-To…hip… do…es tu culpa…hip que no pueda mejore más rápido…hip…que tenga estos dolores de cabeza…hip…que este enam…-sin llegar a concluir la oración quedo inconsciente.
-Definitivamente no aguanta la bebida y más si son dos días seguidos-musito Takano- y justo cuando iba a decir algo interesante se desmaya-se quejó- ¿Qué se supone que voy a hacer contigo?-suspiró- Pero a pesar de todo eres la persona de la que estoy enamorado.
Suavemente puso los brazos alrededor de su cuello, se agacho dejando caer el peso del otro sobre su espalda y lo cogió por debajo de las rodillas haciendo que los pies tocaran sus costados y colocando que la cabeza para que se apoyara en su hombro. Y emprendió de nuevo su marcha.
-Takano-san-murmuró dormido, en un momento que cambio de posición.
-Tú aunque no te des cuenta no me vuelvas más loco por ti de lo que ya estoy.
Los finos rayos sol matutino iluminaban la pequeña habitación del departamento cayendo sobre el rostro del editor que dormía solitariamente en la cama.
-¿Dónde estoy ?Esta es la casa de Takano ¿Otra vez?-intentaba incorporarse al pesar del fuerte dolor de cabeza.
-Oh ya despertarte, sabes porque no te mudas conmigo de una vez, si hay más día así pagar dos alquileres es inútil-propuso Takano cuando entro en la habitación con la bata de la ducha mientras se secaba con una toalla su pelo mojado.
-Esto…debo ir a prepararme…-respondió nervioso.
Mientras decía esto intentaba levantarse de la cama pero no pudo debido a que Takano se la había subido encima y lo había empujado hacia abajo.
-Sabes es sábado y llevo dos días cuidándote deberías estar agradecido ¿no?-reclamo.
-Si eso gracias si te apartas, también te lo agrede….ugh-un beso hizo que se callará.
-La gracias no son suficientes, necesito algo más-declaro-Prepárate-con un ágil movimiento desabrocho el nudo de la bata provocando que está se deslizará por su espalda lentamente. Tras caerse ninguna tela más cubría el cuerpo de Takano dejando expuestos todo su ser.
Sin perder un momento comenzó a desabrochar los botones del pijama de Ritsu que el mismo había cambiado. Debido a que la ropa tras las arcadas de este, provocadas por la bebida, necesitaba pasar por la lavadora un par de veces.
-Es muy temprano…los vecinos escucharán… tengo trabajo…me duele la cabeza…tengo que cuidar mi cactus- trato de poner excusas la cual más irrazonable cualquier cosa era valida si con eso conseguía liberarse de él.
-Ya cállate se un hombre y acéptalo-respondió como repuesta ante todas las excusas puestas, no lo iba a dejar escapar después de haberse contenido la otra vez.
-Pa…rahh…ugh-devorando ansiosamente y explorando los rincones más recónditos invadió la boca de Ritsu-¿Dónde crees que estás tocando?-se quejó en los breves espacios de tiempo que conseguía despegar sus labios del otro pero sus quejas eran ignoradas como siempre.
La mano de Takano se había deslizado hasta la parte inferior de Ritsu, colándose en la ropa interior y tocando directamente la piel de Onodera en su parte más íntima masajeándolo suavemente.
-umh-intento contener el sonido pero este se le escapo.
-No esperas que me contenga ahora-este sonido le hizo excito más de lo que ya estaba.
Por fin libero su boca y comenzó a lamer el cuello descendiendo al pecho donde con su lengua lamio de forma circular el pezón de Ritsu jugando con el hasta que lo dejo y con sus labios empezó a succionarlo agresivamente, la otra mano según termino de desabrochar la camisa se deslizo a la parte posterior apretando fuertemente su nalga.
-oye…-trato de reclamarle pero…
-Te amo-susurró al oído de su compañero haciendo que con estás se sonrojara y...
-¡Auch! ¡Me has mordido la oreja!-gritó e impulsivamente tapo la oreja con sus dos manos que hasta entonces estaban forcejeando para intentar apartar las manos de Takano del lugar que tocaban. Así la última resistencia cayo dejando a Masamune mayor movilidad. Aprovechando esta situación en las que las manos de su compañero no suponían ningún obstáculo, desliza los pantalones y la ropa interior de Onodera hacia abajo deshaciéndose de está forma de ellos y separa sus piernas dejándolo expuesto. Esa imagen lo altero mucho más de lo que ya estaba, el poco control que le quedaba se desvaneció, lo único que podía pensar era conectar el cuerpo de Onodera con el suyo lo más rápido posible.
-Preparado-pregunto por simple capricho ya que estuviera preparado o no, no lo dejaría escapar.
-es…no estoy…-sin esperar una repuesta a pesar de que el otro trataba de responder. Así que arrastro más el cuerpo de Onodera hacia él provocando de está forma que las sábanas quedaran arrugadas dando prueba del movimiento. Tras haberlo acercado alzo sus caderas hasta la altura de su cintura. Trato de introducir su miembro lentamente bastante era que no lo hubiera preparado pero este gesto desapareció completamente cuando observo a Ritsu sonrojado y extasiado solo pudo perder la cabeza e impulsarse fuertemente hacia el interior de su compañero forjando de está forma la unión de sus cuerpos entrelazados de una forma brusca y de una sola estocada.
-para…agh…duele…ught- trataba de detenerlo
-Sopórtalo un rato, pronto estará bien-trataba de tranquilizarlo susurrándole al oído mientras se movía periódicamente de dentro hacia fuera a pesar de lo apretado que se encontraba el interior de Ritsu.
-Relájate…
-No puedo-contesto ya que el movimiento acompasado le daba un poco de dolor pero el placer estaba comenzando a superar al que dolor haciendo que se dejará llevar poco a poco.
-Ahm…agh-gemía ahora olvidándose de contener la voz que con tanto esfuerzo había reprimido hasta entonces. Los sonidos provocaban que el ritmo aumentara.
-Tú no trates de seducirme así o no respondo.
-yo…no…agh…me…ve-en el punto del clímax y el éxtasis ya apenas podía pronunciar palabra. Según acabo de decir esto se vino inmediatamente y su compañero también.
Un rato después de ya estar culminado el acto y tras haber recuperado el aliento Takano se hizo una pregunta retórica pensando en que Onodera había caído dormido hacia un rato:
-¿Por qué no te apuras y me dices que me amas? ¿Porque no me dejas atesorarte más de lo que ya lo hago?
Solo no tengo una repuesta para esas preguntas contesto Onodera en sus pensamientos ya que seguía despierto solo que en ese momento disimulaba estar dormido debido a que la vergüenza le hacía imposible mirar a Takano a la cara.