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El Rey y su perro por samuesselmo

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Notas del capitulo:

 Fueron pocos los capitulos... porai porque traté mal a Himuro... al menos no lo maté, porque admito que lo tenía pensado xD

 Espero que les guste el capitulo!

 Los gritos y gemidos se escuchaban hasta la sala, y Kuroko, nervioso y a pasos lentos fue hasta donde provenían estos sugerentes sonidos. Provenían del cuarto de su “amo”, miró hacia ambos lados y las sirvientas que preparaban el salón no parecían inmutarse por ello. Con lentitud abrió la puerta, asomando su cabeza para observar una escena bastante impactante. Era la primera vez que veía algo como eso. El pelirrojo estaba con las manos en la pared, arqueando su espalda al sentir el apretado corsé blanco siendo ajustado por su guarda espalda.

 —¡No uses tanta fuerza, Atsushi! –Exclamó con las mejillas sonrojadas el de ojos bi color. Pero al ver a el peliceleste, apartó a su pareja para recuperar el aire, y así poder regañar al más bajo –Llegas tarde, Tetsuya.

 Expectante y sonrojado veía la perfecta figura que podía llegar a tener su Rey, además de que ese corsé le sentaba de maravilla –Y-yo… lo siento –Se disculpó quitándole la vista de encima para mirar el suelo -¿P-por qué usa corsé, Akashi-kun?

 —Soy el Rey, y debo mostrarme sublime ante todos –Respondió alzando el mentón, mientras buscaba entre la cantidad de ropa que había en la gran cama una prenda –Atsushi, ponle esto –Ordenó, extendiéndole otro corsé color celeste a Murasakibara. Fielmente se acercó al menor y a la fuerza comenzó a desnudarlo.

Después de varios forcejeos y quejas de Kuroko, él estaba en el medio del cuarto, abrazándose a sí mismo de la vergüenza. Mirando de reojo como el pelirrojo era vestido con ropa elegante por el mayor. Mientras que él debía estar semi desnudo temblando de frio a la espera de su turno, el corsé apretaba demasiado y memorizó que lo mejor era no hacer enfadar al titán que lo vistió, tenía una gran de fuerza bruta, debía admitirlo.

 Seijuurou ahora tenía puesto un traje soberbio color rojo y negro, que junto a la capa y su nueva corona parecía impotente. Porque a pesar de que esa corona no era de un metal precioso, reflejaba el brillo metálico. Parecía verdaderamente un Rey. Kuroko lo miró asustado al sentir los ojos bi color sobre él, pues ahora debía vestirse él.

 —Ponle el uniforme –Volvió a ordenar Akashi dirigiéndose a la puerta para salir. A penas se escuchó la puerta cerrarse, Murasakibara tomó del brazo al peli celeste para vestirlo, nuevamente, a la fuerza.

 La noche llegó rápido, el salón era iluminado claramente por la araña que colgaba en el medio de ella. Los chicos fueron llegando a la mansión, todos con alguna máscara o disfraz, entrando de forma dudosa a la casona. En lo alto de las escaleras estaba sentado en su trono el pelirrojo, sonriendo ladinamente a los presentes que lo miraban confundidos. Akashi llevaba también una máscara que resaltaba sus elegantes ojos –Bienvenidos a mi gran castillo –Anunció en voz alta a todos cruzándose de piernas –Espero que disfruten –Agregó chasqueando los dedos. Al hacerlo, las luces se fueron y comenzó a sonar una sonora música. El salón otra vez fue iluminado por luces de colores que se movían al compás de la música electrónica que era controlada por un rubio animado. Seijuurou había contratado a uno de sus vecinos de toda la vida, Kotarou Hayama para ser el dj de la fiesta.

 Sin poder evitarlo, toda la gente empezó a gritar y a saltar emocionados. Todos eran adolescentes, y no estaba de más para ellos relajarse, tomar, bailar y hablar con sus amigos. La fiesta se había animado mucha, tanta que la música se escucha desde afuera.

 En la puerta, Kosuke Wakamatsu recibía las invitaciones, ya que sin ellas no podía entrar nadie. Era el guarda de la puerta y decía quién entraba y quién salía. Y Kise y Kasamatsu observaban de lejos todo. El azabache se dejó llevar y acompañó a su amigo, pero no sabía que para entrar debían tener una especie de invitación, no sabía que era privada.

 Miró molesto al rubio y gritó -¡Kise, hay que tener una entrada! ¡Dijiste que nos invitaron! – Pero las palabras que dijo las tuvo que volver a guardar en su boca, porque Ryouta sacó de su bolsillo un par de tarjetas -¿Cómo…?

 —Tengo mis contactos… -Respondió orgulloso acomodándose su antifaz azul. Era fácil para Kise conseguir información  para ciertas cosas, y más cuando se acuesta con medio mundo. Era lo que más le molestaba al mayor, su mejor amigo siempre hacía de las suyas con un simple revolcón, pero tal parecía ser que era vez fueron dos.

 Con disgusto le arrebató una de las tarjetas diciendo –Eres un pervertido –Pero hicieron de las suyas y entraron al salón sin problemas. Ambos se sorprendieron al ver la cantidad de gente que había allí, aunque era normal, después de todo era casi todo Yosen.

 —¡Mira! ¡El chico que te gusta! –Exclamó Ryouta tirando de la ropa al azabache mientras señalaba sin vergüenza a Wei Liu que estaba cerca de la escalera junto a Okamura. Yukio le dio un  fuerte codazo apartándose del rubio.

 —¡Te dije que no me gusta! –Negó ya cabreado. Recibiendo por parte de su amigo una sonrisa pervertida.

 —Entonces, no te molestará si me lo quedo yo ¿verdad?

 Kasamatsu rodeó los ojos, diciendo con eso que le importaba poca cosa. Ante esto, el rubio desapareció entre la gente. Soltó un suspiro y se caminó hasta las mesas que tenían comida y se entretuvo allí escuchando la buena música. Ya vería más tarde a su mejor amigo.

 Todo aquello no pasó por alto para Akashi, miraba quién entraba y sabía que ese par no estaba invitado, pero sentía curiosidad por ellos. Tal vez haría más entretenido su “juego”. Pero lo que realmente lo hizo sonreír con malicia fue ver a Aomine y a Kagami entrar despreocupados al salón.

 —No está nada mal –Admitió Daiki entrando de la mano con un pequeño castaño. Éste estaba disfrazado de gatito, gracias a las insistencias de su novio –Vamos, Ryo –Agregó tironeándole el brazos para abrazarlo de la cintura.

 Kagami sólo miraba hacia todos lados con la esperanza de encontrarse con el chico de ojos zafiro que había robado su corazón. Pero la voz bronca de su mejor amigo lo distrajo.

 —Iré a buscar un lugar para tener sexo con Ryo –Comentó como si nada.

 —¿Vienes a una fiesta a follar con tu novio? –Preguntó arqueando una ceja, realmente preocupado por el novio castaño de su amigo que ya tenía los ojos llorosos. Taiga sabía que ese par se amaba, pero a veces no entendía las cosas que pasaban por la cabeza del peli azul.

 —¿Qué? Tú podrías hacer eso, búscate a alguien con quien pasar el rato –Dicho eso, la pareja se alejó de la mano. Todavía recordaba como Aomine había asustado a un pobre chico de Yosen para obtener una entrada para su pareja. Resignado decidió dar vueltas para ver la mansión, y de paso comer y tomar un poco.

 Se besaban con lujuria, conectando sus lenguas para iniciar una danza salvaje. Kise admitía que ese chico extranjero besaba realmente bien, y ya estaba desesperado para ir a segunda base -¿Todos en China besan como tú? –preguntó embobado mirando los profundos ojos de Liu. Pero no lo dejó contestar, pues otra vez se dispuso a atacar sus labios. Sin embargo, una persona que pasó a su lado le sacó el aliento. No sabía su nombre, y tampoco sabía que de la persona que se enamoró a primera vista era Aomine Daiki.

Notas finales:

 Les agradezco los comentarios, me ayudan mucho... No soy de pedir esto... pero si leen me gustaría que comentaran aunque sea un "NO ME GUSTÓ" Porque siento que escribo para las paredes xD

 La gente que me apoya es gente muy bonita! 

 Muchos saludos! 

 By Selmo

RW si eres una persona bonita!


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