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El Rey y su perro por samuesselmo

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Notas del capitulo:

 Muchas gracias a todos por los comentarios! Me hace feliz leerlos <3

 Aquí está el nuevo capitulo y es donde empieza a tomar más forma la trama, en especial en el proximo episodio! 

 Pero, no quiero molestar mas... Aquí está! 

 Seijuurou se sentía satisfecho. Todos en Yosen hablaban sobre la “misteriosa” fiesta de ese fin de semana. Algunos discutían sobre qué disfraz llevar, otros no estaban muy seguros de ir debido al anonimato de las invitaciones. Pero la mayoría, y de eso estaba seguro Akashi, era que iban a estar presentes esa noche. Incluso Atsushi estaba muy emocionado, y eso ponía feliz al pelirrojo. Sin embargo, había algo que le molestaba de sobre manera, y ese algo, era Himuro. Estaba harto de ver que ese azabache devoraba con la mirada a su guardián, a pesar de que ya se lo había advertido muy claro.

 Ahora estaban en el descanso, caminaron a través de los demás alumnos. Tal parecía ser que el tema de la semana era la fiesta. Pero Akashi sentía que no estaría tranquilo hasta sacar del juego a Tatsuya. Luego de pensar minuciosamente su “estrategia”, sonrió con malicia al ver a Lui y a Okamura, sin rastros de Himuro alrededor de ellos dos. Con un paso firme se acercó al par, y habló en privado, sin la presencia de Murasakibara. Ahora tenía en su juego a dos caballos más.

 En la salida, Akashi y Murasakibara caminaban de la mano. Tenían pensado realizar unas últimas compras para antes de la fiesta, pero los jugadores de basket de su preparatoria los esperaban en una esquina.

 —Parece que aceptaron –Comentó Akashi orgulloso. Se giró para ver a Atsushi, con una cara que pocas veces mostraba dijo –Atsushi, dejé mi carpeta debajo del banco ¿Podrías traérmelo?

 El más alto lo miró confundido, pero como fiel sirviente asintió y corrió de vuelta a la escuela. Al ver que Murasakibara se alejaba, volvió a prestarle atención al otro par y cambió la expresión de rostro por una más seria que podía causarle escalofríos a cualquiera. Caminó con en el medio de los más altos y se dirigieron a un callejón. Reinaba el silencio, de no ser porque la voz de Himuro retumbó contra las altas paredes.

 —¿Para qué querías verme Kenichi? –Preguntó agitado. Había llegado corriendo luego de ver el mensaje del mayor. Le pareció de lo más extraño el punto de encuentro, y lo fue aún más al ver ahí al pelirrojo con el ceño fruncido -¿Qué está pasando? –Ahora estaba nervioso, observaba con miedo el rostro serio de los que creía que eran sus amigos y compañeros. De repente, el chasquido de dedos de Akashi lo hizo reaccionar, pero no logró correr a tiempo. Los más grandes lo tenían sujetados por los brazos, y ahora estaba inmovilizado en el suelo.

 El de ojos bi color admiraba la expresión de pánico de Himuro, casi podía empezar a carcajear, pero no estaba para eso –Liu, encárgate –Ordenó firmemente, sin quitarle la vista de encima al azabache, que inútilmente trataba de zafarse.

 El chino atacó con lamidas y chupones el blanco cuello de Himuro, haciéndolo saltar y gritar -¡Liu! ¡¿Por qué…?! – Entretenido, el extranjero no respondió y siguió mordiendo la piel expuesta. Mientras que Okamura se encarga de sujetar con fuerza el alterado cuerpo, además de mirar algo celoso la “tarea” que debía hacer su compañero.

 —Es maravilloso lo que puede llegar a hacer un Rey para tener la aprobación de su pueblo –Habló Akashi mirando desinteresadamente sus uñas.

 —¡¿Por qué haces esto?! –Gritó Tatsuya mirando con lágrimas en los ojos al pelirrojo, y apretó la mandíbula al sentir que Wei había llegado a uno de sus pezones.

 —Te había advertido que no te metieras conmigo, y continuaste mirando a Atsushi con lujuria –Contestó escupiendo sus palabras mientras se acercaba al rostro sonrojado del azabache –Y ellos son testigos –Refiriéndose a los mayores. Tras decir eso se acercó a su oído y le habló en susurros.

 Rendido se puso a llorar, relajando sus músculos. Mirando fijamente el suelo, esperando a que toda esa tortura terminase, pero nuevamente la voz de Akashi le hizo temblar -¿Te quedó claro? –Sacó un par de filosas y grandes tijeras de su bolso y las acercó peligrosamente al fino rostro. Sin piedad, tomó uno por uno mechones al azar y empezó a cortar. Himuro se sentía humillado, pero no podía evitar por miedo -¿Cómo se dice?

 —S-sí, mi Rey –Tartamudeó derrotado. Otra vez se escuchó el chasquido de dedos del menor, y los más altos se alejaron del chico del lunar. Se fueron y dejaron el cuerpo de Himuro que sufría espasmos por el llanto, abrazándose a sí mismo.

 Apenas vio a Murasakibara corrió a abrazarlo, sorprendiéndolo un poco, pero aun así aceptó el amoroso abrazo –¿Vamos a comprar mi nueva capa? –Ahí estaba otra vez, esa cara inocente que le impedía decir que no a Atsushi. Con gusto aceptó, se despidieron de los mayores y continuaron su camino. Como si nada hubiese pasado.

 —Perdón si tardé mucho, Aka-chin –Se disculpó arrepentido de haber tardado tanto en ir y venir. Resultaba que ya estaban cerrando el colegio y a toda velocidad tenía que encontrar el objeto perdido de su Majestad, pero finalmente lo recuperó y ahora estaba en su mochila.

 —No hay cuidado –Respondió cautivado por la amable personalidad de su fiel caballero. Una vez hechas las compras que hacían falta y el sol ya estaba oculto, decidieron volver por una zona transitada. Había mucha gente yendo y viniendo, entrando y saliendo de las iluminadas tiendas, hasta que los pensamientos de ambos fueron interrumpidos por una ruidosa voz. Se giraron y sus ojos se toparon un azabache de baja estatura, correteando delante de un peli verde.

 —¡Soy Shin-chan! –Canturreó Kazunari Takao, llevando puestos los lentes del mayor que iba detrás de él.

 —¡Takao, dame los lentes! –Gritó Midorima Shintarou tanteando con sus manos el aire, ya que era un topo si no tenía encima sus anteojos. Cuando logró arrebatárselos se los colocó y miró a su alrededor. Pudo jurar que había visto a una persona que conocía de hace mucho. Sin embargo, perdió el rastro entre tanta gente, además de que, otra vez, la voz del azabache lo distrajo.

 —Shin-chan, vamos a casa –Dijo animado el menor tomando las manos de su pareja -¡Pero bailando!

 —¡Takao! –Volvió a bufar molesto intentado apartar inútilmente el azabache. En esos momentos, se estaba arrepintiendo de haber entrado a esas clases de danza con su novio.

 

 Apenas salió de la ducha abrió su computadora, y mientras secaba su cabello con una toalla notó que tenía un mensaje de Kise. Con pereza lo abrió y decía –¡El viernes salimos, lleva una máscara! –Confundido, Kasamatsu le respondió con un signo de interrogación, y el rubio, como un rayo, contestó enseguida –¡Hay una fiesta secreta en una mansión! ¡Todo Yosen estará allí!

 El mayor pensó en los pros y los contras, pero con Ryouta nada bueno podía salir. Iba a responder que no, pero apenas puso las manos en el teclado saltó un nuevo mensaje del rubio –Estará el chico extranjero…

 Suspiró cansado y rodeando los ojos negó que le gustara esa persona. Ya harto de las insistencias, cerró su portátil y se concentró en vestirse para ir a dormir. Apagó las luces y se dispuso a descansar, pero debía admitir que ahora, pensaba en esa “fiesta secreta” –Si Kise lo sabe no sé hasta cuándo dudará el secreto… -Murmuró cerrando los ojos. 

Notas finales:

 Espero les haya gustado el episodio! 

 Si tienen dudas diganme, por favor! Perdón si tengo faltas de ortografía, solamente soy una persona la que escribe xD Ojalá tuviera editores (?) 

 Acepto cualquier clase de comentarios, quejas, sugerencias, todo será aceptado y me ayudan mucho!

 Saludos!

By Selmo

P.D. ¿Qué edad tienen? Yo 17, soy una pervertida (?)

 No piensen mal, quiero conocer a la gente que me lee :/ Pero ustedes contesten si quieren...


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