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EL VALOR DE LA VIDA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capitulo nuevo y la verdad el titulo lo dice todo, espero que les guste

Capítulo 30.- Nada ni nadie nos mantendrá separados

 

Shun no pudo volver a dormir esa noche y amaneció sentado fuera de su tienda jugando con una ramita seca y el fuego que ardía solo porque Shun no lo dejaba morir, Ikky salió de la tienda al amanecer y suspiró meneando la cabeza al ver la triste expresión de su hermano

- Shun… no pegaste el ojo en toda la noche?

- No hermano, luego de ver partir a los reyes de Ilyria vine aquí y aquí me quedé – Shun dejó caer la ramita en el fuego y se puso de pie

- No has visto a Saga?, no ha venido por aquí?

- No, tal vez la conversación con su padre no fue tan bien como había esperado, no se Ikky y la verdad no quiero pensar mas en eso, me pone triste, me puse anoche en manos de los dioses y ellos verán, yo ya no puedo pensar en esto mas… duele mucho – Shun abrazó a Ikky que también lo abrazó y luego de un improvisado desayuno lo ayudó a recoger la tienda de campaña, ellos seguirían su camino a Varanassi como estaba planificado, no podían quedarse en ese lugar esperando a los Reyes de Ilyria que habían partido al bosque negro para dar encuentro a su hijo

 

Con los primeros rayos del sol el campamento entero estaba en movimiento y poco tiempo después ya estaban todos en marcha rumbo al este, Shun cabalgó la mañana entera con el Grupo de Virgia, por primera vez en varios días tuvo la oportunidad de hablar con la princesa Pandora, la muchacha estaba muy preocupada por los acontecimientos, ella a la final tenía el corazón dividido, entendía los motivos de las fuerzas aliadas para ir a la guerra contra su hermano pero… Hades a fin de cuentas era su hermano

 

Cuando cayó la noche acamparon cerca de un acantilado, una semana mas o menos les tomaría llegar a Varanassi pero este pensamiento que antes le traía alegría a Shun ahora le traía tristeza, Saga se casaría en esa ciudad pero no con él, lo haría con el príncipe Mu de Lorién, de solo pensarlo los ánimos de Shun volvían al piso, la vida a veces no era justa… por qué los dioses le negaban la felicidad???, por qué???

 

Esa noche Shun tampoco pudo dormir, era tarde y Shun estaba sentado en una piedra mirando las estrellas, una estrella fugaz se cruzó por el firmamento pero Shun no pidió un deseo, sino que cerró los ojos y suspiró, el Rey Defteros tampoco podía dormir de la preocupación, Saga le había dejado muy en claro que a él no le importaba nada y que se casaría con Shun a como diera lugar, que lo único que lo haría desistir era una negativa de parte del joven de ojos verdes, Saga dijo esto porque estaba seguro de que Shun lo amaba y no iba a renunciar a él tan fácilmente

- Disfrutando de la noche? – preguntó el Rey de Gémini al muchacho que se asustó al verlo, Shun se puso atropelladamente de pie y bajó la cabeza en signo de respeto

- Su alteza… lo siento yo… estaba distraído

- No te preocupes, siéntate, me gustaría charlar un momento contigo – Defteros señaló la piedra en la que había estado sentado antes Shun para que se vuelva a sentar en ella, el monarca se sentó en una que también estaba frente al fuego, esa la había traído Ikky para él mismo pero ahora el peliazul de cortos cabellos estaba durmiendo dentro de la tienda

- Usted dirá…

- He hablado con mi hijo y no he podido hacerle entrar en razón así que espero que tu seas un poco mas sensato, sé que has tenido amoríos con mi hijo y no trates de negarlo porque sé que es verdad pero espero que estés consciente de que Saga no te puede corresponder como te lo había prometido

- Porque se va a casar con el príncipe Mu de Lorién, verdad?, mi hermano me lo dijo – respondió Shun bajando la cabeza y mirando al piso

- No se lo que te habrá dicho mi hijo, no se que es lo que te haya ofrecido pero una cosa si te voy a decir, yo no consiento ni consentiré jamás el matrimonio de Saga contigo, mi hijo debe cumplir su palabra y honrar a su reino y su pueblo, lo entiendes verdad?

- Si su alteza, lo entiendo

- Bien… ya que hemos aclarado eso hay otro tema que quiero hablar contigo, cuando acabe la guerra tu debes ir con tu hermano a Virgia, si por azares del destino estás esperando un hijo del irresponsable de Saga déjame asegurarte que de mi parte no les faltará nunca nada, yo velaré por ese niño como lo haré por el hijo que está esperando Sorrento pero tu… tu debes mantenerte alejado de mi hijo, por su propio bien y por el bien del reino – el tono del Rey Defteros no era de desdén pero se le asemejaba, él sabía que el oráculo no tenía la culpa de lo que había pasado pero de cualquier manera su matrimonio con Saga era imposible si querían mantener los tratados de paz y conservar la alianza de los reinos

- Lo se su alteza, yo no me interpondré en nada, desapareceré si ese es su deseo – dijo Shun en voz baja tragándose las lágrimas, el joven de ojos verdes se sentía muy mal en ese punto, se sentía indigno del amor de Saga, se sentía sucio por habérsele entregado a él y el hecho de que el mismísimo Rey de Gémini se lo estuviera diciendo lo empeoraba todo

- No pelearás por Saga?

- No… he puesto este asunto en manos de los dioses, yo no haré nada en este aspecto, si él no me busca no sabrá nunca mas de mi, se lo prometo

- Bien… por lo menos tu eres mas sensato que ese hijo mío, Saga va a matarme de un disgusto uno de estos días, cuando lleguemos a Varanassi procura quedarte con la comitiva de Virgia, espero que el príncipe Mu no tarde en llegar, bueno… es lo que quería decirte y me alegro que hayamos tenido esta conversación, descansa que mañana nos espera un largo día

- Si su alteza…

 

Defteros se levantó y caminó de vuelta a su campamento, cuando estaba fuera del rango de la visión de Shun regresó a verlo y se le encogió el corazón, el muchacho era muy joven, estaba enamorado y ahora estaba con el corazón roto, Defteros lo vio llorar a la luz del fuego y se arrepintió de lo que había hecho, ese pobre muchacho no tenía la culpa de haberse enamorado de Saga, era Saga el único culpable de sus lágrimas…

 

A la mañana siguiente Shun volvió a cabalgar con la familia real de Virgia, ellos iban rodeado por sus tropas y esta vez cabalgó junto a la princesa esmeralda y su hermano, a Shun le parecía gracioso el hecho de que Ikky fuera tan dulce y paciente con la hermosa muchacha, se notaba que ellos se amaban y esperaban con ansias en día de su matrimonio, Esmeralda estaba por cumplir 16 años e inmediatamente luego de su cumpleaños celebrarían la boda, Ikky lucía feliz cuando estaba cerca de la muchacha, Shun los veía y se alegraba por ellos aunque su corazón estuviera roto, lo que mas le molestaba no eran las duras palabras del Rey Defteros, lo que en verdad estaba molestando a Shun era el hecho de que Saga no se había vuelto a acercar a él, ni siquiera lo había visto el día anterior, esa era una de las razones por las que el joven peliverde se había quedado afuera de su tienda en la noche, estaba esperando a Saga el que nunca llegó… nunca llegó…

 

***

La semana de cabalgata rumbo a Varanassi llegó a su fin cuando la enorme ciudad amurallada se hizo visible al pasar por una colina, Shun la miró con los ojos abiertos, era mucho mas grande que la capital del Averno y el palacio que estaba en el tope de uno de los riscos que desembocaba en un inmenso río era visible desde muy lejos, es mas, las torres del palacio fue lo primero que todos vieron al acercarse por el polvoriento camino, Shun al acercarse suspiró con tristeza, esta hubiera sido la ciudad en la que uniría su vida con la de Saga pero eso ya no iba a ser posible…

 

Al entrar a la ciudad lo primero que vio Shun fue a las personas que los salieron a recibir, eras personas altas en términos generales, los ojos claros predominaban así como los cabellos claros, tez blanca, las mujeres comunes vestían  túnicas que tenían un hombro descubierto y usaban sandalias, los hombres comunes vestían pantalones, botas y camisas sencillas, era un pueblo que se podía decir que no vivía en la opulencia pero tampoco en la indigencia como si era el caso de los pueblos del Averno, Shun veía niños correr y jugar en la plaza por la que pasaron, el ambiente estaba inundado de risas, saludos, griterío y un aroma a inciensos dulces

 

Shun entró al palacio con los regentes y una pequeña comitiva, el resto de las tropas serían acomodadas en la ciudad pero los regentes se hospedarían en el castillo, los Regentes de Ilyria no estaban pero habían dejado instrucciones de lo que debía hacerse a sus hombres los que lo dispusieron todo hasta el regreso de sus señores, la comitiva de Virgia ocupó una de las torres en el ala Este, la habitación que fue asignada a Shun era espaciosa y tenía mucha luz

- Nos acompañarás al mercado verdad Shun? – la princesa Esmeralda había entrado a la habitación del joven peliverde que ya había tomado un baño y se había cambiado de ropa, todos estaban exhaustos por el viaje pero la mejor manera de salir de ese letargo era caminar un poco, además si se quedaba en la habitación inevitablemente Shun se deprimiría pensando en Saga y eso no era saludable para nadie, Shun estaba usando unos pantalones sencillos, botas, una camisa bordada a mano y un chaleco de seda, era la ropa que los sirvientes de castillo le habían traído, a criterio de la princesa Esmeralda se veía muy bien, ellos se estaban conociendo y les convenía hacerlo porque pronto los unirían otro tipo de lazos

- Al mercado?, lo vi al pasar y me encantaría ir – contestó Shun a la muchacha que sonrió maravillosamente y tomó su brazo para caminar con él y bajar las escaleras, abajo estaban ya listas la Reina Hilda, la Princesa Pandora, Shaka e Ikky, al parecer todos irían y resultó ser una tarde por demás divertida

 

El paseo por la plaza central fue magnifico, Shun no había visto tantas cosas tan maravillosas todas juntas, habían puestos de telas y sedas traídas desde todos los rincones del mundo, eran telas exquisitas, habían puestos de especias de dulce aroma, especias picantes y de aromas fuertes, perfumes, lámparas, dagas, armas, manzanas y muchas muchas comas mas, la comitiva real de Virgia paseó la tarde entera y regresó al castillo para la cena

 

En la cena Shun pudo ver de lejos al príncipe Saga de Gémini que tenía cara de muy pocos amigos, el peliazul estaba sentado junto a su padre pero no probó bocado en la cena y antes de que la misma concluyera salió del salón sin dar mayores explicaciones a nadie

 

Luego de la cena música llenó el salón, las suaves notas de las arpas lo llenaron todo y los regentes se quedaron allí disfrutando de la música, cerca de la media noche Shun se disculpó y fue a su habitación, al llegar allí la chimenea ya estaba encendida y una suave camisola de lino estaba tendida al pie de la cama, Shun la acarició y se empezó a desnudar para ponérsela pero cuando se iba a zafar el cordón de sus pantalones unos fuertes brazos lo sujetaron abrazándolo por la espalda y una mano le cubrió la boca para impedir que grite

- Shhhhhh… tranquilo mi pequeño, soy yo – dijo una voz varonil que Shun conocía muy bien, el peliverde relajó el cuerpo, Saga lo volteó y lo abrazó con fuerza, luego buscó sus labios y se unieron en un desesperado beso, Shun sentía su corazón latir a mil por hora pero en medio de ese beso recordó las palabras del Rey Defteros y se revolvió sobre si mismo hasta soltarse

- No debes estar aquí – dijo Shun dando un paso hacia atrás y estirando su mano para detener a Saga que tenía todas las intenciones de volver a tomarlo en sus brazos y besarlo otra vez

- Shun… escúchame…

- No quiero escuchar como estás comprometido con el príncipe Mu de Lorién, no quiero escuchar como te vas a casar con él por el bien de tu pueblo, no quiero saber nada mas de eso, tu padre ya lo dejó todo en claro

- Se atrevió mi padre a hablar contigo? – el rostro de Saga se endureció al preguntar esto

- Si… una noche vino a mi tienda y me dijo muchas cosas, sé y entiendo que no puedas cumplir con lo que me prometiste, yo… solo quiero la paz en todos los reinos y si la paz depende de tu matrimonio con Mu de Lorién pues… tu padre tiene razón, yo no soy nada ni nadie, las promesas hechas a mi no importan, yo no tengo un ejército que atacará a Gémini si me dejas…

- Shun… deja de decir tantas estupideces, no puedo creer que mi padre te haya convencido tan fácilmente de no casarte conmigo – dijo Saga algo molesto

- Él es el Rey…

- Puede ser todo el Rey que quiera pero él no va a decidir sobre mi vida como lo hizo con Kanon, yo amo a mi pueblo y estoy dispuesto a hacer todos los sacrificios que se requiera por su bienestar y seguridad pero eso no incluye la persona con la voy a compartir mi vida – dijo Saga con total convencimiento

- Pero tu padre te ordenó casarte con Mu de Lorién

- Mi padre puede decir misa que no me importa

- Él es el Rey

- Y yo soy su único heredero, no puede amenazarme con nada, además si Kanon aún viviera y me amenazara con dejarme fuera de la línea sucesoria y desheredarme si me caso contigo igual me casaría contigo, te amo y no voy a perderte por los caprichos de mi padre

- Pero… él dijo que Lorién se alzaría en batalla

- Puede ser… pero si a eso jugamos tu hermano me dijo que Virgia se alzaría en batalla por ti, pero eso no es lo que importa, así tenga que enfrentarme con el mundo entero igual me casaré contigo

- Yo no quiero ser el causante de una pelea entre tu padre y tu…

- Shun…

- Él me habló de las obligaciones específicas como regente, me habló de tu compromiso con Mu

- Shun…

- Me dijo que el bienestar del Reino entero dependía de tu matrimonio

- Shun… por todos los dioses cierra la boca – Saga tomó al joven en sus brazos y lo besó con pasión, Shun se resistió al beso al inicio pero luego abrazó al hombre que amaba y se rindió ante él, Saga acariciaba la espalda del pequeño y lo estrechaba contra su pecho, sus manos fueron por sus costados y llegaron hasta la cinta que sostenía su pantalón pero en contra de todo pronóstico no la zafó sino que la ató ajustando los pantalones de Shun a su cintura, Shun rompió el beso y miró algo extrañado a su amante a los ojos

- Pasa algo?, yo pensé que tu… tu no…

- Quiero que me respondas algo, me amas Shun?

- Si…

- Te casarías conmigo?, pero no pienses en las consecuencias o en lo que diga mi padre, o en el hecho de que soy príncipe, solo dime si te casarías conmigo, si me amas lo suficiente para casarte conmigo

- Claro que me casaría contigo – respondió el joven peliverde acariciando el rostro de Saga y mirándolo con amor

- Quieres casarte conmigo… esta noche?

- Esta noche?

- Si, solo necesito una palabra tuya y uniremos nuestras vidas, lo tengo todo listo, te casas conmigo ahora mismo Shun? – la pregunta tan directa de Saga lo descolocó por un momento pero luego mandó la prudencia a un lado, y respondió con convicción:

- Si… me caso contigo

- Vamos entonces… - Saga tomó a Shun en sus brazos y lo tomó de la mano para jalarlo al otro lado de la habitación

- Por la ventana?, vamos a salir por la ventana?

- Si… los hombres de mi papá nos detendrían y nos llevarían ante mi padre, pero no pienses mucho en eso que no quiero que te arrepientas, vamos es seguro – Saga tendió la mano a Shun que se puso su capa y se subió al alfeizar de la ventana en donde vio una cuerda que estaba atada a la punta de la torre, cómo diablos lo hizo Saga ese era un misterio de la ciencia pero no importaba, se iba con su amor… se casaría con él… todo estaría bien…

 

Shun descendió por la cuerda y cayó en el silencio de la noche al patio del castillo, abajo lo estaban esperando Shaka, Pandora, Ikky y Esmeralda, Shun se quiso morir de la vergüenza ahí mismo pero no tuvo tiempo porque Saga lo tomó de la mano y fueron todos al templo Principal de la ciudad de Ilyria, el sumo sacerdote ya estaba allí y al verlos venir les sonrió con amabilidad

- El amor debe celebrarse en tiempos de guerra, es algo maravilloso que debe bendecirse y honrarse, quienes son los contrayentes? – preguntó el sacerdote al grupo que se organizó en el altar dejando a Saga y a Shun en medio – Muy bien… empecemos entonces…

 

La ceremonia fue muy sencilla, el sacerdote habló varios minutos del amor y el compromiso, del deber y del honor, se hizo el ritualístico intercambio de sortijas en donde prometían amarse por sobre todas las cosas, se hizo el cambio de capas en donde ambos prometían protegerse mutuamente de los enemigos, se hizo la unión de manos en donde con una cuerda ceremonial las ataron, eso simbolizaba su unión, finalmente se hizo la entrega de las monedas de oro que fueron depositadas por Saga en las manos de Shun, eso simbolizaba la prosperidad y la fertilidad

 

 El matrimonio fue sellado con un beso y las felicitaciones de los presentes, a Shun no le importó que esta no haya sido una gran boda como había pensado inicialmente que sería, su hermano estuvo con él y eso era suficiente, el joven peliverde estaba simplemente feliz cuando Saga lo tomó en sus brazos y le dio el primer beso como su consorte, como su pareja real, como su esposo…

 

Esa noche Saga llevó a Shun a su habitación y lo hizo suyo como mandan los dioses,  Shun se rindió a los placeres que le brindaba su esposo y luego de llegar a tocar el cielo con las manos varias veces, se quedó dormido acurrucado en el fuerte pecho del peliazul que lo sostenía con ternura, todo era felicidad en la vida de Shun en esos momentos y sus sueños fueron de paz hasta que despertó con un grito la mañana siguiente

 

Defteros caminaba extremadamente contrariado por los pasillos del castillo de Ilyria, sus informantes le habían dicho que su hijo lo había desafiado abiertamente y la noche anterior había contraído matrimonio con ese chiquillo de ojos verdes, el regente de Gémini había mandado a llamar al sumo sacerdote que le había confirmado que había casado a una pareja la noche anterior pero que nadie le dijo a él que se trataba del príncipe Saga de Gémini, por lo que ahora Defteros iba en dirección a la habitación de su hijo, entró sin llamar a la puerta y lo encontró profundamente dormido en el suave lecho de plumas junto al oráculo del Averno que dormía también con expresión serena en el rostro, Defteros por la rabia que sentía dio un portazo lo que hizo que los amantes despierten de un salto en la cama

- Me quieres explicar que significa esto??? – reclamó a voz en cuello el mayor mirando con rabia a su hijo

- Padre… vas a despertar al castillo entero – dijo Saga incorporándose un poco en la cama, Shun saltó asustado y al ver al Rey de Gémini  tan molesto quiso morirse

- Te advertí que no me desafiaras Saga, cómo te atreviste?

- Te dije que lo amaba padre, te dije que no iba a pasar mi vida separado de él, te dije que me casaría con él así tu te opusieras – Saga tomó la bata que estaba al pie de la cama y se la puso antes de levantarse de la cama, Shun se envolvió con las mantas pero no se atrevió a levantarse sino que en silencio miraba la discusión del que ahora era su esposo con su padre

- Esto es un problema gigantesco hijo, no te das cuenta de las consecuencias!!!!! – Defteros empezó a caminar por la habitación, la vena de su frente había brotado del coraje, si hubiera podido abofetear a Saga lo hubiera hecho

- Si te refieres al reino de Lorién, déjame decirte padre que Mu no quiere casarse conmigo, es mas… no quería casarse con Kanon, Mu en términos generales no quiere casarse con nadie y resiente a sus padres por el hecho de que lo quieran vender como mercancía, el que sea fértil no le da a nadie derecho de disponer de su vida, él mismo me lo dijo

- Lo que diga el príncipe Mu no tiene importancia, Shion… Shion nos declarará la guerra por esa afrenta

- Discúlpame padre pero no lo creo, el rey Shion con la pérdida de su esposo lo que menos querría es una guerra con nosotros, en los actuales momentos no les conviene acabar su relación política o comercial con nuestro reino porque somos su vía directa al mar, nuestras relaciones seguirán como hasta ahora, no habrá problemas padre ya lo verás

- Eres un irresponsable, no piensas en mi antes de hacer tu santa voluntad?, que de bueno te puede traer el matrimonio con este… muchachito… - el tono de Defteros rayaba en la displicencia lo que ofendió a Saga hasta la médula y toda su pose cambió

- Cuida padre el tono que estás empleando, es de mi esposo del que están hablando – dijo Saga y su tono se volvió amenazante

- Por favor no… no discutan por mi… yo… nunca fue mi intención…

- Habrá consecuencias por esto Saga, no digas que no te lo advertí – Defteros miró una última vez con ira a su hijo y salió de la habitación de la misma manera en la que había entrado, dando un portazo, Saga lo miró y meneó la cabeza, Shun se sentía morir

- Él no puede anular nuestro matrimonio o si? – preguntó Shun temiendo la respuesta

- Claro que no, ni él siendo Rey está por encima de los Dioses, no te preocupes pequeño, cuando le pase la rabia y acepte nuestra unión lo conocerás realmente, es una pena que solo hayas visto el lado negativo de mi padre, en realidad es una muy buena persona, amable, bueno, nos ama y por eso se preocupa, cambia de cara Shun que no me gusta verte triste, este es un día para celebrar

 

Saga se volvió a acostar en la cama y buscó los labios de su esposo para unirse en un muy pasional beso, la bata que el mayor estaba puesto cayó al piso cuando el mayor se acomodó en la cama junto a su joven consorte el cual lo recibió en sus brazos y se volvió a rendir a los placeres de la carne, cuando todo acabó Shun que estaba acostado y apoyado en el pecho de su esposo que le estaba acariciando la espalda, pensaba en las cosas que había dejado atrás, pensaba en la vida triste y sin color que llevó por muchos años, pensaba en los maltratos de Hades y las humillaciones que tuvo que pasar, pensaba en todo esto y se aferraba al cuerpo de su esposo… solo rogaba a los Dioses que tuvieran piedad de él y no lo hicieran volver a padecer lo que antes había padecido…

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer y nos vemos el viernes con Dita y su destino, no se pueden perder los capitulos que vienen, ya se acerca la batalla final

Saludos, bye


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