El pomo de la puerta giro y lejos del recibimiento animado que esperaba. Al contrario existía un silencio sepulcral y una gran oscuridad debido a que las luces estaban apagadas.
-¿Usagi-san?-llamo pero no obtuvo repuesta-Si no estás para que haces que me apure-bufo
Así que decidió enviarle un mensaje y según hizo esto su móvil sonó instantáneamente.
-Ring rin.
-¿Dónde estás?-pregunto la voz del otro lado del teléfono.
-Estoy en casa acabo de llegar ¿para qué me apure si no estabas aquí?
-Salí a buscarte no llegaste a los treinta minutos.
-Sensei, desde dónde estaba a tu casa se tarden cincuenta minutos.
Y así estuvo absorto en la discusión hasta que sintió unas manos deslizándose por su cintura. Al darse la vuelta…
-¿¿Usagi??¿Cuándo tú…? ¿No habías salido a buscarme?-chillo cuando vio al escritor.
-Confió en ti así que espere un rato más-soltó
-¿Entonces porque no contestas cuando te llamo?
-Es que tus reacciones son tan adorables-dijo burlescamente.
-Cállate-susurro.
-Por cierto ¿Qué hay de la promesa?-desvió el tema e ignoro el comentario de Misaki.
-¿Qué promesa?-se extrañó Misaki había sido un día muy agitado y algunos eventos aún estaban confusos.
-No intentes escapar ¿Dónde está mi beso?-indico.
Tras recordar las palabras y el suceso del ascensor y del hecho que él solito se había puesto en esa situación comprometida su temperatura subió repentinamente haciéndolo enrojecer.
-Si no lo haces abra un castigo-dijo sonriendo.
Tras vacilar un breve momento armándose de valor contesto-Vale cierra los ojos
-No me pondrás a Suzuki otra vez-dijo desconfiado y echándole una mirada asesina al recordar ese momento.
-No lo hare, solo ciérralos-respondió ofendido.
Así que empezó a ponerse de puntillas “es demasiado alto” se quejó en su mente. Hasta que llego a la altura de su rostro y le dio un beso en la nariz.
-Creo que te has equivocado de lugar-reacciono según sintió los labios de Misaki en su piel.
-Un beso es un beso ¿no? No me dijiste lugar-trato de evadirlo Misaki.
-Tu pequeño tramposo ahora te enseñaré bien-amenazo con un tono que dejaba ver la molestia que sentía.
Con la mano derecha agarro la nuca de Misaki y con el brazo izquierdo rodeo su espalda reduciendo el movimiento. La lengua irrumpió en la boca de Misaki girando de un lado a otro explorando cada rincón y continuando así durante unos minutos hasta no dejar pasar el aire impidiendo el poder tomar aliento.
-Eso es un beso-dijo divertido el escritor-pero estoy feliz poco a poco lo conseguirás, antes incluso no podías besar mi piel, lo más cerca fue tu sexy beso indirecto-se burló-poco a poco vas acercándote más.
-Ya suéltame…-dijo al ver que aun no lo había liberado.
-No, no cumpliste bien lo mandado aunque el castigo será más leve por intentar cumplirlo lo habrá.
Así que otro beso profundo, otro y otro beso tras beso sin apenas dejar tiempo para respirar
-Ya para Usagi, estoy cansado fue un día muy duro-consiguió articular en el breve espacio de tiempo entre beso y beso.
-No, yo no voy a parar, hoy también trabaje de más y necesito una recarga de Misaki- las manos del mayor se deslizaron debajo de la camisa del joven.
-YA TE RECARGASTE ESTA MAÑANA-grito.
-Mañana es sábado, no tienes trabajo-dice mientras su mano se deslizaba por el muslo del menor-olvídate de los mangas.
-¡Ah, es verdad!-repentinamente recordó algo y sin saber cómo consiguió liberase de Usami cosa que difícilmente había sucedido alguna vez antes. Tras esto saco unos libros de la mochila- estos son los mangas con los que trabajamos-explico-debo hacer un informe para que lo supervise Onodera-san- tras decir el nombre recordó el incidente del ascensor y se sonrojo, dato que no pasó desapercibido para Usami.
-¿Por qué te sonrojas?
-Bueno…esto…eras…r…real….no es nada.
Esta repuesta mosqueo al escritor-sabes que mientes fatal-señalo
-no…nada…-intento contradecirlo pero las palabras no le salían.
-Dime que pasa con ese sujeto- aprovechando que Misaki se encontraba inclinado sobre los libros recarga su peso contra la espalda de este y rodea con sus brazos el abdomen de su compañero.
-Es…el…bueno…pues…-las palabras se le atragantaban y más ahora por la incómoda situación en la que se encontraba.
-¿TE HIZO ALGO?- aumenta la presión dejando caer más peso sobre Misaki hasta que de estar arrodillado ahora quedo totalmente tumbado boca abajo en el suelo.
-Bájate. Duele-se queja.
- No hasta que me digas que paso ¡Confiesa!-reclama desesperado y gira bruscamente al menor hasta dejarlo boca arriba.
-Él nos vio besándonos-confeso avergonzado “omitiré que él estaba haciendo lo mismo con otro hombre, si no seguramente volverá a la lista de sospechosos en menos de un minuto”.
Tras estas palabras dejo de ejercer presión inmediatamente-Eso es un alivio, pensé que alguien había conseguido alejarte de mí-en su rostro la desesperación había hecho mella haciendo que mostrara un rostro melancólico.
-¿Usagi-sensei?-estas muy raro ese rostro no lo podía soportar si pudiera hacer cualquier cosa para que no lo mostrara lo haría-lo dije una vez pero te lo repitiere quiero estar a tu lado y ya no me hagas decir cosas embarazosas.
Se aferró con fuerza otra vez pero esta vez de manera más tierna-te amo-susurró al oído-te amo, te amo-lamio el lóbulo de la oreja de Misaki y continuo deslizando hasta llegar al cuello donde no pudo evitar dejar una marca
-Oye no dejes marcas y menos en lugares visibles-se quejó y sabía que iba dejar marca debido a la fuerza que succiono esa zona.
-Qué más da-se enfurruño como niño pequeño.
-Y si alguien los ve-trato de convencerlo.
-Así sabrán que me perteneces ¿Qué hay de malo?-adopto ahora una actitud posesiva.
-Y si lo ve mi hermano-señalo.
-….-esto hizo que reflexionara un breve instánte-dile que fue un golpe o un bicho.
Luego de haber trabajado arduamente en la zona del cuello siguió descendiendo y bajo hasta el pecho eliminando el obstáculo que era la camisa para trabajar directamente sobre la piel y despojándose a la vez de la suya-ya estás duro aquí noto cuando llego a los pezones- y aquí abajo también-se había dado cuenta debido a que había palmeado la entrepierna a la vez –según decía esas palabras una sonrisa pervertida le iluminaba el rostro.
-Calla es tu maldita culpa-resoplo el otro.
-Eso me hace feliz, que estás reacciones sean provocadas por mí.
La mano que tras haberse quitado la camisa se había colocado en el muslo del menor en escalo hasta la cintura de Misaki y la otra mano que agarraba el cuello para acercarlo y poder besarlo de vez en cuando se deslizo también a la cintura donde desabrocharon el cinturón y deslizaron el pantalón y la ropa interior hacia abajo quitándolas. La boca del escritor bajo para introducir el miembro en su boca.
-Amh…ah…agh yo no puedo, me ven-h-go
-Vente entonces.
-Aaaaaaah..umh- finalmente no pudo contenerse más.
-Bueno vamos a aprovechar esto-cogiendo los fluidos que había sido expulsado intento lubricar la parte posterior e introdujo un dedo-¿um? bien parece que un dedo no es suficiente me pide más-así que introduce otro.
-Bien creo ya voy a entrar.
-No…esp...agh-sin dejar tiempo a quejas las caderas quedaron entrelazadas de una estocada forjando la unión de sus cuerpos.
-Voy a moverme-anuncio.
-Aym…agh…ught.amm-el rítmico movimiento continuo durante un rato hasta llegaron los dos al clímax.
Cuando acabaron se escucharon estas palabras-yo sin ti no puedo vivir.