Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

NO PUEDO PERDERTE por crystalwall

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, les traigo el nuevo capítulo, en donde las consecuencias de lo que le pasó a Seiya se hacen evidentes, qué hará el castaño con este cambio de eventos?

Capítulo 5.- Solo esto me faltaba

 

Seiya fue dado de alta a los dos días y regresó a casa, como Ikky ya no estaba en Japón todo fue mas fácil para el joven castaño que en los días que siguieron se dedicó a descansar, como Saga le dijo, sus heridas no eran serias y la crema que estaba usando obró milagros en él, pero no eras esas heridas las que aún sangraban, era su alma la que estaba destrozada y lo único que quería ahora era un poco de paz y tranquilidad, nada mas…

 

Shun era el que mas pendiente estaba de Seiya, la versión oficial era que el castaño tuvo una crisis nerviosa que fue ocasionada por el estrés, entonces a Shun poco le faltaba para ponerle inciensos a Seiya en todas partes y ponerle música suave, Seiya agradecía los esfuerzos de su amigo para mantenerlo tranquilo pero lo que Shun estaba logrando era tenerlo podrido de las iras con la forma en la que lo trataba, Shun tenía las mejores intenciones pero estaba volviendo loco a Seiya poco a poco

 

Un muy buen cambio que pasó en la mansión fue que Saga llegaba de vez en cuando a la cena, con el pretexto de controlar la evolución de Seiya iba en las noches y conversaba con los chicos, a veces Docko que también vivía en Tokio lo acompañaba y de paso el pelirrojo visitaba a su antiguo aprendiz, en estas noches Saga aprovechaba para hablar a solas con Seiya, al castaño le tomó mucho tiempo pero a la final si pudo abrir su alma al mayor que lo escuchaba y aconsejaba, Saga era un hombre bastante práctico y Seiya se sentía mejor cada vez que hablaba con él, Saga solía decirle que Aioros le encargó mucho que lo cuide en su ausencia y que solo estaba cumpliendo la promesa que le hizo a su amigo pero no era cierto, a Saga le agradaba mucho Seiya, le daba profunda pena lo que este muchachito había sufrido y quería verlo bien y feliz, Seiya tenía una sonrisa muy bonita pero ahora muy pocas veces sonreía, lo último que había pasado con Ikky le pegó fuerte

 

Una de esas noches en la que Saga estaba invitado a cenar, veía muy divertido a Seiya comer una manzana tras otra, al peliazul médico le dio la impresión de que Seiya no era muy consciente que digamos de lo que estaba haciendo porque tomaba la manzana, la pelaba, la cortaba en cuatro y luego pedazo por pedazo la iba comiendo, como cuando uno come palomitas en el cine, cuando Seiya iba por la tercera manzana el peliazul preguntó:

- Cómo puedes comer esas manzanas si están verdes? –Seiya que se quedó estático, estaba masticando su manzana pero de repente se llevó una mano a la boca y corrió al baño, Shun entró en pánico y fue tras Seiya que cuando salió del baño sudaba frío, recién habían empezado las clases y Shun pensaba que tal vez con el estrés de las clases a su amigo le iba a dar una crisis como la vez pasada, pero no era eso, Shun ayudó a llegar a Seiya al sillón y fue a la cocina por un pañito para refrescar su rostro, Saga  se sentó en el sillón junto a Seiya que le hizo un espacio y le puso una mano en la frente y luego en el cuello para sentir su pulso, el corazón del castaño estaba algo acelerado pero no tenía fiebre, Seiya respiraba pero no lo hacía profundamente, era como si estuviera cansado

- Te ha pasado esto últimamente? – preguntó el médico

- No… no se que fue, ni siquiera me gustan las manzanas, solo me dio antojo

- No te gustan las manzanas?

- No… son muy ácidas pero esas estaban buenísimas

- Ajá… no te has hecho exámenes de sangre verdad? – preguntó Saga como quien no quiere la cosa

- No, para qué me iba a hacer exámenes de sangre?

- Por nada, siempre es bueno saber en qué estado está uno, te voy a dar una orden para que te los hagas mañana, pueda que tengas algún valor elevado pero no te preocupes porque considerando tu edad de tener algo no sería nada grave, pero igual quiero que me hagas caso, te haces los exámenes mañana temprano antes de que entres a clases y cuando salgas pasa por mi consultorio, que tal?

- Ok., crees que tenga algo?

- No… ya no estás tomando la medicación que te di verdad?

- No, ni siquiera acabé las pastillas que me diste la primera vez, esas cosas me dan miedo, si no puedo dormir tomo leche y me paseo por la casa hasta que me da frío, no me gustan las pastillas – dijo Seiya meneando la cabeza, eso era bueno pensó Saga considerando las posibilidades

- Muy bien, nos vemos mañana entonces pero necesito que te hagas estos exámenes está bien?

- Ok., ok., mañana voy – contestó Seiya cerrando los ojos y poniendo una mano sobre su vientre, Saga arqueó una ceja… será que?, bueno… ya mañana lo comprobaría con los exámenes

 

Al día siguiente Seiya llegó casi a las siete de la noche a la clínica y fue directo al consultorio de Saga que estaba con un paciente por lo que el castaño tuvo que esperar mas o menos unos veinte minutos en los que ojeó una de las revistas que estaban por ahí, Seiya estaba algo nervioso, no le gustaban ni los médicos ni los hospitales, por lo que cuando Saga abrió la puerta y su paciente salió el corazón de Seiya latió con mas fuerza, Saga lo hizo pasar y le señaló la silla frente a su escritorio

- Y qué tengo?, tengo algo?

- Bueno no… pero si… al verte comer esas manzanas lo pensé pero ahora lo confirmé, estás esperando un hijo Seiya

- Qué???, no no no, eso no puede ser – Seiya abrió los ojos entrando en pánico y solo meneó la cabeza enérgicamente negándolo todo

- Te has hecho pruebas de fertilidad?

- No… no pero… estás seguro? – el castaño aún no podía creerlo, esto le pasaba en el peor de los momentos

- Si, si estoy seguro, podríamos hacerte un eco para determinar de cuantas semanas estás y te puedo referir a uno de mis colegas para que controle tu embarazo – Saga hablaba lenta y pausadamente dándole tiempo al joven para que asimile la noticia pero en eso Seiya empezó a respirar agitadamente y seguía meneando la cabeza, alzó la mirada y solo decía:

- No Saga no… yo no puedo… yo… no Saga no…

- Seiya, tranquilo… respira respira respira… eso es, respira…  - el peliazul fue hasta donde estaba el castaño y se arrodilló a su lado buscando calmarlo, esta no era la primera vez que Saga veía a alguien tomar esta noticia de este modo y era lógico en este caso pensaba el mayor

- Yo no puedo tenerlo Saga, no puedo… - Seiya seguía muy agitado y en medio de su desesperación solo pensaba que no podía con esto, no quería este niño, no lo quería…

- Ok., aurita estás impactado con la noticia, no creo que estés en capacidad de pensar coherentemente, por qué no te llevo a casa y lo piensas unos días, vienes mañana para hacerte el eco y lo decides después, no puede ser mas que un par de meses verdad?

- Yo no… Ikky… no Saga no lo puedo tener…

- Ok., ok., tranquilo, todo va a estar bien, todo va a estar bien… - el mayor tomó las manos del mas joven buscando darle un poco de tranquilidad pero Seiya estaba en verdad entrando en pánico y no sabía que hacer, le tomó un buen tiempo a Saga tranquilizarlo para poder llevarlo a casa, Seiya decidió que no iba a decir nada a nadie todavía mientras consideraba sus opciones

 

Tarde esa noche el castaño caminaba por la sala de la casa como hacía siempre que no podía dormir, caminaba y pensaba en todo lo que le estaba pasando ahora, el niño era de Ikky indudablemente si no se había acostado con nadie los últimos meses y mucho menos después de la última noche que el peliazul estuvo en la ciudad, Seiya no quería saber nada de nadie y había decidido poner un alto a cualquier cosa en el aspecto amoroso, hasta sentirse mejor consigo mismo por lo menos, antes de buscar pareja y ahora… ahora la vida le ponía otra vez entre la espada y la pared, Seiya se arrimó a la ventana del segundo piso y miraba ausentemente a la calle, con el pasar del tiempo no le habían faltado pretendientes, hasta había tenido uno que otro novio pero… Ikky siempre volvía y desbarataba todos sus planes o buenas intenciones, Ikky lo convencía y se metía irremediablemente en su cama, Seiya sabía que en algún punto algo como lo que le estaba pasando ahora podría pasar, pero no se imaginó que las circunstancias se dieran de esta manera, nunca pensó que su hijo sería producto de una violación y hasta en sus sueños románticos había pensado que tal vez Ikky se quedaría con él si llegara a tener un hijo, pensó que se sentiría feliz y no tan vacío y hueco como se sentía ahora… 

 

El castaño no quería tener al niño, no le cabía en la cabeza el tener un hijo de Ikky, un hijo de un hombre que no lo amaba y que por años solo lo utilizó y que finalmente lo forzó, era cierto que cuando lo vio en el hospital el poderoso Fénix se veía genuinamente arrepentido por lo que había pasado, pero eso no borraba todo lo que pasó, no… Seiya no podía tener un niño producto de una violación

 

Seiya no lo había pensado, no había considerado aún si quería o no hijos en un futuro, simplemente asumía como todo el mundo que las cosas se darían a su tiempo, siempre pensó que se casaría y ahí hablaría de formar una familia, él era huérfano y una de las cosas que siempre decía era que  cuando él tuviera hijos les daría todo lo que él nunca tuvo, si tenía este bebé… si lo tenía… igual no le daría un padre, por qué???, por qué todas estas cosas le pasaban a él???, rayos…

 

Al día siguiente Seiya fue a la clínica para hacerse el ultrasonido, el amigo de Saga lo atendió y lo trató con mucha delicadeza, Saga estuvo todo el tiempo en la consulta del Doctor Kotara y tomaba la mano del castaño que se quería morir y nervioso miraba como aquel médico le pasaba un aparatito por el vientre

- Pues si… ahí está – dijo el médico señalando con si esfero en la pantalla la imagen, Seiya no vio nada pero al parecer Saga si porque asintió

- De cuánto tiempo está?

- Mmmm… juzgando por su tamaño de casi 8 semanas, luce bien pero no creo que podamos escuchar su corazón aurita, tal vez en un par de semanas mas

- Doctor…

- No te preocupes muchacho, tu bebé está bien -  respondió el médico con una dulce sonrisa mal interpretando la cara de pánico que Seiya tenía, pero Saga apretó su mano y el castaño ya no dijo nada mas

- Gracias amigo – dijo Saga y el Dr. Kotara sonrió sin darse cuenta lo que en verdad estaba pasando en esa sala

- Quieres que te ponga en mi listado de pacientes?, un amigo de Saga es amigo mío

- Muchas gracias Dr. Kotara – dijo el joven castaño casi en un susurro, no podía hacer quedar mal a Saga con su amigo, este médico no podría ayudarlo y el mayor sonrió para palmotearle la rodilla y decir:

- Perfecto, nos vemos en un mes entonces, le voy a decir a mi asistente que te programe, puedes limpiarte el gel con esta toallita y vístete, hablaremos mas afuera

- Gracias – dijo el castaño tomando la toallita húmeda y peleando las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, cuando el Dr. Kotara salió, Seiya se sentó en la camilla y ahí si ya no pudo mas y rompió en llanto, Saga lo abrazó sosteniéndolo y tratando de calmarlo, cuando Seiya estuvo un poco mas tranquilo se empezó a vestir

 

- Saga… si tengo 8 semanas… hasta cuando puedo yo… hasta cuando es seguro… - Seiya no sabía como explicar lo que quería hacer pero sus entrecortadas palabras fueron suficientes para que Saga entendiera lo que Seiya pensaba, el peliazul apretó su hombro al preguntar:

- No lo quieres tener?

- No…

- Tu bebé no tiene la culpa de lo que haya hecho su padre, no le quites el chance de vivir Seiya – el tono de Saga era mitad pena, mitad preocupación, fue obvio para Seiya que Saga no estaba a favor del aborto pero el joven castaño no veía otra opción por lo que bajó la cabeza y dijo:

- Ok., es mejor que me vaya – Seiya se bajó de la camilla y empezó a juntar su ropa, Saga lo tomó del brazo y lo sujetó con firmeza para mirarlo a los ojos

- No... espera…

- Lo que sea que me vayas a decir ya lo pensé anoche toda la noche, no necesito que me sermonees, necesito que me ayudes, si no lo vas a hacer buscaré a quien si lo haga – Saga vio determinación en los ojos del castaño y vio que la batalla estaba perdida, Seiya lo haría de todas formas

- En serio lo vas a hacer?

- Si… yo no lo puedo tener Saga, no lo puedo tener

- Está bien, déjame hacer unas llamadas, tengo un amigo que trabaja en una clínica que se especializa en fertilidad y trata todo tipo de casos, ha tratado abortos médicos por malformaciones, hablaré con el sobre tu muy especial situación – Saga sabía de los lugares clandestinos en donde se practicaban los abortos y no quería ni pensar en que Seiya en medio de su desesperación recurriera a uno de esos médicos sin consciencia, no… él lo ayudaría a que si lo iba a hacer no ponga en riesgo su vida

- Gracias Saga, no se que mas hacer

- Está bien, aunque creo que deberías pensarlo un poco mas, no te dejes llevar por lo que pasó, es una vida inocente de la que estamos hablando

- Lo se… pero no puedo, no puedo Saga… - poco le faltaba a Seiya para que se le vayan las lágrimas así que Saga lo abrazó y le besó la frente

- Ok., ok., termina de vestirte, te espero afuera

- Está bien

 

Seiya pasó la semana mas horrible de su vida sumido en la desesperanza, el arrepentimiento y la culpa mientras Saga le conseguía la cita en la clínica de su amigo de la Universidad, Seiya había decidido no decir nada a nadie porque si no iba a tener el bebé para qué se los contaba a los chicos en especial porque irremediablemente le preguntarían por el otro padre y esa era una olla de grillos que el castaño no quería destapar

 

Seiya dijo que tenía un viaje de reconocimiento de la Universidad y dijo que volvería en una semana, Saga se había ofrecido recibirlo en su casa en su convalecencia y así fue que todo se resolvió para el castaño que había tenido sueños accidentados toda la semana, cuando el día llegó Seiya estaba sentado en la sala de espera con Saga a su lado que estaba llenando su ficha médica

- Eres alérgico a algo?

- Solo a las picaduras de insectos

- Ok., creo que eso es todo, espérame aquí que solo voy a dejar esto en la estación de enfermería y vengo por ti

- Tu vas a entrar conmigo a la cirugía verdad? – Seiya tomó la mano de Saga y la apretó, el caballero dorado de géminis nunca había visto al fuerte y valiente Pegaso en ese estado antes

- Si, no te pongas nervioso que estás en buenas manos, conozco a tu médico por muchos años y es muy prolijo, todo va a estar bien Seiya

- Estoy asustado, nunca había estado tan asustado como ahora en mi vida y eso es decir bastante

- Lo supongo, pero tranquilo que todo va a estar bien

- Ok.,

 

Saga se levantó y fue a la estación de enfermería dejando solo al muchacho que siguió sentado en la sala de espera a la que llegó una joven mujer con una niña en brazos, la pequeñita no debía tener mas de seis meses y lloraba desconsoladamente, en el ajetreo a la mamá se le cayó el chupón de la bebé justo en el regazo de Seiya que lo tomó y se lo puso de vuelta en la boca a la pequeñita que dejó de llorar

- Gracias, estaba buscando ese bendito cosito por mas de diez minutos, seguramente estaba en la manta, mi cartera?, viste mi cartera?

- N-no…

- Puedes sostenerla un segundo?, creo que la dejé en el taxi, solo un segundo enseguida vuelvo, eres un ángel… gracias y no te muevas de ahí

- P-pero… yo… ohhhh… - Seiya no pudo hacer nada y se quedó sentado con la bebé en brazos que empezó a llorar otra vez, el castaño intentó ponerle otra vez el chupón pero la bebé no quería es nada, así que Seiya se puso de pie y acomodó de mejor manera a la niña en sus brazos y la empezó a pasear mientras le acariciaba la espaldita, la niña se fue tranquilizando y dejó de llorar en los brazos del castaño que le sonreía y movía la manito de la pequeña que había sujetado su dedo, Saga regresó porque ya habían llamado a Seiya y se quedó estático al ver al castaño paseando por la sala con la bebé en brazos y le shusheaba y la mecía, se veía muy natural con ella, la mamá de la pequeñita regresó y tendió sus brazos a la niña que se fue con su madre, Seiya aún le estaba sonriendo y despidiéndose cuando Saga llegó a su lado y tomó su brazo para susurrarle:

- Es hora – el castaño solo asintió y fue con Saga por el pasillo aunque regresó a ver en la esquinita a la mamá con su pequeña que había vuelto a llorar

 

Una enfermera lo llevó a su habitación y le dio una bata, el castaño se desnudó y se la puso, estuvo en la habitación, solo, como por una hora hasta que un enfermero vino con una silla de ruedas, un gorrito y unas pantuflas desechables, Seiya llegó al quirófano y vio a Saga que le ayudó a acomodarse sobre la mesa del quirófano que estaba fría, los asistentes le quitaron la bata y lo dejaron desnudo mientras le conectaban los sueros y demás cosas, y fue ahí que Seiya lo sintió, sintió un movimiento dentro suyo, sintió a su hijo moverse en su vientre y rompió a llorar

- No… no no no no no – el castaño se sentó en la mesa y se arrancó el suero, los asistentes trataron de tranquilizarlo pero Seiya estaba histérico, aunque se quedó quieto cuando Saga lo abrazó con fuerza para que se tranquilice y se sentó junto a él en la mesa del quirófano

- Shhhh… shhhh… tranquilo, qué pasó?

- Lo sentí, sentí a mi bebé, yo no… no puedo… no puedo hacerlo… sácame de aquí Saga, solo sácame de aquí – Seiya estaba desesperado, temblaba  y lloraba incontrolablemente, Saga lo abrazó para tranquilizarlo pero se separó un poco para mirarlo a los ojos mientras le pregunto:

- Estás consciente de que esta es tu última oportunidad?, después de esto ya no podrás hacerlo y el bebé crecerá en ti y nacerá, lo sabes verdad? – Saga tenía que asegurarse de que Seiya entendiera las consecuencias, esta era en verdad su última oportunidad, pasado el primer trimestre ningún médico que se respete le practicaría un aborto

- Si… no puedo matar a mi hijo, es mi hijo Saga – Seiya puso su mano en el vientre y lloraba, Saga solo asintió

- Ok., préstame la bata por favor – dijo el peliazul a uno de los asistentes y él mismo se la puso a Seiya y le acabó de desconectar todo y lo cargó para sacarlo del quirófano, el médico que venía entrando para la cirugía solo sonrió al ver al joven que abrazaba a Saga y lloraba con ganas en su pecho

- Lo siento – dijo Saga pero se podía ver que el peliazul médico estaba aliviado de llevar a Seiya en sus brazos lejos de aquel quirófano

- No te preocupes, a veces pasa – contestó el médico encogiéndose de hombros con una sonrisa, él no había estado muy de acuerdo con llevar a cabo el procedimiento en alguien tan joven, aunque había revisado la historia clínica que Saga le había llevado y le había dicho que el muchacho era hijo de uno de sus mejores amigos (lo que era básicamente cierto al ser Seiya el aprendiz de Aioros), pero al verlo ahora que había desistido del aborto se alegraba, un niño era siempre una bendición

 

Esa noche Seiya la pasó en casa de Saga, el castaño estaba acostado en la cama del mayor que estaba leyendo un libro en el sillón de la habitación, Saga le había dicho que no estaría solo y estaba cumpliendo su palabra, Seiya no quería hablar de nada y estaba angustiado

- Saga… qué voy a hacer ahora?, cómo… cómo yo…? – el castaño no sabía como articular su pregunta, Seiya se había incorporado un poco en la cama para poder ver a Saga que dejó el libro que estaba leyendo en el sillón al levantarse y caminar hasta la cama, se sentó junto a Seiya y lo abrazó acomodándolo protectoramente en su pecho para decirle:

- Sé que esto va a ser sumamente difícil para ti y aunque ahora no lo veas así, has tomado la mejor decisión, es tu bebé el que crecerá dentro de ti y cuando nazca lo amarás con todo el corazón, no te preocupes porque no estás solo, yo estoy contigo hoy y siempre, y si tu me lo permites yo cuidaré de ti y de tu hijito, si estás preocupado por lo que diga tu maestro o nuestra diosa y crees que facilitaría tu vida que te casaras con alguien, nos podemos casar y podrás venir a vivir aquí conmigo, yo puedo reconocer al bebé como mío, cuando digo que yo estaré aquí para ti es en serio, no quiero que te preocupes por nada – Saga acarició la mejilla de Seiya y lo miró de una manera muy especial, Seiya sintió muchas cosas en esos momentos, Saga no lo estaba ayudando por la bondad de su corazón, la mirada del mayor le dijo mucho, Seiya no había considerado a Saga como nada mas que un amigo, como el mejor amigo de su maestro, pero aquí estaba el fuerte guardián del tercer templo, mirándolo profundamente y con amor

- Saga… pero es que yo… yo no puedo… yo…

- No me mal entiendas, yo te lo ofrezco todo pero no estoy pidiendo nada a cambio Seiya, yo soy tu amigo y quiero ser tu apoyo en todo esto, a mi me gustan mucho los niños aunque no lo creas y quiero ver al tuyo crecer, yo iré contigo a las consultas médicas, puedes contar conmigo para lo que quieras, será mi hijo si lo deseas, te lo repito… no estás solo pequeño… - Saga giró un poco al castaño y besó su frente, Seiya lo abrazó con fuerza y solo le susurró un muy sentido “Gracias Saga” antes de acomodarse en la cama nuevamente y cerrar los ojos para tratar de dormir, lo que había pasado ese día había puesto todo en perspectiva, Saga lo amaba???, en serio???

 

Saga se quedó a su lado y lo abrazó por la espalda, Seiya tomó la mano de Saga y la llevó a su pecho y así en los brazos del mayor, el joven castaño se quedó dormido, Saga se quedó muy quieto a su lado mirándolo dormir a la tenue luz de la lamparita, las cosas se le complicarían a Seiya, estaba entrando a la décima semana de gestación y pronto se le empezaría a notar la pancita, pero el peliazul médico tenía confianza en Seiya, era un muchacho fuerte con un gran corazón y saldría adelante, por él y su hijito, el peliazul solo esperaba que con el tiempo su corazón sane y se de otra oportunidad para amar y de ser así, él estaría allí, nada le gustaría mas a Saga que Seiya correspondiera sus sentimientos que hasta esa noche los había tenido muy guardados, pero que ahora habían salido a la luz…

 

Notas finales:

Y ahora?, será que Seiya se casa con Saga por su hijo?, lo acepta?, no lo acepta?, Y si Ikky regresa?

No se pierdan el capítulo que viene, nos vemos el Jueves en el capítulo nuevo, muchas gracias por leer, saludos, bye 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).