El anaranjado atardecer que se desplegaba ese día era el más hermoso del mundo debido a que durante las últimas semanas la lluvia había impedido vislumbrar esa magnífica escena.
-Cuanto habrá pasado desde el incidente. Ese día fue el más feliz y triste de mi vida a la vez-un suspiro melancólico se escapó de su boca del hombre que se sentaba en un banco del aeropuerto. El editor jefe de esmerald se encontraba sentando allí esperando la llegada de una autora que había estado de viaje por el extranjero.
Tres años enteros habían pasado desde que Onodera fue arrebatado de su lado y llevado al extranjero, poco a poco Takano empezaba a mejorar lentamente. A pesar de haber llamado a todos los hospitales en busca de una pista sobre el paradero de Onodera no lo logro encontrar. Además muchos decían que no podían revelar datos sobre sus pacientes y todo intento de comunicarse con la familia de Onodera o conocidos que supieran su situación era imposible de un modo u otro. Gracias a la ayuda de Yokozawa y Misaki no se había vuelto como era antes, durante su mala racha en el periodo que estudiaba en la universidad. Pero le costaba mucho no volver ha ese estado y simplemente sumirse en la depresión, después de todo ese era el camino “fácil”. En cambio se sumergió de lleno en su trabajo y se volvió incluso más exigente de lo que ya era con su propio trabajo y con el de los demás. Sus pensamientos rondaban en esto ¿Cómo sería capaz del olvidar a una persona que por mucho que lo intento no pudo olvidar en diez años?
El sol estaba ya ocultándose y se disponía dar paso a la noche. La frase que acaba de soltar, que ese fue el día más feliz de su vida, se refería era el día en el que Onodera había accedido vivir con él muy poco tiempo después de decirle de nuevo que lo amaba. Pero esa felicidad fue efímera ya que segundos después sucedió algo inesperado que hizo que todo lo que había pasado nunca existió para una de las partes, Onodera perdió sus memorias juntos.
Al levantar la mirada se encontró con una imagen que no esperaba encontrar. El color naranja de la tarde iluminaba el rostro de un hombre de ojos verdes y pelo castaño que sostenía en sus brazos un bebe que tendría unos dos o tres años y a su lado se encontraba una mujer de pelo castaño y ojos del color marrón que mostraba un gran sonrisa, los dos adultos charlaban alegremente, era una bonita estampa familiar. Incluso a Takano le hubiese parecido una escena tierna sino fuese porque la persona que cargaba al niño en brazos era su primer amor y la causa de su malestar y desvelos. Una mezcla de sentimientos y emociones se acumulaban en Takano y sacudían todo su cuerpo, por un lado la alegría que sentía por ver un rostro que jamás pensó volver a ver en el resto de su vida, pero a la vez un dolor agudo aprisionaba su pecho.
¿En un par de años todo había cambiado? ¿Jamás podría tenerlo nuevamente en sus brazos? ¿No ocupaba ni siquiera u milímetro de la mente de Onodera? ¿Existiría su persona en algún lugar de su corazón?
Quedo paralizado e impotente sin saber como reaccionar, por un lado quería correr hacia él pedirle todo tipo de repuestas o simplemente abrazarlo sin importar cuanta gente los viera. Finalmente solo pudo observar inmóvil como la pareja pasaba a su lado, mientras lucía feliz hablando con la mujer que tenía a su lado que Takano pudo distinguir perfectamente, era An-chan la prometida de Onodera.
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-Les traigo a alguien-saludo divertido Isaka-pasa-le índico al sujeto que se escondía tras la pared que se acercara y se mostrara.
-Buenos días –saludo el aludido que trasportaba consigo una manta azul celeste envolviendo algo- ha sido un tiempo.
-Ricchan-salto Kisa-¿como has estado? ¿Te sirvió de algo el viaje? ¿Estas totalmente curado?
-Ya no lo agobien-intento calmar el ambiente Takano a pesar de ser él, el más nervioso y tener una serie de preguntas a punto de explotar.
-¿Que es esa manta azul? ¿Que hay debajo de ella?-pregunto Kisa curioso.
-Pues es...-decía mientras lo descubría-es mi hijo-un pequeño niño vestido con un gorro amarillo y un mono blanco dormía plácidamente en sus brazos.
Esta confesión sorprendió a todos dejándolos boquiabiertos
-¿En serio?-pregunta Kisa
-Felicidades-dice Mino.
-Haz tu mayor esfuerzo en cuidarlo –dijo Hatori.
-Bueno si pero sabes que solo se te permite traerlo hoy esto no es una guardería-le recordó Isaka
-Sí, lo entiendo-dijo un cohibido Onodera
Takano luchaba contra sí mismo para mantener la compostura. La única posibilidad de lo que vio en el aeropuerto fuera un error fue desecha en ese mismo instante. Lo poco que quedaba de su mundo estaba desmoronándose.
-Se los traje para comunicarles que mañana se reincorpora como trabajador de prueba por un mes-comunico Isaka.
-Ryuuichirou-sama-llamo una voz que acababa de entrar al departamento.
-¿Qué sucede Asahina?-contesto
-Necesito que revise unos documentos
-Entiendo, ya voy-dicho esto se fue con Asahina al despacho.
Él bebé de Onodera comenzó a llorar.
-Cierto es tu hora de comer-se acordó-Lo siento tengo que irme ahora-dijo dirigiéndose a los editores-A partir de mañana estaré nuevamente a su cuidado aun hay algunos detalles que no recuerdo pero hare mi mayor esfuerzo para no causarles problemas-se despidió con estás palabras.
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El secretario explicaba detalladamente los puntos que tenía programado en la agenda el presidente de la compañía ese día:
-A las nueve tiene una reunión con los editores jefes de cada departamento, en la planta tres que durara una hora aproximadamente, a las diez le recogerá un coche que lo llevará al estudio W y deberá dar el discurso a las diez y media sobre la nuevo proyecto para abrir una sucursal en el extranjero y posterior entrevista, a las doce tendrá una reunión con el presidente de la imprenta, a la una tiene una cita para comer con los accionistas de la empresa en un restaurante de categoría y debatir asunto sobre organización interna, a las tres lo recogerá nuevamente un vehículo para llegar a tiempo a la reunión de las cuatro y cuarto con el departamento de ventas en exclusiva para revisar los informes sobre como se están vendiendo cada uno de nuestros productos. A las cinco y media se le pide su presencia en la entrevista de nuevos empleados para cubrir el último puesto vacante que nos queda siendo una cuestión tan importante nos llevara un par de horas no creo que termine antes de las nueve de la noche. A las nueve y veinte su familia lo estará esperando para comer. A la diez y media ha sido invitado para ir de copas con varios de nuestros socios comerciales sin saber a que hora regresaran y eso es todo por hoy.
-Asahina, es aburrido-decía-por que no hacemos algo más interesante-se subió a la mesa para jalarle de la corbata como hacía normalmente pero fue la misma reacción de siempre Asahina interpuso la carpeta entre los dos.
-Por favor cumpla correctamente con sus obligaciones-le recordó el secretario , mientras pone la carpeta en la mesa para que compruebe todas las citas y documentos-revíselo.
-Lo haré pero puedo tener algo de diversión ¿no? Después de todo me voy a pasar la mayor parte del día con gente hipócrita
- Ryuuichirou-sama no es muy amable referirse a ellos de esa forma
-Sabes podrías no ser tan estricto alguna vez y permitirte mezclar asuntos privados y laborales-con esto trata de provocarlo.
-No puedo darme el lujo de hacer eso, si no, no estaría calificado para estar a su lado-responde serenamente.
-Esa seriedad tuya es una de mayores cualidades pero a veces molesta demasiado-se queja Isaka-pero me alegra de que quieras estar a mi lado-dice tratando de provocar una reacción diferente en él.
-Además hay otro asunto más importante que tratar-dice volviendo a retomar el trabajo.
-¿Cuál?-pregunta confundido
-Sé que Onodera Ritsu es el heredero de la editorial Onodera pero… ¿Está seguro de esto Isaka-san?-pregunto el secretario-según el informe que recibimos aun tiene algunos problemas y ahora que tiene un hijo tan pequeño tendrá que cuidar de los tres digo también tendrá que mantener al niño y su esposa, este trabajo es demasiado demandante para una persona que apenas acaba de salir del hospital hace unos días.
-No te preocupes ¿no he tenido siempre buena intuición?-dice sonriendo
-Tiene intuición en lo negocios, no para tratar con las personas. Además esa sonrisa la conozco sabe algo más de lo que dice saber.
-Eso…-Isaka estaba a punto de responder pero en esto sonó el teléfono del despacho. Al cogerlo se oyó la voz de la recepcionista.
-¿Qué pasa?-pregunto poniendo en alta voz la llamada.
-Nos ha llegado un sobre sin nombre y que viene junto con una carta remitida al presidente de Murakawa Shoten.
-Ahora puedo revisarlo tráemelo al despacho-ordeno Isaka.
-¿No quiere que se la recoja?-pregunto Asahina
-No hace falta-dijo mientras se ponía de pie Isaka y se dirigía a la puerta…
La mujer entró al despacho y le dio la carta y el sobre.
-Aquí lo tiene-dijo entregándoselo.
-Gracias, puedes retirarte ahora-le indico Isaka.
Inclinándose la mujer volvió a su puesto de trabajo.
Isaka se apresuró a abrir la carta estando aun de pie. En ella había una invitación para acudir al Palacio de Conciertos de Estocolmo de la Academia Sueca se le pedía que entregarán el sobre a Usami Akihiko e indicaba lo que había dentro de el sobre en el contenía su invitación a la ceremonia por no conocer su domicilio y en su interior se encontraba una lista en las que estaban los cinco candidatos para recibir el premio Nobel de Literatura y entre ellos figuraba el nombre del escritor: Usami Akihiko.
-Te dije que tenía intuición-sonrió satisfecho al acabar de leer la carta.
-Sí lo se-Aprovechando que estaba Asahina estaba a su lado y no tenía ahora con que cubrirse lo jalo de la corbata logrando ahora su objetivo de darle un beso en los labios.
-Sabe si sigue haciendo esas cosas, no me voy a poder controlar-le reprocho Asahina.
-Ya te he dicho que no tienes por qué hacerlo-dijo acercándose más a él e introduciendo ahora su lengua
-Toc…toc-tocaron la puerta. Aunque Isaka reacio a soltarse e ignoro el sonido pero Asahina consiguió apartarlo.
-Pase-dijo malhumorado Isaka.
-Lo siento creo que se me mezclo un papel antes cuando le entregue aquello-apareció de nuevo la recepcionista.
-Aquí está-dijo Asahina al ver el papel en el suelo
-Déjame ver-pidió Isaka-toma-dijo sonriendo falsamente.
-Me retiro, disculpen las molestas-se inclino la recepcionista antes de irse.
-Despídela-dijo tan rápido como la mujer cerro la puerta
-¿Por qué?-se asombro Asahina
-Ese papel era la justificación del pago de una deuda de 561.165 millones de yenes que estaba apunto de ser embargada, sabes que si se hubiese perdido podría haber sido la ruina de Murakawa, no necesitamos gente incompetente-explica. “Además nadie la manda a interrumpirnos” se queja en su cabeza Isaka.
-Entendido-acepta la explicación el secretario.
-¿Continuamos?-dijo Isaka acercándose más a Asahina
-Son las nueve, tiempo de trabajo-corto Asahina.
