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El Rey y su perro por samuesselmo

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Notas del capitulo:

Muy buenas mi gente bonita! (Hubo muchas esta vez!) Así que estoy muy feliz! 

 Sé que el hecho de que actualice tan seguido influye en los RW... Pero le explico. En mis primeros fanfics probé de hacer un "horario", es decir, acordar que ciertos días actualizaría, pero no me gustaba eso de que aveces no hacía tiempo o me olvidaba y no podía cumplir con el día. Ahora, me acostumbré a escribir rápido y fluido en una tarde. Además los capitulos son cortos... 

 Nada, quería aclarar eso... Espero les guste el capitulo!

 Se dirigieron a uno de los tantos cuartos de la mansión. Wen ya estaba más que harto de escuchar parlotear al rubio. No dejaba de preguntar por el nombre del moreno. El chino tironeaba de la mano ajena hasta entrar a un cuarto bastante apartado de la fiesta. Se sentó en la cama con Kise encima y continuaron los besos, pero entre ellos el chico no paraba de hablar.

 —Vamos, dime ¿Cómo se llama ese chico? –preguntó con un puchero rodeando con sus brazos el cuello del más alto. Pero volvió a responder lo mismo.

 —Tengo prohibido dar nombres – Respondió de forma monótona. El rostro del rubio se volvió deprimido, hasta que una idea se le vino a la mente. Ahora, con una sonrisa lasciva, se acercó a su cuello.

 Con un suave susurro dijo –Me lo dirás por las buenas o por las malas… - Tras esa amenaza, Liu acarició las mejillas de Ryouta, hasta tocar sus delicados labios. Kise, disfrutando ello, se dejó llevar, pero un bruco movimiento lo hizo gritar. Con fuerza, el extranjero lo obligó a beber un líquido amargo sacado de una pequeña botella que guardaba entre sus pantalones. Akashi se las había dado a él y a Okamura por si “hacía falta”.

 —¡¿Qué es eso?! –Exclamó intentando sacarse el gusto de la boca, pero ya había tragado la mayor parte de eso. Se preocupó cuando empezó a ver borroso, se sentía mareado y poco a poco adormilado.

 —Una droga –Contestó encendiendo un cigarrillo – Dulces sueños –Agregó saliendo de la habitación dejando el cuerpo dormido de Kise en él.

 Entretanto, un cuerpo moreno embestía con fuerza a un castaño. Éste se sentía morir del placer, recibiendo el amor que le daba su pareja. Así era su relación, no se quejaba, ninguno de los dos era perfecto. Sabía que Aomine tenía mal genio, así que complacía todos sus caprichos. Tal vez sonaría enfermo, pero Ryo se sentía la madre de un niño mal humorado, un niño que realmente amaba.

 Era una habitación estrecha, y el sólo hecho de lo que lo hacían era “prohibido”, volvía la situación aún más excitante. Sin embargo, el gran ruido de la puerta abrirse rompía el clima del lugar. Un extraño chasquido de dedos fue suficiente para que todo se fuera por la borda. Un gigante peli lila estampó en un dos por tres a Daiki contra la pared. Lo tenía prisionero, sujetando sus manos con fuerza.

 —¡D-Daiki! –Exclamó asustado Sakurai tapándose con la chaqueta que le había dado su pareja. Lo estaban haciendo en el suelo anteriormente, por lo que se arrinconó temblando mirando al titán que estaba frente a él.

 —¡Suéltame! ¡¿Qué te pasa?! –Gritó colérico Aomine, intentó moverse, pero la fuerza que tenía Murasakibara era impresionante.

 —Me alegra ver que viniste a mi fiesta –Dijo, aparentemente feliz, Akashi entrando de forma lenta a la habitación. Miró el cuerpo del novio de Daiki, y sonrió con malicia –Kosuke, puedes pasar.

 En eso entró el guarda que estaba en la puerta. Wakamatsu sonrió mirando con lujuria al castaño y se abalanzó sobre él como si fuera su presa. Sin esperar empezó a morder y a acosar sexual el cuerpo de Sakurai. Complacido, Seijuurou volvió a hablar –Estoy esperando una disculpa, Daiki.

 —¡¿Estás loco?! –Aomine continuaba intentando zafarse de Atsushi, pero sin conseguir resultados -¡Deja a Ryo en paz!

 Murasakibara oprimió más las muñecas del moreno y se acercó a su rostro –Te sugiero que le hagas caso a Aka-chin.

 —¡¿Es por lo del juego?! –Preguntó incrédulo el moreno.

 —Kosuke, un dedo –Ordenó la voz del pelirrojo. El rubio, obediente introdujo en Sakurai uno de sus dedos para penetrarlo. Wakamatsu había sido expulsado de su escuela tiempo atrás, debido al rumor de que acosaba sexualmente a varios compañeros menores que él.

 —¡D-Daiki…! – Gimió el castaño con los ojos llorosos a su novio.

 —¡Déjalo! ¡No tiene nada que ver!

 Sus gritos fueron ignorados, y una nueva orden salió de los labios del Rey –Dos dedos –Luego de eso, los gemidos de Ryo se fueron incrementados

 Rendido, sin ganas de seguir viendo así a su pareja, soltó las palabras que quería escuchar el Rey –L-lo siento –Dijo derrotado dejando de moverse. Pero cuando volvió a escuchar la voz del pelirrojo no dudó en alterarse, y más cuando sus palabras fueron “tres dedos”.

 —Aka-chin es el Rey ahora – Murmuró Murasakibara mirando con pena al pequeño castaño que lloraba.

 —¡Lo siento! –Repitió con fuerza Aomine, agregando con eso –Mi Rey…

 Sonriente, Akashi despojó a Wakamatsu con un simple movimiento de mano. Éste se retiró relamiéndose los labios sin quitar una sonrisa perversa del rostro –Ahora quiero que te vayas.

 Caminaba por la mansión mirando a su alrededor curioso. Estaba fascinado por la antigüedad que podía llegar a tener ese lugar, pero fue hasta que su vista se cruzó con los maravillosos zafiros de los que se había enamorado. No tenía ni una duda de que ese era él, que como un niño pequeño lo observaba por detrás de una gran columna. Las mejillas sonrojadas lo hacían ver adorable, y lo fue aún más cuando salió de su escondite.

 Llevaba un ajustado traje de mucama, dejando a la vista las blancas piernas. No pudo evitar sonrojarse, el pelirrojo estaba nervioso, por fin podría entablar una conversación con esa persona. De no ser porque el peli celeste rodeó su cuello con ambos brazos, causándole un escalofríos.

 —Hola –Saludó Kagami, pero un fuerte aroma lo sofocó, provenía de esa persona y era muy tentador.

 A Akashi nada se le pasaba por alto. Kuroko había sido rociado por afrodisiaco, para “encargarse” del otro invitado especial. Ambos estaban empezando a excitarse, hasta llegar al punto en que sus cuerpos se necesitaban. A duras penas se metieron en un cuarto cualquiera y empezaron algo que probablemente al día siguiente no recordarían. 

Notas finales:

Espero les haya agradado el capitulo...

 Ya saben, cualquier duda, queja o sugerencia es bien recibida! 

 Vuelvo a repetir: No hay personajes buenos ni malos! Sólo depende del criterio de ustedes! 

 En elproximo capitulo van a quedar impaktados (?) Já!

 Muchos saludos!

 By Selmo

Rw si eres una linda persona! (Me sirvió la vez anterior, no pierdo nada intentando de vuelta!)


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