Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Rey y su perro por samuesselmo

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Hola a todos! Espero que anden bien! Actualizaré este Fanfic, porque bueno, el nuevo que hice el otro día no merece la pena xD 

 Lamento si es corto o no está bien narrado, la verdad no me siento bien en estos momentos. Pero prometo que el proximo va a ser mejor!

 Quiero aclarar, no odio ni siento disgusto por el AoKise, simplemente, me gusta más el AoSaku. Y tampoco odio a Kise, aunque admito que tampoco es mi favorito. Sólo quería aclarar eso, porque sé que hay muchos que aman esa pareja, al igual que los personajes, pero quiero que sepan eso, que simplemente es por el fanfic. Espero poder hacer algún fanfic de ellos, que sea romantico y eso. Por el momento, es lo que hay: 

 Una cabeza azabache se asomó por detrás de un árbol, observando de forma sospechosa la gran mansión que había frente a sus ojos. Estaba manteniendo bajo vigilancia los movimientos que había en la zona. Quería ayudar a su pareja en todo lo que le era posible, pero se lejos. Sin embargo, la voz del peli verde lo descubrió.

 —Dijiste que no quería venir porque te daban miedo los “locos” –Dijo mirando de cerca a Takao. Éste hizo un puchero, y se colgó del brazo de Midorima.

 —Lo sé, pero no quiero dejarte sólo con uno –Respondió bien pegado al otro cuerpo -¿De verdad vas a entrar allí?

 —Tengo que hablar con Akashi – La pareja se adentró a los jardines de la casona, hasta llegar a la puerta principal. Parecía una casa abandona ante los ojos de Kazunari, pero afirmándose  más al brazo de Shintarou se sintió, de alguna manera, más seguro. Con seguridad, tocaron el timbre de la gran mansión. Se asustaron un poco, cuando un alto peli lila les abrió, éste estaba algo adormilado y sus ropas estaban arrugadas.

 —Es la hora de la siesta para Akachin –Dijo entre un bostezo limpiando las lagañas. Takao quería agregar algo de su divertida persona, pero Midorima no lo dejó empezar.

 —Quiero hablar con Akashi –Dijo firme el peliverde.

 —¿Akachin? Él está durmiendo –Volvió a hablar Murakibara limpiando el camino de baba que había en su rostro –Le diré que alguien quiere verlo, pero mejor vengan mañana.

 —¿No puede ser ahora? –Preguntó desesperado Shintarou del comportamiento infantil del más alto.

 Atsushi se molestó por eso, no le gustaba que la gente insistiera tanto, teniendo como excepción a Seijuuroi, pero porque él era su Rey. Perdiendo la paciencia, ya que él quería volver a la cama con su pareja, miró de arriba a la los dos visitantes diciendo –Dije, mejor vengan mañana –Dicho esto, cerró con fuerza, dejando al megane con las palabras en la boca y a Takao con una sonrisa nerviosa con ganas de huir de allí.  

 

 Despertó de golpe, abriendo los ojos mirando el techo blanco. Quería creer que la noche anterior había sido un mal sueño, miró a su lado y suspiró aliviado al no ver cuerpo alguno. Con pereza de levantó miró el desastre que era el cuarto en ese momento. Tal parecía, el rubio se había ido. Se dispuso a vestirse para ordenar todo, pero el timbre sonó. Nervioso, Aomine recordó que iba a almorzar con su pareja, decidió cambiarse rápidamente y cerrando la puerta de su cuarto corrió a abrir. La tímida sonrisa de su pareja lo hizo sentir mal, pues a pesar del contexto, le había sido infiel.

 —Buenos días, Daiki –Sakurai lo saludó desde la puerta, esperando que el moreno lo dejara pasar –¿Te sientes bien? –Preguntó preocupado al ver que su novio parecía distraído.

 —S-sí, lo siento – Se disculpó de inmediato dejando entrar al castaño -¿Qué te gustaría almorzar?

 Ryo no llegó a responder, una tercera voz interrumpió a la pareja. Kise acababa de salir del baño, al parecer había tomado un baño y llevaba una de las camisas de Aomine, la cual apenas cubría su trasero –¡Buenos días, Aominecchi!

 —¿D-Daiki? –El castaño miró a su pareja confundido, con miedo, y en el fondo enojado. Bien sabía que esa prenda que usaba el blondo era de Aomine.

 —¡Quiero que te vayas! –Gritó con furia el moreno, cansando del rubio, que no paraba de mirarlo con una sonrisa divertida -¡Llamaré a la policía!

 —¿Con este celular? – Preguntó sin dejar de sonreír Kise, jugando con un teléfono que estaba en una de sus manos.

 Asustado al ver que era en efecto su celular, miró de reojo a Sakurai que lentamente sacaba su teléfono de un bolsillo de sus pantalones. Pero al estar distraído ignoró la presencia del rubio que había desaparecido de delante de sus ojos –Llama a la policía, Ryo –Masculló entre dientes dirigiendo su atención a su pareja.

 —¿P-pero por qué él está aquí? –Preguntó temblando acunando su celular, los dedos le temblaban y sentía que estaba a punto de llorar.

 —¡Porque se metió en mi casa, Ryo! –Aomine estaba exaltado, masajeando con fuerza sus sienes. Le arrebató el teléfono a su novio para dignarse a marcar, pero algo lo detuvo, una punzada de dolor en su hombro derecho lo paralizó. Volteó, encontrándose nuevamente con Ryouta, que tenía una enorme cuchilla de cocina.

 —Dame eso, Aominecchi –Dijo con una voz suave, extendiendo la mano libre, esperando el aparato. Resignado, Daiki se lo entregó sin decir nada, aceptando que ese chico era peligroso –Gracias.

—N-no lo mates –Murmuró asustado el pequeño castaño, sintiendo que unas finas lágrimas caían por sus mejillas.

 —Jamás haría eso –Respondió con el ceño fruncido mientras miraba a Sakurai. De improvisto empujó al moreno y se abalanzó contra el menor con cuchillo en mano. Quedó encima del castaño, amenazando con la cuchilla al ras del cuello de éste –Yo amo a Aominecchi, pero tú eres quien me molesta.

 —¡Suéltalo! –Gritó alterado a punto de acercarse para sacarlo de encima, pero Kise no iba a soltar el mango del cuchillo, que ya rozaba con temar el pálido cuello de Ryo. Sin saber qué hacer, miró hacia todos lados, no tenía teléfono fijo, y ese psicópata podría matar a su pareja sin cuidado.

 —Te amo demasiado, Aominecchi –Dijo con una sonrisa forzada sin atreverse a solar el arma, la presión, le produjo un pequeño tajo a la asustada víctima, y esa fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de Daiki –¡Voy a hacer lo necesario para que seas sólo mío!

 El moreno no quería hacerlo, no debía, pero la situación y la adrenalina se apoderaron de su cuerpo. Simplemente hizo uso a algo que creyó jamás usar, el arma que le había regalado su padre sólo era para protegerse, a él y a sus seres queridos,  pero de verdad que no quería usarla. Sin mirar, apenas rozando los rubios cabellos con la punta, soltó el gatillo. El estridente sonido invadió por unas milésimas de segundos la casa, dando lugar a un silencio aterrador.

 Cubriéndose la boca con ambas manos, vio el cuerpo de Ryouta que estaba inerte sobre él. Sakurai tenía miedo de moverse, de que volviera a atacarlo, ni siquiera la sangre en el suelo lo convencía. Vio cuando Aomine tiró el arma lejos, como si ésta quemara o le produjera nauseas.

 —¿Estás bien? –Murmuró ayudando a Ryo a pararse procurando de que la herida de su cuello sólo era superficial.

 Temeroso asintió, abrazando con fuerzas a su pareja. Ambos, ya que Sakurai estaba involucrado, habían asesinado a otro chico de su misma edad ¿Qué harían ellos ahora?

Notas finales:

 Bueno, seguro ahora voy a recibir varios RW mandándome al infierno, pero me lo banco xD

 Quería decir que estoy pensando escribir un fanfic nuevo, que tenga de protagonista a Hanamiya Makoto (amo este personaje, y no sé si más que Murasakibara) espero que les interese y me apoyen. Ahí no voy a matar a nadie. 

 Baah, juro que odio cuando matan personajes en los fanfics, pero me convertí en uno de ellos, me odio y no lo puedo ni quiero evitar jajajaja

 Muchas gracias por los RW! Perdón si no los respondo, es que tengo una migraña terrible y lo único en lo que pensaba era "tengo que terminar este capitulo! " Muchos Saludos! Son gente muy linda! 

 By Selmo

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).