahora de dirigían al mas cercano de ellos, el otro puente estaba a varias millas al sur de donde estaban y el tercer puente aún mas al sur, en el camino cruzaron un río no muy profundo y luego atravesaron un pequeño claro que los conducía directo al barranco y al puente que los unía con el otro lado de la montaña, ese puente era de madera, se notaba que era muy antiguo porque las maderas se veían podridas en algunas partes y estaba sujeto por cuerdas y no por cadenas, de cualquier manera todos los caballos de los guerreros de la Fuerza Aliada cruzaron el puente y allí Saga vio con sorpresa que cuando el último caballo pasó, uno de los guerreros se acercó con una antorcha y prendió un lado de la madera del puente, el fuego se extendió con rapidez consumiéndolo todo, cuando las tropas del Averno llegaron al borde, el paso ya estaba en llamas y no tenían como pasar, el precipicio que se extendía bajo sus pies era impresionante, nadie saldría vivo si caía en él

 

Mu sonrió al ver llegar a las tropas de Hades y ver bajar de su caballo al mismísimo Rey del Averno que furioso vio como el puente se caía a pedazos, con una gran conmoción el puente se partió en dos y cualquier vestigio de algo que uniera las dos orillas del abismo se consumió con las llamas

- Entréguenmelo y perdonaré sus vidas – gritó Hades con todas sus fuerzas, el eco del vacío magnificaba su voz pero no era difícil entenderlo al estar tan lejos

- A quién? – preguntó cínicamente Afrodita de Ilyria

- Saben perfectamente a quien, a mi oráculo – contestó Hades caminando de lado a lado como león enjaulado al borde del abismo

- No que el Averno no tenía un oráculo? – esta vez fue el príncipe Mu de Lorién el que habló

- Esto les costará la vida!!!!!!, esto es guerra!!!!!!

- Hemos estado en guerra los últimos años, no es nada nuevo – Saga de Gémini fue el que habló esta vez y miró directamente a los ojos de Hades que sonrió de lado al decir:

- Maté a tu hermano, no me costará nada matarte a ti también

- Atrévete y veremos como nos va, ahora no estamos solos, ahora nos hemos aliado

- Los mataré a todos y esclavizaré a sus pueblos, cuando esto termine me pedirán piedad – dijo Hades con una seguridad única, pero Saga sonrió al decir

- El que pedirá piedad serás tu, vámonos…

 

Hades no pudo hacer nada mas que verlos partir, no se atrevían a dispararles flechas porque en toda la montaña eran claramente visibles arqueros listos para disparar que cubrían el grupo de los reinos aliados que llegaron a caballo, este grupo superaba en número a los guerreros del Averno, el pelinegro montó su caballo y ordenó la retirada, ese día no habrían mas peleas, ese día se reagruparían para con fuerza atacar al enemigo y vencerlo

 

Shun tuvo sueños accidentados por algún tiempo, era como si su mente se estuviera abriendo o algo así, vio muchas imágenes de cosas que había olvidado, la sonrisa de su madre, el rostro de su padre, los ojos azules de su hermano y esa cicatriz que tenía en la ceja, la manera como Ikky le sonreía cuando eran niños, como cuidaba de él y lo mimaba, como le conseguía bayas y nueces, cuando le enseñó a nadar y a pescar, como lo perdió en aquel claro del bosque cuando Hades se lo llevó y como lo volvió a perder esa misma tarde cuando aquel jinete se lo llevó…

 

Shun abrió los ojos y se vio a si mismo en una especie de tienda, estaba cubierto con una piel de algún tipo de animal que lo mantenía abrigado, estaba acostado en una cama de paja y todo le dolía cuando se intentó sentar, a su lado estaba aquel guerrero de ojos azules y mirada fiera que lo había salvado ese día, el Fénix…

- Estás bien?, has dormido por mas de seis horas – dijo el guerrero y pasó un paño mojado por su frente, Shun lo miró y saltó asustado

- Cómo supiste mi nombre?, nunca te lo dije, nunca dije mi nombre a nadie, cómo lo supiste?, eres un espía verdad?, solo la gente del Averno sabe mi nombre – Shun hablaba muy rápido porque estaba asustado y se encogía cada vez mas porque no quería que aquel guerrero lo tocara, no había nadie mas en esa tienda y le asustaba al pequeño el no saber en donde estaba

- Supe tu nombre porque yo estuve allí el día que llegaste a nuestra casa, supe tu nombre porque tu abuela, una mujer muy hermosa de cabellos castaños y ojos verdes nos lo dijo, supe tu nombre porque todas las noches desde que te perdí he rezado a todos los dioses, los antiguos y los nuevos, por tu alma al creerte muerto, no me reconoces Shun?, yo soy Ikky… tu hermano Ikky, no soy ningún espía del Averno ni quiero hacerte daño, soy tu hermano…

- No… tu eres el Fénix, un guerrero de Virgia, no puedes ser mi hermano, mi hermano murió en el claro del bosque el día en que Hades me llevó a Guidecca – Shun meneaba la cabeza y se abrazaba a si mismo, no entendía como este extraño supiera su nombre y el de su hermano, además ellos estaban cerca de Gémini, de ser su hermano cómo fue a dar a Virgia?

- No, mi nombre es Ikky pero en la milicia me apodan el Fénix, me han apodado así por muchos años pero yo soy tu hermano, no morí ese día, ese día murieron nuestros padres y yo pensé que tu también moriste, pero yo no… yo me negué a morir aunque tuve muchas heridas y según los sanadores que me atendieron estuve al borde de la muerte pero me aferré a la vida, viví porque juré venganza para los que me quitaron todo, juré matar a Hades por las muerte de nuestros padres y por la tuya, no pensé hallarte vivo Shun, este es un regalo de los Dioses – el mayor trató de tomar la mano del pequeño que se hizo mas hacia atrás y no se dejó tocar repitiendo:

- Tu no eres mi hermano… tu no eres mi hermano – Shun miraba con miedo y desconfianza a este guerrero que lo único que quería era acariciarle el rostro o abrazarlo, el tenerlo tan cerca sin poderlo tocar era tortura pero no podía forzar las cosas, Ikky tenía que lograr que su hermano confiara en él nuevamente por lo que levantó las manos en señal de paz para que Shun dejara de arrimarse asustado a la pared y lo mirara, Ikky quería que en serio lo mirara y lo escuchara por lo que habló en tono calmado al decir:

- Si lo soy… mira… te acuerdas de esto? – Ikky señaló la cicatriz en su ceja, Shun meneó la cabeza por lo que Ikky sin rendirse continuó: - Tu le dijiste a nuestro padre que yo me iba a lastimar la ceja señalando su propia ceja, padre al buscarme me vio en una riña con otros niños y claro… yo tenía un corte en la ceja, no te acuerdas que solíamos jugar con el caballito de madera que padre te talló?, no te acuerdas que solíamos comer moras frente al fuego en el centro de la casa?, no te acuerdas que yo solía perseguirte por toda la casa para conseguir que te pusieras las sandalias porque te encantaba andar descalzo?, no te acuerdas que mamá solía cantarnos una canción cuando llovía en las noches porque a ti te asustaban mucho los truenos y tu…

- Yo… yo solía ir a la cama de mi hermano el que me abrazaba hasta que me durmiera…, cómo lo sabes?, cómo sabes todas esas cosas? – Shun derramaba lágrimas ahora al ser recordado de todas las cosas que con fuerza había tratado de olvidar, los recuerdos de su feliz niñez le atravesaban el alma como un cuchillo calentado al rojo vivo al comparar su presente con el pasado, Hades hacía de su vida un infierno y de solo pensar en lo que tuvo antes… le dolía el corazón y esa era la razón por la que por años trató de evitar pensar en ello, nunca lo habló con nadie, nunca se lo contó a nadie y había tratado de borrarlo de su mente hasta esta noche en la que los recuerdos volvieron a él como avalanchas

- Lo se porque lo viví contigo, yo soy tu hermano y siento no haberte podido proteger en ese claro del bosque cuando nos separaron, te fallé Shun… te fallé pero te prometo que nadie jamás te volverá a hacer daño mientras yo viva, nadie jamás te volverá a poner un solo dedo encima, los mataré a todos como lo he jurado hacer y ahora que ya se ha desatado la guerra contra el Averno te juro que lo haré – el tono de voz de Ikky era decidido y fiero pero sus ojos… sus ojos lo miraban con emoción y ternura, Shun podía ver que lo que mas quería este guerrero era abrazarlo pero él aún no se convencía

- Ikky…

 

Shun levantó tímidamente su mano y acarició la cicatriz en la ceja del guerrero de Virgia y miró intensamente esos ojos azules que lo miraban con una mezcla de sentimientos, Shun sintió algo muy fuerte que no había sentido antes, un sentimiento muy fuerte lo embargó y su corazón no mentía cuando a algo sentía y se convenció de lo imposible al pensar que todo lo que este fiero guerrero le había dicho era verdad, Shun lo sabía en su corazón y por primera vez en mucho tiempo, el oráculo se permitió bajar sus barreras y entregarse al abrazo fraternal que su hermano le dio, una emoción indescriptible los embargó a ambos cuando se reconocieron como hermanos, Shun sonreía mientras lloraba aferrándose a ese fuerte pecho que ahora lo acunaba porque ahora ya no estaría solo, nunca mas…

 

Notas finales:

Ya era hora de que Ikky y Shun se reconocieran, ellos lo sospechaban pero hasta que ese deja-vu de ver a Shun ser secuestrado no le vino a Ikky no lo comprobaron, este descubrimiento lo cambia todo

Y ahora... qué hará Hades?, cómo serán los regentes?, será que creen que Shun es el hermano de Ikky y no el oráculo?, eso es en el capítulo que viene

Muchas gracias por leer y nos vemos el lunes en el capítulo nuevo, saludos, bye 


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