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Placeres del Melocotón Mordido... por Doki Amare Peccavi

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Cap. 18: ¿Felicidad?

 

Oscuras horas nocturnas

En el espejo vaporoso, mi dedo escribió tu nombre

¡Oye! ¿Lo leíste?, tonto, seguramente dormías a esa hora...

 

.*.

 

Ling escuchó a lo lejos los pasos ruidosos, era Yi quien corría, con una bandeja de frutas dulces, otra vez, habían decidido comenzar con lo suyo, engañar a Yi, Wei haría lo debido con Qin~he, divagando en astucia, sus ideas volando con las canciones otoñales que comenzaban a agitar las hojas en el suelo seco.

 

— Lo siento mi querido emperador... tardé demasiado porque…

 

— Ya no las quiero — Sentenció con voz grave y un deje de burla en su rostro — Llévatelas

 

Asintió sumisamente, incrustó las uñas en la charola hermosa, Yi comenzaba a exaltarse, Ling jugaba con él, era un castigo por haberlo tomado a la fuerza, Yi se sentía dolido ante cada una de esas acciones.

 

— Pero...

 

— Anda, anda — Interrumpió — Hay muchas cosas que hacer.

 

.*.

 

Perenne mundo oscuro, hecho de seda negra y cojines artificiales, es a suelo de vidrios oscuros y paredes interminables, sangre profusa, es la marca del murmullo, un llanto perfecto para Qin~he, de vanagloriado placer. Es para Wei Tzu, el punto exacto para hablar.

— Es tan oscuro esto — Puso en alto su mano lastimada... un hilo de sangre que escurrió desde su muñeca, divagando por la entereza de su brazo — En el palacio de Ling todo es más hermoso ¿Alguna vez has sentido el viento tocar tu rostro, mover tus cabellos?

 

Qin~he a punto de marcharse, viró su rostro crispado, Wei lo supo y soltó una risita risueña

 

— ¿Qué es lo que intentas?

 

— Pensé que si has existido tanto… lo sabrías, pero no. ¿Tampoco has escuchado cantar a las aves?

 

— Noto la presencia de tus intenciones siniestras y no te entiendo, pero, soy inmutable ante ti — Con los puños cerrados desapareció entre las sombras

 

Puedo ser violento y salvaje...

... hacer que añores lo inimaginable.

 

Wei se aferró a los confines esponjosos, su respiración comenzaba a agitarse. Y de pronto, el viento le hizo tiritar, viento, en ese inmenso lugar oscuro, las primeras ráfagas silbaron en el vacío su voz profunda se hacía cada vez más intensa, era la voz de Qin~he, apenas si se entendía lo que decía, pero sonaba fuerte, con poder absoluto e inigualable seguridad, como un hechizo lanzado en alguna lengua extraña, seguramente era así, Wei resistió el impulso de una sonrisa, todo estaba saliendo a la perfección... sin ser vanidoso o altanero, aceptó todo.

 

Que odies lo más amado...

... que vibre tu corazón oxidado.

 

— Siéntelo... — Susurró a su oído, con su voz oxidada, sin siquiera estar cerca, era el viento quien llevaba las palabras, obedeciendo con absurda devoción — ¿Son estos vientos sutiles más hermosos que los que alguna vez llegaron a remover tus cabellos, en el palacio del emperador?

 

— Que vientos tan hermosos has creado... — Susurró, apenas si podía hablar, el viento pesado que invadía el lugar le dificultaba la respiración, no quiso romperá esa ilusión, tenía que hacerle sentir insatisfecho pero seguro. —... sería todo más hermoso si hubiese algo más que danzara a su lado... hojas que se desprenden para siempre de las seguras ramas de los árboles...

 

.*.

 

— Yi ¿Te aburres de estar siempre a mi lado? — Cuestionó el emperador de los ojos azules, sus labios rosas en movimiento paralelos, palabras precisas de hielo venenoso, un poco crueles tal vez, inciertas en algún momento, pero ese era su sacrificio, ser de nuevo malo, desagradable... todo para poder amar a Wei. Este aburrido proceso de disidencia entre los sentimientos y los actos no era más que un juego planeado. —

 

Sí, hoy tal vez te hiero

Con mi tonta frialdad... sabrás,

Que es mejor volar, que es mejor ceder.

 

— No, yo no podría aburrirme nunca a tu lado, mi hermoso emperador — Sus mejillas sonrojas, ojitos negros iluminados, era el reflejo de Wei, sin ser de él exactamente, Ling sintió palpitar su corazón..., hubiese sido perfecto el no estar siendo malo, ojalá no hubiesen tenido la necesidad de que sacrificar a alguien para obtener su dicha. — Siento como todo me da vueltas cuando me miras... y si me diriges la palabra, irradio en felicidad. Espero que me perdones algún día por...

 

— No, no lo haré, y no voy a tratarte de otra forma, no te ilusiones, tu decidiste permanecer aquí, desterraste a mi querido Wei de este lugar, no te mereces ni mi desprecio, lo acepto, ya ni te odio...— Mordió su labio inferior, y con apócrifa humildad le miró... ojos azules, esos ojos azules que disfrazaban su lastima de total repulsión — Deberías decirme tu secreto porque yo sí que me aburro cuando estás aquí a mi lado.

 

Sí, hoy tal vez te duelen,

Las cosas que diré, sabrás...

... cuanto duele que le hayas alejado, de mí.

 

.*.

 

— Tus árboles morirán... no hay tierra para esconder sus raíces, no pueden soñar. Y tus vientos comienzan a aburrirse, es tan monótono su violento viaje, siempre paseando entre cojines y sombras, será esto tan real, pero... aún es más hermoso aquel lugar fuera de este sitio. Donde la luna cae deslumbrante sobre el estaque, musarañas suspendidas y grillos cantores, luciérnagas brillantes y...

 

Mis dedos apuntan en dirección a la respuesta

Eres un ser tan bello, tembloroso, querido.

Enséñame más, un poco más...

 

— Calla... — Qin~he le miró de forma insegura, sus ojos recorrieron sus nuevas creaciones, las cinco sombras del mal convertidas en peces sin agua, sauces diabólicos que agitaban sus raíces en busca de cobijo, y el viento invisible que removía sus cabellos oscuros. — Eres un mentiroso ¿Por qué habría yo de creer que mis creaciones perfectas carecen de hermosura?

 

— Porque... — Wei, titubeó, la respiración agitada demandaba demasiada energía, Qin~he tonto... le torturaba incluso sin saberlo — Yo lo he visto... sentido todo, y tú no.

 

.*.

 

Bebo de la nocturna gloria

Luz tranquila, luz de luna

Una nube tan clara, tan lentamente opaca.

Seré un triste y sombrío reflejo, de lo que quieres tener...

 

— "Frío violento..."— Escuchó el sollozo de Yi a través de las paredes, no gracias a sentidos magníficos... era la respiración de la maldición tan pausada y fuerte, había sido malo esta vez, más que humillando, dañando con palabras imborrables — Perdón Yi...

 

Sí, era amor lo que sentía, pero no para Yi, era Wei su ilusión, el viento inexistente en su habitación bastaba, como la señal esperada para ser más malo, quería... ¡No! amaba demasiado a ese súbdito melancólico, y estaba dispuesto a hacer que más lágrimas se derramasen de la maldición, si era necesario, era tan malo que temió no ser perecedero de un amor tan puro y limpio.

 

.*.

 

Imaginó que muchos días habían pasado, otra mágica forma de saberlo, cada renacer solar, Ling presionaba tiernamente su mejilla derecha, códigos, y sin importarlo todo, lo sabía, era como estar ahí, parado frente al emperador y mirarle inventar nuevas formas para intentar estar más unidos, sin perecer las esperanzas, Wei siguió con lo deseado, a cada nueva creación de Qin~he una nueva sugerencia, sería travieso, Qin~he muy alentador, lo quería todo y nada a la vez, sólo palabras... casi nada imposible.

 

Ambicioso, pequeño travieso, lo quieres todo, todo lo que no existe...

... si te descubre terminaras temiendo.

 

Creó el viento, y unas nubes oscuras, sauces frescos y tierra para que las raíces tímidas se escondiesen, un estanque con agua que no humedecía, y flores sin aroma, seda hermosa en pasto verde brillante.

 

— Canto de aves... — sugirió Wei sangrando, Qin~he era como un chiquillo mimado, Qin~he se enfurecía ante cada aclaración, Wei sintió que los golpes brindados no era más que un pequeño merecido, lo estaba utilizando para llegar a la felicidad que no había querido antes. — ¿Es que no lo conoces?

 

— Estoy cansado, y tus descripciones tan extrañas, no creo que todo sea tan perfecto allá afuera...

 

No traspases los muros de la tolerancia, dolerá si no lloras...

... pequeños secretos, y este es el plan, pequeñas miradas.

No es sueño, no es tu voz, no es color mate.

Es sólo una ilusión, serás otro...

 

— Lo es... por eso Yi no dudó en marcharse... si hubiese visto esto antes... tal vez si tú pudieses verlo... entenderías lo maravilloso que es... un hermoso mundo creado por Ling —

Qin~he cerró sus ojos, y en su mueca fastidiada, podía leerse la decepción ambiguamente extraña. Fue como un pequeño juego y ahora era obsesivo su sentimiento, el desear algo más hermoso, quizás un tonto capricho o tal vez era un motivo existencial, fuese cual fuese la causa él tenía una meta, deseaba algo bello, términos totalmente subjetivos, al estilo de Wei que trataba de hacerlo todo.

 

¡Imposible! Porque todo acto parecía tan vano ante los ojos de Wei, no, no era un sentimiento especial... o tal vez sí, pero no de ese tipo de sentimientos que te hacen ser complaciente, lo aceptó, este era su reto: Sería mejor que el emperador. Haría un mundo hermoso, dotado de eternidad, de esa eternidad que el mundo del emperador carecía, sólo necesitaba unos cuantos retoques su lienzo, antes todo oscuro lleno de nada, sólo mantas que una vez Yi le había pedido, ahora, todo figuraba como un nuevo mundo, estaba creando lo que Wei había sugerido, un jardín hermoso... incompleto todavía, pero hermoso.

 

Sus sombras habían dejado de ser sombras y ahora eran un poco de todo; viento, agua, canto de aves, flores sin aroma y nubes oscuras.

Crearía un mundo mucho más hermoso que el que el emperador había creado, ingenuo.

 

Wei mintió y él no lo supo:

Que Ling no tenía la capacidad para crear mundos...

Que el día que el emperador nació, ya todo estaba hecho...

Que los árboles, las aves y los vientos, todo antes que él

¡Mentiroso!

 

.*.

 

Todo era una horrible pesadilla, sentía que flotaba, su piel se hacía menos deslumbrantes y sus ojos comenzaban a morir, se notaba tan muerto, incluso, aceptó, Wei con esa difuminada nostalgia parecía más radiante en ese mismo cuerpo que él.

 

Mirándose, tratando de encontrar algo malo en él, algo que le hiciese más parecido a Wei, algo por lo cual seguir luchando, algo que pudiese agradarle al emperador, aunque fuese muy pequeño, un gesto... sólo ese pedía, ser un poco más como debía de ser Wei, ya no le importaba, ser comparado, ser llamado incluso con otro nombre.

Todo era tan hermoso antes.

Inundó su atención de nada, y sus ojos notaron el apenas dorado resplandor en el espejo de tan malos recuerdos, el reflejo distorsionado y vio una mariposa estrellarse por dentro, nubes, hojas de sauce, un paraíso del otro lado... algo que nunca pudo tener.

 

Transformándose, vamos, seré un mal narrador...

... te diré lo que duele, porque quiero ser feliz.

Y si me hundo en el fango rozaré tus mejillas...

...cortaré mis alas, si con eso vuelves a mi lado.

 

— No.... ¡¡¡NO!!!— Escuchó de pronto Ling, el emperador lo supo... esto era un plan tan malo, pero valía la pena, quería ser feliz.

Con su cuerpo lastimado, se puso de pie, sus piernas dolían, y sentía las heridas nuevas rozar con sus prendas mal puestas, se adentró a la habitación de su madre, en donde Yi yacía de rodillas frente al espejo.

 

— Wei...— Palabra mágica de los labios de Yi, lágrimas en esos ojos negros, furia sin contenida, en el rostro ajeno, y del otro lado, un Wei con una sonrisa débil, y brillo de antaño en los ojos bonitos, parecía tan complacido, tan cómodamente dominante y su voz transparente se escuchó en el mundo del emperador, era una linda risita, brindada al tiempo y a la nada.

 

— Qin~he, eres un ser curioso...

 

.*.

 

Ya no contaba con esa capacidad, no para cruzar mundos, pero era poderoso, podría mirar sin temor, por el cristalino espejo, podría hacerlo, para comprobar si la hermosura del reino de Ling seguía superando la suya.

 

— A comprobar lo que tanto dices, veremos si son verdad todas esas alabanzas dadas al otro lado.

 

Wei levantó la vista, sabía que esto algún día tenía que pasar, era su oportunidad para hacerle desear a Yi un mundo artificial. Sintió la brisa y pequeñas partículas doradas a su alrededor, sentado en la vegetación tan llamativa, intentó parecer feliz.

 

Soltó una risita, eran nervios, ojalá que Yi estuviese tan cerca, ojalá pudiese notar este nuevo mundo, ojalá le gustara, ojalá deseara estar, aunque fuese un poco ahí, donde él, con los vientos violentos que removían las hojas del sauce.

 

Esta es nuestra oportunidad, la última, la que tú y yo hemos creado...

... si mi maldición se convence, si encuentra más hermoso el mundo del otro lado del espejo. Estoy seguro, deseara el intercambio,

Ling, fuiste malo por mí, te adoro tanto... intenté describir tu jardín con cautela y sinceridad, ojalá que pasé lo mejor para los dos.

 

— Qin~he, eres un ser curioso...

 

Yi miró directamente a los ojos de Wei... reflejos por ambos lados, en el marco de la habitación, Ling emocionado, añoraba un buen resultado y Qin~he entretenido, había tantas cosas que en su ilusión recién formada faltaban, Wei Tzu había tenido razón. No eran las mismas cosas.

 

Yi insatisfecho. Aquel mundo parecía mejor de lo que fue, todo el tiempo que él estuvo. ¿Wei había logrado aquello?

 

Wei temeroso. Notó la furia en el rostro de Yi

 

Ling tembloroso, hubiese deseado abalanzarse hacia su súbdito.

 

Qin~he, impredecible, se dijo, que sería imposible crear un mundo así, deseo estar del otro lado, podía hacerlo sólo tendría que convencer al emperador de Otro intercambio.

 

 

♥ ¤°.¸¸. ·´¯`» Doki Amare Peccavi «´¯`·.¸¸. °¤ ♥

 

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«.·°·.*.Impredecible..*.·°·. »
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