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El Rey y su perro por samuesselmo

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Notas del capitulo:

Hola a todos! Primero que nada, quiero agradecerle a la gente que siguió el fanfic y comentó como lo lindos que son! 

 Lo pensé mucho al final, y bueno, ésto es lo que quedó... Espero les guste :DD

Habían pasado tres años de la muerte de Kise, y Kasamatsu lo visitaba en el cementerio cada mes. La noticia le había caído fatal, el hecho de que su mejor amigo fuera asesinado no era del todo agradable. De alguna manera, Yukio se sentía culpable, pensando cada noche que tuvo que haberlo ayudado, que debía haberlo detenido y se arrepentía de que su último momento juntos fue en una fuerte discusión.

 Cambió las flores por unas nuevas, eran narcisos, le recordaban a Ryouta. Las dejó elegantemente sobre la piedra e hizo una reverencia en forma de saludo –Incluso en el funeral te veías hermoso, Kise –Murmuró sonriendo para salir del cementerio.

 Afuera lo esperaba su pareja, Okamura nunca se separó del azabache, y siempre estaba para consolarlo. Ambos iban a ala universidad juntos, y convivían juntos. Sentían amor mutuo y caminaban de la mano donde sea. Al ver a su pareja, tomó la delicada mano de ésta y la besó.

 —¿Quieres ir a casa? –Preguntó al ver el semblante triste de Kasamatsu.

 —Primero hay que hacer las compras –Respondió intentando sonreír.

 —¿Qué le gustaría cenar a esta lindura? – Habló divertido Kenichi, provocándole un sonrojo al menor.

 —¡N-no digas esas cosas! –Avergonzado y apenado de cubrió el rostro, pero casi de inmediato besó la mejilla de Okamura para salir corriendo -¡No te quedes atrás!

 El mayor lo siguió riendo, le agradaba hacerlo feliz y sacarle una sonrisa. Los dos se amaban y se apoyaban. Inclusive esa noche, el más alto iba a pedir que se casaran, pero eso era otra historia.

 

 Sakurai miraba los azules ojos que estaban detrás de ese grueso cristal. Después de ese terrible incidente, Aomine fue detenido por la policía, pero tan sólo faltaba un mes para que el moreno saliera de esa prisión. Ryo lo visitaba casi todos los días, y debes en cuando le daba algún dulce que él mismo preparaba. Al castaño le dolía verlo así, pero por otro lado se alegraba que estuviera a pocos días de salir.

 —Pronto estaremos juntos –Dijo el moreno para tranquilizar a su pareja, apoyando una de sus manos contra el vidrio.

 —Te extraño mucho –Declaró apoyando igualmente su pequeña mano contra el vidrio.

 —Te amo –Dijeron a la par para luego sonreírse.

 

 —Kagami-kun, ya llegué – Anunció Kuroko entrando al departamento que alquilaban juntos. El peli celeste casi terminaba sus estudios universitarios para ser maestro de nivel primario. Mientras que Taiga estaba a pocos días de comenzar a trabajar como voluntario en la estación de bomberos. Éste siempre se encargaba de la comida en la casa y esperaba a su pareja.

 —¿Cómo te fue? –Preguntó besando con dulces labios del menor.

 —Bien –Se limitó a responder dejando su saco sobre el sofá. Nuevamente estaba recordando lo de hacía un par de años. Aquella experiencia de ser “niñera” de un psicópata no era algo fácil de olvidar.

 —Aomine saldrá de prisión pronto –Comentó colocando los platos con comida sobre la mesa.

 Tetsuya prefirió no decir nada, simplemente para no ofender al mejor amigo de su novio, pero de verdad le daba miedo. Ese moreno había asesinado hace un par de años a alguien de su misma edad.

 —A comer –Dijo sentándose en la mesa esperando al menor. Éste pensativo se sentó a su lado, pero un beso en la sien  de parte del pelirrojo lo distrajo –Deja de pensar tanto.

 Con las mejillas sonrojadas asintió. Sin dudas, para su pareja, él era muy transparente, un libro abierto –Te protegeré de cualquier cosa que te pueda hacer daño –Había agregado en un susurro.

 

 —¿Estás seguro? –Preguntó un preocupado Takao a su pareja. Aunque ambos estaban estudiando medicina, el azabache había decido ser enfermero, mientras que Midorima tenía pensado ser un excelente psiquiatra al igual que su padre.

 —Yo lo vi bien, y si mi padre dice que sí, entonces es si –Respondió seguro desde su estudio donde leía atentamente un libro.

 —Siento que tres años no son suficientes –Agregó Kazunari apoyando sus manos sobre el escritorio, distrayendo por completo al peli verde de su lectura.

 —Akashi está completamente sano –Volvió a insitir dejando el libro de lado –Deja de preocuparte tanto –Dijo para luego besar castamente los labios ajenos.

 

 Había ido a buscar a su Aka-chin, estaba emocionado, nervioso y feliz de volver a verlo. En esos últimos años no lo había podido visitar mucho como él esperaba. Sintió que se le paralizó el corazón cuando lo vio, no había cambiado en nada. No, si había cambiado, sus ojos hacían la diferencia. Podía sentir la tranquilidad que le daban esos hermosos ojos bi color.

 —Atsushi –Dijo sereno abrazando el cuerpo alto de su pareja. El tacto era calmo, sólo podía sonreír de felicidad al abrazar ese pequeño cuerpo que esperó por años –Te extrañé.

 —Yo también, Aka-chin – El sonido de su voz era el ideal, como siempre, Akashi no titubeaba, y podía apreciar la paz que irradiaba. Murakibara ya tenía todos los datos y notas que tenía que tener en cuenta por si había nuevas “complicaciones” con Seijuurou, pero después de verlo así, creía jamás utilizar esa información.

 Luego de un largo paseo por la ciudad, se dirigieron a la mansión, ésta seguía igual que siempre. Habían tenido una linda velada con una romántica cena, bajo la tenue luz de las velas. Atsushi no quiso preguntar sobre su “estadía” en el psiquiátrico, incluso la palabra le daba escalofríos. Ambos se fueron a acostar temprano, y una cosa los había llevado a otra. Sus cuerpos se extrañaban, cada roce los hacía gemir y jadear el nombre del otro. Con pasión se besaron, acariciándose para aumentar el contacto y poco a poco sus ropas fueron sobrando.

 —Te extrañé demasiado, Atsushi –Murmuró contra el oído del peli lila moviendo sus caderas para intentar volver más profundas el vaivén que había entre los dos.

 —Yo también te extrañé, Aka-chin –Suspiró cerrando los ojos, queriendo sentir más el exquisito calor que había en el interior del pelirrojo.

 —Atsushi… -Suspiró, besando el cuello del más alto. Sin embargo, una de sus manos se dirigió hasta la punta del colchón. En esa cama había dos y de entre medio de ellos sacó un par de  grandes y filosas tijeras de acero –Me traicionaste, Atsushi… -Volvió a susurrar, tensando un poco el cuerpo de Murasakibara.

 —¿Qué…? –Ni siquiera logró terminar la pregunta, y apenas lo había visto. Tan sólo sentía un fuerte dolor punzante en su pecho, cada latido ardía más. Con miedo y angustia vio el pequeño cuerpo del pelirrojo. Su rostro no era el de antes, era peor, decorado con una temible y maliciosa sonrisa. Recorrió con la vista cada centímetro del cuerpo de Akashi, apretando con fuerza las sábanas que poco a poco se iban tiñendo con el color de su sangre. Llegó hasta las manos del menor, que sostenían firmemente las tijeras clavadas profundamente en su pecho.

 —No te preocupes, Atsushi –Volvió a jadear Seijuurou limpiando el hilo de sangre que corría por las comisuras del mayor –Te amo, y pronto estaremos juntos para siempre… - Después de eso todo fue oscuridad para el peli lila, quedando inerte sobre la cama.

 Sin dejar de aflojar ni un poco su sonrisa, Akashi sacó las tijeras que yacían incrustadas en su pecho. Con decisión, llevó el filo de las tijeras a su blanco cuello, que en sólo unas milésimas de segundos, con un profundo corte, pintó todo con la más oscura sangre. Cayó inevitablemente sobre el herido pecho de su pareja, dejando caer al instante las sucias tijeras al suelo.

 “… pronto estaremos juntos para siempre…”

Notas finales:

 *Prepara un escudo mágico contra lágrimas* (?) Nah, bueno, cualquiero reclamo u opinión va dirigida a mi mente, que fue la que creó todo esto... 

 De nuevo, gracias a todos por leer les agradezco de corazón sus RW, porque sin ellos yo me atrevería a seguir escribiendo..

 La verdad, es la primera vez que "asesino" personajes oficiales de algún anime (si mal no recuerdo...) Así que espero que no me maten a mi... 

 Muchisimas gracias a todos por todo! Les mando un apretón de manos! *no le gustan los abrazos* Nos leeremos en el proximo Fanfics que haga, seguro es pronto, porque me agarra la nostalgia y necesito escribirles! 

 By Selmo 


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