Capítulo 38.- Consecuencias
Hades apretó a Shun contra su cuerpo y una mano le recorrió el pecho entero, Saga pudo ver una mueca de asco en el rostro de su esposo y la sangre le hirvió al Rey de Gémini cuando vio que Hades besó el cuello del pequeño
- Suéltalo desgraciado… SUÉLTALO!!!!!! – Saga gritó a voz en cuello y Hades solo sonrió de medio lado llevando una mano hasta la entrepierna del menor que volteó el rostro de la vergüenza y cerró con fuerza los ojos sin poder hacer nada para defenderse porque Hades presionó mas la daga en su cuello, Shun no sangró pero si Hades presionaba mas podría acabar con su vida ahí mismo
- Lo que viste esa noche fue solo la punta del iceberg, quieres que te diga todas las veces que le hice el amor a tu dulce esposo?, quieres que te cuente como lo hice gritar y gemir?, debería contarte de todas las veces que me complació con su boca… con sus manos… con su cuerpo entero… lo quieres saber?, yo si tengo curiosidad de saber si a ti te complació como lo hizo conmigo, ha sido mi mascota todo este tiempo y déjame decirte que hemos pasado noches deliciosas – Hades sonrió al ver la furia en los ojos de Saga que gritó lleno de indignación:
- Lo que quiero es matarte!!!!, bastardo…
- Ni en tus sueños, yo soy mil veces mejor que tu, si maté a tu hermano podré matarte a ti también, no era acaso Kanon el orgullo de tu padre, no eras tu el que segundo en línea de sucesión al trono?, no eras tu el relegado? – preguntó Hades en tono burlón
- Deja de hablar y pelea – dijo Saga mirando a Hades con furia, sus palabras no estaban cumpliendo el objetivo de distraerlo, ahora el peliazul estaba concentrado y lo quería matar…
- Bien… tu lo quisiste…
Hades besó a Shun con fuerza en los labios y lo lanzó a uno de sus hombres que con facilidad lo inmovilizó sujetándole los brazos, el peliverde empezó a forcejear pero otro de los hombres de Hades lo abofeteó para que se tranquilizara, Shun dejó de moverse pero fijó su mirada en Saga y Hades, Hades se había sacado la capa que lo cubría y desenvainó su espada, Saga ya lo esperaba listo y tenía una cara única de concentración, aquí se decidiría todo, aquí acabaría todo…
***
Shaka dio la orden y las catapultas fueron llevadas lentamente a la ciudad, las calles estaban prácticamente tomadas por las fuerzas de la Alianza pero el castillo permanecía sitiado y un pequeño contingente del ejército del Averno estaba defendiendo lo indefendible al negarse a abrir las puertas o bajar los puentes, afuera se arremolinaban los soldados de la Alianza que estaban preparando las nuevas municiones para las catapultas pero cuando las prendieron fuego y se disponían a lanzarlas una bandera blanca se alzó sobre la puerta principal del castillo, los soldados del Averno que permanecían dentro de Guidecca sabían que esas catapultas lo destruirían todo así que como su Rey los había abandonado ellos por lo menos tratarían de salvar sus vidas y el castillo que quedaría en cenizas si se seguían resistiendo, cuando finalmente se rindieron los gritos de victoria de la Alianza no se hicieron esperar
El puente levadizo principal fue bajado y las fuerzas de la Alianza entraron triunfantes a la ciudad, los soldados del Averno rindieron sus armas y finalmente el castillo fue tomado en su totalidad, Shaka levantó su espada y los gritos de victoria volvieron a llenarlos a todos, los tambores empezaron a sonar una vez mas y las campanas de las torres que no habían sido destruidas también repicaron anunciando el fin de la guerra, el problema es que nadie había visto a Hades o a sus dos generales principales, Hypnos y Thanatos Mytril estaban perdidos en acción, esto le dio a Shaka muy mala espina y mandó a sus hombres a revisar el castillo entero hasta encontrarlos, tampoco había noticias de Ikky y Saga o de Shun, el Rey de Virgia estaba preocupado…
Shaka caminaba con sus generales por los pasillos del castillo, muy cerca de él estaban Mu de Lorién acompañado por Death Mask de Ilyria, los reyes de Ilyria Alfabica y Kardia acompañados de su hijo y de Shura, los salones estaban casi vacíos, los sirvientes que no habían salido del castillo estaban muy asustados y escondidos, los soldados de la Alianza los iban sacando de sus escondites pero no los estaban tomando como prisioneros sino que enviaron a todos a las cocinas para que esperen segundas órdenes, los generales de mas alto rango del Averno habían muerto en la batalla de la toma de la ciudad y los soldados que estaban vivos estaban siendo reunidos en los patios principales del castillo
Al llegar al salón del trono y abrir las puertas los regentes de los Reinos de la alianza no esperaron ver lo que encontraron, fue Shura el que lo reconoció y corrió a su lado pero ya era tarde, ya era muy tarde, el Rey Julián Solo de las tierras de las cascadas había muerto y estaba en medio del salón tendido en el suelo en un charco de su propia sangre
- No… mi Rey no… - Shura levantó su cabeza para acomodarlo con propiedad, el cadáver aún estaba tibio pero fue obvio para todos que había muerto, Shaka se acercó también y se quitó el casco en señal de respeto, Dita lo imitó y se acercó a Shura parándose atrás de él y apretando su hombro en señal de apoyo, el guerrero de cabellos negros no podía creer que este era el fin de su Rey y se llenó de amargura y dolor al pensar en Sorrento, su sobrino sufriría mucho al enterarse
- Lo siento - dijo el príncipe de Ilyria en voz baja, él sabía así como todos los presentes la relación de familia que existía entre el finado Rey y el ex general de su guardia, Shura se puso de pie, su semblante muy muy serio
- Hallaremos a Hades y lo vengaremos, eso te lo puedo jurar – dijo Shaka estrechando la mano del pelinegro que asintió y bajó la mirada hacia su rey, se volvió a agachar para cerrarle los ojos y acomodar sus brazos sobre su pecho como lo dictaban las antiguas costumbres, esta victoria tenía mas de un tinte agridulce, la gloria sabía a cenizas…
Shura estaba sentado en los escalones de las gradas exteriores del castillo en la parte trasera, allí no había nadie y la visión de la nieve caer era muy hermosa, aquel era un lugar muy pacífico y antes de la destrucción de la puerta principal de la ciudad se podía ver el río que pasaba por uno de los puentes en el acceso mas cercano, ahora el río corría libre porque ya no había puente, Shura estaba perdido en sus pensamientos cuando sintió una cálida mano que le sacudió un poco de nieve de sus cabellos, al alzar la mirada se encontró con los ojos celestes del príncipe de Ilyria
- Te he estado buscando – dijo Dita sentándose junto a Shura sacándose el otro guante y tomando entre sus cálidas manos las heladas manos del pelinegro que lucía triste
- No quería hablar con nadie… lo siento mi príncipe – respondió Shura en un susurro y bajando la cabeza, no podía enfrentarse a esos hermosos ojos celestes, o en esos momentos cuando sabía lo que tenía que hacer, cuando sabía cual era su deber y su obligación
- De lo que hemos hablado no tenía la impresión de que el Rey Julián fuera tan importante para ti
- No es eso, es solo que… cada vez las personas que son importantes para mi van disminuyendo, primero mi hermana, yo la amaba mucho y cuando ella murió sentí que el mundo entero moría junto a ella así que volqué todo mi amor hacia mi sobrino, el Rey Julián… él era solo un poco mas que un extraño pero, era familia después de todo
- Te sientes solo – dijo Dita entendiendo las palabras del fuerte guerrero que se veía vulnerable en esos momentos
- Me gustaría estar con mi sobrino ahora que ya está tan cerca su alumbramiento, si mi príncipe… creo que me siento solo – dijo el pelinegro con una pequeña sonrisa
- No deberías, me tienes a mi… - Dita se acercó y buscó los labios del mayor que no le negaron el beso que le pedía, allí en el frío de la tarde la pareja se besaba mientras caía la nieve, cuando el beso se rompió Shura acarició el hermoso rostro de Dita y suspiró
- Debo irme mi príncipe…
- A dónde vas?, sé que Mu está organizando un banquete ahora que hemos tomado la ciudad pero no estará nada listo por horas, además aún no sabemos nada de Saga – dijo Dita frunciendo el ceño
- No me refería a esta noche mi príncipe, debo irme a casa, si el Rey Julián ha muerto Sorrento es el heredero del trono, él volverá a las islas de la muerte y yo volveré con él, necesitará mi ayuda para poder mantener la paz en la transición, debo… irme… - a Shura le costaba mucho decir lo que estaba diciendo y mas aún cuando vio tristeza en los ojos de Dita que preguntó en un susurro:
- Y cuándo volverás?
- Volver?, a dónde?
- A mi lado…
Shura sonrió de lado y besó en los labios al príncipe de Ilyria que correspondió el beso pero ese beso le supo diferente, ese beso era uno de despedida
- Yo no soy nada ni nadie como para pretender… yo soy un simple oficial que… yo no puedo… sus padres nunca lo permitirían… yo… - Shura no sabía como explicarse y Dita se sintió ofendido
- No pongas de excusa a mis padres, si no me amas y deseas irte pues vete, pero no pongas excusas tan ridículas como esas para alejarte – Dita se puso de pie cuando reclamó esto, Shura también se puso de pie y tomó al joven por los hombros sacudiéndolo un poco, su tono no era molesto sino mas bien urgente y desesperado y le dijo:
- Que no ves?, que no ves que se me parte el alma tener que irme?, que no ves que daría la vida entera por estar a tu lado?, que no ves…?, que no ves que no puedo respirar sin ti?
- Entonces no te vayas… - Dita a su vez tomó de los antebrazos a Shura acercándolo a su cuerpo pero el pelinegro se soltó de su agarre y se volteó
- No tengo nada que ofrecerle… su alteza… - dicho esto Shura bajó las escaleras y se perdió en el patio con dirección a los escombros de los portones dejando a Dita de pie allí y con el alma destrozada, el príncipe de Ilyria estaba peleando las lágrimas pero cuando sintió unos brazos que le rodearon protectoramente dejó escapar sus lágrimas y abrazó a su padre que lo había ido a buscar, Alfabica acarició los cabellos de su hijo brindando consuelo y al ver a su valiente hijo tan vulnerable y lastimado recordó las palabras de Kardia, Dita se había enamorado y no había nada mas que hacer…
***
Hades se acercó confiado a Saga que no había perdido su postura defensiva, el Rey del Averno era en verdad muy diestro con la espada pero eso no era lo que le motivaba, esta vez quería asesinar a Saga sin posibilidad de error, aunque la guerra estuviera perdida, él quería tener la satisfacción de cortarle la cabeza al regente de Gémini y entregársela a Shun como obsequio antes de asesinarlo
Un silencio total los envolvía a todos en las catacumbas, los hombres de Hades habían encendido las antorchas que estaban repartidas a intervalos regulares iluminando así la estancia circular en la que estaban, el piso de piedra tenía un sello tallado muy antiguo que representaba a la casta de los regentes del Averno y los diferentes nichos formaban laberintos que se extendían hacia las profundidades de las cavernas pero todos los caminos conducían a este amplio salón en el que en la antigüedad se llevaban a cabo los rituales de los muertos antes de enterrarlos y ahora era testigo de un singular combate entre reyes
Saga de Gémini dio un paso hacia Hades y blandió su espada, Hades bloqueó su movimiento con facilidad pero frunció el ceño, él sabía que Saga estaba herido por lo que no se esperó que su ataque fuera tan fuerte, ahora el pelinegro sujetó su espada con ambas manos y arremetió contra el Rey de Gémini que bloqueó su ataque con un ágil movimiento
El chocar de las armas era todo lo que se escuchaba en aquel lugar, Hades atacaba y Saga se defendía, golpes iban y venían, ambos oponentes demostraban maestría con el arma y fuerza, una determinación nunca antes vista se podía observar ahora en los ojos de Saga que no perdía de vista los movimientos de su oponente el que se mantenía fuera de su alcance
Derecha izquierda, arriba abajo, derecha izquierda otra vez, los movimientos de las espadas mantenían a todos los presentes con el arma en vilo y un gemido ahogado de Shun fue audible cuando Hades con un movimiento rápido de su espada le hizo un corte en el brazo a Saga y lo hizo caer, el pelinegro sonrió y atacó inmediatamente, Saga tuvo que cambiar de brazo su arma y logró bloquear el ataque de Hades que de alcanzarlo hubiera sido mortal, con dificultad el Rey de Gémini se puso de pie y saltó esquivando un nuevo ataque de Hades que sonrió y dijo:
- Ríndete… no podrás defenderte con ese brazo herido
- Nunca…
Saga atacó con su brazo izquierdo sorprendiendo a Hades que no lo podía creer, Saga era igual de Hábil con el un brazo como con el otro, esta vez fue el turno del peliazul de sonreír mientras hacía retroceder a Hades hasta la pared en donde lo acorraló y forcejearon con las espadas, ambos eran igual de fuertes por lo que ninguno daba su brazo a torcer, Hades viéndose desesperado dio un rodillazo a Saga en la entrepierna y lo hizo doblarse de dolor y caer en el suelo, Hades lo pateó en el estómago y lo hizo rodar, Saga se defendió como pudo pero Hades lo pateaba viciosamente con una sonrisa de satisfacción, Saga había soltado su espada y Hades en ese punto decidió matar a su enemigo con sus propias manos por lo que dejó de lado su espada y apretó sus manos en el cuello de Saga que se contorsionó en el piso
Shun abrió mucho los ojos y quiso gritar a ver a su amor en manos de Hades que sonreía mientras Saga se iba poniendo cada vez mas rojo, pero no podía hacerlo porque los hombres de Hades habían atado sus pies y sus manos y lo habían amordazado, Saga se contorsionaba buscando aire pero al no obtenerlo, con su mano, tomó la tierra que estaba en el suelo de la catacumba y se lo lanzó al rostro a Hades que instintivamente lo soltó y tosió, Saga rodó por el suelo y recuperó su arma, Hades también lo hizo y otra vez chocaron sus espadas en el aire llenando las cuevas del sonido de metal contra metal
Hypnos estaba despertando y su mirada no se enfocaba del todo cuando escuchó el indiscutible ruido de dos espadas chocando en combate, cuando el rubio abrió los ojos, los hombres de Hades lo ataron y amordazaron poniéndolo junto a Koga que estaba sentado en el piso atado y amordazado también, la situación se veía complicada porque los dos contendientes ya estaban al borde del cansancio, ambos sudaban y respiraban profundamente pero no se rendían, no se rendirían hasta que uno de los dos muera, el resultado no podría darse de otra manera
Shun se contorsionó en brazos de sus vigilantes cuando Hades en un movimiento muy hábil desarmó una vez mas a Saga y lo lanzó al suelo con un puñetazo en el estómago, Saga se puso de pie pero Hades había sacado su daga del cinto y arremetió contra Saga haciéndole un corte en el rostro que iba desde sobre el ojo derecho hasta la mejilla izquierda, la sangre le nubló la visión que era el objetivo de Hades que con la misma daga trató de acuchillarlo en el estómago, Saga lo evitó en el último segundo rodando por el piso logrando incorporarse lo suficiente para tomando su espada del suelo desarmar a Hades y hacerlo caer pesadamente sobre la dura piedra
Saga no perdió el tiempo y pateó la espada lejos del alcance de su oponente y le pisó el brazo derecho llevando la punta de su arma a su cuello
- Ríndete… - dijo Saga que aún sangraba
- Nunca – respondió Hades revolviéndose en el suelo, empujando a Saga para ponerse de pie pero Saga no le iba a dar ninguna oportunidad a Hades, no luego de todo lo que le había hecho, el Rey de Gémini tomó su espada con ambas manos y con toda la fuerza que le quedaba arremetió contra Hades
Un grito ensordecedor se escuchó en las catacumbas…
Ikky sonrió al ver la escena, Hades de rodillas en medio de la estancia y Saga de pie a su lado con la espada aún en su mano, la hoja de la espada brillaba a la luz de las antorchas, brillaba roja sangre, el poderoso Fénix no perdió tiempo tampoco y dio la orden que todos estaban esperando, en ese instante los hombres de la Alianza atravesaron la estancia y los hombres de la guardia de Hades soltaron sus armas levantando las manos rindiéndose al ver a su Rey caído
Shun fue liberado y ahora ya viéndose libre de ataduras corrió hasta llegar a Saga que lo recibió en sus brazos y lo apretó contra su cuerpo sin soltar la espada en su mano, el corazón del joven peliverde latía con fuerza, su amor estaba vivo, Hades estaba vencido, la pesadilla había acabado… acabado…
- Qué estás esperando?, acaba conmigo de una buena vez… - dijo Hades sintiéndose enfermo al ver a Shun abrazar con desesperación a su esposo, el pelinegro seguía de rodillas porque aún no había encontrado la fuerza para mover ni un solo músculo, Saga tenía el rostro manchado de sangre pero a Shun no le importó y lo besó de todas maneras, cuando Hades habló hizo volver a la realidad a Saga que agradecía a todos los dioses por tener entre sus brazos a su pequeño otra vez, Saga soltó a Shun y empuñó su espada nuevamente para dar fin a Hades pero Shun lo tomó del brazo deteniéndolo y le dijo:
- No… no lo mates…
- Shun… - Saga no comprendió el pedido de su pequeño, cómo no iba a matar a esta alimaña que había provocado una guerra con su ambición y su egoísmo?, cómo no iba a matar a este bastardo que había forzado a su pequeño?, cómo le iba a perdonar la vida?
- No lo mates… por favor no lo mates – insistió Shun abrazando nuevamente a Saga que le acarició los cabellos sin entender
- Por qué?, este miserable no merece vivir – cuando Saga habló miró con desprecio a Hades que le devolvió la mirada igualando su sentimiento de odio
- No… él no merece morir, la muerte es un descanso, con la muerte se acaba todo, yo… he hecho una promesa y la quiero cumplir – Saga acarició el rostro de Shun que tenía un brillo extraño en los ojos, un brillo que nunca antes había visto y eso le intrigaba
- Qué promesa has hecho Shun? – preguntó Saga mirando intensamente a su esposo a los ojos y vio como su mirada se endureció al responder:
- He prometido mil veces que pagaría mis deudas, Hades hace mucho años salvó mi vida y ahora yo estoy pagando el favor salvando la suya – el Rey caído del Averno levantó la mirada y se encontró con esos ojos verdes que lo miraban con profundo desprecio, al ver la dura mirada de Shun, el pelinegro no pudo evitar el recordar todas las veces en las que le había dicho y recalcado a Shun que le debía la vida y siempre Shun le había respondido en voz inexpresiva que algún día él pagaría el favor, Hades nunca pensó que llegarían a este punto
- Y qué deberíamos hacer con él entonces? – preguntó Saga sintiéndose algo mareado en ese punto, estaba cansado y había perdido sangre en la batalla
- Hay que castrarlo – respondió Shun mirando fijamente a Hades que apretó con mas fuerza el muñón que le había quedado en el brazo derecho cuando Saga le había cortado la mano en el último ataque en el que finalmente lo venció, Saga sonrió y levantó la mirada a Ikky que no esperó mucho para ponerse manos a la obra con el pedido de su hermano menor, el poderoso Fénix llamó a tres de sus hombres los que sujetaron a Hades que se contorsionaba tratando de evitar lo inevitable, Shun tomó la daga con la que el pelinegro había herido a Saga en el rostro y la empuñó con decisión pero Saga le quitó esa daga de las manos y de su bota sacó otra daga y se la entregó, Shun la miró y no lo podía creer, el peliverde pensó que la había perdido
- Dónde la encontraste?
- No fui yo, fue Milo, cuando él me sacó de la torre en la que este perro me dejó atado para que muriera, Milo me rescató y encontró esta daga en el suelo de la habitación, con ella cortó mis amarras y me la entregó, él sabía que era tuya y tu me dijiste lo importante que era así que… tenía que volver a tus manos, no? – Saga acarició el rostro de Shun que empuñó la hermosa daga y asintió, esa era la daga que hace mucho tiempo el mismo Hades había puesto en sus manos, esa era la daga que Shun había visto en su visión, esa era la daga que en su visión acabaría con la vida de Hades, pero no… no acabaría con su vida porque Ikky tomó una de las antorchas y Shun calentó la hoja de la daga, el peliverde tenía otros planes para el que por muchos años fue su verdugo
Hades no se iba a permitir gritar o a mostrarse débil pero no lo pudo evitar cuando fue despojado de sus ropas y sujetado con fuerza en el duro suelo de piedra, cuando estuvo completamente inmovilizado fue Shun el que manejó la daga y con pulso firme castró al que por muchos años fue su verdugo, a aquel que lo había violado sin cesar las últimas semanas, Hades gritó y se contorsionó cuando su miembro fue cortado y luego se quedó quieto en un charco de sangre
Shun lanzó aquel pedazo de carne al fuego y con una sonrisa de satisfacción vio como se quemó, Saga ordenó que cargaran a Hades y lo llevaran a los calabozos, también ordenó que le enviaran sanadores para que atiendan sus heridas, Shun tenía razón… él no merecía morir… debía vivir… vivir para que sufra en carne propia todo el mal que había hecho…