4 Canciones.
1. Aishiteiru.
Fue en la primavera de mis 15 años, acababa de ser transferido gracias a mi madre obtuvo un ascenso en su trabajo sin decirme nada a empacar y dejar todo atrás.
- Rayos.- grité mientras miraba mi celular solo faltaban 5 minutos para que comenzaran las clases. – No puedo llegar tarde, no lo hare.- disponiéndome a correr a toda velocidad hacia el instituto.
= Me pregunto si estaré reflejada
En tus preciosos ojos
Apoyada en la ventana
Que es iluminada por el sol
Me pregunto cómo puedo ser feliz?=
- Auch.- caía al suelo de golpe; me levante como pude y tome mis zapatillas vi de reojo un par de ojos color avellana con su mano extendida al aire con la intención de ayudarme, yo solo pude salir corriendo nada me impediría llegar a clases
Ya todo los alumnos dentro, la clase a punto de comenzar entre y me presente ante todos. – Hola mi nombre es Fuji Syusuke.- una lluvia de peguntas me invadía y las miradas de las chicas sobre mi todo era más o menos normal.
La campana del almuerzo sonó sin darme cuenta ya era hora del almuerzo me había tocado un pupitre cerca de la puerta “Que Suerte” dije en mis adentros; de pronto alguien entro.
- ¡Oye tú! ¿estás bien?- Un chico más alto que yo, piel era clara se dirigía hacia mi; yo voltee a los lados no podía dirigirse a mí.
- ¿Yo?- Dirigí mi dedo índice hacia mi cara.
- ¿Está bien? Debe de haberte dolido la caída, ahora que veo que estas bien me voy.- Ajustaba sus anteojos a su cara.
Me había dejado intrigado ¿caída?, ahora lo recuerdo.
- ¿Lo conoces Fuji-san?- una chica acerco su pupitre al mío esperaba mi respuesta.
- Debe de haberse equivocado de persona.- Solté una sonrisa que ella me correspondió.
Aquel par de ojos color avellana y esa mano que trataba de ayudarme, no hay duda debe de ser el.
= Quiero sonreír, quiero sonreír
Ignorando todo lo demás
Estoy aquí para ti
Sobre ayer, sobre mañana
Sobre nuestro futuro y demás
No tienes que prometerme nada=
Todos los alumnos salían apresuradamente las clases había terminado y ahora tocaba dirigirse a la siguiente tarea en la lista daba gracias que en esta escuela hubiera club de tennis. Las formalidades terminaron y comenzó el entrenamiento, no podía creerlo aquel chico me seguía o puede ser, sonreí, también asistía al mismo club. Me mantuve alejado siguiendo las órdenes del capitán, ordeno formar parejas y yo como esperaba me quede solo. Sentí que alguien me toco el hombro.
- Que coincidencia, nos toco juntos.- Esa voz comenzaba a serme familiar.
Me gire para verlo – Esta bien, senpai.- Lo seguí hasta la cancha donde tendría lugar nuestro encuentro; al principio me era difícil seguirle el ritmo pero poco a poco fui obteniendo confianza, media hora después sonó el silbato que daba por terminada la práctica. Me acerque para darle la mano, me recibió con una sonrisa.
- Juegas bien! Que malos modales no me he presentado, mi nombre es Tezuka Kunimitsu.- Estrecho mi mano. – Por cierto tenemos la misma edad.- Sonrió leve y se ajusto las gafas sin dejar de mirarme fijamente lentamente se alejo.
Me quede con la mano al aire, trague saliva. – Pero que… que es esta sensación.-
El pecho estaba por estallarme.
Llegue a casa, no podía sacármelo de la cabeza pero que estaba diciendo si él era un chico moví la cabeza con resignación.
- No puede ser debo de estar equivocado.-
“Mejor iré a dormir ya mañana será otro día”