Onodera había conseguido localizar un hotel que tenía una habitación disponible, al menos tenía un lugar para pasar la noche. A pesar de la hora que era no lograba conciliar el sueño. Gracias a que había vuelto por la bolsa por lo menos podría adelantar algo de trabajo ya que los materiales para realizarlo se encontraban en ella pero tenía muchas cosas que pensar y que hacían que no lograra concentrarse. La charla con Misaki aún le rondaba la cabeza, todo lo que le había dicho ese muchacho era verdad y había visto de forma precisa la raíz de todos sus problemas. Mientras seguía pensando en todo eso sin darse cuenta del paso del tiempo empezó a amanecer. Aunque finalmente tras darle varias vueltas tomo una decisión, el hablar con Misaki le había infundado el valor necesario para tomar una decisión definitiva era hora que terminaría con todo de una vez por todas, pondría un punto final a toda está situación de incertidumbre.
Habiendo dejado el hotel se dirigió a su departamento, era la primera hora de la mañana de un sábado por lo que no había tanta gente como se encontraban por las mañanas de los días laborables. Cada paso lo acercaba un poco más al edificio pero ya había tomado la decisión no iba a dar marcha atrás ahora, aunque las ganas de huir incrementaban con cada paso que daba. Al llegar al piso de su departamento se encontró con una escena algo inusual pero que en algún lado de sus pensamientos se la esperaba: Takano estaba enfrente de la puerta de su departamento sentado con las manos puestas en sus rodillas y la cabeza apoyada en ellas con los ojos cerrados.
-Takano-san se va a resfriar si duerme ahí-mientras decía esto apoyo la su mano en el hombro y lo meció suavemente tenía que despertarlo si quería entrar a su departamento-muy poco tiempo paso hasta que sintió que una mano lo agarraba fuertemente de la muñeca.
-¿Dónde has estado toda la noche? ¿Qué has estado haciendo? ¿Porque no contestas mi llamadas?-levanto la cabeza Takano en la que se mostraba su enojado
-Pensando-respondió vagamente no podía sacar otro tema ahora sino toda su determinación se iría en un instante.
-No me vengas con esas y responde-no estaba dispuesto a conformarse con esa vaga repuesta.
-Takano-san tengo que hablar de algo contigo, espera que me cambie de ropa-dijo con firmeza.
Tenía que ser algo realmente importante nunca había a Onodera mostrar esa seguridad y decisión. No tardo mucho hasta que Ritsu volvió a su lado.
-Vamos-se había puesto la ropa que Takano le había regalado en su cumpleaños.
-Que tramas-intento sonsacarle. Onodera hoy estaba actuando de una forma bastante inusual.
-Te lo diré cuando lleguemos-fue la única frase que le logro arrancarle.
El silencio tomo el ambiente y como siempre era Takano el que intentaba romperlo.
-¿Por qué es sólo conmigo? ¿Porque siempre te callas cuando estás conmigo? No es que no puedas entablar una conversación decente por ti mismo ¿verdad? Ayer estabas hablando tan alegremente con el novato-trataba que el otro respondiera pero sus intentos eran inútiles parecía que le estaba aplicando la ley de hielo.
-Llegamos-hablo finalmente.
-¿La biblioteca? ¿Buscas materiales de referencia? ¿Por qué tanto misterio por esto?-ya empezaba a notarse en su preguntas cierta irritación.
Sin hacerle caso entra al gran edificio blanco y se acerca al mostrador a hablar con la bibliotecaria que acto seguido escribe algo en un papel.
-Toma-le da una nota en la que está escrita el nombre de un libro-búscalo-le indico-yo voy a buscar por este lado tu ve por ese.
-No me fastidies con este juego ¿Ahora soy tu recadero?-la molestia que sentía había aumentado tras recibir esa orden.
-Sólo hazlo-en su voz no había rastro de duda o de que la palabras de Takano lo hubiesen perturbado.
Sin entender que sentido tenía esto y que estaba tramando Onodera finalmente obedeció.
-¿Para que querrá esto?-dijo al mirar la nota con el nombre del libro; ese título le era familiar ¿Pero de que lo conocía? En su época de estudiante había leído mucho seguramente sería uno de tantos de los que había leído no sería raro, solamente era un libro sin relevancia.
Buscando el libro lo localizo en un estante un poco más ariba que la altura de su cabeza cuando lo fue a coger toco la mano de otra persona que la había puesto antes de que él cogiera el libro “bueno supongo que habrá más copias y esta persona lo cogió antes que yo, parece que tiene dificultad para llegar a lugares altos” pensó. Sin fijarse fue a dárselo a la persona que lo había tocado antes, pero cuando miro a la persona detenidamente…
-¿Onodera? ¿Qué demonios estas haciendo?-dijo a pesar que la sorpresa y haber sido cogió desprevenido.
-Yo te amo Takano-san-dijo con un hilo de aliento de su voz antes que era apenas perceptible al oído pero lo suficiente para que alguien a poca distancia lo escuchará antes de que su rostro se enrojeciera por completo.
-¿Esto es un juego? ¿Donde esta la cámara? Si no es así ¿Puedes repetirlo?-todo esto lo desconcertaba.
Onodera negó con la cabeza, señalo el libro y luego la nota. Al fijarse Takano cayo en la cuenta que la nota indicaba aparte del título del libro un número de página determinado la 684, la abrió por ese lugar y se encontró con la sorpresa de que dentro había una carta.
En la carta se podía leer lo siguiente:
Para Takano Masamune:
Este es el libro que nos unió una vez. Han pasado once años, hubo muchos malentendidos e inseguridades pero lo único que tengo claro es que:
TE AMO
Onodera Ritsu (para ti en ese entonces Oda)
-Idiota-le regaño y le da con el libro en la cabeza-si esto es de así verdad dímelo claramente ¿Me amas? ¿Saldrás conmigo?
-Sí-respondió haciendo un gran esfuerzo con sus últimas fuerzas.
Takano no puedo aguantar y lo jalo hasta rodearlo con sus brazos-soy feliz, te amo Ritsu- sus ojos se humedecieron y unas pequeñas lágrimas amenazaban con caer en la mejilla de Takano al rayársele los ojos. Sin mirar que hubiera gente alrededor le dio un beso profundo que dejo a Ritsu sin aliento.
-Para aquí…ahm-fue callado con otro beso.
-No puedo resistir más-dejo caer algo de su peso sobre Onodera
Finalmente consiguió liberarse de la boca de Takano y evitar un nuevo beso poniendo su mano sobre los labios de Takano.
-Aquí no es un lugar publico, Takano-san.
- No es tan grave ya hemos hecho cosas mucho más graves en una biblioteca-mostro una sonrisa pícara-¿Y de quién crees que es la culpa por hacer algo así?
-¿Ahora es mi culpa?
-Sí por hacer que me enamore nuevamente de ti-aprovechando otra abertura de Onodera le dio otro beso
-Precisamente por eso no quería que estuviéramos solos cuando lo dijera ¿Sólo piensas en eso?-le era difícil poder hablar por lo repentinos besos de Takano. Además que se encontraba acorralado contra la estantería con sus muñecas sujetas por la manos de Takano.
-No solo eso, pero soy hombre después de todo-se excuso.
-…-no tenía argumentos para rebatirlo-pervertido-fue lo único que se lo ocurrió decir
-¿Entonces que quieres hacer?-pregunto intentado ser considerado.
-La verdad lo mismo que tú-confeso avergonzado.
-Ahora ¿Quien es el pervertido aquí?
-…-callo y su rostro se enrojecido mucho más si es que eso era posible.
-Vamos-le cogió la mano a Ritsu para salir de la biblioteca y a pesar de las quejas de este no le soltaba la mano.
Sin saber muy bien como al poco rato de salir de la biblioteca se encontraban en una habitación de hotel.
La habitación estaba oscura a pesar de que afuera era de día, por eso se filtraban algunos rayos de luz en ella a través de la cortina donde se encuentra Ritsu apoyado de espalda contra el cristal
-uhm
-ahm
Mantiene sus brazos alrededor del cuello de Takano mientras el otro le rodea con sus brazos la cintura mientras se besan apasionadamente como si estuvieran devorándose.
-¿Sabes que significa que un hombre le regale ropa a la persona que ama?-pregunta Takano y señala la ropa que Ritsu traía puesta.
-No ¿qué es?-pregunto movido por la curiosidad.
-Que desea quitársela-sonrió satisfecho.
-Tu pervertido-reclamo.
-jajaja-rio-es tu culpa por volverme loco.
-No culpes a la gente…agh-sus quejas no eran escuchadas las manos de Takano se deslizaban por la cintura hasta desabrochar el cinturón del pantalón de Ritsu, no tenía la chaqueta porque se la quito al entrar a la habitación al igual que había hecho Takano con la suya.
-Sube los brazos- le susurra a Ritsu, este obedece y con ello Takano consigue quitarle el suéter, continua desvistiéndolo le desabotona los botones de la camisa y la jala hacia atrás haciendo que la camisa se deslice y cuando Onodera movió los hombros provoco que esta se cayera al suelo y dejará el torso de Ritsu totalmente expuesto. Ahora sentía el frio cristal y ahora más claramente sobre su piel.
-La ventana Taka...ahm-Takano no deja tiempo para las palabras solo sella los labios de su compañero con sus labios.
-No quieres la ventana ¿verdad? Te llevare a la cama entonces-a pesar de haberlo callado entendía que es lo que quería decir.
Él se agacha y coge a Ritsu colocando una de sus manos en las rodillas de este y la otra en su espalda además como Ritsu tenía los brazos alrededor del cuello de Takano; la postura lucía como es la que hacen los recién casados (o estilo princesa)
-Sabes así parecemos recién casados-no pudo evitar soltar el comentario Takano.
-Cállate, siempre con lo mismo-se enfurruño.
Lo carga hasta la cama donde lo deposita al lanzarlo sobre ella y se sube encima de él mientras se quita su camisa y desabrocha su pantalón. Se detiene un momento a observar el cuerpo de Onodera, aún no creía lo que había pasodo el día de hoy, por fin esa persona era completamente suya tanto su corazón como su cuerpo. Impaciente jala en pantalón de Ritsu hacia abajo y con la misma brusquedad le arranca los boxers que desaparecen misteriosamente en las agiles manos de Takano. Va dispuesto a introducir en su boca el miembro de Onodera pero…
-Espera, espera-lo detiene Onodera que ha retrocedido.
-¿Qué pasa?-dice extrañado ante el repentino cambio debido a la predisposición que había mostrado esta vez.
-Bueno veras…es injusto…-respondió
-¿Qué es injusto?
-Es que siempre lo haces tú…
-¿Quieres hacerlo tú?-lo interrumpió estupefacto. Onodera solo pudo asentir.
-Inténtalo entonces.
Torpemente introdujo el miembro de Takano en su boca, lentamente deslizaba sus labios en él.
-Intenta succionar un poco más fuerte-le indico mientras aprovechando que él estaba sentado y Onodera estaba acostado desliza sus manos hasta la parte posterior de este he introduce su dedo
-¡¿Qué haces?!-se quejo
-Prepararte, tú concéntrate en lo que haces-le dijo cuándo este levanto la boca para quejarse. Entonces continuaron e introdujo otro dedo en él.
-Onodera puedes parar ya…
-¿Lo estoy haciendo mal?
-No, no es eso-negó-si sigue no podré aguantar mucho pensaba Takano en su mente-pero como hoy estás tan servicial quiero pedirte algo.
-Di…dime-tartamudeo por la vergüenza de todo lo que estaba haciendo.
-¿Puedes montarme?
-¿Quéeeeee?-se exalto
-Está bien si no puedes…
-Lo…Lo haré -su orgullo supero a la vergüenza está vez.
Tras decir esto Takano lo volteo haciendo que él se quedara abajo y Onodera arriba, este alejo su cara del pecho de Takano sobre el que se encontraba echado hasta sentarse encima de él.
-Baja lentamente-le susurra al oído.
Poco a poco va bajando hasta que siente algo duro en su parte posterior y con gran esfuerzo baja aun haciendo que sus cuerpos se unan al tener a Takano en su interior.
-Lo estás haciendo bien-lo intenta tranquilizar-está profundo-se burla
-Cállate-solloza
-Está bien, se siente genial-le susurra mientras le acaricia el pelo.
-Muévete ahora-lo guía.
Obedece y se desliza varias veces de arriba hacia abajo, mientras Takano la veces que sube lo intenta volver a bajar con sus manos haciendo que de está forma le sea difícil subir de nuevo y de esta manera está penetrándolo lo más profundamente que se puede. Con estos movimientos los dos llegan al clímax derramando su líquido Onodera en el abdomen de Takano y este en el interior de Ritsu.
Abatido Onodera cae sobre la cama, las respiraciones aceleradas empiezan a bajar el ritmo. Al recobrar el aliento Takano abre la mesa-noche que está al lado de la cama y saca una caja de clínex y empieza a limpiar a Onodera
-Es conveniente que este hotel tenga esto, es útil.
-No hace falta-se avergüenza.
-Bueno ahora me toca a mí servirte a ti-sonrió y empezó a limpiar el cuerpo de Onodera.
Onodera no sospecho el doble sentido de esas palabras y se dejó hacer incluyendo el hecho que ya no tenía ni fuerzas para discutir. Solo sintió el peligro cuando sintió unos labios sobre su pecho.
-¿Qué haces?-grito agitado.
-No lo dije, ahora me toca servirte.
Ante esta relevación Onodera salió de la cama pero fue atrapado inmediatamente y jalado quedando esta vez boca abajo sobre la cama con los pies en lugar donde iba la cara y la cara donde iban los pies en la cama, trato de arrastrarse, pero era inútil lo brazos de su compañero lo agarraban fuertemente de la cintura.
-Espera…Takano
Sin hacerle caso desliza sus dedos dentro de su parte posterior
-Mira está zona aún sigue dilatada-comenta y su otra mano frota el miembro de Ritsu
-Ahm…Takano
Takano se inclina y susurra
-Dime Masamune
-Ma…Masamune-al oír esto retira los dedos y penetra a Ritsu bruscamente
-aghm
-¿Puedo moverme?
-Sí-asiente mientras aprieta las sábanas con el puño-con un rítmico movimiento entra una vez en el cuerpo de Onodera y retrocede, otra vez entra hasta el interior y vuelve a salir llegando así al clímax.
-Te amo Ritsu-susurra en pleno éxtasis
-Yo también.
Ritsu despierta inusualmente antes que Takano, inconscientemente se quedó mirando su rostro ¿Dios mío que he hecho? Se lamentaba. Su cuerpo aun ardía con las emociones de los últimos días y la vergüenza de todo lo que había pasado se reunía junta. Se levantó de la cama y para su suerte esta vez nada lo sujeto, Takano estaba profundamente dormido. Rápidamente recogió sus ropas y salió de la habitación.
¿Que he hecho?, ¿que hice?, ¿que demonios hice?