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Una y otra vez por azumicard

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Notas del capitulo:

Jhon busca pistas para hallar al culpable, despues del coma de Sherlock.

 — ¿Jhon? - frunce el ceño – No te esperaba… en este momento debería haber entrado una de esas enfermeras odiosas – sube y baja la mirada, entonces continua - Por la maleta en tus manos supongo que tenías la intención de pasar la noche aquí. Lamento decepcionarte, pero usted se irá en este momento directamente a nuestro piso. Cuanto tiempo piensas que soportará tu cuerpo tanto cansancio, recuerda que llevas a nuestro hijo. Eres descuidado en dar prioridad a cosas de poca importancia; como yo, por ejemplo… -.


— ¡Basta! – Levanta la mano – No voy a discutir contigo… esto es ridículo, si no estuvieras en recuperación, en este instante te hubiera golpeado. ¡Eres un maldito egoísta! Acaso no fui claro en nuestra última conversación; seguiré con mi rutina habitual, nada va a cambiar-.


— Terco como siempre -serio mira directamente a los ojos del otro - El atentado que sufriste hace poco, no fue motivo suficiente para considerar mi advertencia Cuantas pruebas más necesitas para convencerte, ambos sabemos que las cosas muy pronto se van a complicar, pero tú no quieres aceptarlo. Ahora tú comprende mi posición, estoy aquí sin poder hacer nada para protegerte personalmente, solo puedo recurrir a Lestrade por ayuda y otras personas de mi red. Si algo te sucediera no me perdonaría jamás por haberte dejado a merced del peligro. No me imagino una vida sin ti - coge la mano de Jhon y lo envuelve con las suyas - Jhon confía en mi... prométeme que cuidarás a nuestro hijo-.


— Aprecio tu preocupación, pero es imposible estar lejos de ti. Me siento tan solo todas las noches durmiendo sin tu compañía; extraño el sonido del violín que acompañaba nuestras tardes, las conjeturas antes de tomar un caso, hasta tus experimentos insólitos que terminaban arruinando la cocina - ríen ambos - No seré el único responsable en cuidar a nuestro hijo. Ahora tú prométeme: cuando salgas de aquí serás el único encargado de protegernos y nunca volverás a dejarme solo.

 


Suavemente acarició la mejilla de Jhon con su mano libre y se quedó contemplando esos ojos verdes. En el instante en que sintió la amorosa caricia de los dedos de Sherlock; los labios de ambos terminaron envueltos en un apasionante beso duradero como si fuera el último en sus vidas. Tranquilamente esto marcó el fin de un beso eterno. Dejaron que sus miradas hablaran por ellos, estuvieron en silencio varios segundos hasta que el móvil del doctor Watson arruinó la atmósfera romántica. Desilusionado tenía que atender la llamada, las reacciones de Jhon fue señal suficiente en deducir la gravedad de la situación, por ello salió rápido rumbo a recepción.


Un piso más abajo una enfermera muy elegante caminaba por los pasillos. Las miradas estaban dirigidas a ella, su frondoso cabello rubio era punto de atención como también las delineadas curvas de su cuerpo. Cuando las puertas del ascensor se abren, ella baja y al frente mira a Jhon aproximarse a la misma dirección. Mientras camina la enfermera tenía la mirada fija a los papeles de la mano, justo a unos pasos devuelve la vista al frente. El encuentro pasa desapercibido por parte del doctor, en cambio ella logra sonreírle en el instante que se cruzan. Llega a la habitación de Sherlock, antes de entrar toca dos veces e ingresa.


— Como ha estado detective, vine para examinarlo mientras se encuentra sólo - coquetea, pero Sherlock no presta atención, al verla de cabeza a pies recién le dirige la palabra.

— Así que tú fuiste la culpable… Irene Alder, impredecible como siempre. No era necesario armar todo ese show con la finalidad de hacer salir a Jhon de aquí. Dentro de poco llegará al lugar, descubrirá tu engaño y volverá enojado-.

— Cuando él regrese no estaré aquí; he calculado el tiempo exacto, no tendremos la presencia del doctor Watson dentro de quince minutos – Se acerca para entregarles los papeles – Viendo su estado físico demorará en llegar aquí, tenemos minutos adicionales… son los primeros reportes de la investigación de tu hermano. Esta situación cada vez está tomando más intensidad, si no actuamos ahora el resulto será caótico-.

— Lo sé bien, pero… porque justo en este momento - Maldice un sin fin de veces dentro de si - No hay otra opción-.

— Tal como acordamos en nuestro último encuentro, cumpliré mi palabra. Es mi forma de pago por haberme salvado la vida - toma la mano de Sherlock, sus dedos pasean por ese brazo fuerte, enseguida inyecta unos narcóticos. Al poco tiempo, el detective empieza a cerrar lentamente los ojos – Dulces sueños cariño, dentro de poco nos volveremos a ver – antes de retirarse tiene la osadía de besar a Sherlock en los labios, con una sonrisa de triunfo deja el lugar.

 

En la recepción del hospital, Jhon estuvo a punto de perder la paciencia por la culpa de Irene, quién se encargo de brindarle un mal rato; era parte de su plan. Si no fuera por Molly que llego de visita, otro hubiera sido el desenlace. Dejó de lado ese asunto, eligió conversar con ella, parados a un costado, de pronto un alboroto se armó. La recepcionista realizo un llamado al médico Dempsey por una emergencia; hasta ese momento no tomaron importancia; cuando escucharon el número de habitación, ambos quedaron paralizados y con los ojos abiertos de par en par. Efectivamente esos números pertenecían a la habitación de Sherlock; algo grave le sucedió para movilizar a todo el personal médico. Camino y corrió por todos esos pasadizos del hospital, dejando atrás a Molly. Tres pisos le separaban de su amante, casi sin aliento llegó al lugar indicado, tuvo que descansar solo un par de segundos y continuar su trayecto.


— ¡¿Shelrlock?!- va corriendo - déjenme pasar… ¡Sherlock!, ¡Sherlock!!

— No puede ingresar señor - un enfermero impide su paso adentro, llevándolo a un costado intenta calmarlo y solo le informa que el detective entró en coma, no ofrece más información.

— Eso… eso… ¡es imposible!, hace solo 10 minutos lo evalué; él estaba en perfectas condiciones

– Aprovecha el descuido del enfermero para entrar a la habitación y se abre paso hacia Sherlock - ¡Abre los ojos maldito inútil No me dejes… no por favor - empieza a llorar sobre el detective- No me hagas esto, despierta… Sherlock… - se aferra a él y grita desgarradoramente - ¡lo prometiste!, cumple tu maldita promesa y abre los ojos… no nos dejes –

 

Tan conmovedora fue la escena que ninguno de los presentes movió ningún músculo, se quedaron observando, pero cuando ingreso el médico Dempsey ordenó retirarlo del lugar. Con la ayuda de dos enfermeros lograron separarlo del paciente, a la fuerza lo sacaron de la habitación; en ese instante llegó Molly para hacerse cargo de Jhon. Las palabras no fueron suficientes en calmarlo, sin embargo al sentir el abrazo de la joven apaciguo un poco el dolor. Teniendo un hombro donde llorar, dejó salir todas esas emociones guardadas y reprimidas. Ella no era buena con las palabras, pero como arte de mágica halló las palabras adecuadas logrando calmarlo y después ambos aguardaron al doctor. Otra vez volvían a experimental ese odiado sentimiento de incertidumbre; el no saber qué pasa en la habitación que tienen al frente de ellos. La angustia cada vez se sentía al percibir que los minutos se convertían en horas eternas y el silenció era como una ráfaga de viento helado. Sin embargo, el drama no había hecho más que empezar.


En aquel preciso momento la puerta se abrió, dando paso al médico principal, quién se acerco donde estaban sentados ambos, pero solo ella se paró. Lamentó informales que el paciente entró en un estado de coma, al término de la revisión no encontraron ningún factor que lo llevó a esa situación. Una explicación lógica era inexistente, para él fue el primer caso peculiar que tenía por atender en toda su carrera como médico. Despertar del coma conllevaba días, semanas, meses, años o en el peor de casos nunca volvería abrir los ojos. La última frase dejó perplejo a Jhon, sintió un vació dentro suyo, era suficiente saber que Sherlock estaba en un coma, pero la idea que nunca volvería a su lado, termino por matar todas las ilusiones en formar una familia. Cuando se retira el médico sin decir más, Jhon termina con una mirada vacía, sus ojos no proyectaban vida sino desolación.


— Jhon, tenemos que irnos

— No me iré...- habla sin mirarla- no me iré, no quiero dejarlo...- se cubre el rostro y derrama algunas lágrimas - Esto no puede estar pasando… por qué…-

— Calma, todo estará bien. Escuchaste al médico; es cuestión de tiempo, no podemos hacer nada más que esperar. Ahora tienes que cuidarte por él y por tu hijo.

— Iré a despedirme de él – entra a la habitación solo y sujeta la mano del detective - Sherlock sé que estarás bien, no tardes mucho en despertar porque no sé si seré capaz de soportar esta soledad hasta tu regreso. Tenías razón, soy incapaz de sobrellevar esta situación; haré caso a tus palabras. Te visitaré cuando pueda, lo prometo… - besa sus labios - Te amo Sherlock...te amo...-

 

El taxi de Jhon y Molly completó el trayecto hacia el departamento de la joven, debido a la conmoción sufrida, lo más recomendable era tener alguien a su lado. Llevó a Jhon a la habitación de huéspedes, antes de retirarse le ofreció unas palabras de aliento, lamentablemente él continuaba en las profundidades de la desesperación. Sentado encima de la cama recordó la última conversación con el detective: “prométeme que cuidarás a nuestro hijo”; claramente eran palabras de despedida, Sherlock sabía lo que iba ocurrir, se recrimino por darse cuenta demasiado tarde. Sintió algo morir dentro de él porque sabía que esa era la última vez que vería a Sherlock. Lloró durante toda la noche, como testigo tenía a Molly, ella era incapaz de hacer algo para aliviar ese dolor porque el mejor remedio es el tiempo. Gracias al cansancio cesaron las lágrimas y quedó profundamente dormido.

En medio de un sueño placentero escuchó una voz llamándolo una y otra vez. Lentamente abrió los ojos, sintió una luz muy brillante obligándolo a cerrarlos rápido; volvió a caer en las redes del sueño. El segundo despertar fue de noche, al levantarse sintió como su cuerpo era más pesado y a la vez liviano. Con la ayuda del resplandor de la luna logró caminar fuera de la habitación, por un angosto pasadizo se desplazó hasta llevar a la fuente de luz. En la cocina ve a Molly de espalda cocinando empeñosa, al voltear encontró a Jhon recostado en la entrada.


— Justo iba a despertarte, siéntate voy a servir la cena. Debes tener mucha hambre, ha pasado un tiempo…- .

— ¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?

— Desde que volvimos del hospital han pasado dos días. Al menos así lograste descansar lo necesario, un día más sin dormir y terminarías colapsando – ambos se sentaron a la mesa y comían la cena - Supongo que aun tienes la intensión de volver al hospital para ver a Sherlock ¿no?- pregunta tímidamente -.

— Si… quizás no mañana, pero si iré a verlo – observa a la joven inquieta y desvía la mirada como si estuviera ocultando algo - Acaso le sucedió algo a Sherlock mientras estuve dormido, ¡dime, Molly! – cuestiona preocupado, coge de los hombros a Molly en busca de una respuesta inmediata.

— Él sigue aún en coma, pero… lamento decirte que no podrás ver a Sherlock más porque cuando fui ayer a visitarle, me informaron que el médico Dempsey prohibió las visitas; nadie puede entrar a esa habitación, solo el personal médico asignado. No me dieron más detalles del asunto. Ni intentes llamar a Mycroft porque él estuvo de acuerdo con la prohibición; es inútil hacer algo, más que esperar-.

— Todo esto me parece extraño; el coma de Sherlock no fue repentino, sino fue ocasionado por alguien mientras lo deje solo – se mantiene callado analizando rápidamente los sucesos - Necesito regresar… - Busca su jersey, agradece por los cuidados y se retira.

 


Toma un taxi rumbo a Scotland Yard, luego de un breve momento estaba listo para volver a ese mundo lleno de adrenalina. El punto de inicio era la oficina del inspector Lestrade, tuvo que aguardar por él durante una hora; en el entretiempo buscaba información mediante su móvil. En la puerta principal un grupo de agentes terminaba de llegar de una redada, bajo el mando del inspector Lestrade. Un agente se acercó a la patrulla de él, tocó la ventana varias veces porque el ocupante del vehículo estaba dormido. Renegando salió y le informó que tenía visita, su nivel de paciencia llegó al límite; varias noches sin dormir contribuyó formar su mal genio. Con café en mano subió hasta el lugar donde se encontraba Jhon, tuvo que disfrazar su terrible estado emocional para no causarle molestias. Luego del saludo correspondiente, Jhon habló sin rodeos; le pidió al inspector proporcionarle el expediente de la joven asesinada hace unos días atrás, de la cual encontraron el cuerpo en forma de cruz. Averiguó durante la espera que Lestrade era la persona asignada del caso peculiar, por ello le pidió que formara parte de la investigación.


La primera respuesta fue un “no” rotundo, acaso quería ocupar el puesto de detective consultor. Era necesaria la ayuda de Sherlock en este caso, pero contar con él era imposible; solo quedaba Jhon como último recurso. A pesar de las constantes insistencias del doctor, no fueron suficientes para persuadirlo porque en cierto modo estaría exponiéndolo al peligro. La charla tranquila terminó en discusión, ambos levantaron la voz ante la mirada de algunos curiosos merodeando en las oficinas a esa hora precisamente.

Cansado de continuar discutiendo sin ningún sentido, dejó que el silencio se apoderará del lugar y fue a sentarse. Con los ánimos más calmados, Jhon se dispuso a explicarle el porque quería formar parte de la investigación; la clave para hallar al responsable de toda la situación, incluyendo el coma de Sherlock, se encontraba escondido dentro de la muerte de la joven.


— Tú ganas, Estas dentro del caso, sin embargo no actuarás libremente, sino bajo mis órdenes; no quiero otro Sherlock. Aquí tienes el expediente de la señorita Lucy Johnson, como sabrás su muerte fue algo insólito - entrega la documentación y un sobre- Ahí está las fotografías de la escena del crimen, espero que encuentres alguna pista porque nuestros agentes analizaron las evidencias sin encontrar absolutamente nada para hallar al responsable. Por la magnitud del crimen nos lleva a pensar que fue un tipo de ritual - saca una última fotografía de la joven con un grupo de amigos.

— Dudo que se trate de un asesinato por alguna secta o algo parecido, fíjate bien en los cortes en el cuerpo, fueron realizadas por un experto, un principiante nunca lograría cortes tan perfectos como los de un cirujano. Además las manchas de sangre son superficiales; fueron impregnadas apropósito en las paredes y en el piso con un objetivo... - deja de hablar para concentrarse en la fotografía. Rápido acomoda las demás fotos en la mesa - Lestrade, cuando realizaron la inspección encontraron un reloj en alguna parte de la habitación-.

— Había un reloj de pared al frente del cuerpo, pero estaba descompuesto - antes que continuara fue interrumpido por Jhon, quien le exigió decirle la hora que marcaba el reloj - las diez en punto -.

— Las diez... y hay siete manchas de sangres notorias, otras dos en forma de fechas en el piso, direccionadas al frente. No logro comprender el porque... - pensativo no deje de ver las fotografías, de pronto las guarda en el sobre - Ya es tarde, es hora de retirarme.


Abandona el lugar y se dirige a Baker Street. Al caminar hacia la puerta un sentimiento de incertidumbre se apodera de él, permanece parado con la llave en la mano a punto de ingresar a la cerradura. A los pocos momentos entró de un golpe y subió por esas escaleras. Cuando llegó al segundo piso, de nuevo se queda parado en la entrada, suspirando profundo antes de dar un paso adentro y enseguida terminó sentado en su habitual sillón. Dio un rápido recorrió con la mirada a todo el lugar; lamentablemente cada rincón estaban plagados de recuerdos de Sherlock, todavía permanecía en la mesa de la cocina el último experimento de él. Sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas a pesar que se prometió a si mismo no llorar por el bien del niño.

Intento detener las lágrimas, pero el sentimiento era más fuerte, se cubrió el rostro con las dos manos y empezó a llorar en silenció, sabía que esa persona especial no vendría a consolarlo. Palabras como. "¿cuándo te veré de nuevo?, "Te fuiste sin un adiós" rondaban en su mente causándole un dolor más profundo. De pronto sintió un ligero movimiento en su vientre, logrando desaparecer esos sentimientos de angustia; una cálida sensación invadió todo su ser. Cerró los ojos debido al ambiente tranquilo y rodeo con sus brazos la parte de su abdomen. Al fin, por primera vez desde hacía días, Jhon durmió las horas indicadas por el médico.


Los siguientes días continuó con su vida habitual, retomando su labor dentro de Scotland Yard; para ser especifico en el caso de la joven Lucy. Con las primeras pistas gracias a Jhon, profundizaron las investigaciones. De tanto indagar por algún familiar de la víctima, al fin consiguieron información de un pariente muy lejano; era de origen francés, vino a Inglaterra en busca de sus padres. Su búsqueda terminó por involucrarla en problemas de drogas, siempre estaba medita en líos con la ley, después de dos años desistió. Quedó en el completo abandono, sin esperanzas hasta conocer a un buen samaritano, llamado Christ Thompsom. A Jhon le pareció familiar ese nombre pero no recordaba donde lo había escuchado.


Durante la consulta a un paciente de la tercera edad, por fin recordó a quién pertenecía ese nombre, a viva voz dijo: "como puede ser tan estúpido", logra asustar al señor. Terminó rápido con el paciente y fue en busca de Sarah para pedirle que le cubriera las horas restantes. Cuando acepto, agradeció con una sonrisa y salió en busca del inspector Lestrad.

— Lo tengo - irrumpió la oficina de Lestrade - Christ Thompsom, fue uno de nuestros últimos clientes. Cuando aceptamos su caso, Sherlock tenía ciertas dudas al inicio, pero al transcurrir la investigación quedó fascinado, tanto que logramos resolverlo en un día.

— Entonces, qué relación hay entre los dos casos

— Ninguna por el momento, pero es un potencial sospechoso porque en el anterior caso, un crimen fue el punto de inicio. Tengo la certeza que él tuvo participación de esta macabra muerte.

— Si él fuera el culpable, entonces lo convierte en la persona que estas buscando.

— Te equivocas, la muerte de la joven es solo un mensaje. Cometí un grave error pensar que el culpable del crimen seria la misma persona que estoy buscando. Son casos aislados; al mismo tiempo tienen una relación que necesito encontrar.

— Cuando te escucho hablar así me recuerdas a Sherlock, sacando conclusiones a raíz de una pista y también... - no concluye la frase al ver el semblante de Jhon - Disculpa, no debí... -

— Descuida, estoy bien. Nunca podría estar al nivel de Sherlock, él es un verdadero genio. Si estuviera aquí, hubiera resulto esto muy rápido como siempre lo hacía - ambos se mantienen callados largo tiempo, convirtiendo el silencio en una situación incómoda, por suerte fue rota por el sonido del móvil del inspector.

— Si... ¿Mycroft? Un momento - aleja el móvil para dirigirse a Jhon, pero él da media vuelta y se retira - Que deseas ahora Mycroft-.

— Supongo que interrumpí algo importante para ti. El motivo de mi llamada es conocer tu reporte acerca del doctor Watson -

— Todo sigue igual, retomó sus actividades habituales, sin embargo resalta a la vista que extraña a Sherlock. No entiendo porque prohibiste que lo vea, es absurda tu actitud hacia Jhon.

— Tengo mis razones y no pienso decírtelas; limítate seguir mis órdenes - habla con un tono de voz elevado - por el momento mi prioridad es Jhon, así que continua vigilándolo como has hecho hasta ahora. Llamaré en otra oportunidad, mantén tu lengua controlada - corta la llamada inesperadamente.

Notas finales:

Aun no tengo claro si continuar escribiendo lemon de Mycroft/lestrade NECESITO DE SU OPINION!!

PD: Ya leyeron las consecuencias... Irene se atrevio besar a Sherlock, en tus manos esta la castidad de él muajaja

 


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