Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El Rey y su perro por samuesselmo

[Reviews - 57]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 Tengo que decir que éste sería el final, peeeero, en el proximo y último estará la conclusión de la historia!

 En la mayoria de los capitulos conseguí ese suspenso que los atrapaba y eso me hace feliz, ya que era el objetivo. Espero no les disgueste... Sé que no es tan genial y lleno de acción, pero en el proximo se quedaran patas para arriba (?) xD

 Aquí el capitulo:

 Estiró manos y piernas sobre la cama que yacía acostado, bostezando energéticamente. Con un poco de pereza despeinó sus rojos cabellos. Había dormido una larga siesta con su pareja, pero Atsushi no estaba a su lado. Palpó el lado del ausente, pero las sábanas no estaban tibias. Se habría levantado antes. Se puso de pie para vestirse con una camisa y calzarse unas simples pantuflas para salir de su cuarto.

 A pequeños pasos recorrió el pasillo, encontrándose un agitado Kuroko. Aparentemente había llegado corriendo y subiendo las escaleras -¡Akashi-kun! –Lo nombró recuperando el aire –Hace unos minutos escuché un rumor.

 —¿Qué cosa? –Analítico observó de arriba al peli celeste.

 —Dijo Taiga que Aomine-kun fue detenido por la policía – Comentó una vez recuperado el aliento.

 Sin más, Seijuurou comenzó a reír a carcajadas agarrándose el estómago. La risa asustó a Tetsuya, que retrocedió nervioso sin saber dónde mirar. En eso aparece Murasakibara, que al ver a su pareja se preocupó, era realmente un acontecimiento verlo así -¿Estás bien, Aka-chin? –Preguntó tomando sus manos.

 —¡Estoy muy feliz! –Exclamó sonriendo –Estoy tan feliz que quiero bailar contigo, Atsushi – De igual forma, el de ojos bi color tomó las manos de su pareja y movía de un lado a otro de forma rítmica.

 —¿Por qué estás feliz? –Preguntó dejándose hacer por el pelirrojo.

 —¿Sabes por qué se llevaron a Daiki? –Preguntó curioso soltando las manos ajenas para concentrarse en los ojos azules.

 —C-creo que él asesinó a alguien… -Kuroko bajó la cabeza, lo dicho era un tema delicado y en el fondo, esperaba que sólo se tratase de un simple rumor.

 —Ryouta –Murmuró para sí mismo sonriendo victorioso –Un simple peón puede ponerte en aprietos.

 Nuevamente se echó a reír, dejando de lado a los otros dos que no comprendían lo que pasaba por la mente del Rey. Luego de ello, Kuroko se retiró saludando al más alto, pues tenía una cita con Kagami quien no lo esperaba afuera.

 La tarde transcurrió tranquila, pero su Majestad no paraba de ver el tablero de ajedrez que tenía frente a sus ojos. Resignado, Murasakibara decidió dejarlo solo, caminando por la mansión hundido en sus pensamientos. Amaba a Akashi, pero siempre había soñado con que volvía a razonar. Sabía que pasaban cosas malas, y él estaba involucrado en todo eso. Sin embargo, a pesar de sus acciones, no lograba que el pelirrojo dejara de lado ese juego peligroso.

 Hubiese continuado pensando en eso en lo que quedaba de la tarde, pero unos cabellos azabaches le llamaron la atención. Parecía un pequeño ratón que metía sus narices en donde no debía para buscar comida -¡¿Quién eres tú?! – Preguntó gritando casi corriendo hasta el chico. Y su furia aumentó al ver que era el azabache de esa mañana -¡Les dije muy claro que podía ver a Aka-chin mañana!

 Takao, al ver que el titán se abalanzaba abierto de brazos para atraparlo, logró escabullirse con algunas lágrimas en los ojos del miedo, corriendo escaleras arriba. Pensaba en que hubiese sido una mejor idea quedarse en casa. Se relajó contra la puerta al dejar de escuchar los pasos del gigante, pero al levantar la vista, se encontró con otra persona.

 —¿Quién eres? –Preguntó con malicia Akashi acercándose al azabache.

 —T-Takao Kazunari –Vaciló por un momento al ver las torneadas piernas desnudas del pelirrojo que estaba frente a él -¿Tú eres Akashi?

 —Soy el Rey, Akashi Seijuurou –Respondió con orgullo analizando a Takao. Éste lo miró asustado, su miedo a los “locos” estaba empezando a jugarle una mala pasada.

 Mientras tanto afuera del cuarto, Atsushi estaba frente a frente a un peli verde. El más alto tenía ganas de aplastarlo, pero la voz y las palabras del otro contuvieron su ira. Con interés escuchó lo que quería. Esa persona conocía a su Aka-chin y quería llevarlo consigo para internarlo. Por un lado, no quería romper su promesa con Seijuurou, pero tampoco quería seguir viéndolo así. Un fuerte grito se escuchó en el piso de arriba, Kazunari corrió escaleras abajo con los ojos acuosos, en su brazo derecho había un profundo corte por donde brotaba sangre.

 La última vez que Murasakibara había visto sangre, fue en el accidente de su pareja. Miraba aterrado el brazo del azabache, hasta que los pasos del pelirrojo lo distrajeron y llamaron su atención. El Rey seguía con poca ropa, pero eso no importaba, pues tenía una divertida sonrisa con un par de tijeras en las manos, éstas estaban manchadas de un rojo intenso.

 —¿Aka-chin? –Lo que temía Atsushi estaba frente a sus ojos. Lo último que quería era eso, a pasos lentos se le acercó y con cuidado, sacándole las tijeras de encima, abrazó el cuerpo del menor. Pudo sentir el temblor de éste y el rápido latir de su corazón.

 —Quiero que esas personas se vayan – Declaró estrujando su propia camisa, mirando a Midorima a los ojos, como si eso fuera lo suficiente como para matarlo.

 —Ellos te pueden ayudar, Aka-chin –Se limitó a decir el peli lila acariciando las blancas mejillas del pelirrojo.

 —¡No necesito ayuda! –Gritó separándose -¡¿Me quieres abandonar?! ¡Vas a romper tu promesa!

 —No, Aka-chin –Nuevamente, lo apresó entre sus brazos, intentando inútilmente de calmar a su pareja alterada –Sólo quiero que te cures. Y cuando eso pase, estaremos los dos juntos.

 —¡N o estoy enfermo! –Volvió a gritar Akashi intentando golpear a Atsushi.

 —Pueden entrar –Ordenó Midorima ignorando los gritos del pelirrojo. Tras decir ello, entraron un par de enfermeros con un equipo, uno de ellos tenía una aguja entre dedos. Mientras que el otro se encargó del brazo de Takao.

 —¡No! –Exclamó al ver que el de la aguja acercarse -¡Atsushi, ayúdame! ¡No quiero que me lleven! – Aunque le dolía ver el rostro lloroso de Seijuurou, Murasakibara lo sostuvo con cuidado, dejando que el enfermo le aplicara el sedante –¡Por favor, Atsushi!

 —Lo siento, Aka-chin –Le susurró sintiendo inmensas ganas de llorar –Te amo y te nos veremos todos los días –O eso quería creer el peli lila.

 Al tener pocas fuerzas el pelirrojo, lo llevaron hasta una gran camioneta –¡Soy el Rey! ¡Exijo que me suelten! ¡Atsushi!

 El mayor sólo lo vio alejarse, con lágrimas corriendo por sus ojos –Te amo, Aka-chin –Murmuró. No sabía cuánto tiempo debía esperar para volver a verlo, pero siempre iba a pensar en él, aunque eso le tomara años, Murasakibara lo esperaría hasta el fin del mundo, como el fiel guardián que era.

Notas finales:

 Muchas gracias por leer y por comentar! Saludos! 

 Luego de este voy a empezar un nuevo fanfic que va a tener de protagonista a Hanamiya (Amo a ese personaje! no sé si, los habrás leido mis otros fics, se darán cuenta.. xD )

 Pero antes que eso, bueno, le doy un día más a este fanfic que hice hace un par de días: 

LOS CINCO GUARDIANES

 Si veo que no pasa gran cosa... qué se le va a hacer xD

 Muchos saludos a todos! Espero les haya gustado el capitulo!

 By Selmo


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).