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Una y otra vez por azumicard

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Dejó a su cuerpo moverse por sí solo, no correspondió el beso, pero no aparto sus labios. Irene miró el rostro abatido de Sherlock y lo besó una vez más. Esta vez, un simple beso no era suficiente. El detective comenzó a retroceder por instinto, pero ambos brazos le fueron agarrados, impidiéndole moverse. Una lengua lo obligó a apartar sus labios temblorosos y atrapó la lengua de Sherlock, haciendo adormecer su mente. Su cabeza se sumió en las tinieblas mientras era forzado a sentir esa sensación sin importar si lo deseaba o no. Con las rodillas dobladas y con su pecho a expensas de los sensuales juegos de La Mujer continuaron.

 

 

 


A media noche, en el 221B las se encontraba en penumbra y completo silencio. La escasa luz que logró filtrarse por la ventana dejó distinguir a John durmiendo profundo sobre en el sofá. Mientras estaba allí inmóvil en la habitación con poca luz, sintió algo de presión contra su cuerpo, y sobre todo sus labios; era una sensación familiar. Abrió los ojos de golpe, por unos segundos su cerebro dejó de funcionar debido al sorpresivo ataque. Su cuerpo no opuso resistencia, al contrario estaba ansioso que las caricias continúen. Para crear ese efecto en él, se trataba de la única persona que era capaz de robarle la conciencia y crear un corto circuito en su cerebro. Tenía el control completo de su cuerpo, por encima del propietario. Así como llegó el beso, la persona desapareció en un solo instante. Pero en la semioscuridad de la habitación, claramente podía ver esos ojos penetrantes a varios metros de distancia y cuando la luz alumbró el lugar, dejando al descubierto a la persona se va acercando lentamente.


— “¿Hah…? Qué diablos pasa... ¿Sherlock...?” –dice para si - …. ¿Qué estas haciendo aquí…? ¡¡Di algo!!

 

Sherlock se mantiene callado, viendo fijamente esos ojos verdes que tenía un resplandor mágico. Estaba tan silencioso que se podría pensar que esto seguiría por siempre. Sin embargo, con una mano coge con fuerza el rostro de John, y lo besa bruscamente, empuja su lengua hacia adentro, buscando en su interior. Esta era la primera vez que recibía un beso tan brusco y no sabía que hacer. Mientras tanto la otra mano libre baja hacia la entrepierna de John.

—...nmm… ¡Fuah! -lo empuja- ¡qué demonios te pasa! Regresas solo para que tengamos sexo -le mira molesto-para eso tienes a Irene ¿no?


— Sabes muy bien que si no fuera por Irene ahora ¡estarías muerto!, salvo tu vida y para que... - Le mira desafiante - Para ver que regresaste a ser el novio de Sarah. Yo como un idiota te di tiempo porque pensé que aun estabas afectado por la pérdida de nuestros hijos. Vuelvo de viaje, esperando encontrarte, aguardando mi regreso y lo único que encuentro es una declaración de amor.


— En serio no entiendo… ¿Por qué estás diciendo eso….?


— Presencie el beso que compartieron. Sellaban su pacto de amor


— No bese a nadie, menos a Sarah


— ¡Lo hiciste! Ni se te ocurra negarlo porque te vi con mis propios ojos - grita enojado-Yo si sufro tu rechazo, en cambio con ella si te acuestas.


— Que parte no entiendes. ¡Yo no bese a … -antes de concluir la frase, recibe un golpe en el rostro por parte de Sherlock.


—No pongas esa cara, como si estuvieras a punto de llorar...


— Como carajos te explico que jamás bese a Sarah y nunca hubo tal declaración. ¡Cálmate!-.


— ¿Quieres que me calme? debes estar bromeando. ¡Te vi, maldita sea! , no te atrevas otra vez a negarlo - alza más el tono de voz como si le estuviera ordenando. Su mente quedo nublada completamente por la ira, enseguida se sube encima de John, aprisionando sus muñecas con una mano libre y le susurra al oído - sufrirás las consecuencias de tus actos -.

 


Gira el cuerpo John y de un golpe le despoja de su jersy, empujando su cabeza contra el sofá mientras se deshace hábilmente de las prendas de su parte inferior y coge la hombría expuesta y la frota bruscamente. A pesar de las quejas de John, él continua con más agresividad, sin importarle si sentía placer o dolor. Las caricias del detective mantuvieron congelado el cuerpo tembloroso de su amante que no paraba de gritar "detente Sherlock" Él no sabía para nada que es lo que le estaban haciendo o que es lo que le haría, la persona que profanaba su cuerpo era un completamente un desconocido. John sollozó ante este acto violento. Tanto su cabeza como su cuerpo eran un desastre. Al igual que el violento crujido del sofá.Seguía sin poder defenderse adecuadamente y las caricias de Sherlock lo mantuvieron congelado. Al mismo tiempo, el dolor y el placer impuestos a la fuerza hirieron el orgullo de John.


— ¡P...para...! ¡¡ Dije que te detengas!! Ayy... ¡Para! ¡Sherlock... par...deten...! Por favor no así -grita llorando mientras intenta soltarse de su agarre- ¡Me duele! ¡Sherlock, déjame!!- Las palabras entrecortadas de John que pedían que se detuviera como suplicándole, pero Sherlock, no estaba dispuesto a terminar.


— Nunca la pudiste olvidar - continúa con el agarre - me utilizaste


— ¡Jamás!-le tira una bofetada- ¡Eres un estúpido, Sherlock!-grita asustado y llorando- ¡¿qué te utilice?! Si lo hubiera hecho no te hubiera dado hijos.


— ¡Mientes! - acerca su rostro contra el de John - Si tuviera palabras para describir lo decepcionado que me siento contigo en este momento por atreverte meter a esa mujer aquí, más aun acostarte con ella - busca en el bolsillo del saco su móvil y le muestra la imagen de Sarah y John durmiendo en su cuarto - ¡ahora niégalo!


— ¡Sherlock te juro que no recuerdo eso!-grita- por favor tienes que confiar en mí. ¡Yo te amo por qué no lo entiendes!


— Porque debería creer en tus palabras, son vacías como tu rechazo... - Baja la mirada, y en sus labios se desliza una mueca de soledad. Después lanza un grito de angustia que resuena en la habitación y se va a sentar lejos de John.


—Sherlock...-se levanta- sé que esto es mi culpa...- hace que lo mire -pero quiero enmendar todo...nose que te habrá dicho Irene, pero te juro que eres el único en mi corazón - le sujeta las largas manos- Te amo Sherlock...ella solo quiere separarnos...- se levanta inesperadamente el detective dejando las palabras a medias.


— Las evidencias son irrefutables, te vi besándola. Justo en el momento que vine a verte... es inútil -camina hacia la salida. Cuando casi había llegado a la puerta, una mano aferró su brazo, sin apretar pero con determinación. John lo acorrala.


— Hazlo...-le mira serio- dedúcelo Holmes, deduce la verdad en mí. No quieres creerme, aun así tu legendario poder de deducción te dice a gritos que estoy diciendo la verdad.


— No es necesario porque ambos sabemos la verdad. No existe otro camino cuando se trata de la verdad - aparta la mirada


— Eso fue todo...- suspira y se aleja - eres libre Sherlock, puedes irte...la resaca esta matándome...-pone su mano sobre sus ojos fingiendo dolor pero en realidad oculta sus lágrimas.

 

 


Todo cabe indicar que la relación entre Sherlock y John terminó de la manera menos pensada. Los sentimientos seguían ardiendo con la misma pasión, pero ninguno de los quiso darle otra oportunidad porque estaban demasiados heridos. Cuando John cree que se encuentra solo, empieza a llorar desconsoladamente - Te perdí y esta vez para siempre - . Detrás de la puerta el detective se quedó esperando alguna reacción de John, pero solo escuchó llanto por un largo tiempo. Treinta minutos después la habitación quedó en silencio, sigilosamente vuelva a entrar. Se queda meditando en medio de la oscuridad de la noche, intenta aclarar su mente confundida. Observa que el lugar está bien cuidado al igual que su cuarto. Sentado en el borde la cama sintió que las lágrimas se golpeaban en sus ojos. Eso le sorprendió. Por primera vez desde hace años Sherlock lloró en silencio. Al cabo de un tiempo se dirige a la habitación de John, se quedó en la entrada observándolo; John tenía razón al deducir la verdad.


— Dime porque no puedo decirte adiós... simplemente no puedo apartarme de ti -solloza


— Ni yo de ti - Sherlock habla desde el otro extremo de la habitación


— Sher…sherlock ... volviste - sus lágrimas inundan sus ojos y se cubre el rostro.


— Será imposible deshacerte de mí - va a su encuentro. Limpia sus lágrimas, se dispone a darle un beso, pero le otorga un abrazo cálido - No quiero alejarme de ti nunca. Ahora ya no tengo dudas


— Yo solo una-sonríe feliz después de tiempo- ¿te has acostado con Irene Alder, durante el tiempo de tu supuesto coma?


— Claro que no, las veces que salía del hospital era para verte discretamente. Sin embargo no funciono mucho mi plan; no logre engañarte


— ¡Torpe! Te amo Sherlock...-le sujeta la mano-te amo demasiado-sonríe-quiero que nos amistemos de la forma más sensual posible-ríe y van al cuarto del detective

 

Parados uno frente al otro, Sherlock empieza a devorar el cuello de John, enseguida ataca los labios de una manera desenfrenada. El beso no fue forzado como la última vez sino lleno de dulzura. La parte de atrás de su cabeza era sostenida y cuanto más profundamente lo besaban, más profunda era su intoxicación. Ambos enredaros sus dedos en el cabello del otro, El detective desabrochó hábilmente el pijama de John, revelando su blanca piel, acarició el costado del dorso haciendo que su cuerpo diera un salto. La punta de la lengua de Sherlock le hizo cosquillas en la piel y cuando succionaba con fuerza, su espalda temblaba con éxtasis. Sube su rostro hasta el hematoma provocado por el golpe, lame toda la extensión cuidadosamente.


— Discúlpame John, nunca fue mi intención dañarte


— No es nada, me gusta que seas agresivo-ríe-me excita que me hagas tuyo a la fuerza-


— ¿Enserio? -le mira un poco confundido, pero sonríe al descubrimiento - Entonces cumpliré tu deseo - Su mano viaja a la entrepierna de John, sobre la ropa inicia a estimularlo, mientras mordisquea su cuello.


—… Ah... Ah... - mueve sus caderas contra su mano- No sabes cómo te extrañe


— Lo sé, tu cuerpo me dice eso - Continua estimulando, enseguida tira hacia abajo los pantalones del pijama de John, sin separar sus bocas termina en la cama. Sherlock lo abraza fuertemente por detrás y oprime sus labios en la nuca de John. Recorrió el cuerpo de su amante con las manos y sus labios, quería marcar cada rincón de él como símbolo de pertenencia.


— mmmmmm… así márcame - jadea acariciando sus ondulados cabellos

 

 

El palpitar de sus corazones aceleraba su ritmo al sumergirse en el placer. Lleva su rostro a los labios de su amante que después de un beso apasionado, termina con un mordisco, ocasionado un leve sangrado. Él mismo se encargó de limpiarlo para atacar de nuevo la entrepierna, esta vez utilizaría la boca - Sigues utilizando ese bóxer que tanto amo...


— Solo tú puedes verlo-le mira con ternura-no quiero esperar más, quiero sentirte dentro de mí, ahora. Hazme tuyo


— Tendrás que esperar... -se sienta encima de las caderas de John – querías que sea rudo ¿no? - pregunta mientras atrapa las muñecas de su amante con una de sus manos libres - ¿Te recuerdas de estas? - muestras las esposas que tenía en la mano - Se las robe a Irene cuando intento involucrarme en uno de sus juegos-.


— Como no olvidar esas esposas, mi amor-frunce el ceño al oír el nombre de la mujer y pregunta serio- dime Sherlock, ¿tuviste una aventura con esa?


— Por supuesto que no, estaba a punto de caer... intente, pero no funcionó. Me quedé pensando en ti y confirme mis sentimientos: te amo demasiado para traicionarte. No puedo hacer otra cosa que pensar en ti - Tiernamente empieza a besarle

 

 

Logra esposarlo en la cama, enseguida Sherlock empieza a desprenderse de sus prendas hasta quedar completamente desnudo, se queda de espalda varios segundos con la intención de seducir a John con su cuerpo. Camina hacia él y logra despojarlo de esos boxer que tanto le encanta. Vuelve a sentarse en las caderas de John, pero esta vez el contacto era directo, a modo de tortura Sherlock ejerce presión en la entrepierna de su amante - Así que mi querido doctor Watson comenzó a endurecerse con sólo tocar la mía - Se divierte viendo el rostro de John ahogado en placer, muerde sus labios al sentir el contacto directo y continua jadeando. Presionando un beso en el pecho de John, va bajando y llega hasta la cicatriz. Con delicadeza besa todo el contorno.

 
— Compartimos el mismo dolor


— Si…- cierra los ojos - Quiero recordar ese momento como el más bello...-sonríe -Te amo Sherlock, jamás me dejes

 


Sube el rostro para unir sus labios con los del otro, terminan envuelto en un beso desenfrenado que dura varios segundos. Se quedan mirándose entre si, mientras recobran el aliento y con sumo cuidado voltea el cuerpo de John debido a las esposas que dificultaban la labor del detective. Mientras lo llena de besos, deja un camino con su mano por la espalda de John hasta que sus dedos caen sobre su trasero y mete dos dedos al mismo tiempo.


— ¡Aah...! ¡Mhmm... haa...!- jadea moviéndose- idiota no tan deprisa, lento…


— Imposible… después de mucho tiempo puedo volver a saborear tu cuerpo. No sabes cuánto he añorado este momento- Se ubica en su posición, coge las caderas de John con las dos manos para ejercer fricción entre sus cuerpos - Tú también estas ansioso...-.


— Si lo estoy-mueve sus caderas dejando bien expuesta su entrada- ¡hazlo ya, tómame!

 


Cumple rápidamente las suplicas de John, comienza a empujar con desenfreno, golpeando el lugar una y otra vez con intensidad. Los gemidos de placer del doctor alcanzan un nivel alto, resonando en las paredes de la habitación. Siente escalofríos de placer que viajan hasta su columna vertebral. Sus cuerpos se complementan perfectamente, dejándose llevar por la lujuria y ahogándose en un verdadero placer. Estar enamorado de John le llevó a desearlo con tanta fuerza que devoró su cuerpo.


— ¡Ah..! ... Ah... ¡HAAH..! - jadea alto sin contenerse-nmhgg....-muerde las sabanas-¡Sherlock..! ¡Ah! No, me... vengo...-se corre una vez, pero sigue moviendo las caderas

 

 

Sherlock continúa las estocadas con más fuerza, quería seguir escuchando la sexy voz de John y ver ese rostro que le seducía. Siente una sacudida intensa que lo lleva a correrse dentro y obtiene como recompensa un grito agudo de placer por parte de su amante. Sale de él para callarlo con sus labios. Observa que las esposas están dañando considerablemente a John decide liberarlo. Sherlock seduce esos ojos azules y de pronto realiza un hábil movimiento que termina por colocar al doctor encima de él. No puede mover un músculo, solo ve el rostro sonriente de su amante que le ayuda para que se pueda mover lentamente. Tal vez sea a causa de la posición, pero John sentía que estaba siendo acariciado lugares más profundos dentro de él, hasta cierto punto desconocido, obteniendo un placer mayor. John jadea saltando sobre él, auto penetrándose más profundo cada vez.


— ¡HAAH..! ¡Sherlock!-se comienza a tocar queriendo obtener un segundo orgasmo- nmmmhaaa... ¡Ahh!-llega cada vez más a ese punto sensible

 

En esta vez ambos logran venirse al mismo tiempo, sienten desfallecer al experimentar gloriosa sensación. A punto de colapsar, Sherlock toma en sus brazos a John, lo deja descansar sobre su dorso mientras acaricia su cabello. Siente el cuerpo tembloroso debido al segundo orgasmo obtenido y se acurruca. El detective rodea el cuerpo de su amante con sus brazos, besa su frente y susurra jadeando.


— Recupera fuerzas porque no tengo intensión dejarte dormir esta noche


—Eso quiero -le abrasa y le besa el cuello-hazme el amor todo el día si quieres

 

Lleva el cuerpo de John debajo de él y empieza a devorarlo con caricias y besos. Su noche ardiente recién comenzaba. El crujido de la cama, los gritos de placer resonando por todo el piso eran pruebas de la magnitud de la noche desenfrenada de los amantes. Terminan su jornada abrazados, después de casi una semana sin dormir, Sherlock al fin cerró los ojos, descanso plácidamente a lado de la persona que amaba, su rostro estaba relajado. John despierta lentamente, siente una respiración suave.


— Huggg... que dolor - soba su cadera al recordar todo - Mi amor - besa su frente sin despertarlo y se queda mirando como dormía.


— John deja de mirarme - habla con los ojos cerrados - Estas tratando de seducirme... si continuamos en la cama voy atacar tu cuerpo sin remordimiento-.


— No más, estoy cansado... también pegajoso

 

 

 

En el primer piso, alguien abría la puerta, subió en silencio por las escaleras y llegó a la entrada. Sherlock salió de la habitación cubriendo su cuerpo con la sábana y encontró a Sarah en la sala buscando algo; sus miradas chocaron. Ella pegó un grito de susto al ver al detective semi desnudo, en cambio él se quedó mirándola.


— John tienes visita - grita sin despegar su atención en la joven que no sabía para donde ver


— ¿Por qué gritas tan temprano?-besa el cuello de su amado- Ayer no dejabas de jadear, gritando mi nombre- recién se percata de la presencia de Sarah. Avergonzado se aleja de Sherlock-que... ¿qué haces aquí?


— Pues veras... Vine a recoger mis cosas, ayer salí apurada y las olvide. Disculpa no quise interrumpir.


— Cierto, estas interrumpiendo – responde el detective


— Sherlock quieto-le ordena como si fuera un cachorro- Puedes tomar todas tus cosas, estás en tu casa después de todo- regresa la mirada hacia Sherlock - y tú ve a ponerte algo de ropa, hay una dama, ten un poco de consideración.


— Oblígame - responde desafiante - Si deseas, les puedo conceder tiempo a solas


— Basta Sherlock, ayer aclaramos la situación. Por el amor de Dios, ve de una vez a vestirte, te comportas como un niño - se acerca a Sarah - Si deseas puedes quedarte para el desayuno, recuerdas que hoy me toca prepararlo. - le regala una sonrisa mágica a ella, poniendo más celoso al detective.


— Solo porque John te dio permiso no quiere decir que esté de acuerdo- Sherlock mira con odio a Sarah y se va a su habitación.


— No le prestes atención, es una de sus tantas rabietas

 

 


La joven deja a medias lo que estaba haciendo para ir a la cocina y preparar el desayudo junto a John. Disfruto cada segundo la agradable compañía de John porque era consiente que esa sería la última vez compartiendo algo. La presencia del detective confirmaba que se habían reconciliado recientemente y a juzgar por el estado físico de su colega; era evidente el amor entre ellos. Sin embargo a pesar de todas las evidencias no dudo en preguntar directamente si la relación con Sherlock continuaba. La respuesta fue obvia y rápida, un si destruyó las esperanzas de Sarah. Aprieta las manos fuertemente como si estuviera conteniendo sus emociones, recoge a toda prisa sus cosas, el dolor en su interior se hacía cada vez más agudo. Se despide con una amplia sonrisa, pero sus ojos mostraban algo de angustia.


— Espera Sarah-le sujeta de la mano y le da un abrazo fuerte-gracias por todo siempre serás mi mejor amiga, puedes llamarme cuando me necesites. Cualquier cosa solo dilo -besa su frente ante la mirada celosa de Sherlock.


— Y porque no vas tras ella, sigue adelante y traicióname - habla al otro extremo de la habitación con el cabello empapado


— ¡Podrías parar, por favor!-le grita- ¡Sarah solo es una amiga! Ella fue mi único apoyo cuando te largaste con esa...no me hagas recordarlo


— Irene Alder es una persona excepcional, interesante. En cambio tu "amiga" es aburrida


— ¿Así?-le mira serio-entonces lárgate a experimentar con Irene Alder


—¿Enserio? - se aproxima a paso firme y se coloca detrás de John. Susurra - quieres verme con Irene, en donde quedó esas palabras de anoche: "te extraño", "te amo Sherlock"


—Me estás haciendo enojar Sherlock - se aparta- ¡Estas logrando que me arrepienta! No seré el John sumiso que consiste ¡no más!


— Que lástima... porque amo esa parte de ti - le sonríe


— ¡Idiota!- sonrojado se lanza a sus brazos, cayendo sobre el sofá-Te amo idiota bastardo


— Pero este bastardo esta perdidamente enamorado de ti

 

 


De apoco lleva sus manos alrededor de la cabeza de John, quien esperaba ansioso los labios de Sherlock, pero él prefirió observar a su amante. Invadido por el deseo, roba un beso al detective. Se sumergen en un beso intenso, succionando con fuerza el labio del otro y entrelazando sus lenguas al interior de sus cavidades. Sus manos inquietas, pasean juguetonamente y sus cuerpos elevan su temperatura hasta un punto que busca contacto directo. Una mano de Sherlock baja directamente a la entrepierna de John, con solo el rose gime. Así rompe el proceso de intercambio de fluidos. Excitado por las caricias insinúa a Sherlock continuar su rutina en la ducha. Al instante se pone de pie, levanta a su amante y caminan al lugar pactado. Dejan que sus cuerpos se mojen mientras sus labios continúan unidos por un beso demasiado intenso; robando el aliento de ambos. John estaba teniendo problemas con las rodillas de Sherlock que está detrás, con cada movimiento el cuerpo de John empieza a calentarse incluso más.


— nmm-le abrasa por el cuello poniéndose de puntitas frente a él, rozando sus miembros.

 

 

Concluido su último encuentro matutino, cada quién regresa a su habitación correspondiente para cambiarse de ropa, lo poco que llevaban puesto porque las demás prendas terminaron regadas en el piso. En el proceso Sherlock se da cuenta del mensaje de texto de su celular, a medio vestir coge el móvil porque pensaba que era su hermano o Lestrade. Un nuevo caso sería ideal para empezar el día después de una estimulante sesión, su cerebro rebosaba de neuro químicos.

 

¿Me entrañaste? S-E-X-Y
JM

 

 

Notas finales:

Advertencia:  habrá un pequeño retraso en la siguiente actualización.

 Incertidumbre en 3,2,1...



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