Capítulo 25.- Los opuestos se atraen
Era el quinto día de viaje y Shura de Capricornio estaba mucho mejor de su herida, viajaba en el caballo del príncipe Afrodita de Ilyria a sus espaldas, el camino era pedregoso y difícil, la maleza lo complicaba todo, lo denso del bosque los hacia desviarse de su camino pero eventualmente volvían a él, Death Mask lideraba el pequeño grupo, lo seguían Dita y Shura, luego venía Mu de Lorién y cerraba la comitiva el guerrero Hyoga de Riverfast, no podían forzar mucho la marcha porque corrían el riesgo de perderse y uno de sus caballos llevaba dos personas
- Cómo diablos pueden mantener el rumbo en este bosque endemoniado? – preguntó Shura a Dita que se volteó un poquito y sonrió
- Death creció aquí, verdad Death?
- Si su alteza… - dijo el peliazul de cortos cabellos sin voltearse
- Creció en el bosque?, cómo??? – Shura no lo entendía pero el guerrero de Ilyria levantó la mano hacia el cielo al señalar un árbol, Shura alzó la mirada pero no vio nada al inicio, luego al fijarse bien lo notó, había un niño pequeño trepado en lo alto del árbol, estaba cubierto de lodo por lo que se camuflaba casi perfectamente con la naturaleza, Mu lo había visto también pero no era la primera persona que veía, desde que habían entrado en el bosque varios ojos los estaban vigilando
- Estos bosques no están embrujados como todos creen, hay varias tribus aborígenes que los cuidan, Death era parte de una de ellas hasta que mi padre Alfabica cuando era joven se dedicó a practicar tiro al blanco en el bosque y por azares de la vida llegó a conocer a las tribus que le brindaron hospitalidad y muchas cosas mas, fue mi padre el que ordenó que estos bosques se preserven como están y que no se construyan caminos ni se perturbe la paz, estas personas son descendientes directos de los espíritus del bosque y tienen secretos muy preciados de las plantas curativas que crecen aquí, Death es el hijo de uno de los sacerdotes el que le pidió a mi padre que se lo llevara para que aprendiera el modo de vida de nosotros, pero a Death le gustó tanto que se quedó para siempre, verdad Death?
- Si su alteza… - volvió a decir el guerrero, aparentemente era un hombre de muy pocas palabras
- A mi me gustaría vivir en el bosque – dijo Mu uniéndose a la conversación, si le hubieran dado opción él hubiera sido sanador, le gustaba mucho la idea de ayudar a las personas, el tener el poder del conocimiento para sanarlas y salvar vidas
- No durarías ni un mes en el bosque, que dices tu Death? – preguntó Dita y su guerrero sonrió y meneó la cabeza al responder
- No lo se su alteza, el príncipe Mu guarda muchas sorpresas y secretos, yo creo que hubiera sino un muy sanador o un hechicero poderoso – Mu sonrió ante estas palabras porque el tono del guerrero era mas bien serio y no de burla por lo que Dita arrugó la frente y ya no dijo nada mas del tema, el resto de la mañana cabalgaron despacio y en silencio, esa parte del bosque era peligrosa porque estaban pasando cerca de los pantanos y allí habían caimanes y cocodrilos, el clima se iba tornando cada vez mas húmedo y habían mas bichos
Esa noche Death Mask estaba sentado frente al fuego y tenía los ojos cerrados, estaba concentrado escuchando el sonido de las ramitas al quebrarse por el fuego, Mu estaba acostado de lado y dormía profundamente, Dita estaba despierto y miraba a su amigo con una expresión de pena en su rostro, su padre había muerto hace poco y ahora estaban en medio de la nada, Mu no había lidiado con su dolor y estaba básicamente encerrado en si mismo y eso no era saludable, a Mu le hacía falta llorar por su padre lo que hasta ahora no había hecho
- No se preocupe alteza, el príncipe Mu es fuerte – la voz de Death Mask hizo saltar a Dita, el príncipe de Ilyria no se había dado cuenta que estaba siendo observado
- No lo puedo evitar, me preocupa – contestó Dita lanzando una ramita a las llamas
- Dele tiempo, aún lo está procesando, es todo muy reciente y fue repentino, no lo presione ni lo atosigue, trátelo como lo ha hecho hasta ahora, con respeto y amistad, él estará bien – dijo Death Mask abriendo finalmente los ojos, Shura y Hyoga también dormían al calor de las llamas, Dita asintió y se recostó sobre su capa para intentar dormir, Death cerró sus ojos nuevamente y volvió a su meditación sin saber que el muchacho de cabellos lilas y ojos verdes estaba despierto y lo había escuchado todo, hacía días que no dormía bien porque muchos pensamientos se arremolinaban en su cabeza, Mu se volteó cuando escuchó regularizarse la respiración de Dita y se sentó moviendo su cabeza de un lado a otro hasta que un sonoro crak fue audible, Death volvió a abrir los ojos y vio al joven príncipe ponerse de pie y estirarse, el guerrero de Ilyria dijo en voz suave: - No se aleje mucho alteza, estos bosques son peligrosos, en esta parte hay serpientes además de sapos, caimanes y cocodrilos
- Pierde cuidado Death, no iba a ir a ninguna parte, solo quería estirarme un poco, me duele todo – se quejó el muchacho estirándose otra vez
- Si usted me lo permite… puedo masajear sus hombros, sé una técnica muy buena y lo ayudará a dormir, no nos sería muy útil si del cansancio se cae del caballo mañana – Death Mask se incorporó poniéndose de pie también y acercándose a Mu que asintió y se volteó, retiró su cabello y dejó caer la capa que estaba sobre sus hombros quedando solamente con la camisa puesta, Death puso sus manos en los hombros del muchacho y los sintió duros cual piedra, era lógico que no pudiera dormir
- Mmmm… auch… mmmmm… - Mu gemía suavemente ante el toque de las fuertes manos de Death que estaban masajeando sus hombros, le dolía por la tensión que estaba acumulada en ellos pero aflojó el cuerpo y se dejó hacer
- Lo siento… mañana le dolerá menos y hoy podrá dormir – dijo Death Mask retirando un poco el cuello de la camisa y masajeando esa suave piel directamente, Mu no se quejó ni se hizo el quite, le gustaba la sensación de las manos de ese fuerte guerrero en su piel
- Sigue… se siente… bien… mas abajo – Mu agachó la cabeza exponiendo su nuca la que Death Mask se contuvo con todas sus fuerzas porque le entró el irrefrenable deseo de besarla, pero no lo hizo porque recordó su lugar, aquel muchacho era un príncipe, de la nobleza, él era un simple guerrero que no tenía ni el derecho de pensar en él de esa manera, de cualquier forma sus manos bajaron un poco por la espalda del príncipe de Lorién pero por la posición no era algo fácil de hacer o muy cómodo, de cualquier manera Mu gimió una vez mas cuando las manos de Death Mask llegaron a su cintura
- Lo siento su alteza… - dijo DM al escuchar la queja del príncipe que echó su cabeza hacia atrás, el guerrero se disculpó aunque no estaba seguro de si el gemido del príncipe era de dolor o de placer
- No te disculpes, te agradezco mucho esto, lo que ahora mas desearía es un baño caliente y una copa de vino, no le diría que no a una hogaza de pan, ohhhh no sabes cuanto me has ayudado Death, y si hoy puedo dormir mañana te cazaré un conejo para ti solo – dijo el joven volteándose y estirándose nuevamente, en verdad se sentía mejor
- Gracias su alteza pero en esta parte del bosque no hay conejos, podemos encontrar ranas y sapos, serpientes y boas
- Nunca he comido carne de serpiente – dijo Mu frunciendo el ceño, ni la quería probar tampoco
- Es algo dura pero en tiempo de necesidad todo viene bien
- Prefiero venado, gracias Death y tu también duerme que mañana nos espera un largo día, cuándo saldremos del bosque?
- Un par de días mas su alteza, solo un par de días mas
- Genial… - Mu se volvió a acostar sobre su capa de viaje frente al fuego y esta vez si pudo dormir, el guerrero de cabellos azules lo miró por largo tiempo antes de conciliar el sueño, el príncipe de Lorién era uno de los hombres mas bellos que Death había visto jamás, su sonrisa era muy dulce y su piel era por extremo invitante, de carácter fresco y divertido además de fuerte, hábil y osado en batalla, Death suspiró… en qué rayos estaba pensando???, él era un príncipe, nunca se fijaría en alguien de menor rango además estaba comprometido en matrimonio con el heredero de Gémini y eso era lo que hacía rabiar al fuerte guerrero de cortos cabellos azules, Saga de Gémini no estaba interesado en el príncipe Mu porque estaba deslumbrado con el oráculo del Averno, por qué los Dioses dan a manos llenas las bendiciones solo a unos y a otros no les conceden nada?, Saga de Gémini era un tonto por no apreciar lo que tenía a la mano, Mu de Lorién era magnífico en todos los aspectos…
A la mañana siguiente Mu en verdad se sentía mejor, mas descansado y fresco, ese día cubrieron gran parte del trecho que debían avanzar para salir del bosque, esa mañana Shura de Capricornio fue con Mu en su caballo, Dita había dicho que su caballo estaba cansado y necesitaba aligerar la carga un poco, este cambio de eventos no le agradó mucho a Death Mask que vio como aquel apuesto guerrero de las islas dela muerte cabalgaba con Mu tan cerca de él, tan cerca de su cuerpo que podía apreciar su aroma, sentir su sedoso cabello y compartir su calor, esa día entero Death Mask de Ilyria cabalgó con el ceño fruncido
Al caer la noche cuando habían armado campamento a las orillas de un río no muy caudaloso ni muy profundo, el príncipe Mu de Lorién cuando todos estaban dormidos se levantó y dejando su capa junto al fuego caminó los pocos metros que lo separaban del río, la luna llena brillaba con fuerza esa noche y Mu de pie junto a las aguas miraba el firmamento en silencio, el joven príncipe pensaba en su padre Docko que había muerto en batalla, en su padre Shion que estaba a cargo de todo pero ahora estaba solo, pensó en el príncipe Kanon que fue la primera víctima de este conflicto y del hecho de que un hijo suyo viniera en camino siendo precisamente él parte del grupo que iría a buscar al príncipe Sorrento para llevarlo con ellos y ponerlo a salvo… vaya… la vida tiene muchas cosas muy extrañas…
Cuando Mu se enteró que su prometido había muerto un sentimiento de pesar le embargó el alma, no amaba a Kanon como hombre pero a fin de cuentas era aquel con el que se desposaría, el futuro padre de sus hijos, Kanon representaba para Mu su destino, no era lo que él hubiera escogido pero lo había aceptado por el bien de su pueblo y del pueblo de Gémini
Saga en cambio en una conversación que habían tenido a raíz de la muerte de Kanon le había dejado muy en claro que él no estaba dispuesto a cumplir el compromiso, Mu había estado de acuerdo sin problemas y esto le había traído un sentido de paz a su vida, libertad… libertad de elegir a su futuro esposo por amor y no por obligación, era un sueño bastante simple pero un sueño al fin, Mu sabía que a pesar de que ambos, tanto él como Saga se opusieran a ese matrimonio, si sus padres se imponían ellos tendrían que hacerlo… el muchacho de cabellos lilas levantó la mirada a la luna otra vez y suspiró, su futuro era incierto…
Death Mask de Ilyria había mirado al príncipe Mu levantarse y caminar hasta el río, quedarse allí a la luz de la luna solo con sus pensamientos, a los ojos del peliazul guerrero de Ilyria, el príncipe de Lorién se veía extremadamente hermoso, solitario, inalcanzable..
- Te prometo que no me voy a escapar ni me voy a lanzar al río para intentar ahogarme, Dita te pidió que me vigilaras? – Mu habló con tono suave porque no quería que los otros despertaran
- No su alteza, el príncipe no me lo ha pedido, yo duermo muy poco y lo vi levantarse y venir hasta aquí, si no es mucho atrevimiento de mi parte le puedo preguntar qué es lo que le quita el sueño? – Death Mask salió de su escondite tras de un árbol y se acercó al joven de cabellos lilas
- Muchas cosas, supongo que aún estoy algo abrumado – contestó Mu lanzando una piedrita al agua
- Siento mucho lo de su padre, se que estará harto de oírlo pero el rey Docko murió con honor, como un verdadero guerrero, los dioses ya deben haberle dado la bienvenida a los cielos
- Gracias… aún no era su tiempo, yo… yo debí haber estado con él, si yo no me hubiera ido…
- No su alteza, no piense en eso, los dioses tienen un designio marcado para cada uno de nosotros, usted estaba en donde debía haber estado y su padre también
- En verdad crees tus palabras? – preguntó Mu volteándose para mirar de frente a ese fuerte guerrero que le ofrecía palabras de consuelo y vio una expresión en su rostro que nunca antes había visto, se podía apreciar empatía y ternura
- Si su alteza, en verdad lo creo, su padre estaba muy orgulloso de usted, lo sé porque yo mismo escuché cuando se lo decía a mi Rey Alfabica, no sufra por él, honre su vida y déjelo ir…
- Suena fácil pero no lo es, sé que eso es lo que debería hacer pero… te sonará tonto lo que te voy a decir pero quisiera volver a ser un niño para subirme a su regazo y jugar ajedrez con él, quiero volver a ser niño para a su lado estudiar los mapas de Lorién una vez mas, quiero escucharlo contar todas esas historias antiguas que se han perdido para la humanidad, quiero oírle hablar de dragones y doncellas, de mantícoras y caballeros, de soldados y guerreros, quiero abrazarlo solo una vez mas… solo una… un minuto nada mas, solo uno… - Mu no pudo mas y bajó la cabeza porque rebeldes lágrimas cayeron por sus mejillas, el joven no había tenido la oportunidad de llorar aún la muerte de su padre y esa noche sin poder contenerse mas lo hizo, Death Mask lo abrazó a pesar de sus protestas, no era propio que un hombre llorara y mucho menos un príncipe, pero esa noche, a la luz de la luna los títulos no importaron, Mu no era un príncipe sino un muchacho que acababa de perder a su padre y Death Mask no era un guerrero sino un amigo que le prestaba su hombro para llorar
Mu se dejó abrazar por Death Mask y se aferró a su pecho, el mayor acarició sus cabellos y su espalda buscando reconfortarlo, nadie debe estar solo en los momentos de dolor y bajo este criterio Death Mask le susurró varias palabras de aliento dejando de lado los formalismos de las clases sociales que los separaban, Mu encontró consuelo, no podía mostrarse débil ante Shion porque tenía que ser fuerte por él, no podía mostrarse débil ante sus tropas porque era su príncipe y no podía darse el lujo de hacerlo, no podía mostrarse débil ante sus amigos por orgullo pero… esa noche en brazos de Death si pudo dejar salir su lado vulnerable y abrir su corazón
- Lo siento… lo siento en verdad Death yo…
- Tenía que desahogarse, yo lo entiendo y su secreto está a salvo conmigo – Death acabó la frase de Mu y en un tono por demás amable le habló esta vez mirándolo a los ojos, el abrazo se había roto pero la cercanía no
- Qué secreto?
- Que es usted una persona por demás sensible con sentimientos, no un monarca sin corazón ebrio de poder, no me mire así que si los hay de ese tipo y a mi me consta, es una suerte que yo sirva en un Reino en donde sus regentes son compasivos, nobles y justos, como lo son usted y sus padres, si no fuera por la amenaza del Averno nuestros pueblos no sentirían hambre o desolación, la guerra es justa pero las consecuencias no
- Mi padre es una consecuencia verdad? – preguntó el joven con tristeza pensando en la hoguera en la que habían ardido los restos de su padre que en estos momentos debían estar en camino a Lorién
- Si su alteza
- No me digas su alteza, llámame por mi nombre
- Es una falta de respeto hacia usted su alteza, no puedo hacerlo
- Por favor… llámame por ni nombre cuando estemos solos, no me gusta que se me dirijan tan formalmente, me hace sentir…
- Solo?
- Si… - Mu miró a los ojos al fuerte guerrero y algo hizo click en su alma, nadie nunca lo había entendido de la manera como Death lo hacía, nadie nunca le había dicho lo que necesita escuchar en vez de lo que quería escuchar, las palabras de este fuerte guerrero no eran palabras amables sino palabras reales, Mu se sentía mejor en términos generales con la sola presencia de Death Mask
- Cómo se puede sentir solo alguien como usted?
- A qué te refieres?
- Además de mi príncipe Afrodita… usted no tiene mas amigos?
- No… los nobles de mi reinos son… sosos, no me agradan porque no son mis amigos reales, ellos solo buscan congraciarse con mi familia porque somos los regentes y eso es descorazonador, solo a Dita podría considerar mi amigo porque él está en la misma situación y ahora a ti, me gustaría pensar que… seremos amigos verdad?
- Si su alteza, si así usted lo desea
- Te dije que me llamaras por mi nombre
- Está bien, seré su amigo si así usted lo desea… Mu… tiene un hermoso nombre, alguien se lo ha dicho?
- No…
- Y unos hermosos ojos también, puros… - Mu se quedó estático cuando Death dijo esto porque el fuerte guerrero ladeó la cabeza y le acarició suavemente la mejilla, Mu sintió en ese momento como su estómago se dio un vuelco, este momento era muy íntimo, Death Mask lo seguía sosteniendo aunque ya había dejado de llorar y estaban cerca… muy cerca, Mu no supo que lo impulsó a hacerlo pero se acercó un poco mas y cerró los ojos al unir sus labios con los labios del guerrero de cabellos azules que abrió mucho los ojos al inicio de la sorpresa pero luego se entregó al muy suave beso que lo unía al príncipe de Lorién
Death Mask acarició suavemente la espalda de Mu y lo apretó un poquito contra su cuerpo a tiempo que el joven de cabellos lilas rodeó su cuello con los brazos y abrió la boca para dar paso a la lengua del mayor que se abrió paso buscando la lengua de Mu para juguetear delicadamente con ella, y así con suaves besos la inusual e inesperada pareja se quedó bajo la luz de la luna disfrutando de estas suaves caricias que despertaron todo tipo de sentimientos…
A la mañana siguiente Dita cabalgaba y miraba algo sorprendido el cambio en Mu, su amigo había estado taciturno los últimos días, triste y melancólico, ahora se mostraba un poco mas sereno, triste aún pero mas sereno, se había adelantado y charlaba con Death Mask sobre los habitantes del bosque negro, de sus costumbres, de su religión, de las plantas que allí crecían y de muchas cosas mas, eso podría considerarse sin importancia pero no lo era, básicamente porque Death Mask era uno de los guerreros mas fuertes de Ilyria por ende uno de los mas temidos, era el tipo de persona que inspiraba temor y respeto y si lo habían visto en batalla inspiraba admiración y orgullo para sus compañeros y terror en sus enemigos, Dita lo miraba y no lo podía creer, no había visto sonreír a su guerrero por tanto tiempo como en aquella mañana
- Qué pasa mi príncipe? – susurró Shura al sentir la tensión en el jinete del caballo en el que viajaba
- Nada, por qué lo preguntas? – Dita se volteó para preguntar esto, Shura había ido bastante callado el camino, les había comentado varias cosas del castillo, de las seguridades, de la ubicación de las habitaciones que ocupaban sus señores pero no había hablado de nada mas, Shura creía e la prudencia y aún no confiaba totalmente en la ayuda que le prestaban las fuerzas aliadas
- No se… lo noto algo extraño, sigue preocupado por su amigo Mu príncipe de Lorién?
- Quién te dijo que yo estaba preocupado por él?
- La otra noche no solo usted no dormía, yo tampoco lo hacía y sin querer escuché la conversación suya con su general de brigada, anoche ellos se alejaron de la fogata por algunas horas
- Cómo lo sabes?
- No podía dormir y vi como el príncipe de Lorién se alejaba de la fogata y se dirigía por la orilla del río hacia el norte, el general también lo sitió creo yo porque él se levantó también y fue tras él, supongo que estuvieron juntos porque regresaron a la fogata juntos
- Y que mas viste?
- Nada mas, solo regresaron juntos y se acostaron a dormir en sus respectivos lugares, nada extraño la verdad
- Vaya… bueno, pues sea lo que haya sido ha puesto a Mu de mejor humor y eso siempre es bueno, ya mismo llegamos al final del bosque negro y saldremos cerca del barranco que da a la frontera de Ilyria con Virgia, una vez que crucemos ese paso llegaremos a la bahía – Dita cabalgaba siguiendo el paso lento por el que iban ahora, estaban cerca de las cuevas de diamantes que habían sido abandonadas hace muchos años cuando colapsaron dejando solo los oscuros callejones, Shura hace tiempo había sentido que algo no estaba bien, no podía explicar que era pero algo lo tenía intranquilo
- Noooooo… su alteza!!!!!! - Dita estaba hablando y Shura respondiendo cuando el pelinegro guerrero escuchó como el viento se cortaba y volteó la cabeza justo a tiempo para verlo y al verlo se lanzó sobre Dita protegiéndolo con el cuerpo, una flecha se dirigía a ellos y si Shura no se hubiera lanzado cuando lo hizo esa flecha se hubiera clavado en el cuello del príncipe de Ilyria
La flecha se clavó en el brazo de Shura, ambos cayeron del cabello que huyó espantado, Mu y Death Mask que estaban charlando amenamente no se dieron cuenta de lo que había pasado hasta que Dita y Shura estuvieron en el suelo, Hyoga que venía en la retaguardia inmediatamente desenvainó su espada acción que fue imitada por Death Mask y Mu que empuñó su hacha, los tres jinetes dieron la vuelta en sus caballos y a todo galope se adentraron en el bosque siguiendo la trayectoria de las flechas que empezaron a llover
Dita ayudó a Shura a ponerse de pie y también desenvainó la espada, los sonidos en el bosque eran varios pero indiscutiblemente Dita escuchó gritos de pelea un poco mas a su izquierda, la dirección a donde Mu, Death Mask y Hyoga habían ido, el hermoso peliceleste hizo moción de ir allí pero no dio ni dos pasos que se vio rodeado de seis hombres que vestían armaduras y tenían la bandera verde que desplegaba el dibujo de un Kraken, Dita adoptó pose de pelea pero los hombres bajaron las armas, uno de ellos clavó la espada en el suelo y llevó una rodilla a tierra a tiempo que decía:
- Mi señor…
- Bian… no sabes el gusto que me da verte – era Shura el que habló y se adelantó para estrechar la mano de aquel hombre que se puso de pie y se abrazaron fraternalmente
- Pensamos lo peor mi señor, cuando los ejércitos del Averno llegaron y usted no llegó, es un milagro – el guerrero de las islas de la muerte se sacó el casco dejando ver sus castaños cabellos, sus facciones finas y sus ojos cafés, era un hombre joven que sonreía maravillosamente al ver al que era su General de tropa
- He sido bendecido por los dioses al encontrarme con ustedes en este lugar, llama a los otros y reúnanse todos aquí – dijo Shura poniendo su mano en el hombro de aquel joven
- Pero mi señor, son enemigos
- No, no lo son… bajen las armas, a estos hombres debo mi vida y ellos nos ayudarán a poner al príncipe Sorrento a salvo, cuento contigo y con tus hombres?
- El príncipe Sorrento está a salvo – respondió el guerrero de las islas de la muerte frunciendo el ceño sin entender lo que su superior decía el que contestó con un suspiro:
- No… no es así, llama a los otros, tenemos que hablar…